viernes, 11 de abril de 2014

Capítulo 37°: "No lo hice para hacerte sentir mal".




…Al día siguiente…



—Cariño —una suave voz resonaba entrando en mi estado de sueño—, nena, arriba, cariño —los susurros se consolidaban con el pasar de los segundos. Lentamente batí mis pestañas y mi vista se encontró con la nítida sonrisa de Justin, sus ojos miel me miraban dulcemente.
—Mmh, hola —sonreí levemente mientras me acomodaba entre sus brazos.
—Ey, ¿estás bien? —elevé mis ojos y sonreí divertida.
—Sí, claro que sí —le aseguré—. Solo no tengo ganas de levantarme. Algo me dice que es temprano.
—Si consideras las 10;00 a.m. temprano, pues sí. Lo es —sonreí divertida aferrándome a él, quien por cierto estaba cambiado.
—¿Qué haremos hoy? —le pregunté sonriéndole.
—Bueno —aclaró su garganta—, tengo una propuesta para ti, pero es sorpresa, es decir que sabrás de qué se trata cuando estemos allí.
—¿Ahora? —le pregunté estirando mi labio inferior—, estoy floja.
—¡Vives floja! —protestó entre risas él— Vale, debes levantarte y ponerte más hermosa de lo que estás.
—Mmmj —gruñí por lo bajo—, está bien —fruncí los labios pensativa—. Pero primero, un besito de buenos días —él soltó una risa divertida y besó castamente mis labios.
—Vamos, ve —me ordenó.



Olvidé el hecho de estar desnuda, pero ni siquiera importó demasiado, me dirigí al baño con total lentitud, mientras sentía la mirada de Justin quemar mi piel.



—Eres un cerdo —exclamé desde dentro del baño. Pude oír su risa llenando la habitación.
—Nadie te ha mandado que te pasees así por la habitación, señorita —me explicó divertido.



Me di una rápida ducha y salí envuelta en la toalla, Justin no estaba allí, así que cómodamente me vestí así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=117727378&.locale=es . Me até un pañuelo gris en mi cabeza, maldiciendo a mi cabello por no crecer lo suficientemente rápido, a penas si llegaba a los cinco milímetros. Jodidas quimios. Me puse un poco de brillo labial y salí hacia la cocina. Justin estaba sentado en la barra con su celular. Elevó su mirada y me sonrió.



—Tienes tiempo de desayunar —me informó—. Luego nos iremos.
—Vale —le sonreí—, ojalá pudiera adivinar qué planeas, Bieber.
—Por suerte, aún nadie puede —lo miré divertida mientras me sentaba frente a él—. Galletas de avena, jugo de naranjas y una manzana.
—Mamá, ¿verdad? —él asintió entre risas.
—Ella me dio tu dieta —me explicó brevemente—. Come, no queremos llegar tarde.
—Vale, vale.



Casi quince minutos luego estábamos en la camioneta que Justin había alquilado, camino a no sé dónde. Amaba ver su cara de concentración al conducir.



—Vas a hacerme huecos en el rostro con tu mirada —bromeó sin dejar de mirar el camino, sonreí divertida.
—Lo lamento —susurré y dirigí mi mirada al frente.
—No dije que me molestara —me anticipó.
—Eres egocéntrico —le informé entre risas.
—Venga, ¿quieres que te diga de qué trata? —primero no entendí de qué hablaba.
—Claro que quiero —respondí.
—Sé que dije que esto sería libre de trabajo, pero es un pequeño favor. Me llamó Niall Hora, el de One Direction, ¿sabes quién es? —había oído de él.
—Sí, sé quienes son ellos —le aseguré.
—Bueno, somos buenos amigos, él me pidió que si podía cantar al menos una canción hoy en un concierto privado que tienen —¿de qué hablaba?—, les dije que sí. Ahora iremos a la prueba de sonido.
—¿Eso es todo? —porque estaba segura de que faltaba una parte.
—Sí, eso es todo. Almorzaremos con ellos hoy. El concierto es a la noche.



Un rato después, Justin aparcó en el estacionamiento de un teatro, no demasiado grande. Normal. Bajamos y entramos por la puerta trasera, Justin me llevaba de la mano.



—¡Bieber! —exclamó uno de los muchachos cuando llegamos a uno de los vestuarios. Cuatro chicos más estaban allí.
—Hola, chicos —saludó Justin simpáticamente—, ella es ___________(tu nombre), mi novia.
—Un gusto, chica —me saludó sonriente el mismo que saludó a Justin—. Soy Zayn Malik.
—Liam Payne —se presentó desde la punta del sillón de tres un muchacho sonriéndome.
—Harry Styles —añadió quien estaba a su lado sentado despreocupadamente en el sillón.
—Niall Horan —dijo el muchacho rubio sentado en la mesa del fondo.
—Louis Tomlinson —se anunció quien estaba en el sillón individual.
—Es un gusto, hola —sonreí tímidamente.
—Creímos que llegarían más tarde —aseguró quien se presentó antes como Louis.
—Bueno, se tardó menos de lo pensado —comentó Justin divertido, Harry soltó una pequeña risa.
—Comenzaremos en un rato —le explicó Niall—. Llevamos unos minutos de retraso. Siéntense —dijo apuntando el sillón individual, Justin caminó guiándome detrás de él, se sentó y me jaló para que cayera en su regazo.
—No sabía que estarían en Paris, me tomó por sorpresa —aseguró Bieber.
—Bueno, no es algo muy público —afirmó Liam.
—No hicimos demasiada publicidad, porque no podíamos agregar fechas, ¿entiendes? —añadió Zayn— Las fans enloquecerían si saben que haremos un solo concierto para mil personas, nada más.
—Sí, es difícil —añadió Harry—. Pero no tenemos más fechas.
—Bueno, ¿y qué tal tú, Bieber? —preguntó Louis mirándonos—, ¿cómo llevas tu año sabático?
—No demasiado sabático —murmuré, Harry me miró divertido.
—Sigo trabajando en el estudio, desde Canadá —les explicó Justin—. Pero descansando del desgaste de las giras. Era agotador.
—Pero ahora tienes novia —bromeó Zayn.
—Y una muy linda —me alagó Niall. Sentí como me ruborizaba rápidamente.
—Tranquilo, viejo —le pidió Justin agarrándome por la cintura—. Hacerla sonrojar, es mi trabajo —los chicos rieron.
—Los rumores dices que cantas y muy bien —miré a Liam sorprendida, ¿cómo lo sabía?
—Bueno… —carraspeé aclarando mi garganta.
—Eso que no la has escuchado tocar el piano —miré a Justin casi asesinándolo con la mirada.
—Justin —protesté.
—Pero es demasiado tímida, ¿no? —se entrometió Harry. Justin asintió hacia él— Deberíamos oírte, ¿no lo creen? —les preguntó a los demás.
—No, claro que no —respondí aterrada.
—En la prueba de sonido —miré a Justin frunciendo el ceño, frustrada.
—¡Eso será genial! —aseguró Styles sonriéndome.
—Justin —volví a protestar mirándolo—, sabes que…
—Shhh —susurró—, estaré ahí contigo —añadió del mismo modo.
—Además, solo será la prueba de sonido —me intentó tranquilizar Horan.
—Solo nosotros estaremos —añadió Zayn sonriendo relajado.
—Está bien —acepté obligada por la situación en que Justin me había metido.
—Descuida —Liam notó mi molestia—, luego de oírte cantar no te molestarán más —sonreí algo divertida.
—No sabes lo pesado que pueden ser Harry y Zayn —comentó Louis.
—¡Cállate, Tomlinson! —le exigió Harry divertido— Ese eres tú.
—Sí, lo mismo digo —apoyó Malik a su amigo.
—Venga, chicos —interrumpió Niall—, deberíamos ir hacia el escenario.
—Sí, vámonos.



Salimos del camarín y subimos una escalera hasta llegar a las bambalinas de un enorme escenario, la sala no era demasiado enorme, pero lo suficiente para aterrarme si me tocara cantar frente a ella. Los chicos organizaron hacer su prueba de sonido, luego Justin y por último querían oírme a mí, lo consideraba absurdo y estaba molesta con que Justin me delatara y me pusiera en compromiso de tal manera sabiendo que me costaba demasiado cantar frente a todos.


Los chicos cantaron mientras, junto a Justin, apreciábamos el espectáculo. Cantaron alrededor de 7 u 8 canciones, no las conté realmente, luego Justin subió y cantó Fall y Baby, acústicas. Luego de que él terminara me insistieron para que subiera y debí hacerlo.



Narra Justin:



Me senté junto los chicos mientras ella subía al escenario. La notaba nerviosa, pero sabía que si lo lograba sería un gran paso, comenzaría a dejar atrás su temor. Ella se paró en el fondo del escenario, temerosa, estaba dándonos la espalda. Mis dedos estaban cruzados sobre mi regazo, de todas formas sabía que lo haría bien. La música comenzó a sonar.



—Now and then I think of when we were together
like when you said you felt so happy
you could die
told myself that you were right for me,
but felt so lonley in your company
but that was love and it´s an ache i still remember —su voz era suave y melodiosa, sus notas precisas, pero ella no estaba cantando como lo hacía siempre.

You can get addicted to a certain kind of sadness
like resignation to the end
always the end
So when we found that we could not make sense
well you said that we would still be friends
but I´ll admit that I was glad that it was over —a medida que la canción transcurría ella iba soltándose, ya se movía al ritmo de la música y estaba de frente a nosotros. Un gran avance.

But you didn´t have to cut me off
make out like it never happend
and that we were nothing
and I don´t even need your love
but you treat me like a streanger
and that feels so rough
You didn´t have to stoop so low
have your friends collect your records
and then change your numbers
I guess that I don´t need that tough
now you´re just somebody that I used to know
now you´re just somebody that I used to know —poco a poco su voz tomaba su naturaleza arrasadora, aún así, seguía cohibida.

Now and then I think of all the times
you screwed me over
but had me believing it was always something
that I´d done

And I don´t wanna live that way
Reading into every word you say
you said that you could let it go
and I wouldn´t catch you hung up on
somebody that you used to know...

But you didn´t have to cut me off
make out like it never happend
and that we were nothing
and I don´t even need your love
but you treat me like a streanger
and that feels so rough
You didn´t have to stoop so low
have your friends collect your records
and then change your numbers
I guess that I don´t need that tough
now you´re just somebody that I used to know
Somebody, somebody, somebody
Now you’re just somebody that I used to know —realmente, los seis quedamos boquiabiertos, casi igual como el equipo de los chicos y los del sonido. Ella había arrasado.
—¡Demonios, chica! —exclamó Harry poniéndose de pie, ella sonrió apenada y me buscó debajo de sus pestañas sonrojándose. Le sonreí mientras me ponía de pie.
—Eres un ángel —aseguró Louis—. Tu voz es… es…
—Asombrosa —completó la oración Harry.
—Deberías pensar en cantar —le aconsejó Niall.
—Serías muy exitosa —le aseguró Zayn.
—Chicos, no la atosiguen —les aconsejó Liam entre risas por la reacción muda de ___________(tu nombre).
—Ven aquí, nena —le indiqué. Ella se sentó en el escenario con sus piernas colgando y al no ser demasiado alto, solo se deslizó para quedar en el suelo. Me moví a su lado y la tomé por la cintura—. Lo has hecho de maravilla.
—Que sea la última vez que me haces eso, ¿sí? —me susurró escondiendo su cara en mi pecho.
—¿Qué les parece ir a almorzar, chicos? —ofreció Niall— Sin compromiso, eh —sonrió.
—Por mí está bien —les aseguré.
—Vale, iremos —habló mi novia sonriéndoles.



Luego de almorzar regresamos al hotel. Subimos a la habitación y ella solo se acostó en la cama, después de vaciar mis bolsillos en la mesa del recibidor, la seguí.



—¿Estás enojada? —le pregunté, ella dejó su celular en la mesa de noche de su lado mientras se recostaba en la cama mirándome.
—Solo molesta —me respondió.
—Porque te hice cantar, ¿no? —ella asintió— Nena… —musité sentándome a su lado.
—Justin, sabes que no me gusta cantar, sabes que me hace sentir mal —ella suspiró sentándose para quedar a mi lado mirándome—. No me gustó que me hayas puesto en esa situación.
—Quiero ayudarte a superarlo —le confesé—. No lo hice para hacerte sentir mal.
—No me ayudas haciéndolo de esa forma. Me hace sentir mal, enserio —la estreché entre mis brazos sin decir nada, ella suspiró liberándose.
—Discúlpame, ¿sí, nena? —ella asintió aferrándose a mí.
—Está bien —susurró contra mi pecho.
—Le agradas a los chicos —cambié de tema, ella se puso frente a mí con una dulce sonrisa en sus labios.
—Ellos también a mí —murmuró—. Son divertidos.
—Bien, cariño, ¿ya has pensado qué ponerte hoy? —ella me miró divertida y se encogió de hombros.
—¿Debo ir muy, muy linda? —soltó pensativa—, porque he traído un vestido por si a caso, pero dudo que se me vea lindo.
—¿Y por qué dices eso? —me animé a preguntar, ella se encogió de hombros.
—No lo sé —sonrió—, mujeres —comentó ella sola. Reí divertido.
—Bueno, pues, debes ponerte lo que quieras, cariño —le sonreí y besé fugazmente sus labios—, siempre te vez bella —y casi podía considerarse un don.
—¿Es de hombres adular así siempre? —frunció el ceño en son de broma— Porque si es así detesto ese pequeño hecho, ¿sabes?
—¿Quieres que te enumere las cosas que detesto del género femenino? Para que anotes —ella se encogió de hombros.
—Si crees que puedo evitar o cambiar el hecho de que las realice naturalmente, dímelas —carraspeé mientras sus ojos me miraban bordeando de orgullo.
—Maquillarse, tardarse, cambios de humor, hormonas en sí —me corregí.
—No se vale —interrumpió para protestar, ¡adoraba su ceño fruncido! Ella era realmente linda—, ¿cómo esperas que controle mis hormonas? Porque si yo puedo, tú también debes poder hacerlo —sonrió maliciosamente y se abalanzó sobre mí, haciendo que cayera acostado en la cama y ella estuviera sobre mí, sabía a dónde quería ir.
—Esto es trampa, ___________(tu nombre) —le recordé mirándola pícaramente.
—Al igual que tú te quejes de mis hormonas, Justin —replicó el mismo tono en su voz.
—No, eso no es trampa. Yo no te he pedido que lo hagas —ella me sonrió maliciosamente, otra vez. Comenzaba a descontrolarse en mí lo que en cualquier hombre que estuviera en esta situación.
—Te he dicho que si creías posible que evitara que pasara naturalmente en mí lo dijeras, y adivina, Justin —me sugirió divertida—, lo has hecho. Lo has dicho.
—¡Está bien! —protesté frunciendo el ceño— No puedes hacerlo, y tampoco yo, así que por favor, nena, no me tortures —ella sonrió satisfecha y regresó a su sitio.
—Venga, suficiente Bieber —murmuró saltando de la cama—. Te veré luego.
—¿A dónde vas? —cuestioné confundido sentándome.
—A ducharme —me sonrió ampliamente—, ¡Hay alguien que se debe poner linda para dentro de aproximadamente cuatro horas —solté una gran carcajada.
—¡Cuatro horas, nena! —exclamé— Puedes hacerlo luego.

—Si me quedo en la cama, no —entendí en qué sentido lo decía, pero antes de que pudiera añadir algo ella cerró la puerta del baño.