martes, 19 de febrero de 2013

Capítulo 41°: "Ojo de tigre".




—Tenemos tu primer misión —no me inmuté con demasiada emoción externa. Debía mostrarme dura y fría.
—Tú habla, que yo pateo los traseros —escupí.
—Georg Miller —me extendió su mano.
—Kira —no me expondría con mi nombre real. Debía armarme bien si quería jugar con mi vida.
—Kira, ¿qué? —se refería al apellido.
—Kira Patea Traseros o Kira Vuela Cabezas, lo que prefieras —el tipo sonrió divertido mientras yo me ponía de pie.
—Bien, Kira, ven mañana a las 08:00 a.m. —sentenció el tipo—, y si alguien se entera de todo esto, date por muerta, ¿vale? —sonreí cínicamente.
—Hasta luego, señor gruñón —tomé mi bolso y me dirigí a la puerta de salida con la mirada de todos sobre mí.


Apuesto a que más de uno había quedado con los ojos pegados en mi trasero.



…Al día siguiente…



Me levanté temprano para ducharme y cambiarme así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=72455371&.locale=es. Me arreglé el cabello y me maquillé para salir camino al edifico y llegar a tiempo para mi primer misión. Conducía como una maniática por las calles de New York, pero para ser honesta, necesitaba el dinero. Sonaba Lana Del Rey en el auto, estaba totalmente abrumada de tanta mierda. Primero Jen, luego Justin y el embarazo de mi hermana. Esperaba desligarme un poco de mis sentimientos en esto.


—Hola —saludé secamente cuando llegué a dónde estaban George y dos tipos más. Todos cayeron perdidos a mi escote.
—Creí que no vendrías —abrió la boca George.
—No tengo tiempo para que deduzcas mi valentía —no venía a socializar con él.
—Ellos son Dario y Fernando —los tipos me escanearon con la vista, yo hice lo mismo—. Muchachos, ella es Kira.
—Ardiente —soltó entre dientes Dario, un tipo de unos 23, ojos cafés, cabello enrulado con algunas ondas color castaño claro.
—Bien —prosiguió George—, la misión hoy será que vayas a la dirección que agendé en el GPS del automóvil. Al llegar tienes que conseguirme esto —sacó su móvil y me mostró una foto de un bello rubí verde—. No hagas preguntas y no respondas a nada, ¿vale? Dario y Fernando e irán contigo —suspiré frustrada. No me gustaba la idea de ellos dos conmigo.
—Vale, lo que digas —revoleé los ojos—, ahora, ¿podemos irnos? —George carraspeó.
—Ten —Dario me lanzó un arma. La tomé entre mis manos y la cargué, ellos quedaron viéndome raro.
—¿Qué? —me encogí de hombros despectivamente—, ¿esperen que tire sin cargar el arma? —George sonrió orgulloso.
—Será mejor de lo que pensé —moría por gritarle en la cara al tipejo que no solo servía para lo que su perversa mente pensaba.
—Bien, ya vámonos —les exigí a Dario y Fernando.


Subimos al automóvil, yo subí en el asiento de atrás. Fernando iba al volante y Dario de copiloto, apuesto a que perdido en mi escote. Todo el camino fui memorizando detalles como alguna casa, algún cartel, algo que me dijera dónde estaba. Conocía New York casi en su totalidad, pero recordar una ciudad tan enorme era casi imposible. Si algo debía aprender para quedarme era a hacerlo bien y esto, era una parte de ello. Saber dónde estaba cada vez que fuera a algún lugar.


#Flash Back#
Río de Janeiro


—Cosas básicas, nena —sentenció con seguridad—, cuando tienes peligro delante de ti, seguro tienes peligro detrás, ¿no? —en realidad, eran conceptos básicos que no sabía.
—Depende cómo estés —él sonrió orgulloso.
—¿Cómo debes ponerte para no correr peligro a tus espaldas? —fue su astuta pregunta en ese momento.
—No lo sé —me encogí de hombros.
—Si estás sola debes asegurarte de tener algo atrás, una pared, un árbol, algo que te proteja la espalda o alguien —pensándolo bien, él tenía razón.
—Sé que agendaré esto en memoria.
—Es lo que debes hacer —afirmó él mirándome divertido—, a ver, otra. Si estás en un lugar que no conoces, mientras negocian o algo así, ¿qué debes hacer?
—Pensar en estrategias para hacerlos caer —aseguré con firmeza, él negó levemente con la cabeza.
—Debe haber alguien de tu grupo que negocie contigo, mientras tú analizas las armas que tienes y las formas en las cuales podrías matarlos o, como última opción si sabes que te ganarán, escapar.
—Jamás creí que te oiría darme consejos —solté una carcajada burlista, él se encogió de hombros divertido.
—Quizás algún día debas darme las lecciones de guitarra o algunas lecciones de falsetes —sonrió divertido, yo lo miré fijamente con ternura.


#Fin Flash Back#


Reaccioné cuando el automóvil se detuvo, estaba llena de odio por el solo hecho de haber recordado al hipócrita de Justin. Bajé del auto junto con Dario y Fernando, ellos cargaron sus armas y se me quedaron viendo.


—Eres la novata —aseguró Dario, yo revoleé los ojos, no era novedad, ¿no?
—En el medio —añadió Fernando, suspiré frustrada y Dario entró en la dirección, yo pasé detrás de él y por último Fernando.
—¡Quietos! —oí gritar desde el fondo del largo pasillo.
—¡Baja el puto arma, porque te haremos volar! —aseguró Dario gritándole a la figura indefinida de un hombre frente a nosotros a unos cuantos metros.
—Sé lo que buscan, idiotas —aseguró, moví mi cabeza como diciendo: “¿Es idiota o qué?” Era obvio que sabíamos a qué diablos íbamos.
—Te haremos pedazos, imbécil —aseguró Fernando. Yo solo analizaba el perímetro detenidamente, había una ventana a la derecha y un mata fuegos al final del pasillo, mientras avanzábamos mi adrenalina corría fuertemente en mis venas, cada vez más, y para ser honesta, me encantaba esa sensación.
—Veo que vienen con una linda presa —noté como sus ojos se clavaban en mí. Le sonreí cínicamente.
—Será mejor que te tragues tus palabras, viejo asqueroso —y sí, era un viejo de unos 48 para mí.
—Uff, y difícil es más sexy —habló cínicamente apuntándonos con una pistola.
—Danos la gema, viejo imbécil —le exigió Dario. El tipo tiró del gatillo, acomodando la bala. Iba a hacerlo volar si seguía hablando, debía actuar con rapidez.


“Analiza las armas con las que cuentas”, si le disparaba escucharía el ruido de mi gatillo acomodando la bala, me dispararía a mí o a cualquiera de los tres antes de que pudiera yo hacerlo. La ventana no servía para nada que no fuera escapar. El mata fuegos habría sido útil para pegarle, pero en realidad, hasta que pudiera hacerlo ya estaría con una bala atravesando mi tórax para entonces. Divisé un hilo pegado a la pared derecha contra el suelo, seguí el rastro con mi vista haciendo oídos sordos a los insultos entre los hombres. El hilo se unía con una puerta, logré entender que la puerta no tenía bisagras, por lo que lo que fuera el hilo estaba sosteniendo la puerta. Era lo suficientemente fuerte como para que no lograra cortarlo con el pie o lo que fuera, estaba sosteniendo la puerta.


—¿Te comieron la lengua los ratones, lady? —sonreí cínicamente volviendo mi mirada al cuarentón.
—Y a ti, ¿en qué momento te comieron el cerebro? —me burlé, Dario soltó una pequeña risa.
—Cállate, belleza.  Si no quieres terminar con una bala en tu garganta, no te pases de lista —revoleé los ojos y sin advertir de nada, volteé con el arma en manos y le disparé al hilo que estaba contra el suelo. El hilo se cortó y la puerta le pegó en la espalda al viejo frente a nosotros haciéndolo caer de frente.
—¡Venga! Avancen —les grité a los otros dos—. Intenten que nadie me mate, iré por el colgante.


Fernando tomó el mata fuegos para luego pegarle al viejo en la nuca y dejarlo inconsciente. Caminé frente a ellos pasando a un lado del cuarentón tirado en el suelo. Caminé con agilidad apuntando hacia delante con mi arma, no había nadie más dentro. Al final del pasillo pasé entré a una habitación. Me dirigí al escritorio y hurgué en los cajones hasta dar con una pequeña caja roja y alargada. La abrí y dentro había una esmeralda verde.


—Vámonos —les indiqué—, tenemos lo que buscamos —añadí saliendo por el pasillo.


Los otros dos caminaron detrás de mí, creo que venían incrédulos de tanta astucia. Idiotas, pensaban que no movería un pelo y que al primer minuto saldría corriendo. Dario se sentó al volante y Fernando a su lado, yo atrás. El tipo del volante comenzó a conducir rápidamente para perderse en las calles.


—¿Cómo coño hiciste que la puerta cayera? —irrumpió el silencio Fernando.
—Ojo de tigre —sentencié.
—Tienes agallas, nena —afirmó Dario, yo solté una pequeña risa—, ¿de qué ríes?
—Creen que por ser mujer voy a huir del peligro —suspiré frustrada con una mueca cínica, aunque no me vieran—, pero eso no sucede cuando naces en él —por mucho que no seas consciente de ello.
—¿Estabas en algo parecido antes? —cuestionó Dario.
—Si mover mi puto trasero en un escenario cuenta, pues digamos que sí —carraspeé y saqué de mi chaqueta un cigarro y lo encendí con mi encendedor. Calé el cigarro sintiendo la sensación de relajación en mis músculos.
—¿Eras bailarina de caño? —preguntó lujuriosamente Dario, Fernando rió.
—Le falta carne para eso —aseguró Fernando, yo solté el humo lentamente, mientras ellos esperaban una respuesta.
—No era bailarina de caño —mascullé.
—¿Entonces, qué eras? —cuestionó Fernando.
—Va, dilo Kira —insistió Dario, yo sonreí cínicamente y calé nuevamente mi cigarro.
—Guarden su curiosidad para cosas más prácticas y relevantes —les sugerí—. No debe interesarles en qué puta utilizo mi trasero.
—¿Intentas ser interesante? —cuestionó con cinismo Fernando, Dario rió burlista.
—Estoy trabajando no socializando con ustedes, imbéciles —carraspeé un poco—. Pueden podrirse pensando qué diablos fui, no les cambiará en nada la vida, así que —solté el humo de mi cigarro y salté una risa irónica—, métanse sus dudas en el trasero.






Luego de llegar al edificio y entregar la esmeralda, me dieron el dinero y Greg me citó para la semana siguiente, en el mismo lugar a la misma hora. Estacioné el automóvil y bajé en mi departamento, había una nota de que Ronan y su niñera habían salido. Entré a mi habitación y encontré a una persona repugnante acostada sobre mi cama, él sonrió cínicamente.


—Hola, nena —casi escupí su cara cuando lo vi allí.
—¿Qué quieres, Rodrigo? ¿Buscas consuelo por tus cuernos? —tiré mi bolso sobre un sillón al costado y me quedé mirándolo fijo.
—Venía a verte —sentenció—, creí que la noticia te pegaría por otro lado —sonreí cínicamente mientras sacaba un cigarro de mi chaqueta.
—Aprendí a superar con facilidad —mentí mientras encendía el cigarro y lo calaba por primera vez.
—Son casi las 06:00 —p.m.—, pero, ¿me aceptas un trago? —arqueé una ceja y reí cínicamente para soltar el humo luego.
—¿Eres imbécil o te contagió Samanta? —cuestioné con asco y volví a calar mi cigarro— No me afecta en lo más mínimo tu vida ni tus penas, puedes hundirte, ¿vale?
—Enserio —suspiró levemente—, intento no hacer mal las cosas. Solo será un trago, en realidad extraño hablar contigo —lo miré fijamente, parecía sincero.
—Vale —acepté—, deja que me cambie.


Entré al vestidor y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=72862912&.locale=es. Dejé mi cabello suelto y me retoqué el maquillaje. Salí del vestidor y Rodrigo me esperaba fuera. Salimos de la casa y conduje hasta el bar que él indicó. Cuando llegamos ya casi eran las 08:00 p.m.


—No te lo esperabas, ¿verdad? —arqueé una ceja y lo miré confundida.
—¿Qué cosa?
—Que las cosas cambien tan rápido —yo solté una carcajada algo cínica, no estaba con un humor muy favorable.
—Las cosas no han cambiado tanto para mí —él no sabía lo de Jen, no podía decir que mi vida había dado una vuelta completa—, quizás para ti sí, después de todo el hijo debería ser tuyo —me encogí de hombros.
—No esperaba tener uno aún —sonreí cínicamente, Rodrigo tenía sus ojos verdes clavados en mí—. Quizás me equivoqué al dejarte a ti por Samanta —carraspeé divertida y sonreí burlista, ¿creía que eso solucionaría todo?
—No vine a arreglar las cosas y lo sabes —hablé con claridad—. Sigo creyendo que ni siquiera te mereces un saludo de mi parte, sin embargo estoy aquí.
—Todos cometemos errores —intentó defenderse. Lo notaba débil.
—Lo sé, pero no lo hacemos dos veces —él arqueó una ceja confundido ante mi comentario—. Me refiero a que ya me “pelé la frente” contigo, ¿por qué hacerlo dos veces? Dime —estaba siendo cruel, pero él también lo había sido conmigo antes, ¿no? No tenía por qué motivo tener piedad con él.
—Me consideras un error —comentó él afligido, quizás.
—¿Esperas que te ame? —sus ojos se clavaron en mí con pasión.
—No, honestamente no —aseguró—. Pero jamás podría olvidarte —sonrió soñadoramente—, aún recuerdo como te conocí y lo que causaste en mí entonces —era patético.
—Es patético hablar del pasado —pensé en voz alta—, cuando las cosas mueren las entierras, ¿no? Eso mismo hice con el cariño o asombro, aún no descifro qué fue, que sentí por ti, ¿vale? No hay nada que me haga volver —mucho menos porque estaba enamorada de Justin, por mucho que quisiera negarlo y por más odio que le tuviera.
—A Justin sí lo quieres ¿verdad? —no sonó arrogante o odioso, solo curioso.
—De la forma mala, pero lo hago —él arqueó una ceja.


Dije eso, porque honestamente, lo quería de la mala y la buena forma a la vez. Amar es lo bueno y odiar es la parte mala, sin amor no hay odio, lo que nos lleva a asegurar que el odio es la forma mala de amar. Odio no es lo opuesto a amor, lo opuesto a amor es guerra, es ignorancia, es dolor. Y quizás en este último sentimiento del concepto, yo estaba padeciendo lo opuesto a amor, porque que Justin fuera a ser padre de un niño con Samanta, me rompía el corazón y me dolía. Lo quería demasiado y me dolía aún más saber que, desde ese momento en que supe lo del embarazo de mi puta hermana, era prohibido para mí.

7 comentarios:

  1. klasckljdsal definitivamente me enamore de tu novela, síguela o sino enviare a mi unicornio violador compulsivo que vuela a que te viole y tengan 10000000 hijos con alas y sean violadores compulsivos como su padre xD


    PD: elmo y mi unicornio saben donde vives xD

    ResponderEliminar
  2. Holaaaaaaa!! como estas Poly ?? ya se que eh estado ausente en los ultimos capitulos pero es que me fui de vacaciones por 10 dias y no lleve mi compu bueno te queria pedir perdon por eso y bueno aca estoy de vuelta tu nove hermosa como siempre siguela beso te quieroo muchooooteeeeeeee yop Pituu! ☺ ♥ ☻ ♣ ♠ • ◘ ○ ◙ ♂ ♀ ♪ ♫ ☼ ► ◄ ↕ ‼ ¶ § ▬ ↨ aaah se re copaba la loka con las cositas...

    PD: encontre esas cosas hace poco y esa es la causa de que me cope XD

    ResponderEliminar
  3. Se puso emocionante y peligrosa la cosa jajajja siguela besitos poly bye :D

    ResponderEliminar
  4. esta re-buena siguela por fa

    ResponderEliminar
  5. SIGUELA PORFA!
    haz maraton plisssss
    que tu novela va 100% Excelente
    siguela pronto adios

    ResponderEliminar
  6. siguela porfavor siiiiiiiii

    ResponderEliminar
  7. oye tu eres muy buena en hacer novelas.

    oye te pido un favor es q voy a empesar a hacer una novela para q me ayudes a que la lean por favoooooooooooorrrr!!!!!!!!!!!

    bueno la pagina es haci.::

    http://mi-amor-eres-tu-shawty-justinbieber.blogspot.com/


    la paguina del face es haci

    http://www.facebook.com/MiAmorEresTuShawtyJustinBieber?ref=hl

    bueno espere que me ayuden

    ResponderEliminar

¿Te gusta mi nove? ¿Debo cambiar algo? Dímelo :) Espero tu opinión :D