sábado, 24 de noviembre de 2012

Capítulo 2°: "Tonight, party!".




—¿Te debo? —pregunté. Ella rió burlona y se encogió de hombros.
—A mí no —aseguró—. Le debes la dignidad a medio colegio, Bieber.
—Ya cállate —le exigí ceñudo—. Solo hablas porque intentas burlarte, pero no me lastimas —volvió a reír con esa ironía que la caracterizaba.
—No tengo por qué herirte —me advirtió acercándose a mí—. No me gustas.
—¿Entonces, qué?
—Sabes, quizás aquí sí sea así —se encogió de hombros y acomodó su cabello luego—. Pero no soy de aquí. A mí no me interesa cuántas novias hayas tenido o cuántas más quieras tener. No planeo estar en tu lista. No soy como ellas —sonrió cínicamente—. Yo no soy hueca, Justin Bieber.
—No me retes, ___________(tu apellido). No me conoces —ella largó una gran y sonora carcajada.
—Y me alegra ese hecho. Sabes —suspiró divertida—, solo te advierto una cosa. Que seas bonito y que tengas fama de rompe corazones, no será una excusa que evite que te rompa la cara si le rompes el corazón a mi hermana.
—Tu hermana es la que deberá cuidarse, es lo bastante madura —ella me miró asesinamente.
—Te enamorarás, Justin. Te enamorarás y sufrirás —me aseguró. Volteó y se dirigió hacia dentro del edificio.

¡Jodida pendeja! Era tan ardiente, en realidad comenzaba a desear tenerla en mi cama. Difícil y sexy, ¿algo más perfecto? Me levanté unos segundos después de verla entrar. Sacudí mis pantalones y miré un poco más el patio, vacío. Entré y comencé a caminar por los solitarios pasillos. Me preguntaba a qué se refirió la hermana de Samanta cuando dijo: “Te enamorarás, Justin. Te enamorarás y sufrirás”; ¿yo enamorarme? Era absurdo, yo no iba a enamorarme. Yo no podía enamorarme, porque no era un hombre para una sola mujer. Me aburriría si eso sucediera. Yo no iba a enamorarme. Esas palabras solo eran palabras, aún no entendía por qué diablos las pensaba tanto.


Llegué a casa casi a las 04:00 p.m. Mamá no llegaba aún así que Jazzy estaba sola en la casa.


—Jazzy, llegué —le avisé a gritos desde la sala.
—Hola, Bieber —me saludó mi hermana de 12 años—. Llamó una chica hoy —añadió entrando a la sala.
—¿Quién era? —cuestioné vagamente tirado en el sillón. Estaba cansado.
—Miley Cyrus, se presentó —comentó Jazzy sentándose frente a mí—, avisó que vendría después de las 4.
—¿No te dijo a qué? —Miley era una muy buena amiga.
—No, no —se negó—. Solo dijo que vendría con una amiga.
—Gracias, sonsa —ella sonrió y se fue. Amaba a mi hermana, sería capaz de matar por ella. Casualmente el timbre sonó luego de que Jazzy se fuera. Me paré con flojera y atendí. Del otro lado de la puerta estaba mi querida amiga Miley y sorprendentemente, estaba también ___________(tu nombre).
—Hola —saludó Miley simpáticamente. La hermana de Sam me miraba asombrada, confundida y asqueada.
—Hola —saludé y abracé a Miley, hacía mucho no la veía.
—Ella es…
—___________(tu nombre) —mencioné interrumpiendo a mi amiga.
—No te tomes el trabajo de presentarnos —le pidió ella—. Sé bien quién es. Por cierto, te espero en el café de la esquina, no quiero socializar con Bieber.
—No —se negó Miley—. Quédate, solo será un momento —yo las miraba extrañadas. Finalmente, decidieron entrar.
—Es raro que vengas —_____________(tu nombre) se sentó y quedó leyendo su teléfono. Miley me miraba sonriente, ¿era amiga de esa psicópata?
—Pues, hacía meses no te veía. Sabes desde que me cambié de colegio las cosas cambiaron —recordé que Miley era mayor que yo y tenía una beca en el mismo colegio que ___________(tu nombre). Quizás de allí su amistad.
—¿Son amigas? —no pude resistirme. Mi “cuñada” levantó su vista y me miró confundida.
—Miley es mi prima —me explicó secamente.
—¿Enserio? —Miley asintió— Al parecer lo de la música es familiar.
—Algo así —comentó Cyrus divertida—, ¿y tú qué te cuentas?
—Lo de siempre —susurré. ___________(tu nombre) rió.
—Es decir, follando —musitó. Fruncí el ceño al oírla.
—Lo sé —habló Miley entre risas—, eso no lo cambia más.
—Ya, no sean así —les pedí algo cabreado—. No es algo de lo que ustedes deban protestar.
—¿Qué harás por la noche mañana? —me preguntó mi amiga. La miré arqueando una ceja.
—Descuida —me pidió ___________(tu nombre), quién ahora por cierto estaba entrometida en la plática—, no te pedirá sexo.
—Haré una fiesta —me explicó brevemente.
—Oh, ¡eso era! —sonreí plácidamente— Claro que iré.


…La noche del día siguiente…


Entré a la casa de Miley y me dirigí hasta el grupo de conocidos. La música sonaba alta, la gente estaba bebiendo y bailando entre risas y charlas algo sonsas. Samanta estaba muy pegajosa y cariñosa. Pero el clima fue irrumpido cuando ___________(tu nombre) llegó vistiendo así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=64001024&.locale=es. Miley dio un grito de aliento, ___________(tu nombre) soltó una pequeña risa. Traía todo el cabello recogido, se veía elegante, preciosa.

—Buenas noches —saludó, Jaden casi se infartó allí mismo.
—Hola —saludamos al unísono. Sam la miró detenidamente.
—¡Qué hermosa estás! —le dijo un cumplido Jaden. Sus ojos brillaron de una forma extraña, la muchacha… ¿estaba enamorada de mi amigo?
—Gracias, Jaden —le sonrió levemente. Logré divisar su tatuaje en el pecho. Decía: “I love you, but I don’t know why”. Me pareció extraño, ¿a quién le dedicaría esa frase?—, ¿sucede algo? —dijo mirándome. Sí, me había quedado pegado en su tatuaje. El cuál a juzgar, no estaba ubicado en un lugar muy cómodo de ser mirado de la manera en que lo hice.
—No, no —me negué—. Solo miraba tu tatuaje —confesé. Ella revoleó los ojos.
—Es porque no has descubierto el resto —Jaden miró raro a Miley, ésta última rió.
—¿Qué cosa? —preguntó mi amigo curioso. ___________(tu nombre) le sonrió.
—Tiene una mariposa en el coxis del lado derecho, la fecha de la muerte de Kurt Cobain entre dos de sus dedos y la frase “Vivir solo cuesta vida” al costado derecho, casi abajo del pie derecho —le confesó Sam. Su hermana la miraba ceñuda.
—Gracias, Samanta —farfulló su hermana. Sam sonrió divertida—. Pensaba tatuarme el muslo izquierdo, pero me temo que no se verá bien.
—Estás bien así —le informó Ryan. Ella lo miró raro.
—¿Por qué debemos hablar de mí? —reaccionó a la defensiva la muchacha rockera.
 —Eres la nueva —le recordó Miley simpáticamente—, causas curiosidad prima.
—Pues, es una mierda —habló algo vulgar—. Es mejor que nadie te conozca como “la jodida chica dark” —me sentí un poco tocado con su comentario.
—¿Quieren algo de tomar? —preguntó Butler.
—Yo quiero un whisky —le pidió la hermana de mi novia. Sam la miró asesinamente.
—No, gracias —respondió Jaden, entonces Ryan se marchó ante el silencio de los demás.
—Es mucho desorden, ¿no crees? —comentó Sam. Miley soltó una pequeña risa.
—Sí, siempre es así en las fiestas, Sammy —le recordó su prima. Sam, solía algunas veces, ser algo inocente y hueca.
—Es el fin de la fiesta, el descontrol —le recordó Jaden sonriendo compasivamente. Yo solo miraba el panorama en silencio.
—Es porque aún ___________(tu nombre) no ha bailado sobre la barra —ésta última mencionada soltó una risa.
—Oye, no insinúes cosas que se verán extrañas luego —le pidió su prima a Miley entre risas. Las dos reían cómplices.
—Es lo feo de ser la inocente de tus primas —susurró Sam a mi oído, sonreí levemente y besé fugaz sus labios.
—¿Van mañana al concierto de rock en el centro? —preguntó Miley, en general.
—Pensaba hacerlo —confesó Jaden—, pero no lo sé. Bieber no quiere ir.
—Ven con nosotras —le ofreció ___________(tu nombre) sonriéndole levemente.
—¡Sí, es una buena idea! —afirmó Miley emocionada. Jaden, de seguro, estaba tan emocionado como nunca.
—Pues, iré con ustedes —aseguró mi mejor amigo—. Organizaremos bien luego.
—Es hora del karaoke —habló Miley y jaló a su prima cantante hacia el escenario con un micrófono que había en la sala.
—Oye, no —intentó quejarse ___________(tu nombre) pero Miley jalaba de ella con fuerza. Subieron al escenario. Mi amiga tenía sus nervios controlados, pero mi cuñada no.
—Buenas noches, fiesteros —saludó Cyrus, todos quedaron algo desconcertados mirándola—. Comenzaremos la hora de karaoke —se escucharon gritos de festejos—, así que para abrir esta ronda mi prima nos cantará algo.
—Bueno… —habló ___________(tu nombre) mientras Miley bajaba del escenario—, es una canción mía y espero que les guste —no sé cómo pero una canción rockera algo movida comenzó a sonar. Era alternativo. Se paró frente al micrófono con una actitud lo suficientemente diferentemente a la de hacía un momento, como para hacerme llegar a pensar en qué se sentiría el sexo con ella. Sus ojos eran fríos y profundos y su cara demasiado seductora.
Go moving away
Is all
Do not want drink

There is no time
In the mirror
Everything looks gray —su voz ara ronca y sexy, ni decir cómo se sacudía al ritmo.

I miss you, are words
I’ll never say
I Miss misery
Say hello whit goodbye

I’m losing control
Loss in the status and
I do not know where I lost you here

It goes without saying
I’ll lose
After all the ground
Never will open
I’ll play with time
And break the cups
The ground never will accept us —no podía creerlo, caminaba como si fuera experta en el tema. El escenario era suyo y de sus hermosas piernas. Todos festejaban la canción y hacían bulla.

I bring my high heels
This is sexy
And do you care?

Could remove them
Breaking them
And be a bitch —no podía creerlo, ¡ahora no! Estaba mostrando su ropa interior, ¿era justo? Sam no podía creerlo, Miley festejaba los juegos sexuales de su amiga sobre el escenario. Pues, sí. Se había levantado y luego bajado la pollera corta que traía.


I miss you, are words
I’ll never say
I Miss misery
Say hello with goodbye

I’m losing control
Loss in the status and
I do not know where I lost you here

It goes without saying
I’ll lose
After all the ground
Never will open
I’ll play with time
And break the cups
The ground never will accept us —no podía ser tan ardiente. Todo en ella era sensual.

My head is going to explode with so much smoke
But that does not matter if you follow kiss me
I lose my time smoking your cigarettes (x2)
The ground never will accept us —terminó parada en el escenario, casi al borde sonriendo muy sensualmente. Conforme con lo que había hecho. Bajó y subió otra persona para continuar el karaoke. Ella regresó donde nosotros y le quitó el vaso de whisky a Ryan de la mano.
—¡Estás completamente loca! —protestó su hermana. Al parecer Sam estaba enojada.
—Y no es de tu incumbencia, Samanta —le informó ___________(tu nombre) y bebió un sorbo del whisky. Creo que esperaba a que Sam siguiera discutiendo.
—Ya, no sigas —le pedí a mi novia antes de que hablara.
—No es justo, ___________(tu nombre) —se quejó su hermana—. Deberías tener más dignidad, deshonras a la familia.
—¿Y eso qué? —preguntó ignorando las palabras ciertas de Sam— Mira, Samanta, no me interesa qué vayas a opinar, nací para esto. Quieras o no.
—Es cierto —se entrometió Jaden. Yo sonreí por lo bajo, no era un momento oportuno. Los ojos de Sam dijeron todo—. Deberías subir nuevamente.
—No, por ahora no —se negó sonriendo algo dulce, debía admitirlo—. Hay que dejar que los demás se expresen… o aúllen —todos en la ronda reímos, menos Sam.
—Ya, cariño —susurré a su oído—. No te enojes, ella sabe lo que hace, ¿no? Ya tiene diecisiete años, es justo que decida por sí sola.
—Me da vergüenza tener una hermana tan regalada —¿regalada decía? ¿___________(tu nombre) fácil? Parecía todo lo contrario.
—¿Noa no está hoy, Miley? —preguntó Ryan. Pues, sí. Mi amigo necesitaba alguien con quién divertirse.
—No, Butler —dijo mi amiga ceñuda.
—A penas tiene 14, Ryan —le recordó Jaden, era chica. Es cierto.
—Lo lamento, muchacho —se disculpó Ryan algo cínico. Creo que ___________(tu nombre) los estaba contagiando. Dirigí mi mirada a ella, estaba concentrada mirando sobre el hombro de Miley. Dirigí mi mirada hacia ese lugar y había una ronda de muchachas bailando al ritmo de “Good Girl – The Pretty Reckless”. Volví mi atención a la ronda.
—Hay tanta gente aquí —masculló con desprecio la hermana de Sam.
—Es una fiesta —le recordó Ryan. Ella rió cínica mientras de su cartera sacaba un cigarro y un encendedor. Lo puso en su boca, le quedaba tan sensual, lo encendió y guardó el encendedor. Aspiró el humo y le sonrió.
—No me gusta el pogo —Miley rió divertida.
—Es lo mismo que decir que a mí no me gustan los hombres —afirmó Cyrus. ___________(tu nombre) rió de la misma forma. Sam las miraba asqueadas.


Luego de dos horas más Sam decidió irse, al igual que Jaden y Ryan. Solo estábamos Miley, ___________(tu nombre) y yo del grupo de “conocidos”. Mi “querida cuñada”, cínica y martirizadora estaba algo ebria.

—¿Podrías dejar de tomar? —pregunté, ella rió cínicamente, algo muy característico de ella.
—No, no puedo y no quiero —me respondió tambaleándose un poco. Jodida ___________(tu nombre), era tan ardiente.
—Te llevaré a tu casa —le anticipé. Miley no se encontraba con nosotros.
—Tú no me llevarás a ningún lado, estúpido —me daban ganas de abofetearla.
—Enserio, déjate de juegos. Si algo te pasa, Sam me matará —pues, sí. Ella amaba a su hermana.
—¿Y desde cuándo te importa Samanta o su hermana? —preguntó en tercera persona y rió cínicamente—. Estás actuando como un completo caballero, Bieber —añadió antes de dejarme responder—, ¿no querrás follarme verdad?
—No te dejarías —hablé y le guiñé un ojo divertido. Iba a divertirme, ¿qué más daba? Estaba ebria, quizás terminara acostándome con ella, no me vendría nada mal.
—Estoy ebria, lo sé. Me fallan un poco las piernas y estoy mareada, pero sé que no me acostaría contigo —afirmó—. Porque eres poca cosa, ¿sabes? Acostarte con ciento de mujeres no te hace fuerte y mucho menos invencible, Bieber. Solo te convierte en un idiota.
—Y a ti ser una chica sexy no tapa que seas una resentida —ella rió con ánimos.
—Primero intenta conocer de mí, Bieber —me pasó por un lado y se perdió entre la gente que aún quedaba en el lugar.

No se guardaba sus opiniones, eso era obvio. Sinceramente, era algo así como un peligro para tu reputación, aunque sinceramente acostarse con semejante cosa sexy, debe ser la gloria.






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Respuestas:
Majo: ¡Aww, a mí también me emociona que estés! Espero que la disfrutes, un besito :)
Brisa: ¡Gracias, mi vida! :) Besitos.
Anónimo: Gracias, divina. Las imágenes las saco de www.weheartit.com, la verdad que hay imágenes muy buenas y originales :) un besito.
Lelyn: ¡Gracias por comentar, linda! Besitos :)
M de Mina: Sí, es cierto. Aquí Rayis será la ruda y sexy jaja, aunque Justin tampoco es muy bueno que digamos. Aunque es dulce, es un mujeriego xD besitos :)
Laura: ¡Besos, linda! :)
Lulaa: Jaja, gracias corazón. Espero que disfrutes el capítulo :)
Vale: ¿Olvidarme de ti? Estás loca, ¿verdad? Claro que te recuerdo, sonsa jaja. Yo estoy bien, ¿tú? Gracias por estar siempre, enserio. Es un gusto que leas, realmente. Nunca podría olvidarte, porque por si no sabes… te admiro (sí, sé que bailas clásico y admiro que bailes clásico. Amo la danza clásica) jaja. Ok, soné acosadora :| jajaja. También te amo, amiga. Besitosss :)


Bien, ese fue el capítulo de hoy :) espero que les guste. Las amo, subiré cuando antes pueda.


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— Poly—




P/D: COMENTENN! :)

jueves, 22 de noviembre de 2012

Capítulo 1°: "Que seas bonito y que tengas fama de rompe corazones, no será una excusa".




Era tan hermosa como una flor en primavera, su cabello largo y rubio, su sonrisa seductora, sus ojos verdes. El uniforme, solo a ella se le veía tan sensual y exótico. Después de todo, una falda a cuadros azul, una camisa blanca con corbata y unas medias a la rodilla blancas, nunca habían sido tan hot. Pero solo era la chica de la semana. Su nombre era Samanta ___________(tu apellido). La vi entrar al colegio y reconocerme ese mismo instante. Se acercó y besó mis labios, sin importar que mis amigos, Ryan y Jaden, estuvieran ahí mismo.

—Hola —saludó en general.
—Hola, Sam —dijeron mis dos leales amigos. Jaden sonrió divertido.
—¿Qué tal todo, nena? —le pregunté. Ella me sonrió.
—Más que bien, tenemos una fiesta mañana —Ryan se emocionó ante las palabras de Sam.
—¿Fiesta has dicho? —preguntó. Mi “novia” asintió.
—¡Genial! —habló Jaden con la palabra que usaría Ryan.

De pronto alguien irrumpió en los ojos de mi querido amigo, Jaden Smith. Llevaba una guitarra colgando en su espalda, unos largos rizos grandes y castaños hasta cerca de su cadera. Los ojos más grandes y tiernos que había visto, cafés. Unos labios tentadores y rosados, preciosos. Vestía así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=63891711&.locale=es, su maquillaje era negro y rabioso. Sus piernas largas y blancas, preciosas. Era casi una figura sacada de un prototipo de cantantes de rock sexys e desinhibidas. Todos volteaban a verla.

—Vamos bro, devuélvele las piernas —bromeó Ryan golpeando sonsamente la espalda de Jaden. Jaden reaccionó a penas.
—¿La has visto? —preguntó anonadado— Es demasiado sexy.
—Es mi hermana —habló con toda tranquilidad Sam.
—¿Hermana? —preguntó Ryan confundido— son tan… distintas.
—Lo sé, yo tan rubia y ella tan… morena —murmuró Sam y sonrió dulcemente.
—¿A dónde va? —pregunté viéndola caminar por el pasillo. Era sexy, debía admitirlo.
—No lo sé —respondió Samanta—, ella no viene a este colegio.
—¿Cómo se llama? —preguntó Jaden desesperado.
—___________(tu nombre).

El timbre había sonado y era hora de pasar a clases, pero un comunicado nos dejó intrigados. Debíamos ir al teatro. Todos caminamos felices, estábamos perdiendo clases y eso era lo que amábamos. Nos sentamos casi al medio con Jaden y Ryan.

—Silencio —pidió el director por medio del micrófono—, hay una noticia que podría entusiasmarles —todos callamos—. Es un honor para nosotros, presentarles a una vieja alumna, una de las más talentosas que tuvo el colegio —entró caminando dulcemente, aunque su aspecto fuera tan contrastante la hermana de Sam—, la señorita ___________(tu nombre y apellido).
—Hola —saludó, se escucharon unos cuantos silbidos—, es un gusto estar aquí para comunicarles el nuevo proyecto de la escuela—. Yo, al igual que ustedes, hice el colegio aquí, hasta hace dos años, que fue cuando logré conseguir una beca en la escuela de artes de New York. Soy cantante y compositora, aunque no famosa, pero lo soy —sonrió levemente, era preciosa— y junto con el director Millan, tenemos el honor de comunicarles que comenzaremos un nuevo concurso de música.
—¿Música? —se escuchó en un gran murmullo en la sala, nadie entendía nada. Sinceramente, creo que todos miraban babeándose a ___________(tu nombre).
—Sí, música —repitió—. Podrán formar bandas o simplemente participar como solistas del concurso. Seré tutora de las bandas que se formen y los solistas también. Solo deberán inscribirse con Stella, la profesora de artes, y ella organizará los horarios de ensayos. El concurso será televisado y el ganador tendrá la posibilidad de entrar a la universidad de artes en Londres.
—Chicos —volvió a hablar Millan—, el concurso desempeñará mucho…
—Viejo —susurró Jaden—, ¿y si nos unimos? —lo miré al instante.
—¿Qué dices? —cuestioné alarmado, Jaden estaba loco.
—Soy bueno rapeando y tú cantas genial —era cierto, ¿y eso qué? No quería dedicarme a ello.
—No voy a hacerlo, Smith —hablé severamente.
—Sería una forma de estar cerca de ___________(tu nombre) —me rogó—, por favor.

Solo guardé silencio antes de proseguir. Escuchamos algunas reglas y esas indicaciones que siempre dan y salimos del teatro. En realidad, ya era hora del receso. Todos nos dirigimos al comedor, para almorzar o solo beber algo. Pero un tumulto de gente irrumpía la tranquilidad. Como buenos populares, nos metimos hasta llegar a “primera fila”. En una mesa estaba parada ___________(tu nombre) con una enorme sonrisa y con su guitarra.


—Solo dices mirarme a mí
¿Y eso qué, amor?
Toma un pedazo de mi piel
Y hazme inmortal

Estoy tocando tu rostro
Y no entiendo las expresiones
Solo hay tiempo de tocarte aquí
¿Y eso qué, amor?

Si piensas que esto es hot
No hay nada por decir
Nunca has estado con alguien dark
Si piensas que esto es hot
No conoces la verdad
Solo voy a decir
Que hay mucho más allí detrás
Solo muévete y déjate sentir —sí, estaba cantando sobre la mesa y sinceramente, se oía demasiado sexy y bien. Era algo así como un rock-reggae-ska.
—Oye, ¡qué sexy eres! —habló Ryan como un idiota, todos estaban en silencio. Ella lo miró y rió irónicamente.
—¿Y tú quién eres, idiota? —preguntó con una voz algo ruda y bajó de la mesa sin dificultad alguna. Estaba como quería.
—Lo lamento —se retractó Ryan, Jaden estaba a punto de morir por tenerla tan cerca.
—Y a ti, ¿qué te pasa? —le preguntó a mi amigo, Jaden sonrió coquetamente.
—Un gusto, soy Jaden Smith —Jaden le ofreció la mano, ella algo arisca le devolvió el gesto.
—___________(tu nombre y apellido) —se presentó y dirigió la mirada a mí—. Tú eres el novio de Samanta, ¿verdad?
—Justin Bieber —dije asintiendo. Ella no intentó saludarme de buena manera. Para esto todo el mundo ya se había sentado a almorzar.
—Eres un patán —me insultó sin regodeos—, ojalá Sam no sea tan idiota como para estar mucho contigo —no tenía que preocuparse, no pasaría a más del viernes y recién era lunes.
—¡Qué simpática! —dije con sarcasmo, ella sonrió cínicamente.
—Lamento no seguir la plática, me voy a almorzar —dijo pasando entre medio de mí y Jaden, Jaden tomó su brazo y la detuvo—, oye… ¿qué mierda haces? —lo adorable de sus ojos no se veía en su personalidad.
—Siéntate con nosotros —lo miré frunciendo el ceño. La muchacha estaba buena, pero era una cínica.
—Pues, está bien —dijo confundida—. Supongo que Sam se sentará con ustedes —en la misma mesa donde estuvo cantando segundos antes nos sentamos. Ella tenía en una fuente una ensalada muy liviana, una manzana y agua mineral. Supongo que por ello era tan delgada. Comía poco.
—¿Cómo entraste a la escuela de artes de New York? —preguntó Ryan algo confundido.
—Tengo a penas diecisiete pero entré igual, tengo una beca —ella hablaba muy cómoda. Sinceramente, era casi irreal. Demasiado hermosa.
—Es decir que eres una genio de la música —quizás Jaden exageraba.
—No tanto —bromeó Samanta sentándose a mi lado, muy cerca mío—. Aunque sí es la mejor hermana del mundo —___________(tu nombre) sonrió levemente.
—Oye, cariño —hablé a Sam, su hermana nos miraba atentos—, ¿saldremos hoy?
—Claro —respondió Sam.
—¿Harás algo hoy? —le preguntó Jaden.
—¿Algo cómo qué? —preguntó ___________(tu nombre).
—Ella de seguro irá a componer y cantar sola en casa —se entrometió Sam. Jaden la miró extrañado—, es decir que está libre si te refieres a eso.
—Gracias, Samanta —habló su hermana algo enfadada—, sé hablar por mí misma. Y, en realidad, sinceramente no tengo nada que hacer.
—Pues… ¿qué dices de salir a pasear o algo? —le ofreció Jaden, ella sonrió divertida, como si fuera chistoso lo que mi amigo decía. En realidad, era cínica.
—Mira, Jaden —suspiró y lo miró atentamente, mi amigo se estaba derritiendo con su mirada—. Aceptaré. Pero no intentes coquetear, porque será en vano. No soy como las demás —Sam rió por lo bajo—. Al contrario.
—Está bien —dijo mi amigo con cara de feliz cumpleaños.


…Al día siguiente…


Había entrado a la primera hora con Lengua y Literatura, ¡jodida materia que odiaba! Salimos del curso a la siguiente hora porque la profesora de esa materia no había ido. Esperaba encontrarme a Samanta, pero había olvidado que iba a un curso menos que el mío. Con Jaden y Ryan nos fuimos al patio.

—¿Cómo te fue con ___________(tu nombre)? —recordó Ryan la cita de la hermana de Sam y mi mejor amigo.
—Fue raro —se limitó a decir, lo miré arqueando una ceja.
—¿Y qué es raro para ti, Smith? —le pregunté confundido. Al parecer ya no le entusiasmaba tanto la muchacha.
—Pues, es divertida, tiene un sentido del humor bastante negro. Come como pajarito —reí ante el comentario—, tiene buenas curvas, y una sonrisa cautivante. Sabe mucho sobre filosofía y rock, es inteligente.
—¿Y qué tiene eso de raro? —pregunté confundido. Jaden me miró.
—Pues, aquí casi no hay chicas inteligentes. En su mayoría son huecas —mi querido amigo, tenía razón.
—Es porque siempre nos acostamos con las fáciles —le recordó Ryan—. Por algo ninguno de nosotros dos —me apuntó—, nos fijamos en ella. Sabemos que no caerá fácil y no queremos trabajo, ¿verdad Bieber? —sonreí maliciosamente.
—Quizás —murmuré—. Además, no me gustan las cínicas.
—Sinceramente —suspiró Jaden—, fue la mejor cita de mi vida —añadió haciéndome quedar totalmente asombrado. Creí todo lo contrario.
—No se besaron, ¿verdad? —preguntó Ryan. Jaden negó con la cabeza.
—Pero me dijo que le encantaría salir hoy conmigo nuevamente —reí divertido. Mi amigo me miró raro, como si no fuera gracioso.
—Solo cuídate de no terminar fumando marihuana y escuchando Megadeth, ¿vale? —Jaden frunció el ceño.
—Ya cállate, Bieber —me ordenó algo cabreado, lo miré extrañado sin dejar de reír—. Que tú solo intentes follar y ya, es tú problema, ¿va?
—Tranquilo viejo —palmeé su hombro—, no voy a hacer nada por quitártela.
—Más te vale —mi querido amigo salió caminando hacia dentro del colegio.
—¿Y eso qué fue? —preguntó Ryan confundido.
—Uno más que se perdió —murmuré y lo miré atentamente a Butler—. Jaden está enamorándose.
—¿Enamorándose? —preguntó como si no entendiera el termino.
—Pues, sí —afirmé—, ¿no has visto? Habla de ella y es capaz de bajarle la luna —Ryan soltó una carcajada.
—No creo que eso sea posible —afirmó.
—Hay que impedirlo —Ryan me miró sorprendido y dejando de reír.
—¿Qué dices? —cuestionó— Yo no haré nada —añadió antes de que respondiera—. Es su vida y si quiere enamorarse estará bien.
—¡Oh, vamos! —insistí protestando— ella es demasiado rara, oscura, dark para Jaden.
—Él es un perdido lunático romántico —Ryan era muy observador en el detalle— y creo que se llevarán bien. Ella es muy liberal y muy metódica. Ya lo verás. Además, se están conociendo, ¿qué hay de malo? —comenzaba a dudar de que el que estaba a mi lado fuera Ryan, sinceramente nunca lo había oído hablar así.
—Ya olvídalo —le pedí—. Se desilusionará solo —Ryan algo enojado, al parecer, se levantó y se fue de donde estábamos. Oficialmente, estaba solo allí y aún faltaban casi 45 minutos.

Era un lindo día, hacía algo de calor, pero era soportable. Había sol y aire a primavera. Por la entrada vi las piernas más sexys del lugar entrar vistiendo así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=63925044. ¡Jodida ___________(tu nombre y apellido)! Era tan sexy. Traía sus labios pintados de un rojo oscuro, casi bordó, sus ojos delineados de negro y su largo cabello hacia los lados. Se quitó los lentes y antes de entrar quedó parada allí mirándome.

—¿Te debo? —pregunté. Ella rió burlona y se encogió de hombros.
—A mí no —aseguró—. Le debes la dignidad a medio colegio, Bieber.
—Ya cállate —le exigí ceñudo—. Solo hablas porque intentas burlarte, pero no me lastimas —volvió a reír con esa ironía que la caracterizaba.
—No tengo por qué herirte —me advirtió acercándose a mí—. No me gustas.
—¿Entonces, qué?
—Sabes, quizás aquí sí sea así —se encogió de hombros y acomodó su cabello luego—. Pero no soy de aquí. A mí no me interesa cuántas novias hayas tenido o cuántas más quieras tener. No planeo estar en tu lista. No soy como ellas —sonrió cínicamente—. Yo no soy hueca, Justin Bieber.
—No me retes, ___________(tu apellido). No me conoces —ella largó una gran y sonora carcajada.
—Y me alegra ese hecho. Sabes —suspiró divertida—, solo te advierto una cosa. Que seas bonito y que tengas fama de rompe corazones, no será una excusa que evite que te rompa la cara si le rompes el corazón a mi hermana.




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Bien chicas :) ya estoy de regreso. Es el primer capítulo de la nueva novela “Behind the cold”. Espero que les guste, espero opiniones y a partir de ahora comenzaré a responder los comentarios nuevamente, ¡las amo! Espero les guste.




—Poly—




COMENTENN!

"Behind the cold" (Prólogo)




“Behind The Cold”

Personajes:

___________(tu nombre y apellido): una muchacha preciosa, muy hermosa realmente. Morena, de cabellos largos y enrulados. Acostumbraba a usar maquillaje oscuro y algo rockero. En sí, era rockera. Fría y algo antisocial. Amaba hacer música y cantar. Había conseguido entrar a la escuela de artes de New York a los diecisiete años, cosa que solo pocas personas lograban hacerlo. El amor, no era lo que más le importaba, ella decía amar su música y bastarle con eso.

Justin Bieber: El galán de la preparatoria. Todas morían por él y su corazón no se quedaba con una sola. Más bien, todas las semanas buscaba una nueva. Era precioso, ojos miel, sonrisa adorable, cabello rubio oscuro, facciones definidas. Dulce y romántico, solo que lo escondía detrás de su personalidad de ganador, de mujeriego.

Jaden Smith: Mejor amigo de Justin. De tez morocha, ojos cafés y cabello oscuro. Buen físico y adorable sonrisa. Sus sentimientos eran nobles y su amor por ___________(tu nombre) era inquebrantable.

Samanta ___________(tu apellido): La hermana menor de ___________(tu nombre). Rubia, de facciones algo distintas a las de su hermana. Simpática, adorable y dulce. Una de las que más lastimadas sale de las trampas “amorosas” de Justin Bieber.

Ryan Butler: mejor amigo de Justin desde la infancia y el mejor concejero que conseguirá ___________(tu nombre) en muchísimo tiempo. Un fiel amigo, sincero y simpático.

…Los demás personajes aparecerán luego…

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Hola! :)




Hola chicas, es un gusto escribirles nuevamente :) saben… estoy feliz y algo emocionada. “¿Podría algo cambiar ahora?” acabó, como su mayoría se habrá dado cuenta. Estoy completamente agradecida, por todos los comentarios a lo largo de los meses. Nunca dejaré de agradecerles tanto amor, ¡son lo máximo! Se los aseguro, son las más lindas de todas.
Respecto a mis próximas novelas, aún no tengo muy en claro lo que escribiré. Tengo varias ideas y estoy intentando concluir alguna y hacer algo bueno. Espero hacer una novela fuera de lo común, es decir… hacer una novela distinta, que les guste tanto como la última que escribí. No se preocupen, escribiré pronto. Es más intentaré comenzar a subir antes del fin de semana.
Creo que les encantará la nueva novela, o eso espero. Las veré pronto, las amo :)


Póli. 

viernes, 16 de noviembre de 2012

Capítulo 230°: "Fini".



Estacioné el automóvil frente al hospital, exactamente en el aparcamiento. Abrí la puerta del auto y bajé. Antes de que pudiera abrirle la puerta a ella, ya había bajado. Sin decir nada entramos al hospital y nos dirigimos al consultorio del doctor que nos había atendido el día anterior. Nos atendió y entramos, nos sentamos luego de entrar.

—Bien, doctor —habló ella con nervios, no podía dejar sus manos quietas. Estaba que explotaba de los nervios.
—Tengo los resultados, ___________(tu nombre) —habló el hombre.
—¿Y qué es? —preguntó mi esposa desesperada.
—Pues, tus cuerdas no están dañadas, pero sí tu diafragma —¿y eso?—, es decir que tienes perjudicada tu respiración a la hora de cantar.
—¿Y eso tiene solución? —pregunté entrometiéndome.
—Pues, claro que sí. Te daré una cierta clase de ejercicios y además, unos medicamentos.
—La pregunta es, ¿seguiré cantando? —preguntó ___________(tu nombre) más directamente.
—Pues, con sinceridad, puedes hacerlo —habló—. Simplemente deberás trabajar tu respiración con tu maestra vocal. Tus cuerdas vocales funcionan a la perfección, simplemente deberás trabajar tu diafragma.
—¿Y no hay un método o algo así? —preguntó ella algo confundida.
—Por ahora no, deberás seguir control y tomar estas pastillas —habló el médico escribiendo una receta.

Luego de unos minutos más salimos del hospital. ___________(tu nombre) venía abrazada a mi cintura, con una sonrisa en el rostro. Estaba feliz y eso me hacía feliz. Podía cantar, con un poco de ensayo de su diafragma, volvería a cantar normalmente.


…Un año después…


Entré a casa luego de salir del estudio, ___________(tu nombre) estaba sentada en la sala vistiendo así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=63304741&.locale=es, Jess y Joe estaban con ella. Mi esposa se puso de pie al verme y sonrió ampliamente.

—¡Hola, cariño! —saludé sonriendo ampliamente.
—Hola, lindura —me saludó ella, me acerqué y besé sus labios fugazmente.
—Hola, pequeños —saludé a los niños. Ellos sonrieron y me dieron un beso cada uno.
—¿Qué tal te fue, amor? —me preguntó ella mientras nos sentábamos en el sillón.
—Nada del otro mundo —dije sonriéndole. Los niños estaban entretenidos jugando. Veía muy feliz a _____________(tu nombre)—, estás feliz, ¿pasó algo? —ella negó con la cabeza, pero sus ojos decían totalmente lo contrario.
—Todo igual —sonrió.
—¿Segura?
—Bueno…
—Ya, cuéntame —le exigí ceñudo, pero divertido. Ella rió.
—Vamos al parque, al que íbamos cuando éramos jóvenes y mientras los niños juegan te contaré —sí, estábamos en Atlanta. Iríamos al parque donde ella por primera vez me dijo: “Te quiero, mejor amigo”.
—Oye, espera…
—No, no acepto eso. Sé que amarás lo que te diré —me sonrió ampliamente.

Salimos de casa unos segundos después, los niños iban delante corriendo y jugando. Al llegar al parque los niños se fueron a jugar al pasto, corrían y jugaban a la pelota. ___________(tu nombre) y yo nos sentamos en un banco algo apartado, pero veíamos a los niños.

—Y bien, ¿qué es lo que debes decir? —pregunté casi desesperado. Esto de la duda me traía mal. Ella sonrió y me perdí en sus bellos ojos.
—Pues, ¿cuántas personas hay aquí, ahora? —la miré arqueando una ceja—, tú, yo… —me dio la iniciativa.
—Pues, tú, yo, Jess y Joe —conté—. Cuatro.
—¿Qué dices si te digo que somos cinco? —mis ojos se abrieron enormes ante su comentario y su sonrisa enorme.
—¿Cinco? —pregunté confundido—, ¿de qué hablas, cariño?
—Ayer fui al hospital porque tenía un retraso de 10 días, y… —sonrió ampliamente—, estoy embarazada, Just.
—¿Qué? —pregunté. Ella asintió sonriendo. No me resistí. Tomé su cara entre mis manos y la besé—, no puedo creerlo, ___________(tu nombre). Sinceramente, ¡me haces el hombre más feliz del mundo!
—Estoy tan contenta como tú, precioso —afirmó sonriéndome—. No esperaba estarlo, pero es una bendición.
—¿De cuánto estás? —pregunté curiosamente.
—1 mes —afirmó—. Pronto podremos saber qué es.
—Espero que no sean dos —bromeé. Ella rió.
—Ojalá y no.


…Años después…
Narra ___________(tu nombre):


Haber encontrado el amor en la persona que menos lo esperaba fue un golpe raro, pero uno que me dio tantas alegrías como no podía imaginar. Justin me hizo feliz, hasta en el más mínimo detalle. Me amó y lo amé con mi vida. Y con mis 80 años, no me arrepiento de nada. Tuvimos 5 hijos. Jessica, Joe, Jennifer, Jackson y John. Felizmente contamos con 6 nietos, los más dulces y adorables del mundo, podría decirse.
Nos dedicamos los dos a la música hasta que decidimos mudarnos a una pequeña ciudad en Inglaterra, estábamos agotados de tanto trajín de ser famosos. Aún así, los dos éramos idolatrados por millones de personas. Jess y John se dedicaron a la música, los demás… tomaron caminos algo distintos. Como abogacía (Jennifer), literatura (Joe) y el boxeo (Jackson).
Respecto a los demás… Ryan y Rosadela se casaron a sus 30 años, eran felices y tenían una niña llamada Melody. Vivían en Los Ángeles, ya que Ryan trabajaba cerca. Rosadela se dedicó a la moda.
Caitlin y Chaz, fueron felices desde el momento en que se casaron. Se habían mudado a Italia, Caitlin había creado su propia marca de zapatos, como siempre soñó.
Christian y Anya, seguían viviendo en Londres. Los vi un par de veces no hace mucho, vinieron de visita y fue agradable verlos felices y enamorados, como hacía ya muchos años.
Michael y Nerea, eran una de las parejas más famosas de Hollywood, sinceramente eran lindos juntos. A veces peleaban y tenían sus encuentros, pero nunca se habían separado.
José se enamoró de Jazzy y a pesar de la diferencia de edad, Justin aceptó que fueran novios. Se casaron un par de años luego y era increíble el amor que se tenían ellos dos.
Jaxon no se casó, ni tuvo una novia formal. Simplemente se dedicó al mundo de la actuación, la noche y las mujeres. Pero siempre sin hacer tanto escándalo.


—Cariño —habló la inconfundible voz de Justin. Amaba oír su voz todas las mañanas.
—Sí, mi amor. Estoy en la sala —hablé. Él unos segundos después llegó.
—¿Qué haces? —preguntó sentándose a mi lado y viendo mi cuaderno.
—Terminando de escribir —le respondí sonriendo.
—¿Qué escribes, preciosa? —él nunca dejó de ser esa dulce persona.
—La historia de amor más dulce de todas —él rodeó mi espalda con su brazo.
—Recuerdo cuando te conocí —sonrió dulcemente—, y aún no puedo dejar de amarte.
—Tampoco puedo —hablé— y mucho menos quiero. Me has cambiado la vida, Justin.
—Tú me has dado la vida, ___________(tu nombre) —sonreí enternecida ante sus palabras.
—Te amo —dijimos al unísono.

“La vida me golpeó muchas veces y quizás… no era lo que esperaba. Pensaba que ser feliz era una meta, hasta que él entró en mi vida. Con sus 18 años no era lo que yo esperaba. Detrás de esas bromas y esas palabras sonsas, había un chico humilde, dulce que me enseñaría durante el resto de mi vida el significado de la palabra “Amor”.
Cada noche, antes de conocerlo, esperaba un milagro. Esperaba que las cosas pasaran fácil y que mi alegría se convirtiera en el centro de mi vida. Pero simplemente, era algo que nunca pasaba. Era un vacío que permanecía en el medio de mi pecho, haciéndome cuestionar por qué diablos mí vida tenía que ser esa clase de mierda tan irreversible. Intenté dejarlo todo, intenté destruirme. Busqué todos los métodos para ser alguien que no era.
La anorexia fue el momento más horrible y desesperante de mi vida, pero… él llegó. Su sonrisa, su cabello, sus palabras, sus ojos, sus labios, él. El cantante más famoso del mundo, el príncipe azul de todas las adolescentes se había enamorado de mí. Yo que era la muchacha fría, rota, la que no sabía que la felicidad era un modo de vida… ese trayecto en el cuál crees estar buscando la felicidad cuando es que la estás viviendo.
Justin simplemente logró cosas conmigo que creí que jamás pasarían y no me arrepiento. No lo hago porque él fue el único hombre que pudo salvarme. La única persona que conoce cada uno de mis aspectos. Él es quien, simplemente, me ama y me cuida. Me hizo tan feliz. Me dio tantas sonrisas, me dio tantas alegrías. No puedo pedir nada más, porque… sé que no había nada mejor. Sé que no encontraría en ningún lado el amor que él me regaló el día en que comenzamos esta vida juntos”.

Por siempre, nosotros. Gracias por la respuesta más hermosa del universo.

¿Podría algo cambiar ahora?
Claro que sí, mi amor. Yo te aseguro que voy a cambiar tu vida día a día. Voy a hacerte la mujer más feliz de todo el universo y voy a amarte como nadie lo ha hecho.

Misión cumplida. 

domingo, 11 de noviembre de 2012

Capítulo 229°: "Soyez forts, résiste. C'est l'automne et de l'élévation. Et si cela me fait tomber, je promets deme lever".




Narra Justin:


Mi esposa y el médico se fueron a hacer una resonancia o algo así, no recuerdo exactamente su nombre. Así que simplemente debí quedarme sentado demasiado ansioso y preocupado esperando a que regresaran al consultorio nuevamente. Todo lo que quería era que ella entrara con una sonrisa en el rostro y dijera: “Todo está bien”. No sabía si sería o no así, ojalá Dios quisiera que sí.

Pasaron casi 40 minutos cuando ellos volvieron al consultorio. El semblante de ____________(tu nombre) era el mismo.

—¿Qué pasó? —pregunté cuando entraron.
—Pues, aún nada —se apresuró a responder el médico. ___________(tu nombre) soltó una sonrisa conformista de lado, cosa que significaba que no estaba bien aún—. Sus cuerdas se tensan, casi como decir que se retuercen cuando ella canta, es raro. Pero no creo que sea nada grave. Deberán venir mañana, por la mañana.
—Gracias, doctor —dijo ella sonriendo levemente.
—Recuerda, no debes comer, ni tomar cosas demasiado calientes.
—¿Y cantar? —preguntó ella con la ilusión de una respuesta positiva.
—Pues, no creo que sea posible —murmuró—. Al menos hasta mañana, ya que tus cuerdas se tensan y eso te hace mal. Mañana veremos cómo destensar, ¿ya?
—Está bien —accedió no muy conforme ___________(tu nombre).

Salimos de la sala del doctor y regresamos al automóvil en perfecto silencio. Ninguno se animaba a hablar ahora. Entramos y comencé a conducir. Encendí la radio y sonaba “Porsuit of happiness”. Ella me miró, no estaba llorando, eso de alguna manera, era bueno.

—Justy —habló, yo sonreí, sin poder mirarla más, porque iba conduciendo—, ¿qué haremos hoy?
—No lo sé —respondí—, ¿qué quieres hacer tú?
—¿Qué dices de ir al parque con los niños luego de almorzar? —me ofreció ella. Al parecer quería tiempo con los niños.
—¿Qué te parece si hacemos un picnik? —le ofrecí yo—, creo que el sol está lindo hoy.
—Oh, ¡es una buena idea! —me sonrió ampliamente— Me gusta eso.
—¡Qué lindo es verte sonreír! —la miré de reojo y volví mi vista al tráfico.
—Amo esa canción —cambió de tema.
—Y su película —ella soltó una pequeña risa.
—Sí, algo.
—Es raro verte de converses, ¿no estarás embarazada, verdad? —pregunté curiosamente. Ella soltó una risa.
—No, claro que no —se negó—, ¿eso sería posible? —yo me encogí de hombros sin mirarla.
—Pensándolo bien, no —respondí divertido. Confiaba en ella, no podría dudar de ninguna de sus palabras. Es más, no dudaría de ella así no dijera nada.
—Quiero llegar a casa —protestó. En realidad, no faltaba mucho—. Sabes… tengo ganas de mirar mi Twitter.
—¡Es raro! —ella odiaba las redes sociales y esas cosas.
—Sí, lo sé —afirmó—. Últimamente no estoy muy normal.
—Nunca lo has sido —bromeé. Ella rió por lo bajo levemente.
—Oye, ¿cuándo comienzas a grabar, otra vez? —me preguntó. No quería recordar que no estaría con ella hasta dentro de dos meses.
—El lunes —le respondí algo tajante. Ella lo notó.
—¡Diablos! —protestó— Si los estudios salen bien, yo el lunes me iría de Los Ángeles.
—¡Joder! —me quejé ahora yo—, ¿te llevarás los niños?
—Pues, sí —era conveniente. Yo pasaba muchas horas filmando.
—Sí, lo mismo opinaba. Yo no puedo estar tan pendiente de ellos —a pesar de que ella completamente tampoco podía, lo hacía mucho más que yo.
—Aún tenemos que ver los estudios de mañana —me recordó afligida.
—Todo saldrá bien, cariño. Ten fe —la fe lo hacía todo.
—Eso intento —susurró. Esperaba que no llorara, no quería eso.


Estacioné unos segundos después frente a casa. Bajamos y entramos a la casa. Los niños estaban arriba con Verónica al parecer.


—¿Llevaremos algo para cenar? —pregunté mientras entrábamos a la cocina.
—No lo sé, quizás algunos sándwiches —me ofreció ella.
—Sí, puede ser —le sonreí y la abracé quedando frente a frente con ella.
—¿Qué haces, sonso? —me preguntó sonriendo algo apenada.
—Pues, quiero tenerte cerca, ¿está mal? —pregunté acercándome más a ella. Sentía que estaba tensa. Era raro, hacía años estábamos juntos, pero ella siempre se sentía así conmigo cerca.
—No, claro que no —me respondió. Yo sonreí divertido y besé la comisura de sus labios.
—¡No lo hagas! —me prohibió— Ni se te ocurra dirigirte a mi cuello.
—Oye, no pensaba en eso hasta que…
—¡No! —se negó entre risa, forcejeando entre mis brazos.
—Bésame —le pedí perdiéndome en sus ojos.
—Bésame tú —me retó. Yo reí divertido.
—No —me negué entre risas—, siempre lo hago yo, te toca a ti.
—Mmh… déjame pensarlo —fruncí el ceño en son de broma.
—Oye, no —protesté—. No se vale, yo no lo pienso. Solo lo hago.
—Pues, pensándolo bien, Justin Drew Bieber Mallette…

Rodeó mi cuello con sus brazos y rozó sus labios con los míos. Cada vez que hacía eso sentía una descarga. No me resistí y apreté mis labios contra los suyos, sin esperar que ella lo hiciera. Simplemente, no podía resistirme. Sonrió cuando lo hice, pero instantáneamente me besó también. La amaba, simplemente, la amaba.

—¿Qué podríamos hacer? —preguntó ella curiosamente. Yo aún seguía embobado en el beso. Ella sonrió.
—¡Olvidé decírtelo! —exclamé casi exasperado. Ella arqueó una ceja.
—¿Qué es? —preguntó curiosamente.
—Hoy tenemos un evento un tanto especial —le comencé a explicar.
—¿Qué tenemos hoy? —preguntó otra vez.
—Pues, es algo así como un anuncio muy bueno —intenté explicarle. Creo que no había entendido—. Es una fiesta formal que organizó Usher.



…la noche del mismo día…



Eran casi las 09:00 p.m. cuando ella bajó vistiendo así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=62978877&.locale=es. Estaba preciosa, traía todo el cabello recogido, se veía perfecta. Me sonrió y terminó de bajar.

—¡Estás perfecta! —exclamé. Ella sonrió ampliamente, tomé su mano y nos dirigimos a salir.
—Tú también, mi amor —me devolvió el cumplido. Yo traía un smoking bordó oscuro, casi marrón, podía decirse, zapatos negros y estaba correctamente peinado.

Salimos de casa, subimos al auto y conduje hasta el predio donde Usher haría la fiesta. Bajamos y un montón de paparazzis estaban allí. Nos fotografiaban desesperado. Rodeé a ___________(tu nombre) por la cintura y nos dirigimos  a entrar.

—¡Chicos! —habló una muchacha—, por favor, son solo un par de preguntas.
—Hola —saludó ___________(tu nombre).
—¿Volverás a la gira, ___________(tu nombre)? —preguntó la misma reportera.
—Pues, eso lo veremos pronto —respondió—. Estoy con algunos problemas vocales, honestamente.
—Pero… ¿estás bien? —insistió en preguntar.
—Sí, estoy bien —respondió.
—¿La película se estrenará este año, Justin?
—No lo sé —hablé—, no creo. Terminaremos de grabar en diciembre —unos días antes de navidad, para ser exacto.
—Muchas gracias, chicos —respondió simpáticamente la muchacha, nosotros entramos.

El salón estaba ornamentado con flores y algunas mesas, pero no era una fiesta, era una reunión importante. Todos nos miraban atentamente, ___________(tu nombre) simplemente sonreía delicadamente. Un mesero nos ofreció unas copas, las tomamos y caminamos hacia donde divisamos a Scooter, Alison, Rosadela y Ryan (éste último por ser novio de Rosadela).

—Hola —saludamos simpáticamente al unísono.
—No creí que vendrían —comentó Scooter, se acercó y saludó a mi esposa con un beso en la mejilla. Luego me estrechó la mano.
—Ni siquiera yo lo sabía —protestó divertida ella. Yo sonreí.
—Había olvidado esto —aseguré yo—. Es que… no parece divertido.
—No todas las fiestas son alcohol, Justin —me recordó Alison. Lo sabía, claro que lo sabía.
—Eso deberías decírselo a Ryan —sacó en cara Rosadela, ___________(tu nombre) soltó una carcajada.
—Oye —protestó su novio—, me dejas como un alcohólico.
—¿Y a qué se debe esto? —preguntó mi esposa, cambiando de tema.
—Usher anunciará algo muy importante —habló Alison—. O es lo que dijo al menos.
—¿Y esa música? —preguntó Ryan, algo… “aterrado”.
—Música clásica —habló Scooter—. No te asustes, no explotarán tus oídos.
—Sabes… esto es raro —enserio lo era.
—Sí, Justin —lo afirmó Rosadela—, pero es una reunión, no pondrán hip-hop.
—Rosadela tiene razón —habló mi esposa divertida.
—Ya, lo entiendo —fruncí el ceño sonriendo levemente.
—Buenas noches —habló una voz al micrófono—. Espero que estén disfrutando de esta reunión. Descuiden —pidió—, pronto se convertirá en una gran fiesta —añadió.
—¡Sí! —exclamó Ryan por lo bajo.
—Para empezar, tengo un gran anuncio para hacerles —por fin diría lo “importante”—. Como todos saben, nuestra disquera tiene artistas muy importantes. Pues, uno de ellos, será el afortunado de tener el título como más vendido en la historia de la disquera. Tendrá el honor de ser el próximo descubridor de nuevos talentos y conformar su propio grupo de trabajo, dirigido por él mismo.
—De seguro eres tú —le murmuré a ___________(tu nombre).
—Y es… —irrumpió Usher cuando mi esposa intentó decir que, seguramente, no era ella—, nada más y nada menos, que Justin Bieber.
—Lo iba a decir —protestó mi esposa y luego me abrazó—, ¡felicidades, mi amor!
—Ven, Bieber —habló Usher por el micrófono—, acércate.

Jalé a ___________(tu nombre) y ella caminó algo a la fuerza, diría yo. Usher me abrazó y saludó a ___________(tu nombre), para luego darme el micrófono.

—Bueno, realmente es un honor —había muchas personas allí—, no esperaba que esto fuera para mí. Pero sinceramente estoy muy orgulloso. Buscaré a alguien que te haga vender mucho —bromeé con Usher, él rió— y seré un genial managger, porque aprendí del mejor —me refería a Scooter—. Enserio, gracias. Estaré por toda mi vida agradecido, porque aunque no lo crean, sigo cumpliendo mi sueño. Gracias, es un honor.
—¡Tienes swag, hermano! —bromeó Usher y volvió a abrazarme.
—¡Qué sonso! —protesté, y luego besé a ___________(tu nombre)— Tú me ayudarás con el equipo —le afirmé. Usher sonrió.
—Será una genial idea —añadió.
—¡Te amo! —habló mi esposa y me abrazó.

Bajamos del escenario y comenzaron a poner música movida, como hip-hop o pop. Estábamos “bailando”, por así decirlo y bebiendo algunas copas. Creo que nadie estaba ebrio aún.

—Hace demasiado que no estaba de fiesta —afirmó ___________(tu nombre). Era verdad, yo tampoco.
—Sí, también yo —murmuré mientras nos movíamos al ritmo de Where Them Girl.
—¡No puedo creerlo! —exclamó una voz algo conocida, ___________(tu nombre) volteó a mirar—. ¡Estás aquí!
—¡Riri! —sí, señores. Era nada más y nada menos que Rihanna.
—¡Justin, hola! —me saludó la morena—, no sabían que vendrían. Por cierto, felicitaciones —me dijo sonriendo.
—Es una sorpresa que estés aquí —hablé—. Creí que andabas por Londres.
—No, vine hace una semana —nos explicó. Algo bueno de esta Rihanna era que no tomaba más y tampoco fumaba—. Tengo una serie de presentaciones aquí.
—¿Hasta cuando estás? —preguntó simpáticamente mi esposa— Aún no hemos hablado de grabar y lo tenemos pendiente.
—Oh, pues estoy aquí hasta el lunes —intenté pensar que ___________(tu nombre) recordaba lo de sus cuerdas, pero… al parecer no lo hacía.
—Amor, tú… —hice un gesto con los ojos.
—¡Maldición! —maldijo, Rihanna la miró algo confundida.
—¿Qué tienes?
—Mis cuerdas —resumió—, están dañadas. No sé si podré seguir cantando o no.


…Al día siguiente…

Despertamos temprano, aunque no habíamos dormido mucho, más bien poco y nada. Tomé una ducha y bajé, moría del sueño. ___________(tu nombre) bajó a los minutos vistiendo así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=63075386&.locale=es. Me sonrió y besó mis labios fugazmente. Luego de desayunar, partimos nuevamente hacia el hospital.

—Oye, mi amor —hablé, ella tosió levemente.
—Dime —me pidió.
—Quiero que pase lo que pase ahora, te mantendrás fuerte —le rogué. Aún no había arrancado el auto, solo estábamos sentados en el aparcamiento de casa, hablando.
—No prometeré nada, Just —me informó ella sonriendo amargamente—. Sabe lo que es el canto para mí.
—Pues, no te pido eso, mi vida —intenté sonreír dándole fuerzas—. Simplemente quiero que no te derrumbes, por favor.
—Soyez forts, résiste. C’est l’automne et de l’élévation. Et si cela me fait tomber, je promets de me lever (Ser fuerte, es resistir. Es caerse y levantarse. Y si estoy me hace caer, prometo levantarme.) —habló dulcemente. Aunque su voz era quebradiza. Parecía que iría a llorar.
—Mi amor, tu siempre serás fuerte —acaricié su mejilla—, porque siempre estaré para mantenerte de pie.
—Te amo —soltó sonriendo.
—También te amo —besé su frente dulcemente y arranqué el coche.
—Tengo sueño —confesó ella. La notaba cansada.
—También estoy cansado —afirmé yo.
—¿Cuándo comenzarás la búsqueda del nuevo talento? —cambió ella de tema de forma drástica.
—No lo sé —hablé—. Aún no he preguntado nada del tema. Debería hablar con Scooter o mejor si lo hago con Usher —pues, no sabía las “reglas”.
—¿Harás un casting? —me preguntó. En realidad, no era esa mi idea.
—No, creo que no —respondí pensativo—. Pensaba buscar un par de vídeos en youtube o algo así.
—Es una idea original, me gusta.
—¿Tú piensas en algo? —pregunté. Pues, sí ella me ayudaría.
—Algo así como tener un estilo en mente de lo que harás —me sugirió—. Es decir que cante un cierto ritmo, quizás algún color de voz, no lo sé, ¿entiendes?
—Sería bueno algo de pop clásico, al estilo Madonna o Michael Jackson —ya casi no se oían de esos.
—Sí, pero también sería sexy alguien que cante soul —se refería a algo así como el ritmo de Amy Winehouse o Adele.
—Enserio, sería innovador.
—Con un registro parecido al de Lana Del Rey o quizás como Christina Aguilera —la voz de Christina era la más difícil de encontrar.
—Sería algo curioso escucharte a ti cantar Jazz o Soul —nunca lo había hecho.
—Nunca lo consideré —confesó ella—. Pero siempre quise hacer covers de Lana Del Rey, como de su canción “Yayo” o “Pawn shop blues”.
—Sería interesante verte trabajar con ella —las dos eran buenas.
—Ojalá pueda —murmuró pensativa—. Podría escribir una canción muy interesante.
—Los EMAs son pronto —recordé. Ella suspiró.
—No tengo nominaciones —murmuró—. La gira entrará en el próximo año, como el álbum.
—Lo había olvidado —sonreí divertido—. Pero también tendremos los Oscar’s en diciembre.
—Sí, esos sí —afirmó mi esposa—. Deberé hablar con Rosa. Quiero ir muy elegante, pero sencilla.
—Siempre te ves hermosa —aseguré—, así que… no deberás esmerarte mucho.
—¿Qué color te gustaría que vistiera? —me preguntó. La miré extrañado.
—No lo sé —murmuré—, ¿qué dices de un rosa oscuro? —se le veía lindo el rosa oscuro.
—Hablas como de un salmón oscuro, ¿verdad? —yo asentí.
—¿Deberás comprar zapatos? —bromeé. Ella rió algo divertida.
—Quizás…
—Enserio, ¿los amas tanto? —pregunté, era casi adicta.
—Tú lo eres con las supras —murmuró burlona—. Y sí, me gustan así.
—Oye, ahora que lo recuerdo, ¿a qué fiesta de los Oscars iremos? —teníamos invitaciones a varias.
—No lo sé, ¿tienes alguna en especial? —me preguntó ella.
—Me invitaron MTV, Peres Hilton y no recuerdo otro.
—Yo pensaba ir a la de MTV —murmuró ella—. Sabes que no aprecio demasiado a Hilton —era cierto. Ese hombre amaba hacer rumores sobre ___________(tu nombre).
—Pues, iremos a la de MTV —afirmé yo sonriendo, sin mirarla, iba conduciendo.
—Estoy nerviosa —suspiró prolongadamente.
—También yo, aunque no lo creas.

Estacioné el automóvil frente al hospital, exactamente en el aparcamiento. Abrí la puerta del auto y bajé. Antes de que pudiera abrirle la puerta a ella, ya había bajado. Sin decir nada entramos al hospital y nos dirigimos al consultorio del doctor que nos había atendido el día anterior. Nos atendió y entramos, nos sentamos luego de entrar.

—Bien, doctor —habló ella con nervios, no podía dejar sus manos quietas. Estaba que explotaba de los nervios.
—Tengo los resultados, ___________(tu nombre) —habló el hombre.
—¿Y qué es? —preguntó mi esposa desesperada.
—Pues, tus cuerdas no están dañadas, pero sí tu diafragma —¿y eso?—, es decir que tienes perjudicada tu respiración a la hora de cantar.
—¿Y eso tiene solución? —pregunté entrometiéndome.
—Pues, claro que sí. Te daré una cierta clase de ejercicios y además, unos medicamentos.
—La pregunta es, ¿seguiré cantando? —preguntó ___________(tu nombre) más directamente.
—Pues…