Capítulo 166°: "Jack".

Narra ___________(tu nombre):

Tomé mi teléfono y me pareció extraño ver que Louis Tomlinson, sí cantante de One Direction, marcara a mi teléfono.

#Vía telefónica#

—¿Aló? —respondí.

—Hola ___________(tu nombre) —saludó simpáticamente—, habla…

—Louis, sí —interrumpí.

—Lamento irrumpir en tus vacaciones —se disculpó.

—No hay drama —le avisé.

—Es que Alison se juntó con Paul hoy —me comentó—. Debo preguntar algo.

—Lo que sea —le informé. Era un gran compañero, como los demás.

—Están hablando y haciendo presupuestos para que te subas a nuestra gira, ¿qué dices? —me preguntó. Me tomo por total sorpresa—. Aún no es nada seguro, hay muchas cosas por hacer aún, pero te hacemos la propuesta.

—Es que… Alison debe decidir —farfullé.

—Pero no lo hará en contra de tu decisión —me recordó Louis—. Debes decidir, tú —me informó.

—Me gustaría subirme con ustedes —sería una experiencia distinta, buena.

—Bueno —se notaba alegría en su voz—, le comunicaré a Paul y Alison. Te avisaré, ¿ya?

—Vale —acepté—. Esperaré noticias.

—Lamento irrumpir tus vacaciones, que la pases lindo —masculló.

—Un beso, Lou.

—Adiós Carrot —saludó finalmente para colgar.

#Fin vía telefónica#.

Veía a Bieber verme con curiosidad. Solo me dediqué a guardar mi teléfono. Dos opciones había, o amaba la idea, o la odiaba por completo. Sé que no soportaría más de 2 segundos en preguntar quién era.

—¿Quién era? —escuché farfullar a Justin mirándome con una pequeña sonrisa en sus labios.

—Louis Tomlinson —respondí.

—¿Qué pasó con él? —no lo notaba celoso hacia Louis.

—Alison y Paul están discutiendo sobre una posible gira entre los chicos y yo —le expliqué sin detalles. Tal como yo lo sabía—. Creo que me subiré de gira con ellos.

—Me gusta la idea —eso me sorprendió—. Los chicos son geniales personas.

—Lo sé —afirmé algo desconcertada de su reacción—. Pero aún no es nada concreto.

—Sí, de seguro deberán planear un chorro de cosas —me aseguró.

Cenamos y vimos una película. No tardamos tanto en dormirnos, el viaje nos traía cansados. 

…Al día siguiente…

Desperté a las 08:00 a.m. Me di una ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=45463542. Cogí mi cabello en una coleta alta y salí en busca de Justin. Él había bajado antes con la escusa de: “Me bañé anoche antes de dormir”. Hacía frío, estábamos en Brasil, casi entrando en otoño. El clima era helado y el viento, acompañaba de acorde a la situación, penetrando por todos lados; según decía el informe climático del televisor.

—Buenos días, mi amor —saludé entrando a la cocina. Él me sonrió. El desayuno estaba servido.

—Hola, cariño —respondió mientras se sentaba en la silla.

—¿Cómo amaneciste? —me acerqué a él y besé fugazmente sus labios.

—Bien, con frío —respondió—, ¿tú?

—Con ansias —sonreí—, ¿qué haremos hoy? —cuestioné el itinerario.

—Iremos al acuario por la mañana, almorzaremos comida mexicana en un restaurante cercano al acuario e iremos de compras al centro comercial —me explicó las actividades. Pero… al parecer olvidó que era invierno y que ir al acuario no era buena idea cuando la temperatura apenas alcanza los 4 o 5 grados.

—Es invierno, Just —le recordé. Quizás había quedado climatizado en Londres.

—Iremos al acuario —repitió divertido—. No al parque acuático.

—Vale —acepté sin inmutarme. Me gustaba la idea de ir al acuario.

Terminamos de desayunar y tomamos un taxi hacia el acuario. Era bueno ir en taxi, es decir… lo hacíamos porque nadie nos conocía, en realidad sí, pero lo controlábamos bien. No había de qué preocuparse. Bajamos en el acuario después de unas 15 calles, más o menos. Una mujer nos dio dos pases y entramos.

—Oye, deberíamos ir con el guía —dije indicando que debíamos unirnos al grupo de personas.

—Sí, tienes razón —afirmó Justin mientras nos escabullíamos con el grupo. Gracias a Dios eran personas mayores, eso significaba que no deberíamos preocuparnos demasiado por las fans.

—Buenos días —saludó, al parecer el guía—. Esta es la excursión inglesa —tenía acento norteamericano—. Mi nombre es Jeffrey —sentía una potente mirada de su parte sobre mí. Repentinamente Justin me abrazó por la cintura marcando territorio.

—Si sigue mirándote así, no habrá tiburón que no saboree su sangre —fruncí el ceño y lo miré algo mal. Justin exageraba.

—Justin —farfullé. Él suspiró.

Mientras el guía se encargaba de mirarme al explicar lo que veíamos el recorrido se volvió incómodo. Justin estaba repleto de rabia y celos. Era muy obvio, no podía contener sus ganas de romperle la cara. Pero canalizaba viendo como los peces nadaban pacíficamente. Entre escenas de miradas de parte del guía y otras tantas escenas de cariños y melosidades de Justin, el paseo se me volvió tedioso. Después de unos 30 o 40 minutos, llegó a su fin. Para mi alivio, era la última vez que vería al idiota de ese guía.

—¿El restaurante es lejos? —pregunté mientras nos dirigíamos a la salida del acuario.

—3 cuadras abajo —me indicó. Estaba algo seco conmigo.

—¿Estás bien? —pregunté. Él suspiró y asintió algo forzado.

—Todo bien —respondió.

Sin darle la importancia necesaria como para interrogarlo allí mismo comenzamos a caminar hacia el restaurante. Al llegar con la insinuante mirada de la mesera, nos dirigimos a una mesa algo apartada del resto. Era absurdo un local de comida mexicana en medio de Sao Paulo — Brasil.

—¿Me vas a decir qué tienes? —le pregunté algo cansada ya de sus miradas evitándome o de su actitud de silencio total.

—No tengo nada —respondió, sin mirarme. Algo que no me gustaba, odiaba eso.

—Justin —insistí—, te conozco lo suficiente como para saber que te sucede algo —añadí. Sonaba como una estúpida haciendo estos cuestionamientos, pero él se comportaba como el pendejo ahora.

—Primero lo de la gira anoche y ahora el idiota éste —sus celos, ese era el problema—. ___________(tu nombre), comenzaran a pensar que eres una perra.

—¿Qué? —pregunté incrédula de sus jodidas palabras. Gracias a Dios estábamos solos en la galería— ¿Crees que soy una perra?

—No —se negó—, no dije eso.

—Pero lo insinuaste —me defendí. Mis nervios estaban anudados y sentía una presión en el pecho. Dolía, ese era el sentimiento. Dolía.

—Odio la idea de que vas a convivir al menos 1 mes con Louis, Liam, Zayn, Niall y Harry —por ahí venía la mano—. Salimos a distendernos y entonces, llega ese mutante con piel caribeña, ojos azules y hoyuelo al lado y tú solo no dices nada. Dejas que te mire como carne puesta al mostrador para vender —exageraba. Exageraba todo un 99%.

—Me largo de aquí —farfullé sin detenerme a apreciar lo que la cara de Justin me decía. No lloraría delante de él, corriendo el riesgo de ser un blanco fotográfico para las revistas de chismes.

Tomé mi bolso y caminé por el restaurante. Ya en la calle intenté tomar un taxi, pero nadie paró nunca. Por lo que antes de que Justin viniera a rogar que me quedara o escuchara algo comencé a bajar las calles. Las lágrimas recorrían mis ojos con rapidez, todos mis planes se veían ahogados.

A Justin le molestaba que fuera a subirme a la gira con los chicos. Era estúpido, es la forma en que muestra que no confía en mí. Vamos a casarnos y todavía decide creer que todo puede acabar en 2 segundos.

Sentí mi mundo paralizarse, cuando se aproximaba a toda velocidad un auto. Mis impulsos por mover las piernas fueron nulos, me quedé paralizada. Siempre reacciono igual ante el pánico, me paralizo. Mis manos se tensaron y mis dientes rechinaron, me chocaría. Cerré los ojos y el impacto dolió. Sentí volar, para luego estamparme contra la calle.

…

Desperté con un dolor inmenso de cabeza, mis piernas me dolían tanto que era casi imposible sentirlas de adormecidas. Mis brazos tenían raspones, de seguro mi cara también. Me dolía todo y me era difícil deducir dónde diablos me encontraba. Tenía conectado a mí algunos aparatos, por lo que creo que era un hospital. De repente mi corazón sintió una punzada, como si algo me doliera aún. Pero… ¿saben algo? No podía recordar absolutamente nada. Ni siquiera mi nombre.

—Señorita —sonrió ampliamente una mujer vestida de blanco. Una enfermera, supongo.

—¿Qué hago aquí? —cuestioné. Me sentía extraña.

—Has tenido un accidente, cariño —me respondió con voz maternal.

Narra Justin:

En ese momento no hacía más que odiarme por lo que causé. ___________(tu nombre), fue atropellada. Me sentía culpable de todo, me sentiría culpable si después algo le sucediera. Me excedí hoy, no pude controlar mis celos. No quería que nada le pase. Mi vida si ella sufre, sufre con ella. No puedo evitar sentir lo que ella siente duplicado, o triplicado, quizás.  Necesito saber que solo fueron unos raspones y listo. Que todo está bien, que solo fue un susto. Juro que jamás volveré a hacer nada parecido, jamás volveré a ser el idiota que fui hoy con ella.

—Señor Bieber —me habló una de las enfermeras. Me puse de pie impaciente, harto de esperar llorando.

—Dígame —le pedí.

—¿Usted es familiar de la señorita ___________(tu apellido)? —cuestionó la mujer. Se me hacía raro que hablara tan perfectamente el inglés.

—Soy su prometido —respondí casi al instante.

—La señorita ha perdido su conocimiento —me informó—, es posible que sea por unos días. Puede pasar a verla, pero quizás sea imposible que lo conozca. Debe guardar la calma y no mencionar nada. Ella lo recordará sola, cuando deba hacerlo.

—Señora —la hablé antes de que se vaya—, ¿estará bien?

—La señorita sufrió un gran golpe en el cráneo, es lo que está produciendo su amnesia temporal —comenzó a explicarme sin detallar tanto las terminaciones médicas—. No creemos que tenga coágulos cerca de los golpes, pero eso veremos con el correr de las horas. Por ahora, creemos que en unos 5 o 6 días volverá a recordar todo.

La mujer sin añadir detalles se largó. Según sabía ya podía pasar a ver por ella. Me dirigí a la puerta, mi cuerpo me pesaba, la culpa estaba matándome. No podía convivir con la idea de que fui yo quién causó todo.

Narra ___________(tu nombre):

A duras penas recordaba llamarme ___________(tu nombre y apellido). No sé cuántos años tengo, no sé si trabajo o sigo yendo al colegio. No sé si voy a la universidad. No sé de mi familia, no sé… nada. Por lo visto tengo un par de tatuajes, me gusta la música o… es lo que indica mi tatuaje de “I love the music”.

La tristeza invade mi corazón, no solo por no recordar nada y sentirme sola aquí. Si no también por algo que perdí, algo que me duele. Algo que está volviéndose negro, muy negro dentro de mí. Algo que nunca recuperaría, algo que marcó un antes y un después.

La puerta se abrió, otra vez. Solo esperaba ver un médico o otra enfermera para sacarme sangre o pedirme datos. Análisis. Estudios. Chequeos. Hacía más de 2 horas, no veía algo distinto. Me desesperaba. Necesitaba tener a alguien que al menos me asegurara que soy alguien, que tengo una vida mínimamente digna y feliz, que soy una chica fuerte.

—Hola —saludó un chico alto, de cabello rubio dorado, ojos miel, piel algo tostada y una sonrisa amarga en el rostro. Traía un jean negro, una chaqueta negra y unas zapatillas azules. Era lindo, supongo que no sería un médico.

—Hola —saludé confundida. Intenté incorporarme en la cama. Sentarme para apreciarlo mejor, pero me fue un intento fallido.

—¡No! —se negó acercándose con rapidez para que volviera a acostarme—. Debes descansar.

—¿Quién eres? —pregunté a las puras. Sus ojos me miraron con dulzura, pero sus ojos bordeaban de lágrimas.

—Mi nombre es Justin —respondió. Sonreía, sus ojos brillaban húmedos. Pero notaba que estaba triste, notaba su tristeza.

—Justin ¿qué? —me refería a su apellido. En realidad, no sería relevante, aunque mi corazón palpitara a mil; sin que pueda entender la razón, no podría conocer quién es.

—Justin Bieber —respondió él. Me daba pena verlo así.

—No llores —le pedí y estiré mi mano para secar la primera lágrima que caía de su ojo derecho. Él sonrió y tomó mi mano entre la suya. Era casi el doble más grande que la mía. Él la inspeccionó.

—¿No recuerdas el accidente? —me preguntó. Yo bamboleé la cabeza.

—Nada —respondí—. Solo sé que me llamo ___________(tu nombre y apellido).

—¿Nada más? —me preguntó él algo sorprendido.

—No —respondí. No lo conocía, pero confiaba en él. Eso era extraño—. Oye, ¿qué eres mío?

—No puedo decirte —sus ojos comenzaron a brotar en lágrimas. Como si algo le doliera.

—¿Qué sucede? —cuestioné alarmada. Extrañamente me dolía que él llorara.

—Estás aquí por mi culpa.

—¿Qué? —pregunté extrañada—, ¿tú me chocaste? —él me miró exasperado.

—No —se negó—. Peleamos, tú saliste disparada y entonces no sé cómo sucedió, cuando me enteré estabas aquí —añadí.

—¿Somos amigos? —él me miró con lástima.

—No puedo decírtelo —repitió—. La enfermera dijo que recordarías todo cuando debas hacerlo, tú sola.

—¿Y mis padres? —pregunté—, tengo padres, ¿no?

—Tus padres viven en Atlanta — Greorgia —me explicó—. Ahora estamos en Sao Paulo — Brasil. Tienes 2 hermanos y esperas una hermana.

—¿No están aquí? —cuestioné. Estaba preguntando mucho, lo sé. Es que… es incómodo no conocer a alguien y que ése alguien te conozca. Es más, ni siquiera sabe cuánto te conoce. No sabes nada de la otra persona. Solo que te conoce.

—Hablé con ellos —comenzó a explicarme—. Les pedí que no se preocuparan de venir; yo estoy contigo —no puedo esperar que eso lo haga un simple amigo.

—¿Somos novios? —ante mi pregunta la cara de Justin se iluminó totalmente. Como si deseara decir algo, pero… solo guardó silencio—. Puedes responder.

—Sí —susurró, pero alcancé a oírlo perfectamente.

—¿Sucede algo? —pregunté, aunque no pudiera saber lo que pasé con él. Mi corazón se acelera y siento todo lo que él siente—. ¿Por qué lo dices así?

—Es que… —suspiró y movió una de las sillas hasta el lado de mi cama— me comporté como un idiota.

—Creo que en las relaciones las culpas son 50 y 50, ¿no crees? —yo creo que eso es así.

—Yo hice que todo explotara. Intentaste tener calma y apaciguar las cosas, pero… yo solo me empeciné en confiar en mis celos y tú te fuiste enojada por mi actitud —me explicó brevemente. Sus ojos estaban vidriosos.

—No llores —le pedí—. No recuerdo nada de lo que viví contigo, pero mi corazón se aceleró cuando te vi y no tardé en que me duelan tus lágrimas.

—Lo lamento, ¿sí? —me expresó él.

—No tengo nada que perdonar —le recordé; después de todo no me acordaba de nada.

—¿Puedo besarte? —preguntó. Noté algo de pena en sus ojos y sus mejillas algo coloradas. Sonreí como respuesta.

Justin se levantó y besó mis labios con dulzura. Nada exagerado, solo un minuto y listo. Se me quedó viendo, sus ojos eran tan interesantes. Acarició mi mejilla con ternura. Veía lágrimas corriendo por sus mejillas, me dolía. Juro que sentía una punzada en el corazón, como si me faltara algo. Como si estaría incompleto. Sé que me faltan en su totalidad mis recuerdos, pero… es un vacío que va más allá. Como si algo me estaría llamando a otro lugar.

—Justin —lo hablé. Él me miró y secó sus lágrimas en un movimiento versátil.

—Dime —me pidió.

—¿Sabes de alguien que haya perdido? —le pregunté. Él era mi novio. Él debía saberlo. Su cara se volvió algo pálida y me miró extrañado.

—¿Te acuerdas algo? —preguntó él sin responderme.

—No —nada en lo absoluto—. Es que siento un vacío, un dolor muy profundo.

—___________(tu nombre) —me llamó Justin—, ¿te sientes bien? —añadió.

—Sí, ¿porqué?

—Tus ojos —farfulló viéndome fijo—, están dilatados y estás totalmente pálida.

Narra Justin:

Vi como se desvanecía y sus ojos se cerraban luego de pronunciar eso. Me desesperé y salí corriendo en busca de una enfermera. Me dijeron que debía esperar afuera, no podía entrar. Veía gente entras y salir, una y otra vez; comenzaba a desesperarme. Hasta que escuché decir: “Ha entrado en un coma profundo”. Mi corazón se detuvo y caí pesadamente sentado sobre la silla. Respiraba y mi sangre circulaba, podía sentir los latidos fuera de ritmo de mi corazón. Las manos se me congelaron y mis ojos no prestaban atención a ninguna situación cercana a mi campo visual. En realidad, todo me daba igual. Mi corazón sentía lo que ella sentía. Dolía, dolía mucho y… sí. Había un enorme vacío.

Narra __________(tu nombre):

Caminaba por un largo pasillo, no sé donde me encontraba. Sentía mis pies caminar a un paso veloz, vestía de blanco. Todo era blanco en realidad, pero no muy lejos divisé a un niño parado, esperando por mí quizás.

—¿Quién eres? —pregunté confundida. Yo hace minutos no estaba aquí.

—Jack —respondió. Era muy bello. Tenía cabello oscuro, ojos miel y sonrisa perfectamente dulce y encantadora.

—¿Dónde estoy? —pregunté alarmada. Esto comenzaba a atormentarme.

—Mamá, ¿no me conoces? —evadió el niño mi pregunta.

—¿Qué? —pregunté esperando que no sea verdad. El recuerdo de un bebé que perdí llegó a mi mente.

—Soy Jack, el bebé que perdiste…

—¡Jack! —básicamente grité. Era un niño algo fortachón. Pero a todo esto solo había una explicación y ¿ya había muerto yo también?

—Mamá, tú no debes estar aquí —me informó—. Aquí el tiempo pasa más rápido, yo tengo 5 —me informó—. Esto es la entrada al cielo.

—¿Al cielo? —cuestioné. Estaba por morir pronto, entonces.

—Sí —afirmó—. Debes irte —de repente la visión de una habitación de hospital apareció—. Ésa eres tú. Hermosa y fuerte. Debes salir adelante, tener hijos, casarte con papá, ser feliz. Mami, tú perteneces a la tierra aún —mis ojos estaban bordeando de lágrimas.

—¿Por qué no pude concebirte? —me lamenté. Él me abrazó con fuerzas.

—Mamá, yo te protegeré desde aquí —me informó—, debes ser fuerte. Te amo.

—También te amo —era tan tierno. Era tan puro el amor.

—Ahora, ve —me indicó—. Papá está muy triste.

—Gracias Jack.

—Te amo, mamá.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Dahi: ¡Gracias por ser tan dulce! Enserio, valoro mucho eso jiji. Besitos, te quiero.

Ainelen: ¡Besos, cariño!

Sara: ¡Hola, hola! También se me pega el Fuck Yeah jajaja, es pegajoso; te entiendo. Eres una ternura, ¿te lo dijeron? Bueno, yo te lo digo por si acaso. Eres una ternura :D jajaja. Besos, te quiero.

Eloise: ¡Hola! (: ___________(tu nombre), aún no está embarazada, pero… quizás se lleven una sorpresa antes de lo que crean. Ya verán, en un par de capítulos. Un beso, cariño. Te quiero.

Lelyn: ¡Nunca digas nunca! Quizás, dentro de poco sea tu historia, uno nunca sabe jaja. Besos.

Marta: ¡La genia eres tú, linda españolita! Jaja. Y… si esta historia me pasara a mí, moriría. Sería un fin loco. Jaja, te amo lindurita.

Liza: En realidad, no sé cómo puedo hacerlo. Solo me sale y ya. Y… te apoyo en la idea de matar a todos los colegios, tirarle bombas y hacerlos explotar. ODIO EL COLEGIO .|. ok ya ._. ; debo controlarme. Un beso, linda. Adiós.

Isa: ¡Hola, lindurita! ¿Te has comido las uñas? ¿Las tienes largas o cortas? Jajaja. No lo hagas, ¿ya? Es un mal hábito. Yo, lo he dejado (: Y… ¡no quiero ir presa! :( sería injusto. Aunque sería noticia por ser: “Una escritora de novelas de Justin y tú” y Justin podría conocerme; Ok no ._. ¡Muchos sueños juntos! Tienes razón, tu ex mejor amiga, se merece ignorancia en su total estado. La ignorancia, mata.  Y pues, si tú dices que tu primo es idiota, quizás lo sea jajajaja. Te felicito por tantos logros, ¡ojalá sigas así! Respecto a las preguntas.

1.       Soy de Santa Fe. Es una provincia de Argentina. De la ciudad de Vera.

2.       Sí, canto y… lo hago mínimamente bien. Es decir, no soy como Adele. Pero tampoco es que aúllo.

3.       Tengo animales (: ¡los amo! Tengo 2 cotorras, 1 gato, 1 perro y un conejo en casa.

4.       Nadie sabe que publico novelas. Solo mi… “mejor amiga”. Me da pena que lo sepan.

5.       Lastimosamente, no he ido. Cuando vino a Argentina me quedaba demasiado lejos (estoy súper lejos de Capital Federal) entonces no fui :(

6.       No, no. Soy hija única.

7.       ¿Hablas del capítulo 250°? (: Claro.

8.       Me gustan algunas de sus canciones y creo que es bellísima.

9.       Soy un fiasco en el amor. Tengo chicos detrás de mí y todo, pero no tengo novio. Siempre me enamoro del equivocado.

10.   Profesionalmente, no. Pero sí, bailo breakedance y hip-hop.

Amé el premio. Enserio, no debes agradecerme. Yo debo agradecerte a ti. Gracias a ti y las demás mi blog es lo que es. Gracias (: ¡es un gusto! Juro que es un gusto tenerte de lectora. Te amo, chica linda (: Y… respecto a publicar la nove, tengo una ley de no publicar novelas, pero… déjala en el link. Estoy segura que las chicas la leerán (: ¡Yo también lo haré! Besos.

LoveSheylla: ¡Hola! Bienvenida, prometo pasar pronto por tu nove. Besitos.

Liset: ¡Hace mucho no andabas por aquí! Espero que andes bien, con el colegio y todo. Un beso enorme, linda.

Links:

Facebook: http://www.facebook.com/PauAguilar13

Twitter Personal: https://twitter.com/#!/AwesomeSwagP

Twitter Official de las Novelas: https://twitter.com/#!/NovePoli_Jb

Polyvore: http://pau225.polyvore.com/

Messenger: pau27_lo.mas@hotmail.com

Alguien a Quien Amar (Novela JB y tú): http://alguienaquienamarjbytu.blogspot.com/

Aprendiendo a Creer en el Amor (Novela JB y tú):http://aprendiendoacreerenelamor.blogspot.com/

♥ Tell Me A Lie ♥ (Novela One Direction y tú):http://onedirectionytunovelas.blogspot.com/

Mi página en Facebook: http://www.facebook.com/pages/Loving-BieberJustin-Bieber/364664603547495 (tengo una novela allí, se llama: “Criminal Love”. Espero lean y le den like a la página).

Déjame amarte (adaptada para facebook): http://www.facebook.com/media/set/?set=a.365324016822226.84032.248815875139708&type=3.

Bien, es todo por hoy. Mañana o pasado les subiré, lo prometo. Gracias y… ¡las amo!

—Poly—

P/D: COMENTENN!