…
—Su atención, por
favor —habló Emma en el centro, todos callaron y voltearon a prestarle
atención—. Como todos sabrán estamos reunidos aquí para anunciar la apertura de
una nueva temporada en la cual aremos nuevamente “El Lago de los Cines”
—anunció—. Este año tendremos una nueva reina cisne. Ella es una bailarina de
excelencia. Jamás ha estado en una compañía hasta esta vez, pero es una gran
coreógrafa, maestra y bailarina con sus diecisiete años. Mi nueva reina Cisne
es ___________(tu nombre y apellido) —nombró a mi novia apuntándola, todos se
voltearon a verla aplaudiéndola.
—Gracias, Emma
—sonrió ___________(tu nombre)—. Es un gusto y un honor enorme que me hayan
elegido como la Reina Cisne sin siquiera tener trayectoria. Estoy completamente
agradecida y trabajo muy duro en hacer bien las cosas. Sé que la temporada será
un éxito.
—¡Señores, ella es
la mejor Reina Cisne que podrán ver!
La velada se
extendió una o dos horas más. Muchos se acercaron a hablar con ___________(tu
nombre). Yo solo me encargaba de estar allí a su lado, acompañándola y nada más
que eso. Luego de salir del Hilton, comencé a conducir camino a mi sorpresa.
—¿A dónde vamos? —me
preguntó ella curiosamente.
—Cuando alguien
dice que es una sorpresa, es porque debes mantener la calma para sorprenderte
cuando te den eso o te lleven a ese lugar misterioso —le expliqué divertido.
—Sí, Biebas —habló
con un tono divertido—. Eso lo sé desde hace mucho tiempo, por si no sabes.
—Solo te lo
recordaba —ella soltó una risa por lo bajo. Amaba saber que podía hacerla
sonreír después de todo.
—Gracias, Justin —me
extrañó oírla decir eso, ¿a qué se refería? Una de sus manos se apoyó en mi
pierna sutilmente—. Sé que es extraño que te diga todo esto, pero en realidad, no
puedo guardármelo. Simplemente gracias, porque gracias a ti descubrí lo que era
mi madre realmente y logré descubrir que era ella la única que me lastimó
durante tantos años. No sé quién me mantendría firme, Justin. Honestamente, sin
ti sosteniéndome me caería. Tú eres lo único que necesito para ser fuerte, para
estar bien y enfrentarme a todo —me daba tanta ternura oírla decir eso.
—Te amo, nena —le
informé posando mi mano sobre la suya que estaba en mi pierna.
Conduje alrededor
de casi media hora más, ___________(tu nombre) iba concentrada mirando por la
ventanilla mientras escuchábamos en la radio Pink Floyd, era de sus bandas
favoritas. Me detuve justo donde debía hacerlo, miré a mi novia y ella me miró
a mí curiosamente.
—Bajemos —le
sugerí. Ella asintió una vez y abrió su puerta.
Bajamos del auto y
quedamos parados el uno frente al otro.
—¿Por qué me traes
a un acantilado? —me preguntó curiosamente mirando hacia un lado.
—Primero que todo,
feliz cumpleaños, princesa —la tomé por la cintura y ella se acurrucó en mi
pecho mientras yo la apretaba contra mí—. Te amo tanto, nena.
—I love how his
name sounds (Amo como suena su nombre)
I love when you
write beside me (Adoro cuando se escribe junto a mí)
No lo cambiaría (I
would not change)
Justin, is he
(Justin, es él)
Ju-ustin
Her hair disheveled
(Su cabello despeinado)
Her sweet honey
gaze (Su dulce mirada miel)
There is nothing
not want to do (No hay nada que no quiera hacer)
In his arms (En sus
brazos)
Justin, is he
(Justin, es él)
Ju-ustin
Every time you
touch me (Cada vez que me toca)
We fly high
(Volamos alto)
Nothing to his
kisses (No hay nada que sus besos)
Not achieve (No
logren)
The psychology is
sinking (La psicología se hunde)
In my blood (En mi
sangre)
I love his voice
when he says (Amo su voz cuando él dice)
I love you (Te amo)
Let me touch you
again, dear (Déjame tocarte otra vez, cariño)
Let me do a show
(Déjame hacerte un show) —quedé abrazándola y escuchando la dulce melodía que
susurraba en mi pecho. Se oía tan dulce.
—Tengo un regalo
para ti —yo no había olvidado tal acontecimiento.
—No quería que
fuera especial —musitó mirándome a los ojos—. Odio cada cumpleaños desde que
tengo 15.
—No podía pasar por
alto que ya eres mayor de edad, bebé —sonreí divertido y besé sus labios
fugazmente.
—Tampoco es el
acontecimiento del año —yo lamí mis labios mientras sacaba del bolsillo de mi
smoking el regalo.
—Sé que somos
jóvenes, quizás esto es demasiado rápido, pero nena, nuestra vida es rápida.
Estás enamorado de un hombre moribundo y yo estoy enamorado de una mujer
masoquista, ¿qué podría ser más rápido que esto? —sus ojos se iluminaban de un
brillo oscuro pero dulce a la vez, raro, muy raro— Probablemente, falte mucho
por saber el uno del otro, pero quiero que… —pasé saliva y suspiré lentamente—,
quiero que seas la mujer de mi vida —añadí pasándole la pequeña caja de
terciopelo azul marino.
—Justin…
—Ábrela —le pedí. Sus
manos tomaron la pequeña caja y le quitó la tapa encontrándose con el anillo (http://www.forodefotos.com/attachments/amor/21600d1308418116-rubi-anillos-rubi-oro-blanco.jpg), me miró desconcertada mientras yo tomaba
su mano para poner el anillo en su dedo anular.
—Justin, no era
necesario —musitó mirando el anillo—. Sabes que odio los regalos caros y mucho
más que tú gastes…
—¿Y cómo esperabas
que nos comprometiéramos? —pregunté divertido, ella me sonrió. La primera
sonrisa natural y sincera que le había visto durante días.
—Te amo —me informó
ella.
—Y yo te amo a ti,
princesa —sonreí y besé sus labios dulcemente.
…Al día siguiente…
___________(tu
nombre) aún dormía, sabía que estaba cansada, por ello la dejé dormida arriba.
Era su cumpleaños y debía ser especial, por lo que me cambié y bajé a preparar
el almuerzo para los dos. Mientras estaba en la cocina oí el timbre, me pareció
algo muy raro, ya que no esperábamos a nadie ni mucho menos.
Me dirigí hasta la
puerta y abrí, pero no había nadie allí. Dirigí mi vista hacia el suelo y había
una caja envuelta en papel marrón, del tamaño de una caja de zapatos. Me
pareció raro, pero saben, solo un nombre se cruzó en mi mente y adivinen cuál:
Jennifer.
Tomé la caja y
cerré la puerta de la entrada, la puse sobre la mesa del living y rasgué el
papel, luego quité la tapa para encontrarme con una remera negra de
___________(tu nombre) que tenía una inscripción de AC/DC, se la había visto
puesta la noche que nos presentamos juntos por primera vez. Estaba bañada de
sangre, era un mensaje y claramente sabía qué significaba.
La próxima víctima
sería ___________(tu nombre), pero primero Jen debería jugar un juego muy sucio
conmigo. Bajo la remera había una nota que decía: “Happy birthday, sweet bloody
princess” (Feliz cumpleaños, dulce princesa sangrienta). Metí todo rápidamente
en la caja y me encargaría de hacerlo desaparecer, ___________(tu nombre) no
podía verlo, porque sabía que se alteraría.
…
Era el medio día
cuando ___________(tu nombre) bajó vistiendo así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=77628320&.locale=es. Traía su cabello laceado suelto por la
espalda y traía maquillaje como lo hacía casi habitualmente.
—¡Nena! —exclamé y
le sonreí. Debía actuar normal, para que no notara lo de la amenaza.
—Hola, Just —me
saludó ella y besó mis labios—. Huele rico —comentó divertida—, ¿cocinas?
—Y no te imaginas
cómo —presumí, ella se sentó en una de las sillas de la cocina.
—Antes de presumir
tanto, deberé probar —aseguró divertida, yo solté una pequeña risa abrazándola
por detrás.
—¿Por qué eres tan
linda, nena? —ella carraspeó un poco.
—Me gusta ser sexy,
no linda —besé divertidamente su cuello.
—Eres sexy —ella
volteó su cara a verme ceñuda.
—No es momento de
sexo, es momento del almuerzo —yo sonreí divertido, ella me sonrió también.
—¡Nadie insinuó lo
contrario! —me reconfortaba verla bien, se había levantado con un humor un poco
más alegre al de días anteriores.
—Y bien, ¿con qué
vas a deleitarme? —me preguntó ella y sonrió levemente poniéndose de pie frente
a mí para abrazarme por el cuello. Mis manos se enredaron en su cintura.
—Bueno, hice camarones,
salsa blanca de verduras y un poco de salmón —ella lamió sus labios—. Para
tomar, he traído un especial y distinguido vino, blanco y algo agrio como te
gusta —ella sonrió sensualmente, ¡era tan linda!
—Almorcemos, cuando
dispongas —me advirtió y volvió a sentarse sonriéndome levemente.
Tomé dos platos y
serví lo mismo en cada uno de los dos. Serví dos copas de vino y posé un plato
y una copa frente a ___________(tu nombre), el otro frente a ella del otro lado
de la mesa y me senté. Sus ojos se veían tan lindos. Honestamente, no podía quitarle
los ojos de encima.
—Jamás creí que
ibas a sentar cabeza —yo la miré divertido, me imaginaba mi mueca con mi ceja
elevada—. Jamás tuve el tiempo de sentir que me engañabas, ni siquiera lo consideré
alguna vez, excepto cuando Miley me contó lo de Samanta, pero sabes —tragó
saliva y sonrió levemente—, me gusta saber que has cambiado.
—Yo no jugaba con
las chicas —me confesé—. Yo tuve un pasado, bastante oscuro y asqueroso y
necesitaba taparlo con algo para que no me temieran, por eso mismo salía con
muchas chicas. Pero después de conocerte, es difícil, más bien imposible, que
pusiera los ojos en alguien más, belleza —sus ojos cafés me miraban atentamente.
—¿Pasado oscuro y
asqueroso? —algo en mí decía que debía decirle toda la verdad.
—Mucho, nena —aseguré
mientras ella tragaba un bocado de salmón—. Quizás sea hora de que yo te cuente
todo lo que pasó, ¿no?
—Escucharé atenta
cuando consideres adecuado abrir tu corazón, Justin —suspiré y pasé saliva mientras
me dignaba a pensar que era hora de hablarlo con alguien.
—Me metí en la
pandilla cuando tenía apenas 13 —un niño todavía—, la calle era peligrosa, New
York siempre es peligroso, mucho peor cuando no tienes control en casa. La
pandilla estaba compuesta por un líder y casi 15 miembros más. Todos desde 15 a
20, yo era el único de 13. Aprendí todo lo que uno puede aprender en una
pandilla —literalmente—. Desde defensa personal hasta como gatillar directo al
punto que hará morir al apuntado en cosa de que la bala traspase el tejido de
la piel —___________(tu nombre) me miraba atentamente—. Mamá lo sabía y papá
también, pero honestamente me valía madre. Yo seguía estando metido ahí.
—¿Jamás dijeron
nada? —yo sonreí amargamente.
—No los escuché —por
despecho—. Cuando tuve 15, conocí a Rox. Éramos novios, pero ella era la presa
de la pandilla. Un día, me encontraron con ella y me advirtieron que la próxima
moriríamos los dos. Dos días después, mataron a Rox. Eso me dio tanta fuerza y
me hizo reaccionar. Debía salir de la pandilla, porque ahí no había límites. No
les importaría matar a ningún ser querido, ¡no era lo que yo quería! Pero
salir, era básicamente el peor temor de los que estaban dentro. Tomé coraje y
pensé: “Si me tocará matar a quien amo, vivir fuera de esto es lo correcto. Si
muero, jamás deberé herir a nadie”. Así que me enfrenté a la pandilla —mi ira
se dispersó por mí haciéndome poner tenso—. Me hicieron toda clase de tortura
que podían hacerme legalmente.
—¿Qué cosas? —preguntó
ella ante el silencio de mi parte.
—Mi tatuaje de la
gaviota —seguramente lo recordaba—, me pegaron casi hasta dejarme inconsciente,
me maltrataron de forma psicológica como nadie lo haría. Pero un día me cansé
de tanta mierda solo para salir. Tomé mi arma y apunté al líder por la cabeza
sin temor alguno a disparar —pasé saliva—. Todos me gritaron que no lo haga,
pero era la única forma de poner respeto e irme.
—Lo mataste —dedujo
ella. Elevé mis ojos y asentí fríamente—. Pero me habías dicho que…
—Jamás se lo conté
a nadie —confesé—. Nunca olvidaré la mierda que se siente tener sesos de la
persona que odias esparcidos en todo tu cuerpo. Honestamente, compadezco a
quien lo sufrió. Pero preferí matarlo a él, que no era alguien a quien amaba
profundamente, a llegar a tener que matar a alguien que sí amaba con
profundidad —ella no se inmutó. Lo tomó con total tranquilidad—. No dirás nada,
¿verdad?
—¿Qué te diría? —me
preguntó y bebió un sorbo de vino delicadamente—. Maté a dos personas, por si lo
olvidas.
—Daría lo que fuera
por sacarte de esto —confesé. Ella sonrió amargamente.
—De esto sí no podemos
salirnos, Justin —yo asentí. Ella tenía toda la razón—. Solo podemos mantenernos
como hasta ahora, defendiéndonos.
—Es una lástima que
te hayan metido en esto —me refería a Jen, específicamente—. Jamás olvidarás
toda la mierda que haces, te hacen o ves que hacen.
—¿Crees que lograré
olvidar los golpes que me dio el imbécil de Alex? —ella negó con los ojos
llenos de odio— ¿Y ver a mi hermano, la luz de mis ojos, muerto? —añadió entre
dientes— Solo podré superarlo cuando mate a Jen.
—Te entiendo —ella
elevó los ojos y los clavó en mí.
—Cambiemos de tema —me
pidió ella—, no quiero quedar con la comida atragantada. La cual, por cierto,
está exquisita.
—Soy bueno en el
arte culinario —presumí otra vez, ella soltó una pequeña risa.
—Lo sé, pero
deberás adaptarte a una dieta a base de verduras, mucho hierro, calcio y agua
mineral solamente —la miré confundido—. También frutas, ¡muchas, muchas, muchas
frutas! —soltó una pequeña carcajada ante mi cara de confusión.
—¿De qué hablas? —cuestioné
aterrado. Yo comía mucha comida chatarra y con muchas calorías.
—Tengo una dieta balanceada
—me recordó con tono de obviedad—, ¿o crees que las ballerinas nacemos con un
cuerpo esbelto y una silueta de avispa? —carraspeé un poco y sonreí.
—Descuida —le pedí—.
Cocinaré para ti así deba aprender un millón de recetas dietéticas —ella
sonrió.
—Lo único que
espero ansiosa ahora, es estrenar la obra —confesó ella.
—Solo hay un
problema para mí —ella arqueó una ceja algo confundida.
—¿Qué cosa? —preguntó.
—…
La amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo la amo AMO TU NOVELA ES LA MEJOR Besitos,lucia
ResponderEliminarCuántos capítulos tiene esta novela?
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