Capítulo 113°: "Nadie me entiende"

And you cry (Y tú lloras)

You cry for her (Tú lloras por ella)

That will never change (Eso nunca cambiará)

She dies and you only cry (Ella muere y tu solo lloras)

This is my life (Así es mi vida)

Just suffer for you (Solo sufro por ti)

And there’s nothing to do (Y no hay nada por hacer)

You cry and she dies (Tú lloras y ella muere) (Bis x2)

I’m falling again (Estoy cayendo una vez más) (Bis x2) —canté mientras tocaba sin dificultad alguna la guitarra, quizás de Ryan.

Así la mayoría de nosotros cantamos las canciones que queríamos. Todo iba bien hasta que recibí una llamada un poco alarmante, debería decir.

#Vía telefónica#

—¿Aló? —respondí extrañada.

—___________(tu nombre), habla Stella —me comentó ella. Era la directora del orfanato “Luz del corazón”. Era el orfanato con el cuál yo trabajaba. Allí había niños y niñas huérfanos y la mayoría de ellos padecían enfermedades de médula o cáncer.

—¡Stella! —exclamé ante la mirada de todos los presentes allí— ¿sucede algo? No acostumbras a llamarme —pregunté.

—Necesitamos de ti —me respondió ella.

—Dime, ¿qué necesitan? —Si era para ellos daría lo que fuera. Les tomé demasiado cariño. Además en el vídeo de I’m sexy bitch (que lo grabaríamos pronto) saldrían la mayoría de las niñas y niños. Los amaba como si fueran mis hermanos.

—Pronto es navidad –en 2 días- y aún no recaudamos dinero suficiente como para darles aunque sea una buena cena a los niños —escuchar eso me dio escalofríos y ganas de ir a cenar con ellos. Realmente los quería.

—¡Stella! ¿Qué sucedió? —ellos siempre tenían el dinero suficiente para vivir.

—Hay una crisis enorme, necesitamos por favor de ti —me suplicó ayuda ella.

—Bien, te mandaré 1.000 dólares a la cuenta de ahorro del banco —me refería claramente a su cuenta— y haré lo posible por ir a pasar la noche allí. Realmente no quiero que les falte nada —afirmé.

—No es necesario que vengas —me afirmó Stella— sé que querías mucho ir a Canadá —y tenía razón. Esperé mucho esto, pero… esto volverá a ser. Quizás luego ya no vea a los niños.

—No me interesa, Stella —protesté— el viernes a la noche estaré ahí, cuanto mucho el sábado —Justin solo me miraba sin entender nada, un poco también los demás.

—Stacy te extraña —ella era la niña más pequeña del orfanato. Tenía 3 años. Padecía de cáncer de piel, era tratable, pero… el centro no contaba con los medios suficientes. Así y más con Alison organizamos un concierto el próximo mes para recaudar fondos.

—Stella, dile por favor que no sufra. Regresaré pronto, lo prometo.

—Está bien, cariño —aceptó ella no muy convencida— Oye, gracias. Realmente gracias por ser tan buena persona.

—No hay que agradecer, Stella. Sabes que haré lo que sea por esas bellezas —me refería a cada uno de los 30 niños.

—Dios te bendiga, cariño. Te llamaré más tarde —me afirmó ella.

—Te llamaré yo, las llamadas a larga distancia son caras —le informé— diles a los niños que los amo y que pronto iré —le pedí amablemente mientras mis ojos se cristalizaban. Ellos sí sufrían— adiós Stella.

—Adiós cariño —dijo ella y colgó al teléfono.

#Fin vía telefónica#

Restregué mis ojos para no llorar y volví a meter el teléfono en mi bolsillo.

—¿Qué fue eso? —preguntó confundida Caitlin. Sé que no le gustaría la noticia.

—Tengo la necesidad moral de ir a Los Ángeles a pasar la noche de navidad con los niños del orfanato —les confesé intentando tragarme en nudo en mi garganta. Odiaba ese nudo de sentimientos putos encontrados.

—Dime, por favor que no te irás —me pidió un poco afligido Justin. Sé que él no querría regresar.

—Lo siento —fue lo primero que dije, no quería lastimar a nadie.

—¡No puedes irte! —protestó mi mejor amigo. Christian.

—Lo siento chicos, pero ellos me necesitan más que ustedes —sé que sonó insensible pero… era la verdad.

—También te necesito —dijo Caitlin con un poco de celos y angustia.

—No creí que te irías —dijo Justin con voz quebradiza— Jazzy se sentirá devastada —era verdad. Su pequeña hermanita estaría triste.

—Lo siento chicos —repetí— hay una pequeña niña de 3 años que padece cáncer de piel y no se sabe si es tratable, aún, chicos ella necesita amor. Me necesita. Ella me ve casi como una madre. Necesito ir, ellos realmente necesitan de mí —les expliqué mi punto más débil.

—Vete entonces —dijo Justin con un poco de celos.

Me levanté del sillón con lágrimas en los ojos y corrí al patio. Allí me senté en el césped del jardín y mientras intentaba no llorar en mi fallido intento recordaba la sonrisa de cada una de esas bellezas del orfanato. Las lágrimas comenzaron a rodar por mi mejilla y mi corazón se oprimió de la tristeza.

—Tienes razón, ellos te necesitan —comentó Ryan mientras se sentaba a mi lado. No quería discutir con él, tampoco insultarlo. Realmente no tenía ánimos.

—No sé porqué ellos no quieren —me refería a los restantes.

—Ellos te aman y quieren tenerte, pero… tú sabes que es importante que esos chiquitos estén contigo —Ryan tenía mucha razón. Los niños me necesitaban.

—Ellos me aman. Soy como su hermana mayor, más bien como su madre en algunos casos —sí, aún así teniendo 15 años ellos me ven así— ellos me aman y no quiero que la noche de navidad les falte la comida —sí, era eso lo que sentía. Tristeza y decepción.

—Si quieres regresar, cuentas con mi apoyo —me dijo él— quizás también tenga ganas de ir contigo al orfanato —me comentó él. Más bien era una propuesta disfrazada.

—Si quieres venir, lo agradeceré mucho. A ellos les encantan las visitas —dije recordando su felicidad. Así una pequeña sonrisa se escapó de mí— solo no quiero pelear con ellos —me refería a Just, Cait, Chris y Chaz.

—Ellos te entenderán. Hasta quizás vengan con nosotros —supuso él.

—Me iré mañana por la noche para estar allí el sábado en la mañana —le informé por si él vendría.

—Antes que nada, perdón —repitió él.

—Olvídalo, Ryan. Demos todo por olvidado —sí, lo había perdonado. Otra vez había tragado mi orgullo— ¿vendrás conmigo, no?

—Sí, iré contigo —dijo él con una pequeña sonrisa en el rostro— ahora deja de llorar. Todo estará bien —dijo él y comenzó a secar mis lágrimas.

—No lo sé —dije negativamente— de seguro Justin se enfadará conmigo.

—Si lo hace es porque es un idiota —dijo él con cierta felicidad en sus preciosos ojos azules— sé que no querrás pelear con él, pero créeme que él lo haría. Además es también para sentirte bien contigo misma.

—Aún así, me gustaría ir con su apoyo —dije un poco decepcionada, no sé que le sucedía últimamente a Justin. Quizá tanta distancia nos hizo en cierta parte un poco desconocidos, ¿no? Aún así no quiero pelear— no quiero perderlo.

—No lo harás —me afirmó él. Parecía convencido— fíjate, han pasado varios problemas muy grandes y aún así están juntos. No hay distancia que pueda quebrantar su amor. Él reflexionará al respecto, cuando se le pase tanta emoción y pues… no le pesará tanto —no creía tan positivamente todo, pero… bueno. Uno nunca sabe, quizá Ryan tenga razón.

—Tengo miedo, Ryan —confesé un poco entristecida. Las lágrimas jamás dejaban de estar ahí— Realmente amo a Justin y tengo miedo de que él crea que yo no lo quiero lo suficiente. De que no le doy lo suficiente —no me refería a lo que muchos creerían. Al sexo. No era eso. Me refería a “dejarlo” aquí.

—¡Sabes que él no quiere eso! —exclamó él. Sí, entendió mal.

—No hablo de eso —le expliqué— me refiero a que me valla —no quería pelear con Justin.

—Yo sé que Justin sabrá entender —repitió positivamente Ryan. A veces extrañaba hablar con él. A pesar de ser un poco pendejo no había amigo que supiera escuchar como él. No solo se preocupaba por si llorabas o no. Él te escuchaba y sabía lidiar con las lágrimas.

—Eso espero, Ryan. Eso espero —musité por lo bajo mientras él me abrazaba amistosamente.

De repente vi a unas supras negras acercarse a nosotros, era Justin. Elevé mis húmedos ojos hasta llegar a su rostro. No se veía nada feliz. Ryan se separó de mí sin cargo de culpa alguno. Los ojos de Justin se veían decaídos y su brillo natural no era el mismo. Estaba triste, podía sentirlo.

—Ryan, ¿me dejas con ella? —preguntó casi sin voz. Sé que sentía ganas de llorar, por eso hablaba así.

—Sí, los veo luego —dijo Ryan mientras entraba a la casa una vez más. Luego de que Ryan se fuera, Justin se sentó donde este último antes estaba.

—No sé porqué te cuesta tanto entenderme —dije mirando a lo lejos y con voz temblorosa. Las lágrimas parecían no querer irse.

—Nos estás dejando por ellos. Creí que querías pasar navidad aquí —me explicó él. Podía sentir su mirada sobre mí.

—Si mis padres no me habrían adoptado no estaría aquí —fue mi primer punto— ellos necesitan de mí. Ni siquiera tienen que cenar esa noche, ¿entiendes porqué quiero ir? —comenzaba a llorar más y más. No podía detenerme— ellos necesitan de mi presencia allí. Quizás no entiendas, pero Stacy es como mi hermanita más pequeñita. Hasta quisiera que lo fuera y ella —hice una pausa, el dolor me abatía— ella tiene cáncer. No sé si podrá curarse. Quizás sea su última navidad. Quiero verla sonreír Justin, solo quiero que ella sonría y me diga “Te quiero”. No necesito más para ser feliz —sonaría insensible, pero sentía eso. Nada más que eso— Enfádate si quieres, pero me iré mañana por la noche a Los Ángeles y si es necesario les daré todo el dinero con el que cuente. No me interesa más nada —me desligué de todo mientras lloraba y sentía un nudo en mi corazón. No podía pensar en esos tristes niños. Necesitaba verlos y hacerlos feliz.

—Los prefieres —susurró él y agachó su cabeza, según distinguí de reojo.

—No, no los prefiero —me negué rápidamente— sabes que te amo, eres, prácticamente, mi vida. Pero, realmente ellos enserio me necesitan —repetí una vez más ahogándome en lágrimas.

—No creo que Jazzy esté feliz, tampoco yo —comentó un poco abatido Justin.

—Ella no tiene una enfermedad terminal y que Dios no lo permita, ella no carece de amor y está segura de que sus recursos económicos le permiten una vida digna. Stacy y los demás, no. No lo hacen —dijo mientras lo miraba. Me estaba decepcionando de a poco— Creí que entenderías-

—Intento hacerlo —comentó él.

—No creí que pudieras ser tan egoísta a veces. Realmente, Justin, creí que apoyarías mi necesidad de conectarme con las personas que me hacen bien —lo estaba juzgando un poco, pero… sé que él no es así. No era así.

—¿Crees que soy egoísta? —preguntó mientras levantaba su cabeza y me miraba con los ojos lagrimeantes— Sabes qué, vete ¡vete! Crees que soy un monstruo y no es para nada así. Te estoy entregando mi vida y me dices egoísta, ¿qué tienes? —él se veía furioso, mucho.

—Te amo, pero creo que la fama te está comiendo el cerebro —fue cruel e impulsivo ese comentario, pero me dolía lo que él estaba haciendo.

—¿A mí? —preguntó asombrado. Quizás un poco enojado por mi puto comentario— Lo siento, ese papel es el tuyo. La fama te está consumiendo a ti, no a mí —me corrigió él. No era así. Yo jamás sentí la fama recorrer mis venas. Si quiera sé que se siente. A veces, hasta, es una mala pasada de poca intimidad.

—Te equivocas, si estoy aquí es gracias a ti —en cierta parte lo era. Si él no hubiera insistido yo jamás habría sido lo que soy ahora— mi vida sigue siendo igual.

—No, no lo es —me corrigió él— antes conocías tu vida y sabías lo que era la palabra “PRIORIDAD” —dijo con un tono un poco monótono— Ahora solo quieres cosas que deberían estar en un segundo plano en tu vida —él creía eso. Pero no era así para mí.

—Quizás si supieras abrir un poco tus pensamientos me entenderías. No quiero pensar que eres una roca —sé que él siente, por este motivo no es una roca, ¿no?

—Sabes que no soy un desalmado —se refería, al igual que yo, a sus sentimientos— Pero quizás deba creer otra cosa de ti.

—¿Creer qué?

—Has cambiado, la distancia te hizo otra —creía lo mismo de él. Aunque solo era una suposición.

—¿Crees en mí? —corregí mi anterior pregunta— porque aunque suponga lo mismo de ti —me refería a que cambió— sigo pensando que eres el Justin que yo conocí hace algunos pocos meses. No creo que hayas cambiado, en cambio —hice una pausa y sequé un poco mis lágrimas— tu sí lo haces.

—No sé qué piensas de mí —ahora él sería la víctima— pero estás lastimándome.

—También tu —respondí intentando calmarme. Aún así no conseguía absolutamente nada.

—Sabes que odio hacerlo —una vez más lo decía, pero ¿era tan difícil demostrarlo?— pero enserio. Quería pasar estas 2 semanas contigo, hace 2 meses no te tengo a mi lado y… ¿te irás? No es justo —parecía un berrinche y quizá debería entenderlo. Pero, habrá una segunda vez. Los niños del orfanato no tienen esa puta seguridad de saber si habrá o no otra oportunidad.

—Justin, ellos no tienen la seguridad de otra oportunidad —comenté mientras intentaba dejar de llorar. Él también había derramado algunas lágrimas y odiaba eso. Suspiré e intenté calmarme. Pero jamás me había sentido tan oprimida.

—¿Nosotros sí? —preguntó él, básicamente interrumpía lo que yo estaba diciendo.

—No, pero nuestras posibilidades son más. Son muchas —respondí con mis sentimientos. No quería parecer inmadura, pero mis ganas de no estar allí eran muchas.

—No quiero alejarme más de ti —¿se refirió a que ya estamos alejados?— no quiero hacerlo.

—Ven conmigo —solté sin pensarlo más. Ni siquiera lo había pensado. Solo fue un poco impulsivo y ya.

(Sala de casa Butler)

Narra Ryan:

Por un lado lograba sentirme un poco feliz. Ella me había perdonado, sí me refiero a ___________(tu nombre), pero por el otro todo esto era un desastre. Quizás no tanto, pero lo era. Justin no quería que ella se valla. Caitlin tampoco, Chris quizás la entendía un poco más, aún así no quería que se fuera y Chaz, él solo no decía, prácticamente, nada.

Tal vez, ___________(tu nombre), tenga razón. Los niños deberían ser su prioridad. Ellos no cuántas navidades pueden pasar y cuantas no. Ellos deben pasar, sea o no la última, una navidad feliz y digna. Ellos deben ser felices ese sábado. Tener las cosas en su mesa y aunque no tengan regalo tener el amor y cariño de personas que ellos quieren, ¿no? Por las noticias y eso los niños del lugar adoran a ___________(tu nombre) y ella está demasiado abocada a eso. Ella los ama. Pero ninguno de los chicos pueden entender eso por completo.

—¿Qué sucedió? —preguntó Caitlin cuando me vio entrar después de hablar con su amiga.

—Se irá mañana en la noche —respondí mientras me sentaba en el sillón, delante de ellos tres.

—¿A Los Ángeles? —cuestionó Chris.

—Sí, Chris —se apresuró a responder su hermana.

—No entiendo porqué lo hace —dijo Chaz. Era de los primeros comentarios que hacía hacia el tema.

—Y ninguno lo hará si no se ponen en su lugar tan solo 2 minutos.

—No es fácil, Ryan —Chris, no estaba bien hoy. Estaba demasiado susceptible quizás.

—¿Tanto cuesta entender que ella ayudará a unos niños y ya? —pregunté.

—No es solo eso —me reprendió Caitlin rápidamente— ella nos está dejando, de alguna forma, de lado.

—Quizás deberían dejar de juzgarla y apoyarla, ¿no? —dije con un poco de decepción. Entendía un poco el sentimiento de ___________(tu nombre).

—Solo lo dices porque la amas, Ryan —dijo Chaz. Era mentira, yo no estaba enamorado de ella— quieras o no admitirlo sigues sintiendo algo por ella.

—No, no amo a ___________(tu nombre) —respondí casi instantáneamente— ella está con Justin.

—Eso no impide que lo hagas —me retrucó el novio de Caitlin.

—¡Pero no lo hago! —repetí elevando un poco la voz. Me ponía un poco nervioso.

—No grites —me pidió Chris. Parecía aturdido.

—Es fácil que la entiendas. Lo haces para que ella te perdone —me intentó juzgar Caitlin. No era así, no como ella creía.

—No, no es así. —me negué una vez más— la entiendo porque sé que esos niños la necesitan más que nosotros —les expliqué— son unos egoístas.

—…

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Mony: Entiendo lo del estrés. Me sucede mucho (Odio el colegio) A ver, no eres para NADA molesta. Al contrario. Me gusta abrir el blog y encontrarme con alguno de tus comentarios. Son muy lindos n.n además, ADORO la idea del guante de goma. Jaja, si algún día llego a ser famosa juro que te haré un reconocimiento, a ti y a todas mis lectoras (:

Sabes, es raro escuchar que alguien diga “te admiro”. Realmente jamás me sucedió y es, no lo sé, es raro y se siente lindo. Te quiero mucho, muchísimo. Y es raro, no soy de agarrar a querer muy rápidamente. Eres una gran persona y más que eso una amiga para mí. Y siempre llevaré cosas buenas de ti. Te adoro amiga. (:

Marta: ¡Gracias por comentar! Un besito, te quiero.

Alex: ¡Qué envidia! Quiero una sobrinita como Jazzy jaja y un pariente lejano como Justin, jajaja. Me dan muchas gracias a veces tus comentarios, es lindo (: Pues, me acostumbré a describir los besos y no sé porqué no dejo de hacerlo jaja. Respecto a The Pretty Reckless, algún día quiero formar una banda como esa (: Amo a Taylor, me encanta su estilo y ella. AMO THE PRETTY RECKLESS. Muchas gracias por tu apoyo, cariño. Te quiero muchísimo (:

Sofi: ¡aww! Gracias, te quiero mucho n.n

Scarlett: Me harás morir, no te conviene eso jaja. Amo las personas dementes, soy una de ellas jajaja. Muchas gracias por tus palabras. También te aprendí a querer mucho. Realmente, GRACIAS. Te quiero mujer loca jaja.

Anónimo en Anonimato: ¡Extrañaba tus comentarios! Jaja, un besito. Te quiero (:

Kelly: Pronto llegará la sorpresa jaja. Y… sí, amo los animales. En el campo tengo: 2 perros bóxers. 1 gato siamés. Un canario. Una tortuga. Patos. Algunas palomas y dos cotorras. Podría tener un zoológico, pronto conseguiré leones jajaja. AMO los animales, son muy lindos. Y además en mi casa tengo un perro que encontré de cachorro en la calle, es mi hijo, se llama Guino (:  Te quiero (:

Liza: No, realmente no me enteré que quizás no cante Latin Girl. Eso estaría mal, sería lindo que, justamente, la cante en latino América. Pero… él sabrá su porqué, ¿no? (: Gracias por lo de la foto :$ jaja, un besote.

Magali: jasiwhdskdhiowey, ajaja. ¿qué haces despierta tan tarde? Jajaja, a esa hora estaba en mi sueño número 466498764 jaja, yo no voy al recital :( mi mamá no me dejó. De todas formas si regresa a Argentina seré la primera en ir. Iré a hacer cola 1 mes antes y compraré las entradas en el primer segundo que salgan a la venta, lo juro jaja. Extrañaba tu presencia jaja. Un beso, te quiero.

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Aprendiendo a creer en el amor: http://aprendiendoacreerenelamor.blogspot.com/ ¡Serán bien recibidas! (:

La canción de hoy es “All you need is love (Cover) — The Pretty Reckless” http://www.youtube.com/watch?v=zVcGcBhCKEA me gustó mucho la versión (:

Es todo chicas, la sorpresa se las daré, pronto, muy pronto. ¡Las adoro!

—Poly—

P/D: COMENTENN!