Capítulo 116°: "Mi única excepción".

Tú eres la única excepción. 

—Siento cambiar así de tema, tan drásticamente —se disculpó por anticipado mi novio— pero… ¿cuándo comienzas a filmar el vídeo?

—Luego de que salga el 14 de febrero el CD —le respondí un poco extrañada— ¿Por qué preguntas? —cuestioné.

—Porque mi gira termina el 13 de febrero —me respondió Justin, emocionado.

—¡Yeaah! —sí, se me salió del alma— estarás conmigo en Los Ángeles, ¿no?

—¿Cómo preguntas? —cuestionó él como diciendo “es obvio”— claro que sí, mi reina —me respondió antes de que dijera palabra alguna.

—Te amo —le afirmé sonriendo— además tengo las fechas de mi gira. Comienza en marzo —necesitaba contárselo a alguien, ¿y quién mejor que él?

—¡Woow! Eso es genial —exclamó Justin y sonrió mientras acariciaba mi mejilla— Oye, volviendo a este triste acontecimiento —claramente era mi viaje— quiero, antes que te vallas, darte algo —me dijo Justin, quizás un poco nervioso, ¿qué sería?

—¿Qué es? —pregunté sin dejar de ver sus hermosos ojos miel. Sus interesantes ojos miel.

—Bueno, quizás no es lo mejor dártelo ahora, pero es tu regalo de navidad. Y como no te veré esta noche, te lo doy hoy —me informó él tiernamente mientras abría su mochila.

Sacó de ella el paquete que habíamos comprado ayer por la mañana en el centro comercial. Tenía un envoltorio purpura y un moño blanco. La tarjeta estaba escrita por Justin y decía así:

“Todo lo que busco lo he encontrado aquí, todo lo que necesito está en ti. Te amo, cariño. ¡Feliz navidad!”

Básicamente, rasgué el envoltorio y adentro de él había una caja roja, creo que estaba forrada en tela. Abrí la caja y al ver lo que había allí dentro sonreí enternecida, totalmente. Había allí dentro un porta retratos con una foto nuestra así…

El porta retratos estaba grabado con nuestros nombres en la parte superior y un corazón muy bonito: ___________(tu nombre) y Justin <3; Lo levanté y lo miré de cerca, era preciosa la foto. Ni siquiera tenía conocimiento de ella, Justin solo me miraba ansioso por escuchar alguna palabra de mi boca. Miré y en el fondo de la caja había un CD y al lado una carta. Levanté la mirada y sonreí de oreja a oreja, él igual.

—Es el mejor regalo que alguien pudiera haberme dado —aunque estos 5, casi 6 meses, con él fueron los mejores del universo.

—Te amo cariño, y jamás me separaré de ti, porque te llevas a mi corazón contigo —sus palabras me hicieron recorrer un escalofrío por mi cuerpo y mi sonrisa no se iba de mi cara.

—Vous pouvez dire que jamais survive à l’adversité, mais comment ne pas? Si tu es mon monde, mon amour, ma méchancete, mon tout. (Podrán decir que jamás sobreviviremos a la adversidad, pero ¿cómo no hacerlo? Si tu eres mi mundo, mi amor, mi maldad, mi todo) —Justin perdía su mirada en mis labios y mis ganas de besarlo eran demasiadas.

—Je t’aime, mon amour (Te amo, mi amor).

Él de apoco de acercó a mis labios y pude, una vez más, sentir el calor de sus manos sobre mis mejillas, yo lo abracé desde la cintura, aún sentados, y sobre sus labios con los ojos cerrados sonreí levemente. Me besó con suavidad y lentamente su beso se hacía más fogoso. Amaba su manera de besar, aún así con felicidad y todo sentí como algunas lágrimas salían de mis ojos. No podía evitar llorar. Era una despedida distinta, aún así odio las despedidas.

—Oye, no llores —dijo Justin con un tono preocupado luego de besarme, mientras secaba mis lágrimas.

—Lo siento, soy una tonta —dije con una sonrisa, pequeña sonrisa, en mi rostro.

—No lo eres, tengo el puto nudo en mi garganta —dijo él divertidamente— pero… no quiero hacerlo. Sé que estas feliz de ir, eso me hace feliz —dijo él y besó en una acción de protección mi frente. Eso me volvía loca, era demasiado tierno.

—¡No quiero que llores! —le pedí rápidamente, él sonrió una vez más.

—Descuida —dijo con voz baja y tranquila— no lloraré —añadió mientras me tomaba de la mano y me abrazaba con su otro brazo haciendo que me recostara en su pecho.

—Solo… amo tu sonrisa —le comenté mientras guardaba el porta retratos en la caja.

Los restantes 15 minutos estuvimos así abrazados sin decir nada. Solo disfrutábamos los últimos minutos. La voz del aeropuerto comenzó a llamar a quienes iríamos en el vuelo, así que Justin me besó una vez más como si jamás lo habría hecho y susurró a mi oído un te amo. Se despidió de Justin y fue así como subimos al avión. Nos sentamos en nuestros asientos y allí puse mi teléfono al modo avión. Rob iba entretenido, ya, con los audífonos y viendo una película. Así que mientras los demás subían y la azafata daba las instrucciones conecté mis audífonos al I-pod, comenzó a sonar I miss you — Miley Cyrus y abrí la caja del regalo de Justin. El Cd tenía de título escrito con un bolígrafo indeleble Peut-on rien changer maintenant? (¿Podría algo cambiar ahora?) te amo, Smilove.

Hice el CD a un lado y tomé la carta. Estaba escrita en un papel lila pálido y romántico. La carta decía así.

(Imaginen que Justin la dice, mientras tú la lees en silencio)

No sé si reiteraré cosas, a veces se me olvidan todas las cosas que te digo y es… difícil no decírtelo una vez más, linda. Hay veces que intento imaginarme que hubieran sido estos 7 meses desde que te conocí a ti y tus bellos ojos cafés y mi mente se nubla. No puedo entender que pasé casi 17 años de mi vida sin ti, ¿cómo sobrevivía?

___________(tu nombre) te has vuelto indispensable para mí, eres el aire que respiro. No puedo vivir sin ti, siento tu presencia así no quiera eso. Cada cosa que hago, digo, cada canción que escribo o canto es para ti. Cada uno de los segundos de mi vida son para ti, vivo por y para ti.

Te amo, linda. Si tendría que dar razones de porqué lo hago creo que debería contratar a alguna fábrica de estas hojas para que me haga precio y no quedar en banca rota. Realmente, me he enamorado de ti como nunca jamás me enamoré de alguien y eso era algo que jamás esperé. Daría mi vida si eso fuera necesario, solo respiro porque tú lo haces, vivo porque tú vives. Smilove, eres mi vida, no hay un tú y yo, hay un nosotros. Espero que… después de escuchar el CD puedas entenderme, más bien verlo, porque es un vídeo. Dura mucho, pero bueno… creo que vale la pena.

Te deseo toda la suerte del mundo, mi amor. Te veré dentro de algunas horas. Te amo y dile a los niños que… ¡Fuerzas! Ellos son valientes y saldrán adelante, cuando valla a Los Ángeles deberás presentármelos, jaja. Te amo, cariño. Te amo.

¡Buen viaje, cariño! Je t’aime.

Justin Bieber <3

Para cuando terminé de leerla, entre algunas lágrimas, el avión ya arribaba en el aire. En mi I-pod sonaba The only exception — Paramore, sequé mis lágrimas y me recosté en el asiento. Cerré mis ojos para descansar mi vista y para concentrarme en la hermosa voz de Hayley Williams, vocalista de la exitosa banda de Paramore.

De mi cabeza no salía la imagen de Justin sonriendo. Amaba esa sonrisa, su sonrisa. Con cada palabra de la canción que sonaba me sentía tan identificada, realmente era él mi only exception (única excepción). Era mi vida escrita en una canción. Ver a papá llorar y mamá consolarlo. Maldecir al viento y crearme a mi un gran miedo hacia el amor, era todo lo que a mi me había sucedido. Pero siempre está esa luz en el camino, siempre está ese “alguien” que cambia tu rumbo, tu vida, tu forma de ver y pensar. Esa única excepción que consigue llenarte los sentidos y hacerte sonreír con solo decir “hola”. Aquella persona que solo depende de una de tus sonrisas para sonreír el también. Esa persona que siempre está dispuesta a escucharte, llorar, charlar contigo y tus mil problemas. Esa única fuerza obsesionante que se convierte en el motor de tu corta vida. La única excepción, es él. Mi única excepción es Justin Bieber.

Es increíble, ¿no? Digo… él, él es Justin Drew Bieber Mallette, el chico que se roba miles de suspiros y lágrimas de millones y millones de niñas adolescentes. El amor platónico de medio planeta, más bien casi todo el planeta, y… yo soy SU novia. Es raro, hace unos pares de meses lo detestaba; era una carga para mí que el fuera amigo de Michael. Lo sé, si no hubiera sido por mi hermano jamás habría sido lo que hoy. Gracias a Dios y al destino las cosas suceden por su condición natural haciendo que todo mejore. Estoy muy agradecida con ella —la vida— porque me enseñó a ser fuerte y aún así me dio todo lo que jamás pedí y mucho más.

Pensé mucho durante 2 horas quizás, hasta que me quedé dormida al sonar de Mistletoe — Justin Bieber.

—¡___________(tu nombre)! —me habló Robert. Entre sueños alcancé a escuchar su voz.

—¿Sí? —pregunté mientras fregaba mis ojos. Al parecer ya estábamos en Los Ángeles.

—Estamos en L.A —me informó él, más bien quería que despertara.

—Ok —respondí después de dar un pequeño bostezo— ¿qué hora es? —cuestioné.

—Las 4:45 p.m —me respondió Rob, mientras buscaba no sé que cosa en su mochila.

—Ok —acepté. Al parecer nos habíamos retrasado unos 45 minutos. Me senté en mi asiento y guardé la carta con la caja en mi bolso.

—Vamos, ya todos bajaron —era seguridad que todos bajen primero, o al menos era para evitar que todo el mundo me acose.

—Vamos —repetí mientras me levantaba.

Salimos del avión y no sé cómo lo hacen pero a unos 20 metros había algunos paparazzi y fotógrafos. Solo agaché mi mirada y me puse los lentes de sol, aunque no había sol. Me puse la capucha y bajé del avión. Un botón llevaría las maletas a la camioneta que el servicio de alquiler traería al estacionamiento. Solo escuchaba gritar preguntas como: ¿Peleaste con Justin, por eso vuelves? O ¿Tu padre está enfermo?

Era todo totalmente falso lo que podrían decir, aún así todavía no reaccionaba y no tenía ánimos de contestar. Con Robert nos dirigimos al estacionamiento y un empleado estaba guardando las maletas en el baúl del auto. Rob abrió el carro y subí en el asiento del copiloto, cerré la puerta y Rob subió en el lado del conductor. Encendió el auto y como el hombre había terminado de subir las maletas comenzó a conducir.

Mientras él conducía abrí mi twitter desde mi I-phone y twiteé así: “Mi víspera de navidad será con los niños más bellos del planeta. L.A tiene una luz especial hoy. Stacy, serás fuerte, estoy segura de eso”. Luego de ello guardé mi teléfono y al llegar a casa bajé mi maleta y entré, después de despedirme de mi amigo, Rob.

Entré y creo que todos estaban en la cocina.

—Buenas tardes —saludé desde la sala.

—¡Hija! —exclamó mamá, ¿emocionada? Sí. Eso parecía.

—Hola mamá —saludé nuevamente.

—¿Recién llegas? —cuestionó Santiago. Era algo obvio, ¿no?

—Sí, hace unos escasos segundos —respondí en un tono de “es obvio”.

—¿Qué tal te fue? —no me fui mucho tiempo.

—Bien, Nicholas, gracias —odiaba que él intentara ser como papá— iré a bañarme, a las 5:30 me voy al orfanato —aún así después de viajar de día mi sueño era mucho.

Sin esperar respuesta subí, me bañé muy relajada, me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=38407437&.locale=es y bajé a la cocina. Eran las 5:15.

—¿Quieres que te lleve? —se ofreció cortésmente Santiago, ¿quería ser bueno ahora? Él había cambiado, no era tan bueno como antes, más bien era un engreído ahora.

—No, gracias —me negué mientras me arreglaba mi saco.

—Deberías arreglarte más —comentó mi madre, ¿ella creería que voy a un desfile o qué?

—No, no debo —me negué. Después de todo solo es una cena.

—Oye, mañana debemos ir a la fiesta que el barrio organiza en navidad —me informó mi madre. Ni siquiera me invitó, solo me “obligó”.

—No puedo —me negué— mañana a las 4:15 p.m tengo que tomar el vuelo con Ryan hacia Canadá —creo que mi madre ni siquiera sabía de ello.

—¿Te regresas? —cuestionó Nicholas, ¿él querría saber TODA mi vida? Ash.

—Sí —respondí con indiferencia.

—Está bien —mi madre ya no pelearía, o eso parecía. Solo aceptó y ya.

—Volveré tarde —les avisé, no quería que me esperen— Rob me traerá. Adiós.

Luego de decir eso salí de mi casa. No soportaba esa escena “familiar” era todo tan patético. Caminé unas 5 cuadras hasta llegar al orfanato. Había un gran árbol afuera y podía escuchar a los niños reír y cantar canciones infantiles. Lentamente me acerqué a la puerta y con delicadeza la abrí. Entré y caminé por el pasillo hasta llegar a la sala. Todos cantaban Baby, sí, la de mi novio.

—¡Oh yeah! —exclamé recostada desde la puerta. Ellos sonrieron y exclamaron mi nombre desde donde estaban.

—¡Creí que no vendrías! —me afirmó Martina, otra de las niñas.

—¿Cómo creíste? —pregunté vagamente— jamás faltaría —añadí mientras abrazaba a algunos de ellos. Los que se acercaron. Aún no veía a Stacy.

—¿Volviste desde Canadá por nosotros? —preguntó Dan, un pequeño niño muy adorable— creí que estabas con Justin.

—¡Estaba con él! —afirmó Sofía.

—Sí, pero… vine por ustedes, quería verlos —mi sonrisa no dejaba de estar ahí. Solo no quería llorar. Estaba invadida de una felicidad muy especial— los extrañaba —y mucho.

—¡___________(tu nombre)! —escuché a la voz de mi bella Stacy decir.

—¡Hola pequeña! —la saludé mientras ella me abrazaba. Para su suerte su cáncer aún no estaba tan avanzado como para darle manchas y esas cosas en la piel. Solo no parecía tenerlo.

—¡Cariño! —exclamó luego Stela, ella estaba muy feliz— creí que llegarías más tarde.

—Sí, lo sé. Tomé un vuelo adelantado —confesé mientras me paraba para saludarla— aunque mi vuelo se retrasó 45 minutos. Si no hubiera venido antes.

—¡Muchas gracias! —susurró a mi oído mientras me abrazaba. No había que agradecer. Lo hacía de puro gusto.

—No debes agradecer —respondí a su abrazo.

—¡Bien! ¿Qué haremos? —Stacy era muy energética. Le gustaba jugar.

—Cantar —dijo Zac, parecía gustarle eso.

—¡Sí! —afirmó Sofía.

—Vale, cantemos —acepté mientras me sentaba en el suelo uniéndome a la ronda— por lo que escuché cantaban baby.

—Sí, es linda —dijo Melany.

—Sí, mucho —afirmó Stacy que estaba al lado mío.

—Entonces… —hice una pausa y aplaudiendo al ritmo de la canción— Oh wooaah you know you love me I know you care just shot whener, and I’ll be there —comencé a cantar y ellos también. Todos juntos lo hacíamos— you want my love, you want my heart and we will never ever ever be apart. Are we an ítem? Girl quit playing were just friends, what you saying said there’s another, look right in my eres, my firt love broke my heart for the first time. And I was like baby, baby, baby no, my baby, baby, baby no, my baby, baby, baby no, I thought you’d always be mine, mine —canté a coro con todos los bellos niños. Me sentía muy a gusto, sentía una felicidad correr mi cuerpo y ganas de solamente olvidarme de todo. Aunque era imposible olvidarme de mí única excepción.

Terminamos de cantar la canción y así cantamos otras como Bad Romance — Lady Gaga o Single ladyes — Beyonce. Luego de eso comenzamos a charlar o hacer juegos para pasar el rato. Todo esto fue irrumpido por mi teléfono. Me levanté de la ronda y me aparté un poco. Vi en la pantalla que era una llamada internacional, de Justin.

#Vía telefónica#

—¿Aló, lindo? —respondí al atender el teléfono.

—¡Amor! —exclamó él. Eran las 7:00 p.m y él ya estaba llamándome, está tan pendiente de mí.

—¿Cómo estás? —pregunté.

—Bien, aquí extrañándote —me respondió él. Una sonrisa se dibujó en mi cara— ¿tú?

—Estoy en el orfanato con los niños. Me estoy divirtiendo muchísimo —quizás él se sentiría mal por esas palabras, pero era tarde ¿no?

—¡Aww! Qué tierna —exclamó, según mi imaginación, sonriendo.

—Oye, luego colgaré en mi Twitter una foto con Stacy y los niños. Para que los conozcas —sí, sería lindo ¿no? Aunque muchos creerían que es publicidad, ¿no?

—¡Vale! Quiero conocer a esas criaturas —lo dijo con un tono muy adorable— oye, linda debo colgar —me avisó él.

—Ok, te llamo más tarde —le informé— te amo.

—Te amo más —respondió— adiós linda.

—Bye, cariño —me despedí y colgué.

#Fin vía telefónica#.

Colgué el teléfono y lo guardé en mi bolsillo, volteé y los niños saludaban a Ryan, quién recién llegaba. Los niños eran así, siempre recibían a las personas con un amor incomparable. Las personas en sus condiciones y de su edad siempre son así. Reciben a las personas, así no las conozcan, con mucho amor y cariño. Son muy tiernos y adorables.

—¡Butler! —exclamé y sonreí levemente mientras me acercaba a ellos.

—¿Son amigos? —cuestionó Stacy, quien me llevaba de la mano ahora. Ella sí me despierta muchísimo amor.

—Sí —respondió él mientras le daba un beso en la frente.

—¡Así es linda! —afirmé, casi al mismo tiempo que Ryan.

—¡Oh, que lindos son todos! —halagó a los niños Ryan. Parecería ser tan buen niñero.

—Oye, ____________(tu nombre) —me habló Stela entrando a la sala— necesito hablarte, ¿podrías ahora? —me cuestionó Stela, no podía negarme.

—Sí, claro.

Salimos de la sala y nos sentamos en el comedor.

—¿Sucede algo? —cuestioné amablemente. Stela era una mujer muy generosa y amable. Atenta.

—…

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“De los errores solo debes aprender algo y ya, jamás llorarlos”.

Anónimo en Anonimato: ¡Muchas gracias! Aprecio mucho que te guste, es muy placentero saber eso. Además sé lo que se siente ser primera en comentar jaja. Te quiero (:

Marta: Sí, soy argentina. Bueno, aquí no es muy raro. Lo que sí, tenemos mucha naturaleza preciosa, como cerros coloridos en el norte (Sí, parecen pintados pero son naturales), las cataratas, el glaciar, los Andes, es un país muy bonito. Es precioso y si alguna vez vienes me avisas y te veo jaja. Un besito, también te amo cariño (:

Scarlett: ¡Hola belleza! Yo estoy súper duper, ¿tu? (: jajaja, sé que mi dicho es raro, lo tengo muy asumido. Tengo un caso parecido con una “amiga”. Es que, ¡Ash! A mi me gusta Lady Gaga, y… pues ella también la ama. Yo tengo FeverBieber ella, pues… está internada por esa razón. Es un problema de autoestima de su parte y sé que causa rabia, mucha. Pero… a la larga se ven consecuencias que no son nada lindas para ellas. Sabes un consejo: Ignorar es lo mejor. Respecto al blend, te lo daré en la próxima entrada, estoy algo apurada y no tuve tiempo de hacerlo. Estuve estudiando mucho. Te adoro (:

Sofi: ¡Un beso linda! Te quiero más.

Mony: ¡Hola! (: sé lo que se siente perder a personas que alguna vez fueron importantes pero también descubrí que muchas de ellas se hacen llamar “amigos” y no son más que farsantes. Tuve un grupo de amigas desde 1° grado, pero este año ellas… ellas solo cambiaron mucho y creo que también crecí y cambié mucho, ellas no aceptaron muchos aspectos míos y solo se fueron. Encontré a un amigo que comparte muchas cosas en común conmigo y soy feliz. Nunca debes quedarte en un “lugar” al cuál no perteneces. No se siente bien y eso es frustrante a la larga.
Y sí, escribirás conmigo. Pronto te mandaré un e-mail o quizás el fin de semana te encuentre en Messenger y escribiremos, ¿ya? Te quiero muchísimo. Besitos, linda.

Liset: ¡Un besote enorme, linda! Ya comenzaba a extrañarte. Pasaré algunos de estos días por tu nove, la escuela me consume ahora. Pero prometo hacerlo. Te quiero (:

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Aprendiendo a creer en el amor: http://aprendiendoacreerenelamor.blogspot.com/ ¡Serán bien recibidas! (:

Blog personal: http://mygalerytheart.blogspot.com/ ¡Las espero!

Bueno la canción de hoy es “Je veux — Zaz” espero que les guste, Zaz es una de mis bandas preferidas (:

Bueno bellezas, el próximo capítulo lo escribiré con mi amiga Mony, así que… no sé cuándo colgaré. Mientras tanto quizás organice algo para charlar entre todas, les avisaré por Twitter, espero que se entusiasme. Quizás twitee con las que quieran hacerlo. Responderé TODA clase de preguntas (: ¡Las adoro! Un beso enorme, linduras.

—Poly—

P/D: COMENTENN!