This
was so wrong
But
my heart was a criminal
You
can arrest me, baby
But
I will not go
I'm
getting high with your love
I'm
riding all I find
And
I'm your fucking bitch
I'll
be your criminal
I
want to be a criminal
Not
going to deny, because is all you want —terminé de cantar y parada casi en el
borde de la tarima divisé tres caras muy familiares, ¡diablos! Estaba en serios
problemas.
Bajé de la tarima
luego de cantar, intentando huir de la presencia de Chaz, Alfredo y Ryan G.
pero fue imposible. Me miraban directo y se acercaron hasta estar cara a cara
conmigo.
—No
puedo creer lo masoquista que sueles ser, ___________(tu nombre) —abrió la boca
Alfredo negando con la cabeza.
—Te
dijimos que nada de presentaciones y aún así, no tomas conciencia de que ya no
es la misma vida que llevabas antes —esta vez prosiguió Chaz. Ryan G, solo me
miraba inspeccionando mi forma de vestir.
—¡Me
importa una mierda quien esté apuntando mi cien con un arma! ¿Vale? Es lo que
amo hacer y no dejaré de hacerlo porque a la perra de Jen se le ocurra
controlar mi vida —hablé con claridad haciéndole frente a los chicos.
—¿Y
cuando tengas la bala en medio de tu frente, te interesará? —dijo severamente
Ryan. Yo solté una risa cínica.
—Probablemente,
no —quizás ellos jamás me habían escuchado hablarles así—. Tal vez no
consideraron el hecho de que si me pega un tiro antes de lo que yo pueda
hacerlo, ya estaré muerta y no sentiré más.
—Así
que… intentas dejarle toda la mierda a Ronan —dedujo Alfredo poniéndome en la
posición de culpable.
—Tengo
diecisiete, ¡necesito alcohol, fiestas, diversión! Y es mi forma de divertirme,
¿vale? —carraspeé un poco—, si quieren ir a decirle que me vieron aquí a
Justin, vayan. Hagan lo que se les plazca, pero cuando sea hora de que alguien
muera, les aseguro que no seré yo.
Me
abrí paso entre Alfredo y Chaz y caminé hasta donde estaba Miley esperándome
con un vaso de whisky, lo tomé y bebí con odio a fondo blanco. Mi prima me
miraba confundida.
—¿Quieres
irte? —me cuestionó, yo sonreí divertida.
—¿Parezco
tener ánimos de ir a dormir? —Miley negó levemente con la cabeza.
—Oye,
olvidé contártelo —sentenció Miley divertida, yo arqueé una ceja mientras
volteaba hacia la barra. Le hice seña al barman de que me sirviera otro vaso de
whisky, este en menos de lo que pensé lo hizo.
—Gracias
—sentencié, él hizo un gesto con la cabeza, entonces volteé a ver a Miley otra
vez, quien seguía con la misma expresión—, bien, suéltalo —le aconsejé.
—Adivina
la nueva pareja del colegio —hice memoria, pero jamás fui buena para recordar
parejas.
—No
lo sé —me encogí de hombros—, ¿tú y Ryan? —ella frunció el ceño negando con la
cabeza.
—¿Eres
idiota o qué? —al parecer odiaba a Ryan, como cambian las cosas, ¿no?— Jaden
está saliendo con Caitlin.
—¡A
la mierda! —musité asombrada—, ¿enserio? —Miley asintió, era raro enterarme
así. Caitlin era como mi hermana y no me lo contó. Bueno, en realidad no la
había visto en casi dos meses.
—Ninguno
podía creerlo —aseguró mi prima sonriendo divertida—. Tan santa que parecía tu
querida francesa.
—Y
así son las cosas —me encogí de hombros—, ¿quién diría que yo estaría con
Bieber y que él sentaría cabeza? —Miley me miró divertida.
—¿Olvidas
que estaba hablando con Samanta? —de repente mi mente se llenó de odio hacia
sus palabras.
—Él
estaba defendiéndome, Miley —hablé intentando no golpearla en la cara.
—¿Eres
tan idiota, enserio? —me miró detenidamente.
—Puedes
irte al demonio —escupí luego de beber un trago de whisky— Tú no sabes una
mierda lo que pasa e intentas hacerme quedar mal con Justin, más bien que él
quede mal conmigo, ¿qué puta tienes, Miley? —ella soltó un suspiro e hizo una
mueca para encogerse de hombros luego.
—Te
conozco tanto, ___________(tu nombre) —sí, tenía razón. Lo hacía, pero eso no
explicaba ni la mitad de las cosas—, y conozco a Justin también. No son lo que
buscan. Él no sobrevivirá contigo y tú no te adaptarás a él.
—¿Y
qué opinas si te digo que ya lo hicimos? —ella sonrió cínicamente y negó con la
cabeza.
—Justin
aún no te conoce cuando algo te molesta, no sabe cuando llegas con tus
borracheras y haces cualquier locura. Y tú no lo conoces cuando él intenta
“apoderarse de algo” —Miley actuaba raro, ¿qué diablos pasaría?
—¡Ya
habla, Miley! ¿Qué mierda está pasando para que me digas todo esto? —le exigí
casi a gritos, gracias a Dios nadie nos prestaba demasiada atención.
—___________(tu
nombre) —pasó saliva y se quedó en silencio.
—¡Habla,
Miley!
—Samanta
está embarazada de Justin —soltó rápidamente, mi garganta se paralizó antes de
que pudiera gritar qué mierda pasaba, estaba atónita.
—Es
imposible —sentencié—, ¿quién no me asegura que es de Rodrigo? —después de todo
él era su novio.
—Samanta
y Rodrigo comenzaron hace poco más de un mes —sí, era cierto— y Samanta está
casi por entrar en su tercer mes.
—Pero
ella no hace tanto salió con Bieber —le recordé, Miley negó con la cabeza.
—Tú
no estabas enterada, pero sí pasó. Ellos se acostaban mucho antes de lo que tú
crees, ___________(tu nombre) —sentí como mis ojos se humedecían y sentía ganas
de matar a Justin en ese mismo momento—. Lo lamento.
—Justin
va a saber lo que es meterse con ___________(tu nombre y apellido). Él va a
sufrir un poco más que yo aún —dejé el vaso sobre una mesa y me puse de pie.
Sin
esperar a que Miley hiciera lo mismo siquiera, comencé a caminar entre la gente
con rapidez. Me habría paso con brusquedad, ni siquiera prestaba atención a los
insultos que me decían las personas a las cuales empujaba. Divisé a mi presa
justo donde esperaba que estuviera. Apresuré un poco más mi paso y al llegar a
él interrumpiendo la charla con Chaz y Alfredo, besé a Ryan G. sensualmente, él
no se negó y me siguió el beso para luego poner las manos en mi cintura y
besarme con más intensidad aún.
—¿Qué
mierda es esto? —oí a Chaz decir. Volteé sobre mis talones y lo miré sonriendo
cínicamente.
—¿También
quieres un poco? —le pregunté divertida, estaba fuera de mis casillas.
—Eres
novia de Justin, ¿lo olvidas? —se entrometió Alfredo.
—Justin
puede arder en llamas en el mismísimo infierno, ¡poco me interesa! —exclamé.
—Deberías
ir a casa —aseguró Ryan.
—No
parecías quejarte hace menos de dos segundos —volteé a verlo pervertidamente,
él se encogió de hombros.
—No
negaré que eres ardiente…
—¡Ryan!
—lo interrumpió Alfredo— es novia de Justin.
—Y
él no está haciendo las cosas bien —aseguró Ryan G. encogiéndose de hombros.
—Tú
entiendes —le sonreí.
—¡Ya,
vámonos! —sentí como Miley me jalaba sacándome de la ronda de los chicos.
Intenté
zafarme de ella, pero para mi mala suerte había tomado un poco demás y no podía
hacerlo. Al salir ella me metió en la puerta del copiloto del auto, tomó las
llaves de mi bolsillo, se metió en el lado del conductor y comenzó la marcha.
—La
próxima vez que actúes así por despecho voy a molerte a golpes —aseguró Miley,
yo reí cínicamente mientras me burlaba.
—Deberías
dejar que haga mi vida, ¿no lo crees? —ella carraspeó mientras doblaba en una
esquina.
—¿Y
crees que lo haces bien? —estaba a punto de sermonearme y no quería eso.
—¡Cállate
si no quieres que me tire del auto ahora mismo! —le exigí, ella aceleró
intentando hacerme desistir de la idea.
—No
lo harás —aseguró con seguridad de sus palabras—, si lo haces mueres.
—Intenta
retarme —le pedí con un tono de voz frío y vengativo—. Juro que no temo abrir
la puerta y tirarme ahora mismo, ¡sería la solución a todos mis problemas!
—¡Ya
deja de actuar así! —me exigió— Preferiría verte llorar a que te comportes como
una insensible psicópata.
—Pues,
podrás pudrirte en tu tumba antes de que eso suceda —le aconsejé—. No derramaré
ni una puta lágrima por Samanta o Justin. Ellos han acabado de morir para mí,
¿lo entiendes, Miley?
—¡No
seas así! —¿a caso quería verme sufrir?— Deberías hablar con Justin.
—Él
deberá pedirme perdón de rodillas, ¡juro que lo haré pagar por esto, Miley! —mis
ojos se nublaban de la furia, ¡lo odiaba demasiado en ese momento!
Luego
de que Miley me dejara en mi departamento y se llevara mi auto por “seguridad”,
entré y me senté en la mesa con un papel y un bolígrafo.
“No creí jamás llegar a
odiar tanto a una persona como te odio en este momento. Eres miserable y
asqueroso. No vuelvas a acercarte a mí, porque juro que antes de matar a Jen,
te asesino a ti. Te volaré la cabeza en mil pedazos, ¡no intentes solucionarlo!
Solo busca a Samanta y hazte cargo de la mierda que han hecho los dos.
No merecen ni siquiera
estar en mis recuerdos, ni tú ni ella. Son asquerosamente imbéciles y
putrefactos. Te odio, Justin Bieber. Llegué a creer que eras lo mejor que tuve,
que podría estar feliz contigo hasta mucho más tiempo, pero sabes, aprendí que
la mierda se descubre rápido cuando la tienes cerca, el olor delata todo.
Era demasiado increíble que
tú funcionaras bien. Aquí tengo mi mierda, aquí estás, ¡eres tú! Gracias por
hacerme creer que era la “única”, por decir que ibas a amarme y no sé cuánta
idiotez más. Vete al diablo y sé feliz con la puta de Samanta y la maldita
criatura que tendrán. Descuida, ¡jamás! Me volverás a ver y cuando lo hagas,
será en el infierno. Porque si vuelves a acercarte a mí te mataré. Juro que te
destaparé los sesos.
Ojalá madures alguna vez y
hagas las cosas bien. Vete al demonio.
Mis más horribles deseos
para ti y mi puta hermana.
___________(Tu nombre y
apellido).
Lo
metí en un sobre y lo dejé sobre la mesa. Iba a hacérselo llegar cuanto antes
pudiera. Me tiré en la cama y fue cuando reaccioné de la mierda que había hecho
Justin. Un hijo con Samanta, ¡no era justo! No fue jamás justo que me haya
mentido tanto tiempo, jodido pendejo. Miley tenía razón, era demasiado raro que
las cosas funcionaran bien, mucho más que Justin estuviera haciéndolo bien.
Mis
ojos se llenaron de lágrimas y sentí mis mejillas humedecerse con el correr del
tiempo. No podía quedar todo así. Tenía que hacerle sentir lo que dolía esta
mierda para mí, ¡no iba a quedarme quieta a esperar superarlo, simplemente!
Primero iba a gritarle cuando lo aborrecía en su cara, para luego jamás volver
a verlo.
…Al
día siguiente…
Desperté
con un dolor de cabeza tremendo y nauseas. La borrachera de la noche anterior
no me sentaba muy bien que digamos. Eran las 10:00 a.m., me levanté y pasé por
la habitación de Ronan, Erica su niñera, ya había llegado. Saludé casi sin
sonido y me metí en el baño. Me di una ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=71772571&.locale=es. Me até el cabello en un
moño bastante desprolijo y me maquillé como lo hacía usualmente, para luego
dirigirme a la habitación de Ronan.
—Señorita
—me habló Erica cuando entré, la miré detenidamente prestándole atención. Ronan
jugaba a las damas chinas en su ipod—, estábamos hablando con Ronan de ir al
parque hoy —me comentó.
—En
primer lugar, no me digas más señorita, por favor. Me llamo ___________(tu
nombre) —Erica era una muchacha amable—. Y pues, es una buena idea —aseguré—.
Yo no podré acompañarlos, tengo unas cosas que resolver —si se preguntan
cuales, pues Justin y el embarazo de Samanta—. Pero volveré temprano así ceno
con Ronan y te vas antes.
Luego
de arreglar algunas cosas con Erica sobre el cuidado de mi hermano y esas
cosas, tomé las llaves de mi auto y salí de la casa. Manejaba casi como una
maniática por las calles de la ciudad, estaba repleta de ira y asco. Pero ante
mis ojos se posó una imagen que jamás querría haber visto. Abrí la puerta de mi
auto luego de haber aparcado rápidamente. Gracias a Dios era casi un haz del
peligro al volante y además, estábamos en un lugar poco concurrido. Tomé el
arma de la guantera del automóvil y bajé con velocidad.
El
ruido del azote de la puerta del auto hizo que Jen volteara a verme, sonrió
cínicamente no muy sorprendida de verme.
—¿Qué
mierda haces aquí, bebé? —fruncí la cara de asco al verlo allí. Jodido Alex.
—No
hables, patán —le aconsejé y le sonreí cínicamente—. Aún olvidas que puedo
patear tu trasero.
—¿Tú
sola? —rió burlista—, ¿dónde has dejado a los payasos que te acompañan, nena?
—Guarda
silencio —le aconsejó Jen con paz—. No sé si te has enterado pero tú hermana…
—Samanta
me importa una mierda, es una perra —Jen sonrió cínicamente.
—¿Y
qué harás? —me preguntó ella. Sus juegos psicológicos eran astutos, pero me
valía mierda—, ¿asesinarla, torturarla, raptarla y mandarla a otro continente? —yo
solté una carcajada llena de cinismo y sarcasmo.
—No
soy como tú, madre —enfaticé con asco escupiendo las palabras cerca de su cara—.
Samanta puede tener su hijo en paz, quedarse con Bieber y hacer lo que su
vagina mande —los ojos de Jen se encendían en llamas ante mis palabras crueles
hacia su hija “preferida”—. Pero su conciencia no la dejará vivir, como a ti
tampoco. Hacerme creer que me matarás, decirme que tema por mi vida, es un juego
absurdo, Jen —sonreí cínicamente—, porque olvidas que jugamos el mismo juego y
que los novatos tenemos mejores ideas.
—¿Insinúas
que puedes contra mí y todo mi clan? —preguntó burlista.
—Sí
—solté secamente—. Es lo que insinúo. Así que bien, si yo debo temer por mi
vida, tú también, porque juro que voy a hacerte llorar lágrimas de sangre,
querida madre —mi sarcasmo ante la actitud de llamarla madre se llenaba de odio
y asco hacia ella.
—Mira,
mocosa —habló con severidad. Mi mueca de cinismo y altanería no desaparecía de
mi rostro—, no te atrevas a hablarme así, ¿lo entiendes? —su mano se alzó
violenta para estampillarse en mi cara. Me había dado una bofetada, yo reí con
sarcasmo—. La próxima no te avisaré, ¿lo entiendes? Solo te apuntaré y
dispararé, para hacerte un tercer ojo justo en medio de estos dos, en tu
frente.
—Qué
cosa, ¿no? —reí divertida— La venganza no es buena perra, solo si juegas con
fuego te quemas, ¿y adivina dónde te acabas de meter? En la hoguera más grande
que conocerás. Más bien, la última.
…
Aparqué
frente a la casa de Bieber, sabía que esa semana estaría solo, pues Pattie se había ido de Luna de miel. Así
que toqué timbre y su ama de llaves atendió diciéndome que subiera a su
habitación, que Justin habría subido hacía algunos segundos.
—¡Nena!
—exclamó al verme, mis ojos se nublaron de lágrimas y mi pecho subía y bajaba a
descompás gracias a la furia.
—No
me llames así —le exigí con voz áspera—, quizás deberías decirle así a Samanta
ahora.
—¿Otra
vez con eso? —me preguntó algo confundido.
—¿Tú
crees que soy idiota? —le pregunté con odio—, ¡sé toda la mierda que has hecho!
Eres un imbécil.
—¿Qué?
—Sé
que dejaste embarazada a Samanta, Justin ¡lo sé! —grité desesperada en su cara.
—…
no la puedes dejar asi siguela porfis solo un capitulo mas amo la nove eres una grandiosa escritora
ResponderEliminaromg omg omg!!! wtf?? como no puede ser la dejo embarazada!!!
ResponderEliminarsigue la nove esta increible. la amoo
besos
O POR DIOS SÍGUELA ME ENCANTO! SÍGUELA PRONTO! :D
ResponderEliminarOh x la shit me encanto el capitulo ojala qe no este embarazada de justIn la bitch de samanta bueno siguela besos
ResponderEliminarLa amooooooooooooooo Chicas me ayudarian con un like porfavor https://www.facebook.com/photo.php?fbid=336821899769593&set=o.111367450125&type=1&theater¬if_t=like
ResponderEliminarSiquela plisss me puse a leer todas tus novelas son las mejores que he leido siquela cuanto antes porfavor mi nombre es Daniella pero me dicen dany asique siquela pliss gracias
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