viernes, 6 de septiembre de 2013

Capítulo 20°: "Olvidas que la única criminal has sido tú". (2da. Temporada).




—Si tú no la sueltas no la olvidarás —parecía fácil, ¿no? Pues, no era así.
—No sé por qué no puedo, Jazzy —le confesé—. Juro que intenté odiarla, intenté jamás pensar en ella. He buscado miles de maneras de olvidarme de su rostro, de su voz, de su sonrisa, ¿y sabes qué consigo? Amarla más y más. Hay algo que me une a ella de una manera sobrenatural, y aún no descubro qué demonios es.
—¿Y su hijo o hija? —preguntó Jazzy, yo arqueé una ceja.
—Es una niña —murmuré.
—¿La has conocido?
—Sí. Se llama Adelaide, es una niña adorable y dulce. Muy hermosa —muy bonita.
—¿Y cuánto tiempo tiene, Just? —Jazzy lo preguntaba inocentemente, pero un presentimiento crecía en mi interior. Mi instinto me estaba diciendo algo.
—Dos años —calculé a grandes rasgos. Jazzy me miró detenidamente, prestándome atención—, ¿qué estás pensando, pequeña?
—No, no es nada —me sonrió intentando tranquilizarme. Pero era tarde.
—Dímelo, Jazmyne —le pedí con autoridad.
—¿Estás seguro de que la niña no sea tuya, hermano? —preguntó algo temerosa. Un nudo se formó en mi garganta.
—En realidad, no. 




…Narra ___________(tu nombre)…




—No creí que iba a encontrarte —le aseguré mirándolo mientras me ponía de pie. El cual, por cierto, dolía y mucho.
—¿Estás bien? —me preguntó viendo mi mueca adolorida— Vamos, te llevaré al hospital.
—No, no —me negué sacudiendo la cabeza—. Estoy bien, Louis. Gracias de todos modos.
—Mmmj, tu pie no se ve bien —me dijo mirando que prácticamente no lo apoyaba.
—Duele un poco —confesé, pero no debía mostrarme herida. No quería hablar con él o alguien más del clan—. Pero no es nada que con hielo no se cure, gracias de todas formas. Debo irme.
—No opino eso —y sí, mi cara no transmitía eso tampoco—. Vamos, te llevaré al hospital.
—No, Louis, no es necesario —repetí harta de su insistencia.
—No dejaré que conduzcas con el tobillo así —me anticipó—. Estás golpeada, vamos —él abrazó mi cintura y comenzamos a caminar, prácticamente fuera de mi consentimiento, pero no podía hacer otra cosa. Realmente me dolía muchísimo el pie.
—Estoy en mi auto si…
—Tengo la camioneta —me avisó—. Sabes, creí que ya no bailabas —¿cómo sabía él que antes yo sí bailaba?
—Jamás creí encontrarte aquí —pues, no tenía la más pálida idea de qué hacía en un estudio de danzas—, ¿qué hacías aquí?
—Jazmyne envió una carta a la casa para mí, la hermana de Bieber —recordaba a Jazzy, pues la había visto hacía poco—. Me pidió que viniera aquí, pero al parecer no vino ella.
—No la vi —gracias a Dios—. Es más, de todas las veces que he venido en dos años, jamás la he vuelto a ver en el estudio.
—Debe ser una ventaja —carraspeé intentando que él callara—. Digo, no sé si quisieras responder la verdad de todo.
—¿Qué verdad? —pregunté confundida. Él sonrió divertido mientras abría la puerta del copiloto. Me ayudó a subir y dio la vuelta para hacer lo mismo, luego arrancó el motor.
—La verdad de todo —repitió contestándome—. Que Justin se metió en esto, que lo abandonaste, que te casarás con Malik, que tienes una hija. Todo —me explicó resumidamente.
—No tendría por qué saber de mi vida —ella no era nadie para mí. Solo mi ex cuñada. Pues, más allá de la farsa en la que vivía, era la tía de Adelaide, pero nadie podía decírselo y nadie debía tampoco.
—¿No esperarás que me trague también el cuento de que la niña es de Malik, o si? —dijo irónico mientras comenzaba a conducir— No la he visto, pero apuesto a que no es ni siquiera parecida a Zayn; ¿sabes por qué? Porque estabas embarazada ya cuando te fuiste de la casa, ¿no es así? —mis nervios aparecían.
—Estás delirando, Louis —me digné a decir—. Nada de lo que dices es cierto —mentí otra vez.
—¿No? —dijo divertido— No te conoceré como Bieber, Miley o Caitlin, pero sé que mientes.
—¿Y por qué nadie más pensó como tú? —le dije desafiándolo— Es algo absurdo lo que dices, Louis. No tiene explicación que no esté con Justin si la niña fuera de él. Bien sabes que lo amé.
—Y lo amas —agregó.
—No, lo amé —lo corregí. Él soltó una risa irónica.
—¿Es por eso que te ves tan amargada cuando estás con Zayn? —dijo irónico— Y sí, te he visto antes en New York. Solo no dije nada. Siempre supe cosas de ti, pues yo siempre estoy en la ciudad y tú siempre te mueves por dónde antes. Descuida, jamás le he dicho nada a Justin —intentó tranquilizarme. Yo me sentía atormentada—. He visto también a Adelaide, no de cerca, pero considero que tiene un gran parecido a Justin. No tienes que mentirme. No me meteré en tus asuntos e iré corriendo a decirle esto a Justin.
—No tengo nada que ocultar —le expliqué nerviosa—. Lo que sabes es lo cierto, Adelaide es hija de Zayn Malik, mi futuro esposo —las palabras cada día me dolían más. Era una descarada y me aborrecía a mí misma por ello.
—Pues, entonces habías engañado a Justin, ¿no? —fruncí el ceño incómoda.
—¡Claro que no! —exclamé. Lo amaba, jamás lo traicionaría— Sabes que lo amaba, no iba a traicionarlo.
—Lo amas —repitió su idea—. Y aún no entiendo por qué mentirle así.
—¡No estoy mintiéndole a nadie! —pfff, ¡claro! Ni yo misma me creía esa enorme mentira.
—Está bien. Sigue viviendo en tu propia mentira. Pero recuerda, ___________(tu nombre), que no solo estás lastimándote tú. Lastimas a Justin, a Adelaide, a Zayn y mayormente a ti. Porque apuesto que cada vez que debes mentir te duele y mucho más debe dolerte cuando oyes a la pequeña decirle “papá” a Zayn, quien no es su verdadero padre —las lágrimas aparecieron rápidamente cristalizando mis ojos, ¡mierda! Dolía.
—¡Tú no sabes una mierda! —exclamé desesperada— No sabes la mierda en la que vivo, así que no intentes juzgarme, Louis. No lo hagas porque seré capaz de cualquier cosa.
—No sé por qué me mientes, si los dos sabemos que es verdad lo que he dicho.
—Sí, es verdad —le admití comenzando a llorar—. Es verdad que soy una cobarde, que vivo en una puta mentira, que la niña es de Justin y no de Zayn y que me duele todo lo que sucede desde el día que supe que estaba embarazada y debí mentirle a todos para salvar mi trasero y el de la niña.
—Deberías terminar con esta farsa, ___________(tu nombre). Deberías hacer lo correcto, porque si Bieber se entera por otra persona, no sé de lo que será capaz y sabes que cuando está furioso nada lo detiene. Ni siquiera el amor que siente por ti —Louis tenía razón.
—¿Y qué hago? —le cuestioné confundida, abrumada— Ir y decirle: “Te mentí, la niña es tuya. Es tu hija” —suspiré y sonreí amargamente— ¡Claro que no! Me mataría y me quitaría la niña. Lo que no quiero es perder a Adelaide.
—Deberás hablar con él, creo que es la mejor opción. Tarde o temprano lo sabrá, y créeme que cuanto más tiempo pase, más daño te hará —era cierto.








Un presentimiento raro y malo me invadió esa mañana del martes cuando abrí los ojos. Zayn se había ido temprano y Adelaide aún dormía. Luego de ducharme me cambié por algo así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=96553396&.locale=es. Me maquillé y bajé hacia la cocina. Cuando la niña despertara bajaría, como todas las mañanas alrededor de las 10. A penas eran las 8. Mientras preparaba el desayuno el timbre sonó. Supuse que era Miley, así que me dirigí a abrir.



—¿Qué haces aquí? —cuestioné sin emoción alguna. No quería verlo.
—Necesito que hablemos —me informó con autoridad—. Ahora mismo —añadió.
—Si Zayn te ve aquí…
—¡Me importa una mierda! —exclamó— Si veo a ese tipo lo mataré —me informó. Estaba demasiado nervioso. Le abrí paso y entró. Cerré la puerta y nos sentamos en los sillones.
—¿Qué sucede? —pregunté mirándolo fijo y frívola. Sentía el peligro volver a mis venas.
—¡Sucede que estoy harto de esta mierda! —exclamó.
—La niña duerme —le informé—. Procura no gritar, ¿vale? —mi tono no fue demasiado amistoso.
—Quiero que me digas la verdad, ___________(tu nombre) —suspiró y me miró fijo con sus ojos miel—. Quiero que me cuentes por qué mierda te fuiste.
—Es un tema pasado, ¿vale? —pasé saliva—. No quiero más pasado, solo estoy viviendo bien, ¿ya? Es todo.
—¡Una mierda! —dijo tomándome con fuerza del brazo— No es todo. En realidad, no es nada. Quiero saber qué pasó.
—¿Sabes qué pasó? —le expliqué harta— No quería tenerte cuidándome el trasero, ¡eso fue! Me cansé de que me trataras como un bebé.
—¿Y fue por eso que te fuiste embarazada del Clan? —Louis claramente había hablado con él.
—Yo no me fui embarazada del Clan. Quedé embarazada cuando me vine a vivir con Zayn —le mentí intentando parecer convincente en mis palabras.
—Estoy seguro de que Adelaide es mi hija y no de Zayn —mi corazón paró de latir en ese instante.
—¿De dónde sacaste eso? —dije casi sin expresión— ¿Cómo dices semejante idiotez, Justin?
—La niña es mi vivo retrato —era cierto—, ¿cómo esperas que crea que es de Zayn?
—Pues, no sé por qué dices eso, la niña no es parecida a ti —definitivamente, no podía mentir al respecto.
—Exijo una prueba de ADN —escupió él soltándome el brazo.
—¡Pues sí! —grité desesperada poniéndome de pie— La niña es tuya, ¿feliz? Adelaide es tu hija, porque cuando me vine a la ciudad ya tenía tres meses de gestación. Tuve que mentirte y sabes para qué, para que la niña se criara tranquila en paz y fuera una niña normal, no que estuviera rodeada de criminales —Justin quedó helado y se paró frente a mí.
—Olvidas que la única criminal has sido tú —mi mano se elevó y bofeteé su cara con fuerza. Él se quedó viéndome con odio, ira. Con desprecio—. Me has mentido, ¿y sabes qué es lo peor? Que hay un lazo que me une a la mujer más deplorable que conocí en mi vida. Eres una perra, una puta barata, te has aprovechado del imbécil de Zayn y me has mentido descaradamente a mí y a todos los demás —mi corazón se caía a pedazos—, ¿sabes una cosa? —me miró y sonrió con asco, como le sonríes a quien odias— Eres el mismo retrato de Jenn.
—¡Vete! —le grité— ¡Vete si no quieres que te mate aquí mismo! Vete —él ni siquiera se movió.
—No hasta que me des a la niña —añadió con autoridad.
—¡Claro que no te la daré! —me negué rotundamente— Adelaide no es ni será nunca tu hija, solo tiene tu maldita sangre y nada más. Vete —sus ojos se oscurecieron de odio y me tomó por los hombros haciéndome retroceder hasta pegarme con la pared.

—Estas me las pagaras, ___________(tu nombre) —me advirtió—, ¿sabes por qué? Porque el amor, el inmenso amor que sentía por ti, acaba de morir en tu maldita hoguera, donde pronto arderás tú. 

4 comentarios:

  1. la primera en comentar ! wujuu ! me encanta tu nove poly ! en serio amo como escribes <3 siguela cuando puedas :*

    pd: cuando puedas pasate a mi blog quiero que una escritora como tu me diga como voy en mi nove http://paulabelieve06.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. polyy yo queria mas amor entre justin y rayita :'''''''''( ellos no pueden estar asi, eso no me gusta :'(

    ResponderEliminar
  3. Poly te leo hace 50 mil años y lo sabes pero ya no me gusta la novela, el rumbo que tomo ya no, osea ya no hay amor de que esntonces? Una guerra fria? Vengamza? Nose pero desde have capitulos ya bo me gusta para nada pero no lo dije la sigo leyendo y lo hare porque prometi llegar al final y siertente me intruga pero a veces ya no quiero leerla por lo que voy a ver me entiendes? Ya no hay ni un apice de amor y la verdad nose te seguire leyendo lo juro pero tenia que decirtelo espero y la sigas pronto y pues espero que todo se soliciones (en la novela)
    Me encanta tu novela, siempre has sudo excelente escribiendo espero y la sigas pronto

    ResponderEliminar
  4. Woooow dios dios dios dios me encanta como escribís :) y la verdad como haces q la nove sea tan dramática me encanta de verdad :) seguila cundo puedas :
    Besooooos xx cuidatee :)

    ResponderEliminar

¿Te gusta mi nove? ¿Debo cambiar algo? Dímelo :) Espero tu opinión :D