lunes, 9 de septiembre de 2013

Capítulo 21°: "No sabes cuantas veces he soñado con esto". (2da. Temporada).




—Exijo una prueba de ADN —escupió él soltándome el brazo.
—¡Pues sí! —grité desesperada poniéndome de pie— La niña es tuya, ¿feliz? Adelaide es tu hija, porque cuando me vine a la ciudad ya tenía tres meses de gestación. Tuve que mentirte y sabes para qué, para que la niña se criara tranquila en paz y fuera una niña normal, no que estuviera rodeada de criminales —Justin quedó helado y se paró frente a mí.
—Olvidas que la única criminal has sido tú —mi mano se elevó y bofeteé su cara con fuerza. Él se quedó viéndome con odio, ira. Con desprecio—. Me has mentido, ¿y sabes qué es lo peor? Que hay un lazo que me une a la mujer más deplorable que conocí en mi vida. Eres una perra, una puta barata, te has aprovechado del imbécil de Zayn y me has mentido descaradamente a mí y a todos los demás —mi corazón se caía a pedazos—, ¿sabes una cosa? —me miró y sonrió con asco, como le sonríes a quien odias— Eres el mismo retrato de Jenn.
—¡Vete! —le grité— ¡Vete si no quieres que te mate aquí mismo! Vete —él ni siquiera se movió.
—No hasta que me des a la niña —añadió con autoridad.
—¡Claro que no te la daré! —me negué rotundamente— Adelaide no es ni será nunca tu hija, solo tiene tu maldita sangre y nada más. Vete —sus ojos se oscurecieron de odio y me tomó por los hombros haciéndome retroceder hasta pegarme con la pared.
—Estas me las pagaras, ___________(tu nombre) —me advirtió—, ¿sabes por qué? Porque el amor, el inmenso amor que sentía por ti, acaba de morir en tu maldita hoguera, donde pronto arderás tú. 
—¡Vete! —le grité al ver que él no se movía— ¡Vete Justin, vete! No quiero verte —sus ojos estaban clavados en mí con furia.
—¿Por qué debo hacerte daño? —preguntó retóricamente entre dientes— ¿Por qué me has lastimado así, ___________(tu nombre)? ¿Qué te he hecho para que me pagues así? —mis ojos se llenaron de lágrimas mientras él pegó mi cuerpo contra la pared poniéndole el suyo y su peso encima.
—Cuando supe que estaba embarazada solo pensé en proteger a Adelaide —él me miró fijamente y sus ojos se cristalizaron.
—¿Y crees que alejándola de mí no corre riesgo? —preguntó irónico— ¿Olvidas qué clase de tipo es Zayn? A caso, ¿olvidas tu pasado, ___________(tu nombre)? —agaché mi mirada, pero él estaba demasiado cerca. No tenía reflejos ni reacciones, me absorbía.
—Adelaide ha crecido como una niña normal —atiné a defenderme—. Y pretendo que siga siendo así.
—No esperas que me quede de brazos cruzados, ¿verdad? —yo arqueé una ceja confundida.
—¡No, Justin! —le pedí llorando— No le hagas nada. Por favor.
—Quiero llevármela —mi corazón se oprimió tanto hasta casi hacerme gritar, ¡no podía hacerlo! Me moriría.
—Me matarás si lo haces —confesé con voz débil, me sentía morir—. Es lo único real que tengo, es lo único que me queda Justin. No, por favor —le rogué, pero él no se sintió menos. Solo no se inmutó.
—No me quitarás el derecho de sentirme su padre y actuar como tal —me aseguró. Mis lágrimas caían desesperadas entre sollozos—. No me interesa cómo mierda te sientas, a ti no te importó como yo me sentí… mucho menos te importa cómo me siento ahora. Sigues pensando en ti.
—¡La niña ni siquiera te conoce! —le recordé a gritos.
—¡Y sigues pensando en ti! —me gritó nuevamente desesperado— No entiendo cómo puedes aniquilarme así. Jamás te hice daño, aún así tú me has destrozado, ___________(tu nombre). Si tú no tienes nada sin Adelaide, piensa cómo me he sentido yo durante estos dos años, ¡que no he tenido nada sin ti! Nada —jamás me había dolido tanto algo.
—Lo lamento —logré soltar—. Perdón. Discúlpame.



Él me apretujó entre sus brazos casi en un instante. Sentí mi cuerpo desvanecerse, honestamente ya no tenía ninguna clase de fuerzas, ¡nada! Estaba débil, demasiado débil. Mis lágrimas caían rápidamente, me sentía una total mierda.



—Te amo con mi vida —me confesó—. Jamás he dejado de amarte, pero no puedo perdonarte, ___________(tu nombre). Porque sé que eso no cambiaría nada. Tú no estarías conmigo ni repararías los dos años que perdí lejos de mi hija —solo lograba llorar mientras él se separaba de mí y yo caía sobre mis rodillas en el suelo, para quedar sentada con la espalda en la pared.
—Te amo con todo lo que soy, Justin —me animé a confesar—. Y no sé qué esperas de mí, pero… estoy dispuesta a cualquier cosa con tal de no alejarme de Adelaide —y cuando decía cualquier cosa, era cualquier cosa.
—¿Por qué si me amas has hecho todo esto? —me preguntó arrodillándose frente a mí—, ¿por qué, nena? —esta vez sonaba calmo, mientras sus manos levantándome por el mentón.
—Porque sabías que yo no estaba bien. Cuando reaccioné era demasiado tarde —por primera vez en mucho tiempo estaba hablando con la verdad.
—Busca a Adelaide y vámonos —lo miré fijamente sorprendida—. Dijiste que me amabas y qué harías cualquier cosa por no separarte de nuestra hija. Pues, hagamos las cosas como siempre debieron ser.
—Justin yo no… —intenté hablar.
—¿Por qué no? —me interrumpió— No amas a Zayn y la niña es mía, ¿qué estaría mal? —era ahora o nunca.
—Bien —carraspeé y enjuagué mis lágrimas con mis puños—. Tomaré algunas cosas, despertaré a Adelaide y nos vamos, ¿vale? —una enorme sonrisa apareció en su rostro.
—¿Hablas enserio? —yo asentí.
—Es lo que quieres, ¿no?



Casi una hora después estaba todo listo. Había armado dos maletas mías y una de Adelaide. Desperté a la niña y la cambié por unos shorts y una remera simple, debíamos irnos antes de que Zayn estuviera allí. Subimos al automóvil de Justin y sentamos a Adelaide atrás, por precaución, él comenzó a conducir.



—¿A dónde iremos? —le pregunté.
—¿Importa eso ahora? —me preguntó él algo emocionado— Porque a mí no mucho.
—Justin no estamos solos —le recordé—. Adelaide viene con nosotros —él carraspeó.
—Bien, iremos a mi departamento y allí veremos qué hacer —sentenció—. No puedo creerlo —añadió por lo bajo y esbozó una pequeña sonrisa.



Debía admitir que era lo que había soñado cada noche de la mentira que era mi vida hacía dos años ya. Aún así, no todo iba a ser tan fácil y lo sabía. Justin no se olvidaría así como así que le mentí durante tanto tiempo y Zayn no se quedaría de brazos cruzados; después de todo él consideraba a Adelaide como su hija aún. De todas maneras, sabía que estar con Justin era mi destino, bien o mal. Entre armas, balas o en la paz de la más tranquila armonía, él era mi vida.



—Mami, tengo miedo —musitó Adelaide desde el asiento de atrás.
—Descuida, cariño —le pedí desesperándome. No quería verla mal—. Todo está bien. Iremos a la casa de Justin, ¿lo recuerdas? —ella asintió mientras yo la miraba cálidamente— Y él nos llevará a nuestra nueva casa.
—Soy tu amigo ahora, pequeña —Justin le hablaba con ternura, aún así sin mirarla. Él iba conduciendo.
—¿Iremos al parque hoy a la tarde, mamá? —no podía decirle que sí. Al menos no hasta que supiéramos qué hacer.
—Quizás, nena —no quise desanimarla—. Puede que Justin nos acompañe, ¿qué dices?
—Está bien —sonrió levemente y yo volví a acomodarme hacia delante en el asiento.



Casi 20 minutos después Justin aparcó frente a un edificio y allí bajamos. Subimos hasta el tercer piso, yo con Adelaide en brazos, quien por cierto dormía. Allí entramos a un lujoso pero pequeño departamento.



—La recostaré un momento en el sillón —susurré—. Debemos hablar —me acerqué al sillón y dejé a la niña allí. Luego seguí a Justin hasta la cocina.
—No creas que todo está bien —me informó—. Aún no te he perdonado.
—Lo sé —murmuré—. Pero no podemos quedarnos en la ciudad —cambié de tema—. Zayn no debe vernos.
—¿Y qué le dirás a la niña? —me preguntó Justin— Ella cree que él es su padre —escupió sentándose.
—No lo sé —me encogí de hombros—. Luego veré qué hago con Adelaide. Primero es ver dónde quedaremos.
—No puedo irme de la ciudad —me recordó—. El Clan sigue aquí, no se mudarán todos.
—Y yo no puedo arriesgarme a que Zayn le haga daño a la niña —sentencié con autoridad—. Tú decides.
—Deberás acompañarme a la guarida —murmuró—. Hablaré con los chicos allí.
—No entraré a ese lugar, me sacarán los ojos —ninguno de ellos, supongo que en especial Willow, me pasaba ahora.
—¿Desde cuándo eres tan cobarde, ___________(tu nombre)? —me preguntó algo irónico— Creí que seguías siendo la mujer de la cual me enamoré. Pero ahora… eres una niñita.
—¿Quieres ver a la mujer de la cuál te enamoraste? —sonreí cínica— Bien, la verás —le advertí y en un ágil movimiento me senté en su falda frente a él. Justin se sobre saltó un poco.
—¿Qué haces? —cuestionó atónito, un poco incómodo y sorprendido quizás.
—Lo que hice contigo cuando te conocí —le respondí bajando un poco más mi escote, los ojos de Justin se perdieron allí.
—Mierda —murmuró cerrando los ojos—. Olvidaba lo sensuales que eran tus tatuajes —sentí como suspiró deseoso, yo desprendí los primeros botones de su camisa negra y acaricie su pecho suavemente.
—¿Mmj? —suspiré sensualmente acercándome a su oído—, ¿y te gustaría recordarlos uno por uno? —con seguridad y confianza él apoyó sus manos en mis muslos, atrayéndome más hacia su torso y su creciente erección.
—¿Por qué debes hacerme esto? —preguntó respirando pesadamente cerca de mi pecho— Sabes que no te he perdonado.
—¿Y por qué no? —le pregunté— Después de todo, estamos juntos en esto nuevamente —lo vi de reojo sonreír levemente y sentí como se estremeció cuando mis labios se apoyaron delicadamente en su cuello.
—Debemos irnos pronto —me recordó con la voz algo entrecortada gracias a mis besos.
—Mmmh… hay tiempo —le informé—. Mucho más del que crees. Zayn no se molestará sino hasta la noche —estaba más que segura.
—Bien, divirtámonos entonces —sonrió una vez más y comenzó a besar mi cuello y recorrer la parte desnuda de mi cintura con sus cálidas manos.



Justin se levantó de la silla y yo rodeé su cintura con mis piernas, él recorrió mi cuello con pequeños besos, ¡diablos! Jamás nadie me había hecho sentir así. Sentí como caminaba hacia Dios sabe dónde. Nunca había deseado tanto a alguien. Entramos a la habitación y lentamente él se encargó de depositarme en la cama. Se quedó sobre mi pero teniendo su peso en sus propios brazos.



—No te irás después de esto, ¿no? —lo vi tan vulnerable, tan puro, tan pacífico que no pude decirle nada.
—Claro que no —respondí después de unos segundos.



Poco después sus calurosos y perfectos labios estaban sobre los míos. Un calor peculiar que mi cuerpo necesitaba y consideraba como parte suya regresó a mí. No podía negar, de ninguna manera, que Justin era el único amor de toda mi vida. Nuestras bocas bailaban un ritmo deseoso mientras sus manos recorrían mi cuerpo dulcemente.






—No sabes cuantas veces he soñado con esto —murmuró acariciando mi espalda, yo estaba recostada boca abajo con mi cabeza en su pecho. Nuestras respiraciones eran una armonía pacífica.
—Ahora sí no tenemos demasiado tiempo —le recordé—. Debemos salir de New York, pero antes debemos lograr que Adelaide no nos encuentre así cuando despierte —añadí algo divertida.
—Te amo, ___________(tu nombre).
—Te amo, Justin. 

5 comentarios:

  1. Poly. Por Que ma haces esto por Que ladeja en la parte Que mas me gusto. Pero no importanta Siguela cuando pueda. Como siempre buena escritora la ame.

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  2. :0 woooooooooooow como haces para q cada capítulo sea tan hermoso y cautivador ? Dime cómo haces para hacerlos tan... Tan hermosos y perfectos ? Cómo haces para q me sienta hasta yo amada al leerlos ? Cómo ?
    La verdad ya se que ya te lo dije pero amoo como escribes y cada capítulo :D me encantan ! De verdad !
    Besoooooos xx cuídate :D
    PD: seguila cuando puedas esta hermosa ! :*

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  3. OMBBBB SSIN PALABRAS!!!! Bose como le haces pero logras solucionar todo!!! Enserio me siento mal por el anterior comentario enserio me siento de mierda pero la verdad era lo que pensaba, ya no me gustaba tanto odio era como que "pobre" *llorar llorar y mas llorar* (y si lloraba creelo) pero nose como volteaste todo ERES MI IDOLA pero enserio tu sigue la novela a como la planeaste no como nosotras querramos es tu novela, y yo se que me gustara a pesar de todo ^^ asi que suerte chica, te dije que no me gustaba ya casi nada (ya explique porque) pero dije que siempre estate alli (porque tus finales son a lo bomba y ademas me intrigaba ya estoy metida en la rayiiisss patea traseros) y bueno espero y la sigas esta padrisima (que sigo en contra del odio no creas mal) pero nose que le hiciste que el tema volvieron a ser ellos, ERES LA DIOSA en esto enserio felicidades, gracias y no cambies por nosotras que como he dicho seguimos alli :***

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  4. Y yo que pensaba que iba a tardar dos años más en que se perdonen! Mirá ahora lo hiciste en un capitulo y te hemoso :') ¡Que alegria!
    Se aman, se aman, se aman, se aman, aman a Adelaide ah. kajskjaksjak
    Seguilaa! Que llega la parte de Zayn :3
    Besos, me encanta como escribis :)

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  5. Polyyy siguela te lo pidooo porfas esta super hermosassss siguelaaaa

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