sábado, 2 de marzo de 2013

Capítulo 45°: "Era mi elección entre el camino de la muerte y el camino de la vida".





—Amarás conducir en Paris —dijo con total seguridad—. Sé que amas conducir como maniática, eres un demonio al volante.
—Soy un demonio —le aseguré.
—Lo sé, uno ardiente y sexy —era raro oírlo a Chris coquetear.
—¿Otra vez coqueteándome? —no era por nada, pero comenzaba a ser constante y eso me intimidaba un poco, ¿Chris querría conmigo?
—Venga o yo soy malo coqueteando o tú eres muy lenta —definitivamente, quería conmigo.
—No soy lenta, ni tú malo —aseguré—. Solo que no acostumbro a salir con mis amigos en este plan. Sabes el fiasco que soy en las relaciones, ¿estarías dispuesto a ser tan retorcido? No lo creo, Chris.
—Tú jamás has podido ser retorcida conmigo —me recordó astutamente y para mi sorpresa, pensándolo bien, él tenía razón—. No sé por qué, pero nunca has sido conmigo como lo eres con los demás.
—Me conoces demasiado bien —podría ser un punto a favor o un punto en contra—. Pero eso no me asegura que funcionará. Chris, para serte sincera, sigo queriendo a Justin.
—No salí para hablar de eso —me aseguró y sonrió mientras seguía al volante—. Solo quería disfrutar lo que estaré en New York.
—¿Y a dónde iremos? —cuestioné, quién sabe los planes de Justin.
—Descuida, sé que va a gustarte —eso no bastó para sacarme la intriga, ¿a dónde me estaría llevando Christian?






Christina había estado pegado a mí todo el día, sabía que eso era obra de Caitlin, Miley y Jaden, quizás de Justin también, aunque a él no le agradaría que pasara tiempo con Chris, era celoso. Logré zafarme de él diciéndole que pasaría la noche en el departamento, solo con Ronan, pero en realidad, tenía planes con Zayn esa misma noche.

Me di una ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=74180174&.locale=es, me dejé el cabello natural, cayendo por los hombros con algunas ondas en las puntas, me sombreé los ojos de colores oscuros y me delineé rabiosamente, luego me pinté los labios de un bordó oscuro. Tomé el bolso y salí de casa, había quedado de encontrarme con Zayn en un bar a las afueras de New York, necesitaba un poco de él.

Al llegar, aparqué y bajé. Cerré el auto y metí las llaves en mi bolso, mientras me acomodaba el vestido divisé a Zayn caminando hacia mí.


—Hola, nena —saludó Zayn, fruncí el ceño ante la idea de que me volviera a decir así.
—Hola, Zayn —saludé yo fríamente.
—Oh, estás de mal humor —sentenció acercándose a mí peligrosamente y acariciando mi mejilla con su pulgar—, ¿qué pasa, bebé? Estás tensa.
—Necesito tomar algo —cambié el rumbo de mi mirada hacia en bar, sabía que Zayn intentaría besarme. Él sonrió cínicamente.
—Sigues siendo la misma —aseguró—. Pero descuida, hoy se te quitará toda la rabia que traes encima.


Entramos al bar y Zayn pidió en la barra dos whiskys, luego nos sentamos en una de las mesas para dos, estaba bastante tensa. Antes de si quiera esperar que el whisky se diluyera un poco con el agua que desprendía el hielo al derretirse, bebí un sorbo. Sentí como quemó mi garganta, ¡jodido alcohol! Como extrañaba esa sensación. Solté un suspiro y al mirar hacia el frente me encontré con los ojos pardos de Zayn.


—¿Qué? —solté inconsciente, sus ojos me intimidaron siempre.
—Sé que algo te pasa y por eso quisiste verme, ¿qué tienes? —pues, para algo que era obvio, Zayn me conocía y muy bien.
—El patán que llevé hace unas semanas al lago, me cagó la vida —los ojos de Zayn brillaron algo raro.
—Sabía que ibas a enamorarte —pensó en voz alta. Mi estómago se encogió de odio al recordar a Bieber—, ¿qué hizo? ¿Te engañó, te dejó por otra o qué cosa?
—¿Recuerdas a Samanta? —él arqueó una ceja.
—¿La perra rubia de faldas extremadamente floreadas y cosas rosas? —yo asentí asqueada ante su descripción— Es tu hermana, sí.
—Está embarazada de Bieber —Zayn soltó una carcajada algo burlista.
—Ese tipo es un imbécil —no era novedad para mí—, ¿a caso no sabe del condón? ¿De dónde viene? ¿Marte?
—No lo sé —me encogí de hombros y bebí otro sorbo del whisky—. Solo sé que cuando lo supe hace unos días, él quedó enterrado tres metros bajo tierra para mí.
—¿Tal como pasó conmigo? —noté su sarcasmo— Vamos, si lo quieres es obvio que cuando el tiempo pase regresarás arrastrada hacia él.
—Tú bien sabes lo distinta que fue nuestra situación —muy distinta—, yo jamás esperé terminar en rehabilitación por tu culpa.
—Fuiste muy idiota, como yo lo fui —fruncí mi ceño y carraspeé un poco.
—Era una niña de 16, ¿qué esperabas, Malik? —él se encogió de hombros.
—No te culpo, bebé —en todo caso, yo debía culparlo a él, ¿no?—. En todo caso, fui yo el que hizo mal las cosas. Te quería tanto, nena; temía con mi vida que te fueras y cambiaras a ser fresa y rescatada otra vez. Era casi como una obsesión contigo.
—Lo sé —musité y sonreí levemente—, también te quería así, pero sabes algo —suspiré y lo miré fijo—, en rehabilitación me di cuenta que cuando el amor te destruye, no es amor.
—¿Y qué harás? —arqueé una ceja confundida, él tomó un sorbo de su vaso y relamiéndose los labios esbozó una media sonrisa—, digo, ¿qué harás para quitarte el recuerdo y el amor de Bieber de encima?
—No tengo idea —sentencié y le sonreí divertida para beber un poco de alcohol otra vez—, dicen que un clavo saca a otro clavo.
—¿Estás coqueteando, ___________(tu nombre)? —sabía que Zayn tenía debilidad por mí y eso me daba puntos a favor por cada movimiento que pensara hacer.
—¿Quieres que coquetee contigo? —le pregunté pícaramente.
—Tú sabes que no estoy dispuesto a detenerme si tengo momento para empezar —sonreí divertida poniéndome de pie, tomé mi vaso y caminé hasta él, me senté sobre su regazo y le sonreí seductoramente.
—¿Y qué esperas comenzar, Zayn? —susurré a su oído pasando una de mis manos por su pecho, sentí perfectamente como las manos de Zayn apretaron mi muslo y sonreí divertida exaltando un poco mi respiración cerca de su oreja.
—Estás logrando que te desee y no estoy segura de que quieras sexo en el coche como lo hicimos tantas veces —lo tenía justo donde lo quería.
—¿Y quién dijo que debíamos ir al coche? —le pregunté—, podemos conducir hasta tu departamento, no es tan lejos de aquí.
—Pues, ¿qué esperamos, bebé? —me preguntó y suspiró deseoso sobre mi cuello.
—Vámonos —le ordené.


Zayn dejó un billete bajo su vaso casi lleno, solo me jaló llevándome de la mano hacia la salida. Salimos y subimos en su auto, sabía que debería volver luego a buscar el mío, pero no me hice problema. Después de acostarme con él, volvería por mi automóvil. Zayn conducía como un maniático.

Aparcó frente a su casa, yo bajé mientras él lo hacía. Zayn llegó hasta mí y me acorraló contra el carro, besó mis labios con desesperación, sonreí mientras él besaba mis labios, lo tenía donde quería. Él hizo que mis piernas rodearan mi cintura y comenzó a caminar mientras besaba mi cuello. Abrió la puerta sin dejar de besarme la cavadura entre el cuello y la oreja. Sus manos apretaron mis muslos hacia adelante haciendo que sintiera su erección, suspiré sintiendo como me humedecía de a poco. Zayn sonrió victorioso, era increíble lo ardiente que éramos juntos. Lujuria pura. Sus labios se apoderaron de los míos y con nuestras lenguas bailábamos sexualmente.

Él me depositó sobre el sofá de su casa y mientras me miraba con ojos de deseo se estiró un poco y sacó un cigarro del bolsillo de su chaqueta. No era tabaco, era marihuana y estaba consciente de eso. El escuchar mi silencio, creo que él lo tomó por un sí. Encendió el porro y lo caló por primera vez. Noté como un humo blanco y espeso, más espeso que el de un cigarro de tabaco común y corriente, salí levemente por su boca. Cerró los ojos con placer y sonrió para volver a mirarme. Soltó el humo justo enfrente de mi boca haciendo que aspirara el humo, que era lo mismo que fumar. Me ahogué un poco primero, pero jamás pensé que volvería a sentir esa sensación alguna vez.


#Flash Back#
Narra la escritora:



La noche en el “Blues Dark” no pretendía ser muy distinta a las demás. Las rameras entraban y salían esperando irse con alguien que le diera más de 100 dólares, los muchachos salían ebrios intentando llevarse a sus novias o a la conquista de la semana a la cama y ___________(tu nombre y apellido) junto con su flamante novio Zayn estaban catalogados como los reyes de la noche. 


—¿Qué haremos hoy, nena? —le preguntó Zayn a su flamante novia, los dos se veían enamorados, solo que era un amor con doble filo.
—¿Sabes lo que quiero? —ella volteó a verlo con una enorme sonrisa pícara en el rostro— compremos unas botellas de whisky, un poco de cocaína y algunos porros, necesito volar —Zayn la miró detenidamente.
—___________(tu nombre) consumiste una línea de heroína hace dos segundos —ella rió divertida, como si poco le importara.
—¿Y eso qué? —preguntó ella acomodándose un poco la falda que apenas cubría su trasero—, vamos, es sábado, tengamos un poco de diversión, Zayn, no seas aguafiestas —la debilidad de Malik era ella, no podía decirle que no, aún si diciéndole que sí la lastimaba, era lo que hacía. Complacerla hasta destruyéndola.



…Horas después…



—Necesitamos un doctor, urgente —sentenció la enfermera entrando con una muchacha convulsionando en la camilla.
—Hay que hacer un lavaje intestinal con urgencia —añadió otra empujando de la cama con velocidad hacia un quirófano de guardia.
—¿Estará bien? —preguntaba Zayn desesperado, era un manojo de nervios, tristeza y culpa viéndola a ___________(tu nombre), la muchacha de apenas 16 años cumplidos que su corazón adoraba.
—Muchacho, aguarda en la sala de espera —le respondió la enfermera—, y por favor, deje toda la droga que porte encima en el tacho de basura de la vereda —Zayn estaba desesperado.


____________(tu nombre) había colapsado en el automóvil de Zayn, la droga había causado efectos inimaginables para ella o para Zayn, lo hacían a menudo, a menudo fumaban marihuana mientras bebían whisky y aspiraban un poco de cocaína, ¿qué pudo salirse de control esa noche? Pues, la heroína es demasiado fuerte para tener tres dosis en una sola noche, ¿no lo creen? ___________(tu nombre) estaba perdida entre su vida real y la imaginaria que creaba cuando estaba drogada. No podía controlarse y si seguía consumiendo después de ese aviso que le brindaba el destino se convertiría, sin pensarlo dos veces, en una droga-dependiente.

A ella no le interesaba mucho drogarse o beber alcohol en exceso, creía que era una buena imagen para decirle a sus padres: “Soy fuerte y si ustedes se llevan a mi hermano, quien es la luz de mis ojos, voy a hacerlos pagar por ello”, no reaccionaba de que todo lo que hacía para mostrarse “rebelde” la estaba llevando a la destrucción.


—¿Qué mierda le has hecho a mi hija? —cuestionó ___________(tu papá) cuando entró a la sala de espera y vio a Zayn, a quien conocía como el amigo de su hija, sentado esperando una respuesta desde hacía ya casi hora y media. La cara de Zayn se desconcertó al ver a la familia de su novia parada frente a él.


El cuadro se describía en pocas palabras. La cara de preocupación desentendida de Samanta entre el llanto y la incredulidad, como si pensara que no era su propia hermana quien estaba al borde de la muerte en un quirófano. ___________(tu papá) estaba al borde de un infarto, una mezcla de odio hacia Zayn, rabia hacia su propia hija, pero desesperación y tristeza al mismo tiempo. ___________(tu mamá) o Jen, como prefieran decirle, se mostraba en una mueca sombría y fuerte a la vez, con culpa tal vez de que le pesara en su consciencia a futuro si su hija perdía la vida allí. Porque después de todo, aunque ninguno de los tres le puso drogas en el cuerpo a su hija, sí le pusieron toda la mierda en su cabeza y aseguro que en quien más pesaba era en Jen, porque ella era creadora de todo el plan.


—Señor yo solo…
—Sabía que le traerías problemas a ___________(tu nombre) —Samanta estaba entrando en una crisis nerviosa y eso se notó cuando comenzó a llorar como desquiciada mientras le gritaba a Zayn—. Eres un puto drogadicto, ¿qué más podríamos esperar de ti, Zayn Malik? —Zayn derramó algunas lágrimas mientras se ponía de pie.
—Yo no le dije que consumiera todo lo que consumió —se defendió Zayn y en realidad, él tenía razón. Esa noche fue ella quien dio la iniciativa—. Intenté detenerla, pero ella es demasiado testaruda y para ser honesto, no puedo decirle que no —Jen no abría la boca para decir nada, pero el clima se puso denso y parecía que el tiempo no corría cuando salió la enfermera del quirófano.
—¿Familiares? —dijo la mujer.
—Soy su padre y ella es su madre —habló ___________(tu papá) con prisa.
—Acabamos de hacerle un lavaje intestinal a su hija, está estable y en estado crítico —añadió la mujer—. Lo más aconsejable es internarla en un centro de rehabilitación, porque otro principio de sobredosis como el de esta noche y pasará a ser historia —la mujer fue exacta y clara con las palabras, un poco cruel quizás, pero debía hacerlos reaccionar, no era justo que una adolescente de 16 años muriera gracias al desmadre de padres que tenía.



Narra ___________(tu nombre):



Fue decisión mía antes de que mis padres hablaran de rehabilitación, decirles que me internaría al menos dos meses allí. Llevaba una semana y media sin consumir ni siquiera un cigarro de tabaco y para ser exacta con lo que sentía en ese puto lugar lo describiría como una puta tortura. Los primeros dos días fueron de desintoxicación, vomité las 48 horas que eso implican, estaba en un estado de alteración al punto en el que me molestaba oír el ruido de mi propia respiración, los médicos decían que iba bien, pero lo único en lo que pensaba era en salir y fumar marihuana hasta que mis pulmones explotaran de tanto humo dentro de ellos.

El tercer día sentía el poder de rehabilitación, pero seguía pensando en drogas y alcohol. Fueron exactamente 2 meses de trabajo intenso y tratamiento psicológico lo que me llevó entender que no debía drogarme, si lo hacía moría y si moría, no podía hacerle entender al mundo que en realidad, yo estaba en él para ser alguien. Salí de rehabilitación con la idea firme de que había otra forma de que duela y que era un poco difícil que me matara y sí, era la idea de cortarme.

Salí de rehabilitación con nuevas ideas de cómo hacerme sufrir a mí misma y eso, me gustaba mucho más que hacerme sufrir estando al lado de Zayn Malik.

#Fin Flash Back#


Los labios de Zayn se apoderaron de mi boca una vez más, mientras tanto su mano libre desprendía los botones de mi vestido.


—Ten —dijo él ofreciéndome el porro, mi mente se nubló.


Era mi elección entre el camino de la muerte y el camino de la vida. Todo dependía de un sí.

4 comentarios:

  1. Aaaa ME ENCANTARON LOS CAPITULOS FUERON GENIALES RAYIS ES MUY MALOTA JAJAJAJA SIGUELA BYE

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  2. no rayis no. FUCK siguela. Amo tu novela

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  3. tu novela es malditamente perfecta♥ Siguela porfavor

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  4. Hola Poly como estas? espero que bien!! la nove hermosa e interesante como siempre!!! me encanta como escribes.. yo tambien estoy escribiendo una mero en mi computador todavia no tengo Blog lo que pasa es que soy algo despistada y no me gustaria empesarla ir subiendo todos los cap. bien y q no me de mas la imaginacion y la tenga que dejar entonces la voy a escribir toda y despues crearme un Blog y subirla estoy algo contenta porque es mi primera nove y ya voy por el cap. 3 la empece hace poquito y queria saber si algun dia tengo alguna duda si puedo recurir a vos? porque me encanta como escribes y se ve que escribiendo la tienes re clara bueno volviendo a tu nove... cada vez me hago mas viciosa es hermosa siguela besootes te quieroo muchooo yop Pituu! ☺ ♥ ☻

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