lunes, 18 de marzo de 2013

Capítulo 50°: "Lo único que podía hacer, era aferrarme al recuerdo o a la esperanza de que el futuro nos uniera, porque de su parte sabía que no volvería".



Narra Justin:



Oí un golpe pesado en el suelo, grité y grité, pero no logré oír que ___________(tu nombre) respondiera, ni siquiera con un insulto. No tenía más opción, bajé la puerta pegándole con toda la fuerza de mi cuerpo, la puerta cayó y divisé a ___________(tu nombre) convulsionando en el suelo, ¡Jodida!


—¡Mierda! —exclamé agachándome a su lado—, ___________(tu nombre), ¿qué hiciste? —lógicamente, ella no respondía. Tomé mi teléfono y llamé a una ambulancia desesperado.


Dijeron que llegarían lo más pronto posible, así que intenté encontrar algo que indicara su estado. Encontré dos frascos, los tomé y los metí en mi bolsillo, a un lado estaba su teléfono celular. Deslicé mi dedo sobre él y se encendió la pantalla mostrándome una foto mía y de Samanta en una situación poco creíble si yo fuera a defenderme diciendo que la odiaba, pero en realidad… era lo que hacía. La foto era un absurdo y estúpido montaje. 



…Minutos después…
En el hospital


—Jodida ___________(tu nombre) —se quejó Miley impaciente—. Sabía que si volvía a las drogas terminaría en esto. Es muy peligroso, es grave.
—¿Qué tomó? —me preguntó Ryan, suspiré confundido. Estaba totalmente confundido. Las cosas no podía pensarlas bien. Solo me preocupaba la salud de la única chica a la cual había amado con todo mi corazón.
—Éxtasis y ribortil —mascullé. Sabía que todo esto era mi puta culpa. Odiaba a Zayn por el solo hecho de que la había traído a este lugar una primera vez, ahora me tocaba odiarme a mí mismo con todas mis fuerzas porque ___________(tu nombre) había llegado a esta mierda una segunda vez por mi puta culpa. Era totalmente injusto para ella.
—Es una idiota —aseguró Jaden desde el sillón de enfrente donde estaba abrazando a Caitlin, quien lloraba como una niña acongojada.
—Ya no llores —le pidió Miley. Enserio daba lástima.
—Zayn es un maldito —lo maldijo Caitlin—. Él la metió en esto de nuevo, él la hizo llegar a la sobredosis por segunda vez, ¿qué mierda más necesitan? ¿Qué la mate? ¡Juro que lo odio! —añadió desesperada.
—Más que culpa de Zayn, fue mía —musité. Estaba como ausente, mi mente no estaba allí. Estaba en blanco. Solo quería ver a una enfermera o un médico que dijera que todo estaba bien.
—¿Qué dices, Justin? —cuestionó Jaden algo cabreado— si hay alguien que tiene culpa aquí, es ella misma. Podría canalizar sus mierdas de otra forma, ¿no lo crees? Pues, es una idea lógica y racional.
—Pero no podrías ser jamás racionar y lógico cuando estás en mi puta situación, ¿no lo entiendes? —y sí, estaba alterado, mucho— Lo único que pido es borrar el puto día que dejé embarazada a la puta de Samanta, solo eso deseo.



Narra Samanta:



—Tu hermana ha tenido una sobredosis —a mi madre los sentimientos le daban bajo. Ni siquiera le importaba su propia vida, tomaba todo con total frialdad.
—Mamá —ella volteó sobre sus tacones a verme sentada en el sillón de la sala.
—No tengo todo el día, vamos habla —me exigió.
—Ya no quiero hacerlo más —Jen soltó una carcajada cínica y burlista—. Enserio.
—¿Y crees que eso va a detenerme, Samanta? —sabía que estaba acorralada.
—¡No es justo! —intenté no quebrantarme, pero no lo logré— Yo sí quiero a ___________(tu nombre) ¡es mi hermana! Ella me protegió a lo largo de todo este tiempo y tú… tú —las lágrimas comenzaron a caer— tú me obligas a destruir su vida. Mira en lo que la has metido por segunda vez, ¡va a morirse mamá! Morirá —grité desesperada. Quería saber si era humana o qué, porque ni siquiera un gesto atravesaba su cara. Su moral no existía.
—Tu hermana tiene la mente frágil —las seis palabras que pronunció se oían vacías y duras, sin interés—. Es ella quien está en el quirófano, no yo, ¿por qué debería interesarme? —sonrió cínicamente. Era una psicótica.
—¡Tiene tu propia sangre, Jennifer! —le recordé entre dientes, la furia me invadía y era cuando me hacía recordar a ___________(tu nombre). Furiosas éramos capaces de lo mismo. Capaces de la muerte—. Quizás tus ambiciones te enfermaron, eso te lo aseguro, pero sabes algo, tus hijos son parte de ti, aunque intentes negarlo. Tus hijos deberían ser tu vida, deberías cuidarnos y amarnos, pero ¿sabes lo que haces, maldita? Solo nos empujas a la oscuridad, a ser infelices, a ser malditos por tu puta mierda. Has venido al mundo para hacer el mal, para torturarnos a mí, a Ronan y, especialmente, a ___________(tu nombre), porque todo lo que has hecho entorno a mí y a Ronan, ha sido para destruir a ___________(tu nombre), ¿qué puta tienes en contra de ella? —y sí, esperaba una respuesta.
—¿Quieres saberlo? —suspiró, aún así no demostraba un gramo de culpa en sus ojos— ¡Ella es jodidamente igual que Dolly! Su rebeldía, su estilo, sus palabras, su música. Es el vivo retrato de todos mis problemas. Es la mierda que me jode el día a día, porque todo estaba perfecto hasta que logró volverse una guerrera. Después de todo, es mucho más fuerte de lo que tú crees, Samanta; incluso más que lo que yo creo. Solo quiero verla quemarse en sí misma —dijo con algo de morbosidad.
—Solo lograrás quemarte tú misma en el odio estúpido y absurdo que le tienes a ___________(tu nombre). Recuérdalo, Jen, todo el que mal vive, mal acaba —escupí en su cara poniéndome de pie—. Y no pienso seguir con tu puta mentira de que estoy embarazada, por tú culpa me cagué la relación con la única persona que me protegió. Vete al demonio, Jen. Ojalá te toque sufrir todo lo que ___________(tu nombre) y todas las personas que has lastimado sufrieron y mucho más. Solo… te aseguro que morirás sola —sonreí cínicamente—. Sola, Jen.



Narra Justin:



Luego de casi una hora y media en la cual solo vagabundeé en mi mente preguntándome de tantas maneras por qué las cosas no podían salirme bien al menos una vez en la vida, llegué a la conclusión de que todo había sido mi culpa y no había nada que pudiera hacerme cambiar de mi posición.


—Muchachos —musitó una enfermera—, ¿alguno es familiar de la muchacha? —la mujer de unos 45 años, parecía ser muy buena y comprensiva.
—Somos amigos todos —le aseguró Caitlin—. Su familia no vino.
—Pero, puedo recibir el diagnóstico —específicamente yo—. Soy su —callé unos segundos—, soy su ex novio.
—Acompáñeme, por favor —me pidió.


Le seguí el paso hasta llegar al frente de una habitación de terapia en el hospital. La mujer volteó quedando frente a mí.


—¿Cómo está? —cuestioné desesperado.
—Su estado es crítico —aseguró con un tono algo triste la mujer—. Le hicimos lavaje intestinal para quitar las pastillas de su intestino, aún así el éxtasis que tomó hizo prácticamente colapsar su hígado. Estamos dándole un tratamiento, que esperamos que empiece a dar conocimiento en unas pocas horas —me desesperaba saberlo.
—¿Pero está bien? ¿Fuera de peligro?
—No podemos saberlo con exactitud ahora, hay que ver cómo responde su hígado o deberemos hacer diálisis y conseguir un donante —¿un donante? No podía ser cierto. En su situación, sería demasiado difícil conseguir que el estado permita trasplantarla. Jodida ___________(tu nombre), ¡ojalá respondiera bien al tratamiento!
—Quiero verla —aseguré. Ella asintió levemente.
—Está sedada —me explicó la mujer—. Probablemente no responda, ni mucho menos; pero te escucha. Si se despierta, no la agobies. Probablemente esté aturdida por la anestesia.
—Muchas gracias —abrí la puerta y entré a la habitación.



Escúchenla mientras leen http://www.youtube.com/watch?v=CaEN8gn0TJc :)



Estaba en la camilla, parecía dormida. Sus ojos cerrados, su expresión relajada, su cuerpo quieto sobre la cama. Se veía débil. Estaba sin maquillaje y su cabello estaba hacia atrás. Era un ángel y mi corazón se detenía cada vez que recordaba que todo el daño que sufría ahora era por mi culpa. Era increíble la sensación de destrucción que sentía.

Las lágrimas caían desesperadas por mi rostro mientras me sentaba en una silla al lado de su camilla. Mi mundo estaba cayéndose, no había más descripciones. Necesitaba que todo volviera a ser lo bueno que tenía que ser, pero quizás este era mi castigo. Pagar con el desamor todo el mal que había hecho en mi pasado.


—No puedo verte así, nena —susurré tomando su pequeña mano en la mía—. Y lo peor es que sé que todo esto te sucedió gracias a mí. Maldito el momento en el que las cosas se pusieron de este modo. No puedo perdonarme todo lo que hice, juro que no puedo hacerlo —las lágrimas comenzaban a salir tan rápido de mis ojos. No podía contenerme—. Te amo, nena. Simplemente, te amo como jamás amé a nadie. Lamento mucho haber embarazado a Samanta, jamás planeé eso. Jamás pensé que cuando me enamorara las cosas salieran tan mal. Solo esperaba ser un poco feliz, cuando te conocí todo cambió en mí y eso es raro. Aún no puedo entender todo lo que pasó en estos meses, pero recuerdo todo lo que vivimos y sé que seremos fuertes. El destino nos querrá juntos —o era lo que esperaba—. Saldrás bien de esto, nena. Saldrás bien y juro que así tenga que dejarlo todo e irme de New York, voy a dejar de lastimarte. Te amo, ___________(tu nombre).


Estuve unos minutos más allí, llorando mientras sostenía su mano sobre la mía. No podía creer todo lo frágil que ella era detrás de su imagen dura y malvada. Me odiaba a mí mismo y odiaba a Samanta, por hacerlo todo peor de lo que yo pude. No podía verla allí, me destruía por completo. Me sentía un idiota, un maldito. Lo peor, era que no podía hacer nada por verla bien, porque por más que su hígado funcionara bien luego de esto… yo no podía borrar el insignificante —nótese el sarcasmo—, embarazo de Samanta.



…Dos días después…
Narra ___________(tu nombre):



Estaba tomando medicación y tenía indicaciones de volver a rehabilitación, pero sabía que eso no sería necesario si me proponía no consumir más, así que lo evadí. Solo debía tener auto-control y liberarme de todo lo malo que me había pasado. Así que para ello, recurrí a hacer totalmente lo que hacía. Esa tarde Ryan me había invitado a su casa, para que cuidara junto con él a su pequeño hermano, Thomas. Así que me di una ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=75904345&.locale=es, me peiné el cabello dejándolo suelto y me maquillé como siempre. Ronan quedaba con Verónica.

Decidí caminar hasta la casa de Butler. No quedaba tan lejos, solo unas cinco o seis cuadras. Hacía frío y el sol era demasiado tenue. El crepúsculo sería en menos de dos horas y del lado opuesto al sol las nubes grises y pesadas se avecinaban, llovería de eso no cabía duda. La brisa era helada y lo único que extrañaba del verano era el canto de los pájaros entre las ramas de los enormes pinos de los parques. Las casas estaban todas perfectamente correctas y en silencio. Algunas alistándose ya para la navidad, en su mayoría vestían adornadas de luces y adornos rojos. Tenían árboles en sus frentes y estaba convencida de que mañana caería nieve para adornarlos. Odiaba esa época del año.


—Hola —saludó Ryan al atender—. Pasa, hace frío allí.
—Hola Ryan —saludé yo entrando—. Hola Tom —saludé al niño en el sillón.
—¡___________(tu nombre)! —exclamó, yo sonreí. En realidad, quizás solo fue una mueca. Ya no me encontraba bien últimamente.
—Tom —musitó Ryan—, ¿quieres ir a bañarte? —me confundió eso— Luego iremos al cine, pero debes bañarte primero.
—¡Vale! —aceptó— Pero solo si ella viene con nosotros al cine.
—Lo haré —le respondí—. Solo debes bañarte —añadí. Él salió de la sala corriendo con mucha emoción—, ¿por qué hiciste eso? —cuestioné sentándome.
—Necesito hablar contigo —me afirmó. Yo arqueé una ceja confundida, ¿qué sucedería?
—¿De qué cosa? Hablemos —no me negaría, obviamente.
—¿Por qué lo hiciste, ___________(tu nombre)? —rápidamente asocié sus palabras con mi último suceso trágico. La sobredosis.
—No puedo soportar que Justin ame a Samanta —le respondí mirando el suelo—. Vi fotos de ellos dos juntos —mágicamente, podía ser sincera con Ryan. Era raro—, parecían felices, enamorados y juro que no pude controlarme. Estaba sacada de quicio.
—Dime que bromeas —me pidió y sonrió cínicamente—, ¿Justin amar a Samanta? Estás ciega, ¿no es así?
—Y así no lo haga, ¿qué puedo hacer? —me encogí de hombros y solté un suspiro— Ya no quiero hablar de eso, ¿vale? Me duele mucho todo lo que pasó y no quiero destruirme, sabes que a veces solo pierdo el control.
—Es cierto, cambiemos de tema —me dedicó una sonrisa—, ¿sabes qué es dentro de dos días? —sonreí divertida.
—¿Qué cosa?
—Tu cumpleaños —solté una pequeña risa.
—¡No quiero tener dieciocho! —bromeé, Ryan sonrió divertido.
—No es nada malo —aseguró él.
—Pareciera que viví mucho más —sonreí amargamente—. No ha sido nada fácil, debo admitir.
—¿Y qué harás? —lo miré confundida—, me refiero, a qué harás para que eso cambie. Digo, tu infelicidad.
—No lo sé —musité—. Pensaba mudarme a Bristol, es un lindo lugar para empezar desde cero, ¿no crees? Sin Zayn, sin Justin, sin mi madre. Sin nadie, básicamente.
—No voy a cuestionarte el por qué —y por más que lo hiciera no podía decirlo—. Pero, sabes que hay personas que te queremos y nos dolerá que eso pase.
—Dolerá mucho más que esté muerta —fue duro y frívolo que lo dijera como si nada sucedía, pero si Jen no me mataba y seguía en New York, terminaría por matarme yo misma haciendo lo que mejor me salía, destruirme yo misma.


Pasé la tarde junto con Ryan y Thomas, luego regresé a casa cuando casi eran las 08:30 de la noche. Me tiré en mi cama, Ronan estaba por acostarse, más bien Verónica estaba por acostarlo. Me dolía la cabeza y estaba demasiado deprimida como para componer o cantar. Honestamente, no podía hacer más que pensar en Justin.

Había oído todo lo que había dicho hacía dos días en el hospital. Desde que dijo que dejaría de lastimarme, ya no lo vi. Ni siquiera sabía qué era de él, honestamente, no sabía nada. Absolutamente nada. Me daba odio e impotencia, pero sabía que era lo mejor, viéndolo solo cagaba las cosas y me hacía mal a mí misma. Extrañaba con mi vida a Justin y lo único que podía hacer, era aferrarme al recuerdo o a la esperanza de que el futuro nos uniera, porque de su parte sabía que no volvería. 

4 comentarios:

  1. Awwwww :3 Amo tu noveee, siiguela proonto, no puedo esperar al siguiente capiitulo . Besoos, lucia de españaa :)

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  2. OMB! Hasta la boca me tape del asombro y me quiero tirar a llorar, sabes algo? Amo tu novela y me pone jodidamente feliz que smanta no esta embarazada y se que es raro pero me cae mejor, hasta bien se podria decir, pero ruego por lo que quieras que le diga a Justin que es mentira, bueno chica siguela oe morire que sepas que amo esta novela con mi vida :)

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  3. ¡wtf! yo sabia que era mentira lo del enbarazo de samantha.
    bahaha. soy cíquiqua.wuahahaha.
    mentira. sigue la nove plis que esta bn buenaza :D
    adiosito.

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  4. mala!!! me quieres hacer llorar, y por otro lado yupi!!! yo sabia que ese bebe era de mentira yo sabia!!!(minibaile de 5 segundos)
    siguela amo tu nove
    pd:que se arreglen las cosas entre rayita y justin

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