"No tengo nada que, no tengo nada que perder". |
Los labios de Zayn
se apoderaron de mi boca una vez más, mientras tanto su mano libre desprendía
los botones de mi vestido.
—Ten —dijo él
ofreciéndome el porro, mi mente se nubló.
Era mi elección
entre el camino de la muerte y el camino de la vida. Todo dependía de un sí.
—Vamos, tómalo, sé
que quieres —me ofreció nuevamente, estaba en blanco y las palabras no me
salían.
Tomé el porro entre
mis manos y olvidé todo lo que había trabajado psicológicamente durante casi
dos años, mi corazón se aceleró y sentí la sangre correr con velocidad en mi
venas, lo calé como calaba todos los cigarros que fumaba, sentí como todo
giraba a mi alrededor y como mis ojos comenzaban a arder mientras el humo
bajaba hasta llegar a mis pulmones, Zayn sonrió perversamente mientras se deshacía
de mi vestido.
—No te das una idea
de lo que he extrañado a esta ___________(tu nombre), que es tan mía —aseguró
con una pizca de egoísmo en su voz para luego comenzar a besar mi pecho
desesperadamente.
—¡No te imaginas lo
que extrañé esto! —sonreí divertida mientras sentía un cosquilleo divertido en
mi estómago.
…
Luego de tener sexo
drogados en el sofá de Zayn casi por una hora y media, nos vestimos y
regresamos al bar, teníamos ganas de diversión, así que al aparcar en el estacionamiento
bajamos del automóvil.
—Espera, preciosa —habló
Zayn jalándome del brazo, me di vuelta y le sonreí divertida.
—¿Qué? —solté una
pequeña risa ante su mirada pícara acorralándome contra el automóvil—, ¿no te
bastó?
—¿Sabes todo lo que
te deseé, bebé? —me preguntó mirándome fijo.
—Siempre me
intimidaron tus ojos pardos, lo sabes, ¿no? —Zayn me robó un pequeño beso.
—Siempre amé tus
labios —escuché perfectamente como un auto aparcaba al lado de nosotros, ese
ruido se me hacía conocido. Zayn desvió sus ojos y antes de que yo volteara a
ver él me besó apasionadamente.
—¿Quién es? —pregunté
cuando logré separarme después de unos segundos, entonces fue cuando me di
cuenta a quienes tenía parados frente a mí.
—¿Qué haces con él?
—oí la rabia de Justin cuando soltó las palabras entre dientes.
—Tú no eres nadie
para cuestionar una mierda, Bieber —habló Zayn.
—Creí que ya no te
juntabas con la basura —Miley no tenía derecho a hablar así.
—Ya cállense —les
exigí—. Zayn es mi amigo, y si les molesta que esté con él púdranse.
—Los amigos no se
besan —escupió con ironía Bieber.
—Tus novios no
embarazan a tu hermana —le retruqué yo y reí con asco—. Ya déjenme en paz.
—Vamos —Zayn me
jaló levemente del brazo y comenzamos a caminar, pero entonces una mano me
retuvo.
—¿Qué quieres
Miley? —le cuestioné volteándome.
—Estás drogándote
de nuevo, es eso, ¿no? —sonreí divertida, obviamente no le diría que sí, ¿qué
se pensaba?
—No eres mi puta
madre, ¿lo tienes, no? —no sabía lo que hacía, estaba flotando en cualquier
otra parte que no fuera esa.
—Ya dejen de
meterse en su vida —maldije la hora en la que Zayn habló—, es suya después de
todo, ¿no lo creen?
—Mejor cierra tu
puta boca Malik, porque juro que te haré caer uno por uno tus dientes a golpes —Justin
estaba furioso.
—¡No le hables así!
—le grité histéricamente, él solo me miró funciendo el ceño.
—¿Qué tienes,
hermano? —si Justin era hipócrita y sarcástico, Zayn era diez veces peor, eso
no era bueno ahora— ¿estás celoso porque tuve hoy lo que tú deseas en tu cama? —en
ese momento me sentí ultrajada, Zayn estaba denigrándome frente a Miley y
Justin.
—Cállate —le dije
por lo bajo, pero él hizo oídos sordos. Justin estaba enfureciéndose.
—Sigue hablando
Malik, estás buscándome y me encontrarás —le advirtió Bieber, en ese momento
solo sentía ganas de llorar, Zayn era un patán conmigo. Cómo diablos era capaz
de hacer lo que hacía.
—Solo hablas,
Justin, porque quieres salvar a ___________(tu nombre) de la mierda a la que
volvió por tu puta culpa —Zayn soltó una carcajada cínica.
—Cierra tu puta
boca, maldito hijo de perra —solté indignada a los gritos gracias a Zayn—.
Maldigo el momento en que decidí estar contigo hoy, eres un imbécil.
—Tú eres la puta…
—Cierra la boca —le
ordenó Justin y sentí como me jalaba del brazo haciendo que zafara del agarre
de Zayn—. Ven —añadió—. Miley, espéranos aquí —mi prima asintió.
—No quiero irme
contigo —le recordé a Justin, él hizo oídos sordos y siguió jalando.
Luego de un poco
decidí caminar, ya no había vuelta atrás. Las lágrimas recorrían mi rostro, era
una mezcla de rabia y odio por cómo me había denigrado Zayn y tristeza y anhelo
de que Justin me abrazara con fuerzas. Pero, no podía hacerlo. No podía aceptar
que ya no me pertenecía a mí, quizás tampoco a Samanta, solo al bebé que venía
en camino.
La noche era un
enorme manto negro sobre nosotros, las estrellas cubrían el cielo en puntos
infinitos blancos y brillantes, era una noche bellísima, el frío atravesaba mi
chaqueta intentando hacerme tiritar, pero tantas noches había sentido lo mismo
que casi era inmune a sentir frío. Mi cabeza aún daba vueltas por todo lo que
había pasado en el departamento de Zayn y estaba esperando a que Justin se
detuviera en algún lugar. Así lo hizo, tal como esperaba. Se detuvo al final
del estacionamiento, donde la luz no llegaba y nadie estaba.
—¿Y qué logras
trayéndome aquí? —le pregunté casi sin ánimos de hablar, él suspiró y pasó una
mano por su cabello algo nervioso.
—Lo lamento —sentenció,
arqueé una ceja esperando a oír más—. Lamento demasiado haberme acostado con tu
hermana estando ebrio, lamento haberla dejado embarazada sin siquiera estar
consciente de lo que hacía. Sé que hice mierda y estoy seguro de que debo
pagar, pero no puedes ser el precio —su voz se quebró un poco—. No puedo
perderte así, nena.
—Justin, por más
que ceda, no puedo estar contigo —dos cosas: ética y moral.
—¿Serás justa con
Samanta? —me preguntó—, ¿Enserio? Ella jamás consideró el hecho de que eras su
hermana cuando debió hacerte daño, ___________(tu nombre). Bien sabes toda la
mierda que hizo, ¿serás buena con ella?
—No es eso —suspiré
y elevé mis ojos para encontrarme con su angelical rostro húmedo con algunas
lágrimas—. El problema es que jamás serás el Justin que conocí, porque serás
padre. Tendrás un hijo o una hija y eso te quitará tiempo, amor, atención y lo
que sea. No soy celosa, pero no puedo retenerte cuando en realidad debes estar
con Samanta y el bebé —me encogí de hombros y suspiré conformándome—. No lo
hago por mí, por ti o Samanta, lo hago por el bebé, porque él no tiene la culpa
y lo sabes.
—Lo lamento tanto,
nena —su mano tomó mi mentón mientras su pulgar acariciaba mi mejilla, las
lágrimas desbordaron mis ojos y comenzaron a caer lentamente por mi mejilla.
—No quiero esto
Justin —tampoco quería quebrarme ante él—. Pero mi vida se está derrumbando
demasiado rápido, primero Jen, luego tú. No lo sé, ¿qué diablos está pasándome?
Porque sé que soy yo el problema.
—Me gustaría
cambiarlo todo, porque tampoco me va bien, nena —Pattie debe de querer matarlo—.
Pero te necesito conmigo.
—Justin, no puedo —él
se quedó esperando una explicación—. Audicioné para ballet y sé que me llamarán
mañana, deberé ensayar duro para lograr lo que quiero y estoy trabajando —su
expresión quedó impactada.
—¿Trabajando, de
qué? —cuestionó.
—Estoy metida en
algo sucio —me digné a decir—. También debo cubrirme las espaldas y cuidar a
Ronan, porque cuando Jen sepa mi ubicación sé que deberé huir. Ella no tendrá
piedad.
—Sabes que debes
cuidarte muchísimo, ¿no? —yo asentí levemente, por obligación. Las palabras no
salían de mí, tenía un enorme nudo en la garganta.
—Tanto como pueda —añadí
con un hilo de voz.
—No llores, por
favor —me rogó secando mis lágrimas con su pulgar—. Me destruye verte así.
—¿Qué esperas que
haga? —necesitaba desahogarme.
—Solo quiero tener
tu apoyo, no puedo estar sin ti y lo sabes —Justin tenía razón. Ni él podía
estar sin mí, ni yo podía estar sin él.
—Es difícil, Justin
—le recordé—. De seguro Pattie querrá que estés con Sam y si me meto será
desastroso, además de tener a Jen mucho más cabreada conmigo y luego contigo
también. No quiero problemas, Justin —porque honestamente, era lo que me
sobraba.
—Cuando te conocí
eras tan distinta —acarició mi cabello anheladoramente con su mano—. O tal vez,
yo pensé que eras distinta. Creí que no sacrificabas tu felicidad por los
demás, al menos por quienes no querías y mírate, mira en lo que nos hemos
convertido.
—Justin, no es
fácil —le recordé—. Es mi hermana, tiene mi sangre, pasé los mejores años a su
lado, y más que por ello no quiero joderle la vida a mi propia sobrina, ¿lo
tienes?
—¿Qué harás? —arqueé
una ceja algo confundida.
—¿Hacer con qué?
—Contigo —me
respondió Justin.
—Cantar, bailar,
patear traseros, no lo sé —me encogí de hombros intentando dejar de llorar—. No
lo sé, regresar a la vacía vida que tenía antes de ti.
—Sabes que no te
dejaré —acarició mi mejilla con su pulgar, sus ojos se veían tan brillantes
empañados de lágrimas. Aún así, tenía una expresión apagada y triste.
—No quiero ser
distante y fría contigo, no quiero tener que decirte insultos para que te
alejes, solo… sabes que las cosas jamás serán como queremos. Debes alejarte —por
mucho que a los dos nos costara y más que eso, por mucho que nos doliera.
—¿Por qué por un
momento no puedes pensar con el corazón y no con el cerebro, por qué? —la
pregunta de Justin me hizo tambalear un poco mentalmente.
—Porque no quiero
herir a los demás, no quiero lastimarme a mí misma de nuevo cuando tú tengas
que irte —retrocedí un paso y me enjuagué mis lágrimas con mis puños—. No
quiero que tú y Miley estén siguiéndome más. Todo estaba bien hasta que
llegaron —suspiré negando con la cabeza—. Debo dar vuelta la página y escribir
otra historia donde no estás, Justin. Entiéndelo y haz lo mismo.
—Todo sería más
fácil si pudiera dejar de amarte —mi corazón se oprimió y recordé que debía ser
fuerte, por lo que tragué mis lágrimas guardando silencio unos leves segundos.
Los ojos de Justin húmedos estaban clavados en mí como si no pudiera
despegarlos.
—Debo regresar —hablé
fríamente—, tengo una presentación por hacer.
…
Narra Justin:
Luego de hablar con
___________(tu nombre) y que se fuera dejándome sin más que decir, busqué a
Miley y entramos al bar. Al menos necesitaba beber algo de alcohol para
distraerme. Pero entonces cuando estábamos sentados bebiendo un poco de vodka,
ella subió al escenario con una guitarra y sus ojos hinchados y colorados. Zayn
subió a la guitarra eléctrica y otro tipo a la batería.
—Buenas noches —saludó
ella parándose detrás del micrófono—. Prometí que iba a hacer una presentación
hoy, así que aquí estoy —sonrió muy amargamente, si mis conocimientos no
fallaban—. Espero que les guste —habló y los tres comenzaron a sonar en
conjunto. Se oía rockero pero suave y pacífico. Una mezcla rara y relajante—
I was only 19, you
were 29
It’s just 10 years,
but its such a long time
In a heartbeat, I
would do it all again
Late night sex,
smokin’ cigarettes
I try real hard but
I can’t forget
Now in a heartbeat,
I would do it all again
Now I see that you
and me were never meant
Never meant to be
now
Now I’m lost
somewhere
Lost between Elvis
and suicide
Ever since the day
we died, well
I’ve got nothing
left to lose
After Jesus and
Rock N Roll
Couldn’t save my
immoral soul, well
I’ve got nothing
left
I’ve got nothing
left to lose
Callin’ out sins
just to pass the time
My life goes by in
the blink of an eye
I know you want me
I was only lookin’
for a friend
And everything I
was
And everything that
I’ve become
Just falls into the
end and
Now I see that you
and me were never meant
Never meant to be
now
Now I’m lost
somewhere
Lost between Elvis
and suicide
Ever since the day
we died, well
I’ve got nothing
left to lose
After Jesus and
Rock N Roll
Couldn’t save my
immoral soul, well
I’ve got nothing
left
I’ve got nothing
left to lose
Now I see that you
and me were never meant
Never meant to be
now
Now I’m lost
somewhere
Lost between Elvis
and suicide
Ever since the day
we died, well
I’ve got nothing
left to lose
After Jesus and
Rock N Roll
Couldn’t save my
immoral soul, well
I’ve got nothing
left
I’ve got nothing
left to lose.
(La canción es de
The Pretty Reckles, se llama Nothing Left To Lose).
Su voz rasgada y el
ritmo de la canción, hacían que quisiera morirme ahí mismo. Ella tenía razón en
cada palabra, en cada oración que cantaba, en cada nota que dedicaba en nombre
de nosotros, porque no podía negar que esa canción no estaba escrita hacia
nosotros. Qué cruel era la vida, ¿no? Primero lo tienes todo y luego lo pierdes
para cambiarlo por algo que ni siquiera sabes, más bien, recuerdas cuando pasó.
Cuando
___________(tu nombre) me conoció me dijo: “Te enamorarás y vas a sufrir”, me
causaba gracia creerlo, creía estar seguro de que jamás me enamoraría, mucho
menos sufriría por amor, pues saben, era Justin Bieber, ¡maldición! Ahora el
que sufre no soy solo yo, sino que ___________(tu nombre) también sufre y
después de todo, ella es mucho más débil que yo, eso me duele aún más. Mucho
más.
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