Narra Justin:
Oí un golpe pesado
en el suelo, grité y grité, pero no logré oír que ___________(tu nombre)
respondiera, ni siquiera con un insulto. No tenía más opción, bajé la puerta
pegándole con toda la fuerza de mi cuerpo, la puerta cayó y divisé a ___________(tu
nombre) convulsionando en el suelo, ¡Jodida!
—¡Mierda! —exclamé
agachándome a su lado—, ___________(tu nombre), ¿qué hiciste? —lógicamente,
ella no respondía. Tomé mi teléfono y llamé a una ambulancia desesperado.
Dijeron que
llegarían lo más pronto posible, así que intenté encontrar algo que indicara su
estado. Encontré dos frascos, los tomé y los metí en mi bolsillo, a un lado
estaba su teléfono celular. Deslicé mi dedo sobre él y se encendió la pantalla
mostrándome una foto mía y de Samanta en una situación poco creíble si yo fuera
a defenderme diciendo que la odiaba, pero en realidad… era lo que hacía. La
foto era un absurdo y estúpido montaje.
…Minutos después…
En el hospital
—Jodida
___________(tu nombre) —se quejó Miley impaciente—. Sabía que si volvía a las
drogas terminaría en esto. Es muy peligroso, es grave.
—¿Qué tomó? —me
preguntó Ryan, suspiré confundido. Estaba totalmente confundido. Las cosas no
podía pensarlas bien. Solo me preocupaba la salud de la única chica a la cual
había amado con todo mi corazón.
—Éxtasis y ribortil
—mascullé. Sabía que todo esto era mi puta culpa. Odiaba a Zayn por el solo
hecho de que la había traído a este lugar una primera vez, ahora me tocaba
odiarme a mí mismo con todas mis fuerzas porque ___________(tu nombre) había
llegado a esta mierda una segunda vez por mi puta culpa. Era totalmente injusto
para ella.
—Es una idiota —aseguró
Jaden desde el sillón de enfrente donde estaba abrazando a Caitlin, quien
lloraba como una niña acongojada.
—Ya no llores —le
pidió Miley. Enserio daba lástima.
—Zayn es un maldito
—lo maldijo Caitlin—. Él la metió en esto de nuevo, él la hizo llegar a la
sobredosis por segunda vez, ¿qué mierda más necesitan? ¿Qué la mate? ¡Juro que
lo odio! —añadió desesperada.
—Más que culpa de
Zayn, fue mía —musité. Estaba como ausente, mi mente no estaba allí. Estaba en
blanco. Solo quería ver a una enfermera o un médico que dijera que todo estaba
bien.
—¿Qué dices,
Justin? —cuestionó Jaden algo cabreado— si hay alguien que tiene culpa aquí, es
ella misma. Podría canalizar sus mierdas de otra forma, ¿no lo crees? Pues, es
una idea lógica y racional.
—Pero no podrías
ser jamás racionar y lógico cuando estás en mi puta situación, ¿no lo
entiendes? —y sí, estaba alterado, mucho— Lo único que pido es borrar el puto
día que dejé embarazada a la puta de Samanta, solo eso deseo.
Narra Samanta:
—Tu hermana ha
tenido una sobredosis —a mi madre los sentimientos le daban bajo. Ni siquiera
le importaba su propia vida, tomaba todo con total frialdad.
—Mamá —ella volteó
sobre sus tacones a verme sentada en el sillón de la sala.
—No tengo todo el
día, vamos habla —me exigió.
—Ya no quiero
hacerlo más —Jen soltó una carcajada cínica y burlista—. Enserio.
—¿Y crees que eso
va a detenerme, Samanta? —sabía que estaba acorralada.
—¡No es justo! —intenté
no quebrantarme, pero no lo logré— Yo sí quiero a ___________(tu nombre) ¡es mi
hermana! Ella me protegió a lo largo de todo este tiempo y tú… tú —las lágrimas
comenzaron a caer— tú me obligas a destruir su vida. Mira en lo que la has
metido por segunda vez, ¡va a morirse mamá! Morirá —grité desesperada. Quería
saber si era humana o qué, porque ni siquiera un gesto atravesaba su cara. Su
moral no existía.
—Tu hermana tiene
la mente frágil —las seis palabras que pronunció se oían vacías y duras, sin
interés—. Es ella quien está en el quirófano, no yo, ¿por qué debería
interesarme? —sonrió cínicamente. Era una psicótica.
—¡Tiene tu propia
sangre, Jennifer! —le recordé entre dientes, la furia me invadía y era cuando
me hacía recordar a ___________(tu nombre). Furiosas éramos capaces de lo
mismo. Capaces de la muerte—. Quizás tus ambiciones te enfermaron, eso te lo
aseguro, pero sabes algo, tus hijos son parte de ti, aunque intentes negarlo.
Tus hijos deberían ser tu vida, deberías cuidarnos y amarnos, pero ¿sabes lo
que haces, maldita? Solo nos empujas a la oscuridad, a ser infelices, a ser
malditos por tu puta mierda. Has venido al mundo para hacer el mal, para torturarnos
a mí, a Ronan y, especialmente, a ___________(tu nombre), porque todo lo que
has hecho entorno a mí y a Ronan, ha sido para destruir a ___________(tu
nombre), ¿qué puta tienes en contra de ella? —y sí, esperaba una respuesta.
—¿Quieres saberlo? —suspiró,
aún así no demostraba un gramo de culpa en sus ojos— ¡Ella es jodidamente igual
que Dolly! Su rebeldía, su estilo, sus palabras, su música. Es el vivo retrato
de todos mis problemas. Es la mierda que me jode el día a día, porque todo
estaba perfecto hasta que logró volverse una guerrera. Después de todo, es
mucho más fuerte de lo que tú crees, Samanta; incluso más que lo que yo creo.
Solo quiero verla quemarse en sí misma —dijo con algo de morbosidad.
—Solo lograrás
quemarte tú misma en el odio estúpido y absurdo que le tienes a ___________(tu
nombre). Recuérdalo, Jen, todo el que mal vive, mal acaba —escupí en su cara
poniéndome de pie—. Y no pienso seguir con tu puta mentira de que estoy
embarazada, por tú culpa me cagué la relación con la única persona que me
protegió. Vete al demonio, Jen. Ojalá te toque sufrir todo lo que
___________(tu nombre) y todas las personas que has lastimado sufrieron y mucho
más. Solo… te aseguro que morirás sola —sonreí cínicamente—. Sola, Jen.
Narra Justin:
Luego de casi una
hora y media en la cual solo vagabundeé en mi mente preguntándome de tantas
maneras por qué las cosas no podían salirme bien al menos una vez en la vida,
llegué a la conclusión de que todo había sido mi culpa y no había nada que
pudiera hacerme cambiar de mi posición.
—Muchachos —musitó
una enfermera—, ¿alguno es familiar de la muchacha? —la mujer de unos 45 años,
parecía ser muy buena y comprensiva.
—Somos amigos todos
—le aseguró Caitlin—. Su familia no vino.
—Pero, puedo
recibir el diagnóstico —específicamente yo—. Soy su —callé unos segundos—, soy
su ex novio.
—Acompáñeme, por
favor —me pidió.
Le seguí el paso
hasta llegar al frente de una habitación de terapia en el hospital. La mujer
volteó quedando frente a mí.
—¿Cómo está? —cuestioné
desesperado.
—Su estado es
crítico —aseguró con un tono algo triste la mujer—. Le hicimos lavaje
intestinal para quitar las pastillas de su intestino, aún así el éxtasis que
tomó hizo prácticamente colapsar su hígado. Estamos dándole un tratamiento, que
esperamos que empiece a dar conocimiento en unas pocas horas —me desesperaba
saberlo.
—¿Pero está bien?
¿Fuera de peligro?
—No podemos saberlo
con exactitud ahora, hay que ver cómo responde su hígado o deberemos hacer
diálisis y conseguir un donante —¿un donante? No podía ser cierto. En su
situación, sería demasiado difícil conseguir que el estado permita
trasplantarla. Jodida ___________(tu nombre), ¡ojalá respondiera bien al
tratamiento!
—Quiero verla —aseguré.
Ella asintió levemente.
—Está sedada —me
explicó la mujer—. Probablemente no responda, ni mucho menos; pero te escucha.
Si se despierta, no la agobies. Probablemente esté aturdida por la anestesia.
—Muchas gracias —abrí
la puerta y entré a la habitación.
Escúchenla mientras
leen http://www.youtube.com/watch?v=CaEN8gn0TJc :)
Estaba en la
camilla, parecía dormida. Sus ojos cerrados, su expresión relajada, su cuerpo
quieto sobre la cama. Se veía débil. Estaba sin maquillaje y su cabello estaba
hacia atrás. Era un ángel y mi corazón se detenía cada vez que recordaba que
todo el daño que sufría ahora era por mi culpa. Era increíble la sensación de
destrucción que sentía.
Las lágrimas caían
desesperadas por mi rostro mientras me sentaba en una silla al lado de su
camilla. Mi mundo estaba cayéndose, no había más descripciones. Necesitaba que
todo volviera a ser lo bueno que tenía que ser, pero quizás este era mi
castigo. Pagar con el desamor todo el mal que había hecho en mi pasado.
—No puedo verte
así, nena —susurré tomando su pequeña mano en la mía—. Y lo peor es que sé que
todo esto te sucedió gracias a mí. Maldito el momento en el que las cosas se
pusieron de este modo. No puedo perdonarme todo lo que hice, juro que no puedo
hacerlo —las lágrimas comenzaban a salir tan rápido de mis ojos. No podía contenerme—.
Te amo, nena. Simplemente, te amo como jamás amé a nadie. Lamento mucho haber
embarazado a Samanta, jamás planeé eso. Jamás pensé que cuando me enamorara las
cosas salieran tan mal. Solo esperaba ser un poco feliz, cuando te conocí todo
cambió en mí y eso es raro. Aún no puedo entender todo lo que pasó en estos
meses, pero recuerdo todo lo que vivimos y sé que seremos fuertes. El destino
nos querrá juntos —o era lo que esperaba—. Saldrás bien de esto, nena. Saldrás
bien y juro que así tenga que dejarlo todo e irme de New York, voy a dejar de
lastimarte. Te amo, ___________(tu nombre).
Estuve unos minutos
más allí, llorando mientras sostenía su mano sobre la mía. No podía creer todo
lo frágil que ella era detrás de su imagen dura y malvada. Me odiaba a mí mismo
y odiaba a Samanta, por hacerlo todo peor de lo que yo pude. No podía verla
allí, me destruía por completo. Me sentía un idiota, un maldito. Lo peor, era
que no podía hacer nada por verla bien, porque por más que su hígado funcionara
bien luego de esto… yo no podía borrar el insignificante —nótese el sarcasmo—,
embarazo de Samanta.
…Dos días después…
Narra
___________(tu nombre):
Estaba tomando
medicación y tenía indicaciones de volver a rehabilitación, pero sabía que eso
no sería necesario si me proponía no consumir más, así que lo evadí. Solo debía
tener auto-control y liberarme de todo lo malo que me había pasado. Así que
para ello, recurrí a hacer totalmente lo que hacía. Esa tarde Ryan me había
invitado a su casa, para que cuidara junto con él a su pequeño hermano, Thomas.
Así que me di una ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=75904345&.locale=es,
me peiné el cabello dejándolo suelto y me maquillé como siempre. Ronan quedaba
con Verónica.
Decidí caminar
hasta la casa de Butler. No quedaba tan lejos, solo unas cinco o seis cuadras. Hacía
frío y el sol era demasiado tenue. El crepúsculo sería en menos de dos horas y
del lado opuesto al sol las nubes grises y pesadas se avecinaban, llovería de
eso no cabía duda. La brisa era helada y lo único que extrañaba del verano era
el canto de los pájaros entre las ramas de los enormes pinos de los parques.
Las casas estaban todas perfectamente correctas y en silencio. Algunas
alistándose ya para la navidad, en su mayoría vestían adornadas de luces y adornos
rojos. Tenían árboles en sus frentes y estaba convencida de que mañana caería
nieve para adornarlos. Odiaba esa época del año.
—Hola —saludó Ryan
al atender—. Pasa, hace frío allí.
—Hola Ryan —saludé
yo entrando—. Hola Tom —saludé al niño en el sillón.
—¡___________(tu
nombre)! —exclamó, yo sonreí. En realidad, quizás solo fue una mueca. Ya no me
encontraba bien últimamente.
—Tom —musitó Ryan—,
¿quieres ir a bañarte? —me confundió eso— Luego iremos al cine, pero debes
bañarte primero.
—¡Vale! —aceptó—
Pero solo si ella viene con nosotros al cine.
—Lo haré —le
respondí—. Solo debes bañarte —añadí. Él salió de la sala corriendo con mucha
emoción—, ¿por qué hiciste eso? —cuestioné sentándome.
—Necesito hablar
contigo —me afirmó. Yo arqueé una ceja confundida, ¿qué sucedería?
—¿De qué cosa? Hablemos
—no me negaría, obviamente.
—¿Por qué lo
hiciste, ___________(tu nombre)? —rápidamente asocié sus palabras con mi último
suceso trágico. La sobredosis.
—No puedo soportar
que Justin ame a Samanta —le respondí mirando el suelo—. Vi fotos de ellos dos
juntos —mágicamente, podía ser sincera con Ryan. Era raro—, parecían felices,
enamorados y juro que no pude controlarme. Estaba sacada de quicio.
—Dime que bromeas —me
pidió y sonrió cínicamente—, ¿Justin amar a Samanta? Estás ciega, ¿no es así?
—Y así no lo haga,
¿qué puedo hacer? —me encogí de hombros y solté un suspiro— Ya no quiero hablar
de eso, ¿vale? Me duele mucho todo lo que pasó y no quiero destruirme, sabes
que a veces solo pierdo el control.
—Es cierto, cambiemos
de tema —me dedicó una sonrisa—, ¿sabes qué es dentro de dos días? —sonreí
divertida.
—¿Qué cosa?
—Tu cumpleaños —solté
una pequeña risa.
—¡No quiero tener dieciocho!
—bromeé, Ryan sonrió divertido.
—No es nada malo —aseguró
él.
—Pareciera que viví
mucho más —sonreí amargamente—. No ha sido nada fácil, debo admitir.
—¿Y qué harás? —lo
miré confundida—, me refiero, a qué harás para que eso cambie. Digo, tu
infelicidad.
—No lo sé —musité—.
Pensaba mudarme a Bristol, es un lindo lugar para empezar desde cero, ¿no
crees? Sin Zayn, sin Justin, sin mi madre. Sin nadie, básicamente.
—No voy a
cuestionarte el por qué —y por más que lo hiciera no podía decirlo—. Pero,
sabes que hay personas que te queremos y nos dolerá que eso pase.
—Dolerá mucho más
que esté muerta —fue duro y frívolo que lo dijera como si nada sucedía, pero si
Jen no me mataba y seguía en New York, terminaría por matarme yo misma haciendo
lo que mejor me salía, destruirme yo misma.
Pasé la tarde junto
con Ryan y Thomas, luego regresé a casa cuando casi eran las 08:30 de la noche.
Me tiré en mi cama, Ronan estaba por acostarse, más bien Verónica estaba por
acostarlo. Me dolía la cabeza y estaba demasiado deprimida como para componer o
cantar. Honestamente, no podía hacer más que pensar en Justin.
Había oído todo lo
que había dicho hacía dos días en el hospital. Desde que dijo que dejaría de
lastimarme, ya no lo vi. Ni siquiera sabía qué era de él, honestamente, no
sabía nada. Absolutamente nada. Me daba odio e impotencia, pero sabía que era
lo mejor, viéndolo solo cagaba las cosas y me hacía mal a mí misma. Extrañaba
con mi vida a Justin y lo único que podía hacer, era aferrarme al recuerdo o a
la esperanza de que el futuro nos uniera, porque de su parte sabía que no
volvería.
Awwwww :3 Amo tu noveee, siiguela proonto, no puedo esperar al siguiente capiitulo . Besoos, lucia de españaa :)
ResponderEliminarOMB! Hasta la boca me tape del asombro y me quiero tirar a llorar, sabes algo? Amo tu novela y me pone jodidamente feliz que smanta no esta embarazada y se que es raro pero me cae mejor, hasta bien se podria decir, pero ruego por lo que quieras que le diga a Justin que es mentira, bueno chica siguela oe morire que sepas que amo esta novela con mi vida :)
ResponderEliminar¡wtf! yo sabia que era mentira lo del enbarazo de samantha.
ResponderEliminarbahaha. soy cíquiqua.wuahahaha.
mentira. sigue la nove plis que esta bn buenaza :D
adiosito.
mala!!! me quieres hacer llorar, y por otro lado yupi!!! yo sabia que ese bebe era de mentira yo sabia!!!(minibaile de 5 segundos)
ResponderEliminarsiguela amo tu nove
pd:que se arreglen las cosas entre rayita y justin