jueves, 14 de marzo de 2013

Capítulo 49°: "¡Maldito hijo de perra!".




—Buenos días —saludé, Pitt me sonrió ampliamente.
—Buenos días —respondió ella. Los demás solo me ignoraron—. Enseguida comenzaremos —me avisó Pitt, yo asentí mientras me dirigía a algún rincón a dejar mis cosas para ponerme mis zapatillas de baile.


Luego de unos segundos tenía puestas mis zapatillas de baile, mi pollera y estaba lista para empezar con lo mío.


—Bien, chicos —habló Pitt, todos atendimos—. Comenzaremos con la clase, pero antes tengo algunos comunicados. Por empezar, gracias por acompañarme esta temporada, haremos nuevamente “El Lago de los Cisnes” porque fue un total éxito, solamente que este año tenemos una nueva reina cisne —afirmó Pitt y me miró sonriéndome— y es ___________(tu nombre y apellido) —dijo señalándome.
—Gracias, Emma —hice un pequeño gesto con la cabeza.
—Tendrás una gran responsabilidad y sé que podrás cumplirla —sin ningún error, lo haría de la mejor manera. De la manera perfecta.
—Sé que puedo hacerlo —sonreí ampliamente—. Estudié mucho para esto —todos los años hasta mis 15, mucho tiempo.
—Bien, comencemos.


Habíamos ensayado casi 3 horas cuando nos dijeron que la clase terminó. Cuando eso pasó la mayoría se fue del estudio. Yo aún estaba terminando de arreglarme. Oí unos pasos entrando al estudio y unas voces, volteé a ver quién venía, era Jazzy, otra niña más, Jaxon y Justin. Me puse de pie rápidamente intentando salir, no quería hablar con él, Jazzy y Jaxon, honestamente no quería eso.


—___________(tu nombre) —definitivamente, era Justin. Yo carraspeé un poco.
—Hola —saludé tomando mi bolso—. Debo irme, adiós.
—Oye, espera —me pidió Jazzy, volteé levemente para mirarla de nuevo—. Necesito hablar contigo.
—Si es de bebés, hermanas y ex novios, no —le advertí.
—No —sentenció Jazzy—, solo quiero pedirte que te quedes ahora así me ayudas con algunos giros. Estaré en la obra y quiero hacerlo bien —suspiré y sonreí levemente.
—Está bien —quería a Jazzy, me agradaba. Para mi conveniencia no me había cambiado, solo debía ponerme las puntas otra vez—. Me pongo las puntas y comenzamos. Estira mientras.
—Sophie también quiere ayuda —me aseguró.
—Vale, una o dos son lo mismo —desvié un poco mi vista y lo vi a Jaxon mirando atentamente mis piernas.
—Hola —lo saludé, él elevó sus ojos y me sonrió.
—Hola ___________(tu nombre) —saludó—, ¡qué músculos!
—Gracias —reí por lo bajo.
—Venga, ya comenzamos.


Me senté nuevamente y me puse las puntas, solo estaban Jazzy y Sophie para que las ayudara, Jaxon y Justin decidieron quedarse a pedido de su hermana menor. Luego de ponerme las puntas me paré frente a ellas.


—Bien, ¿qué es lo que necesitan? —les pregunté.
—Ayuda con los fouettes —habló Sophie.
—Vale —carraspeé un poco—, comenzaremos así. Avanzamos tres en punta —les mostré—. Luego hacemos ocho giros con látigos y para terminar dos simples sin látigo y caemos en cuarta baja, ¿vale?
—Ya —aceptaron las dos.
—Bien, les mostraré como queda y luego veo como ustedes lo hacen —me puse de espaldas a ellas y lo hice (http://www.youtube.com/watch?v=TV-N0QWyeac) —. Vamos niñas, les toca —les sonreí amablemente.


Luego de casi dos horas de darles técnicas y formas de hacerlo, ellas terminaron de entenderlo y para entonces les salía de maravilla. Eran casi las dos y aún no almorzaba. Salí de los vestuarios vistiendo lo que me había puesto en la mañana y cargando mi bolso. Jaxon esperaba por mí en el pasillo. Me extrañó verlo ahí.


—Jaxon —musité sorprendida al verlo.
—Oye, ___________(tu nombre), venía a invitarte a almorzar —habló. Le sonreí levemente.
—No quiero estar con Justin, lo lamento —sé que fue frío, pero debía decirlo.
—Descuida —oí su voz decir, miré hacia mi derecha y él venía—, ni siquiera voy a dirigirte la palabra, es que Jazzy está emocionada contigo y nos pidió que te invitemos —se encogió de hombros.
—Vale —acepté y suspiré luego—. Lamento ser tan dura contigo, es que… el dolor me hace así.
—Ya vamos, ¿no? —habló Jaxon, Justin tenía sus ojos perdidos en mí—. Jazzy espera en el coche.
—Vale.






—¿Y qué tal Paris? —me preguntó Jazzy, llevé mi mirada hacia ella y sonreí.
—No te imaginas lo que es ver una presentación de clásico en el Viet Nam. Totalmente increíble —nada se le comparaba, nada.
—Lo imagino —habló Sophie, ella también era agradable—, pero nada comparado con el Bolshoi.
—Just —le habló Jazzy, él salió de su silencio y quietud total, para mirarla. Lo notaba volando, triste, como ido—, cuéntale —le pidió.
—No creo que ella quiera…
—Cuéntame —le pedí interrumpiéndolo. Debía dejar de actuar como una idiota. No iba a estar con él, lo sabía, pero no podía evitar saber que él existía, ¿no?—, no voy a matarte o insultarte.
—Audicioné en una disquera —me sorprendió escuchar eso.
—Y asssssssu —Jaxon tenía sentido del humor—, arrasó con ella.
—Me da gusto eso —hablé con sinceridad—, siempre supe que era lo tuyo, Justin.
—Como lo tuyo —añadió Jazzy, la miré extrañada.
—No llegaría lejos —musité—. Hay cosas oscuras en las cuales me metería antes de llegar demasiado a la cima —drogas, específicamente. Sé que me hundiría en ellas.
—A pesar de eso, tienes talento —habló Justin—. En ello y en el clásico.
—Seré la reina cisne esta temporada —mencioné y luego tomé un bocado de la tarta de verduras.
—¿Enserio? —cuestionó Sophie asombrada— ¿eres tú la nueva? —yo asentí.
—Felicidades —sonrió Jaxon.
—Oye, ¿y Ronan lo sabe? —preguntó Justin, jodido Bieber, ¿debía comportarse tan bien ahora?
—No aún —no lo había visto para decírselo—. Pero sé que le gustará eso, ¿y Samanta? ¿Cómo va con el embarazo?
—No creo que…
—Debo actuar con madurez, ¿no? —él asintió— Te quiero a ti y ella es mi hermana, no puedo negar la realidad. Me gustaría saber cómo va.
—Está todo en orden —aseguró Justin—. Será una nena y Samanta quiere ponerle por nombre Margarita —a él no le agradaba, mucho menos motivaba, por nada el tema.
—Me alegro —mentí y volví a mi comida. Saberlo solo me daba ganas de llorar.
—Jen me odia —añadió, elevé mis ojos para ver su sonrisa amarga—. Cené hace un par de noches en tu casa a pedido de Samanta, no sé qué haré. No quiero casarme con ella.
—Pattie no te dejará zafar de eso —le recordó Jazzy, Justin asintió frustrado.
—Y Jen tampoco —aseguré yo a duras penas—. Lo único que puedes hacer por zafar, es huir.
—Cambiemos de tema —propuso Justin.
—Dejaste el colegio, ¿no? —me habló Jaxon, yo lo miré divertida.
—No hay algo mejor —reí divertida—. Solo por razones que no puedo evitar, pero lo hice.
—¿Y no piensas dedicarte a la música? —fue la pregunta de Jazzy, me silencié unos segundos.
—Eres demasiado buena —me recordó Justin.
—Es difícil para mí —aseguré—. Sé que en alguna disquera intentaran cambiarme al aceptarme y no aceptaré cambiar. Tengo mi estilo y mi música, no me vendería por unos billetes.
—¿Insinúas que es lo que hacen? —creo que Jaxon aún era inocente en el fondo.
—Lo hacen, sí —afirmé a modo de respuesta—. A muchos no les molesta, pero a mí sí. El rock es mi música, lo que escribo y compongo, lo que soy. No estoy dispuesta a cantar baladas o pop, ¿entiendes?
—Es raro —aseguró Sophie y me sonrió ampliamente—, aún así bailas ballet, cosa que es muy distinta al rock.
—El pasado suele ser muy oscuro o muy rosa, depende sepas mirar —solo Justin pudo entender mis palabras y lo noté gracias a sus ojos miel clavados en mi rostro.


Almorzamos mientras hablábamos de la obra con Jazzy y Sophie, pero eran casi las 03:30 y debía regresar a mi casa. Había prometido pasar tiempo con Ronan y no podía fallarle hoy. Así que regresé al departamento y subí las escaleras, estaba agotada, pero no podía decirle a Ronan: “estoy cansada, pasaré el tiempo contigo luego, ¿vale?”, simplemente era algo que no haría.


—Hola, Ro —saludé al verlo en la sala esperándome cuando entré.
—Hola —dijo con voz tosca, sonreí cerrando la puerta y me acerqué a besar su mejilla.
—Lamento que me haya retrasado, es que tuve ensayo hasta hace poco y fui a almorzar con unos amigos —le expliqué sentándome frente a él.
—¿Bien? —sabía a lo que él se refería.
—Sí, cariño —respondí—. Estuvo todo bien. Haremos el lago de los cisnes y soy la reina cisne —mi hermano mayor sonrió a duras penas—, ¿pasa algo, Ro? —lo notaba algo triste.
—No —sentenció él y volvió a sonreír, aún así estaba intranquila.
—Vamos, dímelo —le repetí. Sabía que algo pasaba.
—Justin —arqueé una ceja al oírlo, ¿qué diablos? ¿Qué pasaba con Justin que traía así a Ronan? Miré sus ojos celestes detenidamente, entonces pensé en algo.
—¿Lo extrañas? —él asintió como pudo—, oh, cariño —acaricié su mejilla—. Sabes, apuesto a que Justin también te extraña, pero…
—¿Qué? —habló Ronan ante mi silencio.
—Veré si puede venir ahora —por mucho que odiara hacerlo.


Me levanté pensando en qué mierda estaba a punto de hacer, todo fuera por la sonrisa incomparable de mi hermano.


#Vía telefónica#
—¿___________(tu nombre)? —atendió él algo confundido.
—Hola —musité y suspiré luego. Definitivamente, extrañaba que me diga nena. Jamás pensé que eso pasaría.
—¿Pasa algo? —obviamente, se le hacía rara mi llamada.
—Bueno… —me daba algo de vergüenza tener que tragarme así mi orgullo y mis palabras—, quería invitarte a que vengas a mi departamento.
—¿Qué es esto? ¿Una broma? —Bieber estaba algo susceptible con mi tema.
—Ronan te echa de menos —sabía que él quería mucho a mi hermano.
—Vale —dijo luego de unos pequeños segundos—. Iré, pero quiero pedirte algo —sabía que sacaría provecho.
—¿Qué cosa? —cuestioné a secas.
—Que cenes conmigo hoy a la noche —me pidió.
—Justin yo no…
—Vamos, confía en mí —me pidió—. Solo necesito pasar tiempo contigo para olvidarme un poco de todos los problemas. No intentaré seducirte o hacerte entrar en razón. Solo charlaremos de cualquier cosa, menos nosotros —estaba rogándome.
—Está bien —acepté—, ¿vienes ahora?
—En un rato estoy allí —me aseguró—. Y, gracias.
—De nada, te espero —añadí y colgué.
#Fin vía telefónica#



Luego de avisarle a Ronan que iba a venir Justin, subí a mi habitación para ducharme y cambiarme. Después de todo estaba poco presentable. Intenté tranquilizarme, pero el solo hecho de saber que iría a cenar con Justin esa misma noche me atormentaba. Poco a poco, yo estaba cediendo ante él y eso no podía pasar. No porque fuera malo para mí, porque al fin de cuentas sería malo para todos, incluyéndome.

Salí de la ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=75244169&.locale=es. Me cepillé el cabello y lo dejé suelto, y decidí no maquillarme. Salí a la sala para volver a encontrar la cara de Justin allí. Mi corazón volvió a latir con ritmo y, para ser honesta, moría por abrazarlo. Parecía que hacía años no lo veía, cuando solo fue hace menos de una hora que estaba con él almorzando.


—Creí que tardarías un poco más —afirmé arreglándome el cabello.
—No había casi tráfico y estaba cerca —me aseguró él. Yo me senté frente a ellos dos, en un sillón individual.
—Gracias —me sonrió Ronan, ahora sí lo veía feliz y amaba eso, aunque costara mi dolor.
—¿Quieren algo de merendar? —les ofrecí y suspiré levemente. Justin no dejaba de mirarme con culpa— Si quieren busco algo en la cafetería de abajo —quedaba justo al lado.
—Café —sentenció Ronan—. Y Justin café —claramente quería que le trajera uno a él y otro a Justin.
—¿Quieres que baje yo? —yo negué con la cabeza.
—Gracias, Justin —musité—. Iré yo.


Bajé las escaleras hasta salir a la vereda, estaba totalmente repugnada de todo lo que estaba pasándome. No podía negarme a Ronan y hacerlo sufrir, pero él quería que Justin estuviera en casa. Justin no se negaría, sacaría provecho de eso estando conmigo, pero para mí no era lo que más prefería. Me dolía saber que había algo que lo ataba moralmente con Samanta, arrebatándolo de mi camino. Me dolía como si fuera a morir del dolor. No sabía porque todas las cosas malas estaban persiguiéndome durante los últimos diecisiete años de mi vida, quizás el karma solo era una maldita y jodida perra.

Compré dos cafés y una caja con donas, no pensaba estar entre Ronan y Justin, no quería ver a Justin más tiempo. No podía hacerlo. Para mi continua mala suerte, a la noche debía salir con él. Subí nuevamente al departamento y entré.


—Tengan —musité dejando las cosas sobre la mesa de vidrio, para dirigirme a cerrar la puerta por la cual había entrado—. Traje donas y café.
—Oye, ___________(tu nombre) —mencionó mi nombre Justin—, necesito hablar algo contigo luego, ¿puede ser?
—En la noche —musité.


Me escabullí casi corriendo a través del corredor y entré a mi habitación desesperada por desaparecer de sus ojos. Cerré la puerta con seguro y me tiré sobre mi cama con pesadez, estaba agotada y aún no acababa mi día. Tenía al único hombre que había amado de una manera, mínimamente, sana en la sala de mi casa. Estaba tirada en mi cama cuando un mensaje llegó a mi teléfono. Lo abrí y era una foto de Justin con Samanta, muy juntos y viéndose bastante felices y acaramelados, ¡jodido Justin! ¡Puta Samanta!

Me levanté con fuerza, la ira corroía en mis venas. Parecía que mi corazón explotaría de tanta rabia. Creí que Justin no estaba enamorado de ella, pero las fotos me terminaban de demostrar todo lo contrario. Tenía tanto odio, que ni siquiera me percaté en mirar quién diablos había mandado la foto. Solo entré al baño y estampé mi puño contra el espejo quebrándolo en pedazos y lastimándome a mí misma. El ruido fue escandaloso y mi pequeño grito, hizo que rogara a Dios que Justin o Ronan no hubieran escuchado.

Mi mano sangraba pero no me interesaba en lo absoluto. Salí llorando nuevamente a la habitación, tomé el teléfono entre mis manos otra vez y le marqué a mi más grande dolor anestésico.


#Vía telefónica#
—¿Aló?
—Zayn, te necesito —dije con desesperación.
—¿Qué tienes? —cuestionó él— ¿Qué pasó? Sé que tienes algo.
—Necesito una puta línea de cocaína, porros y whisky, ¡necesito éxtasis, Zayn! Necesito flotar un buen rato —estaba totalmente ciega.
—¡___________(tu nombre)! No hagas nada —estaba gritándome a través del teléfono. No esperaba sermones, solo colgué.
#Fin vía telefónica#


Zayn me había hecho recordar que tenía pastillas de éxtasis en mi bolso. Desesperada busqué en él y encontré unos tranquilizantes junto con las pastillas del éxtasis. Sabía que no podía tragarme más de una, pero necesitaba explotar. Oí como golpeaban la puerta de mi habitación.


—___________(tu nombre) —habló Justin con firmeza—, ¿estás bien?
—¡Vete! —le grité con furia.
—¡No hagas locuras! —me gritó él desesperado— No hagas nada, por favor. Abre la puerta.
—¡Vete al demonio, Justin Bieber! Vete a coquetearle a la puta de Samanta, ¡maldito hijo de perra!


Sin pensarlo dos veces metí un puñado de pastillas entreveradas en mi boca, las tragué sin pensarlo dos veces. Casi dos segundos después, sentí como todo giraba a mi alrededor y cada vez oía más y más lejos a Justin.



Narra Justin:



Oí un golpe pesado en el suelo, grité y grité, pero no logré oír que ___________(tu nombre) respondiera, ni siquiera con un insulto. No tenía más opción, bajé la puerta pegándole con toda la fuerza de mi cuerpo, la puerta cayó y divisé a ___________(tu nombre) convulsionando en el suelo, ¡Jodida!


—¡Mierda! —exclamé agachándome a su lado—, ___________(tu nombre), ¿qué hiciste? —lógicamente, ella no respondía. Tomé mi teléfono y llamé a una ambulancia desesperado.


Dijeron que llegarían lo más pronto posible, así que intenté encontrar algo que indicara su estado. Encontré dos frascos, los tomé y los metí en mi bolsillo, a un lado estaba su teléfono celular. Deslicé mi dedo sobre él y se encendió la pantalla mostrándome una foto mía y de Samanta en una situación poco creíble si yo fuera a defenderme diciendo que la odiaba, pero en realidad… era lo que hacía. La foto era un absurdo y estúpido montaje. 

5 comentarios:

  1. nkjhjghjfghfghfgdfgdfgsfgsffhgjkhgfd fue genial cc: sigue pronto

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  2. whooooooowww!
    siguela plisss que esta buenaza
    bahaha. que pasara con ___________(tu nombre)
    ya lo quiero saber...... :D

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  3. Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmoooooooooooooooooooooooooooooooooooooosssssssssssssssssssssssssssssooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!! excelente Polyy obvio comoo siempreeeeeeeeeeeeeeeee bueno besoo te kieroo muchoo yop Pituu!

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  4. Soy nueva lectora. Me he pasado semanas enganchada a tus novelas. La anterior me encaanto! Amo como escribes y amo tus novelas. Son las mejores qe he leido nunca. Siguela proonto porfaavor! Un beso, Lucia de españa :)

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  5. SIGUELA enserio me encanto el capitulo malditos los qe asen las fotos , asen qe rayis solo sufra :'(

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