"Adelaide Aymé". |
Sin
decir nada tomé mi bolso y bajé, él arrancó la camioneta y desapareció hacia el
sur. Mis ojos húmedos comenzaron a derramar lágrimas, moría por quedarme en
soledad y llorar hasta más no poder, pero debía saber cómo estaba Zayn y
regresar al departamento porque realmente, hacía frío.
En
esa noche oscura y fría, acababa de quedarme sin corazón.
…Dos años después…
Después de la noche
en la cual Justin, prácticamente, me rogó que jamás regresara por él por mucho
que lo amara, las demás noches todas fueron iguales. Alguien más se había
encargado de Rebbeca, ella ya no existía en la vida de nadie, ni siquiera en la
suya misma, estaba muerta. Jamás logré saber algo más de Justin, Chaz, Willow,
Jaden, Ryan G. o Alfredo, todos ellos habían desaparecido de mi vida por
completo, ya no sabía nada del clan ni estaba metida en negocios. Lo había
dejado.
Adelaide Aymé
Malik, ese era el nombre que habíamos elegido con Zayn para la pequeña. Ella tenía una salud perfecta, su nacimiento
fue el momento más emocionante de mi vida. Jamás me había sentido tan bendecida
e iluminada como aquella mañana en la cual la di a luz. Zayn me había apoyado
en todo durante el último tiempo, incluso con mi locura de volver al ballet.
Aún así, no habíamos optado por casarnos aún, no necesitábamos hacerlo.
Adelaide nos unía
mucho y nos hacía demasiado felices. Zayn la adoraba con su vida y la niña a
él. Verlos era una imagen familiar perfecta, aunque en mis sueños más de una
vez reviví esas imágenes con Justin como el padre de Adelaide. Mi conciencia
era un tormento. Todos los días desde aquella noche me preguntaba cómo estaría
él. Si sería feliz. Si me habría olvidado, porque yo a él no podía olvidarlo.
La niña tenía el
cabello claro y largo, unos ojos marrones (parecidos a los míos), una sonrisa
muy similar a la de Justin, su nariz era una mezcla de la mía y la suya, pero
en sí, su carácter, su temperamento, su forma de actuar era ver a Justin reencarnado
en ella. Sin embargo, el amor que Zayn había desarrollado hacia ella, le
impedía ver tantas cosas similares a Justin y no a él. Malik jamás había
cuestionado algo de la niña y yo jamás había tocado el tema con alguien que no
fuera Miley.
En los últimos años
solo Miley, Caitlin, Christian y Ryan, habían estado conteniéndome a veces. Aún
así, mi vida había cambiado y mucho. Ya no fumaba con habitualidad, no bebía
alcohol, no hacía presentaciones, no cantaba, no tocaba la guitarra, solo me
dedicaba a bailar en la academia de ballet donde solíamos hacer algunas
presentaciones una o dos veces por año. Zayn trabajaba, aunque teníamos la
herencia de su padre, la cual no era modesta y poca, y el dinero que conservaba
aún de cuando vivía con mis “padres”, el cual tampoco era poco.
…
Desperté temprano
esa mañana, Miley me había pedido que la acompañara a la disquera, pues ella
seguía haciendo música. Tomé una ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=94696543&.locale=es, mi cabello caía a los lados de mis
hombros, traía los ojos maquillados de oscuro y delineador, mis labios solo
llevaban brillo. Era el día libre de Zayn.
—Saldré con Miley —le
anticipé entrando a la sala.
—Sí, yo quedaré con
Adelaide, no te preocupes —me sonrió amablemente. Él… él me quería.
—Si no vuelvo para
el almuerzo, recuerda que ella almuerza a la 01:00 —le recordé. Zayn asintió
divertido.
—Lo sé, linda —musitó—.
Sé cómo cuidarla.
—Bien, cualquier
cosa llámame —le sonreí y besé su frente—. Aún duerme, despertará casi a las 09:30.
—Que tengan suerte —lo
decía por mi y Miley.
—Vale, adiós.
Salí del
departamento con prisa, no quería llegar tarde, Miley se enojaría y eso no era
nada divertido o lindo que digamos. Conduje hasta su departamento, allí ella
subió y fuimos hasta un estudio en medio de Los Ángeles.
—Hola —saludamos al
entrar a la sala de grabación.
—¡Ey, Miley! —saludó
un muchacho a mi prima.
—¿Qué hay, Jay? —saludó
ella simpáticamente. Al parecer era algo así como su productor.
—Estuve viendo la
última canción que me enviaste, enserio es buena —aseguró el tipo sonriendo. Yo
me senté en uno de los sillones, esperando que el tiempo pasara para ir a
almorzar con mi amiga.
—Me alegra que te
guste —Miley era buena cantante y compositora.
—¿Ella es la
muchacha que cantó hace algunos años en el festival de rock del central? —diablos
que él sí tenía memoria.
—Sí, es
___________(tu nombre y apellido). Mi prima —sentenció Miley sonriéndole con
orgullo.
—Un gusto —musité,
él me sonrió ampliamente. Era simpático.
—Soy Jay —se
presentó—. El gusto es mío. Sabes, jamás olvidé el raspaje de tu voz, era
orgásmico a los oídos —yo solté una pequeña risilla—. Aunque cuando hablas casi
ni siquiera notaría que tienes esa increíble voz y vocalización.
—Años de práctica —me
encogí de hombros—. Amor, pasión y dedicación.
—¿Y no haces
música? —fue su simple pregunta.
—Tengo otras
prioridades —me digné a decir.
—Solo no lo hace
porque es una idiota —me corrigió Miley frunciendo el ceño y mirándome de mala
forma.
—Si quieres
intentarlo, me animaría a producir algo para ti —yo negué con la cabeza.
—Definitivamente,
no es lo que quiero —musité, Miley siguió mirándome como antes. Con rabia,
podía decirse.
Luego de que Miley
hablara con Jay, para después grabar algunos detalles de la canción, salimos
del estudio. Eran las 02:00 p.m., así que decidimos ir por algo de almorzar.
Miley dijo que ella conducía, que conocía el lugar indicado. No me negué, no me
molestaba.
—Es extraño no
sentir a Adelaide hablar desde el asiento trasero —comentó Miley entre alguna
que otra pequeña risa. Yo atiné a hacer lo mismo.
—Está tan grande —pensé
en voz alta.
—Y tan parecida a
Justin —añadió Miley. Un nudo se produjo en mi garganta.
—Zayn no ha dicho
nada jamás al respecto —le recordé como cada vez que tocábamos el tema—. Eso me
da cierta paz.
—¿Puedes tener paz
aún? —Miley lo soltó sin pensarlo, lo noté en su nerviosismo—. No quise…
—Daría lo que fuera
porque Justin y la niña supieran la verdad —pero era tarde—. Pero el tiempo
pasó ya, Miley. Justin seguramente rehízo su vida. No puedo meterme —mucho más
porque él así me lo pidió.
—No sé qué tanto él
rehízo su vida, nena —Miley no amaba a Zayn, al contrario.
—Créeme que si no
lo hizo, deseo que lo haga —pues, yo lo había hecho—. Ya no puedo regresar a la
mierda de vivir como una criminal escapando de “enemigos”, sufriendo por
quienes quiero y cargando un arma “por si acaso…”. Ya no estoy sola, tengo a
Adelaide, no podría ponerla en riesgo, simplemente sería una total y completa
locura.
—Has madurado
tanto, ___________(tu nombre) —fue raro oírla decir eso—. Hasta creería que no
eres la loca y rockera prima y amiga que solía tener —sonrió melancólicamente.
—La esencia está
allí —le recordé—. Solo que debo fingir por siempre desde ahora, desde que
comencé la farsa en la cual vivo. Aún así, no me arrepiento —mi prima carraspeó
sonoramente.
—¿Crees que Zayn es
mejor padre que Justin? —esa pregunta era meritoria de pensar una buena
respuesta.
—No lo sé, Miley —susurré
pensativa—. Creo que sí, ¿sabes? Zayn desde el primer momento ha entendido que
comenzaba una nueva etapa de su vida cuando Adelaide nació. Además, él no dudó
en alejarse de todo aquello que nos hacía correr peligro a los tres. Hasta ha
dejado de fumar, imagínate —le sugerí, pero luego recordé a Justin.
La última vez que
lo había visto, había sido aquella noche después de cantarle “Young and
Beautiful”, después de que él me sacara del tiroteo en la taberna y me dijera
que me amaría por siempre, pero que ya no regresara. En mi mente su sonrisa
seguía siendo la misma, blanca y perfecta, demostrándome siempre que la
perfección debe ser la mezcla exacta entre sensualidad y ternura. Su mirada
miel me atormentaba cada noche, la recordaba llena de lágrimas, con los ojos
hundidos en el odio, en el abandono de la mujer que quizás, más amó y amará
toda su vida. Recordaba su voz diciéndome “nena, cariño o bebé”. Mi piel jamás
olvidaría el calor que le brindaban sus brazos al estrechar mi cuerpo contra su
pecho y lograr oír el calmado y rítmico bombear de su enorme corazón, en el
cuál habitaba y habitaría por siempre mi recuerdo. De solo pensarlo, me daban
ganas de llorar.
—Tal vez Justin, no
hubiese cambiado su vida de mierda por ello —o tal vez sí—. Quizás él
simplemente hubiera preferido meternos en el peligro más aún y protegernos allí
mismo. Eso no es lo correcto cuando tienes una niña tan adorable y pequeña como
Adelaide, ¿no lo crees? —Miley simplemente no dijo nada.
—Sé que él no te
olvidaría —murmuró segundos después—. No sería capaz. Justin es un cobarde.
—¿Y si no es así? —me
cuestioné a mí misma, probablemente más que a Miley— ¿Si en realidad la cobarde
soy yo?
—No entiendo qué es
lo que quieres —confesó Miley tranquilamente. La situación comenzaba a
molestarme.
—Lo único que
quiero es seguir como hasta ahora. Tranquila, en paz —porque, definitivamente,
era la etapa más pacífica de mi vida.
Llegamos al
restaurante casi después de que Miley condujera alrededor de veinte minutos.
Bajamos y pedimos una mesa para dos, solo ordenamos el menú del día. No
teníamos ganas de hacer órdenes. La imagen que atravesó mis retinas ferozmente
me hizo sentir escalofríos. “Mierda, no puede pasarme a mí”, pensé para mis
adentros cuando definitivamente supe que no estaba equivocada. Estaba tal como
la recordaba, su cabello, sus ojos, sus facciones. Solo un poco más alta, más
mujer podría decirse, porque era en lo que se había convertido. La miré algunos
segundos y luego aparté mi mirada, esperando que no me reconociera.
—¿Pasa algo? —Miley
había notado mis nervios.
—Jazzy está aquí —ella
me miró confundida—. La hermana de Justin, Miley —le expliqué rápidamente. Miley
se volteó a ver y luego me miró tranquilamente.
—Descuida —me pidió—,
no creo que te recuerde siquiera —se encogió de hombros conformista.
—Eso espero —sentencié,
la había perdido de vista, para ser honesta—. Ojalá no recuerde mi rostro,
porque no me gustaría que me reclamara por su hermano.
—Cambiando de tema —murmuró
Miley—. Hay algo que debo comentarte.
—Dime —le sugerí.
—Como bien sabes…
las cosas con Ryan van más que bien —desde hacía ya muchísimo tiempo—. Queremos
casarnos, y venga pues quiero que seas la madrina de la boda —soltó chocando
sus palabras. Yo sonreí ampliamente.
—No debías siquiera
pedirlo, ¡claro que sí, amiga! —le respondí— No me molestará en nada, por el
contrario, es un total honor para mí.
…
Eran casi las 04:00
p.m. cuando entré al departamento de regreso. Dejé mi bolso en la mesa del
living y me tranquilizó por completo oír la risa de Adelaide de camino a la
sala.
—¡Mami! —gritó
tirándose a mis brazos, yo sonreí y la cargué cuidadosamente.
—Hola, cariño —la
saludé. Ella hablaba un poco, a veces no entendíamos mucho lo que decía, pero
se hacía entender de todas maneras para sus dos años y tres meses—, ¿cómo te la
has pasado?
—Ien (Bien) —yo
sonreí y besé su frente mientras caminaba hacia la cocina.
—¿Sí? —le pregunté,
ella asintió sonriendo—, ¿Papi, dónde está? —ella apuntó hacia la cocina.
—Haciendo galletas —logró
pronunciar a la perfección.
—Hola —saludé
entrando a la cocina. Zayn volteó a verme.
—Hola, cariño —él
se acercó y besó fugazmente mis labios.
—¿Cocinando? —asintió
y sonrió ante mi pregunta.
—Adel —así la
apodábamos a veces—, tiene ganas de comer galletas, ¿no, preciosa? —la niña
asintió mientras yo me sentaba en una de las sillas con ella en mi falda.
—Miley me comentó
que va a casarse —le dije a Zayn—, me pidió que sea su madrina de bodas.
—¡Oh, qué genial! —exclamó
Zayn metiendo una bandeja repleta de galletas al horno— Así que iremos de
fiesta, ¿has escuchado, pequeña A?
—Sí —dijo ella
divertida.
—¿Cuándo será? —me
preguntó Zayn, yo intenté recordar exactamente la fecha, pero fallé.
—No recuerdo bien
el número, pero el mes entrante —eso sí recordaba con exactitud.
—Qué bueno, ¿no
crees? —yo asentí ante su mirada, Adelaide estaba entretenida mirando mis
anillos.
—Sí, eso supongo.
Mi respuesta había
sonado desganada y no porque así lo quisiera. Solo me incomodaba pensar que
estaba reteniéndolo de tal manera, cuando en realidad yo debería haber estado
desde un principio con Justin, con el verdadero padre de Adelaide. Era injusto,
pensándolo de tal manera. Aún así, no había vuelta atrás. Por muy infeliz que
yo fuera, no podía cambiarlo.
Wii soy el primer comentario :) no mo puedocrer :0 de verdad ? Dios tienes q seguirla porfavor esta... Hermosa no se q más decirte solo síguela cuando puedas :)
ResponderEliminarBesooos xx
Siguela. Place. Me encanta esta nove. Es una de las mejores noves Que me e leeido Siguela. Lectora Colombiana
ResponderEliminarOh My Bieber Polyy siguelaaa la amoooo jejejeje Love Youuu
ResponderEliminaramo tu novela, solo que nose ya lleva mucho triste(? ¿si me explico? quiero al shastem :C bc siempre hay peleas :C ¿cuanto falta para que se acabe? ¿mucho? oh deoj dime que mucho porque tiene que durar.
ResponderEliminarBesos, (coloca al shastem con la rayis ya todos peshosos con la bebe para que me de un heart attack plz) okya