Capítulo 144°: "Quiero tener un hijo contigo".

—Explícame.

—No sé básicamente nada —le informé—. El concurso se llama “Bailando por un Sueño”. Es una competencia de baile que si ganas cumplen el sueño de una organización benéfica sin fines de lucros —era lo único que sabía del tema.

—Pero… deberemos mudarnos hasta que eso termine a Argentina —supuso.

—No lo sé —Alison no dijo nada del tema—, es que yo no puedo. Tengo la universidad.

—Yo no tengo problemas por ello —él podía seguir trabajando mientras el concurso.

—El problema es que no sabemos qué clase de bailes son y… dónde quedaremos.

—¿Tú quieres ir? —me preguntó él.

—Es que no sé —era confuso—. No dejaré a Anya sola en Londres —menos con lo de su madre— y además no dejaré la universidad.

—Quizás no debas hacerlo —supuso.

—Es que quizás sea lindo hacerlo —puede que el concurso sea entretenido.

—Pero hay que bailar y no sé cuales ritmos —comentó. Sé que a Bieber le gusta bailar.

—Los cuáles seguramente aprenderemos —no sabía mucho del tema—. En realidad, no sé nada del funcionamiento del concurso. Luego le pediré a Alison que me envíe el e-mail de cómo funciona.

—No sé qué pensará Scooter de esto —Justin pareciera estar en mi misma situación.

—Deberemos esperar.

—No hay otro remedio —añadió.

—¿Porqué eres tan lindo? —cuestioné sin sentido. Él me miró extrañado y sonrió tímidamente mientras se pasaba su mano nerviosamente por el cabello.

—Por la misma razón que tú eres perfecta —siempre tenía las palabras más dulces en su boca.

—No soy perfecta —protesté mientras él me acorralaba desde la cintura contra su cuerpo.

—¿Segura? —preguntó acercándose a mis labios.

—Tan segura como que mi amor por ti crece día a día —él sonrió y pegó su frente con la mía.

—Yo sé lo que sientes tú, y sé lo que mi corazón siente cuando estás cerca —amaba su confianza—, no necesito más que eso para vivir y ser feliz. Hasta debería pensar si preferir a mis Beliebers antes que a ti —lo miré un poco mal. Eso me sonó tan malo.

—¡Justin Bieber! —dije regañándolo— Jamás quiero escucharte decir eso. Ellas son la razón por la que tú eres quién eres ahora. Si ellas no te habrían apoyado ni siquiera nos habríamos conocido. Así que baja tus humos y dales la importancia que se merecen, porque ellas te aman —él me miró con un brillo de orgullo en sus ojos y sonrió.

—Las amo con mi vida —¿ah?

—¿Eh?

—A ti y a ellas. Son la razón de mi vida —besó fugazmente mis labios—. Tú, mamá, Jazzy y mis Beliebers.

—Te amo —besé de la misma forma que él mis labios— y siempre querré que seas el humilde chico de Canadá —el que me enamoró a mí hace unos 2 años y que enamora a millones de chicas hace 5.

—Te amo —dijo en español—, I love you —inglés—, Je t’aime —francés—, Ti amo —italiano— y… no lo sé en más idiomas porque si no te lo diría —dijo rápidamente y besó mis labios un poco más largo que antes.

—Vous êtes l’étoile qui s’allume ma vie (tú eres la estrella que ilumina mi vida) —él sonrió—. Cuando nadie está ahí para levantarme eres como mi ángel de la guardia, no sé de donde llegas y me sacas fuerzas que ni siquiera sé que tengo. Eres una persona llena de luz y brillo, puedes transmitirme todo con solo mirarme y por eso es que te amo tanto, te amo —amaba ver brillar los ojos de Justin, eran tan hermosos. Sus ojos tenían un color especial, lo que… los hacía especiales.

—Eres tan tierna, mi amor —susurró mientras rozaba sus labios con los míos. Lentamente me besó con dulzura— y aún no puedo creer que estés conmigo.

—Pues, debes hacerlo porque estoy aquí contigo, y estaré donde sea —lo amaba, como jamás amé a nadie y después de él para mí no existía nadie.

—¿Existe alguien más tierno que tú? —sonreí vergonzosa y Justin besó fugazmente mis labios.

—No soy tan tierna —le aclaré jugando con el cabello de su nuca—. Tú me ganas.

—Sí, lo eres —me discutió él.

—No, no lo soy —repetí. Él frunció el ceño y yo sonreí victoriosa.

—No —se negó—, sí lo eres —afirmó.

—¡Justin! —me quejé.

—¿Qué? —preguntó inocente y sonriendo.

—Nada, no seas tan terco y ya —reí como sonsa y él besó mi frente y volvió delante de mí sin dejar de abrazarme. Amaba ver sus ojos, eran tan interesantes y bellos.

—Eres hermosa, perfecta —dijo él.

—Mejor regresemos, Anya ya comenzará a decir huevadas —Justin me miró y entendí que no quería hacerlo—. No quieres volver, ¿no?

—Pues, es que allí no podemos estar juntos —se quejó. Sonreí inocentemente, era tan dulce.

—Bueno, es que vinimos con ellos no podemos dejarlos solos —no era porque no quería estar con él, si no porque no quería que ellos se enojaran con nosotros.

—Lo sé —sonrió—, pero me gustaría estar más tiempo contigo —él, notoriamente, no quería volver.

—Pues, no quiero que los chicos se enojen —le informé.

—¿Enojarse? —preguntó riendo como sonso—, míralos —me pidió. Volteé y Chris con Any estaban agarrando.

—Bueno, creo que no les molestará que nos vallamos por ahí un rato —supuse volviendo mi mirada a Justin.

—¿Qué te parece ir a andar en moto de agua? —me propuso. Sonreí y asentí con la cabeza—. Bien, vamos.

Con Justin nos dirigimos al lugar donde alquilaban las motos de agua. Allí Justin alquiló una, por el hecho de que yo no sé conducir una y él sí. Por lo que iríamos los dos en una. Nos acercamos a la costa en la cual estaba la moto.

—Ok, sube adelante —me dijo él. Lo miré extrañada.

—Pero… no sé conducir —le recordé preocupada.

—Pero, te enseñaré.

—¿Ah? —dije extrañada. Él sonrió, lo que decía que era verdad—, caeremos.

—Así se aprende —rió divertido—. Vamos, sube. Yo iré contigo —me informó.

Narra Justin:

Ella sin convencerse del todo subió en la moto. Yo también lo hice sentándome detrás de ella. Tomé sus manos y las puse en el manubrio de la moto. Ella estaba muy tensa.

—Relájate —le susurré al oído. Ella se estremeció un poco.

—Tengo mucho miedo de lastimarnos —dijo ella.

—No pasará nada —dije mientras encendía la moto. Ella se sobresaltó un poco, pero regresé mi mano sobre la de ella y aceleré levemente la moto.

—¡Justin no! —dijo ella exasperada.

—Tranquilízate —le pedí nuevamente.

La moto comenzó a moverse y ella estaba más tensa que nunca. Íbamos a una velocidad no muy alta. Ella estaba aprendiendo, así que levemente solté sus manos.

—¡No, Justin! No me sueltes —me pidió desesperada. Sonreí levemente.

—Vas bien —le informé cuando ella estaba conduciendo sola.

—Tengo miedo —dijo mientras conducía.

—Estoy aquí, nada pasará —le informé y besé su cuello levemente.

—¡Oye! —se quejó riendo—, tengo cosquillas.

—Presta atención o caeremos —ella sonrió, como amaba verla sonreír.

—Más que mojarnos no haremos —dijo divertida. Besé su mejilla y la abracé por la cintura, sé que seguramente alguien nos sacaría fotos, porque los paparazzis son como plagas, pero no me interesaba. Para nada.

—Quizás nos golpeemos si eso sucede —pero ella estaba haciéndolo bien.

—Pero estás aquí para cuidarme y yo para cuidarte —sonrió.

—Oye, ya estoy planeando tu sorpresa para el 14 de febrero —lo sé, soy muy anticipado en ciertas cosas.

—¿Qué? —dijo ella descuidando lo que hacía. Fue cuando rápidamente moví mis manos al volante para tomar el control.

—¡Oye! —la regañé—, presta atención.

—No es para menos —dijo y me miró para luego volver su vista al agua—, me dices estas cosas aquí mientras estoy intentando conducir esta cosa.

—¡No pensé que tendrías un infarto! —dije bromeando, ella rió por lo bajo.

—Es que soy curiosa y me vienes a decir esto ahora —me regañó.

—Es que a veces olvido de tu problema de impaciencia —reímos al unísono. Pero era verdad, ella es DEMASIADO ansiosa.

—Es un problema de nacimiento —dijo divertida.

—Y te hace más perfecta de lo que eres —dije embobado en su sonrisa—. Amo cuando impacientas y te comes las uñas, abres los ojos grandes y te exasperas, hablas muy rápido y básicamente gritas, eres tan hermosa.

—Ok, da miedo cuanto me conoces —dijo ella divertida. Solo volví a abrazarla por la cintura.

—Solo te conozco por amarte tanto —a veces lo cursi se me salía.

—Conduce tú, esto me aburre —me pidió ella divertida.

—Ok, bájate —le pedí para sentarme delante.

—Está bien —dijo y se tiró al agua, yo me pasé hacia delante. Ella luego subió detrás de mí y me abrazó por la cintura.

—Amo tus brazos —amo todo de ella.

—Y yo tu abdomen —dijo ella besando mi espalda.

—Me harás sonrojar, sonsa —dije sonriendo un poco apenado.

(Los Ángeles — California) (Casa de Beadles)

Narra Ryan:

—¡Caitlin! —exclamé cuando abrió la puerta, hacía mucho no la veía.

—Hola, Ryan —saludó simpáticamente y me dio un beso en la mejilla.

—¿Cómo estás? —pregunté.

—Bien, ¿tú? Hace mucho no te veo —comentó.

—Pues, bien. Es que la universidad me tiene a mal traer —dije divertido—, ¿está Chris? —era de quién venía en busca. No veía bien a Cait. Estaba pálida y un poco seria.

—Chris se fue a la playa con Anya, Justin y ___________(tu nombre) —es decir que no está—, pero si quieres puedes quedarte a tomar algo.

—Vamos por ahí —a tomar algo claro.

—Está bien —aceptó ella—, pasa y espérame que iré a cambiarme —me avisó.

—Ok —dije entrando.

Cerré la puerta y me senté en el sillón a esperar por ella, quién subió las escaleras y no vi más. Al rato ella bajó vistiendo así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=42010767&.locale=es.

—¿Ya vamos? —me cuestionó ella.

—Sí —afirmé sonriendo mientras me levantaba del sillón.

Nos levantamos y nos metimos en el carro. Luego de esto comencé a conducir.

—¿Mily? ¿No está en L.A? —me cuestionó Cait.

—Peleé con ella —hacía unas semanas ya.

—Oh, lo siento mucho —Cait estaba rara hoy.

—¿Te pasa algo? —le pregunté.

—No, ¿por qué? —esa respuesta, no me convencía en lo absoluto.

—Te vez pálida y estás decaída, como triste —y era notorio en ella.

—No me pasa nada —notaba que mentía.

—No me mientas, Caitlin —le pedí. Ella suspiró.

—Enserio, no es nada. No le hagas caso —me pidió con un tono leve.

—Quizás pueda ayudarte. Además hablar te hará bien —siempre funciona.

—Te lo contaré luego, en el café —me dijo ella.

—Está bien —acepté—, pero no estés triste, ¿sabes? —es mi amiga y no me gusta verla así.

—Me encantaría que ___________(tu nombre) esté aquí —Cait le tiene mucha confianza.

—Ella volverá pronto —claro, pues.

—Pero, la necesito ahora —enserio estaba mal. Cait no solía hacer este plan.

—Puedes contar conmigo, aunque no sepa porqué —soy su amigo, después de todo.

—Es difícil hablar de esto contigo —¿ah? ¿Qué querría decirme ella?

—¿Tan grave es?

—No es grave —era un alivio—, es bochornoso. Me da vergüenza y quizás me traiga grandes problemas —¡woow!

—¿Entonces, qué es? —pregunté confundido.

—Ryan, me da muchísima pena —era raro, Cait no solía tener tanta pena.

—¿Qué puede ser tan así? ¿Estás embarazada? —pregunté suponiendo con ironía. No sería tan grave. Ella solo cayó, ¿qué? ¿Sería eso?— ¡Caitlin! Me preocupa tu silencio —dije sin verla.

—Es que… es verdad —dijo ella afligida, lo digo por su tono.

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿De quién? —dije confundido.

—Tengo un atraso de 1 semana, es obvio que es de Chaz —evadió algunas preguntas y claro, ¡no me contaría que hizo!

—¡A caso Chaz no conoce el condón o qué le pasa! —es tan idiota.

—Yo también tuve culpa —dijo ella.

—Pero no es seguro todavía —le recordé. Quizás solo sea, como ellas dicen, algo natural.

—No lo sé. Iré el sábado con ___________(tu nombre) al médico, para ver si es o no un embarazo —me informó ella. La veía mal.

—¿Chaz, sabe? —era lo primordial.

—No —me negó ella.

—¿Qué?

—Es que si no es verdad no quiero alarmarlo. Además, tengo miedo de cómo reaccione ante la situación —todo mundo lo haría, pero Chaz debe saberlo, es el padre después de todo, ¿no?

—Pero él tiene que saberlo —es su derecho.

—Se lo diré, pero cuando sea el momento —¿y si para ella nunca llegara el momento?

—Caitlin, debes hacerlo —le informé. Ella seguramente se negaría.

—No, ahora no.

—Se lo diré entonces —solo decía, para que ella lo hiciera.

—¡Ryan! —se quejó— Por favor, no. Se lo diré —me aclaró—, pero cuando tenga los resultados de los análisis —añadió. Fruncí el seño.

—Estás haciendo mal las cosas Caitlin —le informé.

—¿Qué quieres que haga? —me preguntó al borde del llanto—, quieres que valla y le diga a mis padres y que me echen de casa. Que le diga a Chaz y me deje por perra, que se entere Christian y mate a golpes a Chaz, ¿quieres eso no? —dijo ella exasperada.

—No, Cait. No quiero que eso pase y no pasará —no todo sería tan malo.

—¿Cómo sabes, Ryan? —preguntó negativa— ¿Cómo sabes que todo estará bien y no será malo?

—Solo no será así de malo, Cait —claro que no—. Tus papás no te echarán de ningún lado, al contrario te apoyarán. Chaz no te dejará por perra porque el hijo que esperas es suyo. Christian no matará a nadie porque deberá aceptar a su sobrino —o eso espero—, todo estará bien Cait. Te apoyaremos.

—Ryan, no quiero que nada cambie. Aún soy joven para ser madre. Seré una pésima madre —dijo ella. Creo que estaba llorando.

—¡Caitlin! No digas sonseras, ¿quieres? —la regañé. De seguro estaría sorprendida. No acostumbro a usar esta parte seria de mí—. Tú serás una gran madre y todos los demás te ayudaremos a criar a tu criatura, ¿sabes?

—Tengo tanto miedo, Ryan —me comentó ella.

—Y todo mundo lo tendría —es obvio, siendo madre primeriza y con 20 años, ¿quién no tendría miedo?—. Chaz te apoyará, tu familia y nosotros que te queremos también.

—Ryan —me habló.

—Dime.

—No se lo digas a nadie, ¿ya? Tú y ___________(tu nombre) son los únicos que saben y no quiero que nadie más lo haga —dijo ella algo apenada.

—Está bien, Cait. Pero… recuerda, Chaz tiene que enterarse —le recordé.

—Se lo diré —me aseguró.

—Espero que no sea tarde entonces —jamás dijo cuándo, ¿no?

—Luego del análisis, Ryan —me dijo ella, un poco agobiada mientras yo aparcaba en una cafetería.

—Bajemos —le propuse.

Narra ___________(tu nombre):

Luego de andar un rato en moto, nos bajamos y regresamos a la tienda.

—Chris querrá matarnos, tenía planeado salir hoy —comentó Justin sacándose la maya, sí, ¡estaba en bóxer!

—¿Qué planes? —dije mirando mi teléfono, me intimidaba tenerlo así frente a mí.

—Quería salir al parque o ir a tomar algo —me dijo Justin secándose con un toallón.

—Pero creo que se ocupó de ligar con Anya, no hay problema por eso —dije divertida.

—Quizás —dijo Justin poniéndose otra maya—. Oye, cámbiate —me pidió—, quiero ir a hacer algunas compras.

—Pero estamos bien lejos de la ciudad —le informé.

—Sí, pero le pediré la camioneta a Chris, vamos —insistió. Sonreí levemente, era señal de que acepté.

—Ok, pero retírate así me cambio —le pedí. Él sonrió y besó mis labios.

—No sé para qué. Recuerda que te he visto desnuda —dijo saliendo de la tienda. El comentario me hizo sonrojar mucho.

Me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=42027130&.locale=es y salí de la tienda. Justin estaba allí viendo su teléfono mientras me esperaba. Mientras él allí parado no me vio al salir lo abracé por la espalda y besé su cuello.

—¿Vamos ya? —le pregunté.

—Sí —dijo él guardando su teléfono y mostrándome la llave.

—Bien, vamos —acepté mientras tomaba su mano.

—Te vez linda así —me comentó mientras comenzábamos a caminar hacia la camioneta.

—Anya me cambió todo el guarda ropas por esta ropa hippie —me quejé. Justin rió por lo bajo.

—Pero te asienta bien, amor —me informó.

—No lo sé —me quejé divertida. Él besó mi mejilla tiernamente.

—Iremos al centro comercial —me avisó mi bello Justin.

—¿Qué debes comprar? —le pregunté de curiosa.

—Test de embarazos, tampones y 4 o 5 cajas de condones —lo miré con los ojos como platos, ¿estaba loco?

—¿De qué hablas? —dije confundida y asombrada.

—Los tampones son para Anya, los condones para Chris y los test de embarazos para ti, porque tendremos sexo hasta que quedes embarazada —estaba a punto de caer desmayada de la vergüenza.

—¡Justin Bieber! —lo regañé y él rió.

—Es mentira sonsa —eso me temía.

—Me has hecho flipar —le comenté con recelo.

—Siempre flipas —me dijo burlón y besó mi mejilla riendo.

—¡No seas sonso! —le pedí.

—Pero sí quiero tener un hijo contigo —dijo él berrinchudo.

—¡Justin! —me quejé vergonzosa— ¿eso es verdad? —pregunté enternecida al reaccionar.

—En realidad…

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¡Estoy de regreso! Y las extrañé horrores. Lamento demorarme con el capítulo; pero llegué ayer y estaba muy cansada, intenté escribir pero no me salía nada, así que recién hoy pude terminar el capítulo (: ¡Espero les guste!

Anónimo: No desesperes, aquí tienes el capítulo jajaja. Besotes.

Vale: ¡Ballet qué lindo! Aquí en mi ciudad no enseñan (ciudad del orto, no hay una mierda) amo el ballet, ¡es tan lindo! Y es un gusto que te agraden los blends, besitos linda. Te quiero n.n

Marta: ¡Danza española! ¡Ole! Aquí en mi ciudad hace unos meses hubo un intercambio cultural y vinieron algunos españoles. Y en una fiesta una de ellas, las chicas, me enseñó a bailar rumba :D jajaja. Estoy MUERTA de calor, y bueno… es el verano ._. ¡Besitos linda! Te quiero, española hermosa.

Dai: ¡Feliz 2012, linda! Besotes.

Anónimo: ¡Gracias! Feliz 2012, besitos.

TishuNove: ¡Hola, hola! Feliz año nuevo, lindura. Muchísimas gracias por tus deseos, besitos; ¡te quiero miles!

Anónimo: ¡Bienvenida! Muchas gracias por leer, es un gusto (: Besotes.

Mony: ¡Mony, Mony! Hola, amiga. Pues, me gusta que hayas disfrutado tus cortas vacaciones, te las mereces y pues… te felicito por no entrar a los blogs, jiji. Yo también te deseo una feliz navidad y un maravilloso y prospero 2012 para ti. Las vacaciones fueron geniales y pues, en verano vi nieve en los cerros, ¡es muy loco! Hacía frío mil ._. jaja. Pero la pasé de maravillas. ¡Qué habrás hecho, muchacha, para que te castiguen jaja! De todas formas no importa, solo pórtate bien para que te saquen pronto el castigo. Te quiero mil, mil. En la próxima entrada te doy los premios, amiga. Besotes.

Jilly: ¡Gracias, linda! Bienvenida. Besotes.

Javi: ¡No mueras, no mueras! Aquí está el capítulo, así que tus uñas descansarán jaja. Besitos.

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Les subiré pronto, bellezas. ¡Las amo! Y feliz año nuevo a todas n.n

—Poly—

P/D: COMENTENN!