Estuvimos
un rato más hablando con Pattie y luego nos fuimos de allí. Aún no sabía qué
hacer. Mamá no estaba en Los Ángeles y había dejado de plantón a Demi, claro
que la llamé. Pero no le conté todo.
Mi
vida era un solo derrumbe… y solo Justin estaba ahí para mí. A veces un momento
así es más devastador que cualquier otra cosa. Saber que solo cuentas con una
persona.
Tomé
mi notebook después de tiempo sin entrar a internet y abrí mi Twitter. Todos
hablaban sobre unas fotos mías y de Justin. Entré a las fotos y eran en las que
entrabamos al hospital. Me dio coraje y entonces escribí unos cuantos Tweets.
“Muchos de ustedes, están
centrándose en hablar de mí y de Justin, pero no estamos pasando un buen
momento”.
“Amo a mis fans, pero no
verán de mí en un largo tiempo”.
“Me encantaría que dejaran
de inventar cosas sobre mí. Estoy muy mal y no me gustan sus rumores”.
“No tengo ninguna
enfermedad. Solo me duele mucho un sentimiento llamado felicidad”.
“@JadenSmith muchísimas
gracias. Espero que estés bien. Estoy muy contenta de haberte conocido,
gracias”.
“Volveré cuando me sienta
lista y esté bien equilibrada. Los amo y gracias, no se preocupen, Justin cuida
de mí”.
Cerré
mi notebook porque no quería ver más esas huevadas que estaba hablando sobre
mí. Entonces, subí las escaleras. La ama de llaves había ordenado todo, le
debía una grande. Me acosté en la cama y con el sueño que tenía me quedé
dormida.
…Al
día siguiente…
Desperté
con un dolor de cabeza impresionante. Me di una ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/al_estudio/set?id=42491280, salí de casa y me subí en
mi carro. Conduje hasta el estudio, hoy había quedado en encontrarme con
Alison. Entré y me dirigí a la oficina de Alison.
—Buenos
días —saludé. Mi tristeza no se iba. Pareciera que perduraría un buen tiempo en
mí.
—¿Qué
te sucedió? —me preguntó. De seguro mi cara y mis ojeras la asustaron.
—Tuve
los peores dos días de mi vida —resumí el tema.
—¿Pelearon
con Justin? —me preguntó preocupada. Después de todo era como mi hermana mayor.
—No
—me negué rápidamente—, pero no interesa. Vine a hablar de algunas cosas.
—Te
escucho.
—No
iré al concurso de baile, no grabaré hasta estar en Londres y no haré
presentaciones hasta que vuelva a ser la misma —Alison no me miraba con ira ni
nada, me miraba preocupada.
—¿Qué
te sucede? —cuestionó otra vez.
—Estuve
embarazada dos semanas sin saberlo y antes de ayer me enteré que perdí el bebé
gracias a tantos ensayos para los premios y esas cosas —Alison se me quedó
viendo como demasiado asombrada.
—¿Estás
bromeando? —solo no respondí. Nunca jugaría con algo así—. Tómate el tiempo que
necesites, linda.
—Gracias,
Al —le dije. Ella sonrió con pena hacia mí.
—¿Quieres
ir de compras o a tomar algo? —era raro, nunca hacía esas cosas con ella.
Quizás sería bueno ir a distender mis pensamientos un rato.
—Está
bien —accedí.
Salimos
y conduje hasta el centro comercial. Compramos al bajar unos frapuccinos en
Starbuks y fuimos a recorrer las distintas tiendas.
—¡Oye,
mira! —dijo viendo un vestido—, ¿te gusta?
—Está
bonito —dije. Me sentía un poco mejor, pero… de todas formas seguía mal—.
Pruébatelo —le dije.
—Ya,
ven —dijo jalándome hacia los cambiadores. Ella entró—. ¿No llevarás nada?
—No
tengo ánimos de medirme —no tengo ánimos de nada.
—No
seas aguafiestas —ella intentaba levantarme el ánimo.
—Enserio,
otro día quizás sí —le dije—, pero hoy no. No tengo ánimos.
—Está
bien, no te obligaré —me dijo—. Pero extraño a esa muchacha que no hacía más
que hacerme enojar —sonreí levemente aunque ella no me viera.
—Ya
te haré enojar y creo que no te gustará eso —intenté bromear, pero pareció un
lamento más que cualquier otra cosa.
Estuvimos
comprando ropa que a Alison le gustaba. Yo compré algunas remeras y algunos
accesorios, pero solo porque Alison me obligaba. Dejé a Alison en el estudio,
ella hablaría con Usher, entonces me fui a casa. Entré y eran aún las 10:00
a.m. Me senté en el sillón de la sala, estaba triste aún. Más que triste,
deprimida. No podía soportar la idea de que todo esto solo me suceda a mí.
Cerré
los ojos y tiré mi cabeza hacia atrás. No quería escuchar nada, solo quería
escuchar el latido de mi corazón. Pero eso no sería posible al parecer. Tocaron
timbre, por lo que me levanté y atendí. Al verlo ahí mis lágrimas cayeron y no
hice más que abrazarlo con fuerzas.
—¡Jason!
—dije llorando—, te necesito.
—___________(tu
nombre) —me nombró con preocupación—, ¿estás bien? ¿Qué sucede? —me preguntaba
alarmado.
—Estoy
muerta en vida, Jason —dije llorando sobre su hombro.
—¿Qué
te pasa? —me preguntó él desesperado.
—Pasa
—le dije soltándolo y entrando. Él hizo lo mismo y cerró la puerta.
—Vamos,
dime que tienes —dijo mirándome con una preocupación sobre humana en sus ojos.
—Perdí
un embarazo, Jay —le dije llorando.
—¿Qué?
—no sé si era por lo de perderlo o por el embarazo—, ¿sabías que estabas
embarazada? —solo negué con la cabeza.
—Estaba
de 2 semanas, no lo sabía. Pero comencé a sentirme mal, fui al hospital en New
York y me dijeron que el feto no resistió tanta actividad y murió —le expliqué
entre un llanto que aunque intentaba controlar, era imposible lograr el
objetivo.
—No
puedo creer esto —dijo desesperado—, ¿Justin lo sabe?
—Sí,
Jay. Justin sabe todo —ni modo, claro que se lo diría—, él está peor que yo.
Duermo mal, hace dos noches. No puedo más Jason, estoy demasiado mal.
—No
sé qué se siente, no quiero saberlo tampoco. Pero sé lo que se siente perder a
un ser que amas, ___________(tu nombre), y es lo peor del mundo —cualquier
persona que haya perdido alguien lo sabe—, pero no debes llorarlo. Tú sabes que
esa pequeña, diminuta, criatura está en un lugar mejor y después de esta vida
ella estará contigo —mis lágrimas no eran buenas, pero no dejaban de caer de
mis ojos. Creo que ya ni siquiera tenía, no sé de donde había sacado tantas.
—¿Te
quedas a pasar el día conmigo? —sí, sé qué dirán: ¿Y Justin? Pero necesito
pasar tiempo con la persona que básicamente es mi hermano de toda la vida.
—Claro
que sí, no tengas dudas sobre eso. Pasaremos un lindo día juntos —dijo y me
abrazó con muchas fuerzas. Suspiré entre sus brazos y sequé mis lágrimas.
—Lamento
tanto que tengas que volver a verme así, una vez más Jason. Hace tiempo no
lloraba así —y mucho.
—No
importa cómo te veas —dijo dirigiendo su mirada a mis ojos—, no importa cuánto
tiempo pase. Yo estaré contigo cuando sea que lo necesites. Porque tú estuviste
conmigo cuando perdí a mamá. Te quiero mucho y sí, odio verte llorar, pero sé
que llorar todo el dolor que tiene adentro es la única solución —siempre él lograba
hacerme sonreír.
—Te
quiero mucho, amigo —le respondí.
Pasamos lo restante de la mañana charlando, sobre la universidad, sobre
el pasado. Recordando y no voy a decir riendo, porque me era difícil, muy
difícil, hacerlo. Almorzamos pizza y de postre comimos helado. Luego decidimos
buscar a Anya y a Justin. Una vez juntos iríamos a ver una película. Ellos
aceptaron y veríamos una película Argentina, traducida claro, llamada “El
secreto de tus ojos”.
—¿Cómo
te sientes? —me preguntó Justin abrazándome por los hombros en el cine.
—Estoy
mejor, aunque de tanto llorar me duelen los ojos, me arden —con tantas lágrimas
no espero menos.
—Te
necesito más que nunca junto a mí —me dijo al oído y luego besó mi mejilla.
—Por
favor, no me hagas llorar —estaba demasiado susceptible.
—Amor,
vi tus tweets, creo que es mejor que dejes en claro lo que pasó. Todos
empezaron a especular sobre ello y tus fans están muy preocupadas —me comentó
mi novio.
—¿Y
qué les diré? —no diría del embarazo.
—Diles
que has perdido a alguien muy querido y estás recuperándote emocionalmente —era
una “buena idea”.
—Lo
haré —le avisé. Él besó fugaz mis labios.
—Hablé
con Alison hoy, me dijo que te dio el tiempo que necesites libre —así era—.
Scooter a mí también.
—Me
gustaría irme a Atlanta unos días —para ver a mi papá y mis hermanos, los
necesito ahora.
—Estaba
por proponértelo —me dijo y sonrió en sus más mínimas posibilidades.
—¿Nos
iremos? —le pregunté. Él tomó mi mano y asintió.
—Saqué
los pasajes hoy, mañana a las 6:30 partimos hacia Atlanta —por un lado eso me
hacía muy feliz.
—Hablaré
con papá —para quedar en su casa.
—Ya
lo llamé, me dijo que sí —él era tan considerado, me refiero a Justin—. Mariel,
no está en la ciudad —no lo dijo convencido, ¿mentiría?— y nos quedaremos en su
casa.
—Está
bien —acepté—, pero ¿por qué dices así lo de Mariel? —le pregunté.
—Será
mejor enterarte por él, ¿no? —no, no lo sería.
—¿Qué
está sucediendo?
—Nada
que no te agrade —me dijo y besó mi frente.
…12
de enero…
Hoy
era el gran día. Los últimos meses no fueron nada fácil, menos luchando contra
ese suceso oscuro. La mamá de Anya, falleció hace 1 mes y medio, pero ella
igual quiso venir. Con Justin nos emocionaba mucho, ya que conviviríamos de una
vez por todas, de todas formas. Aún no éramos felices con la noticia que
recibimos esa vez en New York. Pronto Justin cumpliría 21 y en algunos pocos
meses yo tendría 19.
Desperté
a las 6:00 a.m, tendríamos que abordar a las 7:30. Me bañé y me cambié así http://www.polyvore.com/camino_una_nueva_vida/set?id=42659813. Bajé mis maletas y
desayuné algunas tostadas con mermelada. Me había despedido de todos anoche. No
quería llorar ahora. Con Cait nos veríamos en el nacimiento de su bebé, ya que
junto con Chris seríamos los padrinos.
Entonces,
una vez más debo decirle adiós a Los Ángeles y hola a Londres. Tomé mi bolso y
afuera de casa tomé un taxi. Bajé en el aeropuerto y un botón se llevaría mis
maletas hacia donde deberían ir. Habíamos sacado los boletos antes para
asegurarnos de ir juntos. Me dirigí a seguridad, eran las 7:15. Me revisaron y
les entregué los papeles correspondientes. “Vuelo 113 con destino a Londres,
Inglaterra; por favor abordar. Primer llamado”. Tomé mis cosas y me dirigí al
avión. Abordé y me senté en el asiento 98.
—¡Amiga!
—dijo Any y sonrió levemente.
—Hola
Any —saludé.
—Buenos
días señoritas —saludó Justin. Besó la mejilla de mi amiga y fugazmente me besó
en los labios. Pasó por dente nuestro y se sentó en el asiento contra la
ventana al lado mío.
—Estoy
muy ansiosa —comentó Anya.
—La
vida en Londres será distinta —nos dijo Justin. Sonreí al escuchar eso.
—Eso
espero, ya no quiero sufrir más —dije con un nudo en la garganta.
—Ya
no, bebé. No dejaré que sufras. —sonreí levemente y él besó mi frente.
—Extrañaré
mucho a Christian —Anya debió tomar un poco de distancia la última semana, ya
que se verán solo a fin de cada semestre.
—Chris
está profundamente enamorado de ti, no creo que te cambie o algo de eso —le
aseguró mi lindo Justin.
—Es
verdad, Chris te ama —porque de solo verlo se nota.
—Lo
habría traído en la maleta, pero la universidad de él lo impide —dijo
intentando divertirse un poco.
—Por
él no es problema, él cabe en ella —bromeó Justin.
El
avión despegó y fuimos hablando la gran parte del vuelo. Al llegar el reloj en
Londres marcó las 12:00 del medio día. Bajamos y una tropilla de fotógrafos
estaba allí. Solo nos alejamos y fuimos por las maletas. Nos subimos a un auto
y nos fuimos hasta la nueva casa. La casa era así
Entramos
y recorrimos la casa. La habitación de Justin y yo era así
Desempacamos
y era hora de almorzar. Así que salimos a un restaurante. Luego de almorzar
teníamos que ir a la universidad a ver los horarios de las asignaturas. Justin
se quedó en casa y con Any salimos caminando las dos cuadras hasta el lugar.
—Creo
que ya estoy nerviosa —dijo Anya. Reí ante su cara de pánico.
—Estoy
muy feliz —le comenté.
—¿Es
porque vivirás con Bieber? —me preguntó sin filtro alguno.
—¡Any!
—la regañé—, pues en cierto modo sí —dije vergonzosa.
—Oye,
¿serás mamá pronto? —¿qué son esas preguntas?
—No
me siento lista aún —dije recordando el último incidente—. Comenzaré a grabar
pronto y no será fácil.
—¿Cuándo
comenzarás? —me preguntó mi amiga.
—Pasado
mañana —dije con ciertas ansias—, creo que será el mejor trabajo discográfico
que he hecho en toda mi carrera —aunque no sean decenas de años, me superaré
con este trabajo.
—Estoy
ansiosa por escucharlo —Anya era una gran fan de mi música.
—Estoy
ansiosa por volver al estudio —hace mucho no grabo algo.
—Y
yo por comprar tu CD —fruncí el seño y la miré algo mal—. Y no, no dejaré que
me lo regales.
—¡Anya!
—me quejé. Ella rió levemente.
—No
seas sonsa —me pidió.
Llegamos
al enorme edificio y entramos con los nervios de punta. Había algunos jóvenes,
los hombres nos miraban babeándose. Además olvidé, de algún modo, el hecho de
quién soy. Y las mujeres nos miraban con ganas de arañarnos las caras.
Entramos, la directora nos dio el horario y salimos. En nuestra dirección venía
un grupo de chicas, esas idiotas que se creen lindas y necesitan llamar la
atención. Chocaron a mi amiga e hicieron que su bolso cayera. Esto no quedaría
así.
—Ups
—dijo la rubia teñida.
—Cariño,
la tintura te afectó la vista —le dije con un tono de dulzura irónica.
—Lamentamos
que aquí no tengas preferencias —dijo haciéndose la superada.
—Lamentamos
que en esta universidad acepten a enfermas mentales con problemas de autoestima
—dijo Anya mirándola despectivamente.
—Aquí
nosotras somos el centro de atención —eso creen.
—Lamentamos
que necesites sobre salir para ser alguien —dije con desprecio—. Solo no te
metas con nosotras, no nos conoces “bonita” —dije enfatizando—. Y no te estoy
amenazando, pero… si se trata de aplastar cucarachas, soy experta en el tema.
Solo
nos volteamos y seguimos, como si nada habría ocurrido. Odiaba a esas rubias
que se creen ser las mejores. Son tan despreciables.
—Creo
que tendremos con qué divertirnos —dijo mi amiga.
—Así
es Any —le aseguré—. Creo que será divertido matar cucarachas rubias —Any rió
levemente y yo también.
—Oye,
me comentó Justin que Rob y Kenny llegan mañana —es verdad. Necesitamos
seguridad aquí.
—Pues
sí —le afirmé—. Los necesitamos aquí. También viene Mama Jan y Alison.
—¿Mama
Jan? —me preguntó confundida.
—Sí,
ella es mi nueva instructora de voz y la necesito para grabar —Alison la había
contratado hace algunos meses para las presentaciones pero como no las hice no
necesité de ella.
—Ella
era instructora de voz de Justin, ¿no?
—Sí,
lo sigue siendo aún —le corregí la idea de que solo fue.
—Creí
que ya no la necesitaba —siempre necesitas una instructora.
—Siempre
necesitas una —emití mi pensamiento.
—Pues,
si eso dices tú que sabes, no diré lo contrario —dijo graciosa mientras nos
redirigíamos a casa una vez más.
—Tengo
ganas de cantar —Any me miró arqueando una ceja—. No me mires así —le pedí—.
Siempre fue mi sueño correr por Londres cantando bajo la lluvia —Anya comenzó a
reír desenfrenadamente.
—Y…
¿qué quieres cantar? —me preguntó entre risas aún.
—No
lo sé. Na na na de One Direction —dije convencida.
—Y
vistiendo así, creo que te llevarán al circo —comentó entre risas—. Digo aquí
todos de jeans y vans y tú de shorts y tacones. Eres rara, amiga.
—¡Anya!
—me quejé algo ofendida.
—Pero
sabes que te amo así te vistas de payasa —sonreí y la abracé desde atrás muy
fuerte—. Me asfixiarás —me recordó.
—Ya,
no seas huevona —le pedí frunciendo el seño y regresando a su lado.
—Mañana
debemos venir a esta cosa a estar encerradas —dijo con flojera.
—Pues,
será fácil porque tengo clases de vocalización las 3 horas que me tocan —ella
frunció el seño.
—Yo
tengo 6 horas y tengo: Historia de arte, dibujo y texturación —me dijo leyendo
el papel.
—Yo
vengo a las 7:00 y me voy a las 10:00 —le avisé.
—Pues
yo llegaré como 20 días después con el cansancio mental que las clases me
producirán —reí mucho ante su exageración.
—Volverás
viva al menos —le seguí la corriente.
Llegamos
a casa y entramos. Justin estaba luchando con su teléfono móvil.
—Maldición
—se quejó. Anya lo quedó mirando raro al entrar.
—Tú
novio se está volviendo loco —me susurró. Justin nos miró y sonrió
fingidamente.
—¿Qué
sucede? —le pregunté.
—Llamé
a una veterinaria porque quiero tener un perrito —comenzó a contar mientras con
Any nos sentábamos a escucharlo—. Me dijeron que qué raza quería. Les dije:
“Señorita, quiero un perro de raza dachshund (perro salchicha)” y me dice, lo
sentimos pero esa raza no es inglesa —comencé a reír ante su frustración— y le
digo: Señorita es Alemana.
—Sigue
sin ser inglesa —le explicó Anya—. Es Europea.
—¡Pero
quiero un perro de esos! —dijo frustrado y tapándose la cara con un almohadón
comenzó a gritar. Con Anya estallamos en risas— ¿de qué ríen?
—¿Tanto
por un perro? —le preguntó mi amiga.
—Quiero
uno, ¿no entiendes? —estaba actuando como un niño. Era gracioso, mucho.
—Pero
no desesperes —le pedí. Mi teléfono comenzó a sonar. Vi la pantalla y decía:
“Número Desconocido”.
Me
levanté del sillón y me alejé un poco. Allí contesté.
#Vía telefónica#.
—¿Aló? —respondí.
—Hola, ¿hablo con
___________(tu nombre)? —me preguntó una voz varonil.
—Sí, ella habla —ya
comenzaba a extrañarme.
—Te habla Zayn Malik —oh,
¡sí! Zayn.
—Oh, ¡Zayn! No sabía tu
número —dije algo apenada.
—¿Cómo estás? —me preguntó
amigable.
—Muy bien, ¿tú? —respondí.
Aún se me hacía raro su llamado.
—Bien —respondió—. Oye me
enteré que llegaste a Londres hoy —así era.
—Sí, estoy aquí ahora —afirmé.
—Llamaba para decirte que…
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Zafiro: ¡Gracias, linda!
Pues, sí. Claro que puedes poner lo de “Pregunta de la semana”. No hay
problema. Un besito n.n
Pomb@-lista: ¡No llores! :(
recuerda, debes sonreír n.n – Un besito, linda.
Ainelen: ¡Besos, bonita!
Vale: ¡Hola! Gracias por
decirme que los capítulos están increíbles. Y pues, respecto al hombre. No
llores por él ni te sientas mal. Sabes, muchas veces el amor es difícil. Y…
créeme debes dejar la pena de lado y hablarle. Quizás no se anima él al primer
paso. ¡Te quiero! Besitos.
JAVI: ¡Gracias, belleza! Un
besito. Te quiero.
Nicky: ¡Hola, linda! Yo estoy
de maravilla, ¿tú? Y pues, sí. Tendrás hijos, pero este pobre angelito no
volverá. Jaja y descuida, soy muy sentimental, así que entiendo tu estado. Y,
pues eres más que bien recibida en el mundo de los comentarios, algún día te
buscarán en el mundo del espectáculo, así que… NEVER SAY NEVER jaja. Un abrazo
enorme para ti. Besitos y te quiero mucho (:
Sara: ¡Hola, bienvenida! Y
pues, no llores. Ya subí (: Besitos y sonríe, linda.
Dahi: ¡Gracias! Mi nove, por decisión
de las lectoras, tendrá 250 capítulos. Y, sí (: voy a seguir escribiendo
novelas aquí n.n
Marta: ¡Ya extrañaba tus
comentarios! Y pues, no llores tanto mujer jaja. Pues, si es infinita no podré
terminarla, ¿no crees? Jaja. Te quiero, lindura.
Mony: ¡Hello, hello! Ando muy
bien, ¿tú? Y pues, ¿estás loca? Jamás te odiaría, y menos por tan grande
sonsera. No llores :( ; no me gusta que las lectoras lloren u.u. ¡Te espero en
mi otra nove, eh! Jaja. Te quiero montones y siempre serás mi amiga. Besotes a
ti y a Pancho, los adoro.
Ale: ¡Besitos y gracias! N.n
TishuNove: ¡Oh yeah! Hace
mucho no te veía por aquí jaja. La letra es Trebuchet MS número 14. Y el guión
está en Word. Pero yo para no andar Insertándolo ciento de veces, lo tengo para
pegar. Es decir cópialo y pégalo (: Besitos, te quiero n.n
Links:
Las
amo chica y gracias por todo. Es increíble para mí tener 60 seguidoras y tantas
visitas. Pero, más increíble es saber que para mí son mis amigas. ¡Gracias!
Subiré pronto, las amo n.n
—Poly—
P/D:
COMENTENN!
P/D2 : Le faltan algunas imágenes, las subiré cuando esté en mi notebook! :)
P/D2 : Le faltan algunas imágenes, las subiré cuando esté en mi notebook! :)
ame el capi, sube pronto, y gracias!
ResponderEliminarme encanto el capi ^^ que querra zayn ?? quiero leer el siguiente ya!
ResponderEliminarGracias y me encanto enserio me facino Justin con el perro se vio tan divertido hermoso adorable cjajajaj como siempre perfecto jeje y grasias ^^ esta hermoso .....pero q querra zayn??? ala la pregunta del momento jeje y grasias esta hermoso todo te pido que subas pronto esque se me volvio una adiccion jeje enfin GRACIAS
ResponderEliminaratte:Sara
Me encanto, subí pronto, besos.
ResponderEliminaruuuuufff!!! me encantooo sube prontoo, me encantoo el berriche de justin hahaha ke monooo buenoo tu extrañabas mis comentarios y yo extrañaba tus capis hahahaha tequieromucholindurargentina!! sigue :)
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