Capítulo 194°: "Eres tú".

No voy a dejar que estés lo suficientemente cerca como para lastimarme.

Fuimos juntos a la gala, posamos en la alfombra roja y todo. Luego de salir de la alfombra roja una entrevistadora nos frenó.

—¡Hola chicos! —saludó simpáticamente.

—Hola —respondimos con una sonrisa en el rostro.

—Se los ve tan bien juntos —murmuró ella—, ¿es verdad que estás embarazada? —¡mierda!

—Lo sabrán con el tiempo, ¿no creen? —se entrometió Justin algo pesadamente—. No será fácil esconder tremenda panza.

—En realidad, Justin tiene razón —sonreí falsamente. No me interesaba que se dieran o no cuenta. Sinceramente, odiaba que sean tan entrometidos donde no los llaman.

—Vamos, no es nada malo —insistió en que confirmáramos la noticia.

—No es algo que necesitemos que sea público. Si es verdad, no será nada fácil ocultarlo —respondí yo esta vez.

—Les deseamos suerte en la gala —sonrió falsamente la notera.

Me dio tanta cólera que ella fuera así, ¿qué diablos tenía que meterse donde no la llaman? ¿Tan difícil les es no meterse en la vida de los demás? Pues parece que es hasta imposible para ellos. Pues, cada paparazzi del mundo se entera de las cosas como si fuera obligación saberlas y eso, sinceramente, me molesta muchísimo. No quiero que vayan a arruinarlo todo, como siempre lo hacen. En realidad, espero que ni siquiera se enteren de ello.

…Al día siguiente…

Desperté temprano por primera vez en casi 3 semanas. El embarazo me producía sueño. Justin aún dormía plácidamente. Entré al baño y me di una ducha, para luego cambiarme así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=50456977. Me peiné un poco el cabello y salí del baño. Justin no estaba allí, apuesto a que estaba abajo. Me arreglé un poco más mi remera y bajé rápidamente. Escuché voces en la sala entonces, salí a mirar.

—¡Linda! —exclamó Justin al verme. Al ver a esa señora parada allí, frente a Justin en la puerta me paralicé. Se me hizo sentir que era alguien especial, que la conocía.

—¿Quién eres? —cuestioné algo sobresaltada. El embarazo me sensibilizaba mucho, también.

—Mi amor, por favor… espera en la cocina —me pidió Justin con los ojos preocupados.

—Dime, ¿quién eres? —repetí exasperada. Sentía una presión enorme en el pecho y los ojos de la mujer estaban totalmente húmedos. Como si fuera a llorar.

—¿Tú eres ___________(tu nombre)? —tenía voz algo ronca por naturaleza, desde lejos logré sentir un poco de su perfume floral. A decir verdad, vestía sencillamente unos jeans, zapatillas y una remera negra, una persona de clase normal. Traía su rubio cabello atado en un moño desprolijo y sus ojos apenas delineados de negro. Un bolso de cuero ajado marrón colgaba de su brazo derecho y una pulsera de oro cerraba los detalles.

—Será mejor que se vaya —propuso Justin al ver que yo no mencionaba nada.

—¿Tú eres Sofía? ¿Sofía Amy Heder? —cuestioné después de tantas deducciones que se me pasaron en una centésima de segundo por la mente.

—Linda… —alcanzó a murmurar Justin, era ella. Al afirmar eso, a pesar del silencio de su parte, me abalancé sobre los brazos de Justin. No creí que se sintiera tan feo—. No llores, por favor no —me rogaba Justin.

—___________(tu nombre) —pronunció mi nombre en sus labios mientras apoyaba una de sus manos en mi brazo, se sintió frío primero, pero rápidamente me di vuelta a verla. Quería analizar cada detalle de ella, sentía la necesidad de hacerlo. Quería ver sus ojos, sus labios, su sonrisa, quería conocerla y no sé por qué. Siendo cualquier otra persona en mi lugar, estaría gritándole y cuestionando por qué. Yo  no—, no llores —me pidió.

—¿Cómo me encontraste? —cuestioné. Justin se encargó de cerrar la puerta.

—Desde el día que saliste por primera vez en televisión con esa peluca rojiza y ese vestido que se te veía hermoso, sabía que eras tú —una amarga sonrisa se dibujó en sus curvilíneos labios y su mano se deslizó titubeante por mi brazo.

—¿Por qué no me buscaste antes? —logré murmurar entre lágrimas. Justin miraba la escena algo confundido, según lograba divisar.

—No sé qué te han dicho de mí —se introdujo—, pero no soy una mujer que pueda llamarse “decente” —agachó su mirada culpable y una lágrima recorrió su mejilla levemente rosada.

—Tomemos asiento —ofreció Justin. Así lo hicimos, ella frente a nosotros dos.

—No te busqué antes porque hasta pocos años fui una estúpida adicta —se lamentó—. Estuve presa y no podía dejar de drogarme con cocaína o hacer locuras. No quería hacerte cargar con ello, no tenía el coraje suficiente para llegar a tu casa y decir: “Soy yo, la madre. Tú madre” —me miró mientras lloraba, al igual que yo. Éramos muy parecidas. Solo que ella tenía el cabello rubio y ojos verdes.

—Nunca me quisiste, ¿verdad? —ella se exasperó un poco al escucharme decir eso, yo solo la miré pacientemente. Viví 19 años sin ella, ¿por qué exasperarme ahora?

—¿Qué crees? —cuestionó—, yo te amo hija. Eres mi sangre, eres quien pudo haberme cambiado aquella vez, pero yo me alejé. Yo no quería dañarte, mi vida no era lo mejor. Al contrario, era la peor de todas —suspiró y enjuagó sus lágrimas con sus puños, pero en realidad… fue en vano, ya que las lágrimas volvieron a caer—. Estuve más cerca de ti de lo que creer.

—¿Qué dices? —Justin, solo guardaba silencio e inspeccionaba a mi madre de arriba abajo.

—Tu madre, cuando vivía sola en Los Ángeles mantenía contacto conmigo. Yo sé por todo lo que pasaste —confesó ella—. Yo sé todo lo que has sufrido y lo sola que te sentiste cuando nadie te “entendía”. Pero… también sé que has encontrado a la persona perfecta para ti —le sonrió levemente entre lágrimas a Justin.

—Pero…

—Yo también me sentía así cuando mis 14 —confesó y sonrió cabizbajo—. Mi infancia no fue la mejor, no quería que eso te sucediera a ti. Por eso, cuando tu madre me contó de tus problemas le pedí que te ayudara. No habré sido una mujer ejemplar, pero siempre me preocupé por ti. Drogada y todo, yo siempre me acordaba de ti y no hay día en el que no me arrepienta de haberte abandonado, ___________(tu nombre).

—Yo siempre fui un flamenco en un montón de palomas —sentía como cada vez la herida se habría más y más. Como si alguien estuviera cortándome otra vez sobre la cicatriz.

—Ya no llores —me pidió Justin abrazándome—. Enserio, piensa en el bebé. Piensa en que ya hemos superado eso —Sofía solo miraba mientras las lágrimas caían.

—Justin, no me odies —le pidió ella, me asombró eso. Creo que ella entendía que yo no era quien la odiaba.

—Mi madre también estaba en las drogas y la vida fácil cuando quedó embarazada de mí —le confesó Justin, sus ojos se encendieron de rencor—, pero ella no me dejó abandonado y solo. Hizo todo por criarme bien y así lo hizo, soy un hombre y tengo muchos principios. Mi madre luchó por mí, discúlpeme por juzgarla a usted, pero también pudo hacerlo por su hija, ¿no lo cree? —debía ser yo quien la cuestionara así, ¿no? Pues, Justin era quien decía eso.

—¿Quieren saber toda la historia? —preguntó ella, secándose otra vez sus lágrimas.

—Con gusto —se dispuso Justin a escuchar, mientras yo lo abrazaba fuertemente de la cintura. Aferrándome a él, aferrándome a lo poco que me quedaba además de mi familia adoptiva.

—Yo solo tenía 15 años —se remontó a contar—. Scot, solo era el chico de moda de la secundaria. El que estaba en último año y estaba detrás de mí, era tan linda como tú —sonrió levemente apenada—, el día del baile de graduación como me era de costumbre salimos a fumar —apuesto que no era un simple cigarro— y tomar fuera del baile, ya que allí no podíamos. Entonces, Scot abusó de mí —sus ojos se enfurecieron—. No recuerdo mucho más, solo sé que mi madre impidió que siguiera drogándome durante el embarazo. Después de 9 meses llegaste tú. Eras sana y hermosa. Scot, me obligó a abandonarte en casa de los ___________(tu apellido). Dijo que ellos te querrían encantados. Y así fue, te criaron como su propia hija. Te dieron lo mejor. Yo solo te habría dado dolor y sufrimiento. Sufrí violencia familiar con Scot durante muchos años. Él me pegaba y chantajeaba al modo que quería.

—¿Scot cuánto? —pregunté curiosa.

—Earles. Scot Earles —murmuró—. Él no vive aquí en Estados Unidos. Es más, ni siquiera sé donde está.

—Pues, apuesto a que es un canalla —aseguró Justin.

—Hay algo que me aterra de todo esto —confesó Sofía. Justin se preocupó más en ese mismo instante. Estaba tomando un papel tan protector, que no sé qué haría si él no estuviera a mi lado ahora—. Y es que tú me odies —se refirió a mí, claramente.

—Yo… —suspiré y sequé mis lágrimas para luego acomodarme correctamente en el sillón—, yo no cometeré los mismos errores.

—Estoy segura de que serás una gran madre —afirmó Sofía— y tú un gran padre —claramente se lo dijo a Justin—. Enserio, espero que su niña sea muy sana y feliz, tan afortunada como ustedes.

—Gracias —murmuramos al unísono.

—Debo irme —confesó—, en el centro no me dejan salir mucho tiempo —nos explicó poniéndose de pie.

Nos despedimos y ella se subió en el taxy, para luego irse. Yo había quedado pasmada. Sinceramente, no esperaba que esto pasara. No esperaba que ella apareciera así.

—¿Estás bien? —preguntó Justin entrando a la cocina abrazado a mi cintura.

—Justin —evadí su pregunta y volteé a verlo directamente a los ojos—, seré la mejor madre del mundo —le aseguré.

—Estoy más que seguro de eso —acarició mi mejilla y sonrió levemente.

—Simplemente, gracias —murmuré. Él me sonrió levemente y me besó con dulzura.

Desayunamos debatiendo el raro momento en el cual apareció mi madre. Parecía comenzar todo con un raro suceso y seguir así. Justin me invitó a salir de casa, para ir, más exactamente, al estudio. Dijo que Usher lo esperaba allí. Así que decidimos partir hacia el estudio dejando atrás tantas lágrimas.

—Olvidé decírtelo —dijo mientras se subía al auto rápidamente.

—Dime, ¿qué olvidaste? —cuestioné mientras él daba arranque al automóvil.

—Scooter me avisó hoy temprano que consiguió una estancia en el campo a unos 200 kilómetros de aquí —respondió Justin—. Me dijo que era buena, pero que debíamos verla nosotros el lunes.

—Justin, creo que deberíamos decirles a los fans que estoy embarazada, que vamos a ser padres y nos vamos a casar en febrero —no quería mentirles.

—¿Por qué lo dices? —claro, hasta ayer estaba segura de no decirlo.

—Sería peor mentirles —supuse. Claro que sería peor mentirles.

—Deberíamos esperar al menos hasta los dos meses —me aconsejó Justin.

—Oye… entonces el lunes iremos a ver la casa, ¿no? —cambié de tema otra vez.

—Sí —respondió Justin emocionado—, Scooter dijo que la casa era enorme. Según él tiene una enorme piscinas, largas praderas, un corral con 10 caballos, 15 hectáreas libres, la casa es de 2 pisos y tiene un subsuelo. Hay un granero, hay un parque lleno de árboles y flores silvestres. Según Scooter, es bellísimo —concluyó la descripción.

—Necesito algo de verde, algo que me aleje lo suficiente de la ciudad y su humo —afirmé. En realidad, Los Ángeles puede ser hermoso y blabla… pero, cansa vivir en la ciudad.

—Sí, hace mucho no me alejo de eso —recordó Justin—. Espero que si compramos allí, vivamos bien —sonrió.

—Lo haremos —le aseguré.

Al llegar al estudio bajamos. Algunos paparazzis tomaban fotos desesperados, con Justin solo entramos al estudio. Odiaba que los paparazzis se tomaran tan a pecho su trabajo. Entiendo que deban de mantener familias y todo eso, pero en realidad… como ellos tienen vidas “privadas”, nosotros necesitamos tenerla también.

—Hola chicos —nos saludó Scooter simpáticamente—. Veo que ya no vendrás solo —bromeó él.

—Si molesto puedo irme —no quería quedar en el papel de pesada.

—¡Solo decía! —se retractó divertidamente el managger de Justin.

—Bien, ¿es por lo del nuevo álbum, no? —preguntó Justin sobre el trabajo. Yo solo me senté en una de las sillas.

—No exactamente —se remontó a responder Scooter mientras se sentaba frente a Justin—. En realidad, te tengo una propuesta.

—Dime —lo incitó Justin.

—Hayley Williams, bueno en realidad Paramore, quiere que hagas un dueto con ellos —¡mierda! Menuda suerte la de Justin.

—Pero ellos cantan Rock, Scot —le recordó Justin. Como si fuera mala idea que él lo hiciera.

—No será malo que innoves tal como lo hiciste con Believe —le aconsejó Scooter—. Además, tú ___________(tu nombre) —me habló a mí—, cantas rock muchas veces —era verdad. Uno de mis álbumes eran de rock y el que planeaba hacer próximo también lo era.

—Puedo ayudarlo —me comedí—. No es tan difícil —me encogí de hombros ante la mirada de Justin.

—Pues, si firmas lo haré —le respondió Justin.

—Paramore tiene muchos fans, es una banda que vende bien —y como siempre llegaba la parte donde no solo importaba la música, más bien donde importaba el dinero y las ganancias—. Y bueno…

—Sabes que no quiero saber de eso —interrumpió Justin a Scooter. Scooter solo sonrió divertido. Estaba de buen humor al parecer.

—Está bien, Bieber —sonrió Scooter—. Tenemos planeado comenzar a grabar en dos semanas.

—Scoot… —habló Justin y me miró mientras se sentaba a un lado de su managger—, tengo planeado no trabajar hasta después de febrero.

—¿Febrero? —creo que a Scooter no le agradó la idea—, Justin tenemos muchos planes ahora.

—Voy a mudarme —le recordó Bieber—. Además, ___________(tu nombre) y yo nos estamos encargando de la boda y no podemos descuidarnos.

—¡Justin! —protestó su managger— Dominic se encargará de todo, no es tanto alboroto.

—Voy a ser padre, Scooter.  No voy a perderme el embarazo de mi futura esposa por trabajo —le recalcó Justin. Estaba más que firme.

—¿Estás embarazada? —me preguntó incrédulo Brown.

—Sí —respondí algo apenada. Sonreía levemente mientras sentía como mis mejillas tomaban calor.

—Justin, solo serán unas horas de estudio, además ____________(tu nombre) puede venir también —sonrió ampliamente.

—Amor —lo hablé yo—, es una buena oportunidad.

—Pero… prometimos que…

—Sé lo que prometimos —lo interrumpí—, pero todo estará bien si los paparazzis o alguien más no intenta separarnos. Justin, voy a apoyarte y vas a estar conmigo, lo sabemos —le recordé. Él sonrió levemente, complacido.

—Está bien —aceptó y miró a Scooter—, voy a trabajar con Paramore.

—Scooter —escuché decir a la voz de Alison entrando al estudio.

—¡Aly! —exclamó él y volteó a verla.

—Hola chicos —saludó y volvió a lo suyo—. Venía más bien a hablar contigo, ___________(tu nombre) —me habló a mí.

—Ya, —accedí poniéndome de pie—, ya regreso —le avisé a Justin, principalmente.

Salimos del estudio con Alison y por un largo pasillo, el cual recuerdo haber recorrido muchísimas veces, llegamos a la oficina de Alison, donde entramos y tomamos asiento.

—Bien, dime lo que tengas que decir —le indiqué ya que ella… solo no hablaba. Esperaba que yo hablara.

—Ya no quieres esto, ¿verdad? —fue muy directa.

—¿Con “esto” te refieres a la música, verdad? —cuestioné algo confundida. Si ella fue específica, yo debía serlo con mi respuesta.

—Sí, ___________(tu nombre). Ya no quieres hacerlo, ya no lo amas, hay más prioridades, ¿no? —de haber más prioridades, sí. Ahora las había, pero… ¿cómo podría no amar la música? Eso era absurdo, la música era lo único que lograba salvarme a veces, no podía dejar de hacer esto.

—Alison, sí hay más prioridades, pero no quiero dejar la música —le respondí segura de mis palabras.

—¿Qué prioridades? —al parecer, ella se centró en otra cosa.

—Estoy esperando un bebé de Justin y vamos a casarnos en febrero —¿para qué andar con rodeos?

—¿Hablas enserio? —cuestionó incrédula— Yo no creí que…

—Pues, sí —la interrumpí antes de que me juzgara o algo así. La relación con Alison a veces se ponía fea—. Pero no voy a dejar la música, tenlo claro.

—Te felicito, ___________(tu nombre) —cedió un poco, tanto hasta sonreír.

—Gracias —sonreí también—. Es más, estuve pensando en comenzar a trabajar con un nuevo álbum —murmuré mi idea. Creo que a ella le interesó.

—¿Nuevo álbum? —creo que a Alison le interesó la idea.

—Pues, sí —sonreí levemente—. Comenzaré a escribir y después de tener a mi bebé grabaré —era un buen itinerario.

—¿Qué esperas hacer? —creo que se refería a la temática del álbum.

—Algo rockero —respondí—, como “Je suis” —mi álbum rockero—. Simple, pero significativo.

—Me gusta la idea —sonrió levemente.

—Aún no sé cuando tendré a mi hijo o hija, en realidad solo estoy de 3 semanas —la ternura se salía por los ojos de mi managger.

—Estoy feliz por ti y por Justin, espero que ahora sí puedan ser felices —me deseó ella.

—Gracias, Ali.

Charlamos unos escasos minutos más y luego regresé al estudio. Justin ya había terminado lo suyo con Scooter, por eso nos fuimos a casa otra vez. Almorzamos y luego nos pusimos a ver un par de películas. La tarde se pasó rápido. Justin fue por una ducha, yo tomé mi guitarra y subí a la terraza. Hacía mucho no hacía esto. La noche había caído hacía algunos minutos. Las estrellas parpadeaban dulcemente y el viento era suave. Una temperatura perfecta.

—Oh, aimer coeur de la mine

Un sourire apparaît sur ​​vous

Temps va changer

Le bonheur, le bonheur

Il va de nos douleurs

Sur un bateau en haute mer

Enfermant la douleur

Le bonheur, le bonheur

Vous êtes venu pour changer

Pour dessiner un sourire

Vous m'avez dit: "Juste respirer"

Laissant tous volée

C'est tellement merveilleux ici

Puisque vous êtes, le bonheur

Comment voulez-vous ne vous aime pas?

Si tout est construit dans votre propre voie

Si je respire pour vous

Le bonheur, le bonheur

Tu es venu le long de tout changer

Pour dessiner un sourire

Vous m'avez dit: "Juste respirer"

Laissant tous volée

C'est tellement merveilleux ici

Puisque vous êtes, le bonheur

Mon amour, mon amour

Je suis heureux avec vous

Baby, baby

Ne pas modifier vous-même

Tu es venu le long de tout changer

Pour dessiner un sourire

Vous m'avez dit: "Juste respirer"

Laissant tous volée

C'est tellement merveilleux ici

Puisque vous êtes,

C'est tellement merveilleux ici

 Puisque vous êtes, le bonheur —simplemente fluyó.

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