martes, 26 de junio de 2012

Capítulo 198°: "Necesito un favor".




—¿Qué sorpresa? —cuestioné yo. No quería paparazzis esta vez.
—¡Es sorpresa! —murmuró divertido él.
—¡Oh, Justin! —me quejé yo— Ya, está bien, ¿debo ir formal? —quizás iríamos a cenar.
—Lo tengo todo planeado —me respondió él.
—Es decir, que ¿ya has organizado lo que me pondré? —me refería a lo que vestiría.
—Sí —sonrió levemente—. Bueno, no yo. Pero sí —sonrió. De seguro le pidió ayuda a Nerea, ya que con Rosadela él no habla—. Nerea me ayudó —sonrió.
—Entonces me dejas a entender que iremos a un lugar elegante —sonreí levemente.
—Muy elegante —me sonrió ampliamente.

Ese mismo día almorzamos en el restaurante del hotel, no teníamos planeado salir ni mucho menos, no queríamos más problemas.

Esa misma noche, tomé una ducha y me cambié con lo que Justin había dejado sobre la cama de la recamara, Nerea lo había elegido especialmente para mí y sinceramente las botas Loboutin que había elegido estaban volviéndome loca. Me vestí así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=51736338&.locale=es, dejé mi cabello caer por mi espalda con sus ondas naturales. Me puse brillo en los labios, me ricé las pestañas y me delineé un poco, nada extravagante. Al salir en la sala se encontraba Justin, sentado en el sillón vistiendo un traje gris oscuro, con corbata roja y zapatos negros. Estaba muy elegante, muy hermoso.

—¿Ya estás lista? —me cuestionó sonriéndome.
—¿Es necesario el sombrero? —pregunté yo.
—Mucho —me sonrió—. Las señoritas de clase lo usan como algo indispensable, así que debes traerlo.
—¿A dónde iremos? —cuestioné confundida. Quería saber a dónde iríamos.
—No falta mucho —me recordó sonriendo maliciosamente.
—Ya vámonos —al menos quería ser puntual, sí sabía que debíamos estar a las 9 y eran 8:30.
—Sí, vámonos.

Justin condujo por la ciudad y dio la vuelta, haciendo que quedáramos en la llamada “playa sur”. Es decir, la “opuesta” a donde estábamos nosotros. Allí, bajamos. Él me dirigió hasta un crucero, allí pasamos y subimos. La música sonaba fuerte, era una orquesta en vivo, lo apuesto. Tocaban jazz. Y sí, parecía una película de Hollywood, justo en la parte que vas entrando a Las Vegas, a ver algún espectáculo de chicas bailando en un casino mientras tipos importantes juegan a la ruleta. Solo digo, nunca fui a Las Vegas ni mucho menos a un casino como los de las películas de Las Vegas.

—¿Qué es esto? —cuestioné caminando por una cubierta.
—Una fiesta elegante —murmuró él sonriéndome. Tomó mi mano y entramos a un enorme salón donde había mucha gente escuchando la música y hablando en grupos. Sí, una típica fiesta de la clase social más alta.
—¿Qué hacemos aquí? —cuestioné más confundida que antes aún.
—Cantar para gente importante —resumió nuestra presencia.
—¿Qué?
—Además de que sea la boda de mi prima —añadió sonriendo levemente. Me sentía rara, todos me miraban como si nunca habrían visto a una mujer llevar vestido corto y fue cuando me percaté de que era la única que dejaba a la vista parte de sus piernas. Jodida Nerea.
—Comienzo a pensar que habría sido una mejor idea que hablaras con Rosadela sobre mi vestido —murmuré disimuladamente al oído de Justin.
—Nerea dijo que se te vería bien y yo coincido —comentó mi novio sonriéndole a algunos invitados, que al parecer eran conocidos de él.
—Todas traen vestidos largos —me quejé yo.
—Tienes lindas piernas —se encogió de hombros. Al mover la cabeza, vi a Pattie parada a un lado con Richard.
—Allí, está tu mamá —le indiqué a Justin.
—Sí, vamos —me indicó. Nos acercamos hacia ella y miraba a Justin algo enfadada, cada vez más.
—Hola —saludamos al unísono mi futuro marido y yo.
—Hola chicos —saludó Richard, el amigo de papá, novio de Pattie.
—Creí que no vendrías —sé que Pattie se dirigía a su hijo—. Estoy muy enojada, Justin Drew Bieber.
—¿Qué? —cuestionó Justin en son de: ¿Qué hice?
—Le has pegado a un paparazzi —oh, claro. Era por lo de hoy a la mañana, entiendo a Pattie.
—Estaban insultándonos —se defendió Justin—, además nos empujaban —Pattie no sabía del embarazo.
—¡No es excusa, Justin! —le exclamó su madre.
—Pattie…
—No, no te metas —me interrumpió algo nerviosa—. Apuesto a que todo esto fue obra tuya —juro que esas palabras me dolieron más que cualquier golpe.
—Pattie, no la trates así —Justin elevó algo el tono mientras me abrazaba por la cintura y mis ojos se llenaban de lágrimas.
—¿A qué se debe esta rebelión? —nos estaba regañando a los dos.
—¡Primo! —exclamó una muchacha vestida de blanco, supongo que la recién casada.
—¡Hola, Jessica! —saludó Justin enérgicamente a la muchacha, ella me miró y me sonrió— Jessica ella es ___________(tu nombre, mi futura esposa. Linda —me habló a mí—, ella es mi prima Jessica.
—Un gusto —la saludé—. Felicidades.
—Gracias, el gusto es mío —me sonrió. Pattie nos miraba igual de severamente que hoy.
—Me gustaría que cantaran en vivo —nos indicó Jessica.
—Pero no tenemos nada preparado —se lamentó Justin mirándome.
—¡Vamos, es el regalo que les pido! —era dulce al parecer.
—Jess —interrumpió Patricia—, ahora no —le pidió. La muchacha sonrió y se fue.
—¿Por qué estás tan así? —cuestionó su propio novio.
—Estoy muy enfadada con ustedes —nos miró a mí y a Justin—. ¿Saben todos los líos que armaron? —cuestionó.
—Sí, lo sabemos —respondió Justin de antemano—. Hasta sé que podrían iniciarme acciones legales, pero me vale nada lo que hagan. Yo defendí lo que amo.
—¿Qué esconden? —cuestionó Richard astutamente.
—Estoy embarazada —solté sin filtros. Los ojos de Pattie se abrieron ampliamente, la tomé por sorpresa, lo sé.
—¿Qué? —cuestionaron al unísono.
—Sí —afirmó, esta vez Bieber—, por ello mismo le pegué a ese tipo, porque estaban empujándonos y no estoy dispuesto a perder a otro bebé —añadió a la defensiva. Pattie rápidamente me abrazó a mí y a Justin.
—¡Felicidades! —exclamó felizmente.
—Igual digo —añadió Richard y nos saludó dulcemente.
—Es hora de bailar —murmuró el “animador” de la fiesta. Si es que podría llamarse a esto una fiesta—, así que queremos a todas las parejas que no estén casadas aún en la pista —Justin me jaló y nos colocamos en la pista, aunque ganas de bailar no tenía ya estábamos en el juego—. Tenemos todo planeado, así que luego del baile elegiremos a dos parejas para que la novia le cante a su novio la canción que nosotros les indicaremos —añadió.

Comenzó a sonar el típico clásico de cualquier película romántica en blanco y negro, “Only you”. Justin se aferró a mi cintura y yo abracé su cuello dulcemente, recosté mi cabeza en su pecho y comenzamos a balancearnos. Éramos unas de las pocas parejas que lo hacíamos tan pegados, pero fue poca la importancia que tomamos. Luego de bailar esos pocos minutos de canción nos separamos un poco para que anunciaran las dos parejas que les cantarían a sus respectivos novios.

—Bien, la primer canción será “First love” de Adele.

Anunció la pareja y la novia cantó la canción, o bueno mejor dicho la aulló. Sí, cantaba mal.

—Y como no, como no pedirle a ella que le cante a su flamante novio —sonrió ampliamente el animador—. Justin y ___________(tu nombre), suban —nos indicó. Así lo hicimos y subimos a la tarima—. Deberás cantarle “Oh say can you see” de Lana del Rey.
—Con gusto —respondí, el animador me entregó el micrófono y todos se cerraron en la pista como si fuera a dar un concierto. Justin me sonrió levemente mientras se sentaba en la banquilla y me jalaba para que me sentara en su falda. Cuidadosamente lo hice y la música comenzó a sonar.
Oh say, can you see my stars?
The night time is almost ours
To wander through hayley’s and look at the bars
Nighttime is almost ours.

The headlights from passing cars
They illuminate my face then they’ve made the dark
The voice of nirvana says “come as you are”
And I will
The nighttime is almost ours.

A sway of the hips and arms
We’ll cradle you from afar
They swing till you tire and send it alarms
Nighttime is almost ours —canté recostada en el hombro de Justin. Juro que no había canción que me diera tanta paz, era muy dulce su melodía.
—Je t’aime —murmuró Justin a mi oído, hacía tanto no lo oía decírmelo en francés. Hacía mucho no hablaba el francés ni él, ni yo.
—¡Espectacular! —dijo el animador. Nosotros sonreímos y bajamos de la tarima, para que los lentos siguieran y la gente siguiera “divirtiéndose”.
—Je t’aime aussi, je vous jure qu’il n’y a rien de plus important que vous (también te amo, juro que no hay nada más importante que tú) —murmuré abrazándolo del cuello, él solo se acercó un poco más y me besó dulcemente, con suavidad.
—Oui, je peux voir ton étoile Je ne peux voir tout ce que vous voyez et plus (Yo sí puedo ver tus estrellas, puedo ver todo lo que ves y más) —sí, estaba respondiendo la pregunta de la canción.
—Eres dulce —claro que lo era.
—Tú eres dulce —me devolvió el cumplido, yo sonreí levemente.

Bailamos toda la noche divertidos, hasta que a las 04:00 a.m. decidimos regresar, era tarde. Al llegar solamente nos acostamos a dormir, no había otra cosa por hacer.

…Al día siguiente…

Desperté a las 11:30 a.m. sí, era tarde y no era para menos, anoche nos habíamos acostado a las 04:30 a.m. Entré al baño y me di una ducha, me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=51745334&.locale=es, me até el cabello en un moño alto y decidí no maquillarme. Salí del baño y Justin seguía durmiendo como lo hacía antes de que vaya a bañarme. Vi que su teléfono estaba vibrando sobre la mesa de noche, pero él ni siquiera se percataba de eso. Me acerqué y vi que era Ryan quien marcaba. Así que decidí atender.

#Vía telefónica#
—¿Aló? —respondí yo saliéndome de la habitación.
—¡Justin! ¿Qué le sucedió a tu voz? —reí levemente. Era un sonso.
—Soy ___________(tu nombre), Justin duerme aún —le expliqué brevemente.
—¡Hola! —exclamó él—, ¿cómo se la están pasando?
—Bien, muy bien, ¿allá como están las cosas? —cuestioné por cortesía.
—Todo muy bien —me respondió—. Necesito pedirte un favor —era raro, llamaba a Justin para pedirme un favor a mí. No era lógico.
—Dime —le pedí a pesar de mis deducciones.
—Necesito que hables con Rosadela —me indicó él.
—¿Rosadela? ¿Mi estilista? —¿qué querría Ryan con ella? Quizás, coquetear. No lo creo. Se encargaría él.
—Sí, ella misma —afirmó Butler—. Es por trabajo.
—Pero… ella está en Los Ángeles y yo en Hawái —sí, no tengo su número telefónico.
—¡Es urgente! —exclamó— a menos que tú quieras estar en mi cortometraje.
—No, no —no quiero trabajo por ahora—. Además, creo que a Rosa le parecerá una oportunidad interesante —o eso supongo, necesita el dinero, quizás acepte.
—Entonces, habla con ella —me pidió.
—A ver —suspiré e inspeccioné en unas milésimas de segundo mi idea, otra vez—, ¿qué te parece venir hacia Hawái? Yo le diré a ella que venga y aquí arreglarán ustedes.
—¿No podría ser cuando ustedes regresen en Los Ángeles? —me preguntó Ryan.
—Regresaré en un mes —le expliqué—. Además, Rosadela es algo rara respecto a “citas”.
—¿Segura de lo que dices? —sí, por mi descripción pareciera que fuera mi mejor amiga.
—Sí, Ryan —afirmé—. Sé más de ella de lo que tú crees —trabaja conmigo, debo conocerla.
—¿Estás segura de que irá? —Ryan es desconfiado a veces.
—¡Sí, Ryan! —exclamé yo— Yo haré que venga a Hawái, además no creo que se niegue a venir sabiendo que hay espectaculares olas aquí.
—Está bien —lo notaba feliz ahora.
—Bien, ¿cuándo vendrás? —le pregunté.
—¿Te parece en dos días? —cuestionó Ryan.
—No es que tenga que parecerme a mí, solo cuestioné para decirle el tiempo a Rosadela —esclarecí.
—Ya, iré en dos días entonces —afirmó él.
—Bien, le diré a Rosadela —le informé.
—Gracias, sonsita —lo decía amistosamente.
—De nada, Riri —murmuré.
—Te veo —se despidió.
—Adiós —me despedí yo y colgué.
#Fin vía telefónica#.

Entré a la habitación otra vez y Justin recién despertaba.

—¡Hola, amor! —saludó energéticamente— ¿con quién hablabas? —cuestionó.
—Con Ryan —respondí pasándole su teléfono—. Estaba llamando y contesté por ti —le expliqué.
—¿Qué quería? —cuestionó él sentándose en la cama y agarrando su teléfono.
—Hablar sobre Rosadela —y no, no lo dije ni despectiva ni nada de eso.
—¿Sobre qué? —creo que Justin no se esperaba nada de ello.
—Es que tiene que filmar un corto y pensó en Rosadela —me resumí toda la historia en una simple oración.
—¿Y cómo harán para tratar? —cuestionó Justin. Creo que aún estaba algo dormido, lo digo por su voz.
—Vendrán a Hawái los dos —le informé.
—No has pensado que ella no aceptará venir, ¿verdad? —Justin era pesimista hoy, eso me sonaba raro y malo. Muy malo—. Ella no tiene el dinero suficiente —me informó encogiéndose de hombros ante mi intimidante mirada.
—¡Justin! —me quejé yo— Es mi estilista, es obvio que la llamaré como para que “trabaje para mí”. Yo le pagaré las cosas —lo sé, estarán pensando “¿Y a esta qué diablos le pasa?”. No es que sea una generosa por afán, pero la ayudaría.
—¿Estás intentando “comprar” de algún modo a Rosadela? —cuestionó Justin. Sí, él creería que la odio, no era de culparlo.
—No, Justin —respondí en forma obvia—. Yo no tengo broncas con ella y quiero ayudarla —le expliqué.
—Ya, está bien —accedió sin más reproches—, pero solo una cosa.
—Dime —le pedí.
—A lo único que accederé es a una mínima salida de recibimiento o lo que sea, no dejaré que se acerquen tanto a nosotros como para que sean unas vacaciones dobles —me advirtió Justin rápidamente.
—Ya, está bien —claro que accedí yo—. Vendrán en dos días, aún debo llamar a Rosadela, pero lo haré por la tarde.
—Iré a darme una ducha e iremos a almorzar —me avisó él sonriendo. Me besó lentamente y se salió de la cama.

Luego de que se duchara, bajamos y almorzamos en el restaurante del hotel. Nos pasamos la tarde hablando y riendo mientras paseábamos por el centro de la ciudad, sí, esta vez sin paparazzis. Regresamos a las 05:00 p.m. entonces decidí llamar a Rosadela, para comunicarle lo de su viaje hacia Hawái.

#Vía telefónica#
—¿Aló? —escuché a la latina saludar.
—Hola, Rosadela. Te habla ___________(tu nombre) —le expliqué brevemente.
—¡Oh! —exclamó sorprendida y rápidamente noté como aclaró su garganta— ¿cómo estás? —me cuestionó.
—Muy bien, ¿y tú? —pregunté cortésmente.
—Bien, muy bien —respondió ella correctamente—, ¿qué se te ofrece?
—A ti… ¿no te gustaría venir a Hawái? —le pregunté algo dudosa, no sabía si era la forma correcta de decir la propuesta.
—¿De qué hablas? —cuestionó confundida—, ¿tú no estás de vacaciones?
—Tengo una propuesta que te interesará, Rosa —creo que ella desconfiaba de mí.
—¿Qué propuesta? —cuestionó algo desconfiada ella.
—Necesito que estés aquí en Hawái —me negué a explicarle telefónicamente—. Confía en mí, sé que te interesará —insistí.
—Está bien —accedió ella.
—Mira, yo le diré a Alison que compre los boletos y te los mande —le informé—. Deberás venir en dos días.
—Bien —accedió ella.
—Un beso, Rosa. Te veo —murmuré.
—Adiós, ___________(tu nombre) —se despidió.
#Fin vía telefónica#.

Justin me miraba algo raro, lo sé. Le caía raro que yo tratara tan bien a Rosa y lo entiendo, no creo que él sobre llevara de esta forma la situación si estuviera en mi lugar.

—¿Porqué la tratas tan bien? —cuestionó él extrañado mientras me miraba atentamente sentado frente a mí en el comedor.
—¿Se merece lo contrario? —muchas personas me responderían que sí.
—No lo sé —se encogió de hombros—. Yo en tu lugar creería que sí.
—Pues, no —respondí yo y sonreí orgullosa de mí misma—. Sinceramente, no creo que lo merezca. No le guardo rencores, no pretendo hacerle daño ni mucho menos.
—¿Por qué eres tan linda, tan hermosa, tan buena? —me cuestionó acariciando suavemente mi mejilla.
—¡No soy tantas cosas! —exclamé divertida. Él sonrió sonsamente, embobado.
—¿Qué haremos? —cuestionó.

Lo demás no fue emocionante, lo admito. Solo charlamos enfáticamente, cenamos y luego nos acostamos a dormir. Desperté desesperada. Estaba transpirada y mi respiración era agitada, volteé a mirar y Justin no estaba en la cama. Me desesperé el doble. Miré la hora en mi teléfono y eran las 04:00 a.m.

—Mi amor, ¿qué haces despierta? —me preguntó Justin acostándose a mi lado. Me sobresaltó un poco, no lo esperaba tan de golpe.
—No lo sé —respondí—. Seguro fue alguna pesadilla.
—Ven, solo duérmete —me pidió él. Dulcemente deslizó su mano por mi cabello e hizo que nos acostáramos los dos. Mi cabeza quedó sobre su pecho y él se abrazó a mí. Olía varonil y su calor me hacía sentir segura.



*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*


¡Lindas! Espero que les guste, intenté subir ayer, pero no pude. De todas formas, subí hoy. Subiré cuanto antes pueda. Las amo (: Gracias.



Links:


Facebook: http://www.facebook.com/PauAguilar13
Twitter Personal: https://twitter.com/#!/AwesomeSwagP
Twitter Official de las Novelas: https://twitter.com/#!/NovePoli_Jb
Polyvore: http://pau225.polyvore.com/
Messenger: pau27_lo.mas@hotmail.com
Alguien a Quien Amar (Novela JB y tú): http://alguienaquienamarjbytu.blogspot.com/
Aprendiendo a Creer en el Amor (Novela JB y tú):http://aprendiendoacreerenelamor.blogspot.com/
Tell Me A Lie (Novela One Direction y tú): http://onedirectionytunovelas.blogspot.com/
Mi página en Facebook: http://www.facebook.com/pages/Loving-BieberJustin-Bieber/364664603547495 (tengo una novela allí, se llama: “Criminal Love”. Espero lean y le den like a la página).
Déjame amarte (adaptada para facebook): http://www.facebook.com/media/set/?set=a.365324016822226.84032.248815875139708&type=3.
Diarioblog: http://hablandodemiconmigomisma.blogspot.com.ar/



Poly.



COMENTENN! :)

5 comentarios:

  1. cielos!!, voy a hawaii!!, tengo envidia de mi misma :p

    ResponderEliminar
  2. aaa me encanta siguela pronto

    besos
    Att: laury

    ResponderEliminar
  3. Me encanto Poly!!!!, mi comentario es corto porque ando con prisas. Te adoro!!
    I LOVE U

    Monii PolieberNumberOne

    ResponderEliminar
  4. polyyyy cuanto tiempoooo sin darte señales d vida t explico : hemos tenido un mes ajetreado yo(camila) con las competiciones d patinaje y luego ya los ultimos examenes para ya xfin las vacaciones pero bno ya hemos acabado a si k ya podremos comentar mas de seguido
    PD:siguela pronto

    ResponderEliminar
  5. poly!!!!11 mee encantaaa siguienteeeee ya!! bueno estoy con prisa sube pronto tequieeero(L)

    ResponderEliminar

¿Te gusta mi nove? ¿Debo cambiar algo? Dímelo :) Espero tu opinión :D