Capítulo 200°: "Cita doble".

—Te amo, lindo —confesé. Él se estiró un poco y besó fugazmente mis labios.

—Sabes, comenzaran a decir que sí estas embarazada porque usas ropa muy holgada —aseguró Bieber.

—Estoy en bikini, Justin —le recordé—, ¿Dónde escondería la panza si la tuviera aquí? —cuestioné.

—Pero… sí estás embarazada —murmuró él.

—Y no queremos que lo sepan hasta dentro de un tiempo —no queríamos que una perdida afectara a más de dos personas y el embarazo después de los 3 meses era más “seguro”.

—Sí, lo sé —había sido idea de los dos—. Solamente quiero que los comentarios de la prensa no te afecten ni te metan presión, amor —me explicó mi lindo novio.

—Amo que me cuides así, amor —susurré.

—Yo te amo a ti —me retrucó dulcemente él.

Estuvimos allí un buen rato, hasta que decidimos ir al agua. Me quité las sandalias y nos fuimos al agua, solo con la ropa de baño y los anteojos. Estuvimos en el agua divirtiéndonos un rato, hasta que ya se nos dio por salir.

…Al día siguiente…

Desperté a las 06:00 a.m. debíamos ir por Ryan y Rosadela al aeropuerto. Me di una ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=52036427&.locale=es, Justin hizo lo mismo mientras yo desayunaba y luego partimos hacia el aeropuerto. Él dijo que iba a desayunar luego de regresar.

—Es loco —murmuró Justin mirando entre todo el tumulto de gente—. Vinieron en el mismo avión y quizás ni siquiera han hablado.

—Sí —sonreí divertida haciendo lo mismo que él, buscándolos entre la multitud—. Allí está Ryan —comenté viéndolo caminar. Me divisó y sonrió levemente comenzando a caminar hacia nosotros.

—Sí, allí viene —murmuró Justin. No sé, no lo veía muy emocionado con la llegada de Ryan, no sé si era por él o porque Rosadela le provoca incomodidad.

—¿No ves a Rosadela? —le pregunté intentando encontrar a la morena.

—No —me respondió mirando a lo lejos entre la gente. Ryan ya estaba cerca y su sonrisa se agrandaba cada vez más. Vestía bermudas, remera musculosa, lentes negros y converse blancas.

—¡Dipsy! —exclamó sonriendo— Bro —saludó a Justin. Me dio un beso en la mejilla y saludó a Justin con la mano, como siempre antes lo hacían.

—¿Cómo estás Riri? —cuestioné simpáticamente. No era que algo pasaba, solo es mi amigo y está claro.

—Pues, muy bien —respondió sonriendo. Estaba simpático—, ¿Rosadela?

—No lo sé —respondió Justin mirando entre la gente. Entonces por mi lado apareció una morena, era ella.

—Aquí —informé yo a Justin, más que nada para que dejara de buscar.

—Hola —saludó algo incómoda. Justin volteó a verla y sonrió levemente, pero incómodo también.

—Hola —saludamos los restantes tres al unísono.

Luego de unos escasos minutos, quizás solo 5, nos fuimos a dejar a los chicos a sus hoteles para que se organicen. Saldríamos a la noche en una cita doble, en la cual ellos hablarían de trabajo. Sé bien que Justin odia esta posición. Lo pone incómodo ella y no es para culparlo. Al llegar al departamento bajamos y entramos.

—No quiero que esto de que estén ellos cambie las cosas —murmuró él irrumpiendo el silencio.

—¿Cambiar las cosas? —cuestioné sentándome en el sillón enorme y blanco de la sala.

—Sí, ya sabes —murmuró sentándose frente a mí.

—Justin… no cambiará nada de mi parte —afirmé. Claro, era todo relativo. Si Justin llegara a correr detrás de ella otra vez, cosa que no creo que pasara, no es que sonreiría feliz y diría que nada sucede.

—¿Segura, linda? —cuestionó él. Notaba preocupación en su rostro.

—Muy segura, mi amor —le afirmé yo.

—¿Qué haremos hoy, entonces cariño? —sonrió levemente.

 —En realidad, no lo sé —confesé yo—, ¿quieres salir a dar un paseo, ir a la playa? —cuestioné simpáticamente.

—Pensaba en algo más tranquilo —sé que tenía una idea ya de qué hacer.

—Dime en qué piensas —sentencié simpática.

—Tenía ganas de componer algo —confesó sonriendo.

—¿Algo como qué? —me refería al ritmo. Acercó su laptop con la adaptación de DJ, encendió la laptop y comenzó a sonar una música electrónica. Tenía solo la introducción.

—Me gusta —confesé después de los primeros segundos.

—Pensaba hacer un dueto —me sonrió—. Scooter dijo: “Puede que con Nicki Minaj, Lady Gaga, David Guetta. Tú elijes, Justin” —citó las palabras de su managger.

—¿Y con quien harás? —yo ciegamente diría Gaga.

—Contigo —me sonrió.

—¿Conmigo? —¿cómo era posible? Yo no era opción.

—Sí —afirmó él—. A menos que no quieras.

—¿Aceptará Scooter? —cuestioné yo— Es que vas poniendo un dueto mío en casi todos tus últimos álbumes —reí divertida.

—Sí —sonrió ampliamente—. Pero solo pensaba hacerlo un dueto comercial, es decir un dueto para promocionar mi próximo álbum, pero que la canción no aparezca en el álbum, ¿entiendes? —me sonrió.

—Sí —sonreí—. Me gusta la idea, ¿has hablado con Scooter?

—No —confesó divertido—. Pensaba escribir y tener la música y luego mostrársela.

—Comencemos —le propuse—. Pero tengo una idea —sonreí levemente.

—¿Cuál? —cuestionó.

—Préstame —le pedí. Él me cedió la laptop con la extensión Dj. Lo convertí en un piano que sonaba al típico ritmo latino, sensual; me entienden, ¿no?

—¿Qué harás? —cuestionó él nuevamente.

—Solo escucha —tenía algo compuesto que si no me equivoco se oiría muy bueno aquí. Solo toqué los 4:00 minutos que tenía de canción.

—¡Me encanta! —exclamó él.

Pasamos toda la mañana y parte de la tarde trabajando en eso, hasta que llegó la hora de cambiarme. Subí y me di una ducha, tomé algunas prendas y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=52227331&.locale=es. Me maquillé naturalmente, arreglé mi cabello y bajé. Justin estaba vestido de camisa azul, jean negro y supras a tono.

—Estás hermosa —me halagó poniéndose de pie.

—Tú estás precioso —devolví el cumplido. Él besó fugazmente mi mejilla.

—Mejor comencemos a tomar camino hacia los hoteles de estos chicos —se refirió a los anfitriones de la cita.

—Sí, ya vamos —le pedí.

Salimos del hotel y subimos al carro. Mientras charlábamos de nuestra última creación, me refiero a la canción, llegamos al hotel de Ryan. Él subió.

—Hola chicos —saludó. Justin volvió a arrancar.

—Hola —saludamos al unísono con Justin.

—Estoy nervioso —murmuró raramente. Yo reí.

—¿Tú, nervioso por una cita? —cuestionó divertido Justin.

—Lo sé, Justin —afirmó—. Tuve muchas y no debería estarlo. Pero no intento conquistar a la latina, solo necesito que diga que sí —eso sonó con doble sentido.

—Eres un pendejo —murmuré.

—Quieres sexo —afirmó Justin y luego rió divertido—. Era de esperarse, Butler.

—¡No! —exclamó nervioso. Sé que le incomoda que lo traten como pendejo. Yo solo no participaba de la charla o lo que fuera que hacían ellos dos— Es que necesito filmar ese cortometraje.

—Es de la facultad, ¿verdad? —preguntó mi futuro marido.

—Sí —respondió Ryan—. Si logro sacar 8 voy a tener mi título de Director de Cine —explicó brevemente Justin.

—Ahora entiendo tu desesperación —me entrometí divertida.

—Estaba por pedírtelo a ti —confesó Ryan simpáticamente—. Pero Caitlin me dijo que sería mejor que se lo pidiera a Rosa, ya que tú no estarás hasta unos meses en Los Ángeles.

—Sí —afirmé sonriendo. Además, mi embarazo no sería muy buena idea… digo, estoy pendiente de mí y mi futuro hijo o hija ahora.

Pasamos por Rosadela, ella subió y todo el camino guardó profundo silencio y se dedicó a mirar las calles. Al llegar al lujoso restaurante donde teníamos reservación bajamos. Justin pidió la reservación y nos dirigieron a una mesa para cuatro. Allí nos sentamos.

—Me gusta este lugar —habló la morena.

—Sí, es lindo —murmuró Ryan. Creo que él la miraba muy atentamente.

—Hay karaoke aquí —dijo Justin mirando una pequeña tarima con un micrófono al fondo.

—Es cierto —murmuré yo mirando la tarima. Nadie estaba cerca de allí.

—Sentémonos —propuso Justin. Él abrió mi silla y yo me senté. Ryan hizo eso con Rosadela.

—¿Qué ordenaremos? —preguntó Rosadela sonriendo algo nerviosa. No debe ser fácil estar por cenar con tu ex novio y su actual pareja. Bueno… yo no estoy incómoda por Ryan.

—La cena ya está pedida —le respondió Justin—. Solo debemos esperar.

—¿Qué cenaremos? —preguntó Ryan sonsamente. Yo solo reí por lo bajo.

—Langosta —afirmó Justin. Sí, nunca había comido langosta. Es que… no lo sé, me parece algo raro.

—Oye, Rosadela —ella me miró atentamente. Yo solo quería sacarle tema de charla—, ¿has ido a la playa? —le pregunté.

—No, en realidad hoy no fui —confesó a modo de respuesta—. Pero dicen que es muy linda.

—No cuando los paparazzis te atosigan, ¿no? —preguntó Ryan. A puesto que había visto las fotos de la otra vez.

—Sí, algo así —comentó Justin. Creo que odiaba recordar ese hecho.

—No respetan la privacidad —murmuró Rosadela. Era cierto, los paparazzis no respetaban la privacidad de nadie.

—Pues, no hay nada por hacer —les recordé tranquilamente.

—Pero a pesar de todo, las playas están muy buenas —recordó el tema inicial Justin.

—Sí, tienen buenas olas —afirmó Rosadela.

—Me encantaría aprender a surfear —confesé.

—No es difícil —ella se encogió de hombros—. Solo requiere amor por el mar y equilibrio.

—Algún día lo intentaré —cuando sea seguro para mí.

—Y bien —irrumpió Rosadela—, ¿cuál era la propuesta? —me preguntó. Creo que estaba un poco más simpática conmigo, aún así estaba incómoda, según notaba.

—Pues… tiene que ver con él —me dirigí a Ryan—, con mi amigo Ryan —éste le sonrió a la morena.

—¿Contigo? —cuestionó ella confundida. Justin solo no participaba. El mesero llegó en ese instante y nos dejó la comida y una botella de vino. Nos sirvió el vino y se retiró. Justin y yo comenzamos a comer.

—Pues, sí —afirmó Ryan. Se puso algo serio, claro debía hablar de trabajo—. Es que, estoy estudiando Director cinematográfico —comenzó a explicar Ryan. Justin y yo solo escuchábamos mientras comíamos la deliciosa langosta. De vez en cuanto sentía alguna mirada de parte de mi futuro esposo, lo miraba le sonreía levemente y seguía en lo mío— y necesito hacer un cortometraje. Intenté buscar a alguien para que fuera mi actriz, pero… a quienes propuse, no aceptaron —murmuró Ryan algo apenado. Rosadela le sonrió cálidamente—. Pensé que tú podías ser buena opción —concluyó.

—¿Y… cómo grabaríamos? —preguntó Rosadela simpáticamente.

—El corto dura 20 minutos, pero tiene algunas escenas en distintos lugares —le explicó a Rosadela—. Te pagaré y tengo el libreto aquí, en Hawái —le explicó brevemente mi amigo.

—Me gusta la idea —afirmó Rosadela. Tenía una linda sonrisa—. Pero, debo saber de qué trata el guión —Justin por debajo de la mesa me pateó levemente. Yo lo miré.

—¿Qué sucede? —le pregunté en un susurró.

—Mira —me indicó y miró hacia la tarima. Yo lo hice. Estaban comenzando a poner un micrófono y había una luz encendida—. Espero que no nos hayan conocido —algo imposible.

—Lo mismo digo —murmuré. Ryan y Rosadela estaban ocupados hablando de trabajo. Creo que se llevarían bien.

—Buenas noches —oí decir al tipo sobre la tarima. Instantáneamente crucé los dedos.

—Creo que nos mira —susurró Justin.

—¡Diablos! —susurré mi maldición por lo bajo.

—Esta noche tenemos a dos estrellas del espectáculo aquí —qué mierda—. Pero queremos invitarla a ella a cantar ya que hace mucho que no lo hace —¿esto podría ser peor?— ___________(tu nombre y apellido) —una luz alumbró la mesa. Lo tenían planeado, jodidos—. Por favor, ¿nos cantas algo? —preguntó. Justin me miró y asintió para que vaya. Pues, sí. Además, de alguna forma debíamos compensar habernos comportado así con la prensa. A los fans no les gusta eso.

Hice a un lado las cosas y me levanté de la silla. Me acomodé rápidamente el vestido y caminé en medio de todas las miradas atentas de los presentes hasta la tarima. El animador me ayudó a subir los dos escalones que tenía. Me saludó con un beso en la mejilla, era simpático. Yo le sonreí también. Él me cedió lugar al micrófono.

—Buenas noches —saludé. Entonces uno de los meseros subió con una banqueta y la colocó frente al micrófono para que me sentara—. Gracias —le agradecí. Él sonrió y me pasó una guitarra. Le devolví el gesto—. No esperaba subir a cantar —dije afinando la guitarra. Sí, sabía cómo hacerlo por si acaso. Toqué algunos acordes y seguía desafinada. Así que volví a tocarla—. Pero… voy a dar lo mejor —sonreí añadiendo esas palabras luego de afinar completamente la guitarra—. Voy a hacerles un cover, ¿ya? Es de una banda francesa poco conocida, llamada Zaz. La canción se llama Je veux.

Comencé a tocar la canción de ese excelente grupo de música. Para mí, era de los mejores que había escuchado. Tenían un estilo fresco y sencillo. Es más, hasta hacían actuaciones callejeras. Es lo que se dicen que cantan por placer, no por dinero. Admiro a Isabelle (vocalista del grupo). Creo que era la mujer más sencilla y con estilo que había visto cantar alguna vez, además de que sus letras eran muy buenas. Terminé la canción y todos aplaudían muy emocionados.

—Muchas gracias —sonreí poniéndome de pie.

—Por favor, toca otra —insistió alguien del público.

—Bien —acepté. Debía ser amable, por más que no quisiera cantar—. Les tocaré algo nuevo, bueno… no nuevo, pero no es una canción que haya cantado antes. Se titula, “lovely”.

Comencé a tocarla, era una canción que había escrito poco después de alejarme de Justin. Cuando estaba de gira por Sudamérica con los chicos de One Direction.

—Answered no again (Respondí que no volvería)

But I now regret (Pero ahora me arrepiento)

What did wrong (lo hice mal)

I ran away of what had (Me alejé corriendo de lo que tenía)

Leaving it to the roll-over (dejándolo a la deriba)

I gave it (lo regalé)

You were everything beautiful (Eras todo lo precioso)

But no I have you, (pero ya no te tengo)

Not you I have more (No te tengo más)

I should have stayed there (Debí quedarme allí)

Fighting for you (luchando por ti)

As precious possession (Por lo precioso que tenía)

Evil away from you (Alejando lo malo de ti)

I should have said no (Debería haber dicho no)

Fight for you (Luchar por ti)

Fight for the precious (Pelear por lo precioso)

Because all you was under my feet (Porque todo lo tenía bajo mis pies)

Everything should have been (Todo debería haber estado)

Lovely (precioso)

I fled terrified (Huí aterrada)

To hide under rocks (A esconderme bajo las piedras)

What did I do wrong (Lo hice mal)

I expected a miracle from heaven (esperaba un milagro del cielo)

When you did not know (Cuando tú no sabías)

to choose (que elegir)

You were all beautiful (Eras todo lo precioso)

But do not I have (pero ya no te tengo)

Do not I have more (No te tengo más)

I should have stayed there (Debí quedarme allí)

Fighting for you (Luchando por ti)

As precious possession (Por lo precioso que tenía)

Evil away from you (Alejando lo malo de ti)

I should have said no (debería haber dicho no)

Fight for you (Luchar por ti)

Fight for the precious (Pelear por lo precioso)

Because everything was under my feet (Porque todo lo tenía bajo mis pies)

Everything should have been (Todo debería haber estado)

lovely. (Precioso)

I'm not going to take more (No voy a correr más)

Since I left too (Ya me alejé demasiado)

I do not want to leave (No quiero dejar)

I do not want to leave more (No quiero dejarlo más)

No, no, no, no.

I should have stayed there (Debí quedarme allí)

Fighting for you (Luchando por ti)

As precious possession (Por lo precioso que tenía)

Evil away from you (Alejando lo malo de ti)

I should have said no (Debería haber dicho no)

Fight for you (Luchar por ti)

Fight for the precious (Pelear por lo precioso)

Because everything was under my feet (Porque todo lo tenía bajo mis pies)

Everything should have been (Todo debería haber estado)

Lovely, lovely, lovely… mmh (precioso, precioso, precioso) —canté dulcemente al ritmo de la guitarra—. Muchas gracias —sonreí y esta vez sí bajé de la tarima. Al llegar a la mesa, Justin me miraba algo afligido y Rosadela seguía charlando con Ryan. Parecían entretenidos.

—¿Por qué esa cara? —susurré, él sonrió amargamente.

—Nunca termino de entender porqué fui tan idiota —me respondió.

—Ya, no quiero hablar de eso —le sonreí cálidamente. Él besó fugazmente mis labios. Creo que ellos dos, Rosadela y Ryan, ni siquiera se percataron de nada.

Cenamos y cuando fue media noche, decidimos regresar. Rosadela y Ryan, nos dijeron que regresarían en taxy, querían seguir hablando. Me sonaba algo sospechoso, ¿se gustarían estos dos? Pues, no lo sé.

—Tengo antojos de helado —confesé luego de que Justin manejara unas dos calles.

—Me suena raro —rió divertido—. Nunca antes has tenido antojos.

—Estoy embarazada —le recordé. Él sonrió dulcemente. Sí, no podía quitarle los ojos de encima mientras él manejaba.

—Ya, compraré de paso por alguna heladería —me informó—, ¿de qué quieres?

—Chocolate suizo y dulce de leche —respondí deseando.

—Y llevo una película —sonrió divertido—. Así comemos helado viendo una película, ¿qué dices?

—Me encanta la idea —confesé. Sí, hacía mucho no veíamos una película juntos.

—Bien —sonrió—. Llevaré una película también.

Bajó en un lugar de alquiler de DVDs y alquiló la vieja y clásica película llamada “Mi primer beso”, una película muy dulce. Más adelante, compró un kilo de helado.

…Al día siguiente…

Desperté a las 09:00 a.m. hacía calor, anoche habíamos dormido a las 03:00 a.m. Nos divertimos mirando la película y comiendo helado. Me levanté de la cama, Justin aún dormía. Tomé una ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=52469298&.locale=es. Me até el cabello en una coleta alta y me puse solo rímel en las pestañas. No tenía ganas de maquillarme más.

—Buenos días linda —me saludó él.

—Hola mi amor —saludé.

—Tengo algo que decir —confesó.

—…

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