De repente el griterío nos
sobresaltó. Se escuchaban gritos desenfrenados y personas corriendo. Me volteé
rápidamente y un montón de chicas corrían con euforia hacia nosotros. ¡Bingo!
Eran fans, no sé de donde salieron, sé que las seguía seguridad.
—¡Justin! —gritaban, ___________(tu
nombre) se levantó y acomodó su ropa nerviosamente.
—Oye —la hablé a ___________(tu
nombre)— tranquila —añadí. Ella sonrió levemente y asintió.
—Justin, eres hermoso —comentó una
desaforada chica llegando donde nosotros.
—¡Niñas! —gritó el de guardia—, todas
afuera ya. Las llevaré a la policía y deberán retirarlas sus padres —el jefe de
seguridad estaba, assssu, que ardía.
—Oye —lo hablé. No quería que las tratara así.
Además, qué podía costarme sacar algunas fotos y firmar algunas cosas.
Básicamente, nada—, no las trate así. Ellas podrían quedarse, les firmaré
algunos autógrafos y luego se irán. No es nada. No harán alboroto lo prometo
—le afirmé.
—Está bien, Señor Bieber —respondió
el hombre seriamente y luego se retiró.
—¡Justin, Justin! —estaban totalmente
sacadas. Eufóricas.
—Chicas, no griten —les pedí— si no
las harán ir —añadí. Ellas callaron rápidamente.
—Queremos una foto —dijo una y las
otras asintieron. Algunas lloraban, era raro. Todavía no me acostumbraba a que
las niñas lloraran cuando me veían.
—Está bien —acepté. ___________(tu
nombre), no participaba de la conversación. Solo oía todo desde mi lado— amor
—la hablé, ella sonrió. Las Beliebers miraban detenidamente nuestros
movimientos—, ¿nos tomas la foto? —pregunté.
—Claro, lindo —dijo. Las chicas
sonrieron y una le dio la cámara a ___________(tu nombre).
Posé en medio de ellas y sonreí,
___________(tu nombre) apretó el botón indicado y con una sonrisa sacó la foto.
—Listo —nos dijo mientras se
acercaba.
—Gracias —dijo una de las chicas—,
ahora… ¿te sacas una foto con nosotras? —se lo preguntó a mi novia, claro.
—¿Yo? —preguntó ella extrañada.
—Sí, somos Beliebers pero no te
odiamos —dijo otra de las chicas. Sonreí al escuchar eso.
—Dame, yo tomo la foto —le indiqué a
la chica de la cámara.
—Está bien —aceptó la chica y me dio
la cámara. ___________(tu nombre) se paró entre las lindas Beliebers y sonrió.
¡Qué sonrisa más bella! Todas sonrieron, pero… mi novia, tenía un brillo
especial en su sonrisa. Saqué la foto embobado en ___________(tu nombre).
—Listo —les avisé. Ella se apartó y
volvió a mi lado.
—Enserio, muchas gracias por lo que
hicieron —nos dijo una de las 5 chicas.
—No hay de qué —respondí—, todo lo
que tenemos es gracias a ustedes. No podemos tratarlas mal —sonreí.
—¡Eres tan tierno! —susurró
___________(tu nombre) sonriendo— y bien, ¿son de aquí? —preguntó a las chicas.
—Sí —respondió una—, no de la costa,
pero sí de aquí.
—Los Ángeles es hermoso —comentó
___________(tu nombre).
—¿Más que tú? No lo creo —susurré.
Ella me dio un leve codazo.
—Creo que debemos irnos —comentó una
de las chicas— nos echarán si no —rió divertidamente.
—Muchísimas gracias, Justin y
___________(tu nombre) —dijeron dos o tres.
—No hay de qué —respondió mi novia.
—Adiós —saludaron ellas y se fueron.
El resto de la mañana pasó rápido.
Dejé a ___________(tu nombre) en su casa y me fui al estudio.
Narra ___________(tu nombre):
Me cambié por el aburrido uniforme,
gracias a Dios era el último año que lo soportaba. Tomé mi mochila, subí a mi
auto. Mi auto es un Audi R8 spyder, me lo regaló papá hace un año.
Al llegar al colegio, aparqué y bajé.
Odiaba la forma en que todos me miraban todos los días al bajar de mi auto. Era
bochornoso. Entré y dejé las cosas en mi pupitre.
—¿Tú, temprano? —alardeó Anya su
asombro. Anya era muy bonita. Cabello rubio, ojos verdes, alta, buen cuerpo. Un
lindo partido.
—¿Marcel? —pregunté evadiendo su
comentario.
—Marcel —susurró como “pensando”— ¡Oh
sí! —exclamó victoria—, no viene hoy.
—¿Por?
—No presentará su trabajo de biología
—me respondió mientras se sentaba sobre su banco.
—Anya, ¿con quién saliste el sábado?
No me has contado —ella me miró extrañada y rió nerviosa.
—Bueno, es que… —suspiró—, es que es
complicado contarte.
—¿Complicado? —pregunté extrañada.
Escondía algo.
—Por empezar tú tampoco me contaste
de Bieber —me regañó.
—¡Ay Any! —me quejé—, no me cambies
de tema.
—Bueno es que —calló y sonrió
tímidamente—, es que salí con alguien a quién no quieres.
—¿Simpson? —ella negó con su cabeza—
¿Adam?
—¿Y ese? —cierto, Anya no lo conoce.
—No lo sé, dime pues —le pedí. Me
quedaba sin opciones.
—Salí con Santiago —prácticamente lo
susurró.
—¿What the fuck? —pregunté exaltada—,
¿Santiago, mi hermanastro? —bueno… algo así.
—Ajá —dijo apenada.
—¡Estás loca, mujer! —ella me miró
extrañada—, es un pendejo —le expliqué.
—¿Por qué? —porque es IDIOTA.
—Es un enfermo. Sale todos los fines
de semanas a antros de la ciudad, se alcoholiza y más de una vez vuelve con
alguna hueca a casa —le expliqué. Santiago y Nicholas, prácticamente vivían en
casa—. Anya te vio rubia y cree que eres ramera, ¡no jodas con él! Enserio,
amiga. Lo digo por tu bien.
—No lo sé, ___________(tu nombre) —se
había enfadado—, no eres la única que puede tener novio.
—¡No dije eso! —me defendí. No quería
pelear—, pero… enserio, Any, debes estar muy segura de lo que es Santiago.
—¡Oh lala! —exclamó Jason mientras me
abrazaba cubriendo mis hombros con su brazo. Chris venía con él.
—Hola chicos —dijo Any.
—Hola, Any —Chris está enamorado de
ella, por eso le habla así como idiota.
—Hola —saludé simpáticamente.
—¡Oye, tú! —me habló Jason—, ¿qué
puta hacías con Bieber en ese hotel? —jamás confesaría.
—Nada Jason —intenté hacer que
callara. No quería hablar de eso. Él me miró asesinamente— Luego te digo —le
afirmé.
—Sí, está bien —aceptó extrañado.
—Chris —lo hablé él me miró—,
¿podemos hablar?
—¿Nosotros? —preguntó.
—¿Hay otro Chris? —pregunté.
—No —respondió y nos alejamos de mis
mejores amigos— ¿qué sucede? —preguntó normalazo.
—¿Quieres que te ayude? —Chris me vio
extrañado. De seguro había entendido mal, muy mal— ¡Christian! —me quejé.
—Pues, explícate —me pidió.
—Bien —me llené de paciencia, sería
difícil—, ¿quieres que te ayude con Anya? —le pregunté con suma paciencia y claridad.
—¿Eh? —preguntó nervioso—, ¡Estás
loca! —exclamó alterado.
—Vamos, sé que te gusta —afirmé ante
sus nervios.
—¿Por qué dices? —preguntó actuando
normalidad. Quería “despistarme”. No lo lograría.
—Se te nota. La miras muy
tiernamente, siempre la abrazas así como si nada, le tocas el cabello y AMAS
hablar con ella —era todo muy cierto.
Narra Christian:
___________(tu nombre), tenía mucha
razón. Pero no quería que Anya se enterara. Pues, ella no siente lo mismo y no
me gustaría perder su amistad.
—Estás loca —quería que dejara de
hablar de eso.
—Admítelo —me pidió con una voz
cantarina.
—¿Admitir qué? —me hice el loco.
—No te hagas —me pidió astutamente.
Ella tiene un lector de mentes ¿o qué?—. Sé que te gusta.
—Está bien —acepté resignado—, me
encanta Anya.
—¡Bien! —exclamó—, era lo que
necesitaba.
—¿De qué hablas? —pregunté extrañado.
—Haré que salgas con Anya —me afirmó,
¡esto sería un catástrofe!
—¡No, no y no! —me negué—, no quiero
que Any sepa nada de esto.
—¿Por qué? —preguntó la novia de mi
amigo con un tono medio berrinchudo.
—Porque sería la tercera guerra mundial
—exageré mucho, lo sé.
—¡Estás loco Beadles! —exclamó—, ella
cree que eres lindo —aww, ¿será enserio?—, podrían salir.
—¿Enserio? —no quería ilusionarme,
pero… lo estaba haciendo.
—Sí, Chris por algo lo digo —me
comentó irónicamente.
—Pero planea algo no tan obvio —le
pedí. Ella sonrió.
—Tengo una idea —¡Dios! Va a
matarme—, ¿salimos el viernes los cuatro?
—¿Cuatro? —pregunté.
—Sí, Justin y yo, tú y Anya —me
explicó.
—¡No seas obvia! —repetí.
—De casualidad saldremos por la tarde
y nos quedaremos a cenar en un restaurante y tú, CASUALMENTE —resaltó la
palabra—, estarás allí.
—Oh —exclamé en son de “entiendo”.
—Bien —cambió de tema—, ahora diles
que hablamos de Bieber —me aconsejó.
—Hablando de él —lo recordó—, me
contó lo del hotel —no con detalles. Solo me pidió que lo ayudara a ser
romántico para aquella noche.
—¿Qué? —___________(tu nombre) estaba
roja. Le daba mucha vergüenza—, ¿qué te dijo?
—Nada, solo me pidió que lo ayudara a
ser romántico para esa noche —le respondí simpáticamente. Era normal lo que
hicieron—. Descuida, amiga, no diré nada.
—¡Mejor, Beadles! Llega a enterarse
alguien de esto por tú boca y te asesino —me advirtió ella.
—Nadie sabrá —afirmé un poco
asustado.
Tocó el timbre y la profesora de
psicología entró, la jodida profesora Broklin.
—Buenos días alumnos —saludó con su
andar apresurado. Nosotros rápidamente tomamos asientos. ___________(tu nombre)
se sentó a mi lado.
—Pss —me chistó—, el viernes a las 8.
—Ok —susurré al igual que ella.
—Hoy, hablaremos sobre el maltrato
hacia las mujeres.
Narra ___________(tu nombre):
La tarde corrió como agua entre los
dedos y a las 5:15 tocó el timbre. Salimos como tropilla. Junto con Any fuimos
a comprar algunas cosas para el departamento y hicimos algunas compras de ropas
y eso. Luego la dejé en su casa y regresé a la mía.
—Hola —saludé al entrar. Nicholas
estaba ahí.
—Hola linda —saludó mamá.
—Hola —saludó su novio.
—¿A qué hora volviste hoy? —preguntó
mamá. Me senté frente a ellos y dejé mis libros sobre la mesa.
—A las 11. Justin me trajo —le
respondí mientras me sentaba cómoda.
—Oye, linda —seguramente comentarían
algo sobre algún viaje o algo de eso—, tenemos algo que contarte.
—Díganlo pues —les pedí.
—Bueno, con tu madre decidimos darte
una sorpresa —dijo Nicholas sonriendo ampliamente.
—Bien, díganlo —insistí. Mamá miró a
su futuro esposo y sonrió complacida.
—Respecto a tu casa, ya no tendrás
que preocuparte por hacerla y no hacerla —¿eh?— con Nicholas nos encargamos
unos meses antes de que intentes comprar una de comprar el terreno de la
esquina.
—¿Quiere decir que la casa en
construcción de la esquina es mía? —pregunté asombrada, realmente esa casa era
un sueño.
—Ya no más en construcción —me
corrigió Nicholas— y sí, linda, es tuya.
—¡Oh my god! —exclamé.
—¿No irás a verla? —preguntó mi
madre—, ya está amoblada, lista para usar —era el mejor regalo del universo.
—Muchísimas gracias, los amo —les
agradecí. En realidad, era el mejor regalo en este momento.
—No hay qué agradecer —dijo Nicholas.
Con ansias subí a mi habitación. Me
di una pequeña ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=40283856
y bajé
antes de lo que mamá y Nicholas esperaban ansiosos. Les avisé que iría a ver mi
nueva residencia y me dejaron en privacidad para hacerlo. Caminé hasta llegar a
la esquina allí, giré la manilla de la puerta y entré. Era toda mía.
Era lujo, lujo y más lujo. Tenía
cuadros y algunas estatuas de mármol. La sala era enorme. Era la casa perfecta.
Subí inspeccionando cada habitación.
Tenía 2 habitaciones de huéspedes y una suite que sería mi habitación. Era así
Me recosté en la cama, era lo más
cómodo del universo. De repente mi teléfono vibró en mi bolsillo. Respondí la
llamada.
—¿Aló? —respondí acomodándome en mi
cama.
—¡Linda! —exclamó la melodiosa voz de
Bieber.
—Oh, hola amor —saludé.
—¿Dónde estás? —me preguntó. Quería
darle la sorpresa de que ya no vivía con mamá.
—En casa, ¿tú? —sonreí aunque no
pudiera verme.
—Aún en el estudio —me respondió—,
oye ¿salimos hoy? —me preguntó.
—Ven a cenar a casa —lo invité
victoriosamente.
—¿Tú casa? —preguntó nervioso. Claro,
le da vergüenza mamá y cree que aún vivo con ella—, mejor en la mía —me afirmó.
—Tú ven y ya —repetí.
—Pero…
—Sh —lo hice callar— vienes o vienes
—le exigí.
—Está bien —aceptó resignado. Era
lindo hacerlo pasar nervios—, iré.
—Iré cuando llegues a tu casa —le
avisé, no quería que meta la pata yendo a casa de mamá.
—Está bien —aceptó felizmente—, en
minutos ve a casa. Si no estoy solo entra —me pidió.
—Ya —acepté—, te amo lindo —añadí.
—También yo mi amor. Te amo —dijo él.
Yo me encargué de cortar la llamada.
Estuve los 15 minutos inspeccionando
todo. Hasta se habían encargado de dejar la mayoría de mi ropa ordenada en el
placard por colores y todo. Tomé mi bolso y fui a casa de Bieber, con su ya
antigua autorización, entré. Él estaba tirado en el sillón.
—Parecer Payton en día de baño
—comenté mientras cerraba la puerta.
—¡Qué adorable cumplido, linda! —dijo
divertido mientras se sentaba. Se veía agotado.
—Te vez cansado, mi amor —comenté
mientras me sentaba a su lado.
—Usher estuvo exigente hoy —comentó
mientras besaba mi mejilla delicadamente. Sonreí por lo bajo. Me hacía un poco
de cosquillas.
—Alison me avisó que tengo una presentación
mañana —comenté abatida. Sí, era mañana por la noche.
—Oww, ¿dónde? —preguntó feliz, mi
novio mientras acariciaba mi mano.
—En el Nokia theater. —respondí—,
creo que es el concierto de alguien.
—Mañana creo que es el concierto de
Demi, aquí en L.A —¿Demi Lovato?
—¿Lovato? —pregunté incrédula. Ella era
una ídola para mí. La admiraba demasiado.
—Sí, de ella —me afirmó.
—Oww, quizás sea ahí —afirmé—, lo feo
es que debo ir con Nerea a ver qué me pondré para cantar —le comenté. Él me
miró rápidamente como exasperado.
—Llegas a ponerte algo provocativo y
subiré al escenario para ponerte una túnica, lo aseguro —reí ante su
comentario.
—¿Estarás ahí? —evadí lo de la
túnica, lo sé.
—Soy amigo de Demi, linda. Estoy
invitado —me comentó.
—No lo sé —regresé al tema de mi
vestuario—, le diré que algún vestido y ya. No tengo ánimos de mostrarme —Bieber
rió victoriosamente.
—No cantes victoria —le pedí entre
risas.
—No dije nada —se defendió y besó
fugazmente mis labios.
—Además Nerea me pidió que haga un
cover —eso era lo peor. No sé de quién lo haría.
—¿Cover? —preguntó—, ¿por qué?
—No lo sé —respondí confundida—, está
loca.
—Pero no es problema que hagas un
cover. Elije cualquier canción que te guste y ya —no era tan sencillo.
—No es sencillo —pensé en voz alta—,
ni siquiera sé que canción me gusta —reí.
—Hay muchas canciones lindas —creo
que él estaba en la misma situación que yo.
—¿Cómo cuál? —pregunté sabiamente.
Los dos reímos ante la situación de “pensamiento— Me gustaría hacer alguna de
Adele —comenté— como Someone like you —hermoso tema.
—No encontrarás a alguien como yo —dijo
victoriosamente.
—También podía ser One and Only —también
de Adele.
—Me gusta esa canción —dijo sonriendo
ampliamente.
—Creo que haré esa —comenté—, mañana
debo ir al estudio. Junto con Usher, Michael y Nadia ensayaremos la
presentación.
—¿Michael y Nadia?
—Un bailarín y una bailarina de mi
elenco —le comenté. Creo que ya estaba celoso.
—Oh —musitó—, oye ¿qué cenaremos?
—Aún es temprano —comenté—, todavía
tengo una sorpresa.
—¿Sorpresa? —preguntó pícaramente—,
me gustan las sorpresas —añadió mientras me besaba. No sé como lograba hablar.
—No tendré sexo contigo en tú sillón —le
afirmé mientras me alejaba de su boca. Él sonrió.
—Ya te dije —me interrumpió—, no es
sexo —lo miré extrañada—, hicimos el amor.
—¡Ya, ya! —esto me daba mucha pena—,
la sorpresa es algo que creo que te agradará para la cena —comenté.
—¿Qué es? —me preguntó ansioso.
—Ven, te mostraré —dije mientras lo
jalaba para que se parara igual que yo.
—Estoy cansado —protestó—, vamos dilo
así no más.
—¡No puedo! —me quejé— vamos, no seas
flojo.
—Está bien —se resignó mientras se
levantaba del sillón.
Lo tomé de la mano y lo llevé hasta
mi casa.
—¿Qué sucede aquí? —preguntó
confundido.
—Entra —le pedí mientras abría la
puerta.
—Pero… no es nuestro —dijo antes de
entrar—, nos meteremos en problemas —aww, qué chico más lindo y correcto es.
—No, no pasará —le aseguré—. Es mi
nueva casa —añadí.
—Pero… —lo callé con un beso—.
Entendí.
—Vamos entra —insistí. Él lo hizo.
—Linda casa —comentó viendo hacia
todos lados.
—Gracias —dije mientras cerraba la
puerta. Justin para entonces ya estaba sentado cómodamente en el sillón de la
sala.
—Oye, linda, ¿cenaremos aquí? —preguntó
aliviado. Yo sonreí y me senté sobre su regazo.
—Sí, lindo. Cenaremos aquí —afirmé.
—Genial, deberás cocinar —dijo él
vagamente.
—¿Cocinar? —pregunté aterrorizada. Él
sonrió.
—Sí, cocinar —dijo con un tono
atemorizante.
—No sé cocinar —le afirmé victoriosa.
—Te enseñaré —afirmó—, ¿qué quieres
cenar? Lo cocinaremos juntos.
—¿Qué sabes cocinar? —pregunté.
—Pues, pastas, pastas, pastas —dijo
bromeando—, sé hacer buenas pastas caceras —dijo.
—Bien, que sean pastas —accedí.
Después de charlar un rato nos fuimos
a cocinar. Sonseamos un largo rato con la harina, barias veces Justin me enseñó
cómo se hacían pero era un intento fallido, siempre terminaba besándome.
El teléfono de Justin comenzó a
sonar.
—Linda, ¿quieres ver quién es? —dijo
él enseñándome sus manos con harina.
—Está bien acepté —tomé su teléfono
que estaba sobre la mesa y abrí el mensaje de texto.
“Justin,
primor, estoy en Los Ángeles y me gustaría verte esta noche. Te quiero. Selena”.
Azoté el teléfono sobre la mesa y la
ira subió por todo mi cuerpo. Justin me miró preocupado.
—¿Qué sucede? ¿Quién era? —preguntó
el muy cínico.
—¿Qué quién era? —básicamente estaba
gritando—, era tú Selly.
—¿Selena? —preguntó extrañado
mientras se limpiaba las manos.
—Sí, tu puta Selena —afirmé a punto
de llorar. Le había entregado todo de mí y él, ¿me estaría engañando?— A penas
hace 2 días que estamos y ya me metes el cuerno, ¡eres un idiota! —estaba
furiosa.
—¿Qué? —preguntó incrédulo—, ¿cómo
crees eso, linda? Yo no estoy con Selena. Es más, hace como 2 años que ni
siquiera hablo con ella.
—¿Y cómo explicas que quiera verte? —le
pregunté mientras comenzaba a llorar.
—No lo sé, mi amor —dijo él mientras
secaba mis lágrimas—, yo no hice nada que te lastime. Ni siquiera salí con
nadie en los últimos 6 meses. Enserio, eres la única chica que amo y Selena, no
sé qué puta quiere. Yo no saldría jamás con ella, así no esté contigo no lo
haría. Porque te amo, linda —dijo tomando mi mentón. Nunca dejaría de hacerlo…
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
La gente le tira piedras a todo lo
que brilla (By: Taylor Swift)
Anónimo: jaja, gracias (: un besote.
TishuNove: Las chicas que corren,
aquí está tu respuesta jaja. Te quiero, mucho. Besos.
Karen: Hola (: , ¡Gracias por decirme
tantas cosas lindas! Enserio, muchísimas gracias. También soy novata. Hace unos
pocos meses que escribo y creo que es lo mejor que he hecho. Aseguro a que
debes ser una gran escritora, y… sabes, con el tiempo serás mejor porque de eso
se trata. También te quiero, un beso linda.
Mony: ¡Hola, amiga! (: apuesto que tu
desaparición se debe al señor unicornio jajaja. No hay qué disculpar, cariño,
entiendo lo del colegio. Yo gracias a Dios ya estoy de vacaciones (: jajaja.
Muchísimas gracias por tus halagos, en realidad muchísimas gracias. El capítulo
132° fue el que superó todas mis expectativas, realmente me superé con aquél
capítulo. Te quiero montones, amiga. Besos mi Polieber.
Agus: Es un sueño ser escritora
jaja. ¡Muchas gracias, linda! Un besote
enorme.
Luu: ¡Hola! (: leeré tu nove ahorita
mismo. De seguro es buenísima. Muchas gracias por leer y comentar, besotes.
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Otros blogs:
“Alguien a quien amar” (Novela de JB y
tú): http://alguienaquienamarjbytu.blogspot.com/
“Aprendiendo a creer en el amor”
(Novela de JB y tú): http://aprendiendoacreerenelamor.blogspot.com/
“Ángel de mi soledad” (Novela): http://miangeldesoledad.blogspot.com/
“My galaxy the art” (Blog personal): http://mygalerytheart.blogspot.com/
Bueno chicas, espero que les guste el
capítulo. Subiré pronto. Las adoro (:
—Poly—
P/D: COMENTENN!
Me encantoo!
ResponderEliminarAsshhh!! selena siempre la cagas toda!. ¿Justin no me a engañado? quiero saberloo!!
Poly amo tu novela, no la dejes jamas pero jamas.
Besitooooos! :D.
Te quieroo muchooo ^^. :D.
Uy Selena!Siempre jodiendo la historia!
ResponderEliminarPero dime que es mentiraa!
¿Tendré que esperar para saber?¬¬
Aw. Con lo del sábado, gracias por leerme (xd porque no me puedes escuchar) y ayudarme en mis estúpidos problemas amorosos, gracias :')
Je t'aime♥
Skay :)
Noooo !!! dios me mato lo de selena ME RE ENOJEE !!!!!! ahahahahaha , por favor que no cage todo :S :S :S
ResponderEliminarAmo tu nove esta super buena :) besitoo
Nooooo! Quiero ya el siguiente caaaap!
ResponderEliminarSelena sieeeempre cagaa todo! Jajajaja -
Besoo!
¡Hola, hola!
ResponderEliminar¿Como estas?, yo espero que super bien y disfrutando tus vacaciones, yo ya casi salgo pero solo me darán 2 semanas de descanso y después de nuevo a lo mismo, ¡rayos!
Tienes razón, mi unicornio (alias el "Pancho") me rapto y me llevo a ver el zócalo de mi ciudad, es muy hermoso, adornan muy lindo.
Y si, te luciste con el capitulo 132°, el señor unicornio que estaba aquí de chismoso leyendo conmigo se desmayo...por un segundo creí que había muerto.
Sobre este capitulo te digo que esa selena gomez me hizo enojar, es mala con "M" mayúscula.
Bueno mi poly-poly me voy, te quiero mucho...¡te adoro!
Un besito.
Con cariño tu amiga y super polieber Mony