miércoles, 29 de febrero de 2012
~ Happy Birthday Justin ~
Hoy, 1 de marzo, Justin Bieber está cumpliendo sus 18 añitos. Ya es mayor de edad, ¿no? El miedo de cada una de nosotras es que... ahora se case, ya que siendo mayor puede hacerlo. Pero mi miedo, mi miedo no es ese. Mi miedo es crecer yo.
Sé que muchas páginas en facebook o cuentas de youtube se han hecho la idea y tomado el trabajo de contar la historia de una Belieber generalizada dentro de 20 años. Yo, no sé qué seré dentro de 20 años. No sé siquiera qué seré al finalizar este año. Chicas, la vida da muchas vueltas, uno nunca sabe dónde quedará parado. Pero mi Kidrauhl, siempre será mi Kidrauhl. Quizás con 33 años, ya no lo ame y no llore por él cuando vea sus fotos con Selena. Quizás ya tenga una familia e hijos que se roben toda mi atención, como a los 13 años lo hace la persona que me dijo alguna vez: "Never say never" o "When u smile, I smile". Pero en mi corazón siempre estará el recuerdo de lo que pude hacer siendo Belieber.
El temor de toda Belieber es dejar de creer, dejar de ser lo que somos ahora y dejar de estar metidas en éste mundo de Bieberfever. Pero chicas, las cosas cambian y Justin, al igual que nosotras, crece. Estoy orgullosa de ese chico canadiense que llena estadios y enamora a miles de chicas haciéndolas sonreír con, quizás, solo agitar el cabello. Estoy orgullosa de que haya conseguido todo lo que tiene y de que haya formado una familia de hermanas Beliebers tan grande.
Aunque crezca y tenga familia, aunque el mundo me juzgue por ser fan de Justin, siempre estaré apoyando a mi, nuestro, Kidrauhl. Siempre seré Belieber ♥
¡Feliz cumpleaños, Justin!
lunes, 27 de febrero de 2012
Capítulo 161°: "Más que odio y rencor te tengo pena".
"Mantente lejos. Dulce Miseria" |
—Vale
—sonrió ampliamente. Su sonrisa era mi felicidad—, oye ¿Any se fue temprano?
—me preguntó.
—Creo
—supuse que así era—. Cuando yo bajé a las 7:30, ella ya no estaba —le expliqué
lo que sabía.
—¿Vino
alguien ayer? —me cuestionó sonriendo. Mis nervios aparecieron, ¿ella sabría
algo? ¿Por qué decía eso? ¿Se habrá enterado de Selena? Pero en realidad, dado
por su sonrisa, no creo que lo sepa. De todas formas, debo decirle la verdad.
No puedo mentirle.
—En
realidad, vino alguien a quien no soportas —le respondí temeroso de su
reacción.
—¿Santiago,
Billy? —preguntó sin imaginar que en realidad era Selena.
—No
—respondí negando sus suposiciones con algo de miedo—. Usa tacones y su cabello
es oscuro.
—¿Ha
venido Selena? —preguntó dejando el desayuno de lado. Habría sido mejor no
decirle, ¿verdad?
—Sí
—afirmé algo temeroso—, pero le di bien clara las cosas.
—¿Otra
vez? —cuestionó con los ojos húmedos—, ¡Otra vez alguien cagará mi felicidad! —protestó.
—¡No,
no! —interrumpí su protesta. Ella me miró con los ojos cristalinos, odiaba
pensar que podría volver a derramar lágrimas algún día—. Ni ella, ni nadie —le
afirmé.
—Entonces,
¿por qué no entiende de una puta vez que ya no la quieres, que estás conmigo? —preguntó
perpleja. En su voz se oía odio y rencor—. Es que Selena no entiende, esa chica
está mal y me va a escuchar.
—¿Qué
harás? —le pregunté temeroso de la reacción de mi novia.
—Juro
que si la cruzo en la calle, le haré entender de cualquier forma que tú eres
mío —me afirmó sin responder mi pregunta.
—No
hagas locuras —le pedí—. Sabes que somos públicos y podrían decir cualquier
cosa de nosotros.
—¿Estás
diciendo que me quede callada y no le diga nada? —preguntó. Cuando se pone
furiosa admito que es susceptible, mucho—. ¿Por qué reaccionas así cada que quiero
poner en su lugar a la perra esa?
—Porque
no quiero que te conviertas en ella —mentirosa, vil, cruel.
—¿Piensas
que seré como ella? —me preguntó y una lágrima recorrió el trayecto justo para
desbordar sus ojos café—. Me decepciona lo que acabo de escuchar Justin. Yo
nunca odiaría a tus Beliebers, porque ellas son grandiosas. Yo nunca querría tu
fama, porque no me interesa eso. Yo no quiero tu dinero, es más… si estaríamos
en banca rota ahora mismo no te dejaría. Y dudo que Selena dé todo de ella por
ti si estaría a tu lado —tenía toda la razón del mundo.
—Por
favor, linda —le pedí para proseguir—, no tomes a mal lo que acabo de decir.
—Crees
que soy una bipolar que en cualquier momento podría convertirse en el monstruo
que dormirá a tu lado después del próximo 14 de febrero —me comentó exasperada.
Había entendido mal mis palabras.
—Yo
no dije eso —le aclaré, otra vez—. Yo no creo eso de ti.
—Pues,
asegúrale a tu Justin interior que se crea
así mismo, porque me acabas de decir otra cosa —sin dejarme hablar se
levantó y salió hacia el frente.
Otra
vez, Selena se había metido y estaba derrumbándose todo. No sé qué mierda
pretende la gente de nosotros, ¿a caso no entiende que estamos bien? Claro, eso
hasta que alguien sin vida se mete y hace que todo se tambalee y algunas veces
caiga.
Narra
___________(tu nombre):
Yo
sabía que esto sucedería. Al parecer, yo no tengo el derecho de ser feliz. Todo
me lo confiscan. Me empujan hasta que caigo. No sé porqué lo hacen.
Salí
de casa y comencé a caminar en dirección opuesta a la universidad. Había un
lago cerca, me gustaba ir allí. Quizás, estando allí podía tranquilizar mi aura
y hablar mejor con Justin cuando regrese. Caminé algunas cuadras, faltaba poco
para llegar, cuando vi a Selena acercarse por la misma vereda que yo. Me
preparé, hoy sí me escucharía.
—¡Oh!
___________(tu nombre) —masculló con su sonrisa más falsa la muy cínica.
—Idiota
—dije en forma de nombre—, oh… digo, Selena —ella me miró con el ceño fruncido,
pero sin sacar esa sonrisa repugnante de su cara.
—¿Todo
en orden? —preguntó con asco.
—En
realidad, no —respondí—, me darían ganas de arrancarte los ojos, pero yo al
menos sé que eso me traería problemas. Como los que te trae a ti ir a hablar a
mi casa con MI —enfaticé enormemente—, novio.
—Oh,
veo que Juby no se reserva nada —dijo la estúpida. Odiaba que le diga Juby.
—En
realidad, no —le avisé—. Así que la próxima vez que planees pasar por casa
piénsalo dos veces.
—¿Porqué,
bonita? —su expresión era de ira total. Ésta chica era repugnante, totalmente—,
¿crees que te tengo miedo?
—No
necesito que me tengas miedo —me deba totalmente igual—, solo ¿no entiendes? —le
pregunté. Ella me miró raro—. Tú perdiste a Justin, perdiste a un gran hombre;
solo por concentrarte en vender discos y hacer copias y copias de canciones,
que admito que son buenas, pero… en realidad, va más allá de eso Selena.
—También
lo has hecho. Si no era por Justin no serías famosa —comentó cínicamente y con
despecho.
—No,
estás equivocada —le recordé—, yo no quería ser famosa. Yo solo quería cantar.
No me importaba si tenía 100.000.000 de fans o tenía 2. Realmente, me daba por
los huevos. Lo único que quería era escapar de mis problemas y lo conseguí
gracias a Scooter y Justin —le expliqué—. En cambio, tú solo querías el dinero
y la fama de Justin. Si salías con él y no te fotografiaban, creo que te largabas
a hacer un escándalo, para que al menos Justin te fotografíe y suba tu foto a
su Twitter. Selena, odiabas a las fans de Justin. Ellas son grandiosas y tú te
quejabas cada vez que ellas se acercaban para una foto con él —me referí a
Justin—. Sabes, Selena; más que odio y rencor me das pena.
—¿Pena?
—preguntó desconcertada. Mis palabras la habían sacado de lugar.
—Sí,
pena —repetí mis palabras—, ¿sabes por qué?
—¿Por
qué?
—Porque
tú nunca serás tan afortunada como yo —sus ojos se llenaron de lágrimas—. Tú
nunca tendrás la oportunidad de sentir admiración por las beliebers. Tú nunca
tendrás la oportunidad de amar la música y oírla en el viento. Tú no tendrás la
oportunidad de sentirte bien cuando una de las hermosas fans de Justin te
dicen: “Cuídalo bien, él vale oro”. Como alguna vez Caitlin te dijo, tú no
tendrás la oportunidad de verlo sonreír sin desnudarte. Tú no tendrás la
oportunidad de sentir lo satisfactorio que es hacer caridad sin publicar ciento
de fotos de ello. Selena, tú no tendrás la oportunidad de ser una buena persona
—sus ojos estaban húmedos y algunas lágrimas se desprendieron de ellos.
—¿Por
qué eres tan cruel conmigo? —me cuestionó—, ¿por qué no puedo ser mejor que tú?
¿Por qué tienes fans tan increíbles? ¿Por qué todo mundo te ama? —no la había
visto tan así antes. Era lastimoso.
—Yo
no soy cruel, Selena —le avisé. No me movía ningún sentimiento. Ella estaba
metiéndose hace meses con mi felicidad—. No estoy haciéndote daño como tú me lo
hiciste. Tus fans también son increíbles, pero tú te haces odiar con el resto
del mundo que no son ellas. Tú buscas que el mundo quiera odiarte más cada día.
Esperaba
escuchar algo de su parte, pero solo me esquivó y siguió su camino entre
llantos de cocodrilos. Sin más que decir, con un peso menos encima, caminé
hasta el lago que siempre iba. Era muy bello. Me senté bajo de un árbol. Todo
estaba desolado.
Podía
apreciar el reflejo del sol pegar en el agua. Entonces entré a Twitter: “Relax en Londres. Nada mejor que decir las
cosas de frente”. Quizás, ya tenía un peso menos en mí, pero el dolor me
comía el cerebro cuando las palabras de Justin nadaban en mis oídos como ecos
interminables. “No quiero que te conviertas en ella”. No lo sé, me dolía
escuchar eso. Me dolía pensar que Justin, en cierta forma, desconfiara de mí.
Cree que yo cambiaré y seré una arpía, cuando le demostré perfectamente que yo
protegería su amor con mi vida, si eso es necesario. Pero, al parecer no le
basta todo lo que le di.
Él
cambió mi vida, en realidad lo hizo. Pero no puedo creer que yo no haya
influido con él; ¿seguirá sintiendo, después de 3 años, algo por Selena? ¿La
seguirá queriendo por eso actúa así? En realidad, prefiero creer que no, pero
no lo sé. Nadie puede responder a esa pregunta más que él, ¿no? Solo una persona
desearía que esté en éste momento a mi lado y es Jason. Extraño tanto a mi
amigo, no lo veo hace meses, desde que me mudé a Londres, ya no sé nada de él.
Decidí
marcarle a mi amigo. Tomé mi teléfono y vagabundeé por la agenda hasta encontrar su teléfono.
Sonó el pitido hasta 4 veces, fue cuando se cortó y el silencio apareció.
#Vía telefónica#
—¿___________(tu nombre)? —cuestionó
la voz de mi hermano de la vida.
—Hola, Jay —saludé. Mi voz
no se oía feliz. Estaba triste por lo de Justin.
—¿Cómo estás, amiga? —a él
sí lo oía feliz.
—No muy bien —respondí,
quizás haciendo pasar por mínimo mi dolor. Aunque Jason no permitiría eso—,
¿tú?
—Bien —respondió sin importancia—,
¿qué te sucede? —sabía que él se concentraría en eso.
—Justin…
—No sigas —me interrumpió—.
Iré a romperle la cara —añadió antes de saber qué pasaba.
—No, en realiad… es Selena
la culpable —me corregí. Escuché a Jay suspirar del otro lado de la línea.
—¿Qué hizo ahora?
—Vino a hablar con él —Justin—
y cuando le avisé a Justin que dejaría las cosas claras con Selena, él saltó
diciéndome que no, porque no quería que me convirtiera en ella —resumí todo
rápidamente con un nudo en la garganta.
—Sigo en la idea de hacer
sufrir a tu novio —me comentó Jason. Él odia que yo “llore” por Justin.
—Soy yo la culpable —me
lamenté—, yo no le di todo lo suficiente para que él confiara en mí.
—¿De qué mierda hablas? —me
preguntó Jay—, tú estás loca, ¿cómo dices eso de que “no le das lo suficiente”?
¿Qué más quiere Bieber? ¿Qué te mates por él? Pues, ese chico no sabe valorar
lo que tiene al lado, si lo que dices es verdad —en realidad, solo suponía yo
que era así.
—Necesito uno de tus
abrazos, Jay —odiaba tener lejos a mi mejor amigo de la infancia.
—Y yo odio tenerte tan
lejos —protestó.
—Te veré para el casamiento
de Any —le recordé olvidando un poco el tema de Justin.
—Sí —afirmó—, pero falta.
Después
de hablar por teléfono con Jason regresé a casa. Abrí la puerta de la sala para
entrar y vi a Justin sentado en el sillón con su cara escondida entre sus manos
y Anya a su lado sentada consolándolo.
—¡___________(tu
nombre)! —exclamó Any y Justin levantó rápidamente su cara para verme. Tenía su
rostro empapado en lágrimas.
—¿Me
dejas a solas con él? —le pregunté a mi amiga. Ésta asintió y salió en
dirección a las escaleras.
—¿Vienes
a terminar, no? —me cuestionó negativamente mientras yo me sentaba a su lado.
—Hablé
con Selena —evadí su pregunta.
—¿Pelearon?
—Solo
le dije lo que pensaba —me limité a responder. Oculté la parte de que la hice
llorar.
—Lamento
mucho lo que dije hoy —se retractó de sus palabras.
—No
confías en que vaya a seguir siendo la misma, ¿no? —pregunté algo triste al
recordar sus palabras.
—Yo
no desconfío de ti —me avisó. Lentamente dirigí mis dedos por el camino que
marcaban sus lágrimas para secarlas lentamente.
—Yo
no seré como ella nunca —le informé viendo sus perfectos ojos miel.
—Perdóname
—me pidió enrostrando con sus manos mi cara.
—Prométeme
que no pensarás que seré como ella —le pedí. Él sonrió levemente.
—Nunca,
mi amor —dijo juntando su frente con la mía.
—Te
amo —le afirmé sonriendo.
—Te
amo —repitió él.
Lentamente
chocó sus labios con los míos, para de un movimiento astuto pero tierno fundir
nuestras bocas en un beso. De esos besos que te hacen sentir mariposas en el
estómago, te hacen viajar en la galaxia, de esos que te hacen pensar en el
ahora y olvidar los problemas. Él era tan tierno y delicado en sus besos. Sabía
cómo hacerme desear que un beso nunca acabe y eso, en realidad, me encantaba.
—Ya,
iremos a hacer las compras, ¿verdad? —me preguntó Justin si haríamos lo que
planeamos mientras desayunábamos.
—Sí
—afirmé encargándome de secar sus lágrimas—. Pero ya no más peleas, ¿sí?
—Ya
no más —me aseguró con una pequeña sonrisa en su rostro.
—Me
iré a cambiar y vamos —le informé. Él recorrió mi vestimenta con sus ojos y
arqueó una ceja.
—Estás
bien así —me aseguró.
—Estoy
incómoda —él se encogió de hombros y sonrió.
Subí
rápidamente las escaleras y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=44480891&.locale=es, me dejé el cabello suelto
y bajé donde Just.
—Ya,
ahora vamos —le indiqué.
—Va,
pero… si algún paparazzi se aparece, no declararemos, ¿verdad? —quiso
asegurarse Justin mientras salíamos.
—No
lo sé —respondí caminando hacia la cochera—, tú dime.
—No
quiero hablar —me informó.
—Está
bien —no me negaría. Él se acercó al auto y abrió la puerta para que subiera.
Así lo hice, él cerró la puerta y dio la vuelta para subir él también.
—No
es que sea engreído —comenzó a explicarme mientras encendía el motor—, es que…
no tengo ánimos de responder esas preguntas absurdas que hacen.
—Lo
sé —sonreí levemente, aunque él no me veía—, tampoco tengo ganas de hacerlo —le
aseguré.
…1
mes y medio después…
Me
levanté y me duché. Tomé mi ropa y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=44536694&.locale=es. Me emperfilé en el espejo
y me até el cabello en una coleta bien alta. Decidí no maquillarme, hoy sería
un día agitado. Justin había bajado antes de que yo despertara. Hoy era el
casamiento de Any, mañana teníamos junto con Justin la fiesta after Oscar y
pasado era mi cumpleaños número 19.
Después
de meditar lo que haría en el día, tomé mi bolso y bajé hacia la cocina. Justin
estaba allí con los desayunos en la mesa y su teléfono en mano. Anya y Chris no estaban en casa. No lo harían en
todo el día. Chris estaría en el lugar de la fiesta, luego Justin iría por él y
comenzarían los preparativos. Anya estaba en el spa, yo pasaría por ella e
iríamos a alistarnos para la fiesta.
—Hola,
cariño —saludé sentándome frente a él. Él sacó su teléfono de su vista
dejándolo a un lado y me sonrió.
—Hola,
bonita —respondió.
—¿Cómo
amaneciste? —pregunté para luego beber un sorbo de jugo.
—Bien,
mejor ahora que te veo —sonrió—. Además, ¿cómo amanecería mal si al despertar
estás a mi lado? —largó un resoplido y revoleó los ojos divertidamente.
—¡Estás
loco! —exclamé. Él rió divertido.
—¿A
qué hora vas por Any? —me preguntó él para luego beber un poco de su jugo.
—A
las 9 —respondí después de tragar mi trozo de tortita.
—Oh,
son las 8 —me informó viendo su reloj.
—En
realidad, no me fijé la hora —me encogí de hombros divertida.
—Entonces,
volverá a verte en la fiesta —supuso. La fiesta comenzaba a las 12:00 del medio
día, era un almuerzo.
—Sí
—le respondí algo triste por no verlo durante toda la mañana— y luego por la
noche… te tengo una sorpresa —Justin arqueó una ceja y me miró pensativo.
—Tendría
que ser yo el de la sorpresa, tu cumpleaños es pasado mañana —me avisó él.
—Lo
sé —afirmé—, pero esta vez soy yo la de la sorpresa.
—Quiero
saber qué es —hizo un berrinche. Pero no se lo diría, ya que luego… no sería
sorpresa.
—No
—me negué entre risas—, no puedo.
—Sí,
sí puedes —me contradijo ceñudo—. El problema es que cagarías la sorpresa.
—Exacto
—reí.
—¿Estás
nerviosa? —había muchas razones por las que podía estarlo—, digo… mañana es la
presentación del dueto con One Direction.
—En
realidad, esos no son mis nervios —en esta fecha solo me preocupa mi
cumpleaños.
—Por
tu cumpleaños, ¿no? —preguntó divertido. Él sabe lo que odio esperar. Yo asentí.
—Además
de la espera —suspiré—, el problema es que odio los regalos sorpresa, la fiesta
sorpresa. Todo lo que contenga la palabra sorpresa, yo lo odio —le recordé.
Justin reía descontrolado, quizás sería por la cara de desesperación que estaba
practicando al chocar mis palabras hablando tan rápido.
—¡Ya
tendrás 19! —me recordó divertido.
—Y
tú en unos meses 21 —me burlé y le saqué la lengua divertida.
—Amor,
solo faltan 9 meses para casarnos —y cada día me sentía más nerviosa.
—Lo
sé —afirmé sonriendo—, estoy tan feliz por eso.
—Y
yo, mi amor —me informó acariciando mi mano con la suya—. Sales de vacaciones
en 1 semana —me recordó. Eso era un alivio.
—Sí
—sonreí—. En ese tiempo Alison quiere planear la gira, para luego salir de gira
en tiempo de primer trimestre —recordé.
—¿A
dónde iremos de vacaciones? —me cuestionó. Más bien estaba proponiéndomelo
indirectamente.
—¿Qué
te parece Brasil? —le pregunté. Sus ojos se veían tan hermosos hoy—, Sería
lindo conocer la playa donde iremos a casarnos.
—Es
decir que iríamos a Sao Pablo —me recordó el lugar donde iríamos a casarnos.
Charlamos
hasta las 8:45. Luego nos despedimos. Justin se montó en su auto y salió en
busca de Chris. Yo me subí en mi auto, un Ferrari modelo exclusivo que me había
obsequiado papá hacía 1 mes, para transportarme hasta el spa del centro. Bajé
con la oleada de paparazzis y entré.
—Buenos
días señorita, ___________(tu apellido) —sí, las empleadas del lugar me conocían.
Siempre venía con Alison en días libres.
—Hola
—saludé—, ¿la señorita Swan? —pregunté por mi amiga.
—Termina
su sesión de masajes en 15 minutos —me respondió amablemente.
—Gracias
—sonreí.
—¿Necesita
algún turno? —me preguntó la chica rubia atrás del mostrador, la gerenta.
—No,
no —sonreí—. Esperaré a Anya —le avisé.
Me
moví hasta una de las sillas y me senté. Mi teléfono comenzó a vibrar en mi
bolsillo. Lo tomé y me sorprendió ver quién me llamaba…
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Isabella:
Estoy pensando seriamente en cambiarme el nombre a Poly de la Milagrosa María
Jazmin Flores Pancha Perez Aguilar jajajaja. Detesto a Selena, le gritaría de
todo. Es taaan ahdoishdqygs. Ok, ya. Deja de decirme que tu primo es sexy
porque te juro que me iré hasta donde él para buscarlo y casarnos :|
ajajajajjaa. Awwwww, ¿enserio te dijo que le gustas? Vas a tener novio, ¡qué
mono! Jajaja. Sabes, tengo un karma con el nombre Nicolas. Me gustaba un chico
llamado así y me hizo sufrir mucho :( jaja. Te quiero montones, chica sexy (:
jaja.
Eloiisita:
¡Mil gracias, linda! También cuentas conmigo. Te quiero (: Besitos.
Pomb@-lista:
¡Subiré pronto en Tell Me A Lie! No desesperes (: jaja. Besitos.
Dahi:
¡Besos, cariño! Te quiero.
Sara:
Jaja, hola (: No agradezcas por que les responda y les agradezca (: es lo menos
que puedo hacer. Enserio, eres súper buena (: Besitos y gracias por tu apoyo,
te quiero (:
Rosa:
¡Hola! (: enserio, gracias. Eres un amor de persona y me encanta hablar
contigo. Tienes un talento enorme para escribir y… aunque no comente en la
nove, yo la leo (: Soy una fiel lectora. Y… sí. La parte que te “suena” me
inspiré en nuestra conversación jaja. Te quiero mucho, linda.
Consue:
¡ODIO A SELENA! Ok no ._. jajaja. En realidad, me gusta una canción de ella.
Pero desde su serie en Disney no la soporto. No es que sea por Justin, pero en
realidad no me agrada como persona. También pienso que se centra en los
paparazzis más que en hacer música. Y respecto a Demi, la admiro mucho. Ella
fue fuerte y salió adelante, admitiendo que era una persona como todos nosotros
y que necesitaba ayuda. Demi es mi ídola. Yo soy de Argentina, somos vecinas de
país jaja. Un beso linda y espero conocer tu parte loca jajaja.
Links:
Mi
página en Facebook: http://www.facebook.com/pages/Loving-BieberJustin-Bieber/364664603547495 (tengo
una novela allí, se llama: “Criminal Love”. Espero lean y le den like a la
página).
¡Chicas!
Sé que prometí maratón para ayer u hoy, pero no pude escribir. Ayer tuve una
fiesta y hoy… estuve chateando como 3 horas con un chico (No entraré en
detalles porque las aburriría jajaja). El problema es que raspando pude
terminar éste. Así que no sé si llegaré al segundo :( - Otra mala noticia:
¡SOLO ME QUEDA 1 SEMANA DE VACACIONES! D: jajaja. De todas formas, no las
abandonaré e intentaré subir seguido, como hasta ahora. Gracias, lindas. Las
amo (:
—Poly—
P/D:
COMENTENN!
viernes, 24 de febrero de 2012
Capítulo 160°: "Yo no quiero nada de ti".
Por favor, pelea por mí. |
—¡Juby!
—dijo la morena abalanzándose sobre mí. Juro que quedé helado.
—¿Qué
mierda haces aquí? —cuestioné sacándomela de encima.
—Vine
a verte, cariño —respondió con su chillona voz.
—¿Estás
loca, Selena? —pregunté con desprecio. En realidad, no la soportaba.
—¿No
me dirás de pasar? —me respondió con otra pregunta.
—En
realidad, ¿tú no entiendes? —ella no me cagaría la vida ahora.
—¿De
qué hablas, Juby? —odiaba que Selena me diga Juby. Ya no era su novio, hace
años; ¿no lo entiende a caso?
—No
me digas ya más así —le pedí sacudiendo la cabeza, intentando mantener la
calma. Cosa que no sería muy fácil—. Enserio, Selena. Yo ya no te quiero, hace
muchísimo tiempo. Estoy completamente enamorado de ___________(tu nombre), me
casaré con ella y moriré a su lado. Yo no quiero nada, NADA, de ti —le aclaré
con las palabras más claras que pude decirle.
—Pero
yo te sigo amando —sé que ella ahora comenzaría con sus lágrimas de cocodrilo.
—¿Hablas
de mí o de mi billetera? —sé que sonó como pendejo frívolo, pero era la pura
verdad.
—¿De
qué hablas tú? —preguntó ella. Podía notarla nerviosa.
—No
soy idiota, Selena —le recordé furioso—. Sé que cuando estuviste conmigo lo
hiciste por dinero, luego de dejarte y conocer a la mujer de mi vida me di
cuenta que solo lo hacías por dinero.
—Podrías
haberte evitado todas esas palabras —me avisó llorando y se largó por donde,
creo, entró.
Cerré
la puerta y me senté en el sillón. No dejaría que nadie irrumpa en mi
felicidad, otra vez. Ya demasiado tuve con el estúpido de Billy. Selena no me
cagará mi futuro matrimonio con ___________(tu nombre). Nadie lo hará.
Apagué
la TV y me dirigí a la cocina, mi teléfono irrumpió mis pensamientos.
#Vía telefónica#
—¿Aló? —respondí.
—Hola bro —era Freddo.
—Hola Freddo —saludé
simpáticamente, aunque tenía ganas de romper todo.
—¿Cómo estás? —preguntó mi
amigo.
—Bien —mentí de cierta
forma—, ¿tú?
—Bien —me respondió—, oye…
¿estás en tu casa?
—Sí —respondí—, es decir en
Londres.
—Sí, a eso me refería.
—Ven —lo invité.
—Om… pero, ¿no dirán nada? —creo
que se refería a Anya y ___________(tu nombre).
—Están en la universidad.
Además, no dirán nada —le comenté.
—Oh, ya —accedió—.
Enseguida voy —me avisó para luego colgar
#Fin vía telefónica#.
Creo
que me haría bien hablar con alguien. Desde que nos mudamos a Londres, más que
hablar por teléfono o Skype con Ryan o Chaz, no pude hacer. No es lo mismo, de
todas formas. Hablar a través de un teléfono o la web cam, no se compara a
hablar en persona con tus amigos. Extraño mucho a los chicos, lo admito. Pero en
realidad, estoy feliz de convivir con mi futura esposa y con su amiga. Anya es
una gran chica. Solemos hablar cuando ___________(tu nombre) no está en casa y
es muy madura y comprensiva. Creo que ella y ___________(tu nombre) serán
grandes amigas para toda la vida, se llevan muy bien.
Me
senté en una de las sillas y básicamente me dispuse a esperar a Alfredo, ya que
otra cosa no podía hacer. No sé bien se Alfredo pensaba venir o estaba
marcándome desde aquí fuera. El tema es que luego de que colgara a los 3 o 4
minutos, el ruido, tedioso después de escucharlo algunas veces seguidas, del
timbre irrumpió en mis oídos.
Me
levanté de la silla y caminé hasta la puerta, al abrir me encontré con Alfredo
allí, parado.
—Hola
bro —saludé mientras me hacía un lado para que entrara.
—Hola,
viejo —saludó pasando al interior de la casa.
—¿Estabas
siguiéndome? —cuestioné divertido.
—Habría
sido imposible —comentó encogiéndose de hombros—, solo estaba cerca —me
informó.
—Estás
mal, Freddo —le avisé entre risas mientras nos sentábamos en el sillón.
(Universidad de
Artes)
Narra
___________(tu nombre):
Comienzo a creer
que lo de Samantha es algo personal. Esa chica está continuamente fijándose en
todo lo que hago y lo que no hago. Es estúpido, ¿no puede vivir sin saber algo
de mí? Pues, está agotando mi paciencia y eso… en realidad, no es nada bueno.
—Comienzo
a creer que mi cerebro rechaza la idea de seguir viéndola viva —masculló Anya
mientras nos adentrábamos en el edificio.
—Estamos
en la misma situación, amiga —le afirmé mientras mi pie derecho ponía su primer
paso en el cerámico de los pasillos.
—Algo
malo de venir a la universidad contigo es entrar —me comentó. Dirigí mis ojos
hacia ella, ella se encogió de hombros y sonrió—. Ve —me indicó que mirara—,
todo el mundo nos mira como dos reinas.
—¿Te
molesta eso? —le pregunté divertida. Ella arregló su cabello con vanidad.
—No
mucho que digamos —se retractó un poco de su queja, mi amiga.
—Decídete,
sonsa —la regañé entre una pequeña risa.
Era
verdad, poner un pie dentro de este lugar para mí significaba que todos me
miren retrucando mi cabello, mi forma de caminar, mis zapatos, mi ropa, mis
bolsos. Era estúpido. Nadie se acercaba a mí más que Anya, creo que intimidaba
con mi fama a todo el colegio. No lo sé, pero me daba igual. Como muchos alguna
vez dijeron: “No vengo a hacer amigos, vengo a estudiar”.
Entramos
a clases, era mi única clase que compartía con Any, luego de esto; es decir.
Luego de una aburrida clase de historia del arte, teníamos un receso de media
hora para hacer, básicamente, lo que se disponía dentro del lugar. Es decir, ir
a la biblioteca, comer algo, beber café o solamente aburrirte hasta que tocara
el timbre y entrar al salón, en algunos casos solo a aburrirte más.
—Joder,
a veces me aburro de tantas fechas —comentó Any mientras esperaba a mi lado,
parada, que yo tomara mis libros.
—Créeme
que es mejor que escuchar a Alison decirte todas las fechas de tus próximos
conciertos —le comenté divertida. Any rió levemente.
—Al
menos no debes rendirlas en exámenes —me recordó ella encogiéndose de hombros
mientras yo me levantaba de mi asiento con mis apuntes en mano.
—Eso
es lo bueno —afirmé mientras salíamos del salón—. Pero lo feo es que por
ejemplo, hoy no regresaré a casa hasta terminar con los chicos.
—Oh,
sí —recordó mi amiga—, debes grabar con One Direction.
—Será
un día agotador hoy —protesté en un suspiro. Hacía mucho no tenía de estos días
pesados.
—Yo
debo ir por Chris al aeropuerto —me comentó Any—. No sé porqué no se vino con
ustedes —añadió frunciendo el ceño.
—Ya
—la calmé divertida—, quería estar un rato con sus padres —le expliqué.
—Pues,
lo entiendo —a pesar de todo, Any amaba a su madre con locura. Y sé que nunca
podrá aceptar la enfermedad que se la quitó.
—¿Qué
haremos? —le pregunté recordando que caminábamos sin rumbo.
—Vamos
a la biblioteca —me propuso.
—Ya
—accedí doblando en su dirección—, ¿tienes que hacer algo de las próximas
clases? —le pregunté.
—Tengo
que buscar un libro para terminar mi ensayo sobre Picasso —me respondió.
—¡Qué
ensayos sonsos! —exclamé. Ella rió divertida—. Si me toca hacer un ensayo de
una leyenda musical, es obvio que haré uno de Justin —comenté divertida.
—¡Qué
tierna! —exclamó Anya—, enserio, estoy feliz de que vayas a casarte el próximo
año.
—Y
tu casamiento es pronto —recordé emocionada.
—Estoy
tan feliz, amiga —su cara se iluminó totalmente. Sé que Any ama con locura a
Chris.
—¿Será
niña o niño? —pregunté en voz algo baja, ya que acabábamos de entrar a la
biblioteca.
—Niño
—me respondió—, estaba pensando con Chris ponerle Bastian, ¿te gusta? —me
preguntó.
—Me
gusta Bastian —le respondí sonriendo. Ella comenzó a caminar entre el pasillo
de los libros de arte e historia.
—¿Y
tú? —me extrañé al escuchar eso—, ¿no planeas bebés? —preguntó y se dio la vuelta,
seguro para ver mi cara enrojecida.
—¡Anya!
—la regañé en voz baja. No podía gritarle aquí. Ella se encogió de hombros y
prosiguió su búsqueda.
—Vamos,
___________(tu nombre), casi estás por casarte, ¿qué tiene de malo? —al parecer
todo mundo quiere que sea madre.
—Nada
—respondí—. Solo que si lo hago será el próximo año… o luego —le informé.
—¿Qué
nombres les podrías? —me preguntó sacando un libro de tapa roja de cuero y de
un alto considerable, unas 300 páginas quizás.
—Si
es niño me gustaría Jake y si es niña Jennifer —le respondí mientras nos
sentábamos en una de las mesas y ella abría el libro, casi al medio para ojear
las páginas.
—Me
gustan esos nombres —me sonrió sin verme.
—Sabes,
Any —ella elevó su mirada y me prestó atención—, tengo miedo.
—¿Miedo?
¿De qué? —preguntó confundida mi amiga.
—Es
que siempre cuando mi vida está yendo bien, soy feliz y las cosas parecen estar
firmes, llega el lobo y me sopla la casa, ¿me entiendes? —le confesé.
—¿Hablas
de Selena? —cuestionó extrañada.
—De
ella y de cualquier persona que quiera hacernos daño, Any —le respondí—. Hace
algunos años Billy y Santiago se metieron y rompieron todo.
—¿Santiago?
—ella lo conocía, pero no entendía el porqué.
—Sí
—afirmé—, él le llenó la cabeza a Billy para que nos hiciera terminar —le
expliqué. Anya me miró con sus ojos llenos de rencor.
—Es
un idiota —se quejó.
—Lo
sé —sé eso y más adjetivos para describir a ese patán—, pero no es lo que
interesa. No importa lo que hizo, yo estoy nuevamente con Justin y estamos más
que bien —le recordé—, el problema es que —suspiré—, en cualquier momento todo
puede caerse, como aquella vez.
—No,
no y… no —se negó mi amiga a creer que podía pensar tan negativamente—. Mira,
hace 2 años conocí a una ___________(tu nombre), segura de lo que quería ¿dónde
está ella? —me preguntó—. Pues, mira. Si alguien quiere romper esta hermosa
relación que tienes con Justin, yo misma me encargaré de romper tu cara. Debes
defender lo que es tuya —era otra faceta de mi amiga. Ser pasional y reprochar
todo, hasta obtener como resultado lo que desea.
—Te
quiero mucho sonsa, a pesar de que me regañes de ésta manera —le comenté
divertida. Ella me sonrió y volvió a su libro.
Mientras
Any apuntaba en una hoja en blanco cosas que sacaba del libro, le envié un
mensaje de texto a Alison. Decía así:
“Ali, estaré en la
universidad hasta el almuerzo, por favor avísame si me quedo o vuelvo a casa;
¿los chicos a qué hora vienen?”
La
idea de grabar con One Direction se me hacía muy buena. Ellos eran buenísimos
conmigo, divertidos y amables. Creo que el tiempo y nuestros encuentros como
artistas nos habían hecho amigos, eso era bueno. Tener amigos cuando eres
famoso, se hace difícil. Pero ellos son espontáneos y sinceros. Es una gran
virtud.
Luego
de una mañana de clases y más clases, debía dirigirme al estudio. Alison dijo
que había comprado mi almuerzo y que debía comer allí mientras arreglábamos
como grabar. Los chicos habían llegado hacía minutos. Así que salí de mi última
clase y sin esperar que nadie me parar a hablar me dirigí a el estudio de la
universidad.
—Hola
—saludé entrando al estudio. Debo decir que no había prestado mi vista a alguno
de los presentes, solo tiré mi bolso sobre un sillón y me tiré boca abajo en el
sofá enorme que había—, estoy agotada —les comenté.
—Hola
—saludó la voz de Alison.
—Hola,
loca —saludó, creo que era Niall, si no me confundo.
—Hi,
we’re one direction —dijeron los restantes 4 al unísono. Levanté la cabeza y
comencé a reír.
—Son
unos bobos —le recordé—, bien —me senté en orden—, ¿cómo trabajaremos?
—Primero
grabarán los solos —me informó Alison—, luego todos juntos y por último haremos
los arreglos —algo no muy complicado, creo.
—¡Oh
yeah! —exclamó Harry y se sentó a mi lado de un solo salto.
—¿Quién
comienza? —cuestionó Liam.
—Las
damas primero —me mandó al frente Usher, sentado en los controles.
—¡Joder!
—me quejé—, creí que te referías a Harry —bromeé.
—Oye,
___________(tu nombre), sé que piensas que por ser gay y ser novio de Louis —claro
que bromeaba—, soy chica, pero déjame decirte que yo soy hombre ¿ya? —me avisó
haciéndose el afeminado.
—¡Hazza!
—protesté y le pegué por el brazo—, eres un sonso.
—Ya,
ya —nos interrumpió Alison—, vamos linda. Debes grabar —me recordó.
—Ya
—acepté.
Me
levanté y mientras me metía en la sala de grabación me até el cabello en una
coleta alta.
…16:30…
—¡Joder!
Mis pies no dan más —me quejé por enésima vez tirándome en el sillón negro.
—Solo
necesito una zanahoria —avisó Louis tirándose en el suelo.
—Por
suerte han terminado —nos recordó Alison sonriendo.
—Me
parece raro que Justin no haya aparecido —comentó Niall. En realidad, sé que no
era por parecerle raro. Niall es belieber boy y siempre que voy a un lugar y
ellos están, espera que Justin esté allí conmigo para saludarlo.
—Solo
lo dices porque eres Belieber boy —le informó Zayn.
—Oye,
___________(tu nombre), me enteré que Anya está por ser mamá —sí, Liam junto
con los otros, conocían a Any.
—Sí,
es verdad —confirmé tomando una botella de agua.
—¡Vas
a ser tía! —masculló con cara de feliz cumpleaños Harry. Lo miré algo raro,
Alison solo se limitaba a reír de las sonseras de estos 5 chicos.
—Eso
dicen —mascullé divertida y extrañada a la vez.
Luego
de charlar un rato y que el sol comenzara a caer ya eran las 19:00. La canción
estaba hecha, completa. Habíamos organizado hablar con los productores para
hacer un vídeo y teníamos distintas presentaciones para la canción después de
que saliera a la venta dentro de 2 semanas. Me encaminé a casa, algo bueno de
vivir lejos de la ciudad es que puedes caminar tranquila por las calles. Sin
que los fans te atosiguen o los paparazzis te acosen. Es bueno.
—Hola
chicos —saludé casi sin voz cuando abrí la puerta de la sala. Allí estaban
Alfredo, Any, Chris y Justin.
—Hola,
amor —saludó Just.
—Hola
—dijeron Chris y Freddo. A Any ya la había visto toda la mañana, no era
necesario que saludara, ¿no?
—¿Cómo
estás? Te ves cansada —comentó con algo de preocupación por mi persona Anya.
—Estoy
agotada —dije sentándome al lado de Justin. Él me arrulló entre sus brazos haciendo
que mi cabeza quedara sobre su pecho.
—¿Terminaron
de grabar? —cuestionó Alfredo. Yo sonreí levemente.
—Después
de casi 8 horas, sí —le afirmé divertida.
—Te
vez agotada —masculló Justin acariciando mi cabello.
—Sí
—afirmé—, me daré un baño y me iré a dormir —le avisé, bueno… les avisé.
—¿No
cenas? —preguntó Chris sonriendo amablemente.
—Estoy
muerta —repetí. Ellos rieron— Buenas noches —saludé y me levanté.
Subí
las escaleras a duras penas, quería pasar tiempo con Justin, pero estaba con
Alfredo y hasta que él no se vaya, cenen y toda la cosa no subiría. Así que me
metí en la tina con agua tibia y luego de unos minutos de relajación salí. Me
puse mi pijama y no recuerdo más luego de haberme quedado profundamente dormida
en la cama.
Narra
Justin:
Después
de cenar y que Freddo se vaya subí a la habitación. Entré con una mínima
esperanza de encontrar a mi bella prometida despierta para darle al menos un
beso de buenas noches, pero en realidad, estaba profundamente dormida. Terminé de ducharme y me acosté a su lado. Se
veía hermosa, era un ángel que había escapado del cielo. Después de admirarla
unos minutos, me dormí también yo.
…Al
día siguiente…
Desperté
y eran las 7:00. ___________(tu nombre) tenía clases recién a las 15:00. Así
que como ella seguía durmiendo me levanté a hacerle su desayuno. Me duché y
bajé. Al parecer Any se había ido. Miré el reloj y daba las 7:30. Preparé unos
waffles y de repente el ruido de los tacones de mi novia resonó sobre la
escalera, hasta segundos después que ella apareció ella vestida así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=44359229&.locale=es, con una enorme sonrisa en
la cara.
—Hola,
mi amor —saludó alegremente y se acercó a mí.
—Hola,
hermosa. Estás divina esta mañana —comenté. Ella me besó dulcemente. Sus labios
eran tan suaves y tiernos.
—¿Estás
cocinando? —preguntó divertida.
—Sí
—afirmé—, pero has vuelto a robarte mi camisa —le recordé con el ceño fruncido.
—Es
que se me ve bien —me afirmó sonriendo inocentemente mientras se sentaba en una
de las sillas.
—A
ti —sonreí y me senté frente a ella—, todo se te ve bien, cariño.
—Va,
¿qué haremos hasta las 3 de la tarde? —me preguntó dándome iniciativa a algo.
—No
lo sé —respondí levantándome para buscar el plato con su desayuno.
—Vamos,
no me aburriré aquí —dijo con el ceño fruncido mientras yo le depositaba el
plato enfrente sobre el petril.
—¿Vamos
de compras? —le propuse sonriendo— hacen falta cosas para la casa.
—Oh,
sí —afirmó—, es verdad. Ya, desayuno y nos encaminamos a la ciudad —me dijo
ella sonriendo.
—Va
—acepté. Ella se metió a la boca una porción de lo que había cocinado—, ¿y… qué
tal? —le pregunté sonriendo ansioso.
—Cocíname
siempre, ¿ya? —me pidió divertida.
—Todos
los días que pidas, amor —le respondí. Ella me mostró sus perlados dientes y
bebió un poco de jugo.
—Oye,
quiero aprender a cocinar algo que no sea pasta —me retrucó. Reí divertido,
sabía hacer pasta solo porque yo le enseñé.
—Pues,
estoy decidido a enseñarte cuando tengas tiempo —le afirmé—. Cuando estemos
casados quiero que me cocines, cariño.
—Pues,
si no me enseñas, que cocine significará que debamos cambiarnos de casa todos
los días —me avisó divertida. Reí ante su explicación.
—Ya,
ya —acepté entre risas—, te enseñaré cuando estemos de día libre —me avisó.
—Vale
—sonrió ampliamente. Su sonrisa era mi felicidad—, oye ¿Any se fue temprano? —me
preguntó.
—Creo
—supuse que así era—. Cuando yo bajé a las 7:30, ella ya no estaba —le expliqué
lo que sabía.
—¿Vino
alguien ayer? —me cuestionó sonriendo. Mis nervios aparecieron, ¿ella sabría
algo? ¿Por qué decía eso? ¿Se habrá enterado de Selena? Pero en realidad, dado
por su sonrisa, no creo que lo sepa. De todas formas, debo decirle la verdad.
No puedo mentirle.
—…
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Chica para mí esto es
increíble. No puedo creer que mi blog ya esté tan grande. Son 79 seguidoras y
estamos cerca del 100.000 visitas. Estoy totalmente agradecida a cada una de
ustedes, porque gracias a ustedes esto es realidad. Solamente les diré que
GRACIAS, lindas. Nada más puedo decir que eso, porque no encuentro las palabras
correcta. Nunca las abandonaré y espero que ustedes tampoco. Son grandiosas,
chicas. Las amo.
Camila y María: ¡Besos! (:
Valeria: Gracias, linda.
Besitos.
Pomb@-lista: ¡Muchas gracias,
cariño! Besos.
Anónimo: Creo que ya sabes
quién es, ¿verdad? Jaja. Besitos.
Sara: ¡Cómo no agradecerles!
Si ustedes son las lindas chicas que se toman el tiempo de creer en mí y en mi
novela. Enserio, eres un amor. Gracias, linda (: ¡Besitos!
Katy: En realidad, sí era
Selena. Pero, créeme que entenderá la lección esta vez. Besitos, linda.
Dahi: Afirmativo, era
Cerdena, digo… Selena jaja. Y, así dicen, pero no creo que seas gato :| jajaja.
Besos, cariño.
Isa: ¡Hola, linda chica que
me dice muchos sobrenombres! Jaja. Si lees esto y no estás durmiendo, podrás
dormir. Jajaja, lamento ser la culpable de que tu mente no descanse :( Dile a
la doctora que se vaya al diablo. Que no estás loca, que ella es demasiado
normal, ella debe tener un psiquiatra, no tú. Jajaja, morí con lo de tu primo.
(¿Enserio es lindo? Ok no ._. Poly Panchita, no coquetees) Mándale mis saludos
a tu primo, que no sé cómo se llama. ¡Siempre recuerdo que serás la madrina de
Isabella Bieber Aguilar! Ajaja, joder, me conoce toda tu familia jajajaja.
Creerán que soy una violadora por internet O.o, ok no jajaja. Gracias, linda. Ya
te sigo en Twitter y, no, no tengo Black Berry :( Te quiero mucho (:
Consue: ¡A mí también me
gustan los animales! Y tu nombre es precioso. Juro que me reí cuando dijiste
que te causa gracia que digan tu nombre en noves. También amo a Demi, es tan
bonita y luchadora. Es una inspiración para mí. Besitos, cariño (:
Liza: ¡Por Dios! Haré matar a
un montón de gente jajaja. Y sí, era Cerdena, Putena, o como prefieras decirle,
xD. También la odio, con mi vida. Es tan falsa. ¿Tienes un unicornio? :E
jajaja, yo tengo un Dinosaurio, se llama Fifi (: Dile a tu papá que sí tienes novio,
se llama Justin Drew Bieber Mallette. Besitos, linda. Te quiero (:
Xoxo: ¡No te me mueras! :(
jaja. Besitos, linda. Te quiero (:
Ainelen: ¡Linda! Comienzo el
cole el 5. Pero creo que hay paro docente dos días, por lo que comenzaría el 7
de marzo. Disfruta esta semana, te quiero (:
Marta: ¡Qué adorable eres,
cariño! Bueno, pues me enseñarás Valenciano o Catalan, lo que prefieras jaja.
Besitos, hermana. Te quiero muchísisisisisismo. Besos, desde Argentina (:
Links:
Mi
página en Facebook: http://www.facebook.com/pages/Loving-BieberJustin-Bieber/364664603547495 (tengo
una novela allí, se llama: “Criminal Love”. Espero lean y le den like a la
página).
Lindas,
quizás mañana haga maratón de 2 capítulos (: si no llego lo haré el domingo,
pero lo haré. Las amo, lindas. Besitos.
—Poly—
P/D:
COMENTENN!
jueves, 23 de febrero de 2012
Capítulo 159°: "Planes".
—Justin
—musité, él se sentó en el borde de la cama mirandome— ¿nunca has pensado como
seríamos nosotros si fuéramos a ser una pareja de recién casados viviendo como
cualquier otros? Digo —sonreí—¸sin paparazzis, con una casa tipo (normal, no
mansión), en una ciudad chica, tú con tu empleo yo con el mío.
—¿Has
pensado eso? —me preguntó sonriendo—. En realidad, no —me respondió—. Pero…
¿querrías que fuera así?
—No
me interesa el dinero —dije encogiéndome de hombros.
—Ni
a mí —me respondió—, con tu amor es suficiente.
—Sería
lindo, ¿no crees? Solos los dos —a veces deseaba dejar de ser famosa, lo
admito.
—¿Quieres
huir? —me preguntó—, lo haría por ti. Dejaría de cantar, lo juro.
—No
—me negué—, no lo hagas —no sería tan egoísta—. Aunque sería fabuloso, éste es
tu sueño.
—Y
lo dejaría si eso quieres —lo veía tan convencido.
—Justin
—lo regañé—, no es lo que pido —añadí—, yo solo quiero ser feliz a tu lado.
—Pues,
no lo pensé —respondió mi primer pregunta.
—Luego
de terminar la universidad, ya no sé si me dedicaré a la música —creo que sería
bastante difícil. Digo, de seguro tendríamos hijos y toda la cosa. Dedicarme a
la música me llevaría tiempo y no soy partidaria de tener niñeras todo el día.
—¿Qué?
—me preguntó incrédulo—. No digas locuras.
—Es
que si tendremos hijos quiero dedicarme a ellos —y gracias a Dios, me puedo
permitir el lujo de no trabajar.
—Aún
falta para ello —me recordó Justin—, es mejor discutirlo en ese momento.
Esa
noche dormimos como dos bebés en sus cunas. Había sido un día agotador para nosotros.
…Al
día siguiente…
Mi
teléfono me despertó con “Call me maybe” sonando. Miré y era la recién casada,
era Caitlin.
#Vía telefónica#
—¿Aló? —atendí en un tono
de: “Cuéntame todo YA”.
—Hola, ___________(tu
nombre) —se la oía tan feliz.
—Hola, Sra. Somers —saludé
nuevamente ella rió divertida.
—¿Cómo estás amiga? —me
preguntó.
—Bien, estoy en la playa
donde solíamos venir antes. Bueno, no allí. Si no en el hotel de al frente —le
expliqué ella rió divertida. Muchos recuerdos llegaban a mi mente. El tiempo,
en realidad, había pasado rápido— ¿tú?
—Estoy muy feliz —me
comentó—, Sudamérica es precioso —me comentó. Aunque en realidad ya lo sabía—.
Comenzaremos a recorrer hoy, tenemos un mes —me recordó. Sí, su luna de miel
era de un mes.
—¡Joder! Sí que tienes
linda vida —me quejé divertida—, ¿Hoppe, está bien?
—Solo pesa lo que una
criatura de 6 meses pesaría dentro de tu panza o de cualquiera —me respondió
divertida—, pero todo está bien.
—¡Qué sonsa! —protesté
entre risas—, ¿Chaz? ¿Cómo está? —debía preguntar por mi amigo.
—El horario lo trae mal —claro,
hay diferencia horaria—, duerme básicamente todo el día y de noche debo hacer
una lucha para que no me despierte —se quejó Cait.
—¡Son tan adorables! —comenté—,
en la boda se los vio tan hermosos —se veían adorables.
—Apuesto que el próximo 14
de febrero cuando sean tú y Justin los protagonistas de la boda serán adorables
también —eso espero.
—Ya lo creo, Cait —mascullé—,
Anya y Chris son los próximos —dentro de 1 mes y medio.
—Sí, pero es en Londres —se
quejó Cait. Reí divertida.
—Es que no podemos venir —por
la universidad.
—Lo sé —me afirmó ella.
—¿Irás, verdad? —era obvio
que sí.
—¿Cómo crees? —preguntó
irónica—. Claro que sí, boba —me respondió.
—Bien, entonces te veré
allí —porque antes no podría.
—Eso creo —masculló—, oye
debo irme. Chaz ya quiere salir a vagabundear —me comentó.
—Ya, que se diviertan. Los
quiero —me despedí.
—Adiós, amiga —saludó y yo
colgué.
#Fin vía telefónica#
Miré
la hora de mi teléfono y daba las 8:00 a.m. Volteé y Justin me veía
detenidamente. Sonreí y él besó mis labios.
—Buenos
días —me saludó—, ¿era Caitlin? —se refería a la conversación telefónica.
—Sí
—afirmé—, la están pasando bien —añadí.
—¿Mejor
que nosotros? —preguntó—, mmh… no —se respondió solo. Sonreí y apreté sus
mejillas maternalmente.
—Eres
sonso, Justin —lo regañé. Él sacó la lengua y yo reí.
—¿Qué
haremos hoy? —me preguntó él sonriendo. Amaba su sonrisa.
—No
lo sé, amor —le respondí.
—¿Quieres
ir al zoológico? —sería divertido.
—Sí,
claro —acepté—, pero primero me doy una ducha, ¿ya?
—Ve
—accedió.
Besé
sus labios y me fui al baño. Me di una ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=44194346&.locale=es, para luego salir. Justin
estaba esperándome sentado, ya cambiado para irnos.
—¿Ya
vamos? —le pregunté. Él asintió.
—Sí,
amor —respondió tomándome de la mano.
—Extrañaba
esto —le comenté mientras él cerraba la puerta con llave.
—¿Esto
qué? —me cuestionó mientras comenzábamos a caminar para bajar las escaleras de
la salida.
—Pasear
contigo, salir, estar juntos en la ciudad —lo que íbamos a hacer, en síntesis.
—Es
que en Londres tenemos algo lejos la ciudad —me recordó sonriendo mientras me
abrazaba por la cintura.
—Es
verdad —le afirmé mientras me ponía mis gafas.
—Deberemos
tomar un taxy hasta la ciudad —me comentó.
—Por
mí no hay problema —era lo de menos, ir en taxy.
Paramos
un taxy luego de algunos minutos de lucha insistente y risas. Abordamos y en
cosa de 30 minutos estuvimos en el zoológico. Justin se negó a que pagara, por
lo que abonó él y luego entramos al zoológico.
—¿Nunca
me dejarás pagar, verdad? —le pregunté ceñuda. Él sonrió y me abrazó por la
cintura mientras cruzábamos la gran entrada de rejas que tenía el lugar.
—En
realidad —suspiró—, no —añadió.
—¡Justin!
—protesté.
—Cariño,
me gusta ser caballero y como puedo pagar yo, gracias a Dios, lo hago —me
explicó—, no es por nada. Pero me gusta hacerlo.
—Pero
no me gusta sentir que pagas todo tú —le expliqué mi situación.
—No
es una molestia para mí —añadió a su lista de terquedades.
—Es
en vano discutir contigo —me quejé. Él me mostró su más grande sonrisa.
—Te
amo, así de quejona y todo —sonreí algo apenada y él besó mi frente.
—También
te amo, así de terco y todo —le repetí en el mismo modo. Él rió divertido.
—Mira,
son cebras —masculló él cambiando de tema. Miré en la dirección que él lo hacía
y definitivamente eran cebras.
—Son
hermosas —comenté acercándome a su hábitat.
—Como
tú —susurró a mi oído. Sonreí levemente mientras veíamos a los animales, solo,
convivir allí.
—Me
da algo de lástima que estén aquí encerrados —comenté. Justin acarició mi mano.
—Están
bien aquí —me informó.
—Pero
no deberían vivir aquí —comenzamos a caminar hacia otro hábitat.
—Es
que… sino no podríamos verlos —me informó.
—Lo
sé —dije mirando la próxima hábitat—, ¿son flamencos? —nunca había visto uno de
cerca.
—Sí
—me afirmó—. Su color es raro —rosa.
—Lo
sé —dije divertida—, me gustan esas cosas —me referí a sus plumas.
—¿Sus
plumas? —preguntó Justin. Yo asentí—, son llamativas.
—Lo
sé —afirmé.
—¡Elefantes!
—exclamó Justin y me tironeó hasta las afueras de esa enorme hábitat.
—¡Qué
enormes! —eran imponentes.
—Siempre
quise uno como mascota —lo miré con cara rara y comencé a reír.
—Estás
loco, Justin —comenté. Él se encogió de hombros—, son lindos.
—Los
amo —comentó Justin sonriendo como niño pequeño.
—Pero
si llegas a llevar uno a casa, antes de casarnos nos divorciamos —le advertí.
Él rió y me apretó entre sus brazos.
—Prefiero
no tener mascota —me comentó comenzado a dirigirnos al siguiente hábitat, los
monos.
—¡Mira,
son monitos! —dije encantada.
—Son
bebés —comentó Justin. Había monitos recién nacidos.
—Hasta
los dos años se comportan como bebés humanos —o eso había leído.
—Adoptemos
uno —propuso bromeando Justin.
—¿Estás
loco? —le pregunté divertida— Cuando crezca será un desastre.
—Anya
nos echaría con mono y todo —comentó divertido Justin. Comenzamos a caminar,
otra vez.
—Sería
muy gracioso —le afirmé. Él rió divertido—, ¿esos qué son? —cuestionó— ¿Tigres?
—Jaguares
—lo corregí—, son lindos, ¿no crees? Los cachorritos irradian ternura.
—Claro
—dijo con sarcasmo—, te acercas a ese felino enorme y te come de un bocado —me
recordó Bieber.
—Lo
sé —afirmé.
—¿Entonces
por qué quieres morir ___________(tu nombre)? —estaba actuando preocupación y
llanto, era gracioso.
—¡Justin!
—me quejé entre pequeñas risas—, la gente nos ve raro —él miró a los que nos
miraban y sonrió ampliamente. Lo jalé del brazo y comenzamos a caminar—. Estás
loco.
—Por
ti —me afirmó. Sonreí y él besó mis labios fugazmente.
—¿Qué
son esos? —pregunté extrañada.
—Son
leones sonsa —respondió—, ¿qué no ves? —añadió burlón.
—En
realidad, mirándolos de lejos tienen tu color de cabello —le informé.
—Estás
obsesionada, ya me ves por todos lados —dijo con su ego muy alto, Bieber.
—No
te pongas estrellita, Justin —le pedí divertida. Aunque en realidad, odiaba
cuando alardeaba; gracias a Dios, eso no sucedía seguido. No debía quejarme
tanto.
—Solo
jodía, amor —me avisó, mientras nos parábamos frente a las rejas que nos
separaban de esos feroces animales.
—Son
tan bellos —mascullé—, lástima que si te acercas no podrás comentar lo suaves
que pueden ser.
—Solo
si tienes suerte sales —me afirmó divertido.
—Al
menos no quiero un elefante —le comenté burlona. Él me miró ceñudo—. Solo
decía.
—Eres
sonsa —me afirmó. Yo solo reí divertida y me aferré más a su cintura.
—Pero,
míralos —le indiqué mirando los animales—, son tan bellos.
—Pero
siguen siendo leones —me recordó divertido—. Si quieres que te coman, pues… ve.
—No
te dejaré viudo antes del altar —mascullé. Él sonrió y besó fugazmente mis
labios.
—Eres
tan tierna —me comentó.
—Pueden
fotografiarnos —le recordé, porque sé que se estaba poniendo romántico.
—Da
igual —me comentó y besó mi mejilla.
—Ven,
vamos por unos batidos —le propuse viendo el puesto de batidos, exactamente.
—Ya
—aceptó.
Nos
acercamos hasta el puesto y un chico nos atendió.
—Sí,
díganme —nos pidió sonriendo.
—Dos
malteadas, por favor —le pidió Justin.
—Son
5 dólares —le respondió mientras iba por las malteadas. Yo dejé astutamente el
billete antes que Justin sobre el mostrador.
—Aquí
tienes —me apresuré a decir. El tipo dio vuelta y dejó las dos malteadas sobre
el mostrador para luego tomar el billete.
—Gracias
—sonrió.
Tomamos
las bebidas y sé que Justin quedó ofendido. Pero de cierta forma me siento mal
cuando él paga todo, ¿nunca les pasó? Van a algún lugar y él paga. Una vez está
bien, pero todas las veces que necesites comer o beber algo cuando sales, ya se
siente mal. No me gusta que crean que voy prendida de la billetera de Justin,
porque no me interesa su dinero en lo absoluto.
—Iba
a pagar yo —me retrucó mientras yo le daba el primer sorbo a mi malteada.
—¡Justin!
—protesté mientras volvíamos al camino de las hábitat.
—Es
que…
—Es
que nada —lo interrumpí—, siempre pagas todo.
—Ya,
ya —se resignó inconforme.
—¿Qué
hábitat? —le pregunté sonriendo.
—No
lo sé —sonrió—, tú dices.
Recorrimos
todos los hábitats que nos faltaban, eran la 01:30 p.m. Decidimos quedarnos a
comer allí, así que fuimos al puesto de hamburguesas y nos sentamos en una
mesa.
—Me
gusta mucho ver los animales —le comenté sonriendo.
—Lo
sé, es lindo —afirmó Justin.
—Oye,
¿volveremos al hotel? ¿O nos vamos a lo de mamá y luego de allí tomamos el
avión? —le pregunté una duda que corría en mí.
—No
lo sé, ¿quieres volver? —me encogí de hombros ante la pregunta de Justin.
—Como
tú prefieras —le mandé el cargo—, da igual.
—Quedémonos,
entonces —me propuso sonriendo.
—Ya
—sonreí.
—Mañana
estaremos en Londres, ¿qué haremos? —me cuestionó.
—Tengo
clases —le respondí—, además a la tarde debo ir a grabar con los chicos —le
recordé.
—Oh,
lo había olvidado —sonrió levemente—. Tú disco, ¿cuándo sale? —me sacó tema.
—30
de mayo —respondí sonriendo.
—Todo
mundo está ansioso por ese trabajo tuyo —me comentó orgulloso. Justin era tan
adorable conmigo, en realidad, todo lo que cambió mi vida se lo debo solo a él.
—Es
que no pueden creer que sea pianista —comenté divertida—. Estoy ansiosa por
hacer la gira —aunque interrumpiría mis estudios.
—Pero
deberás salirte de la universidad —me comentó él.
—Lo
sé —afirmé—, perderé un trimestre —3 meses, en realidad.
—Yo
comienzo a grabar en 1 mes —me comentó ansioso. Sé que ama estar dentro del
estudio. En esos momentos se vuelve adicto, no puede parar de escribir o
componer, ¡es loco!
—Eres
tan adorable cuando te ves ansioso —comenté divertida y luego mordí un poco de
mi hamburguesa.
—Sonsa
—dijo algo apenado—, oye… y ¿cuándo comienzas la gira? —me preguntó.
—No
lo sé —le afirmé—, Alison tiene las fechas, solo sé que comienzo en América
Latina —amaba ese lugar.
—¡Genial!
—sonrió—, me llevarás, ¿no?
—¿Cómo
preguntas? —dije algo ofendida—, ¡Claro que sí, bobo!
—Y…
¿cómo será la gira? —me cuestionó sonriendo. En realidad, es hermoso.
—Comenzaré
con la versión acústica de Mon Amour, luego seguirán las canciones nuevas —del
CD de la gira, ó sea del nuevo— y cerraré con una canción sorpresa —sonreí—. Lo
bueno es que no habrá muchos cambios y eso. Ya que cantaré en el piano, básicamente.
—Es
decir que no será nada asombroso respecto a explosiones, volaciones, etc —comentó.
—¿La
palabra volaciones existe? —sé que se refería a volar, pero creo que esa
palabra no existe.
—No
lo sé —respondió divertido entre risas—. Quizás, sí.
—Eres
un pavo —repliqué divertida.
—Tú
eres la pava —me dijo divertido. Yo solo fruncí el ceño entre risas—. Oye…
¿cuándo tendremos un hijo? —juro que se me atragantó la bebida en la garganta y
no la largué sólo porque estábamos en público. Abrí los ojos enormes y él
sonrió inocentemente.
—Por
favor —pedí—, me harás morir.
—Es
que, todos serán papás —se quejó e hizo un pucherito súper tierno. Reí
levemente—. Any y Chris están por ser padres, Cait y Chaz, también. Tendrás una
hermanita, por lo que tus padres volverán a ser… padres.
—Es
verdad —y habríamos sido padres si no habría sido mi culpa de estar tan avocada
a los premios esos días. Pero ya es irreversible—, pero… no lo sé.
—¿No
quieres? —me cuestionó.
—Es
que… tengo la universidad y estoy con el CD ahora, luego tendré la gira y —suspiré
intentando no llorar, no quería que doliera— no quiero que vuelva a suceder.
—Linda…
—Nos
casaremos en febrero del otro año —comencé a explicar una idea—, podríamos
tener al bebé el año próximo —sonreí levemente.
—Me
gusta eso, mi amor —comentó él sonriendo ampliamente—. Y por favor, no te
sientas mal por lo que ya pasó —me pidió acariciando mi mano.
—Ya,
está bien —dije intentando hacer que las lágrimas regresaran a dónde estaban
justo antes de acordarme de esa tragedia.
Terminamos
de comer y nos marchamos hacia casa de mi madre. Allí estaríamos hasta que nos
toque ir al aeropuerto. Nos la pasamos bien, nos divertimos mucho en casa de
mamá.
…Al
día siguiente…
—¡Linda!
—exclamaba Justin—, despierta.
—Tengo
sueño —me quejé rodando en la cama.
—Debes
ir a la universidad —me recordó—, te hice el desayuno. Báñate y te espero abajo
para desayunar.
—¿Qué
hora es? —pregunté con flojera.
—Las
6:00 a.m —respondió y escuché la puerta cerrarse.
Me
levanté con flojera, el viaje me había cansado más de lo normal. Me metí al
baño y abrí la ducha. Me metí en ella, para a los minutos después de ducharme
salir. Tomé algunas prendas y me vestí así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=44295334&.locale=es. Para luego bajar a la
cocina.
—Buenos
días —saludé a Any, principalmente. Ya que a Justin lo había saludado temprano.
—Hola,
amiga —saludó Any. Estaba muy feliz, por lo visto. Aunque ella es así.
Positiva, a pesar de todo.
—¿A
qué hora se van? —preguntó Justin. Miré el reloj y marcaba las 6:30.
—En
15 minutos —respondimos a unísono con Any.
—¿Vuelves
a almorzar? —me preguntó él.
—No
creo —le respondí—, quizás me quede a grabar. Si está Alison, debo quedarme —le
expliqué.
—Scooter
pasará por mí después de almorzar, debo ir a hacer una entrevista —me informó
Justin. Any solo miraba.
—Ya
—acepté—, si me necesitas estaré en el estudio.
Desayunamos,
me despedí con un beso de Justin y junto a Any, nos dirigimos hacia la universidad.
—¡Oh
miren quién va llegando! —ésta rubia está buscando problemas desde el primer
día.
—No
le respondas —me pidió Anya. Solo hice oídos sordos a la teñida.
—Le
comieron la lengua los ratones —comentó Samantha burlonamente—, aunque debieron
comerle el cabello y darme su novio —no soportaría que se meta con Justin.
—Lamento
informarte, cariño —volteé de golpe y la encontré detrás mío—, que Justin está
bien conmigo. No necesita de una rubia teñida para ser feliz.
—¿Teñida,
has dicho? —preguntó irónica—, mi cabello es natural.
—Sí,
tan natural como tus tetas y tu trasero —dijo Anya enfatizando. Claro que no
era natural. Era enteramente artificial, la tipa.
—Lamento
que te enfades porque tú no tienes —se burló Samantha.
—Pues
antes de que me las hagan a mano, prefiero no tener —le cerré la boca con mis
palabras—. Lamento, Samantha, que no tengas éxito, ¿sabes? Pero no hagas tan
obvia tu envidia —sus clones me miraron odiosas.
—Yo
no te envidio, ___________(tu nombre) —dijo nerviosa. Llegaron dos chicas, menores
que nosotras.
—¡Por
favor, tómate una foto conmigo! —pidió una de ellas.
—Y
tú, Anya —dijo la otra.
Narra
Justin:
Encendí
la TV y me senté en la sala, pero antes de que pudiera concentrarme en mirar
algún programa, el timbre sonó. Me levanté y atendí.
—¡Juby!
—dijo la morena abalanzándose sobre mí. Juro que quedé helado.
—¿Qué
mierda haces aquí? —cuestioné sacándomela de encima.
—Vine
a verte, cariño —respondió con su chillona voz.
—…
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Marta: ¡No mueras! Por favor
): jaja. No rompas la pantalla, por favor. Luego no te comprarán otra y no
podrás leer, debes pensar jaja. Idiomas españoles jaja, me sale igual el acento
de Barcelona, pero en realidad no sé mucho de Catalán o Valenciano, ¿son como
otros idiomas? (soy ignorante, lo lamento) Y tengo por seguro, iré y conoceré
Castellon y todos los rincones de España, amo tu país (:. Respecto a mi
depresión, si puedo llamarle así, bueno se trata de chicos, es mejor no dale
caso. Y gracias por tu apoyo, enserio eres grandiosa. Te amo, linda (: y algún
día iré para que me enseñes España. Besitos hermana Belieber jiji.
Niki: Besitos, linda :)
Ainelen: ¡Sí, es bueno eso!
Jaja, besitos linda.
Belen: ¡Gracias linda! Besos.
Vitha: El próximo casamiento
será de Chris y Any y luego, sí (: te casarás con Justin jiji. Besos.
Katy: No hay problema linda
(: Y sí, Cait y Chaz, ya son marido y mujer. Besitos.
Eloise: Hola, linda. A mí
también me encantó que habláramos. Y no llores u.u, no debes llorar jaja.
También te sigo en Twitter (: Pronto te casarás, no desesperes (: Enserio,
gracias por el apoyo. Besitos (:
XoXo: ¡Gracias por tus
cumplidos, cariño! Te casarás pronto jiji. Y… sí, no sé si es la adolescencia o
qué, pero a veces soy muy sensible. Pero como dicen, no hay mejor remedio que
sonreír. Besos, te quiero cariño.
Pomb@-lista: No sé porqué lo
consigo, jaja. Quizás porque todas deseamos que alguna vez Justin nos lo diga,
¿no? Respecto a las sinopsis, las novelas no están escritas. Es una votación
para saber qué novela escribiré cuando termine ésta. La más votada, será la
ganadora y escribiré esa (: ¿entiendes? Jiji. Besitos, linda.
Dahi: ¡Linda! Leeré la nove
(: Seguramente está buenaza. Y… ¿cómo preguntas si seguiré? Jaja, es obvio que
sí, linda. Nunca las dejaría (: Besitos, te quiero.
Isa: ¡Hola, linda! Morí con
el nombre: Poly de la Milagrosa María Jazmin Flores Pancha Perez Aguilar, juro
que me suena a novela mexicana. ¿Enserio es sexy la ropa? Jajaja, ¡qué bueno!
Jajaja. Moriría por tener el cabello así. Yo lo tengo lacio, pero amo los
rulos. Enserio son sexys jaja. Dile a Motitas que no se enoje, que agradezca
tus visitas, porque de seguro deben ser súper divertidas, ¿la polyfever no se
cura? :( ¡Qué triste! Bueno, no tanto. Al menos sé que nunca me abandonarás,
¿no? Jaja. Linda, también tienes una loca amiga aquí, recuérdalo. Y subiré
pronto en Alguien A Quien Amar. Dile a tu laptop que no sea mala, ¿ya? Jaja. Es
que Michael te admira, es tu fan número 0 jaja. Ay linda, cuando leí el
comentario de “Atlanta” iba por la calle y comencé a sonreír mientras lo leía,
la gente me miraba con cara de: ¿Qué tiene esta tipa? Y yo, allí como volando
jaja. Fue gracioso. Enserio, muchísimas gracias por todas esas palabras lindas
que me dijiste. Yo nunca las dejaré y les dedicaré éste tiempo y más porque tú
y todas siempre me sacan una sonrisa con sus comentarios. Son grandiosas, por
eso mismo nunca las abandonaría :) Gracias, mi Biebersister jaja. Recupérate de
tu asma y te quiero mucho, amiga. Besitos (:
Sara: No te preocupes (: no
me enfado jaja. Y bueno, mi San Valentin no fue bueno porque un chico me invitó
a salir pero luego me dejó plantada y tuve que irme con mi amiga y su novio,
les interrumpí el día y me sentí mal. Fue un fiasco jaja. Gracias, linda, por
tus palabras tan hermosas. Yo nunca las dejaría, intentaré cumplir con los
capítulos siempre; pero en caso de no poder, claro que les diré mis motivos y
prometeré subir pronto; porque ustedes están haciéndome día a día más y más
feliz. Están cumpliendo mi sueño. Enserio, mil gracias. Te quiero.
Liza: ¡Hola, hola! Jajaja, no
te mates, por favor. Jajaja, entiendo el sentimiento. Me leí una novela, hace
algunas semanas, que estaba tan buena y no podía dejarla. Leí sus 144°
capítulos en 2 días :| jajajaja. Mis ojos estaban pidiendo ayuda. Respecto a
Gaga, pensándolo bien… podría utilizar la idea jaja. Quizás la conozcas. ¡Me
gusta que escribas! Hazlo y avísame, la leeré (: Y descuida, cuando lance mi
libro, no deberás venir a comprarlo. Me darás tu dirección y te lo mandaré
dedicado y todo jaja. Respecto a tu hermano, no te sientas mal. Hay personas
que de seguro sí valoran tus logros, enserio gracias, linda. Eres una dulzura.
Tú también eres una diosa, en todo aspecto. Y no, nunca me aburrirías. Amo que
mis lectoras se comuniquen conmigo, es genial. Te quiero, chica libre como su
cabello. Little Monsters forever (:
Camila y María: ¡Bienvenida!
(: pasaré pronto por la nove. Besitos.
Anónimo: ¡Bienvenida! (:
Besitos.
Aldy: ¡Gracias, cariño! Y…
ten fe, quizás llegues al capítulo 158° y más, NEVER SAY NEVER. Besitos, linda.
Consue: Hola, bienvenida al
blog, linda (: Perdón mi intriga pero… ¿te llamas Consuelo? (Digo, por lo de
Consue) si es así, AMO tu nombre (: jaja. Besos.
Anónimo: Besitos (:
Links:
Mi
página en Facebook: http://www.facebook.com/pages/Loving-BieberJustin-Bieber/364664603547495 (tengo
una novela allí, se llama: “Criminal Love”. Espero lean y le den like a la
página).
Bien, ¡terminé de responder
los comentarios! :D jajajaja. Muchísimas gracias a todas, lindas. Son increíbles.
Las amo, no tengo palabras para expresar el cariño que les tengo. Valoro mucho
su apoyo, hacen que siga adelante. Son las mejores lectoras del mundo, nunca me
cansaré de decirlo. Bueno, solo les recuerdo que voten la sinopsis que más
prefieran (Mi preferida es "A ritmo latino" :$ jajaja) (: Las amo, linduras. Besitos y GRACIAS POR TODO (:
—Poly—
P/D:
COMENTENN!
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