Capítulo 153°: "Sí, quiero".

—¿A qué se debe todo esto? —me preguntó con una voz algo quebrada, pero en un tono alegre.

—____________(tu nombre) ¿te quieres comprometer conmigo? —mi corazón golpeaba en mi pecho con fuerza, sentía salirse de él. Pero era el día más feliz de mi vida.

—Justin yo —ella aclaró su garganta y sonrió otra vez—. Yo creo que si fuera por mí, me casaría ahora mismo —sonreí aliviando todos mis nervios.

—¿Es un sí? —seguramente mi sonrisa ahora era más grande que toda Europa junta.

—¿Crees que podría decirte que no? —su dulzura me hizo estremecer. Era tan perfecta.

Mi mano temblorosa se metió en el bolsillo de mi saco y tomé entre mis dedos la pequeña caja azul donde tenía el anillo de compromiso. Ella miró mi mano al sacarla del bolsillo y otra lágrima calló. Era un anillo de oro blanco, tenía una piedra preciosa en medio y diamantes más chicos a su alrededor. Abrí la caja y pude ver su asombro a través de su cara.

—¡Justin no debías! —masculló exasperada—. No debes gastar tanto…

—No debo —la interrumpí—, pero yo quiero hacerlo —ella sonrió y besó mi mejilla tiernamente.

—Te amo, Just —tomé su mano y con delicadeza introduje el anillo en su dedo anular izquierdo.

—También te amo, ___________(tu nombre).

Nuestros labios ansiosos se rozaron, hasta derretirse en un beso. Como amaba el sabor a dulce de su boca y su perfume de jazmines. Era todo tan acogedor teniendo a ella cerca. Sus labios se rozaban con los míos en una dulce melodía oyendo el ruido de los remos golpear el agua y el reflejo de la luna alumbrarnos. Esta noche sería maravillosa.

Al llegar al lugar donde cenaríamos trasbordamos y nos sentamos en la mesa, dentro.

—¡Esto es demasiado! —se quejó admirando todo el lugar, el pequeño lugar. Creo que exageraba.

—¿Te quejarás exagerando mucho más? —ella frunció el seño y suspiró.

—¡No es eso! —me retrucó—, es que gastas dólares y dólares, cuando sabes que solo con estar contigo me basta —me acomodé en la mesa como atendiendo, ella frunció nuevamente el ceño—. No me mires así.

—Es que… solo te quejas de lo que te mereces, ¿quieres menos? —ella me miró y agachó la cabeza.

—No me interesa nada material, Justin —levantó su cabeza y clavó sus cafés ojos en mí. Se veía hermosa, tan natural y fresca—. Me da igual si cenamos en un restaurante de 100.000 millones la cena o si comemos un sándwich en un parque sentados en el césped bajo un árbol. Realmente, me da igual. Solo me gusta estar contigo, no importa dónde —sonreí orgulloso, era la mujer más linda del mundo.

—No te llevaría a cenar en un parque sentada en el césped para pedirte compromiso. Pero… no te enojes, hago esto porque puedo pagarlo y porque me gusta darte lo mejor —ella resopló y sonrió.

—¿Me dejas darte mi regalo? —la comida estaba servida, era ___________(tu comida favorita), pero aún no cenábamos.

—Si eso quieres —no debía comprarme nada.

—En realidad, dudaba qué regalarte, pero luego recordé algo —sonrió ampliamente, ya me entraban las dudas—, entonces te lo compré cuando lo vi en la joyería —abrió su pequeño bolso de brillantes y sacó de él una pequeña bolsita color dorada. De esas que te dan anillos o colgantes en las joyerías— espero te guste —añadió y me la entregó.

Tomé la pequeña bolsita de tela en mis manos y abrí su moño hecho de un hilo a tono. Volteé la bolsa y en la blanca palma de mi mano cayó una cadena color oro. La acomodé para ver el colgante y era la cara de Jesús, pequeña, pero detalladamente hermosa. Sonreí y la admiré desde cerca, era totalmente preciosa.

—Debió costarte cara —me quejé. Ella rió levemente.

—No importa —creo que se dio cuenta que me gustaba—, casi nunca te regalo cosas, no es lo más importante el costo.

—¿Me ayudas? —le pregunté parándome. Ella con su bella sonrisa, enseñándome sus perlados dientes, se levantó y con la bella cadenita entre sus dedos se colocó detrás de mí.

Sus brazos pasaron por delante de mí y en su mano pude admirar el anillo, se le veía hermoso. Prendió la cadenita y sentí el resopló de su sonrisa. Volteé y antes de que pudiera escaparse la apreté entre mis brazos.

—No quiero que esto acabe, nunca —me susurró ella mirándome directo a los ojos con una leve sonrisa en sus perfectamente rosados labios.

—Nunca lo hará, mi amor —le respondí—, esto será eterno. Porque el amor, lo es —mi corazón le pertenecía a ella.

—Tengo otra sorpresa —me informó mi novia sonriendo. Le robé un corto beso, no me resistía.

—Pues, vamos, ¿qué esperas para mostrármela? —me refería a la sorpresa recién mencionada.

—Sentémonos —me pidió separándose de mí y regresando a la silla. Yo también lo hice.

—Muéstrame —le pedí ansioso. Ella sonrió.

—Pensaba hacerlo en casa, pero… esto ha sido muy loco —sonrió y aclaró su garganta.

Je veux que vous écoutiez attentivement

Ce que je vais vous dire

Avant de fermer les yeux

Pour vous rêvez à nouveau

L'été a été le meilleur dans le monde

Mais après votre sourire

J'espère vous revoir

Pour vous et votre miel yeux

Je voulais d'avouer au monde entier que Je t'aime

Je deviens fou sans vous voir à nouveau

J'ai besoin de mon vol oeil Romeo

Je vais vous dire pourquoi:

Prends ma main et me conduisit loin d'ici

Un endroit paisible où vous pouvez me donner l'amour

Où vous êtes le Roméo et Juliette, je

Dans cette histoire d'amour fou

Si vos yeux sont la lune la nuit

Je préfère être un vampire

Alors rendez-vous tous les soirs

Avant de souffler plus

Je voulais d'avouer au monde entier que Je t'aime

Je deviens fou sans vous voir à nouveau

J'ai besoin de mon vol oeil Romeo

Je vais vous dire pourquoi:

Prends ma main et me conduisit loin d'ici

Un endroit paisible où vous pouvez me donner l'amour

Où vous êtes le Roméo et Juliette, je

Dans cette histoire d'amour fou

Je ne veux pas ce sentiment ne se termine jamais

Tous les jours je te veux près de moi

Tu es mon accroche-regard de miel

Et vous dites que l'histoire d'amour est notre —su voz sin música se oía tan hermosa, angelical. Creo que era la mejor voz del mundo.

—Te amo —eran las únicas palabras que corrían desesperadas por salir en mi mente. Ella sonrió ampliamente.

—Se llama: “Your eres, our smile” —sonreí y me perdí en sus chocolates ojos.

—Dijiste hace tiempo que la escribirías —recordé. Ella asintió levemente.

—Pues, creo que fue una gran oportunidad hacerlo para San Valentín —reí levemente junto con ella y asentí su suposición.

Cenamos mientras nos divertíamos recordando anécdotas o cosas así.

—Lo peor fue cuando fuimos en skate a la plaza, fue hace unos años, ¡nunca olvidaré el golpe que te diste! —comentó burlona ella mientras reía. Era perfectamente hermosa.

—¡No te burles! —le pedí divertido, ella se encogió de hombros como diciendo: “Soy inocente”—. Son las 11, debemos irnos —no conocemos el lugar y podría ser peligroso.

—¿Sabes cómo salir de aquí, no? —asentí divertido.

—Te bajas por la parte derecha y sales en una de las calles, luego tomas un taxy que por calle te lleva al departamento —le expliqué.

Una vez llegados al departamento, ___________(tu nombre) me pidió que la cargara haciendo un pucherito irresistible, no podía negarme. Entonces la cargué y subimos. Entramos al departamento, ella con los zapatos en manos y algo despeinada, parecía ebria, pero no habíamos tomado nada. Era gracioso verla así.

—Creo que has bebido algo que no fue jugo —bromeé. Ella ceñuda se dio la vuelta y me miró.

—Solo bebí jugo —se defendió.

—Lo sé —afirmé divertido. Ella rió y se abalanzó sobre mi espalda abrazándome por el cuello y besando mi mejilla— ¿Estamos jugando a las luchas? —le pregunté divertido.

—Si eso deseas —reí y me tiré con ella detrás en el sillón, cayendo sobre ella pero de espaldas. Me levanté y comencé a hacerle cosquillas—, ¡no! ¡no! Por favor —exclamaba ella entre risas.

—¡Tú lo pediste, princesa! —le dije haciéndole más cosquillas.

—¡Ya basta! —me pedía entre carcajadas ahogadas.

—Solo si me robas un beso —ella se levantó a duras penas mientras seguía haciéndole cosquillas y besó mis labios. Lo hizo fugazmente.

Pero yo dejé de hacerle cosquillas y la rodeo por la cintura, cuando su beso terminé, no la dejé alejarse y la besé con más pasión. Ella me siguió el beso prendiéndose de mi torso.

—Estemos esta noche —le pedí mientras la besaba. Ella se separó un poco.

—Justin…

—Solo si quieres —sus ojos estaban algo temerosos, después de la tragedia ya no lo habíamos hecho.

—Está bien —accedió. Sonreí y volví a levantarme con ella en brazos.

La cargué y la deposité sobre la colcha blanca de la cama de la habitación. Ella besó mis labios con ternura mientras nos acomodábamos en la cama. Puso una de sus piernas sobre mi cintura mientras me besaba y mi mano incontrolablemente se posó sobre su muslo. Ella comenzó a desprenderme los botones de la camisa mientras mis labios besaban la aterciopelada piel de su cuello adaptándose como si fueran encastres hechos a medida. Logró quitarme la camisa, entonces hice que quedara sobre mí, para bajar la cremallera de su vestido. Ella se sentó sobre mi abdomen mientras seguía besándome y rodeaba mi cintura son sus piernas. Sin dejar de besarla mis dedos se deslizaron bajando la cremallera. Ella dejó de besarme mientras me encargaba de quitar su vestido. Con ayuda de ella fue fácil. No traía sostén, pero… a diferencia de cualquier hombre poco me importó, solo quería seguir besándola, volteé quedando yo sobre ella. Sus ojos me veían enternecidos, amaba ver su expresión en estas situaciones. Me apoderé de sus labios, otra vez. Ella con sus manos desprendía el botón de mi jeans y comenzaba a quitármelo. A pesar de que mi amigo, pedía que esté dentro de ella, podía pasar toda la noche besándola. No me interesa más que amarla.

…Minutos después…

Hicimos el amor, por tercera vez en nuestras vidas. Ella era la mujer más perfecta que conocí. Envuelta en las sábanas a mi lado, cayó profundamente dormida apoyando la cabeza en mi pecho, mientras abrazaba a mi bella mujer por la cintura con mi brazo, caí dormido también.

…Al día siguiente…

Desperté y mi bella doncella no estaba a mi lado, por primera vez en semanas, se había levantado antes que yo. Sonreí y pasé mi mano por mi cabello, recordando la forma descontrolada en la que nos besamos anoche. Ella salió del baño con el cabello mojado vistiendo así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=43178096&.locale=es, ese sombrero le quedaba precioso.

—Buenos días —me saludó sonriendo.

—Hola, linda —la saludé sentándome en la cama.

—¡Vamos, dúchate y cámbiate! —me apresuró—. Hoy es día de recorridos.

Mientras ella se iba al tocador de la habitación, crucé hacia el baño. Me duché, me cambié por unas bermudas y una camiseta, me puse mis supras, me “arreglé” el cabello y salí.

—¡Vamos! —le dije, ella se sobre saltó y me miró divertida y asustada a la vez.

—Vamos —repitió y sonrió.

Salimos del departamento y comenzamos a caminar.

—Creo que morirás caminando con esos zapatos —ella rió y se miró los pies, parando a modelarlos.

—Vale la pena, son lindos —miré los zapatos y reí divertido.

—Sí, pero morirán tus pies, linda —le recordé abrazándola por la cintura.

—Morirán con glammour —besé su mejilla mientras ella se aferraba a mi mano que no estaba abrazándola— Tengo ganas de bailar en la calle —comentó convincente en sus palabras. Reí energéticamente y ella me miró seria.

—¿Estás en tus días o qué? —pregunté divertido.

—No —se negó—, sino no lo habría hecho anoche —me recordó.

—Pues, estás volviéndote loca, ___________(tu nombre) —me resigné a creer, ella me pegó levemente por el trasero—, ¡ey! —me quejé divertido.

—Te lo mereces, Drew —me regañó ceñuda—. Además moría por hacerlo.

—¿Te quedaste con ganas anoche? —ella me codeó levemente y reímos.

—En realidad, no —dijo bromeando—, es que mis dedos rebotan con lo enorme que es —reí divertido.

—¡___________(tu nombre)! —la regañé apenado—, sabes que odio que me miren el Biebertrasero.

—¡Hasta nombre le pones! —masculló divertida. Yo reí.

—El tuyo sería el Lindotrasero —bromeé. Ella me miró algo mal y me sacó la lengua.

—No presumas que lo has visto —me regañó. Yo me encogí de hombros.

—Ya, dejemos de hablar de estas cosas —dije apretándola contra mí. Ella apoyó su cabeza en mi hombro.

—¿A dónde estamos yendo? —me cuestionó ella evadiendo el tema anterior. Íbamos a la plaza de San Marcos.

—A la plaza de San Marcos —le respondí—, estamos a 3 cuadras más —según lo que entendía.

—Ya, dicen que es hermosa —dijo sonriendo y de un tirón me levantó los pantalones—. Acostumbras a mostrar mucho el trasero —reí ante su comentario.

—Tú buscas hablar de ello —ella se hizo la sonsa y metió su mano en mi bolsillo dejándolo ahí.

—Es que no me gusta que todo el mundo vea tus bóxers, solo yo puedo —sacó la lengua y volvió a su posición anterior, sin sacar la mano ahí.

—¿Te gusta el lugar que está tu mano? —ella rió.

—Es un bolsillo —me recordó—, solo puse la mano por comodidad, ¿te molesta? —me preguntó. Sonreí y la miré.

—Si no te importa que digan los paparazzis luego, por mí no hay problema —ella se encogió de hombros sin sacar la mano mientras caminábamos.

—Tómalo como un no —me aclaró por lo bajo. Reí divertido y besé su cabeza.

—Lo sé, entendí el mensaje —ella besó mi cuello haciendo que mi piel se erizara y me diera ganas de parar a besarla como un maniático, pero… no. Estábamos en la calle.

—Sigo con mis ganas de bailar —masculló ella volviendo a su locura.

—Enserio, estás enloqueciendo —la miré rara y ella rió.

—No lo haré de todas formas —me recordó que aún le quedaba sentido común—, sería bochornoso que algún fotógrafo captara el momento. Mis fans comenzarían a hacerlo y sería muy loco —reí divertido.

—Creo que sería ridículo —la corregí. Ella me codeó a penas con su brazo fuera de mi trasero.

—No por mí —me informó—, es por los fans. Ellos sí harían ridículo. Sabes que mucho de ellos sufren bullying y no quiero que se pasen en vergüenza, es decir lo contrario. Quiero que se acepten y puedan aplastar como cucarachas enfermizas —estaba sacándose. Creo que ella mataría a todos las personas carentes de autoestima que hacen el bullying existir.

—Linda —la interrumpí—, ya comienzan a mirarnos mal —ella sonrió como niña pequeña y se encogió de brazos—. Eres tan hermosa.

—Es que odio que hagan eso. Mis fans son maravillosos como son y no se merecen el acoso de absolutamente nadie —sé que le importaba mucho.

—Eres adorable, ¿sabías? —ella sonrojó lo suficiente como para llegar a esconder su cara en mi pecho y reír nerviosa.

—Me haces apenar —reí divertido y acaricié su espalda.

—Mira hacia delante —le pedí encontrándome con la imponente plaza a solo cruzar la calle. Ella elevó su cabeza y vi como su boca quedó pronunciando una O.

—¡Oh my Bieber! —reí por lo bajo ante ello. Me da gracia que digan así—, ¡eso es increíble!

—¡Me da gracia que digas así! —ella rió y elevó sus ojos chocolate hacia mí.

—¡Quiero subir una foto aquí contigo a Twitter! —me informó emocionada. Sacó su teléfono e hizo un pucherito adorable.

—Claro, mi amor.

Ella nos apuntó con la cámara y besé sus labios mientras ella tomaba la foto. Luego de la foto nos separamos.

—¡Oh, mierda! —exclamó sonriendo mientras veía la reciente foto—. Salimos adorables.

—Súbela —le pedí ella lo hizo y a los pocos segundos la miré en mi teléfono desde Twitter.

—¿Qué dices? —preguntó sonriendo como niña pequeña. A ser verdad, la foto era bellísima.

—Amo esta foto —ella sonrió y besó mis labios otra vez.

Narra ___________(tu nombre):

…Lunes…

Habíamos pasado dos días maravillosos, pero era hora de regresar. Me duché a las 8:00 a.m. y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=43192239&.locale=es. Justin llevaba unos jeans negros, una camisa a cuadros de color azul y unas supras blancas. Hacía algo de frío ya que por la noche llovió un poco. Tomamos un taxy y nos dirigimos hasta el aeropuerto. Allí abordamos a las 9:45. A las 10:00 arribamos las nubes.

—¿Qué haremos al llegar? —le pregunté—. Anya no llega hasta el viernes —estaba con Chris en L.A.

—Divertirnos —me respondió algo pícaro. Golpeé su brazo levemente.

—No seas sicópata, Bieber —lo regañé ceñuda. Él rió y besó la comisura de mis labios.

—No lo soy —le recordé divertida—. Solo sabes que…

—No quieres que todo sea eso —se refería a sexo— y ya —me explicó lo correcto.

—Así es —no me gustaría que solo siguiéramos por esa necesidad corporal de sentir el placer y ya.

—Pues, ten por seguro, cariño, que no será así —sonreí mientras me acurrucaba en su pecho. Amaba el perfume varonil que se desprendía de él y su suave tacto.

—Te amo —él besó mi cabeza y apoyó la suya sobre la mía.

—Nena, vistes con swag hoy —dijo en un susurro cerca de mi oído. Mi piel se erizó y emití una pequeña risa.

—Aprendí de ti —mascullé en un suspiro prolongado mientras su perfume entraba en mis fosas nasales.

—Oye, linda —me habló. Yo levanté mis ojos—, ¿puedo preguntarte algo?

—Sí, no debes preguntar para hacerlo —él besó mi frente y sonrió ampliamente.

—Sé que es muy apresurado —ya comenzó con sus regodeos, es señal de que está nervioso—. Pero, tengo una enorme pregunta atragantada en mi garganta.

—Ya, dímela —soy demasiado ansiosa, no puedo aguantarme.

—Linda, ¿te gustaría poner fecha de casamiento?…

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Anónimo: ¡Ya estás comprometida, cariño! Y, sí. Las ideas de ___________(tu nombre) son locas a veces jaja. Besos.

Ale: ¡Besos linda! Y… no mueras.

Ainelen: ¡No debes agradecer! Sé que serás una gran escritora, mejor que yo incluso. Besitos.

Isabella: ¡Hola, bienvenida! Bueno, por empezar amo tu nombre. Si alguna vez tengo una hija, le pondré Isabella :). Bueno, ¡Es un gusto leer todo lo que me has escrito! Enserio, hacía mucho tiempo no me decían cosas tan lindas, juro que lagrimeé. Y, no dudes de que cuando vaya a Venezuela (País que creo muy interesante y lindo para bailar ritmos latinos jaja) te llamaré y me daré una pasada por tu casa. Y, me has asustado con lo de un contaminante, hasta que leí lo de la BIEBERFEVER y dije: ¡Uffffffffff, qué alivio! Lástima que moriremos de la misma causa jaja. Besitos, linda. Te quiero.

Ayleen: ¡Hola! (: Gracias por leer, besitos.

Sara: ¡Créeme que digo Oh my Bieber, no me sale decir Oh mi Dios o algo así! Jaja. Muchísimas gracias por ser, tú también, tan lahsdoqihdiqwheiuqdsa. Te quiero, linda. Besos.

Liset: ¡Hola! (: Y sí, soy una mujer malvada muahahaha. Ok, no ._. Soy buena, en el fondo jaja. Besitos, linda.

XoXoLove: ¡Hola! (: Bueno, gracias porque te guste mi nove y leerla jaja. Subiré pronto en Alguien a Quien Amar. No desesperes. Besos.

Marta: Holi, holi :3 Jajajajaja, morí con lo del papel, pero no lo tomes de costumbre o llorarás mucho, ok no ._. ¡estoy loca! Haremos un grupo para que suba los vídeos, ¡Cantará quiera o no! Jajaja. La twitcam la haré pronto, te avisaré cuando así me vez loquear u.u Y por cierto, estoy pensando en convencer a mis padres que cuando cumpla 18 me vaya a estudiar a España, creo que sería genial jaja. Besotes, te quierooooo!

JAVI: ¡Jajajaja, kjasdoiqshoqwie! Estamos locas :E , Besitos.

Adriana: ¡Hola! Bienvenida al blog. La novela de One Direction ya la comencé hace días jaja. Dejo el link abajo, ¿ya? Besitos.

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¡Gracias, lindas! Las amoooo (:

—Poly—

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