Capítulo 158°: "Atlanta".

—¿Qué fue eso? —preguntó Justin sentándose a mi lado.

—Él fue quién le llenó la cabeza de cosas a Billy cuando hace 2 años terminamos por las llamadas del psicópata —Justin frunció el ceño.

—¿Qué mierda tiene éste? —masculló entre dientes.

—No lo sé, pero me da tanta cólera —le confesé abrazándolo.

—Tranquila Shawty, conmigo al lado nadie te hará daño —me aseguró besando mi frente.

—Justin, yo no quiero que nadie vuelva a separarnos —ya no más. No quería eso.

—No pasará, mi amor. No lo hará —me aseguró él abrazándome—. Yo te protegeré con mi vida, nada nos separará y menos Billy o éste tipo —se refería a Santiago.

—Justin, todo el mundo quiere separarnos —le recordé—. Si no es Billy, es éste llenándole la cabeza a Billy. Luego está Selena, tenemos a Cody —esto era demasiado—. Yo… yo… podría morirme si pasa otra vez.

—¡No, no! —se negó—, no digas eso —me pidió Justin acariciando mi cabello—. ___________(tu nombre), yo no voy a dejarte. No voy a hacerlo —me aseguró.

—Te amo, Justin —le dije. Él besó mi cabello.

—También te amo, linda —me respondió.

Luego de almorzar, debimos irnos al aeropuerto, ya que debíamos tomar el vuelo hacia Atlanta.

…Atlanta…

Llegamos luego de una o dos horas, bajamos y allí esperaban mamá y papá.

—Hola chicos —saludaron. Papá me abrazó y mamá saludó a Justin.

—¿Los chicos? —pregunté por mis hermanos.

—No quisieron venir —me avisó mamá sonriendo. Su pequeña panza se veía tan linda.

—Ya vámonos —nos pidió Justin—. No quiero oleada de paparazzis —añadió divertido.

Nos metimos en el auto de papá y entre música nos dirigimos hasta casa. La antigua casa en la que viví hasta mis 15 años. Allí bajamos.

—¡José, baja! —gritó Michael al verme entrar con Justin—. Llegó nuestra hermana, la famosa, con su novio.

—¡Michael! —lo regañé, él sonrió y nos saludó.

—Pues, sí tu eres mi hermana la famosa —dijo divertido— y tú mi cuñado, el rey pop.

—Oye, no bromees —le pidió Justin divertido palmeándole el hombro.

—¡Joder! Estas escaleras parecen cada día más largas —se quejó José. Reí divertida y lo abracé. Aunque los vi anoche, no es lo mismo.

—No podría decir que cada día estás más enano —bromeé. Él rió.

—¿Nerea no viene? —preguntó Michael, Justin rió mientras yo fruncía el ceño. Soy la típica hermana celosa.

—No, no viene —le respondí.

—Ya, linda —dijo Justin abrazándome por la cintura—, Michael ya está grandecito como para novia, ¿no crees? —me preguntó defendiendo a mi hermano.

—Quiero escucharte decir eso cuando Jazzy tenga 15 —le pedí. Él frunció el ceño y José rió.

—No es lo mismo —se quejó. Sé que Bieber es demasiado celoso con Jazzy. Nunca dejaría que tenga novio, si por él fuera.

—Entonces jódete —le dije burlona—. Y… sí, es —él me sacó la lengua.

—No han cambiado nada —le masculló José a Michael. Con Justin lo miramos rápidamente y él se encogió de hombro alzando las manos—, Call me maybe?

—¡Qué sonso! —exclamé y comenzamos a reír.

—¡Qué linda imagen! —esa era la vos de una persona que no veía hace años. De una mujer que amo pero veo poco.

—¡Tía Nelly! —exclamé y volteé a ver a mi tía.

—Hola, cariño —dijo ella y me saludó—. Hola, Justin —ella lo conocía de famoso, porque no se lo había presentado.

—Hola —saludó Justin.

—Just, ella es mi tía favorita Nelly —le dije divertida—, tía él es el hombre de mi vida y mi futuro esposo, Justin —ella sonrió.

—Un gusto, futuro sobrino —saludó mi tía.

—Igual digo, futura tía —se coló Justin de la broma.

—Voy a cambiarme —avisé—. Por primera vez en mi vida me siento cansada de estos tacones —me quejé divertida mientras comenzaba a subir con mi bolso.

Subí las escaleras y me metí en el que alguna vez fue mi cuarto. Abrí el bolso y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=44124520&.locale=es. Entré al baño para verme al espejo y allí me paré. Frente al petril y el espejo frente al cual lloré tantas veces. Las cosas cambiaron y siguen cambiando. Quizás para mejor o solo para ser distintas. Pero me gusta el cambio.

Me encanta ver a mis padres felices y juntos. Caitlin y Chaz están por formar una familia, eso es hermoso. Anya y Chris están felices. Nerea y Michael, también están bien juntos y eso me encanta, a pesar de mis celos, porque sé que ella es buena chica y que Michael merece alguien que lo quiera. Ryan, respecto a él… él siempre será el amigo fiestero del grupo. No creo verlo casado, pero sigue siendo un gran amigo. Las cosas toman color ahora. Conocí nuevas personas, de las cuales puedo decir que estoy contenta de ser, al menos, conocida. Aunque me hice amiga de algunas como de Jaden o de Demi.

Y respecto a mi mayor cambio, me refiero a Justin. Yo no sé qué sería de mí sin él. Porque… sé que todo mundo piensa que es mi novio y mañana será mi marido y ya. Lo sé, en cierta forma, todos creen que es así. Pero para mí él es el sostén donde mi vida está recostada. Sin él yo sería el desastre que era cuando tenía 14 y saber que podría, sin él, volver a ser esa niña estúpida con problemas de salud y sin sentimientos me duele profundamente. Por eso es que no quiero perderlo, porque lo amo más de lo que cualquier persona podría amar y porque él es mi seguridad.

Sé que muchos pensarán que estoy loca. Dirán que casarme a los 19 es una idiotez y que terminará pronto. Antes, quizás, de las 42 horas, como Britney Spears. Pero… yo no creo que sea así. Todos dicen eso, porque por empezar somos jóvenes, los dos. Y por consiguiente solo hemos estado como novio un año, en total. Las parejas, usualmente, suelen estar más. Pero… ¿eso qué? Cuando uno ama de verdad, el tiempo es distinto, ¿no les pasa? Pues, a mí sí. No me interesa la edad o el tiempo que la gente crea correcto, para mí está bien y eso es lo que me hará feliz. ¡Al diablo con paparazzis, opinólogos o gente que quiera hacernos desistir! Para mí Justin es un real hombre, mi príncipe azul. Bueno, en realidad, príncipe violeta en éste caso.

Reaccioné que estaba tardándome mucho, entonces tomé mi teléfono y bajé. En la sala estaban todos, incluyendo a mis padres. Hablaban divertidos.

—Sin esas cosas en tus pies —creo que José se refería a mis tacos—, no quedas tan alta, ¿sabes?

—Tampoco eres alto —le recordé. Él frunció el ceño mientras me sentaba al lado de Justin.

—Chicos, ¿han almorzado? —preguntó mi madre. Eran las 4:00 p.m, quizás ya era hora de merendar más que de almorzar.

—Sí —respondió Justin—, ___________(tu nombre) se encargó de hacer la pasta —comentó Justin.

—¿Has aprendido a cocinar? —el asombro de Michael era impresionante.

—Seré esposa pronto, debo hacerlo ¿no crees? —mamá rió divertida.

—No puedo creer que estén por casarse —comentó la mujer.

—Parece que era ayer cuando se conocieron aquí mismo, en Atlanta —nos recordó papá. Sonreí levemente y Justin tomó mi mano.

—Estoy orgullosa de que las cosas vayan así de bien —siguió hablando mi madre—. Para entonces Lola ya estará entre nosotros, con tu padre nos casaremos otra vez  y todo será mejor que antes —amaba oír eso.

—Mamá —hablé, ella sonrió atentamente—, hay algo que tú y papá nunca supieron —Justin me miró alarmado, sabía lo que seguía—. Hace unos 4 o 5 meses, cuando tuvimos los People Choice Awards en Los Ángeles, me enteré que estaba embarazada, pero… lamentablemente era tarde, porque a pesar de estar apenas de 2 semanas, perdí el bebé —los ojos de mi madre se humedecieron y los tres hombres, excluyendo a Justin, me miraban atónitos.

—¿Porqué no nos dijiste nada? —preguntó mi madre con voz quebradiza. Esto del embarazo la trae sensible. Un nudo se acomodó en mi garganta, haciendo que si hablara llorara.

—___________(tu mamá) —habló Justin. Creo que se había dado cuenta de mi dolor—, no queríamos ver a nadie más llorar. La crisis que sufrimos los dos, fue muy grande. No podíamos cargar con el dolor de otras personas.

—Lo siento mucho —masculló Michael.

—Pero han salido adelante y eso es bueno —nos recordó mi padre—. Ahora están en Londres, juntos. Creo que son lo suficientemente fuerte como para un matrimonio. Y sé que los nietos vendrán luego. Los recibiré y seré más que feliz con ello, cariño —sonreí y una lágrima se deslizó por mi mejilla. La sequé rápidamente y Justin me abrazó.

—Gracias —dije incorporándome.

—Te apoyaremos en todo, linda —me recordó papá.

—Y si ellos no lo hacen, yo sí —me informó José. Sonreí y abracé a mi hermano.

—Los amo —les informé.

Luego de charlar un rato, decidimos ir todos a la playa. Entonces subí y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=44152614&.locale=es, tomé mi bolso y bajé. Todos estaban listos.

—¡Qué adorable remera! —exclamó mamá.

—¡Linda! —dijo Justin divertido—. Deberé comprar una tuya.

—Ya, vamos —les pedí algo apenada.

Yo y Justin fuimos con Michael en su camioneta. Mamá, papá y José en la camioneta de papá. Llegamos a las 6:00 a la playa. El sol estaba a pleno aún. Solía atardecer a las 7:30 o 8:00 de la noche. Por lo que teníamos un rato de sol fuerte, aún. Al llegar extendí mi toalla y me acosté sobre ella luego de quitarme la remera y el short. Mamá y papá fueron por jugos. José se fue con algunos amigos que encontró y Michael y Justin se quedaron conmigo.

—Hace mucho no venía a esta playa —comentó Justin—. Extrañaba estas aguas tan cristalinas.

—Créeme bro, las chicas siguen siendo igual de lindas —miré a mi hermano ceñuda y Justin rió levemente.

—¿Tú dices, Mich? —preguntó haciéndolo para que enfurezca.

—En realidad —me entrometí—, los chicos siguen igual de lindos que antes —añadí. Michael rió y Justin me miró con celos.

—Cállate —me pidió Justin y me miró divertido.

—Sabes que estoy jodiendo, sonso —le repliqué.

—Soy sexy y lo sé —Justin y yo miramos divertidos a Michael y comenzamos a reír, él también.

—Deberías dejar de decir esas cosas —le comenté. Mi hermano rió y me abrazó amistosamente.

—Extraño tus comentarios antisociales, hermanita —me comentó fregándome el cabello.

—Y yo tus palizas —le recordé. Él arqueó las dos cejas como diciéndome: “Podría dártelas ahora, si quieres”.

—No se pegarán aquí, ¿no? —preguntó algo traumado Justin. Reí divertida.

—Claro que no, Bieber —le respondió mi hermano—, en casa quizás.

—¡Michael! —me quejé.

—Están locos —comentó Bieber.

—Gracias —respondimos irónicos al unísono.

—¿Vamos al agua? —propuso mamá llegando.

—Vamos —aceptamos los tres levantándonos de golpe.

—___________(tu papá) viene luego —nos informó—, quedó haciendo algunas cosas —eso me pareció sospechoso. Pero me ocuparía después.

Caminamos hasta la costa y nos metimos hacia el agua. Luego de pasar una relajante tarde allí hasta que cayera la noche con Justin decidimos alquilar un cuarto de hotel frente a la playa, ya que volveríamos al día siguiente por la noche a Londres. Mis padres no se opusieron, entonces lo hicimos.

—Fue un día agotador —me quejé tirándome con pesadez al sillón de la habitación.

—Y yo linda —me respondió luego de cerrar la puerta y dejar las llaves sobre el petril.

—Justin —musité, él se sentó en el borde de la cama mirandome— ¿nunca has pensado como seríamos nosotros si fuéramos a ser una pareja de recién casados viviendo como cualquier otros? Digo —sonreí—¸sin paparazzis, con una casa tipo (normal, no mansión), en una ciudad chica, tú con tu empleo yo con el mío.

—¿Has pensado eso? —me preguntó sonriendo—. En realidad, no —me respondió—. Pero… ¿querrías que fuera así?

—No me interesa el dinero —dije encogiéndome de hombros.

—Ni a mí —me respondió—, con tu amor es suficiente.

—Sería lindo, ¿no crees? Solos los dos —a veces deseaba dejar de ser famosa, lo admito.

—¿Quieres huir? —me preguntó—, lo haría por ti. Dejaría de cantar, lo juro.

—No —me negué—, no lo hagas —no sería tan egoísta—. Aunque sería fabuloso, éste es tu sueño.

—Y lo dejaría si eso quieres —lo veía tan convencido.

—Justin —lo regañé—, no es lo que pido —añadí—, yo solo quiero ser feliz a tu lado.

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Lamento demorarme, lamento que el capítulo sea el menos interesante, lamento que sea corto; pero en realidad no puedo ya más. Nada tienen que ver ustedes, es que ya no hago más que llorar y sentirme mal, triste, sola. Lo siento, chicas. Responderé a los comentarios en la próxima entrada y prometo un buen capítulo para mañana o pasado. Lo lamento, chicas. Las amo ♥

 —Poly—

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