“Estoy perdida,
otra vez. Sin nadie que pueda decirme: “Todo va a estar bien”. Esta vez no hay
Ronan, no hay Miley, no hay Caitlin, no hay Christian y lo más doloroso de todo
esto, no hay Justin. Están todos apuntándome. No tengo una bala a punto de atravesarme,
pero es lo que todos están deseando. Sé que detrás de su compasión, solo puede
haber odio, rencor, maldiciones hacia mí.
Están en lo cierto.
Yo llevé a Justin hasta el borde del precipicio, y no lo hice una… si no varias
veces, pero esta vez, fui demasiado lejos. Si algo llega a pasarle, nada va a
ser igual. Yo voy a encargarme de que así lo sea. Me perderé en la oscuridad,
le daré la niña a alguien más. No lo sé, solo sé que volveré a ser una peor
mierda de la que ya soy.
Vengaré a Zayn,
haré que llore lágrimas de sangre. Sé que yo lo destruí, pero nada se paga a
que me haya llevado dos veces a la sobredosis y que haya logrado que Justin
tenga que pelear por su vida en un hospital, como lo hacía en esos momentos. El
que debía morir era él.
Yo iba a encargarme
de eso”.
Estaba destruida y
lo último que dejaría de hacer, era llorar. Estaba segura de que no podría
hacerlo, al menos hasta ver a Justin bien. Sentí que alguien se sentó a mi
lado, no me interesó saber quién era.
—Lamento lo que
pasó —miré hacia un lado y, realmente, no me esperaba que Jazzy estuviera
allí—. Lamento que Pattie te haya dicho todas esas cosas, ella… solo está
atemorizada, no te quitará la niña —ella estaba siendo dulce conmigo y era
raro.
—¿Tú no me
culparás? —le pregunté con un hilo de voz secándome las lágrimas.
—No —se negó—,
porque sé que Justin no lo haría. Él te ama demasiado y sé que odia a quienes
te lastiman, no lo culpo… supongo que es el amor lo que lo hace tan
incondicional —sonrió levemente. Aún así, la notaba triste—. No me gustaría que
me odiara por lastimarte, además… no te lo mereces. Tú no le has hecho daño de
esa forma.
—Lo he jodido —aseguré—.
Por mi culpa él es lo que es ahora —Jazzy acarició mi espalda comprensivamente.
—El destino viene
escrito, ___________(tu nombre). Creo que tú tampoco has pedido que te pase
todo lo que te pasó —ella tenía razón—. Justin debía estar a tu lado, sin
importar en qué se convirtieran y así es. Él jamás te dejaría sola y lo sabes,
solo… es un pequeño golpe. Él estará bien.
—Es lo único que
quiero, Jazzy —ella soltó un gran suspiro.
—¿Por qué no se
alejan de toda esa vida peligrosa, ___________(tu nombre)? —me cuestionó ella.
—Porque los
enemigos jamás terminan de venir, —suspiré frustrada—. Ahora Zayn nos persigue.
—Si no salen de
eso… los dos terminarán mal, lo sabes —claro que lo sabía.
—Es lo que más
deseo, Jazzy —suspiré—. Salir de todo eso —añadí.
—Cuentan con la
ayuda de quienes los queremos para eso, ¿por qué no vuelves a bailar, a cantar?
Justin podría estudiar alguna carrera, o conseguir empleo. Son jóvenes aún —era
raro oír en mi entorno a alguien tan positivo.
—Tenemos
antecedentes penales —yo por asesinato, Justin por desacato a la autoridad,
sospechas de crímenes encubiertos, etcétera. El Clan nos había marcado—. No es
fácil.
—Pero tampoco
imposible —insistió—. Créeme, Patricia los ayudaría a salir si así lo quieren.
Justin jamás te ha hablado de nuestro padre, apuesto a que no tiene las agallas
para hacerlo —eso me desestabilizó, ¿Justin escondiéndome algo? No podía ser
cierto—. Jeremy es un hombre grandioso, ___________(tu nombre). Él los ayudará
sin pedir explicaciones. Si quieren cambiar yo me comprometo a ayudarlos.
—¿Y si él no
quiere, Jazz? —pregunté sin que alguien pudiera responderme con certeza— Si él
prefiere seguir en esto, como lo prefirió todo este tiempo, ¿qué hago? —ella
soltó un suspiro y sonrió mirando lejos con una esperanza particular entre sus
labios.
—Él te seguiría
hasta en tus ideas más locas —en eso tenía razón—. Te siguió hasta aquí, te
seguirá a dónde quiera que vayas. Piensa en la vida tranquila y feliz que
podrían tener, criando a Adelaide en paz, aquí, en México o en donde quieran
hacerlo, pero viviendo como personas normales. Felices, sin sentir que nadie
los amenaza —algo nuevo y demasiado aterrador, después de tanto tiempo.
—Te lo prometo,
Jazzy —hablé por primera vez con algo de esperanza en mí—. Si él se salva de
esto, voy a sacarnos de esta mierda. Voy a hacerlo todo por vivir en paz.
—No, no me lo
prometas a mí —me corrigió—. Promételo hacia ti misma.
—Gracias por no
juzgarme —susurré.
…Dos días después…
Justin seguía en
terapia, recién hoy nos darían un parte médico concreto y eso me aterraba mucho
más de lo que ya estaba. No me había movido del hospital desde que habíamos
llegado. Solo me había ido a bañar al departamento de Jazzy, pero ni siquiera
había dormido más de dos horas. No nos dejaban ver a Justin, por el solo hecho
de estar en terapia. Moría por verlo.
Demi había llamado,
me dijo que Ade estaba bien, que nos extrañaba, pero que quería que Justin
volviera bien a casa, porque quería jugar con él. Eran las 07:00 a.m. cuando la
enfermera nos llamó a mí y a Jazzy a la oficina, pues ninguno de los demás se
encontraba en el hospital, aún no llegaban.
—Buenos días,
señoritas —saludó el médico, al cual ya había visto hacía unos días.
—Buen día —dijimos
al unísono tomando asiento.
—Gracias a Dios y
casi que por milagro, podría decirse, les tengo buenas noticias —una sonrisa se
dibujó en mi rostro después de tanto tiempo, miré a Jazzy ella estaba feliz.
—¡Díganos doctor! —lo
apresuró Jazzy— ¿Justin cómo está?
—Respondió muy bien
a la cirugía y aunque aún no cicatriza, quizás esta misma noche tenga el alta —saber
eso me llenaba de paz.
—Doctor… ¿puedo
verlo? —me animé a preguntar intentando no llorar de la emoción.
—Claro que sí —me
respondió con compasión—. Solo, con tranquilidad, ¿sí? En su estado no puede
alterarse.
—Gracias —murmuré
levantándome.
Jazzy se quedó en
la oficina, supongo que ella quería saber acerca de los papeles del alta y
todas esas cosas, a mi me interesaba hablar con él, saber cómo estaba, pedirle
perdón. Así que me dirigí a la sala con prisa. Abrí la puerta casi con el
corazón paralizado. Entonces lo vi, esta vez estaba despierto, sonrió al verme
y no pude controlar soltar unas lágrimas de culpa por verlo allí y emoción al
saber que nada malo le pasaría.
—Mi amor —habló
alegremente.
—Hola, bonito —lo
saludé acercándome a él—, ¿cómo te sientes?
—Estoy bien —me
respondió—. Quiero irme.
—Quizás hoy a la
noche —me atreví a comentarle. Él sonrió y agarró mi mano con una de las suyas.
Temblé ante su tacto.
—¿Tú como estás,
hermosa? —me preguntó con una dulce voz—, no me gusta el rastro de las lágrimas
en tu rostro. Te vez cansada, linda —suspiró frustrado—. Dime que al menos has
estado comiendo.
—Estoy bien —hablé
en un hilo de voz. La tensión me agobiaba, sentía demasiado peso sobre mis
hombros. Pero a la vez, estaba aliviada. Era raro—. Perdóname, Justin,
perdóname —le rogué. Él me sonrió levemente.
—Tranquila, linda —alzó
su brazo del lado que no estaba lastimado. Pues, supongo que al otro no lo
podía mover por el vendaje que tenía—. Nada fue culpa tuya, ¿sí? No importa que
pasó, importa que estoy bien y pronto como salga de aquí regresaremos a casa.
—Debes ponerte bien
—le recordé dulcemente acariciando su cara, él besó mi mano—. No sé qué haría
sin ti.
—Pues, no lo sabes
y no lo sabrás jamás, porque jamás me iré —sonreí enternecida ante sus
palabras.
—Te amo —murmuré y
me acerqué a besar sus labios dulcemente, él sonrió cuando me separé.
—¡Demonios! Como he
extrañado tus besos, linda —murmuró divertido—. He peleado demasiado con las
enfermeras para que me dejaran verte, pero ninguna me ha hecho caso, ¡malditas!
—yo reí algo divertida.
—Ade está
emocionada por verte —murmuré—. Demi está cuidándola muy bien.
—La extraño mucho —confesó—.
Quiero regresar pronto a México.
—No lo dudo —sonreí
acariciando su mejilla amorosamente.
Luego de unos
cuantos chequeos que le hicieron a Justin nos dejaron en libertad, si así
podría decirse. Regresamos a la guarida, esa misma madrugada partiríamos hacia
México, necesitábamos regresar cuanto antes. Chaz se había dado cuenta de que
pensaba atacar a Zayn y no iba a dejarme. Tendría que volverme con las manos
vacías, solo esta vez pasaría así. Me vengaría, claro que lo haría.
—Amor —me habló
Justin mientras yo entraba a la habitación con una bandeja de la cena—, ven.
Siéntate, quiero que hablemos —sonreí levemente y me senté a su lado ayudándolo
con la bandeja.
—¿Estás bien? —le
pregunté. Él asintió tranquilamente.
—No te preocupes —me
sugirió—. Estoy bien. Quiero hablarte de lo que haremos, ¿sí?
—¿Qué haremos? —le
pregunté.
—Debemos cambiar el
apellido de Adelaide —no sería difícil. Con una prueba de ADN la niña tendría
el apellido sin problemas—. Si ella deja de apellidar Malik, no podrá hacernos
problemas y podemos hacerlo caer de la manera limpia.
—¿A qué te
refieres? —me confundió ese concepto.
—Pues, demandarlo
por intento de homicidio —me explicó—. No nos será nada difícil. Al contrario.
—Justin… —suspiré
pasando saliva—. Estuve hablando con Jazzy.
—Oh, ¿qué hablaron?
—Bueno, ella
sugirió ayudarnos a salir de esto —solté con paz. Sabía que él se negaría—. Me
dijo que podríamos hablar con Jeremy.
—¿Jazmyne está
loca? —efectivamente, Justin se había alterado— Jeremy es un farsante, ___________(tu
nombre).
—¿Qué te hizo él? —le
cuestioné sin filtros. Justin suspiró con profundidad.
—No quiero hablar
de ello. No le pediré ayuda para nada, porque estamos bien —Justin estaba
siendo frío y dictatorial. Comenzaba a molestarme.
—¿Estamos bien? —cuestioné
con ironía— ¿Eso crees? ¡Lamento informarte que no es así! —elevé la voz
poniéndome de pie— ¡Casi mueres, Justin! Las cosas no están bien.
—No conoces a
Jeremy —me repitió.
—¿Quién es Jeremy? —cuestioné
desesperada— ¡Si no quieres que pida ayuda explícame el por qué! De otra forma,
no tendría sentido.
—Siéntate —me pidió.
Suspiré tranquilizándome y volví a sentarme a su lado—. Quieres salir de esto —dedujo—.
Está bien. Trasladaré mi cuenta de banco y nos mudaremos a dónde prefieras.
Pero haremos las cosas solos.
—Quiero que me
digas quién es Jeremy, Justin —hablé ignorando lo que me dijo antes.
—¿Por qué? —preguntó
desesperado— ¿Quieres verme mal, es eso? Porque odio hablar de él. Me duele.
—¡No es por eso! —le
aclaré— Es porque Jazmyne está convencida de que necesitamos de su ayuda.
—Pues, ella no sabe
nada —yo sonreí irónicamente.
—¿Seguro? —le
pregunté— Porque ella me preguntó si no me has hablado de él —Justin guardó
silencio.
—Es mi padre —tituló—.
Es un hombre duro, frío y distante conmigo. Me ayudaría, sí. Pero no sería lo
que buscas, estoy más que seguro, ___________(tu nombre). Quiero luchar solo —me
informó con autoridad—. Quiero luchar por mi familia, ¿lo tienes?
—¿Y por qué es así?
—no hablaría de la mudanza y lo demás hasta saber qué había pasado.
—¡Porque no
importa! —habló con autoridad— No quiero hablar de esto.
—Bien —me puse de
pie y tomé aire—, llámame cuando quieras hacerlo.
No me detuve ante
sus llamados, solo salí de la habitación. Justin no quería el cambio. Sabía que
si nos mudábamos a donde nadie nos pusiera límites, terminaríamos igual que
ahora. Bajé las escaleras y salí hacia el patio de la casa, odiaba ese maldito lugar.
Tomé un cigarro de mi paquete y lo encendí. Lo calé deseosa de sentirme
relajada, y así fue. Extrañaba esa sensación. Me senté algo lejos de la casa,
no quería hablar con nadie. Solté el humo y volví a calar mi cigarro.
Echaba de menos a
mi hija. Sacando de lado ese sentimiento, me sentía como a mis diecisiete otra
vez, me aterraba ese hecho. No quería volver a la destrucción. Por primera vez
en mi vida, después de muchísimos años, solo quería salir de la etapa oscura
que marcó mi vida para siempre. Quería enterrar el pasado, quería ser libre de
tanto odio y oscuridad.
Sin embargo, había
algo que no estaba dejando que avance y esta vez, eso era lo que me mantenía
viva. No podía dejarlo enterrado en mi pasado, no podía por mí, ni por mi hija.
Debía salvar a Justin.
Holaaaa primer comentario yeaahh
ResponderEliminarPorfas siguela la verdad me encanta esta novela siguela cuando puedas pero que no sea muy tardado
siiigueeelaa plssssssssss! y si puedees hacer alguna maraton ... jajajaja! sigueelaaaaaa!laa amoo muchooo!
ResponderEliminarSiguela plis como siempre ame el capi besos muak;-);-)
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