Capítulo 120°: "Con ella, ¡NO!"

—Sí, mejor así —afirmó él y sonrió levemente—. ¿Quieres ir por un café? —me ofreció él amablemente. Mientras sonreía, quizás un poco fingido.

—Mmh, ¿queda lejos? —cuestioné con un poco de flojera.

—Conozco una cafetería pequeña pero muy bonita —él no respondió a mi pregunta.

—Está bien, pero ¿es lejos?

—No, no es lejos. Es a dos cuadras —sí, no era lejos— vamos —insistió él.

Nos levantamos de nuestros lugares y subimos a la camioneta.

—Oye —me habló él mientras comenzaba a conducir la camioneta—, mañana vamos al cine, ¿vale? Llevaremos a los niños —añadió.

—Ya —no me negaría—, iremos a ver ¿qué película?

—No lo sé, ¿qué dices de Gnomeo y Julieta? —escuché de esa película. Era una adaptación animada de Romeo y Julieta. No la había visto.

—Por mí está bien —acepté sin regodeos. Me gusta el cine.

—Genial, entonces les diré a los chicos —se veía contento, feliz.

—Extrañaba pasar tiempo contigo.

—Lo sé, también yo —dijo él y me miró de reojos yo solo sonreí.

—Va, regresa tu vista al asfalto —le pedí gruñonamente.

—Mmj, gruñona —susurró, pero pude escuchar claramente lo que dijo. Tengo un buen oído.

—Es que no quiero morir aún —soné exagerada.

—No manejo como abuelita —se defendió Justin.

—Lo sé —afirmé—, y ese es el problema —añadí burlonamente.

—Oye —protestó él—, no conduzco tan mal, ¿a caso tu conduces?

 —Sí —sí sé conducir—, y mejor que tú —mentí. No era excelente haciéndolo. Solo normal.

—Oh, ¿enserio? —él no podía ser más competitivo, porque aseguro que lo sería.

—Sí, enserio —proseguí con mi juego.

—¿Quién te enseñó? —cuestionó él.

—Michael —respondí sin duda alguna. Mi hermano lo hizo en Atlanta.

—Oh, tú hermano —comentó Justin como recordando algo. Él era amigo de Justin.

—¿Por qué lo dices así?

—Él me odia gracias a Selena —se dignó a resumir todo—, cree que se la “robe”.

—¿Ah? —sí, no entendía muy bien ese tema.

—Cuando comencé a salir con Selena hace unos meses él estaba enamorado de ella y yo, pues, no lo sabía entonces cuando se enteró de lo mío con ella se enojó y bueno, adiós amistad —me informó él.

—Ooh, ó sea… ¿a él y a ti les gustaba Selena? —sí, no me daba celos hablar de ello. Después de todo fue su pasado, ¿no?

—Así fue. A los dos nos gustaba la misma chica, aunque a él hacía más que yo. Pero… bueno, yo no lo sabía cuando comencé a salir con Selena —me confesó él. Estaba un poco incómodo.

—¡Qué idiota es Michael! —pues, ¿no sabe perdonar?

—¿Por qué? —preguntó Justin mientras aparcaba en el lugar.

—Pues, es demasiado orgulloso —aún más que yo. Eso era difícil— no puede perdonarte ¿o qué puta tiene?

—Pues, él sabrá —Justin tampoco sabía— él es el que no quiere perdonarme.

—Lo sé. Solo es un idiota.

—También me enojaría con alguien si por ejemplo: quiere salir contigo, es mi amigo, y yo estoy enamorado de ti. Cualquier persona lo haría, ¿no crees? —buen punto.

—Sí, pero es Selena —protesté.

—Y él la ama o la amaba.

—Pero es una perra —sí, la detesto.

—Quizás —Justin no la insultaría— pero de gustos no hay nada escrito —añadió mientras sacaba su cinturón. Luego bajó y abrió mi puerta. Yo bajé.

—Lo sé, sé lo de los gustos. Pero… ¿por qué debería enamorarse de una chica media perra media humana? —sonaba tan celosa, pero ¡es mi hermano! No quiero que esté con esa perra. Después de todo lo quiero muchísimo.

—Ya, no es tanto lío. Ella no estaría con él —me aseguró Justin. Al parecer la conocía bastante como para asegurar eso.

—No lo sé —es tan puta.

—Dejemos de hablar de ella —me pidió Justin—, no la  soporto —añadió.

—Está bien —acepté.

Entramos al pequeño bar. Creo que jamás nadie buscaría aquí. Era muy coqueto, pero pequeñísimo. Nos sentamos en una de las mesas del lugar y un mozo nos pidió las órdenes. Solo pedimos 2 cafés.

—Hace mucho no compones —comentó Justin. Tenía razón.

—Es verdad.

—¿Por qué?

—No lo sé. Solo no tengo inspiración —acepté entre algunas risas.

—Te estaba por proponer algo —me comentó con una enorme sonrisa en el rostro Justin.

—Pues… ¿qué esperas? —pregunté intrigada. Sí, no sé contener mis ansias.

—Mmh, bueno te estaba por pedir que compongas algo para que seas la telonera de mi próximo concierto en Los Ángeles —él daría un concierto y yo no lo sabía.

—Oh, ¿cuándo es el concierto? —pregunté intrigada. Valla a saber uno cuando sería.

—El 10 de febrero —me respondió mi novio.

—Oh, sí. Está bien, acepto —dije yo—, solo debes hablar con Alison.

—Sí, cuando la vea hablaré con ella. O le diré a Scooter que lo haga —me comentó Justin

—Genial —exclamé yo y sonreí levemente.

(Cine de Canadá)

Narra Chris:

Junto con los chicos, Pattie, Jeremy, Jazzy y Jaxon vinimos a ver una película ya que estábamos aburridos, esperábamos también que Justin y ___________(tu nombre) vengan, pero al parecer hicieron sus planes solos jaja.

—Y bien, ¿cuál veremos? —preguntó Jeremy ansioso.

—No lo sé, una de ponys —comentó Jazzy.

—No, de ponys no —se negó su propio padre con cara de trauma.

—Mejor veamos una romántica —propuso Cait. Siempre ella y sus películas románticas.

—Me siento con Chris —escuché decir a la pequeña hermana de Justin antes de que aceptáramos o no.

—Vemos Never Say Never —propuso Ryan bromeando.

—La vi 17.000 veces —protestó Pattie. También la vi muchas veces. No la miraría 17.001 jaja.

—Mmh, ¿qué dicen de ver “Más allá del cielo”? —dijo Caitlin. Ella y sus jodidas películas.

—Te repito que no veré a Efron sin camisa, no me gusta eso —dijo Chaz mientras los demás reíamos, menos Cait que ella estaba seria.

—¿Por qué solo no entramos a cualquiera de las que están en cartelera y ya? —pregunté siendo un poco obvio con mi tono de “me estoy cansando”.

—Está bien, veamos “El sustituto” —propuso Jeremy.

—Es para mayores de 13 —le informó Pattie.

—Mmj, sí es verdad —se retractó el padre de los niños.

—¿Qué les parece ver Enredados? —preguntó Chaz.

—Por mí bien —respondí. Solo quería ver una película y ya. No tantas vueltas.

—Sí, vamos —afirmó Pattie.

Aceptamos esa película. Así que le dimos el dinero a Jeremy y él fue por las entradas de todos. Luego de que Jeremy llegara con las entradas, obviamente entramos al cine. Allí nos sentamos. Yo quedé al lado de Jazzy y de mi otro lado Caitlin.

—Pps, Cait —susurré, pues todos estaban en silencio. No gritaría ni hablaría para que todos escuchen.

—¿Qué quieres?

—¿Por qué estás triste? —pregunté extrañado. Ella siempre está feliz, pero hoy… no era así.

—No lo estoy —se negó ella a admitirlo. Pero, puedo afirmar que así era, pues la conozco lo suficiente como para decir que sí—, es que me siento un poco descompuesta.

—¿Enserio? —pregunté con preocupación, es que a veces su salud es complicada gracias al accidente que sufrió hace algunos años.

—Sí, de todas formas luego se me pasa. Es que me está costando más de lo normal digerir las comidas —confesó ella. Me preocupaba eso porque enserio su salud es muy frágil.

—Debes ir al médico —añadí a la lista de nuestros susurros.

—No, enserio estoy bien. Luego se me quita —me dijo ella.

—¿Segura?

—Sí, segura —me afirmó ella sonriendo. La sonrisa es lo más bello que tiene mi hermana.

(Cafetería)

Narra ___________(tu nombre):

El mozo ya había traído las órdenes. Y mientras nos tomábamos nuestros cafés comenzamos a charlar.

—A ver, cuéntame un secreto que no sepa —me pidió Justin divertidamente. Sí, estábamos “jugando” a eso.

—Mmh, ya —acepté con un poco de vergüenza—, cuando tenía 6 creía muy divertido correr desnuda por casa antes de bañarme. Siempre lo hacía y mamá enfurecía. Era muy divertido —admití entre risas y luego di un sorbo a mi café.

—¡Qué loca! —exclamó Justin sonriendo.

—Te toca —lo incité.

—Ok —dijo él—, antes cuando niño veía monstruos en la televisión y era instintivo pegarles —admitió él lo que hizo que largara una pequeña carcajada. Él también lo hizo.

—¡Qué sonso!

—Por burlona no te defenderé de los monstruos —actuó ofendido.

—Sí, claro —dije con sarcasmo—, me comerá Pie Grande —afirmé entre risas.

—¿Quién dice que no? —siempre tan optimista.

—No lo sé, ¿la lógica?

—No, no existe la lógica —se negó a creer.

—Sí, si lo hace —lo contradije y bebí un sorbo.

—A ver, cuéntame otro —se refería a mis secretos.

—Todas las personas de pequeñas son enamoradizas, yo no. Me enamoré por primera vez a los 14 —afirmé segura en mí posición.

—¿A los 14, de quién? —¿no era obvio? De él, pues.

—De ti, pues —respondí.

—¡Aww! Qué tierna —exclamó él sonriendo como un sonso. Amaba su sonrisa.

—Bien, te toca a ti —era uno y uno, pues.

—Tengo uno pero no quiero decirlo —me confesó él tímidamente.

—Vale yo te dije uno, te toca —insistí—, además debes tenerme confianza.

—Ok, ok. Pero no debes enojarte ni tomarlo a mal. Solo es algo que creo correcto y ya —me afirmó él.

—Prometo no enojarme —no podía hacerlo con él.

—Ok, mi más reciente secreto es que. Por si no sabes soy virgen —me afirmó— y bueno, me encantaría tener mi primera vez contigo —al escuchar eso mi corazón se paralizó— pero, no lo tomes a mal —me aclaró él rápidamente— esto no quiere decir que te esté incitando a hacerlo ni nada por el estilo. Cuando se dé será y si no se da, deberé esperar hasta que así sea.

—Just, no sé qué decir —no era malo, tampoco bueno.

—La cagué, ¿no? —preguntó él un poco triste.

—No, no —me negué rápidamente. No quería que se sintiera mal.

—Enserio, este secreto no significa que solo quiera sexo. Ni que vaya a apurarte para hacerlo. Nada de eso. Yo te seguiré amando y eso no cambiará porque no quieras hacerlo con migo ahora —me informó él y le dio un sorbo a su café.

—Lo sé, Just. Confío en ti y sé que habrá tiempo —también quería que con él fuera. Solo que no estoy lista.

—Te amo —adoraba escuchar esas dos palabras.

—También te amo, lindo —respondí.

Hablamos hasta terminar nuestro café. Luego nos dirigimos una vez más a casa de sus abuelos. No había nadie allí. Creo que todos habían salido. Así que nos pusimos a cantar en su habitación con su vieja guitarra.

—Enserio, That Should Be Me es de mis preferidas —le repetí.

—La mía es Mon Amour. Realmente adoro esa canción. Además de la del vídeo y las restantes 9 del CD —dijo él divertido.

—Oye, sabes, debemos grabar la colaboración —le recordé— pues luego de eso solo faltará la foto de la portada y todo estará listo.

—Creí que ya habían hecho las fotos —me comentó él.

—No aún no —me negué yo.

—Oh, ¿tienes pensado algo?

—Realmente nada —confesé entre risas— solo sé que Alison consiguió un fotógrafo muy bueno. No es conocido, pero saca unas fotos increíbles —le comenté a Justin.

—Oh, ¿sabes cómo se llama?

—No, realmente no lo recuerdo.

—Oye, tengo hambre y recién son las 7 p.m —me comentó Justin. Sí, eran ya las 7:00.

—También tengo un poco de hambre.

—Te invito a cenar, ¿aceptas? —su sonrisa, la amaba.

—Ya, pero primero deja que me cambie —le pedí.

Él asintió mientras se acercaba a mi boca. Pocos segundos después me encontré entrelazando mis labios con los suyos. Realmente la calidez de sus besos no se compara con nada del mundo. Sus besos son los mejores que alguna vez tuve. Son mi mayor tesoro.

—Ahora, ve —aceptó él y sonrió plácidamente.

Así lo hice. Me levanté de la cama y me fui a mi habitación. Me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=38973794&.locale=es y regresé a la habitación de Bieber. Cuando entré él estaba sin polo de espaldas a la puerta.

—Siento no golpear —comenté mientras cerraba la puerta.

—Pasa, linda —me invitó él mientras me sonreía, luego de voltear a verme.

—Odio verte así —comenté.

—¿Por qué?

—Porque me intimida mucho —respondí avergonzada.

—¡Qué sonsa! —exclamó él mientras me abrazaba desde la cintura. Quedando frente a frente, casi pegados.

—Enserio —afirmé en voz baja.

—No debes hacerlo —me comentó él.

—Pero lo hago —mi vergüenza estaba invadiendo todo mi cuerpo y eso se notaba en mis palabras.

—Pero no debes —repitió mi bello novio, quién me acercaba a su cuerpo mientras sonreía victoriosamente.

—Pero lo hago —sí, parecía disco rayado.

—Mmh, ¿cuándo no lo harás? —preguntó él pícaramente.

—Cuando te pongas un polo —respondí divertidamente para zafar de la situación.

—Pff, ¡qué sonsa! —exclamó divertidamente. Él me soltó y tomó un polo que había sobre la cama, luego se lo puso y sonrió victoriosamente.

—Vez, ahora te vez lindo y no me intimidas —le comenté sonriendo como una sonsa. Pasar tiempo con él era lo más hermoso, era tan placentero. Era realmente, lo mejor.

—Sí, pero me pondré otra cosa o moriré congelado. Hace mucho frío —me informó él mientras se dirigía a sus maletas.

—Sí, hace frío.

—Es no normal, ¿no? —dijo mientras se ponía un sweater.

—Pues, eso creo —realmente no lo sabía. No viví en Canadá jamás.

—Bueno, sí lo es —me afirmó él.

—Oh, ¿conoces muchas partes de Canadá? —pregunté.

—Mmf, más o menos —respondió—, sé que es bellísima. Pero, no conozco todo Canadá.

—Oh, creí que sí —sí, pensaba que sí lo hacía. Después de todo es Justin Bieber, ¿no?

—Pues, no.

—Y ya, ¿vamos? —pregunté.

—Sí, vamos —aceptó él mientras se ponía una chaqueta negra, que estaba sobre la cama, era un poco, bueno, bastante desordenado con su ropa y cosas. Pero, es normal, ¿no? Los adolescentes somos así y ya.

Salimos de la habitación y bajamos a la sala. Aún nadie había vuelto, al parecer podrían cenar afuera, ¿no? Con Justin subimos a la camioneta y él comenzó a conducir.

—¿A dónde iremos? —cuestioné.

—Conozco un restaurante muy mono —me confesó él sonriendo como un sonso.

—Oww, ¿es lejos? —sí, parezco entrevistadora, pero bueno. Es que solo quiero saber.

—Más o menos —eso no servía de mucho—, son unos 20 o 30 minutos de “viaje”.

—Uff, ¡es mucho! —exclamé.

—No tanto —me corrigió él.

—Sí, lo es —reafirmé. Estaba en plan de “flojera” así vallas en auto. Sí, sonaba sonso.

—De todas formas vas en camioneta —comentó él como diciendo “no tienes escusa” y era verdad. No la había.

—Tengo ganas de llegar —estoy loquita, lo sé.

—Pff, ¡qué pava! —musitó entre risas.

—Sí, lo sé. Estoy loca —lo acepto al menos, ¿no?

—Pero, aún así eres hermosa —siempre él y sus cumplidos. Es tan caballero y atento. Es perfecto. Es dulce.

—No me mientas —sí, no soy hermosa. Solo lo dice por quedar bien. Todos alguna vez lo hacemos, ¿no?

—Y… entonces, ¿por qué serías mi novia? —Buen punto. Excelente.

—No lo sé —sí, yo y mi orgullo—, quizás tengas problemas para distinguir fealdad y hermosura.

—¡No digas huevadas! —me regañó en un tono un poco paternal—, eres hermosa. La más hermosa de mi mundo. Bueno, eres mi mundo —al decir eso su cara se iluminó en una enorme y preciosa sonrisa. Como amaba su sonrisa, era perfecta. La más perfecta que alguna vez vi en mi vida.

—Si hay algo perfecto en ti, apuesto a que es tu sonrisa —sí, estaba pensando en voz alta.

—¡Aww! Gracias, linda —dijo él enternecido, yo sonreí un poco apenada. No esperaba decirlo en voz alta y que él supiera ese pensamiento. Pero, era tarde.

—De nada —añadí por educación.

Mi teléfono comenzó a sonar y al ver quién era un escalofrío recorrió mi cuerpo. Imágenes de ese patético pasado de atosigaciones y llantos se volvieron proyecciones en mi mente. Nada era objetivo, pero sé que nada bueno significaba. No entendía el puto motivo de aquella llamada, ¿qué querría ahora? ¿No le bastó con lo de hace algunos meses? Era muy desesperante. Pero, aún así, decidí contestar a este maldito y jodido llamado.

#Vía telefónica#

—Hola, buenas noches —saludó él con un tono de vos burlista y antipático a la vez.

—¿Qué quieres? —pregunté atemorizada.

—Nada malo —comentó con un tono de voz estúpido. Lo odiaba realmente, era muy grande mi odio hacia él— Solo saludarte y desearte feliz navidad ¿no? —luego de esto añadió una carcajada burlista.

—¡Pff! Sí, claro —no sería una idiota temerosa ante él. No podía mostrarme así o me “devoraría”— Ya no me jodas, ¿sí? Tengo una vida junto a otra persona y soy feliz, Billy. Déjate de idioteces, ¿quieres?

—¡Ay cariño! Solo llamaba para saludar, tu vida ahora es tuya. No mía —no pensaba eso, solo lo decía de idiota— Ya te superé.

—No parece estúpido —susurré, pero seguramente él escuchó.

Justin me miraba preocupado, de seguro dedujo quién era, además dije el nombre. Sé que él después de contarle lo que Billy intentó hacer conmigo lo odia profundamente, eso no es muy bueno que digamos.

—¿Quién es? —preguntó Bieber.

—Billy —alcancé a responder cuando él frenó el auto y me quitó el teléfono.

Narra Justin:

No estaba reaccionando, estaba cegado de odio y ganas de romperle su carita de Barbie rockera, maldito idiota. Él no joderá con MI novia, no lo hará.

—¿Quién habla? —preguntó la voz del jodido drogadicto.

—Justin Bieber. El novio de ___________(tu nombre) —no me hacía cargo de nada de lo que podía hacer. Estaba totalmente cegado. Mi novia, solo no hacía nada.

—¿Qué quieres tú? —preguntó con cólera al oír mi nombre—, estaba hablando con la zorra de tu novia, no contigo.

—¿Zorra has dicho? —pregunté con rabia. Si había peor cosa en el universo era decirle zorra a una mujer. Más si era la que yo más amaba en el universo entero.

—…

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“No todo lo que brilla es oro”.

Marta: Sería tan romántico que lo de Justin sucediera, pero es difícil, ¿no? Jaja. De todas formas NEVER SAY NEVER. Un besote, linda. Te quiero mucho n.n

Liset: Gracias, linda. Un beso n.n

Mony: Jajaja, ¡Sí, mi vida virtual es parte de mí! Sin ella no vivo, después de todo… es mi vida jajaja. Un besote grandote, grandote. Te quiero muuuuuucho, yo también, hasta el infinito y más haya (Toy Story la rockea! Jajaja) Besotes linda.

Scarlett: Bueno, linda. Si te tendría como compañera quizás te diría Ska, Skay o solamente por tu nomnre porque me encanta. Y bueno, cuando necesites algún consejo sobre la nove, te los daré sin problemas. Te quiero, un besito linda.

Alex: Jajajajajajjaja, ¡Me causó mucha gracia lo de sacarle la polera a Bieber! Y sí, ¿quién no quiere eso? Jajaja, muchas gracias por los cumplidos, te quiero mucho linda. Besotes enormes.

Karen: Sí, lo siento es que no pude porque tengo que estudiar mucho. Lo siento. Subiré más seguido de ahora en más. Un beso n.n

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Bueno, chicas. Lamento demorarme en subir. Es que mis días no son muy livianos que digamos. Mañana tengo un examen final de danzas y debo sacar más de 8 porque me recibiré de maestra así que estuve estudiando y esas cuestiones. Así que… luego de mañana podré subir más seguido.

Otra noticia es que el sábado haré la Twitcam. No sé a qué hora les queda conveniente a ustedes. Pero a mí más que nada a la mañana, es que a esa hora estoy sola en casa. Así que… me lo dicen aquí y ya. ¡Las adoro!

La canción de hoy es “Price Tag — Jessei J” http://www.youtube.com/watch?v=qMxX-QOV9tI&ob=av3e me encanta esta canción.

—Poly—

P/D: COMENTENN!