Capítulo 127°: "No te quiero".

—Pero me lastimaste —insistió.

—Porque yo también lo estaba y no sabía lo que hacía —resumí mi respuesta anterior en pocas palabras.

—Ya no interesa, muchas cosas pasaron y creo que mi vida cambió —me comentó él muy sereno.

—¿Estás con alguien? —salió torpemente de mi boca. Maldición.

—Sí —su respuesta me hizo quedar helada— conocí a esta chica hace más o menos 1 mes, es muy agradable y estamos intentando algo —añadió a la triste noticia.

—¡Qué lindo! —intenté parecer feliz, pero no lo logré. Moría por dentro y mis lágrimas golpeaban por salir, pero… fui fuerte, no derramé ninguna gota.

—Sí —debo decir que no se lo escuchaba contento—, ¿tu relación con Cody? —debía hacerlo, ¿no? ¿Debía nombrarlo?

—Estamos muy bien —dije sonriendo. En realidad, lo estábamos. Yo quiero a Cody y él a mí, no hay nada malo.

—¡Eso es genial! —sonó a rabia pura de su parte. Conocía a Justin lo suficiente como para descifrar el sentimiento de cada una de sus palabras.

—Sí —musité por lo bajo— oye… debo comer alguna fruta, ¿quieres que te traiga algo? —sí mi dieta decía una fruta después de la merienda pero antes de la cena. Le llamaba “colación”.

—No, gracias —dijo él con una notoria tristeza en su voz.

—¿Seguro?

—Sí, seguro —intentó sonreír, pero solo esbozó una mueca rara.

Me dirigí a la cocina y en la heladera había una manzana. La enjuagué y regresé a la sala. Él estaba interesado en su teléfono, dirigí mi vista al reloj, eran las 7:00. Miré mi teléfono y un mensaje de Cody decía: “Ve elegante, tengo una sorpresa”.

Debía ir a cambiarme y toda la chorrera.

—Oye, Justin —lo hablé. La situación era tensa. Él me dirigió la mirada—, debo ir a alistarme —no diría más del tema— mamá viene en media hora o un poco menos.

—Está bien —aceptó y siguió en lo suyo.

Subí las escaleras y me metí en el baño de mi habitación, mi antigua habitación. Me duché, salí del baño y me maquillé muy naturalmente, me recogí a medias mi corto cabello y me vestí así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=39607732&.locale=es. Luego de vestirme así bajé a la sala. Todavía faltaban 20 minutos. Escuché a mamá hablar con Justin en la sala. Debía pedir permiso.

—¿___________(tu nombre)? —preguntó mi madre al escuchar el ruido de mis tacones. Luego dirigió su mirada hacia la escalera.

—Hola —respondí sin emoción alguna. Odiaba lo que me hacía. Me dejaba en último plano—, mamá.

—Estás hermosa —comentó y me abrazó eufóricamente—, ¿para qué tan arreglada? —Justin nos miraba, un poco extrañado.

—¿Me dejas salir con Cody? —pregunté inocentemente. Quería hacerlo.

—¿Con tu novio? —dijo ella. No era nada formal, mamá lo sabía… pero no mantenía contacto con él. Yo solo asentí— ¿Dónde irán? ¿Un antro, la playa?

—¿Antro? —preguntó confundido Justin.

—No, mamá —negué sus suposiciones—, iremos a cenar a un restaurante —le informé un poco avergonzada.

—Oh, ya veo porqué tan bella —dijo mamá y sonrió levemente—, está bien. Pero no deberás regresar tarde, ¿sabes? —dijo ella.

—Está bien —acepté—, me iré a las 8:00 —avisé.

—¿Pasa por ti? —preguntó él.

—Ajá —respondí evasivamente.

—¡Oye, linda! —dijo mamá—, lo olvidaba. Justin se quedará en casa por 2 o 3 semanas —me informó, mi mundo se paralizó por completo.

—¿De qué puta hablas? —pregunté nerviosa ¿él aquí? ¿Cerca de mí?

—Pattie viajará a Canadá por algunas cosas y él deberá quedar aquí —me informó.

—Pero… ¿no eres mayor de edad? —cuestioné un poco alterada. La idea no me agradaba en lo absoluto.

—Sí, pero mamá no me deja quedar solo en casa —dijo un poco apenado. Sí, según Pattie él había hecho una enorme fiesta la última vez.

—Como sea —lo acepté mientras me sentaba frente a ellos. Justin solo miraba mis piernas, me sentía intimidada.

—Oye, ¿ese anillo? —preguntó mamá, rápidamente y con timidez escondí mi mano.

—Bueno… —articulé temerosa—, Cody… me lo regaló —mis nervios me hicieron hablar entrecortada. Justin intentó divisar el anillo pero era imposible.

—¿Lo habías visto antes? —preguntó con un odio incontenible, Bieber.

—No, pero… él sí me escribía al centro —reproché un poco rencorosa. Después de todo lo amo.

—¿Te lo mandó por carta? —preguntó mamá enternecida, sonreía como idiota.

—Pues, sí. Una semana antes de salir —comencé a contar con vergüenza— su carta llegó y traía este anillo y una nota.

—¿Qué decía? —mamá se comportaba como niña.

—“Si el mundo gira, tiene lógica, ¿pero mi amor por ti, niña hermosa?. Espero que te guste el anillo, era de mamá. Papá se lo regaló antes de casarse” —solo expliqué lo esencial, no quería escandalizar.

—No irás a casarte, ¿verdad? —mamá comenzaba a alarmarse. Insoportable.

—No, no creo —dije y miré a Justin. Sus ojos cafés me miraban pidiendo ayuda. Las próximas 2 o 3 semanas, serían un calvario. Soportarlo verme así, me devastaría.

—Mjj… —escuché soltar a Bieber.

Por suerte el timbre me salvó de la más bochornosa situación. Cody se había adelantado. Abrí y él pasó. Debía hablar con mamá.

—Hola Señora ___________(apellido de tu mamá). Hola Justin —saludó.

—Hola muchacho —saludó mamá sonriendo.

—Señora, llevaré a su hija a cenar al restaurante de la costa. Está un poco lejos así que la traeré de regreso a las 11:00 p.m, si usted lo permite —jamás en mi vida él había hablado así con mamá. Era raro, intentaba no reír a carcajadas. La cara de asco de Justin completaba el cuadro. Era todo muy gracioso. Enserio.

—No hay problema —dijo mamá asombrada, sé que le gustaba que los chicos fueran así—, ¿la traerás tú?

—Sí, señora. La traeré en mi carro —le informó él.

Luego de la propuesta e aceptación “formal” salimos de casa. Subí al carro de Cody y él también lo hizo. Luego comenzó a conducir.

—Estás hermosa, como siempre. Lindura —me dijo él y sonrió inocentemente.

—Gracias, cariño —respondí viéndolo.

—El restaurante está a 20 minutos —me informó.

—No hay problema. Hace mucho que no veo a L.A por la noche —confesé entre una risita inocente.

—¿Cómo te fue en estos meses? —él lo sabía. Siempre nos escribíamos.

—Pues, fue muy lindo —dije con sarcasmo y los dos reímos— bueno, hice una gran amiga, Sol —una gran mujer— y también pude desconectarme de un montón de estrés.

—Eso es bueno —comentó mi novio.

—Mucho —afirmé—, pero hace montones que no escribo ni compongo —le informé. Es más, llegué a creer que seguir con la música sería un error.

—¿Y… porqué es así? —preguntó.

—No lo sé, nada sale de mí —nada bueno—. Es más, eh pensado en dejar de hacerlo.

—¿De escribir? —preguntó normalmente.

—No, de cantar —respondí y él suspiro en son de “Asuu”.

—¿Estás loca? —intentaba contener su ira. Conozco sus gestos y eso—, no debes. Nunca deberías. Lo haces a la perfección.

—Pero…

—Pero nada —me interrumpió con su sermón— dejas de cantar y te dejaré por tonta —añadió.

—Oye, no se vale —no valía amenazar con ello, nunca.

—Es verdad —estaba firme en su postura.

—Es que…

—Es que nada —me volvió a interrumpir. Eso ya me agotaba la paciencia— no hay excusas. Es lo que amas y no debes dejar de hacerlo —sonaba tan paternal.

—Está bien —me resigné. Después de todo tenía razón.

—Lo sé —comentó victorioso.

—Pff, sonso —expresé risueña.

—Oye… tengo algo que decir —me comentó.

—Algo… ¿cómo qué? —pregunté un poco seria.

—Sabes, amo tus nuevas curvas y tu nuevo cuerpo —me hizo sonrojar totalmente— te ves totalmente perfecta.

—¡Cody! —protesté— haces que me vea súper sonrojada, me da mucha pena lo que dices —le expliqué.

—Pero… es verdad —afirmó— además estuve un rato en Internet hoy y vi las fotos de cuando saliste del centro, hasta espontáneamente te ves hermosa.

—¡Ya, enserio! —resoplé y sonreí simpáticamente—, pero… enserio, me da mucha pena.

—¿Qué te digan linda? —cuestionó.

—Sí —afirmé entre risas.

(Casa ___________(tu apellido))

Narra Justin:

Mamá había partido a Canadá y yo quedaría en casa de ___________(tu mamá). Era una gran oportunidad, pero… Marie estaba entrometida conmigo y a veces era hasta quizás insoportable. Era una chica preciosa, de ojos color avellana y cabello negro ondulado. Quizás todos creerían verme “feliz” con ella, menos mamá.

Llorar y sollozar todas las noches arrollado a mi frazada no era mi felicidad, realmente todo lo contrario. Mi amor por ___________(tu nombre) crecía cada vez que iba a algún lugar con Marie y me adentraba a conocer más y más de ella.

Mi mundo giraba, aún, en torno a ella. No podía dejar de pensar en su bella sonrisa y sus ojos cafés. Me volvía loco, como la primera vez que me besó o la primera vez que me dijo te amo. Realmente, es el amor de mi vida.

—Justin —dijo la mamá de dicha protagonista de mis pensamientos.

—Sí —respondí su llamado.

—Cociné algo rico, Santiago y Nicholas vienen, ¿vamos a cenar? —me invitó.

—Disculpa ___________(tu mamá), pero… mi apetito no está muy grande hoy. Es más, ni siquiera lo tengo —me negué sutilmente. No quería bajar.

—¡No cocino tan feo! —se defendió y los dos reímos cómplices—, te veré luego entonces, Justin.

Las horas pasaron y creo que quedé dormido. Desperté gracias a la sed que sentía. Prendí la luz de mi habitación y bajé hacia la cocina. Todos dormían. Miré el reloj de la pared de la cocina y marcaba la 1:15 a.m, abrí la heladera y tomé un vaso. Serví agua y me la bebí. Dejé al vaso en el lavabo. Volteé desesperado al escuchar unos pasos sutiles desde la escalera. Cuando ella se asomó en la penumbra de la casa con un pijama un poco “provocador”. Su pelo estaba revuelto y sus ojos se veían hinchados. Parecía haber llorado. Me dediqué a mirarla hasta que llegó a destino, la heladera.

—¿Pasó algo? —preguntó mientras tomaba la caja de leche.

—No, realmente no —respondí afligido por su tono de ignorancia y resentimiento. Debía tener razón, la había dejado en el olvido.

—Enserio, tienes algo —dedujo.

—Lo siento —fue lo único que dije y comencé a caminar para dirigirme a la habitación, ella seguía en su plan de indiferencia y me dolía, dolía mucho.

—¿Por qué? —dijo mientras me veía. Me detuve en la puerta y volteé.

—Por haberte dejado olvidada durante 4 meses —le informé. Moría por seguir hablando. Decirle que la amaba más que antes y que necesitaba tenerla conmigo.

—Solo… solo olvídalo —dijo ella y comenzó a caminar hacia donde yo.

—Espera —dije mientras la tomaba el brazo antes de que comenzara a subir las escaleras— ese anillo, ¿es de compromiso? —al decir eso mis ojos se cristalizaron y mi voz se volvió un hilo.

—No —dijo ella mientras unas lágrimas recorrían sus mejillas— nunca volveré a comprometerme —añadió pesimamente.

—¿Qué? —pregunté incrédulo ante sus palabras dolorosas y crueles.

—No quiero hablar —dijo y se secó las lágrimas—, ya no soy una niña. Cambié mucho, soy una fuerte mujer y no me interesa que quieran quebrantarme. Podrás reírte en mi cara o pisarme el corazón, Justin Bieber —dijo desafiante— pero entendí que “solo te necesitas a ti mismo para ser feliz”. No estoy sola, jamás lo estuve.

—Pero… —alcancé a pronunciar y ella me miró fulminante.

—Podrás creer que soy una niña, pero dentro de poco me iré de aquí. Adiós, Los Ángeles y toda mi vida de mierda —dijo con rabia—, mi mundo se irá a Lóndres y creo que “casualmente” —dijo con sarcasmo— perderé contacto hasta con mi madre.

No pude decir nada, quedé helado. Ella siguió subiendo las escaleras y luego se escuchó la puerta. Subí pesadamente las escaleras y me hundí con ánimos de desaparecer en mi cama. Mis ojos se llenaron de lágrimas y las palabras: “No estoy sola, jamás lo estuve” torturaban mi aura.

Mi cuerpo inquieto no dejaba de dar vueltas entre las sabanas blancas que cubrían el colchón tan esponjoso. Me levanté con sigilo y me dirigí a la ventana. La noche estaba encantadora. La madrugada se hacía desear. Deseaba salir a pasear por el parque de la casa o caminar en las largas calles de L.A tranquilo, sin que nadie pudiera pretender o querer algo de mí. Lo único que debía hacer, el único consuelo, olvidarme de la mujer más hermosa del universo entero.

Esta noche podía escribir un libro de poemas profundos describiendo la desesperación de mi corazón por decirle que la amo con locura y que me duele que ahora ella sea quien me ignore y me tire al olvido.

Sin más que pensar, por miedo a seguir entristeciendo, me recosté una vez más en mi cama y el sueño llegó.

Narra ___________(tu nombre):

Desperté con la claridad del día, me levanté de mi cama, me duché y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=39630172&.locale=es y bajé. Creo que era hora de desayunar. Hoy era sábado.

 —Buenos días —dije entrando a la cocina. Mamá y Bieber estaban allí. Él ni siquiera se molestó en mirarme.

—Hola, linda —saludó mamá.

—Mamá, tengo que hablar contigo —solté a lo directo.

—Dime —me pidió tranquilamente mientras me sentaba frente a ella.

—Tengo una gran noticia —le informé.

—Dila, pues —ella era ansiosa, mucho.

—Es que… —suspiré, Justin levantó la mirada y me vio un poco curioso. Pero se veía dolido— hace 2 días me llegó un e-mail que vi ayer desde Lóndres. La preparatoria de más renombre del lugar me quiere como estudiante durante este año y luego tendré una beca en la universidad de la misma institución.

—¿Qué? —dijo asombrada mamá. Lo sé, era una gran oportunidad— ¿pero… y el canto?

—No lo sé mamá. Ayer hable con Cody la posibilidad de dejar de cantar —Justin me miró más triste que antes y suspiró para hundirse en su cereal una vez más—, y creo que será una buena oportunidad para dejarlo un rato. Necesito re-decidir qué hacer con mi vida —le expliqué.

—¿Es lo que quieres? —preguntó.

—Cody, también fue llamado —solté y vi a mamá tragar con dificultad su café.

—¿Irán Juntos? ¿Durante 4 años? —preguntó— si no me haces abuela, te juro que serás tan especial, hija.

—¡Mamá! —protesté avergonzada—, nada de ello pasará. Enserio, lo juro —me estaba tratando como una puta.

—Lo sé, ___________(tu nombre) —me afirmó— deberé hablar con tu padre, no sé si él está de acuerdo. Además, ¡son 4 años, niña! —dijo ella simpáticamente. Hoy estaba de humor— iré a la oficina, luego llamaré a ___________(tu papá). Adiós, chicos —saludó y se fue.

Seguí desayunando mi dieta, en silencio. Él tampoco hablaba.

—¿Te irás? —rompió el silencio sin dirigirme la mirada.

—Quizás —respondí efusivamente.

—Con Simpson —afirmó desganado.

—Ajá —volví a responder afirmando—, creo que valdrá la pena.

—¿Qué estás por hacer, ___________(tu nombre)? —me preguntó en son de reproche— a caso, ¿no te das cuenta del tamaño de este error? Te estás volviendo loca —no entendía su porqué.

—¿A qué te refieres, Bieber?

—Él —dijo refiriéndose a Cody y se pasó la mano nerviosamente por su cabello— él solo quiere que tú te des a torcer para quedar con él.

—¿Celos? —pregunté burlona.

—Los más grandes que sentí alguna vez.

—Lo lamento, Justin —solté de bocona— es que… es que ya no quiero sufrir y ser una idiota.

—Y dejarás de cantar por ello —me interrumpió caviz bajo.

—¡No quiero más nada! —me exasperé— estoy harta de qué hacer, cómo hacer y cuando hacer. Sabes… que todo se vaya al diablo —estaba mal. Lo sé, mi ánimo iba de mal en peor.

—¿Qué pretendes? —me preguntó desesperado por mi actitud— ¿Qué todos te odiemos? —preguntó.

—No lo sé, Justin. Todo es tan distinto ahora —ni siquiera sé qué diablos quise decir con ello.

—¿A qué te refieres? —preguntó.

—No mantengo relación con nadie más que con Cody y Jason. Los demás… desaparecieron —le recordé.

—No quiere decir que te hayamos olvidado —sí, se incluyó él también en su comentario.

—¡Pff! Claro —dije con sarcasmo—, ni siquiera me mandaron 1 carta, una llamada, ALGO en 4 meses —reproché irónicamente—, creí que me querían… aunque sea un poquito. En especial, tú… Justin —mi voz se quebrantaba, lo suficiente.

—Yo no te quiero, ___________(tu nombre) —sus palabras me helaron. Caí y me levanté para seguir siendo quién quería ser. Pero… el dolor fue más fuerte, mis ojos se sintieron inundados de lágrimas y mi respiración se tensó. Solo pensaba una cosa: “RESPIRA”. Sí, no quería volver a llorar por quién no lo merecía. No era justo que así fuese.

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“Cuando desde el fondo miras hay algo bueno, sabes que solo podrás subir”.

Caro: ¡Gracias! Besitos, linda n.n

Anónimo en Anonimato: Jiji, muchas gracias por comentar siempre que puedes. Eres grande jajaja, te quiero mucho n.n Besotes :)

Marta: Belleza del otro continente, jajaja. Te amo, amiga :) enserio… me encanta que comentes y  te guste la nove, es un orgullo :) Besotes.

TushiNove: Lindura, creo que en este capítulo tienes la respuesta de con quien “sale” jaja. Un besote enorme, te quiero mucho.

Skay: Lo sé, linda también soy muy insensible a veces jaja. De todas formas, no debes llorar jajjaa. Y sí, conozco a los chicos de One Direction pero… no escuché su música. Solo sé que TODOS son unos papacitos jajajajaja. Bueno, un besote lindura. Te quiero montones.

Mony: llévame contigo :E jajaja, quiero ver amanecer y aquí en mi ciudad ni siquiera hay cine, así que deberé alquilarla o verla on-line jajajaja. Mándale saludos a tu pony rosado y dile que deje de hacerte comer tantos dulces que tú enloqueces jajaja. Un besote súper amiga, te adoro y… descuida Justin pronto volverá, pronto… pronto.

Vicky: ¡Hola! :) jaja… descuida Justin quedará con ___________(tu nombre) pronto, pero primero deberán pasar algunas cosas. Besitos.

Liset: Siento no haberte saludado, pero… nunca es tarde jajaja ¡Felices 15 años! (: Espero que tu fiesta haya estado de mil millones de maravillas. Te quiero lindura. Besos.

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Bueno chicas, la canción de hoy es “Hair — Lady Gaga” http://www.youtube.com/watch?v=M2GxHr6Ec98&feature=BFa&list=ULJnXFyMkThp8&lf=mfu_in_order se las recomiendo porque es una canción con una gran letra, es muy inspiradora. Espero que les guste.

Bien, otra cosa es… ¡NO DESESPEREN! Jaja, Justin y ___________(tu nombre) volverán, pero… no sé cuándo. No falta mucho, pero tampoco poco. Están al límite de un tiempo “normal”. Jaja. Bien chicas, es todo por hoy. ¡Las adoro! n_n

—Poly—

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