Capítulo 129°: "You and I".

A los pocos segundos regresó del segundo piso con un pequeño paquete de regalo y me lo dio.

—Pero… yo no te regalaré nada —le informé apenada.

—Ábrelo —insistió.

Rasgué al papel y dentro de él me encontré con el anillo de compromiso y la primer cadenita de “hope” y el anillo de la misma. Sonreí y algunas lágrimas de emoción se escaparon de mis ojos. Fueron tantos momentos en esos 6 meses. Sin duda los mejores 6 meses de mi vida.

—¡Los conservas! —exclamé enternecida. No quería llorar, por eso recurría a la ternura.

—¡Claro que sí, linda! —dijo él mientras se sentaba a mi lado en el sillón—, siempre que los veía allí, en mi mesa de noche, te recordaba —sonrió.

—Gracias por hacer revivir en mí esos sentimientos que solo tú me produjiste —amor, así se llama el sentimiento.

—Me gustaría tanto volver el tiempo atrás y no dejarte ir como lo hice —se lamentó— era un idiota. No entendía que gracias a eso te perdería, por siempre —comentó un poco triste.

—¿Perderme? —pregunté torpemente. Él me miró detenidamente  y sonrió— Oye, además tienes a Marie —sí, él “sale” con ella nuevamente. Me da tanta cólera.

—¿Marie? —preguntó con ironía— sí, a veces salgo a tomar algo con ella y esa cosa, pero… realmente no me gusta en lo absoluto. Si no que… todo lo contrario. No es mi tipo de chica.

—No dicen eso —sí… yo y mi “dicen”.

—¡Vamos, ___________(tu nombre)! —protestó— ¿creerás a la prensa? —a veces no mienten.

—No lo sé —él enfurecería.

—Creí que confiabas en mí —después de todo no somos nada.

—No dije lo contrario —lo interrumpí— es que ustedes salieron. Es lo mismo que salga a tomar un café con Simpson. Sería sospechoso, ¿no crees? —era exactamente igual con Justin.

—Bueno… —suspiró— en realidad Marie quiere volver conmigo, pero no quiero. No quiero sufrir.

—¿Sufres con ella? —cuestioné. Sé que su respuesta referiría a mí.

—Sufro con toda chica que no seas tú —lo advertí, él lo haría—. Yo no sé cuando entenderás, ___________(tu nombre), yo te amo a ti. No existe otra mujer para mí, lo digo enserio. Yo no puedo dejar de amarte, no puedo dejarte ir como todos dicen. ¿Entiendes a lo que me refiero, no? —mis lágrimas no tardaron en recorrer mis mejillas… todo lo contrario.

—Yo fui la idiota que te hizo sufrir —yo me alejé, yo lo perdí.

—No, no lo eres —me interrumpió—. Yo te dejé ir. Yo fui la persona insegura que se negó a luchar y ahora con 20 años me doy cuenta de que mi vida gira gracias a ti… no hay nadie ni nada que me haga cambiar de este parecer… yo siempre voy a amarte —el nudo que se formó en mi garganta era cada vez más grande.

—Te amo —logré decir antes de llorar como una idiota.

—Espera, oye… —me habló él mientras tomándome por el mentón me hacía mirar sus hermosos ojos miel— no llores. Por favor —sus ojos estaban cristalizados.

—Me hace mal saber que te perdí —comenté entre lágrimas sin dejar de verlo a los ojos.

—¿Perderme? —preguntó incrédulo— Señorita ___________(tu apellido) usted no ha perdido a nadie… menos que menos a mí, ¿sabe? —solo sonreí como idiota. Él me podía.

—¡No me trates como señora! —le pedí mientras él secaba mis lágrimas— oye… debemos irnos —le avisé.

—Sí, pero… primero algo —me avisó y lo miré confundida—, ¿salimos a cenar esta noche? —me propuso.

—Está bien —acepté y sonreí—, mañana deberás acompañarme a elegir mi nueva casa —le informé.

—¿Te mudarás del barrio? —cuestionó exaltado.

—No —jamás lo haría, menos si implica tener a Bieber lejos—, solo elegiré el modelo y la compañía la construirá a media cuadra de aquí —le afirmé y sonreí.

—Sigue siendo lejos —protestó yo solo reí— ya vamos, o Usher enfurecerá.

Salimos de su casa y en su auto fuimos hasta el estudio. Hablando de sonseras y eso el tiempo pasó rápido. Llegamos a destino y allí fuera del estudio, unos cuantos paparazzis esperaban ansiosos y hambrientos por algunas respuestas. Al bajar los flashes cayeron como una abundante lluvia sobre nosotros.

—¡Justin, ___________(tu nombre)! —gritaban desesperados.

—¿Han regresado? —añadió otra persona.

Sin respuesta alguna entramos al estudio, Justin suspiró y largó una pequeña risa.

—¿Pasa algo? —cuestioné mientras nos dirigíamos a la oficina de Usher.

—No, es que hace mucho no veo tu cara al acosarnos los paparazzi —dijo divertidamente y yo le propiné un leve codazo—. Te vez hermosa siempre, así que no te quejes.

Estuvimos en la mañana en el estudio y la tarde no fue muy emocionante. Justin pasaría por mí a las 8:00 p.m.

Narra Justin:

Mi plan de conquista marchaba totalmente como lo esperaba. Si todo funciona al pie de la letra en menos de 2 semanas volveremos a ser lo que fuimos. Dos personas felices y enamoradas.

Me cambié bastante formal, para mi manera habitual de vestir, me peiné “decentemente” y salí de casa y me dirigí a lo de ___________(tu nombre).

Llegué a su casa y toqué timbre. Ella abrió la puerta, vistiendo así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=39776743&.locale=es al verla sonreí embobado y miré cada detalle de ella. Estaba realmente hermosa.

—¿Quedarás así el resto de la noche? —preguntó divertidamente y reaccioné de mis pensamientos.

—Lo siento, bella dama —me disculpé para salir del paso, divertidamente— ¿Acepta usted que la lleve en mi modesto carruaje hasta la cena más romántica de su vida?

—Sí, claro lindo príncipe azul —dijo ella acomodando el pañuelo de mi saco.

Le ofrecí mi brazo y ella enredó el suyo. Su perfume me volvía totalmente loco. Es realmente hermoso. Subimos al auto y yo comencé a conducir.

—¿A dónde iremos? —cuestioné.

—Lejos, muy lejos —respondí y sonreí.

—¿De veras? —preguntó sonriendo tímidamente.

—Saldremos a las afueras de la ciudad, pero… nada malo pasará —dijo él y sonrió levemente— además me encargué de decirle a tu madre que las ayudaría a estudiar a ti y a Anya —sonreí.

—¡Bieber! —protestó y sonrió levemente— eres lo máximo —añadió.

—No, no es eso —me negué— es que tú te mereces esto y más —afirmé. Amaba ver su sonrisa. Era tan relajante.

—Gracias —dijo algo apenada.

—Oye… cambiando de tema —afirmé—, ¿no tienes viajes o giras próximas? —necesitábamos hablar, ¿no?

—No, realmente no —respondió concentrada en el camino—, todavía no tengo nada planeado. La última gira me cansó mucho —sonrió y me miró. Lo pude notar de reojo.

—¿Enserio? —pregunté buscando conversación.

—Sí, los viajes me cansan mucho —confesó y rió por lo bajo—, ¿tú?

—Tengo algunas presentaciones próximas —respondí— pero… no son cosa de otro mundo. Una o dos canciones y listo, chau presentación.

—Tus Beliebers son grandiosas —comentó enternecida— siempre te apoyan, son tan tiernas.

—Las amo —comenté sonriendo— gracias a ellas soy lo que soy hoy —ellas cumplieron mi sueño, mi mejor sueño—. Oye y tus fans… también son grandiosos. Ellos te aman. Te veneran.

—Y son lo más grande que alguna vez tuve —siento lo mismo por mis Beliebers.

—Lo sé, sé lo que se siente —comenté sonriendo.

Ella se inclinó y encendió la radio de mi auto y mágicamente en esa sintonía sonaba “What makes you beautiful — One Direction”. Sonreí levemente y ella largó una pequeña risa.

—¿Sucede algo? —cuestionó viéndome murmurar la canción.

—Siempre que escucho esta canción en la radio o algún lugar me recuerda tanto a ti —comenté inocentemente. Ella suspiró, de seguro estaba bordó ahora mismo. Sé que ella es muy vergonzosa.

—¿Por qué? —cuestionó.

—Porque es increíble que no sepas lo hermosa que eres. Y eso para mí, te hace más hermosa aún. Te hace más hermosa que no sepas que para mí eres perfecta —respondí. Moría por mirarla y besar sus rosados y perfectos labios. Pero… lastimosamente voy conduciendo.

—¡Bieber! —protestó—, no me gustan las mentiras.

—¿Crees que estoy mintiendo?

—No lo sé.

—Pues… no, nena. No lo hago —respondí. Ella rió por lo bajo.

—Oye, ¿enserio es lejos el restaurante? —preguntó un poco preocupada.

—Sí, enserio —afirmé— de última opción dormiremos en la camioneta —afirmé entre risas.

—¡Ni loca! —dijo alarmada, ¿me tendría miedo o desconfianza?— seríamos punto de atracción para los paparazzis.

—El aparcamiento del lugar es privado —afirmé victoriosamente.

—De todas formas —se negó.

—¿Me tienes miedo? —cuestioné burlonamente.

—¿Miedo? Pff —resopló—, no es que… no quiero que nada se valla de las manos y algo malo pase —eso era. Ese era su miedo.

—Nada pasará —afirmé—, solo soy tu amigo —por ahora…

—Sí, claro —dijo con sarcasmo— y yo soy lesbiana —añadió.

—Eso somos —repetí.

—Tienes razón. Eso somos —dijo ella y perdió su mirada en las casas que cruzábamos.

—No dormiremos allí —comenté.

—Lo sabía —cantó victoria. Por ahora. Yo solo sonreí.

—¿Enserio desconfías de lo que puedo “hacerte”? —era raro.

—No de ti, es que… eres hombre —dijo ella divertida— no controlan sus instintos a veces —añadió.

—Oye, oye —protesté— no soy un león hambriento. Además —respiré hondo— a Cody no le tenías miedo.

—¿Insinúas que yo… —hizo un gesto con sus ojos insinuando la frase “tuve sexo”— con Cody? —estaba totalmente sonrojada.

—No lo sé —dudé— estuvieron mucho tiempo juntos.

—¡Bieber! —me regañó—, no soy de esas chicas —lo sé. Pero… quizás enserio sí lo quería y lo hicieron, ¿qué tendría de malo? Sí, claro. Que no lo hizo con migo y mataría a Simpson. Después de eso, nada— Ni loca habría estado con Simpson.

—¿Por qué no? —cuestioné. Me tragaba los celos para escuchar de su boca un: “no lo amaba”.

—Pues… —suspiró— tu sabes —quería evadir el tema.

—Dilo —la animé a propósito.

—¡Justin! —protestó.

—¿Qué? —pregunté haciéndome en loco.

—Tú sabes… no lo amaba —afirmó.

 —Sí, lo sabía —comenté burlonamente.

—Sonso —musitó sonriendo.

El viaje aún era un poco largo. Más o menos faltaban unos 30 minutos. Ella me avisó que dormiría un poco. Se acomodó viéndome y lentamente sentí su respiración ser más pesada, estaba dormida.

Apagué la radio y conduje por las afueras de L.A por unos minutos. Hasta llegar al lujoso restaurante en el cuál le daría la mejor noche de toda su vida.

—Oye, lindura —susurré mientras la sacudía con delicadeza. Ella se movió un poco y siguió su sueño. Se veía tan bella—, ___________(tu nombre), linda —repetí un poco más alto. Ella se sobresaltó un poco y fregó sus ojos.

—Hola, Justin —me saludó y sonrió al verme sonreír como idiota.

—Llegamos —le avisé mientras bajaba. Cerré la puerta y me dirigí a su lado. Ella bajó y entramos. El de seguridad estacionaría en el estacionamiento, justamente.

Entramos y nos dirigimos a nuestra reservación. Estábamos en un balcón, solos los dos. Desde allí se veía prácticamente toda la ciudad de Los Ángeles. Una hermosa visión.

—Buenas noches —dijo el mozo mientras nos daba los menús. Sonreímos amablemente y él se fue.

—Esto es… —calló y pensó unos segundos— es magnífico.

—Lo mejor, para la mejor —afirmé coquetamente y sonreí.

—No hables así —me reprochó—, pareces Brenda —añadió riendo levemente.

—¿Aún la recuerdas? —cuestioné.

—Pff, a veces —afirmó mientras leía el menú—, ¿qué pedirás?

—Spaghetti, ¿tú? —dije yo.

—Lo sabía, vives comiendo eso —dijo ella divertida—, también pediré spaghetti.

—Luego me regañas —protesté divertidamente ella sonrió.

—Al menos no lo hago todos los días —sé que ella vivía para modelar su cuerpo. Le costaba horrores. Tenía dietas estrictas e iba todos los días 1 o 2 horas al gimnasio. Los fines de semana hacía natación y tennis. Básicamente vivía haciendo deportes para estar en “forma”. Aunque de todas maneras es hermosa.

—Lo sé —comenté vagamente—, tú eres la señorita verduras y carnes blancas —comenté imitándola.

—¡Qué sonso! —exclamó entre risas— así tengo este cuerpo.

—Que es de los mejores de hoy día —afirmé sonriendo como un idiota. Se me estaba haciendo mucha costumbre.

Cenamos divertidamente nuestras comidas y luego quedamos hablando.

—Oye, escucha —me detuve a oír la música.

—Es… es you’re beautiful de James Blunt —comentó acertada en su información.

—Así es —dije disfrutando la introducción de la canción, la miré y ella sonreía mirando hacia la ciudad— ¿Bailas?

—¿Qué? —dijo mientras me miraba sorprendida sonriendo.

—Sí, ¿bailas? —repetí.

—Está bien —aceptó tímidamente.

Me levanté y tomé su mano. Lentamente me acerqué a ella y rodeé su cintura con mis brazos. Ella con tenebrosidad rodeó mi cuello con sus brazos y se acercó a mí. Mis pies y los de ellas lentamente se balanceaban con el acogedor ritmo de esa dulce balada. Al correr de los compases su cabeza se escondió en mi pecho y así bailamos hasta que la canción terminó. Bailamos así dos o tres canciones más, no lo recuerdo. Su perfume nublaba mis sentidos. Solo hacía lo que mi corazón me dictaba.

—Te amo —susurró a mi oído y mi piel se erizó como si un hielo habría recorrido mi espalda.

—¿Qué? —cuestioné de la misma manera.

—Te amo —repitió en un tono tierno—, te amo porque eres mi vida completa —afirmó a mi oído.

Mi mente se nubló y pensé por un momento tirar el plan de ser un conquistador paciente. Quería probar sus dulces labios. Necesitaba saborear su dulce sabor. Quería besarla, lo anhelaba, pero algo en mí me decía que no lo hiciera. Hacía dos años sus labios eran mi único deseo pendiente. Necesitaba besar su boca y sentir que mi mundo era purpura una vez más. Necesitaba que mi corazón latiera a su ritmo y mis sentimientos sean de ella, una vez más.

—Sh… —susurré a su oído— todavía falta el postre —irrumpí el momento.

Regresamos los dos embobados y con deseos de ese preciado beso. Nos sentamos y degustamos el riquísimo mus de chocolate. Hablamos de cosas simples, divertidas y significativas. Ella había cambiado tanto en 2 años. No era la niña insegura que conocí. Es agradable saber que viví ese cambio y que entendí las razones de este. Debo admitir que es una mujer, madura, divertida y sobre todo optimista.

—Son las 11:00 p.m —me recordó—, además el clima no es el mejor —era verdad. Parecía que llovería en pocos minutos.

—Solo un rato más —insistí.

—Si mamá enfurece y me echa de casa, viviré contigo —bromeó ella. Eso era un sí.

—Como gustes, bonita —a veces lo de pendejo se me salía.

Sonsemos unos minutos más, hasta que el viento de una próxima tormenta se desató. Entramos rápidamente al restaurante y allí quedamos tomando algún jugo o algo así. La tormenta pasó y decidimos regresar, aunque seguía lloviendo.

—¿A dónde van? —preguntó la seguridad del lugar.

—A casa —respondí— debemos regresar.

—¿Sucede algo? —cuestionó la belleza a mi lado.

—Las rutas están todas cortadas. La tormenta causó derrumbes en la ruta y no se puede circular hasta que eso se solucione —nos informó. Significa que… deberíamos quedarnos a dormir, ¿no?

—Gracias —respondí y él se fue sin dejarnos salir del estacionamiento bajo techo en el cuál estábamos.

—¡Genial! —dijo ella con sarcasmo.

—Oye, puedes dormir atrás. El sillón se hace cama —le ofrecí— prometo que nada sucederá.

—¿Y tú? —preguntó ella preocupada.

—Puedo cuidarte mientras duermes —comenté sonriendo. Por ella sería capaz de no dormir 1.000 noches seguidas.

—¡No! —se negó— tampoco dormiré —añadió.

—No seas caprichosa —le pedí— duerme, yo estaré bien.

—Duerme tú también —me pidió.

—No, no puedo dormir sentado —le informé sonriendo— enserio, tú duerme yo me encargo de ser tu ángel de la guarda.

—¡No! —se negó otra vez, ¿qué querría?— Ven, duerme conmigo —me pidió ella un poco avergonzada.

—¿Qué? —pregunté asombrado. No esperaba eso.

—Sí, no estarás sin dormir —comentó.

—Está bien —acepté sin dudas. Volvería a sentir su calor y verla dormir angelicalmente entre mis brazos.

Acomodamos el asiento de atrás de modo de convertirlo en cama, o algo así. Busqué una manta que siempre llevaba en el maletero y nos tapé con ella. Nos acostamos, ella me miraba enternecida y yo me perdía en su bella mirada.

—¿Hay razón para que seas tan hermosa? —el ruido de la lluvia, estar aquí juntos y verla así a los ojos… era tan romántico.

—¡No digas sonseras! —protestó ella sonrojada.

—No puedo creer esto —se me escapó de la boca por idiota. Ella me miró extrañada— digo… ¡lo predije!

—Sí, lo sé —afirmó divertida— advertiste que dormiríamos aquí —me recordó yo solo sonreí un poco nervioso.

—Y bien… mañana es domingo, ¿tienes planes? —segundo día de conquista.

—En realidad, no —confesó— ¿tú?

—Tampoco —me negué.

—La noche es encantadora —sí, ama la lluvia. Lo sé.

—Romántica, diría yo —afirmé simpáticamente.

—Así es…

—¿Sabes cuantas noches desee esto? —cuestioné irrumpiéndola—, Añoraba volverte a tener cerca, sentir tu respiración, ver tus hermosos ojos chocolate, sentir tu calor. ___________(tu nombre), todas las noches sueño con volver a estar juntos —ella me miraba encantada, se veía tan adorable.

—¿Sabes lo que soñaba yo? —preguntó divertidamente. Yo me negué con la cabeza, en silencio— todas las noches mientras estaba de novia con Cody planeaba nuestro casamiento —¿Ah?

—¿El tuyo y de Cody? —lo mataré.

—No, bobo —se negó— el nuestro. Tuyo y mío —me explicó. Sonreí como un gran menso—. Estábamos todas las noches en una canoa, en el romántico puente del amor, en la ciudad más embelesante del mundo… Venecia —me comentó ella.

—Venecia —susurré como para recordarlo— hermoso lugar.

—El más bello —comentó sonriendo.

—Te extrañé tanto. Aunque no eres mía ahora, te extrañé —suspiré— demasiado.

—Y yo, Justin —me afirmó— fui una tonta.

—No, enserio. No lo fuiste —me negué a creerlo— tú… me protegías. Además, me sirvió para darme cuenta cuanto te amo.

—Enserio, fui una idiota. Una total imbécil —odiaba que se dijera esas cosas a sí misma. Ella no es nada de eso. Al contrario.

—Muero por hacer algo —comenté.

—¿Qué es?

—___________(tu nombre) —pasé saliva, ya no había vuelta atrás— ¿puedo besarte? —pregunté.

Ella no dijo nada. No se negó. Sonrió levemente y sus ojos gritaban un Sí enorme. Mojé mis labios resistiéndome a parecer un desesperado por sus besos. Lentamente me acerqué a ella. Vi como lentamente cerraba sus ojos y también lo hice.

Reaccioné un segundo después cuando sus labios estaban posados sobre los míos. Sentía el mundo girar rápidamente y mi boca desesperarse por pensar que esto alguna vez terminaría. Sus manos jugaban con mi cabello y su boca bailaba junto a la mía. Tomé con una de mis manos otra de las suyas, la que no jugaba con mi cabello, y mi otra mano la posé en su cadera.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Anónimo: ¡Oh yeah! Aquí el tiempo vuela jaja. Gracias por leer y comentar linda, un beso.

Zucely: ¿Por qué estás en un hospital? :( Pss… no,  no vi los AMA. Porque en mi pueblo no dan el canal donde lo transmitieron (Ciudad de mierda). Pero… vi en youtube el vídeo de Biebs bailando. Morí, morí, morí de tan sexoso que se veía. Además me quedó el: Go Bieber, Go Bieber, jajaja. Es pegajoso. Besotes, linda. Te quiero.

BelieberFever: Hola :) ¡Bienvenida al blog! Pasaré pronto por tu blog, me haré de un tiempo y lo visitaré :) Muchas gracias por leer, besitos linda.

TishuNove: ¡No llores, cariño! :( Pronto estarás una vez más con Biebs jaja. Te quiero, lindura. Besotes.

Mony: ¡Hola, hola belleza! Eres una belleza con 18, mayor de edad jaja. Dile que vuelva al señor Pony, pero… que no sea un chico malo. Te prestaré mi libro de cómo amaestrar animales ficticios, modernos o salvajes. Yo domestiqué un dinosaurio. Se llama Fifi :) ajajajaja. ¡Besos linda! Te quiero montones, amiga (:

Skay: Skay, Saky… una preguntilla: ¿Pasó algo que no comentar con la cuenta del blog? Bueno, espero que no (: . ¡Gracias por tus palabras linda, enserio… es impactante escuchar que soy tu inspiración. Te adoro, linda. Y… pues, no debes dormir tan tarde (sí, lo digo yo que me duermo a eso de las 12:30 o más a veces jajaja. Al otro día ando toda zombie) ¡Besotes, lindura!

Links:

Facebook: http://www.facebook.com/PauAguilar13

Twitter: http://twitter.com/#!/NovePoli_Jb o www.twitter.com/#!/BelieberPoli

Polyvore: http://pau225.polyvore.com/

Msn: pau27_lo.mas@hotmail.com

Blogs: 

"Alguien a quien amar" http://alguienaquienamarjbytu.blogspot.com/

"Aprendiendo a creer en el amor" http://aprendiendoacreerenelamor.blogspot.com/

"Ángel de mi soledad" http://miangeldesoledad.blogspot.com/

"My Galaxy The Art" http://mygalerytheart.blogspot.com/

¡Tengo noticias! (: Más o menos en 1 semana termino las clases y tendré 3 meses de vacaciones (: ¡Subiré prácticamente todos los días! Además… podré vivir al máximo mi flojera jajajjaa. Bueno, linduritas internacionales, las dejo porque debo dormir D: jajaja. Mañana tengo un millón y medio de evaluaciones y como es fin de trimestre y no quiero pasármela en la escuela el verano voy a descansar jiji. ¡Las amo, lindas chicas! Besitos. Las veré pronto.

—Poly—

P/D: COMENTENN!