—La
música y tú siempre fueron mi fuerte —confesó—. Ahora también Jess, y los que
puedan llegar luego —creo que se refirió a más hijos.
—Las
protegeré con mi vida, lo aseguro —sin conocer a Jess personalmente, sabía que
sería la princesa de mi vida. Inconscientemente, puse una mano sobre la panza
de ___________(tu nombre).
—Nunca
nadie encontrará a nadie como tú —murmuró—. Eres el hombre más puro y sincero
que conocí en mi vida, eres dulce y precioso. Justin, vales oro.
—Tú
vales oro, linda —eso y muchísimo más—. Tu sonrisa, tu voz, tu alma. Tú no
tienes precio, eres casi inalcanzable.
—Pero
tú me has alcanzado —me recordó.
—Porque…
—Nacimos
para estar juntos —dijimos al unísono. Ella sonrió ampliamente—. Te amo
—dijimos luego de unos segundos de mirarnos sonriendo.
…1 de febrero…
Ella salió de la
habitación vistiendo así http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=56091415, y me sonrió. Yo ya tenía puestas mis
bermudas y mi polo mangas cortas. Sí, estábamos ya en Sao Paulo.
—¡Qué
linda! —murmuré. Su panza crecía todos los días un poquito. Aún así, ella no
subía de peso. Estaba en su peso ideal y lo decía por sus piernas, no se veía
gorda.
—¿Siempre
que me veas dirás eso? —me preguntó. Yo asentí divertido.
—¡Solo
faltan 13 días y medio! —exclamó emocionada.
—Estoy
tan ansioso —aseguré. Ella me sonrió ampliamente.
—También
yo, aunque nerviosa también —aseguró.
—Dominic
tiene todo bajo control —hasta las sorpresas que yo le había pedido.
—Bien,
¿y ahora? —me preguntó, creo que se refería a qué haríamos.
—No
lo sé —respondí.
—Quiero
mostrarte algo —me informó.
—¿Qué
es? —pregunté con algo de curiosidad. Ella me miró con una sonrisa en el
rostro.
—Escribí
una canción hace unos días —me informó—. Es para Jess.
—Pues,
¿qué esperas? —le pregunté— quiero oírla.
—La
escribí con la guitarra —era raro, hacía mucho no componía con la guitarra. Se
había familiarizado con el piano—. Pero te la canto sin música —me sonrió.
—Suenas
perfecta igual —le recordé.
—La
nuit, (En las noches)
Quand
tout le monde est endormi (Cuando todos duermen)
Votre
visage (Tu cara)
Autour
de là-bas (Ronda por ahí)
Chanter
une berceuse (Cantando una canción de cuna)
Pour
dormir (Para que duerma)
Vos
mains me toucher (Tus manos me tocan)
Dire,
"Ne pas y aller." (Diciendo: “No te vayas”)
Et
mon cœur bat (Y mi corazón late)
Quand
vous dites au revoir (Cuando dices adiós)
Vers
le haut (Sube hasta la cima)
Et
basse nouveau (Y baja otra vez)
Comme
vous le dire au revoir (Mientras dices adiós)
Sourires
sans penser (Sonríe sin pensar)
Ce
matin-là (Que por la mañana)
Tout
va changer (Todo cambiará)
Une
fois de plus (Una vez más)
Far
cry (Llorando lejos)
Marcher
forte (Caminando fuerte)
Comme
la pluie (Mientras la lluvia)
Mouiller
la fenêtre (Moja la ventana)
Une
fée dit (Un hada dice)
Cela
va changer (Que va a cambiar)
Alors
que vous souriez (Mientras sonríes)
Vos
yeux me disent, "Je t'aime" (Tus ojos me dicen: “te amo”)
Et
je ne peux pas laisser (Y no puedo dejarte)
Dos
(Atrás)
Vers
le haut (Sube hasta la cima)
Et
basse nouveau (Y baja otra vez)
Comme
vous le dire au revoir (Mientras dices adiós)
Sourires
sans penser (Sonríe sin pensar)
Ce
matin-là (Que por la mañana)
Tout
va changer (Todo cambiará)
Une
fois de plus. (Una vez más)
Il
suffit de fermer les yeux (Solo cierra tus ojos)
Tout
ira bien (Todo estará bien)
Vous
êtes parfait (Tú eres perfecta)
Et
rien ne peut vous briser (Y nada podrá romperte)
Même
si je suis ici (Mientras yo esté aquí) —la canción era dulce, angelada. Era de
las mejores que ella había escrito, sinceramente.
—¡Me
encanta! —le informé— es hermosa, es perfecta.
—Sabía
que iba a gustarte —me sonrió—. Creo que es lo mejor que he escrito.
—En
eso mismo pensaba —confesé. Ella era buena escribiendo.
—Pienso
incluirla en mi próximo álbum —me informó—. Sé que es personal, pero deseo
hacerlo.
—Se
oirá hermosa —como todo lo que ella cantaba.
—Gracias
—murmuró sentándose en mi regazo—, hace mucho tú no escribes.
—Te
dije que me tomaría un descanso —le recordé. Ella rió—. Es que tú dices me
tomaré un descanso y luego sigues trabajando, es absurdo —era cierto, no lo
nieguen.
—¡Lo
lamento! —exclamó. Yo reí—. Es que no puedo alejarme de lo que me hace bien.
—Nadie
puede —era casi imposible.
—Y
bien —besó mis labios fugazmente—, ¿qué haremos hoy? —me preguntó.
—¿Qué
quieres hacer? —respondí con otra pregunta. Es que no teníamos planes.
—¿Qué
quiero hacer? —volvió a preguntar. Yo asentí—, amaría comprar zapatos hoy —la
miré y fruncí el ceño.
—Ya
ni siquiera usas tacones —le recordé. Ella se encogió de hombros divertida.
—Solo
decía, también tienes muchas supras y no me quejo —me recordó. Yo reí.
—Es
cierto, pero no tantas como tú zapatos —enserio tenía muchos.
—Es
algo en común —me sacó la lengua como niña pequeña.
—¿Entonces
qué hacemos? —volví a cuestionar, esta vez yo.
—Pues,
hoy no tengo opciones de cosas las cuales hacer —respondió con una cara
adorable.
—¿Quieres
salir a pasear un rato? —quizás en el camino encontráramos algo divertido por
hacer.
—Vamos
—accedió.
Salimos
del departamento y bajamos las escaleras. Había sol y hacía calor, pero no
excesivo. Íbamos de la mano, comenzando a caminar por la calle de enfrente al
hotel.
—Brasil
es un lindo lugar —era cierto lo que ella decía.
—Sí,
es verdad —aseguré—. Muy bello.
—Es
increíble, no creí que iba a conocer casi todo el mundo —murmuró ella. Yo
sonreí pensando lo mismo que ella, era asombroso.
—Yo
tampoco creía que sería así —después de todo yo tenía menos oportunidades que
ella. Si no hubiera conseguido la fama, quien sabe qué sería de mí.
—¿Qué
habría sido de mí si no te habría encontrado Justin? —en realidad, nadie tenía
esa respuesta, pero para los dos era una duda muy grande.
—Quizás
no serías famosa —murmuré— o tal vez sí.
—Pues,
no lo creo. Yo no quería la fama —era cierto. La odiaba.
—Y
como te dije, ibas a llegar lejos —ha llegado lejos—, pero eras necia.
—Es
algo que se me inculcó de chica —creo que hacía referencia a sus hermanos.
—Aún
recuerdo como peleabas con tu hermano —me reí recordando sus insultos.
—Michael
la fregaba siempre —se defendió ella.
—También
tú —sus bromas eran pesadas.
—Era
venganza —rió—. Estaba acostumbrada a esa especie de trato, en la plaza los
sábados los hiphoperos eran así y estaba con ellos. Aprendía de ellos.
—Nunca
olvidaré cuando bailabas Somebody To Love —sí, mi canción.
—Lo
recuerdo —rió—. Amaba bailar, sin importar qué era.
—Y
amabas hacer perder a los demás —los dos reímos al unísono.
—Yo
quería ganar —confesó.
—¡Mira!
—le indiqué apuntando una vidriera. Ella volteó rápidamente y vio lo que yo— Es
el poster de promoción de tu álbum con One Direction.
—¡Es
la primera vez que lo veo! —exclamó emocionada— Se ve genial, ¿no crees?
—Alejaría
a los chicos de ti, están muy cerca —bromeé simulando celos. Ella me miró y
largó una pequeña risilla.
—Entonces
no querrás saber sobre el vídeo que haré con Harry —dijo enfatizando.
—¡Oye,
no me hagas odiarlo de ante mano! —le pedí. Ella rió y me abrazó por la
cintura.
Caminamos
un largo rato, apenas eran las 04:00 p.m. cuando regresamos al hotel. Debo
confesar que me emocionaba la idea de que en dos semanas ya estaría casado con
ella, pero por otra parte me daba nervios y no sé de qué. Entré a la habitación
y me recosté. ___________(tu nombre) estaba en el baño.
—Justin
—me habló saliendo del baño. La miré y comencé a reír. Traía unas bermudas
negras mías, el polo que había usado cuando bailé con LMFAO, el que decía “I’m
sexy and I know it”, unas supras (que le quedaban grandes, claro), el cabello
dentro de una gorra, pareciendo que lo traía corto y unos lentes negros—, me
veo sexy, lo sé.
—¿Qué
haces? —pregunté entre risas.
—Soy
Justin Bieber, nena. Amo a mis beliebers y me casaré con todas ellas —me imitó,
hasta caminaba como yo. Juro que no podía dejar de reír.
—¿Es
legal eso, Justin? —pregunté siguiéndole la broma.
—Sé
armar un cubo en menos de dos minutos y sonrío sexy, mira —me sonrió “sexy”.
—Estás
enloqueciendo —yo no podía dejar de reír.
—Estoy
aburrida —se defendió. Hasta vestida de hombre se veía hermosa.
—Ven
—la llamé. Ella se quitó los lentes y arqueó una ceja.
—No
vas a acostarte contigo mismo, ¿verdad? —yo reí ante su pregunta. Era una
sonsa.
—Con
Justin, no —me negué—. Pero con ___________(tu nombre), claro que sí.
—¡Oye,
hoy no! —se negó y rió—. Será hasta el 15 de febrero.
—¡No
se vale! —le informé. Ella me miró raro.
—Mejor
hablemos de lo sexy que soy —yo no era tan vanidoso.
—Sí,
te vez sexy mostrando tus calzones —ella frunció el ceño.
—Debería
usar cinturón, pero no tengo tiempo de comprarme uno —creo que quería que
comprara uno. Yo reí.
—Es
cierto, nunca vas de shopping, pero tu novia sí lo hace —ella rió.
—Es
cierto —aseguró—. Y me molestan tanto sus zapatos en el closet —eso sí me causó
gracia.
—Lo
sé, ___________(tu nombre) compra muchos zapatos —ella rió conmigo.
—Yo
por otra parte, amo besar a las chicas en mis vídeos.
—Pero
amo a mi novia —le reproché—. Ella es la más linda de todas.
—Lo
sé, ella me dijo que te amaba también —qué dulce era.
—¿De
dónde has tomado esa remera? —no recordaba haberla traído.
—Estaba
en tu maleta —se encogió de hombros—. Y le hice unas modificaciones —me avisó—.
Ahora es mía.
—¿Qué
modificaciones? —le preguntó. Ella rió divertida. Levantó su brazo y había
abierto más las mangas, dejando que se viera su brassier. Eso no me gustó,
fruncí el ceño. Volteó y no pude contener la risa. Atrás le había escrito: “Mi
novio es el sexy”.
—Quedó
cool.
—¡Estás
loca! —aseguré ella me sonrió.
Estuvimos
riéndonos un rato, en realidad estábamos aburridos. No sabíamos qué hacer ya
que no teníamos nada entretenido para hacer. Salimos al comedor y nos sentamos
en las sillas.
—Alison
me llamó para proponerme filmar una película después de tener a Jess —me
confesó.
—¿Una
película? —era una buena propuesta.
—Sí
—me afirmó—. De espías. Yo haría de una de las 3 espías.
—¿No
sabes quienes serían tus co-estrellas? —eso también era un buen detonante del
sí o el no.
—Willow
y Vanessa Hudgens —me respondió ___________(tu nombre) —. Ellas ya firmaron, yo
aún no sé.
—¿Y
te gustaría hacerlo? —le pregunté. Ella decidiría, yo no le diría nada.
—Pues,
es una buena oportunidad —eso no fue un no, lo aseguro.
—Eso
es un sí, ¿no? —quise asegurarme. Ella me sonrió.
—Me
gustaría mucho hacerlo —confesó—. Quizás diga que sí.
—No
voy a impedírtelo si quieres hacerlo —le comenté. Sé que si yo decía no, era
difícil que ella diga sí.
—Lo
sé, es que aún debo leer el libreto —eso también era un detonante.
—¿No
sabes el prólogo? —le pregunté.
—No
—me respondió—. Solo sé que me llamaría Katherine —le informé—. También sé que mi
co-estrella será Chris —¿Chris Beadles?
—¿Chris
Beadles? —pensé en vos alta.
—Sí
—afirmó—. Él mismo —me sonrió levemente, creo que eso también la entusiasmaba.
—De
seguro querrá que aceptes —también en su lugar querría ser la co-estrella de mi
mejor amiga. Sería más fácil actuar con ella.
—¿Tú
qué opinas sobre la propuesta? —me preguntó.
—Me
agrada la idea —hacer cine era divertido—. Pero serás tú la que grabará.
…Al
día siguiente…
Desperté
cuando ___________(tu nombre) salía del baño vistiendo así http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=56188973, estaba un poco pálida y
no se veía demasiado saludable. Me preocupó un poco verla así.
—Hola
lindo —me saludó sonriéndome.
—Hola
—la saludé. Al parecer no estaba mal—, ¿estás bien?
—Sí
—aseguró—. Las nauseas son normales en el embarazo —me explicó—. Estoy bien.
—¿Es
temprano? —yo no había visto la hora. Ella miró su reloj.
—Las
08:00 a.m. —me respondió.
—Debemos
ir a buscar los anillos —recordé saliendo de la cama.
—Pues,
cámbiate y vamos —sonreí ampliamente. Me levanté y la besé dulcemente—. Apúrate
—me ordenó sonriendo.
Me
duché y salí vistiendo unas bermudas militares, un polo blanco y unas supras
negras.
Bajamos
hasta la calle luego de desayunar y comenzamos a caminar hacia la joyería.
—¿Dominic
se encargó de las joyas? —me preguntó ella. Según mi información, así fue.
—Sí
—afirmé yo—. Dijo que los anillos eran preciosos —evitando hablar de mi
sorpresa.
—Creo
que ella tiene un buen gusto —trabajaba de esto, supongo que conocía.
—Sería
lo común —dijo mi novia divertida—, creo que es experta en ello —pensábamos lo
mismo.
—Mamá
me regaló los anillos —le informé sonriendo. Mamá enserio, había tenido un
lindo gesto.
—¡Qué
dulce mi suegra! —era raro oírla decirle suegra a mi mamá.
—Oh,
nunca le dices así —pensé en voz alta. Ella me miró acusadora.
—Suena
sexy —rió divertida.
—Dices
sonseras. Luego soy yo el que fuma cosas y dice sonseras sin sentido —protesté
amablemente. Adoraba ver su expresión de sonrisa. Era dulce, tanto como el
algodón de azúcar. Amaba ver su cabello despeinado y su cara sin maquillaje.
—Tú
sí que estabas loquito —habló—. Enserio, nunca has dicho tantas cosas sin
sentido en tiempo —recordó.
—Cambiando
de tema —me puse algo serio—, ¿no estás arrepentida no? —era algo de lo que
quería asegurarme, otra vez.
—¿De
qué hablas? —me preguntó des-encajada. Como si no entendiera por qué preguntaba
eso.
—Si
no te arrepientes de casarnos —reformulé.
—¿Estás
loco, Justin? —me preguntó ella— Claro que no. No puedo arrepentirme de lo que considero
y es lo mejor que me ha pasado en toda la vida. Te amo con mi vida, me haces la
mujer más feliz. Estoy embarazada del hombre más maravilloso del mundo, ¿crees,
enserio, que podría arrepentirme de casarme con la persona que está a mi lado
apoyándome y haciéndome sentir la mejor del mundo? —pues, no. Honestamente, no
creía eso.
—No,
no creo eso —le sonreí calurosamente—. Creo que vamos a ser los más felices.
—Claro
que lo seremos —aseguró y me rió dulcemente—. Seremos la prueba de que los
cuentos de hadas, sí existen.
—¡Qué
linda eres! —exclamé. Enserio, amaba su forma de ser.
—Quiero
que llegue el 14 de febrero, ya —exigió divertida.
Caminamos
un par de cuadras más mientras reíamos de las sonseras que se nos ocurrían,
hasta que un par de fans llegaron. Nos pidieron tomarnos fotos y saben, una
pregunta me hizo flojear en mis pensamientos. Una de las chicas que se habían
acercado a nosotros preguntó con toda naturalidad: “¿Has olvidado que tienes
fans, Justin?”. La miré tan extrañado como pude. Ella sonrió amargamente y
añadió: “Déjalo, no entenderías. Creí que no nos abandonarías jamás. Nosotras a
pesar de ello te amamos”.
¿A
qué se refería? ¿Ella no estaría feliz porque iba a ser padre y casarme? ¿Ella
no querría mi felicidad? Entendía su punto de vista, pero ellas también se
casarían algún día y tendrían hijos. No quería ser grosero y responderle: “Estoy
enamorado de ___________(tu nombre) y no puedo casarme contigo”. Sería echar leña
al fuego y no lastimaría a ninguna de mis beliebers. No podía comparar a mi
familia (en este caso, ___________(tu nombre) y Jess, que viene en camino) con
mis Beliebers. No porque no quisiera elegir, porque se supone que debería
elegir a mi familia. Aún así, mis Beliebers seguían siendo parte de mí. Ellas
estuvieron allí apoyándome para que yo llegara a donde estaba actualmente. No
podría elegir, jamás entre ellas y mi familia. Simplemente, porque las dos eran
parte de mí y no iba a dejarlas.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Lamento no escribirles nada hoy, también la demora. Pero tengo prisa. Las amo :)
Póli.
P/D: COMENTENN!
Si al fin el primer comentario amo tu nove siguela
ResponderEliminarMajo<3
Me encanta siguela! y pasate por mi novela!
ResponderEliminarhttp://believejustinytu.blogspot.com.es/
Besos
-Nats
siguela amo tu novela hace tiempo que la leo solo que he sido como una fan fantasma por eso no he comentado pero pienso que eres la mejor escritora que existe asi que besos cuidate y siguela.
ResponderEliminarRebeca