Capítulo 213°: "Los preparativos". (Parte I)

Almorzamos con mis padres y Lola, estuvimos charlando arduamente sobre la boda. Sospechaba que Justin planeaba una sorpresa para mí. Así que me tomé la libre decisión de hacer lo mismo para él. Iba a cantarle una canción en la boda, pero no cualquier canción. Sino que una escrita para él. En mis tiempos libres había terminado de escribirla, y le pedí a Nerea que me trajera la guitarra. Ella, sin ningún problema, dijo que lo haría.

Luego de almorzar regresamos al hotel, no había planes. Así que nos quedamos en el departamento del hotel con Justin y Lola.

—Cuando sea grande será tan linda como tú —comentó Justin. Estábamos sentados en la alfombra jugando.

—Es parecida a José —obviamente, no sería parecida a mí si yo soy adoptada.

—No lo sé —murmuró mirándola fijo—, es más parecida a tu mamá que a José —Lola alzó la vista y le sonrió chistosamente pensando que él estaba jugando. Justin también le sonrió ampliamente.

—¡Qué sonso! —exclamé al ver que él actuaba como ella.

—Aburrida tu —me describió—. Lola quiere jugar, no leer libros —fruncí el ceño. Él rió y volvió a mirarme.

—No le leo libros —le recordé. Es más, casi nunca veía a Lola.

—Pero lo harías —aseguró—. Por eso, no permitiré que aburras a mi Jessica.

—No aburriré a Jess —lo contradije, él rió—. Puedo ser divertida.

—¿Oíste Lola? —preguntó a la niña. Lola volvió a sonreírle. Era simpática— ¿Tú qué dices? —Lola sacó la lengua e hizo un ruido gracioso. Yo reí. Bueno, los tres lo hicimos.

—Lola no piensa como tú —le informé. Lola era una niña dulce y buena, no como esas niñas que se la pasan llorando o así.

—Ya quisieras —sonrió con orgullo—, ¿pasaremos la tarde aquí? —me preguntó.

—No lo sé —respondí yo—, ni siquiera sé a dónde podríamos ir.

—Dominic me dijo que si nos aburríamos fuéramos a las afueras de la ciudad al parque ecológico que hay —me sonrió.

—¿Quieres ir Lola? —le pregunté. La niña sonrió divertida.

—Brrum —creo que Lola imitaba con su boca el sonido de un automóvil.

—¡Ya vamos! —exclamé. Nos levantamos del suelo y luego cargué a Lola.

—La llevaré yo —me advirtió. Pues, sí no podía cargar tanto a Lola porque me haría mal.

—Está bien —dije pasándosela. Él la tomó y la alzó. Lola, a pesar de no ver a Justin seguido, lo quería. Yo tomé mi bolso del sillón y salimos—. Se te ve bien un bebé —le comenté dirigiéndonos a las escaleras.

—¿Si? —preguntó él divertido. Yo asentí.

—En cuanto no caigas en las escaleras, se te ve linda —él rió ante mi broma.

—Deberá ser así —aseguró. Lola iba jugando con el cuello de la camisa de Justin—, porque Jess deberá verse linda en mis brazos.

—Lo hará —aseguré yo—. Jess se verá hermosa contigo.

Bajamos las escaleras y luego de avisarle a mi madre que nos llevaríamos a Lola, salimos del hotel. Justin conducía y yo iba con Lola alzada en la falda.

—¿Y qué tal vas con el disco? —creo que Justin, después de tanto, se había dado acordado del trabajo.

—Creo que van a amarlo —aseguré sonriendo—. Pero decidí que cantaré en inglés y será, nuevamente, rock lo que cantaré.

—¿Ah sí? —cuestionó— Pues, sigues oyéndote bien.

—Aún así, no sé cuando comenzaré a grabar —confesé—. Luego de que nazca Jess, tengo planeado hacer el vídeo con Harry y, después de una o dos semanas más, comenzaría a filmar la película —mi agenda se reducía—. Aún así, quizás no filme la película. Quizás me ponga a grabar en el estudio. Eso me daría más tiempo para Jess, que será demasiado chica para que esté lejos.

—Es cierto —afirmó Justin—, aún así la película es una buena opción.

—Lo sé —afirmé yo—. Pero no descuidaré a Jessica siendo una pequeña bebé —quizás con apenas uno o dos meses.

—Es tu decisión —estaba segura de que él pensaba lo mismo que yo, solo que no me diría: “No lo hagas”, sabía que no sería capaz.

—No lo haré —aseguré—. Y ni bien pase la boda, le comentaré eso a Alison.

—Lo que para ti esté bien, para mí también estará bien —eso era lo bueno de Justin, que no intentaba recortarme o cambiarme.

—Mañana casi no te veré —cambié de tema. Él me miró rápidamente.

—¿No? —preguntó— ¿Por qué? —para esto ya tenía su vista en el camino.

—Pues, tengo cita en el Spa y estaré con Nerea arreglando detalles sobre el vestido, los zapatos y todo eso —le expliqué.

—No vi que hayas comprado zapatos —me miró otra vez unos segundos y volvió su vista al camino—, ¿no comprarás?

—No —me negué—. Nerea se encargó de eso —él rió.

—¡Diablos! —exclamó—, ¿dónde los podrás? Ya ni lugar tienes.

—Exageras —murmuré.

—Yo sé que amarás mi traje —aseguró Justin sonriendo.

—Sé que no me darás detalles hasta que lo vea —él asintió. Sabía que me encantaban los trajes de vestir de hombres.

—Pues, sabes bien —murmuró—. Así como tampoco me dices detalles de tu vestido.

—De todas formas, sé que te asesoró Nerea —obviamente lograría que combináramos, eso era algo bueno.

—Por eso sé que va a gustarte —rió—. Aún así, no te prestaré nada de él —me sacó la lengua, sin mirarme. Lola rió, creyendo que jugaba con ella.

—Oww, ¡qué tierna eres, Lolita! —hablé. Ella acarició mi mejilla jugando.

—Lolita —repitió y rió—. Suena a una marca de caramelos.

—¡Qué sonso! —protesté— Lolita suena a princesa.

—Son la realeza ___________(tu apellido) —bromeó él—. ___________(tu mamá) es la reina y tú heredarás el trono cuando te cases —yo reí.

—Al menos sí sabes el manejo de las dinastías —sabía que Justin odiaba historia.

—Oye, tan burro no fui —yo reí.

—No dije lo contrario —murmuré—. Al menos te has graduado.

—Como tú —me recordó.

—Claro —afirmé yo.

—Y bien, sabes estoy más que ansioso —era raro oír eso de un hombre.

—Hay algo raro en esto —murmuré yo.

—¿Qué es?

—Que nos zafamos de las despedidas de solteros —él rió.

—Es que todos están casados —excepto Rosadela y Ryan. Los cuales estaban saliendo y, a mi parecer, ya eran novios.

—Es cierto, bueno Rosa y Ryan no —Justin no consideraba a Rosadela de sus mejores amigas, le incomodaba aún el hecho de lo que sucedió en el pasado.

—Pero no harán una despedida de soltera aquí en Brasil —era obvio que no.

Llegamos al lugar donde Justin había comentado que pasaríamos la tarde, no era muy lejos. Tenía muchos árboles, algunos bancos y tenía vista al mar. También se podía entrar a una parte de la selva para conocer, pero no teníamos ánimos de caminar. Así que nos sentamos en los bancos que daban hacia la vista al mar, era bellísimo.

—¿Sabes algo bueno? —le pregunté a Justin mientras Lola jugaba con mis manos y yo la miraba.

—No, dime —me pidió.

—Lola no pasará por lo que pasé yo —y eso me reconfortaba.

—¿A qué te refieres? —creo que esperaba que sea específica.

—Pues, no llorará ser pobre y mucho menos llorará tener a su madre lejos y sus padres separados —Justin me miró con algo de lástima, sus padres estaban separados, siempre lo estuvieron, pero él no sufrió lo que yo sí.

—Es algo bueno —murmuró—. Pero aún así, podrías haber sufrido cosas peores.

—No conocerte, por ejemplo —hablé yo. Él me sonrió.

—Es raro —murmuró él—. Yo nunca pensé en el futuro estando contigo, nunca creí que llegáramos tan lejos.

—Yo… yo no creía que iba a casarme contigo —confesé yo. Él me sonrió.

…Al día siguiente…

Desperté a las 07:00 a.m., Justin había ido al aeropuerto. Me di una ducha, ansiosa. Nerea llegaría a las 08:00 a.m. para ir al spa que ella había conseguido vía web. Luego debería medirme el vestido para mañana. Salí del baño y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=56761708, me até el cabello y decidí no utilizar maquillaje. Bajé a la cocina, Justin aún no llegaba. Seguramente el vuelo de Jeremy, Erin, Bruce, Diana, Jazzy y Jaxon, se había retardado. Desayuné panqueques, jugo de naranja y luego una manzana. Justo cuando estaba terminando de desayunar, Justin entró a la habitación, con Jazzy.

—¡___________(tu nombre)! —exclamó Jazzy y corrió a abrazarme.

—Hola —saludé sonriendo.

—Hola linda —me saludó él y besó mis labios.

—¿Cómo estás? —le pregunté a Jazzy.

—Cansada —confesó ella.

—Lo imagino —también me cansaban los viajes—. Oye, yo me iré enseguida —le confesé percatándome de que eran las 7:50 a.m.—. Nerea viene a las 08:00 e iré al spa.

—Oh, bien —habló Justin—, vienes a almorzar, ¿no?

—Sí —sonreí ampliamente—, llegaré antes de almorzar.

—Bien, almorzaremos con nuestras familias —me informó.

—Ya —acepté—. Luego de almorzar, a las 03:00 p.m. me iré con Nerea a ver el vestido, Jazzy tú vendrás conmigo —le avisé.

—¡Genial! —debíamos ver el vestido, ya que Jazzy llevaría los anillos.

Luego de charlar unos pocos minutos más, bajé con Nerea hacia la recepción. Tomaríamos la camioneta que Justin había alquilado e iríamos al spa. Conducía ella, yo no tenía ánimos de hacerlo.

—¿Fue cansador el viaje? —pregunté. Ella ya estaba conduciendo.

—Un poco —confesó—. Sé que va a encantarte el vestido.

—¡Muero por verlo! —pero sabía que me haría esperar hasta el último momento que ella supiera.

—Es precioso —aseguró—. Lo único, no es blanco.

—¿Qué? —¿cómo que no era blanco?

—Es que no te sienta el blanco —murmuró ella—. Es un rosa pálido, muy pálido.

—Pues, tú sabrás que haces —reí levemente—. Si la prensa me critica, tú tendrás el cargo de conciencia, ¿sabes?

—Oye, no es así —protestó—. Es que nadie va a quejarse —sonrió divertida.

—Has traído mi guitarra, ¿no? —pues, sin guitarra no hay sorpresa.

—Claro que sí —me respondió—. La tengo en la habitación del hotel —me informó.

—Sí, deberás tenerla tú —ya que yo no podía llevarla a la habitación por Justin.

—¿Qué vas a cantarle? —no podía decirlo.

—Es una canción nueva —me limité a explicarle—, se llama “Toujours” (Siempre).

—¡Juro que moriré si es como las viejas baladas francesas que solías cantar! —sonreí al asegurarme de que era lo que esperaría la mayoría.

—Pues… —pausé unos segundos—, sí es así. Al viejo estilo de Edith Piaf —era una vieja cantante francesa, de las mejores.

—¡Moriré! —exclamó— Mucho más si es tan romántica como las que solías escribir.

—No quiero que mueras en mi boda —murmuré. Ella rió divertida.

—Aún es porque no sabes lo que te espera a la hora de la entrada —eso me causó un poco de intriga.

—¿Qué es? —cuestioné. Ella sonrió maliciosa.

—Pues, solo te diré que es una sorpresa en el Ave Maria —joder, Nerea lograba ponerme ansiosa, más de lo que estaba.

—Cambiando de tema —le titulé—, ¿Justin vestirá de negro? —solo quería saber eso.

—No, no —se negó—. El negro no me gustaba para la combinación de tu vestido —pero… el negro combina con todo.

—¿Entonces? —cuestioné.

—Es un color parecido, pero un poco más claro, podría decirse —seguramente gris.

—Ya quiero que sea mañana a las 07:30 p.m. —sí, sería en el crepúsculo y luego, comenzaría la cena y todo eso.

—Sabes, estoy muy orgullosa y feliz por Justin y por ti —confesó mi ex estilista. Una de mis mejores amigas, diría yo—. Yo creo que nacieron para estar juntos —añadió.

—Sabes —sonreí, aunque no pudiera verme—, también estoy orgullosa de nosotros —Justin y yo—. Superamos cosas que no cualquiera supera.

—Es cierto —aseguró Nerea. Sé que ella y Michael iban de maravilla, pero si llegaba mi hermano a engañarla o hacer algo malo… no creo que fueran tan fuertes—. Sabes, tu hermano me propuso matrimonio.

—¿Qué? —exclamé incrédula. No creí que eso fuera a pasar—, ¿cuándo?

—Hace dos o tres días —dijo sin saber—. No sé qué decir —añadió.

—¿Y tú quieres? —fue mi simple pregunta.

—Siendo sincera, sí —respondió y sonrió sin mirarme.

—Pues, dile que sí —aconsejé.

—Me da algo de pena —confesó.

—No seas sonsa —insistí yo—. Vamos, no debes tener pena.

—Es cierto —afirmó—. Cuando lo vea, le diré que sí —dijo alegremente.

—¡Oficialmente serás mi cuñada! —exclamé emocionada. Nerea rió divertida.

—Eso es bueno —murmuró—. Podríamos salir de compras juntas más seguido.

—¡Como extraño comprar contigo! —ella rió.

—También yo —aseguró—. Ya no compro tanto.

—Tampoco yo —era como si recordáramos cosas demasiado pasadas y no eran así.

—Cambiamos —aseguró Nerea—, ya no somos dos chiquillas.

—No puedo creer que mañana sea 14 de febrero —parecía que ese día nunca llegaría, que era demasiado lejano.

—Es increíble —al parecer, todos estábamos en ese papel—. Pero, sabes… es bueno madurar.

—Ahora solo me movilizan Justin y Jessica —mi familia, en resumen.

—Y son las prioridades de cuando uno se convierte en adulto, amiga —muchas personas no lo hacían hasta después de los 25,  y yo con 19… sentía las ganas necesarias de hacerlo.

—Mi vida es la música, pero sabes que estoy dispuesta a dejarla si tener a Jess me lo pide —a todo mundo eso le parecía una locura.

—Será tu obligación como madre, ___________(tu nombre) —era lo bueno de Nerea, que ella pensaba en frío. Sin poner pasiones de por medio—. Si Jess, necesita cuidados que te impiden la música, tendrás el deber de dejarla —la música, claro.

—Ya pasé esa etapa —y terminó justo el día en que supe que tendría a Jessica—. Sigo amando la música, pero mi prioridad ahora son Justin y Jess.

—Y eso está más que bien, amiga —aseguró Nerea con una dulce voz—. Por más lejos de la música que estés, tus fans siempre estarán ahí.

—Amo a mis fans —muchísimo porque ellos eran mi apoyo—, pero hay cosas que me decepcionaron.

—Lo sé —afirmó Nerea—. Es que no pueden afrontar que crezcas en tu vida privada, ___________(tu nombre). Ellos aún tienen la esperanza de formar parte de tu vida en un círculo intimo y creen que cuando te cases, eso será imposible —entendía eso, pero como ellos lo harían… yo tenía el derecho, ¿no?

—Muchos de ellos me odian —comenté algo afligida.

—No es así —se negó Nerea—. Es que ellos aún no asumen que vayas a casarte.

—Si tan solo pudieran estar un momento en mi lugar —deseé.

Llegamos al spa, Nerea aparcó y bajamos. Unos cuantos paparazzis se encargaban de sacarnos fotos. Solo no hicimos caso y entramos. Seguramente hoy mismo, por la tarde, sería el centro de críticas de los paparazzis y apuesto a que el título del álbum de fotos o el artículo sería: “___________(tu nombre) demasiado desarreglada en previa a su boda”. Nerea pidió la reservación en el spa.

Nos hicieron manicure, mascarillas para la piel, el baño de lodo el cual rejuvenecía la piel. Nos retocaron la depilación con el laser, masajes de relajación y luego nos indicaron que en la terraza teníamos reservado un lugar para tomar sol. Así que nos dieron un par de bikinis que le brindaban a cada paciente que iría a tomar sol y nos fuimos a la terraza.

—Hace años que no tomo sol —confesó Nerea, yo reí divertida.

—Tampoco yo —confesé— y creo que será la primera vez de Jess.

—Muero por conocer a mi sobrina —sí, ella ya se consideraba su tía.

—También yo —reí.

—Oye, y… Justin no ha confesado a dónde te llevará, ¿verdad? —preguntó curiosamente mi amiga.

—Solo sé que a Venecia y Brujas —respondí—. El tercer lugar, no quiere confesarlo.

—¡Oh, qué cruel! Y de seguro lo dejó para último —pues, sí así era.

—Así es, Ner —me quejé divertida—. Me hará sufrir.

—¡Qué malo! —exclamó entre risas.

Luego de estar un buen rato allí, bajamos. Nos dimos una ducha y luego fue tiempo de regresar. En el hotel, según el mensaje de texto de Justin, almorzaríamos nosotros dos, Jeremy, Erin, Jazzy, Jaxon, Diane, Bruce, Michael, José, Nerea, mi madre, mi padre, Lola, Pattie y Richard. Al llegar al hotel, Nerea se fue hacia su habitación, con Michael supongo. Yo subí al departamento. Justin me había dicho que estaba con Pattie en el patio, pero yo iba a cambiarme, ya que estaba sucia del protector solar. Me di una ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=56830830. Me volví a recoger el cabello en un moño alto y bajé. Me dirigí al jardín del hotel y pude divisar a Justin con Pattie sentados en una de las mesas. Así que me dirigí hacia ellos.

—¡Hola! —saludé, especialmente a Pattie.

—¡Cariño! —dijo ella, Justin me sonrió. Pattie se puso de pie y me abrazó— Qué linda luces.

—Hola, mi amor —saludó Justin y besó fugazmente mis labios.

—Acabo de llegar —confesé—, ¿qué hacen? —faltaba poco para las 12:30 del medio día.

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Bien, aquí les dejo el ante-penúltimo capítulo para la boda jiji. Las amo :)

Mony: Gracias (: recuerdo cuando eras la primera y única que comentaba, ¡enserio gracias! Porque más que una lectora, tienes en claro que eres mi amiga. Por más distancia que nos separe, te quiero y también te mando un súper abrazo. Gracias y te adoro, hermana Belieber (:

Lulaa: Mira, yo no tengo problema en que adaptes mi novela en una página de facebook, siempre y cuando pongas créditos. Es decir que pongas el link de donde has sacado la nove y mi nombre :) solamente eso. Y… si quieres pásame la pág, por si tienes más novelas (es que me gusta leerlas jiji). Un beso :)

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— Poly—

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