…Al día siguiente…
Justin había
dormido conmigo, pero ya no estaba en la cama. Me desesperé otra vez como ayer,
pero intenté calmarme primero. Entré al baño, me di una ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=46651329&.locale=es. Me até el cabello en una coleta alta y
bajé a la cocina.
—Buenos días —me
saludó Justin.
—Hola —saludé.
Estaba frío, otra vez. Distante, seco. Eso me dolía.
—No te vi anoche —me
informó. Claro, cuando él llegó seguramente yo dormía.
—Lo sé —afirmé
mientras me sentaba en la silla—. Regresé a las 11:00 de cenar con Harry —le
avisé— y tú todavía no estabas aquí.
—Llegué a las 11:45
—me informó—, ¿saliste con Harry Styles? —creo que eso sonó a celos.
—Sí —afirmé—. Me
invitó a cenar —no tenía nada de malo, solo éramos amigos.
—¿Haces algo hoy? —a
pesar de que él intentara actuar como siempre, estaba frío.
—Sí —afirmé—. Tengo
que ir al estudio a la tarde y luego a la prueba de vestuario con Ner.
—Esperaba que
fuéramos a la playa —me comentó. Lamentablemente, no podría ser hoy.
—No puedo ir hoy —le
anticipé.
—Nos invitó la
vecina —prosiguió y una fierecilla rasguñó mi pecho. Eran celos—. Es nueva, se
llama Rosadela, nos invitó a hacer surf en la playa —añadió.
—Pues, no puedo ir —repetí.
—Está bien —sé que
no se conformó con mi simple “no puedo” —. Pero… ¿puedo ir? —cuestionó como
niño pequeño— Hace rato tengo ganas de ir —me explicó.
—No lo sé, Justin —no
me agradaba la idea. Sí, soy celosa. Me levanté de la silla sin haber
desayunado. Eran las 07:00 a.m.—. Me voy a correr —le avisé—. Haz lo que desees
hacer —lo dije algo pendeja, pero… era lo que deseaba contestarle.
Me quedó viendo
pasmado allí, como si algo que hice lo hubiera desorbitado, tal como él lo hizo
ayer. Tomé mi I-pod y salí. Justin se estaba comportando de la manera en que
menos esperaba, la manera que odiaba. Salí de casa y conecté los audífonos a mi
I-pod. Comenzó a sonar “Ella — Tan Biónica”. Sí, escuchaba música en español,
es que era pegajoso y además de ello lograba entenderlo con claridad. Tomé
rumbo hacia el lago, eran unos cuantos kilómetros si tomabas el desvío largo.
Así que comencé a correr por ese camino.
Justin queriendo ir
a surfear con la nueva vecina, ¿quién será ella? Una rubia voluptuosa, parecida
a barbie. Quizás, no lo sé. A Justin no le gustan las rubias, le gustan
morenas. Quizás sea una morena sexy que intenta robarme a mi prometido. Pues,
debo investigar. Debo saber quién esa tal “Rosadela” por la cual Justin estaba
tan baboso hoy. No acepto el cuentito de que solo quiere ir a surfear, está
bien claro que no es así. Que Justin solo quiere ver a esa tipa en maya
mojándose con el agua salada de la costa, ¡vamos! Es un hombre, nunca actuó
como una fiera pendeja. Pero… me molesta que esté baboseándose por esa. No
quiero perderlo.
A cosa de casi 45
minutos, ya estaba llegando a casa después de correr 10 kilómetros. No estaba
cansada, entré y Justin estaba en la sala. Algo desconcertado me miró, aún me
veía con cara de perro mojado. Pero sé que quiere ir a surfear con la tipa eso
y, créanme que, me sigue molestando esa actitud de pendejo que tomó.
—Oye, linda —me
habló. Lo miré detenidamente, fría y distante. Tal como él me miraba y hablaba
ahora.
—¿Qué? —pregunté.
—Me iré a las 12:30
—me avisó. Fruncí el entrecejo, ¡estaba siendo un pendejo total!—. Descuida,
volveré a las 05:00 —aseguró.
—Me voy a las 04:00
—afirmé—. Tengo ensayo con los chicos —entonces vi como él se ponía de pie
furioso.
—¡Estás evitándome!
—afirmó, como si fuera yo quien se va a surfear con el vecino.
—¡Claro que no! —grité
también— Eres tú el que actúa como pendejo —afirmé—. Yo solo estoy haciendo mi
trabajo.
—¡Cenar con Harry
Styles no es tu trabajo! —era por lo de Harry, debí suponerlo.
—¡No! No lo es —claro
que no lo era—, pero tampoco es tu trabajo surfear con la vecina —mascullé de
la misma forma.
—¿Qué piensas? —preguntó—,
¿Qué voy a sacarte la vuelta?
—¡No lo sé, Justin!
—nadie lo sabía— Estás actuando como un mujeriego ahora mismo, ¿qué pretendes?
¿Qué me ponga mi bikini y vaya a espiarte para ver si besas o no a la vecina? —le
pregunté irónica.
—Se supone que
confías en mí —bien dicho, “se supone”.
—Se supone que no
vas de surf con la vecina cuando tu novia no puede —le retruqué. Él rió
irónicamente, me dio cólera.
—¡Estás paranoica!
Eso es lo que sucede —aseguró como si solo fuera eso y ya.
—¡Vete al diablo! —sé
que me pasé de la raya. Lo había maldecido, sin siquiera detenerme a pensar dos
segundos mis palabras.
Apretando los dientes
salí de la sala, ¡odiaba pelear con él! Odiaba que actuara como si fuera un
pendejazo; ¡estaba siendo un idiota conmigo! Y lo peor, es que hasta hace 2
días… hasta pensé en adelantar la fecha de casamiento, ¿si todo lo que
planeamos fue un error? ¿Si Justin me cambia por esa vecina a la cuál ni
siquiera conozco?
Tomé mi teléfono y
subí. Me metí en el baño, me duché rápidamente para quitarme el sudor y me
cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=46653150&.locale=es. Me peiné con una trenza al costado y tomé
mis lentes de sol negros Ray Ban. No tenía ganas de pelear más, así que decidí
hacer una visita sorpresa donde mi hermano y Nerea. Bajé y la presencia de una
morena, alta, bronceada, de cabello oscuro y ojos cafés me sorprendió.
—Hola —saludó la
chica.
—Hola —respondí
distante, seca.
—Soy Rosadela —la
cara de Justin estaba pálida, esperando que no la insultara.
—Un gusto —dije a
las puras.
—¿A dónde vas? —me
preguntó Bieber.
—A casa de Michael —en
realidad Mich vivía ahora donde mamá antes—. Almorzaré con los chicos —le
avisé. Habíamos quedado así ayer. Ya que querían que escuche los demos
editados.
—¿No vendrás? —preguntó
algo enojado Justin. Rosadela miraba algo incómoda.
—No —me negué—.
Puedes almorzar con la surfista —me referí a la chica ésa—. Tienes buena
compañía —proseguí.
—¡___________(tu
nombre) no!
—¡Ya calla, Justin!
—interrumpí y sonreí falsamente a la muchacha— Suerte con las olas, cariño —mi
falsedad era mucha hacia ella.
Salí de casa con
ganas de arrancarle los pelos a la muchacha parada en la cocina de mi casa,
pero no podía. Debía tener educación, o eso supongo. Me subí a mi auto y
conduje fuera de casa. No sabía qué reacción tendría si se me ocurría quedarme
allí dentro con la tipa esa y Justin actuando como lo hace estos días.
Antes de ir a casa
de Michael, pasar frente al centro comercial me tentó a ir de compras. Un
remedio infalible para una mujer. Bajé y entré. Estuve dos horas allí dentro.
Recorrí todas las tiendas, compré todo lo que puedan imaginarse, pero no sin
antes llamar a Rob para que estuviera conmigo.
Fue una mañana
loca, pero seguía mal por lo que Justin me hacía. Visité a mamá, quien se iba
hoy, y también a Michael. Cuando la 01:00 p.m. estaba ya en el restaurante
esperando por Louis y Liam, ellos eran quienes me mostrarían los demos.
Después de un día
agitado, regresé a casa. Abrí la puerta y Justin con esa tal Rosa estaban allí.
Ella sonrió nerviosa y él me miró algo enojado, con el entrecejo fruncido.
—Yo… ya me iba —dijo
ella y salió antes de que yo cerrara la puerta. Volteé y cerré.
—Saldré con Harry y
Caroline hoy —le avisé—. Estás invitado si quieres.
—¿Caroline? —creo
que olvidaba quien era novia de Harry.
—Caroline Flack —respondí
con palabras severas, estrictas. Secas.
—Oh, la novia de
Styles —los dos estábamos distantes. Como si no fuéramos prometidos, solo
conocidos.
—¿Irás? —me
apresuré a responder. Debía ducharme, cambiarme y luego ir.
—Sí, vamos —aceptó.
Solo creo que lo hizo para que no le reprochara que sí quisiera salir con la
estimada nueva vecina.
Sin responder o
escuchar nada, subí las escaleras, dispuesta a darme una ducha. Luego de
ducharme, me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=46658645&.locale=es y al salir a la habitación, Justin esperaba
por mí.
Narra Justin:
Sabía que había
actuado mal, lo sé. Pero no pude negarme a ir con Rosa a la playa. Ella es
linda, divertida, simpática, independiente, es una muchacha atractiva y no pude
resistirme a la idea de ir a surfear con ella a Malibú.
___________(tu
nombre) salió vistiendo un vestido lleno de flores, con un escote bastante
provocativo. Yo ya la esperaba cambiado, unos jeans negros, remera blanca, saco
de smoking marrón claro y zapatillas negras. Quería hablar con ella, no quería
que peleáramos.
—__________(tu nombre)
—la hablé. Ella solo me dio la atención con sus ojos, porque no emitió ninguna
palabra—, lamento mucho lo de hoy —me disculpé.
—¿Te has divertido,
Justin? —preguntó echándome en cara que había ido a surfear con Rosa. Como si
me comportara como un pendejo.
—Enserio, no quiero
pelear —le anticipé.
—Tampoco yo —me
afirmó ella—. Pero… —habría deseado que termine con el tampoco yo. Sin peros—
me has dejado como la sacada de onda, seguramente toda la presa ha dicho que me
sacas la vuelta con esa —se refirió a Rosa.
—La prensa no está
hablando de mí —al recordar las noticias me enfurecí otra vez—. La prensa está
hablando de tu pegajosidad con Harry —y odiaba eso.
—¡Y ahora me
gritarás que te saco la vuelta con él! —dedujo nerviosa.
—No —me negué—.
Aunque muera de celos sé que no es así —o eso es lo que espero.
—Pues, me da un
cuerno lo que la prensa diga —me avisó ella furiosa—. La prensa no lidia con
que su prometido se comporte como un idiota yendo a surfear con una vecina por
la cual babea todo el día —¿tan obvio era?
—___________(tu
nombre) yo te prometo que…
—¡No! —me
interrumpió— No necesito escuchar promesas absurdas —me informó ella—. Solo
decídete rápido, ¿sí? Al menos antes del 14 de febrero. Porque después de ese
día, si me sacas la vuelta te pesará Justin. Lo juro, por más que te ame con
locura, te pesará mucho —estaba viendo agua donde no hay.
—Pero yo no tengo
nada con ella —ni mucho menos.
—No soy estúpida —claro
que no—. Me doy cuenta de la clase de ojos que pones cuando la mencionas. Te
trae loco y apenas hace dos días la conoces —era el sexto sentido femenino,
¿verdad?
—No quiero alejarme
de ti —nunca querría eso.
—Avísale a tus
acciones —me aconsejó mientras caminaba hacia el tocador para cepillarse el
cabello—. Porque con cada cosa que haces, te alejas más y más —eso… era verdad.
Pero ella también lo hacía.
—Tú también lo
haces —me quejé.
—No, no es así —negó
ella—. Yo solo estoy haciendo mi trabajo. Sé que te molesta que trabaje con los
chicos —solo eran celos—, pero no puedo negarme. Es mi trabajo y debo hacerlo.
Yo no voy a surfear con Harry porque tengo ganas…
—Pero sí a cenar —la
interrumpí para defenderme.
—Tú te habías ido
sin siquiera ofrecerme llevarme contigo al canal —me sacó en cara—. Harry me
invitó a cenar, solo comimos una hamburguesa y me trajo a casa, ¿hay algo malo?
—preguntó.
—No, igual como que
yo vaya a surfear con Rosa —le expliqué.
—No es lo mismo —repitió—.
No es lo mismo porque te gusta ella, Justin. Admítelo —me pidió volteándose a
verme directo a los ojos.
—No —me negué.
—¿No qué? —preguntó
ella.
—No me gusta —o sí.
No lo sé.
—No te creo, Justin
—me informó ella—. No te creo. Vi como la mirabas, conozco esa mirada.
—___________(tu
nombre), yo te amo a ti —le recordé. Por algo estaba por casarme con ella.
—Pero te atrae ella
—se lamentó y se dio vuelta para seguir peinando su cabello. Me parecía raro
que lo tome con rabia y rencor. Guardé silencio, un silencio que seguramente
para ella es más molesto que mis palabras. Pero no podía negar lo que ella
afirmaba, porque era verdad y no iba a mentirle—. Sabes que… Justin —suspiró y
volvió a voltearse hacia el tocador—. Si te gusta, solo ve con ella. No te
obligaré a nada. Pídele a ella que te ame, pídele a ella que te de todo lo que
yo fui capaz de darte. Yo no me interpondré —___________(tu nombre) estaba
llevando las cosas al extremo.
—Estás exagerando —corregí
que dejara de pensar en tanto.
—Lo digo enserio —afirmó
mientras se delineaba su ojo derecho.
—¿Lo tomas así? —pregunté
confundido y me puse de pie— ¿ya no me amas? Por eso es que haces esto, me
dejas ir y te haces la superada, ¿verdad? —creerá que estoy dando vuelta las
cosas, pero… es lo que me da a pensar ella.
—¿Eso crees Justin?
—me preguntó dejando el delineador con rabia sobre el tocador y volteándose a
verme con ojos de dolor y furia—. Tú crees que todo esto me encanta, que me
siento bien y que podría salir con otra persona ahorita mismo, ¿verdad? Pues,
no —se negó.
—Lo lamento,
enserio —me disculpé—. Yo no soy así tú lo sabes.
—Sí —me interrumpió—.
Actúas como un real inmaduro.
—Lo siento, enserio
linda —me acerqué a ella y la abracé por la cintura.
—¿Te gusta? —se refería
a Rosa. Mi corazón se detuvo, pero… no podía gustarme Rosa. No la conozco, es
linda sí, pero ___________(tu nombre) tiene razón, nunca nadie me dará lo que
ella me dio.
—Es linda, pero —suspiré
y sonreí amargamente—, yo no puedo hacerte esto. Yo te amo a ti —sus ojos se
veían sin brillo, opacos, distantes. Como si una capa enorme de hielo los
cubriera ante mí. Ella se acercó hasta mi mejilla y besó la comisura de mis
labios.
Me avisó que
debíamos irnos. Así que yo conduciría. Conduje en un total silencio, incómodo
por momentos, hasta un restaurante al centro de Hollywood. Al llegar aparqué y
bajamos. El restaurante era bello, nunca había venido. Entramos y ella pidió
una reservación, al nombre de Styles. La mujer rubia cuarentona de cabello
ondulado, nos dirigió hasta una mesa alejada donde estaban Caroline Flack, la
novia de Harry, y por supuesto, Harry Styles.
—Buenas noches —saludé
sonriendo.
—Hola —saludó
Caroline al unísono de Harry.
—Hola chicos —dijo
___________(tu nombre). Tomamos asiento y Harry se le quedó viendo a MI novia
como si fuera un plato apetitoso de bocadillos recién horneados. Era ahora
cuando sentía la necesidad de ponerle mi saco para cubrir ese escote y mi
pantalón para sus piernas.
—¿Qué ordenamos? —cuestionó
la mujer de casi la edad de mi madre. Harry estaba demente para salir con ella.
—Pasta —dije yo.
—Sushi —respondió
___________(tu nombre).
—Carne asada —dijo
Harry.
—Yo solo una
ensalada —se contó a sí misma Caroline.
—¿Quién va por las
ordenes? —preguntó Harry simpáticamente.
—Voy —se ofreció mi
prometida.
—Vamos —se apresuró
Harry.
Ellos dos se
levantaron y salieron hacia donde pedirían las órdenes. Caroline sonrió
levemente, creo que estaba comenzando a odiar la forma en que su novio, quien
podría ser su hijo, trataba a mi novia.
—Te molesta, ¿no? —le
pregunté a ella. También me molesta a mí.
—A mí nunca me
trató así —se resignó a responder mientras me miraba a mí—. La trata como si
fuera su novia ella.
—Sé lo que molesta —sé
bien lo que se siente. Y seguramente esto era lo que sentía ella hoy cuando
Rosa estaba en casa.
—Harry es así con
la mayoría —aseguró su novia—. Pero sabes lo que dicen, con 35 años, solo debo
soportarlo y hacer como si nada, porque soy una mujer y él… solo un niño de 21 —suspiró
agobiada y sonrió amargamente.
—También lo quieres
—deduje en voz alta.
—Claro —aseguró—.
No habría estado tanto tiempo con él si no fuera así —era verdad.
Decidí no
proseguir, los celos estaban matándome, no quería que estuviera tan pegajosa
con él. Era mi novia, no la de Harry.
Cenamos charlando
sobre anécdotas del trabajo o solo comentarios sonsos que Harry hacía.
___________(tu nombre) reía con cada uno de ellos, mientras Caroline y yo, solo
nos tragábamos el nudo de insultos en la garganta. Eran las 11:15 p.m. y decidimos
irnos. Mañana sería un día pesado, ___________(tu nombre) tenía que ir al
estudio en la mañana y mamá iría a cenar por la noche.
—¿A qué hora te vas
mañana? —le pregunté mientras ella se acostaba y yo me comenzaba a quitar la
ropa para dormir.
—Las 09:00 —me
respondió ella.
—Amor —la hablé.
Ella volteó a verme ante el silencio que prolongué para que ella me mirara—, no
quiero estar mal contigo.
—Tampoco yo —aseguró
ella.
—Te amo —suspiré.
Había sido un día lleno de discusiones y odiaba eso.
—También yo —me
respondió ella. Mientras me acostaba besé fugazmente sus labios.
…Al día siguiente…
Narra ___________(tu
nombre):
Desperté a las
07:30. Estaba cansada, no podía terminar de descansar bien, no estaba alimentándome
bien y estaba haciendo más actividad física de la que debía. Esto sonaba mal,
debía alimentarme bien si no quería recaer.
Me dirigí al baño y
me paré frente al espejo. Tenía ojeras y mis ojos se veían tristes. Estaba
triste, no podía asimilar la idea de la vecina. No podía hacer más que
aferrarme a la idea de que quizás, éstos serían los últimos días que Justin
pasaría a mi lado. Estaba odiándome a mí misma por hacer que de alguna forma,
Justin recurriera a la vecina, vecina no tan vecina ya que está a bastantes
kilómetros lejos de casa, detrás de todo el bosque, aún así vecina.
Ayyyy no que tristeeeee! Jajaja, te dije que estaria pendiente del maratón y pues aqui estoy(:
ResponderEliminarLa entrada está super intensa! Jaja digna de una super escritora;)
Aqui estare esperando para leer el proximo;)
Te quiero(:
poly... no puedo maas estoy llorando este capitulo es muuy triste pordioos esque me dolió y todo! que yo y justin peleasemos :( bueno no quiero que la termineees porfiiis! esta geniaal bueno sube prontooo teamo (L)
ResponderEliminarskfjakj Sigue La Maraton Poly
ResponderEliminarholii poly:
ResponderEliminarvolvii y con mas ganas pero cuando lei el cap de hoy me vino la depresion de vuelta.....yo soy muy sencible pero nunca lloro..pero si me deprimo-.-
me encanta tu nove.....me dio mucha tristeza la pelea de juust y rayiis LOL....
bueno quiero decirte que seguire comentandote en todas las novelas que hagas!!
y lo siento mucho que no te comente en los caps anteriores...es q como ya te habia dicho estaba medio baja!pero volvi a la normalidad!!
te super quiero!!!!
eloiisita riffler
pd:prometo no fallarte nunca!