Capítulo 177°: "Si vous aimer deux personnes, séjour avec le second. Parce que si vous avez aimé dès la première fois, vous n'aviez pas tombé en amour avec le second".

—No quiero perderte —repetí palabras que ayer dije.

—Tampoco quiero eso, Justin —me informó ella acercándose a mí.

—Mamá vendrá hoy —le recordé mientras deslizaba mi dedo por su mejilla.

—Lo sé, lo recuerdo —aún después de todo, nada era igual. No sé porqué, pero nos quedaba algo pendiente.

Sin pedir permiso o anticipar mi acción, la estreché entre mis brazos atrayéndola hacia mi cuerpo. Su calor era incomparable, ¿cómo pensar en enamorarme de alguien más? Si todo lo que tengo es la perfección. Mis labios rápidamente buscaron apoderarse de los suyos y ella no se resistió. La besé, ella me besó. Pero… no sentí la magia que siempre sentía, no sentí ese calor, ese sentimiento. ¿Ya me habría enamorado de Rosadela? 

…La noche del mismo día…

Narra ___________(tu nombre):

Me duché y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=46809476&.locale=es. Bien, me dije a mí misma, esta noche debía actuar como si nada pasara. No creo que Justin quiera que Pattie se entere de nuestra distancia con Justin, mucho menos de Rosadela.

Tomé mi teléfono y mientras tarareaba una canción que se me había pegado últimamente, One Thing — One Direction, bajé las escaleras. ¿Por qué diablos tenía que cantar tantas veces esa canción? Al llegar al recibidor me dirigí hacia la sala. La tv estaba encendida.

—¿__________(tu nombre y apellido) con Harry Styles? —mierda, me senté en el sillón rápidamente para escuchar con atención las huevadas que dirían— Hemos visto a esta señorita salir reiteradas veces en los últimos días con Harry Styles. Primero lo llevó a su hotel, salieron a cenar, la acompañó a comprar zapatos y Harry ha llegado varias veces a casa de ___________(tu nombre), que cabe informar que esa casa la comparte con Justin Bieber, su novio hace unos cuantos meses después de una separación de algunos años. Nos preocupa como puedan tomar esto Justin y la novia de Styles, Caroline Flack, ¿estarán Harry y ___________(tu nombre) siéndoles infieles a sus parejas? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que pronto One Direction y ___________(tu nombre) se subirán a una gira juntos, la cual promete ser muy exitosa y venderá muy bien. Esperemos que solo sea un rumor y que éstos dos chicos no estén siéndole infieles a nadie.

—Y bien —era la voz de Justin, esto si iba a estar feo—, ¿tienes algo para decir? —preguntó. Volteé y lo encontré allí parado, parecía furioso.

—¿Qué, decir qué? —pregunté mientras me ponía de pie— Eres tú el que debería decir algo, ¿no? Tú sabes que tengo una amistad con Harry y que eso puede implicar que le pida que me acompañe a comprar 3 míseros pares de zapatos —le informé algo nerviosa. No nervios de que descubran algo, en realidad me daba igual. Yo no hice nada malo. Nervios de rabia, ira.

—¿Y yo, qué te diría de qué? —cuestionó él algo confundido.

—Eres tú el que ahora ni siquiera se levanta a saludarme por las mañanas cuando me voy —le retruqué—. Claro, pero sí puedes levantarte para llevar a Rosadela a casa de sus padres, ¿qué diablos te pasa Justin? —le pregunté con rabia.

—Ya… ya no es lo mismo —se limitó a responderme.

—¿Es todo lo que dirás? —le pregunté— Ya no es lo mismo —repetí por lo bajo sus palabras.

Mi corazón se había quebrado, no había caído pero una palabra más y debería recoger los pedazos en el suelo. Mis ojos se humedecieron rápidamente y las lágrimas bajaban desesperadas por mis mejillas. Me faltaba el aire y sentía todo distante, tan distante como si estuviera en la nada misma y tuviera lo tangible lejos, a millas de mí.

—Esto no se siente bien —le aseguré mientras él solo se encargaba de mirarme—. Dile a Pattie que la aprecio mucho, pero que mi mierda de vida no me permite hacer más que irme de aquí —le pedí a Bieber.

—¿Qué harás? —cuestionó tomándome por el brazo.

—Me iré —aseguré entre lágrimas, mi voz ahogada y en un hilo hizo que sonara aguda. No podía más. Esto recién comenzaba y no quería seguir. No quería dolor, no. Ya no más.

Los ojos de Justin se cristalizaron más rápido que los míos minutos antes. Noté como se le cerraba la garganta y las palabras no le salían. No, yo ya no soportaría tal dolor. Me solté de su agarre y corrí hacia las escaleras. Subí, rápido. Tan rápido como pude. Me metí en el baño, me lavé la cara, pero fue en vano. Seguía llorando como una niña desconsolada. Metí algunas prendas en una maleta, no era ni la mitad de mi ropa. Pero no me importaba, luego mandaría a alguien por todo lo demás. Bajé y Justin estaba en la sala, sentado en el sillón. Llorando.

—Te vas —aseguró él con la voz tenue.

—Serás feliz —me dolía decirlo. Pero a él le gustaba ella.

—No, sin ti no —cómo saberlo, ¿cómo saber que no mentía?—. ___________(tu nombre), yo te amo a ti, cariño.

—No me digas cariño —le pedí, no enojada. Solo no quería que nada me atara a él. Aunque sé que es imposible, mi vida depende de él—. Gracias, Justin. Enserio, gracias por ser tan lindo conmigo —las lágrimas corrían cada vez más locas y mi garganta se cerraba más y más.

—¿Estás dejando ir todo lo que vivimos? —me preguntó poniéndose de pie.

Narra Justin:

Ahora es cuando entiendo que no quiero que esto pase. Es cuando quiero retroceder el tiempo y jamás haber conocido a Rosadela. Diablos, ¡estoy echando todo por la borda!

—Yo no quiero sufrir —me informó ella.

—Yo sufriría sin ti —corregí su idea de que sería feliz. En realidad, ni siquiera conozco a Rosadela. Solo sé su nombre, que tiene 20 años, le gusta el surf y solo está buscando entrar a una universidad.

—¡Tú estarás bien! —aseguró algo ahogada entre lágrimas. Odiaba verla llorar. Aunque mis lágrimas también eran partícipes de la escena. Nunca había sentido tanto dolor dentro de mí.

Yo no quería que se hundieran tantos sueños. Yo no quería verla irse, dejar la idea de que será la mujer que me acompañará toda la vida y será la madre de mis hijos. Yo no quiero que ella se vaya, pero… fui yo el culpable de que ella llore así, de que ella tome la decisión de irse a no sé donde, lejos de mí. Fui yo el culpable de que ella últimamente pase más tiempo con Harry Styles que conmigo. Fui yo el único idiota culpable que hundió su vida en la desdicha.

—Yo no estaré bien sin ti —repetí—. Por favor, ___________(tu nombre), linda voy a alejarme de ella. Lo juro. Pero no me dejes, no te vayas —le rogué. Ella se acercó hasta mí y solo enredó sus brazos por mi cintura y escondió su cara en mi pecho.

Sus lágrimas caían sobre mi polo, poco me importaba ese detalle. Sollozaba en mis brazos, la rodeé yo también con los míos apretándola sobre mi pecho. Yo no podía vivir sin verla todos los días, sin sentir su voz, sin tocar su piel. Yo no podría sobrevivir sin ella. Simplemente sería imposible para mí.

—Lo lamento —me disculpé—. Enserio, perdóname. Te prometo que la alejaré de mí todo lo que pueda.

—¿Y si no puedes? —preguntó ella apartándose de mí para que yo pudiera ver sus ojos llenos de lágrimas—. ¿Y si ya estás enamorado de ella? —sentí una punzada en el corazón. Yo… yo no podía. No podía dejarla aquí, así. No quería que ella me abandonara. Quizás porque sé que ella me superará y yo, simplemente, no podría.

—Yo te amo a ti —claro que sí. Solo ella podía hacerme sentir éste sentimiento, nadie más—. Eres tú la mujer de mi vida, ¿cómo pretendes que siga sin ti? —le pregunté.

—Te gusta ella —repitió.

—Quizás, sí —me sinceré con ___________(tu nombre)—. Pero no quiero perderte, no voy a perderte. Voy a asesinar mi cerebro y hasta quizás sacarme los ojos, yo no quiero nada con Rosadela. Yo quiero verte feliz a ti, lo juro.

—Justin yo nunca te hice esto —me informó ella—. Yo nunca miré a otro hombre con ojos de amor, solo a ti —eso lo sabía, lo sabía muy bien—. Tú no has respondido igual. Tú te has permitido ver así a Rosadela después de todo lo nuestro, de todas nuestras cosas juntos —nuestras lágrimas no dejaban de ser partícipes. Al contrario, cada vez eran más las que participaban—. Alguna vez escuché la frase: “Si vous aimer deux personnes, séjour avec le second. Parce que si vous avez aimé dès la première fois, vous n’aviez pas tombé en amour avec le second” (Si amas a dos personas, quédate con la segunda. Porque si habrías amado bien a la primera, no te hubieras enamorado de la segunda) —mi corazón se oprimió. Ella creía que yo no la amaba y eso era lo peor del mundo.

—¿Crees que yo no te amo? —le pregunté. Ella suspiró y agachó la cabeza. Prefería tomar esa respuesta como un “no sé” antes que fuera un “sí”. No soportaría oír eso.

Ella se acercó a mí, elevó un poco su cabeza y besó mi mejilla con dolor, pude sentirlo claramente. Regresó donde su maleta y salió, no sin antes tomar las llaves. Cerró la puerta del recibidor pude oírlo claramente, entonces me senté en el sillón de la sala y las lágrimas se volvieron frecuentes y sin pausa. Tenía la cara empapada de ese líquido salado que salía de mis ojos. Se había ido, quién sabe a dónde y ni siquiera podía pararme del sillón para ir por ella. Simplemente me era imposible que mis piernas respondan. Estaba débil, demasiado débil.

Narra ___________(tu nombre):

Salí con la cara mojada de lágrimas, sé que no pararía de llorar en un largo tiempo. Mamá y Michael ya no estaban en Los Ángeles, habían regresado a Atlanta o estarían en el vuelo. Tomé rumbo hacia mi antigua casa. No paré de llorar en todo el camino, al llegar bajé y entré. El olor era el mismo, las cosas seguían iguales, todo estaba en orden.

Dejé mi maleta a un lado y sobre la mesa había algunos sobres. Seguramente cartas que habrían llegado a lo largo de los meses que estuve en Londres. Me senté en el sillón que hacía meses no veía, las lágrimas no habían desaparecido. Tomé camino a mi habitación. Subí y allí me encontré con algo que yo no tenía aquí, ni en ningún lado.

Había un piano, era lila claro, al parecer lo había dejado alguien y había una nota sobre él.

“Cuando lo encuentres sé que no estarás con Justin, por eso te dejo esto. Porque sé que es lo único que te hará sonreír.

Tía Nelly”.

Me senté frente al piano, y lentamente comencé a tocar algunas notas. No se me ocurría nada, estaba vacía. Solo sentía la necesidad de que el piso se abriera en dos y la tierra me tragara por completo. Ya no quería nada, estaba abatida. Solo lograba pensar en una cosa y era… “¿Ese fue el fin?”.

Mi teléfono comenzó a sonar, jodido era quien llamaba ahora. Miré la pantalla, depende quién sea iba a atender. Era Ryan, vaya a saber qué desea. Sequé mis lágrimas y respondí.

#Vía telefónica#

—¿Aló? —respondí. Mi voz, apuesto a que seguro, sonaba no muy bien.

—___________(tu nombre) —habló Ryan—, ¿pasa algo? ¿Estás llorando? —un amigo conoce todo, ¿no?

—Estoy mal, Ryan —quizás me haría bien un poco de compañía.

—¿Qué sucedió? —preguntó él algo alarmado.

—Justin —resumí todo.

—¿Ya has cenado? —me preguntó.

—No —respondí—, estoy en mi antigua casa, la que queda a una cuadra de la tuya.

—Va, ¿la de tu madre? —yo sabía que él vendría.

—No, la mía —respondí.

—Llevaré pizza y voy para que hables, ¿va? —se ofreció Ryan.

—Está bien —accedí—, gracias Ryan.

—No hay de qué —me afirmó—. Enseguida voy —me avisó.

#Fin vía telefónica#.

Entré al baño y volví a enjuagarme la cara. Tomé ropa más cómoda y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=46843281&.locale=es. Me até el cabello en una coleta bien alta y bajé hacia la sala. Allí el timbre, como si Ryan había cronometrado todo, sonó. Me dirigí a atender y, obviamente, era Ryan; venía con una caja de pizza y dos latas de cerveza. Él me sonrió compasivamente, intenté devolverle la sonrisa pero fue nulo. Se habrá visto bochornoso, como una sonrisa fingida, pero no podía hacer más.

—Pasa —fue lo único que mis labios lograron decir. Él así lo hizo, yo cerré la puerta mientras él comenzaba a tomar camino hacia la cocina. Por detrás fui también yo.

—Traje cerveza —rompió el silencio.

—Sí —sonreí amargamente—. Gracias por venir, Riri —así le decía. No, no por Rihanna.

—No debes agradecer, Dipsy —no pregunten por qué, Ryan me apodaba así.

—Es un pendejo —me referí a Justin, claro.

—¿Qué hizo ahora? —cuestionó mientras dejaba las cosas sobre la mesa, para luego sentarse.

—Rosadela, así se llama mi pesadilla ahora —Ryan elevó una ceja confundido.

—¿Y ella? —preguntó.

—La nueva vecina —la presenté—. Morena, alta, ojos cafés, linda sonrisa, buen cuerpo, es surfista. Justin está babeando por ella como si yo fuera de cartón y no tendría sentimientos.

—¿Eso hizo? —preguntó indignado. Raro que él no dijera que debo menospreciar esa acción. Aunque sea mi amigo, Ryan es pendejo. Quieran o no, lo es.

—Sí —afirmé convencida—. Justin hizo eso.

—Ahora entiendo —masculló—, ¿quedarás aquí hoy? —preguntó él.

—No voy a dormir con él —me encogí de hombros con un nudo en la garganta.

—Cenemos —me propuso. Me pasó una de las latas y abrió la caja con pizza mientras yo me sentaba.

—Me alcoholizaré con esto —le avisé—. Yo no bebo.

—No lo creo —me informó su opinión mientras se servía una porción de la caja. Yo abrí la lata y bebí un sorbo. No tenía mucha hambre—. Justin es un estúpido.

—¿Eso crees? —le pregunté sarcásticamente— Hoy solo me dijo que… le gustaba ella —su cara al decirme eso regresaba a mi cara. Sus lágrimas, sus ojos opacos y húmedos. Era doloroso, muy doloroso.

—Okay, se pasó de la cuenta, Dipsy —me avisó Ryan algo cabreado—. Mañana Bieber va a escucharme. No puede ser tan pendejo.

—Ryan… tú…

—¡Sí, sí! —me interrumpió— soy un pendejo. Pero solo porque no encontré a la chica indicada, como la que Justin tiene delante de él —se refería a mí, o eso espero—. Justin está errándole feo.

—Hoy me dijo que si me quedaba él prometía alejarse de Rosadela —mascullé mientras examinaba el pedazo de pizza en mi mano. Le di un mordisco, creo que solo llegaría a comerme un cuarto de ella.

—Y… ¿qué haces aquí? —me preguntó Ryan y le dio un sorbo a la lata.

—Si a él le gusta no voy a atarlo para que esté a mi lado. Que sea feliz —Ryan sonrió levemente, como orgulloso de mí. Bebí un sorbo de la lata, me quemó un poco mi garganta. Era lo que el alcohol me producía al no beberlo seguido.

—Sabes, eres muy valiente —aseguró Ryan. Yo creo que era todo lo contrario. Una estúpida, le estaba dejando vía libre a Rosadela, eso no era valentía—. Decides sufrir para que él sea feliz. Eso sí es amor, Dipsy.

—Soy una puta masoquista —me quejé.

—Eres una chica muy buena, ___________(tu nombre) —me corrigió Ryan—. Ojalá todas fueran como tú. O al menos, yo tendría una como tú.

—No hay dos personas iguales —me lamenté fregando mis ojos húmedos.

—Hace una noche hermosa afuera —comentó viendo por la mampara de vidrio que daba hacia el patio.

—Especial para romanticismo —todo lo que dijeran me recordaría a Justin, no había vuelta atrás.

—Sí —sonrió y dirigió la vista a la mesa. Más específicamente donde mi mano descansaba estirada, justo la que traía el anillo de compromiso—, ¿ese anillo? —rápidamente quité la mano de allí, escondiéndola de mi vista también, porque lloraría.

—Es… un anillo de…

—Compromiso —terminó mi explicación él—. Justin sí que está equivocándose feo —repitió.

Terminamos de cenar, ya habíamos tomado las cervezas. Butler me propuso salir a caminar, así que tomé mi bolso y salimos. No me importo no llevar maquillaje, traer mi cabello mal atado, mi short muy corto y mi remera desalineada. En realidad, me dio igual lo que fueran a decir. Solamente, no tenía tiempo ni ánimos de preocuparme por lo que fueran a decir de mí.

—Ojalá no habría atendido esa puerta hace 4 años atrás —me lamenté—. Desde ese día mi vida es una montaña rusa.

—No te habría conocido —me recordó—. Ni Cait, ni Chaz, ni Chris, ni Nerea, ni Alison. Ninguno de nosotros —añadió.

—Sin incluir a mis amigos, habría sido lo mejor —o eso creo—. No sería famosa, no habría sufrido tanto por Bieber.

—Vives de lo que amas, ¿qué más pides? —preguntó Ryan.

—No lo sé —me encogí de hombros—. Pido volver a ser una niña, donde ni siquiera tenía dinero, pero —suspiré—, era feliz. Muy feliz.

—A mí me gusta que seas quien eres hoy, que hayas atendido a la puerta —confesó Ryan—, porque me gusta tenerte de amiga, Dipsy.

—Y a mí, Riri —sonreí levemente, entre mis posibilidades lo más grande que pude.

—¿Hacia dónde vamos? —me cuestionó él. En realidad, tampoco sabía nuestro rumbo.

—Tampoco sé a dónde vamos —le avisé.

—Da igual —me informó—. Para mal de amores, no hay lugar que no valga la pena para esconderse —tenía toda la razón.

—Lo sé —afirmé—, pero tú ¿por qué mal de amores? —cuestioné.

—Porque… aún sigo siendo el mismo pendejo soltero de siempre —se quejó de sí mismo.

—Eso puede cambiar si quieres, Ryan —le recordé.

—Eso espero, Dipsy.

Ryan me abrazó amistosamente por los hombros, ya que la cintura le quedaba bastante bajo. Yo lo abracé por la cintura, solo necesitaba un abrazo hoy. Solo eso.

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Vale: No te pongas triste, todo se resolverá. U_ú, no debes llorar, enserio. Gracias por decir que es la mejor de todas, enserio. Gracias. Un beso, amiga. Te quiero muchísimo.

Marta: No llores, no llores. Todo se solucionará. Jajaja, morí con lo que inundaste el despacho, espero hayas secado todo, ok no ._. jajaja. No le tengas odio a Rosadela, no puedo decir más. Pero no la odies. Lo de la ostia a Justin, vamos. Se la daré también yo. Te amo, linda.

Dahi: Un beso, linda. Gracias por comentar siempre. Te quiero.

Eloiise: No hay problema porque no hayas comentado, enserio. No te deprimas, pronto serán felices otra vez. Tampoco voy a fallarte, lo prometo. Jajaja, lo de Rosadela, acabará pronto. Un beso, te adoro.

Rosa: jajaja, un beso, amiga. Te quiero muchísimo.

Anónimo: ¡Oye, oye! No odies a Justin porque le atraiga alguien más, ¿nunca te ha pasado? Enserio, él no tiene la culpa.

Anónimo: ¡No mueras! Un beso, linda.

Anónimo: Un beso, cariño.

Daii: No vas a perder a Justin, en todo caso él te está perdiendo. Pero descuida, se resolverá. Te adoro.

Ainelen: ¡No te deja! Tú lo dejas :( jajaja. Todo se solucionará, lo prometo. Un beso.

Anónimo: ¡No llores, no llores! Pronto todo volverá a estar bien. Un beso.

Vitha: No odies a Rosa, yo sé porqué te lo digo jaja. Todo se solucionará. Un beso.

Katy: No importa lo de los comentarios :) No sé si será tarde, eso lo veremos luego. Un besito, te quiero.

Valentina: ¡no mueras, no mueras! Te adoro :)

Anónimo: No odies a Rosa, no lo hagas jaja. Un beso.

Anónimo: ¿Es ella la ofrecida? ¿O es Justin quien se está regalando? Un beso.

Mony: ¡Hola, hola mexicana bella! Me pareció divertido irrumpir tanto drama y llanto con Zayn rapeando jaja. Es verdad, jajaja. Todas odian a Rosadela y hacen mal, lo verán más adelante. No debes agradecer, me encanta lo que hago. Es la adolescencia, todas nos sentimos así o nuestra gran mayoría. Quieres una cosa, pero haces otra. Es así, somos así. Tienes razón, no puedes ponerte a llorar con tu amiga, si tienes tus propios problemas. Solo, solo cuando te encuentre en el chat prometo hablar contigo, todo estará bien. Lo prometo. No importa lo de los comentarios, ya sabes te sigo adorando igual, amiga. Sobre lo de “boludo” no hay problema, aquí se lo usa muchísimo. Significa que… :$ tiene testículos grandes jajaja. Okay, te adoro amiga-hermana-fan jaja. Un besito. Hablamos pronto, lo prometo.

Happiness is all you need: Quizás ahora no lo siente, pero espérate un poco. Un beso.

Yuvi: ¡Hola, hola! Bienvenida. Es un gusto. Jajaja, ¿has soñado conmigo y te daba un autógrafo? Aww, eres muy dulce jaja. Y sí, Justin está comportándose como un patán, pero eso cambiará. Lo prometo. También te amo (: Es un gusto, linda. Un beso enorme.

Mafer: ¡Hola, hola! Bienvenida y… nunca es tarde jaja. No odies a Rosa jaja. También me pasa lo de compenetrarme mucho con las novelas jaja, es muy loco. Siento todo lo que escriben o lo imagino jaja. Un beso, linda.

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Bien, por empezar ¡felices pascuas! :) espero que hayan consumido mucho chocolate como yo jajaja. Respecto a la novela, les aconsejo no odiar a Rosadela, todo pronto dará un giro y verán lo que digo. Espero que hayan disfrutado del maratón de hace unos días, intentaré hacer otro pronto. Las amo, lindas. Enserio, gracias por todo lo que me hacen vivir. Subiré pronto, las amo.

—Poly—

P/D: COMENTENN!