#Vía telefónica#
—Hola, hermoso —saludó dulcemente.
—Hola, preciosa —respondí—, ¿qué tal estás?
—Bien, bonito. Cansada, ¿tú?
—Bien, muy, muy, muy bien —ella soltó una
pequeña risa ante mi exageración.
—¿Y… a qué se debe eso? —preguntó divertida.
—Bueno, sé que no podrás creerlo pero…
—¿Pero qué? —se desesperó ante mi silencio.
Me reí divertido.
—Hablé con Ryan —solté tranquilamente.
—¿Qué? —prácticamente gritó— ¿Y qué te dijo?
¿Pelearon? ¿Te insultó? —disparó preguntas— ¡Justin! —me regañó ante mi
silencio— Habla o me harás morir.
—Él dijo que, bueno dijo que estaba bien.
Que desde un principio se dio cuenta de nuestra atracción y que acepta que
estemos juntos, él nos quiere ver felices, nena —escuché un chillido alegre del
otro lado y no pude evitar soltar una risa.
—¿Enserio? —cuestionó— No puedo creerlo.
—Bueno, pues créelo, cariño. Porque no hay
nada por qué preocuparse ahora —evitando hacer caso a la distancia de por
medio, pero eso era un detalle menor.
—Solo falta poco para verte, ¿sabes eso? —sonreí
totalmente enamorado.
—Lo sé, preciosa. Sé que estarás en Georgia
pronto —y haría todo por verla.
—Me quedaré unos días con Sandy y Cait —le
aseguré.
—Pues, mejor para nosotros, así podré verte
más, nena —oí su risita del otro lado, volviendo a la completa vida mi corazón.
Ella era lo único que quería.
…Dos semanas
después…
Luego de atravesar
a duras penas saludando rápidamente el tumulto de Beliebers que estaba
esperando cerca del aeropuerto, logré entrar para recibir a ___________(tu
nombre) en Los Ángeles. La competencia había sido el día anterior y ella ganó
el primer puesto en equitación. Yo tuve que volver antes en mi jet privado,
pero ella tomó el vuelo después del festejo para pasar sus tres días conmigo
mientras Caitlin estaba en casa de su padre con Christian también.
Entré con Kenny
cubriéndome la espalda hacia la puerta del recibidor del aeropuerto,
rápidamente pude divisar a la pequeña figura que me traía loco. Sonreí antes de
que ella pudiera reconocerme y supuse que eso no llevaría mucho ya que todo el
mundo estaba comenzándose a dar cuenta de mi presencia.
Su cabello volaba
gracias a la velocidad de sus pasos al divisarme, los pliegues de su pollera
roja pegaban contra sus muslos y ella no dejaba de dibujar en sus labios al
mismo tono de la prenda una hermosa sonrisa. El pequeño abrigo aterciopelado
azul marino que traía se ajustaba con un botón a su cintura dejando ver una blusa
blanca y negra por debajo. Sus piernas iban cubiertas un poco hasta por encima
de sus rodillas con unas botas azules de tacón bajo (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=111205017&.locale=es
). Lucía increíblemente sexy y fresca. Abrí mis brazos recibiéndola en ellos
como no pude hacerlo en la competencia, ya que solo la vi montar y tuve que
irme.
—Felicidades,
preciosa —susurré a su oído acariciando su cabello bajo la palma de mi mano.
—Gracias, bonito —murmuró
sin soltarme, como yo tampoco a ella.
—Estás hermosa,
nena —hablé tomando su cara entre mis manos, ella sonrió y le robé un beso de
sus labios.
—Alguien podría
fotografiarnos —me recordó apenada.
—No me importa, no
quiero esconderte —le confesé y volví a besarla—. Te he extrañado tanto
preciosa.
—Yo también te
extrañé —sus manos acariciaron dulcemente mis mejillas, me relajé ante su
tacto.
—Lamento
interrumpir, chicos —oí a Kenny decir volteándome hacia él, no sin antes rodear
la cintura de ___________(tu nombre) con mi brazo—, pero una avalancha de
paparazzis se aproxima, así que será mejor que salgamos.
—Está bien —se
apresuró ___________(tu nombre) tomando su maleta.
—Yo la llevaré —le
informó Kenny tomándola sin dejarla decir nada. Comenzamos a caminar con él
protegiéndonos las espaldas.
—No te preocupes —le
pedí viendo que a la salida del aeropuerto, hacia nuestro coche, los paparazzis
esperaban hambrientos—. Solo haz como si no están, ¿vale?
—Mhm —dijo ella
asintiendo. Me saqué mis ray ban’s y se los pasé. Ella los tomó confundida—.
Póntelos —le pedí—. Los flashes marean. Estoy acostumbrado, pero tú no.
—Vale —ella se puso
mis lentes sin dejar de caminar.
A medida que
llegábamos al tumulto los flashes comenzaban a dispararse, envolví contra mi
cuerpo a ___________(tu nombre) tomándola por la cintura con uno de mis brazos,
los paparazzis a veces solían abalanzarse y lograr empujarte o hacerte daño,
quizás no apropósito, pero era agobiante. Las preguntas resonaban y se repetían
en todas direcciones: “Bieber, ¿quién es ella?” “¿Es tu novia?”. Pero
realmente, no esperaba responder nada. Solo abrí la puerta de atrás del SUV y
me subí con ___________(tu nombre) por delante de mí. Kenny luego de poner la
maleta en la parte trasera del coche, subió y arrancó a conducir camino a casa.
—Ellos te acosan —aseguró
mi novia. La miré sonriéndole, sin importarme los paparazzis.
—Te acostumbras
después de un tiempo —me encogí de hombros—. Ven —le indiqué trepando mi mano
por el asiento hasta llegar a la suya y jalarla levemente. Ella se arrastró
hasta estar a mi lado, se quitó mis lentes y enganchó una de las patillas en el
cuello de mi sweater, sonreí divertido.
—Gracias —susurró y
apoyó su cabeza en mi cuello, su olor a vainilla y chocolate me inundó las
fosas nasales, la había extrañado demasiado.
—Estuviste
grandiosa ayer, ¿lo sabes? —ella sonrió apenada— Descuida —susurré cerca de su
oído—, Kenny no escucha jamás nada.
—Mmh —ella me
sonrió y besó mi mejilla dulcemente, yo besé en forma de devolución sus labios.
Ella se quedó viéndome divertida—. El viaje fue agotador, dormí poco —me
aseguró.
—Bueno, si quieres
ahora almuerzas y luego te vas a la cama, nena —ella negó con su cabeza.
—No voy a perder el
tiempo durmiendo a deshora —me informó—. Vine a pasar tiempo contigo y eso
haré.
—Pero…
—Nada —me
interrumpió y besó fugazmente mis labios—. Nuestro tiempo, ¿vale? —le sonreí
embobado. Ella era preciosa.
—Vale, vale —alcé
las manos en forma de defensa—. Oye, Ryan está en casa, pero no te preocupes,
él no te dirá nada.
—Está bien —murmuró—.
Solo no quiero…
—Perdónalo —le
sugerí—. Él está arrepentido y aceptó su error, él quiere aclarar las cosas.
—Yo no volveré con
él —me dijo con seguridad—. Estoy contigo.
—Sí, no quiero que
vuelvan —sentencié rápidamente—. Eres mía. Lo que digo es que él quiere que lo
perdones.
—Hablaré con él —me
tranquilizó—. Bueno, si él lo quiere.
—Cambiando de tema —titulé—.
Las fotos saldrán pronto, ¿no hay problema, verdad?
—¿Hablas del
aeropuerto? —cuestionó ella. Yo asentí— No, no interesa. Al menos a mí no.
—Pues, a mí tampoco
—sonreí—. Era hora de que el mundo supiera que eras mía —susurré a su oído.
Ella soltó una risilla.
—Lamento
interrumpir, chicos —la voz de Kenny inundó nuestra burbuja—, pero ¿debo
llevarte al estudio?
—Oh, sí, Kenny —respondí—.
Debo hablar un momento con Scooter, ¿no te molestará, cierto? —ella negó con su
cabeza.
—Está bien —ella me
sonrió—. No tengo prisa, ni preocupaciones.
—Vale —besé su frente.
Casi veinte minutos
después Kenny estacionó frente al estudio. Para mi suerte, ningún paparazzi
esperaba allí. Salimos del auto y entramos al lugar. Scooter estaba en la sala
con Mama Jan.
—Hola —saludó
___________(tu nombre) entrando por detrás de mí.
—Hola, pequeña —la
saludó Scooter—. Jan, ella es la novia de Justin. ___________(tu nombre y
apellido).
—Es un gusto,
preciosa —saludó mi maestra vocal—. Justin es todo un afortunado.
—Y yo lo soy —le
sonrió ___________(tu nombre)—. Él es grandioso.
—Venga, Biebs —tomó
la atención Scooter—. La entrevista está programada para mañana a las 15:00
p.m., ¿vale? —yo asentí— Le mandaré la correspondencia al e-mail de Kenny, tú
lo olvidarás —agitó la mano en mi dirección—. Intentaré estar allí, no prometo
nada. Solo no metas la pata, ¿vale? Si hablan sobre la cárcel, drogas o
alcohol, mantén tu boca cerrada. Di algo serio y prosigue a otro tema. No
quiero oír dramas de eso, ¿vale?
—Ya lo sé, Scooter —escupí
irritado—. No estoy en eso ahora, ¿vale? Sabes que lo superé. Salí de eso.
—Scooter —habló
Mama Jan—. Ya basta. El chico habla enserio.
—Vale, vale —suspiró
mi managger—. Ya que estás aquí, ___________(tu nombre), sabes me gustaría oírte
en el estudio —ella lo miró alarmada.
—¿Yo, cantar? —negó
con la cabeza atemorizada— No, no.
—Vamos, nena —insistí—.
Nadie te grabará, ni siquiera te pedimos que lo hagas para un público, solo es
cantar una canción para que Scooter me crea que cantas precioso.
—Justin…—suspiró
suplicándome—, por favor. Sabes que…
—Hazlo por mí —ninguno
de los demás decía nada. Ella mojó sus labios con su lengua y suspiró armándose
de valor.
—¿Qué quieres que
cante? —se dirigió a Scooter, éste se encogió de hombros.
—Lo que te quede
cómodo, solo queremos oírte —respondió Mama Jan.
Le abrí la puerta a
la sala de grabación, ella entró temerosa y se sentó frente al piano, como si
una fuerza la atrajera hacia él. Era curiosa su relación con el instrumento.
Salí parándome a un lado de Scooter, esperando deleitar mis oídos. Vimos cómo
ella comenzaba a teclear el piano y la melodía comenzaba a inundarnos desde el
otro lado del vidrio a través de los altavoces.
—You're never gonna
love me, so what's the use?
What's the point in
playing a game you're gonna lose?
What's the point in
saying you love me like a friend?
What's the point in
saying it's never gonna end?
You're too proud to
say that you made a mistake,
you're a coward
'til the end.
I don't want to
admit that we're not gonna fit
No, I'm not the
type that you like.
So why don't we
just pretend?
Lies.
Don't wanna know,
don't wanna know.
I can't let you go,
can't let you go.
I just want it to
be perfect.
To believe it's all
been worth the fight.
Lies.
Don't wanna know,
don't wanna know.
You only ever touch
me in the dark.
Only if we're
drinking can you see my spark.
And only in the
evening could you give yourself to me,
'cause the night is
your woman and she'll set you free.
You're too proud to
say that you made a mistake,
you're a coward
'til the end.
I don't want to
admit that we're not gonna fit.
No, I'm not the
type that you like.
Why don't we just
pretend?
Lies.
Don't wanna know,
don't wanna know.
I can't let you go,
can't let you go.
I just want it to
be perfect.
To believe it's all
been worth the fight.
Lies.
Don't wanna know,
don't wanna know.
Oooh.
L-I-E-S.
Lies.
Don't wanna know,
don't wanna know.
I can't let you go,
can't let you go.
I just want it to
be perfect.
To believe it's all
been worth the fight.
Lies.
Don't wanna know,
don't wanna know. —su voz era la de un ángel en octava, ella era realmente
grandiosa cantando. (https://www.youtube.com/watch?v=M1Dfa-JjnK4
).
—¡Santo cielo! —exclamó
Scooter mientras ella no lo escuchaba, solo se dedicaba a cerrar el piano y
levantarse para salir de la sala—. Ella es grandiosa.
—Lo sé —murmuré sin
salir de mi asombro—. Ella es grandiosa.
—¡Eres un ángel
cantando! —exclamó Jan mirando a ___________(tu nombre) salir. Ella sonrió
tímidamente.
—Gracias —susurró
apenada.
—No puedo creer que
cantes así —sentenció Scooter sin salir de su asombro—. Has estudiado, ¿verdad?
—Algo así —ella no
quería hablar del tema y pude percibirlo rápidamente.
—Chicos —susurré en
son de que pararan de escupir tantos halagos—. Debemos irnos —añadí aferrándome
al brazo de ___________(tu nombre).
Nos despedimos y en
total silencio regresamos a la camioneta, ___________(tu nombre) se durmió en
mi regazo los cuarenta minutos de viaje hasta casa. Al llegar la cargué en
brazos para entrar.
—Justin —susurró
ella sonriendo divertida—, ya desperté. Bájame —me pidió en la entrada. Le
sonreí besando su frente y la paré en el palier.
—¿Estás bien? —ella
asintió sonriendo. Kenny dejó la maleta tras nosotros. Yo la tomé.
—Mhm —respondió—.
Entremos —me sugirió. Abrí la puerta y caminé dentro abriéndole paso. Ella
siguió mi figura.
—Mi casa es tu
casa, bienvenida —ella sonrió escaneando la sala.
—Linda morada —alagó
adentrándose para que yo cerrara la puerta.
—¡Chicos! —mamá
exclamó entrando a grandes pasos rápidos a la sala— ¡Qué lindo es verlos
nuevamente!
—Hola mamá —la
saludé dejando la maleta hacia un lado.
—Hola, Pattie —saludó
mi novia mientras mamá la apretujaba sin respiro entre sus brazos en un
cariñoso abrazo.
—¿Qué tal estás,
linda? —preguntó— ¡Felicidades por el premio de ayer! —añadió sin dejarla
hablar. Solté una risa divertida mientras me movía hacia los sillones para
dejarme caer en uno de ellos— Fue grandioso verte hacer el recorrido sin
problemas.
—Oh, gracias —repitió
___________(tu nombre) apenada—. Solo hice lo mío, ya sabes.
—Es natural —aseguró
mamá mientras se dirigían hacia mí. Cuando ___________(tu nombre) pasó frente a
mí encaminándose al otro sillón la jalé suavemente, para que callera sentada en
mi regazo. Ella me miró asombrada y avergonzada, mamá hizo caso omiso.
—Tranquila —hablé
en voz baja—. No dirá nada —ella me sonrió.
—Qué raro que
Caitlin no se haya aparecido —comentó mamá—. Creí que vendría con ustedes.
—Ella se fue con su
papá —informó mi novia dulcemente—. Quizás aparezca luego.
—¡Oh, sería
grandioso! —exclamó mamá sonriéndonos— Hace tiempo no la veo.
—Tiene novio —comenté
divertido—. Pobre muchacho, ella está más alegre y exasperada que nunca.
—Dexter es tan
tranquilo —aseguró ___________(tu nombre) entre risas—. Almorzamos juntos la
última semana casi todos los días los tres, ella solo no deja de besarlo y
acomodarle el cabello —reí ante la imagen.
—Caitlin es muy
cariñosa —habló mamá—. De hecho, creo que es algo parecida a mí —se encogió de
hombros modestamente.
—Esos abrazos
tuyos, madre —negué con la cabeza entre risas—, ¡son aplastantes!
—No te quejes —me
sugirió ___________(tu nombre)—. Eso demuestra que te ama.
—Ella tiene razón —apuntó
mamá mirándome divertida—. Esta chica es grandiosa, ¿sabes? Siempre me apoya —sonrió
alegremente mirándola.
—Van a llevarse
bien —le informé mirando por sobre el hombro de ___________(tu nombre)—. Será
genial saber que irán de compras juntas. Creo que será la actividad favorita y
podrían unirla a Caitlin. Eso sí sería como un concurso de quién entra a más
tiendas —reí divertido.
—Es divertido hacer
compras —dijeron al unísono alentando mi risa.
—Sí, puedo
imaginarlas entrar y salir de cada una de las tiendas con bolsas y más bolsas —ellas
me miraban con sus ceños fruncidos—, ¡es increíble de divertido! —imité la voz
chillona de una mujer.
—Si no fuera por
las compras no podríamos vernos lindas y arregladas —aseguró mi madre—, pues
ustedes serían los primeros en quejarse, ¿sabes?
—Es cierto —me
encogí de hombros—. Ustedes no son tan adictas a las compras, hay mujeres que
compran el triple de ustedes.
—Mujeres y compras —sentenció
mi novia—, van de la mano.
—Puedes apostarlo —mamá
sonrió divertida.
—Hola —volteé para
ver a Ryan parado en la puerta de la sala y algo me dijo que no me saludó ni a
mí, ni a mamá. Sus ojos estaban quemando la piel de ___________(tu nombre) y
supe cuando sus ojos se encontraron porque ella se puso rígida sobre mi regazo,
aún así, me negué a soltarla.
Gracias por el cap esta buenisimo.....!!!! ;)
ResponderEliminar