—¿Qué noticias?
—pregunté.
—Bueno —ella sonrió
removiéndose en su asiento—, para empezar iré a Georgia contigo —sonrió
ampliamente—, y para proseguir, bueno puedes quedarte unos días allí y luego
volvemos las dos juntas. Obviamente, quedaríamos en casa de mi madre ¡Podríamos
tener días de chicas! —sonreí divertida.
—Sería grandioso
—muy grandioso, realmente—, ¿ya has hablado con tu madre?
—Sí, mamá dijo que
sería estupendo —su sonrisa no abandonaba su bello rostro.
—Pues, deberé
hablar con mis padres —le informé sonriendo—. Yo también creo que estarán de
acuerdo.
—Bueno y la otra
noticia, más que noticia es un pedido de ayuda —la miré atentamente prestándole
atención a sus palabras—. Necesito que me ayudes.
—¿A qué cosa, Cait?
—A decirle a mamá
que tengo novio —soltó chocando sus palabras. Sonreí divertida.
—No será difícil
—supuse—, pero, ¿quién es?
—Su nombre es
Dexter Constantino. Es un adorable chico que va al hípico por la tarde —por
ello mismo no lo conocía—. Pertenece al equipo de polo masculino, ¡debes
conocerlo! —ella estaba exaltada y contenta, pero temerosa a la vez. Era raro.
—No lo conozco aún —le
aseguré—. Pero no dudo que lo conoceré pronto, ahora la duda es, ¿por qué temes
decirle a tu madre? —según los comentarios, Sandy era adorable.
—Porque es
canadiense —arqueé una ceja.
—¿Y cuál es el
problema con los canadienses? —pregunté divertida, ella me sonrió.
—Oh, ninguno en
absoluto —me respondió con tranquilidad—. El tema es que mamá no querrá que me
quede a vivir aquí —largué una larga risa y ella quedó confundida ante eso.
—¿Ya piensas
casarte? Además, vives aquí ahora —le recordé, ella sonrió divertida— ¡Estás
loca, Caitlin!
Narra Justin:
Bajé a la cocina
por algo para comer y justo cuando entraba Ryan pasaba por la sala recién
llegando a casa.
—¡Viejo! —exclamé
sonriéndole.
—Hola, Biebs —chocamos
las manos a manera de saludo.
—¿Qué tal todo? —pregunté
abriendo el refrigerador.
—Nada nuevo, solo
pasé a ver a Lucy —suspiré mientras agarraba una manzana para enjuagarla en el
lavabo.
—¿Y qué tal? —insistí
en saber. Él se posó en la barra recostando su peso en su codo.
—Ya sabes, es
ardiente —meneé la cabeza divertido—, además, es inteligente.
—¿Enserio? —dije
divertido— ¿Inteligente?
—Mhm —me aseguró—.
Estudia economía.
—Me alegró de que
sea así —mordí un bocado de la manzana.
—Después de todo,
me ayuda a olvidar a ___________(tu nombre) —guardé silencio—. No supe nada de
ella en las últimas semanas. No quiere ni siquiera hablarme.
—Y es lógico —“y
conveniente para ti”, añadió mi consciencia—. La has engañado —hice caso omiso
a mis pensamientos.
—Ya pasó, viejo —me
aseguró con desinterés—. Ni siquiera quiero hablar de ella. Entendí que no
éramos para estar juntos.
—Apuesto a que te
dolería verla con otro —probé sus límites.
—No, en realidad
no. Estoy enamorándome de Lucy —casi escupí mi comida al oír eso. Pero dentro
de mí suspiré.
—Necesito decirte
algo —él guardó silencio y yo también.
—Te escucho, Justin
—me indicó que prosiguiera.
—Bueno, no quiero
que peleemos por esto, pero realmente ya no podemos seguir así, Ryan —él sonrió
con aires de grandeza.
—Vas a hablarme de
___________(tu nombre) —tituló dejándome anonadado, ante mi silencio él siguió—.
Vas a decirme que estás enamorado, que ella estuvo en Puerto Vallarta contigo
las dos semanas, que es increíble, que no quieres dejarla pero tampoco quieres
perderme —se encogió de hombros.
—¿Cómo… cómo…? —tartamudeé.
—Chaz —me
interrumpió—. Él habló conmigo por ti. No te preocupes, yo no…
—Ryan…
—Escúchame —me
indicó pacíficamente—. Lo noté desde esa mañana en el hípico. Y dado a juzgar,
ella es tu tipo también. La quiero y la quise, sí. Pero ahora me doy cuenta que
no fue amor lo que sentí por ella y eso, eso está bien —sonrió tranquilizándome
mientras yo masticaba otro bocado de mi manzana—. Me enamoré de Lucy en el
momento en que la vi y dirás que soy cursi y blablablá… pero, cuando la vi supe
que no estaba enamorado de ___________(tu nombre). Tú sabrás cuidarla, amarla,
hacerla sentir feliz. Bieber, ¡eres mi mejor amigo, viejo! No pelearía por una
muchacha contigo, ¡Claro que no! —se repitió él mismo—, Además, sé que con el
corazón no se manda —se encogió de hombros.
—Entonces, ¿puedo
formalizar sin problemas con ___________(tu nombre)? —Butler sonrió asintiendo.
—Estaré feliz de
verlos juntos.
—¡Eres el mejor,
viejo! —exclamé sonriéndole sin poder ocultar mi felicidad— Realmente, lo eres.
—¿Y qué tal Puerto
Vallarta? —preguntó con doble sentido, yo solté una risa divertida.
—Solo fui un puto
romántico, como tú me describes —Ryan negó con su cabeza lo inamovible y soltó
una risa divertida.
—Ay, viejo —soltó
una pequeña risa—. Sabes, Justin… quiero que hagas algo por mí —lo miré
arqueando una ceja.
—¿Qué cosa,
hermano? —le pregunté.
—Habla con
___________(tu nombre) de su salud —sus palabras me inquietaron rápidamente.
—¿Qué le pasa? —solté
rápidamente, desesperado.
—No lo sé, y
honestamente espero que sea solo mi paranoia. Pero la veo pálida y flacuchenta.
Cuando la conocí, tenía un poco más de peso, estaba más saludable, al menos yo
la veía así —noté que hablaba seriamente. Él estaba preocupado.
—Insinúas que tiene
problemas alimenticios —comenté intentando saber si iba en el camino correcto.
—No lo sé —se
encogió de hombros—. Ella tiene dietas muy reducidas y sabes cómo son las
muchachas.
—Hablaré de esto
con Caitlin —porque hacerlo con ___________(tu nombre) sería en vano—. Veré qué
puedo conseguir.
Narra
___________(tu nombre):
…Al día siguiente…
Después de ducharme
me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=111108248&.locale=es
, me peiné en un moño alto y me dirigí al hípico. Estacioné la Hummer de mamá
frente a la entrada y me dirigí hacia la pista de entrenamiento. Al poco tiempo
trajeron a Donato ensillado y comencé a entrenar por mi cuenta, Ed no estaba en
el lugar.
Divisé a Caitlin
acercarse a la pista con un muchacho, venían de la mano, rápidamente conduje a
Donato hasta ellos y me frené sin bajarme del caballo del lado de adentro a
dirección de ellos.
—¡___________(tu
nombre)! —exclamó ella felizmente, la sonrisa invadía su rostro.
—Hola —saludé
simpáticamente.
—¡Él es Dexter! —ella
estaba chillando como niña con juguete nuevo— Mi novio.
—Hola, Dexter. Es
un gusto —incliné la cabeza hacia él a modo de saludo.
—El gusto es mío,
___________(tu nombre) —me aseguré—. He oído mucho sobre ti.
—Lo imagino —y
realmente, imaginaba a Caitlin hablarle de mí eufóricamente.
—En el hípico eres
una gran estrella —me aseguró—. La temporada de polo pasada en el femenino, ha
sido salvada por ti. Las muchachas del equipo te adoran —sonreí divertida.
—No es nada —dije
con modestia.
—¿Entrenarás hasta
tarde? —me preguntó Cait— Porque pensé que podríamos almorzar los tres —dijo
ella aferrándose al brazo de Dexter.
—Sí —dije haciendo
una mueca de disculpa hacia ella—. Ed va a matarme si me salgo antes.
—¡Maldito Ed! —protestó
y sonrió divertida.
—Si termino antes
pasaré por el restaurante y si están me uno —les propuse.
—Sería genial —aseguró
Cait—. Te veo luego, sonsa.
—Adiós, chicos —saludé
volviendo al entrenamiento.
Narra Justin:
—Nothing in to add
(nada para añadir)
In your lips all
was (En tus labios todo quedó)
And without wasting
the time (Y sin perder el tiempo)
I only started
fighting for (Solo comencé a luchar)
risking everything
(Arriesgando todo)
For an angel
without wings (Por un ángel sin alas)
Reverting the time
(Revirtiendo el tiempo)
By protecting my
chance (Protegiendo mi oportunidad)
Only you in my arms
(Solo te tuve en mis brazos)
And I realized that
I needed no more (Y entendí que no necesitaba más)
Oh, was enough to
know (Oh, bastó conocer)
Your heart so hold
on to you (Tu corazón para aferrarme a ti)
Oh, I embraced my
world (Oh, abracé mi mundo)
And now Iam just
happy (Y ahora solo soy feliz)
Oh, in my heart
(Oh, en mi corazón)
I tattooed your
honey eyes (Tatué tus ojos miel) —sin dejarme terminar Usher apagó el micrófono
de la sala de grabación, fruncí el ceño y salí de allí encontrándome con él—
¡No había terminado! —protesté.
—Oh, lo sé —aseguró.
Lo miré irritado, hacía rato estaba esperando para mostrarle la canción y él
solo me cortaba.
—Queremos hablarte,
Bieber. Tranquilo —intentó calmarme Scooter. Dejé la guitarra a un lado y me
senté.
—Venga, ¿qué pasa
entonces? —pregunté con tranquilidad.
—¿Por qué has
vuelto al chico de My world? —soltó sin atajos Usher, lo miré confundido.
—¿De qué hablas? —solté
una risa divertida, relajada— Es una buena canción, expreso mis sentimientos en
ella.
—Lo sabemos —se
entrometió Scooter—. Es relajada, romántica, linda. Pero, realmente, ¿volverás
a hacer esta música? Tu última no es tan romántica.
—Bueno, últimamente
no estaba tan enamorado —solté tranquilamente—. Relájense, solo la escribí para
que probablemente esté en el álbum, no es que diga que vaya a estar —me encogí
de hombros.
—No es eso, Justin —miré
atentamente a mi representante—. Comenzaste a hacer con ___________(tu nombre),
lo mismo que con Selena. Una en Hawai, la otra en México. Le escribes una
canción, te enamoras hasta los huesos, ella te manipula, gana fama, gana
dinero, te deja, te destroza, te metes en cosas que te llenan de mierda la
carrera…
—No vayas tan
rápido, Justin —interrumpió Usher para proseguir—. Simplemente, tómatelo con
calma. No la conoces, ella puede…
—No es como Selena —escupí
cansado de oírlos—. Ella es inocente, no le interesa la fama, ni siquiera
sobreviviría a un par de paparazzis. Ella piensa en mí, en mis Beliebers, no le
interesa cantar, ser actriz o algo de eso. Ella tiene pasión por los caballos y
la equitación. No es quienes ustedes creen, ella es una muchacha grandiosa —muy
hermosa.
—Una cara bonita no
siempre es lo que…
—¡Tú no la conoces,
Scooter! —exclamé interrumpiéndolo— Y si van a hacer tanto lío porque escribí
una canción para ella, bueno, bien, no la grabaré jamás en la vida y seguiré
haciendo música sobre fiestas, sexo y drogas, ¿eso está mejor, verdad? —el
sarcasmo manchó mi pregunta inquisitiva.
—Cálmate, viejo —me
solicitó Usher, respiré pesado soltando el aire y calmándome un poco—. Solo
intentamos protegerte, no queremos verte caer de nuevo.
—Eso no pasará —dije
con seguridad—. ___________(tu nombre) no está infectada, ella me inspira
confianza, viejo. Ella me baja a tierra. Es increíblemente sensible, inocente,
amable, divertida. Ella no tiene idea de la fama.
—Todos cambian
cuando la conocen, Justin —me recordó Scooter. Quizás tenía razón.
—Ella no quiere
hacerlo —esa era la diferencia—. Créanme, ella me terminó de reconstruir en
apenas un mes.
Después de hablar
con Scooter y Usher, me regresé a casa, eran casi las 04:00 p.m., mamá no
estaba allí y Ryan tampoco. Solo encontré a Lil en la cocina mirando
televisión.
—Hola viejo —saludé
divertido entrando a la cocina. Él no tenía remedio.
—¿Qué tal, Bieber? —saludó
cómodamente— Vine a verte y no te encontré.
—Aquí estoy —le
recordé.
—Sí, lo sé —se
volteó a verme divertido—. Pattie dijo que volvería para cenar y que mejor la
esperes despierto, porque quería verte un rato —Lil estaba relajado, como dueño
de casa. Ya me había acostumbrado a la escena—. Le dije que yo cocinaría, no te
preocupes.
—No quiero que
incendies mi casa —le advertí sentándome—. Realmente, prefiero cocinar yo.
—No te preocupes,
hermano —me pidió como si él fuera experto en cocina—. Haré pollo a la naranja,
nada puede fallar.
—Sí, hasta que lo
hace —le recordé—. Siempre terminas quemando todo —él se encogió de hombro.
—De la práctica se
hace el maestro, deberías saberlo, Bieber —yo reí negando con la cabeza.
—Realmente, cada
día empeoras, Twist. Deberías hacerte ver, ¿no lo has pensado? —él me miró
divertido.
—Sí, siempre noto
que me ves, no sé qué te pasa. Hasta pienso que eres gay, hermano.
—Pfff, claro, Lil,
claro —dije con sarcasmo—. Me encantas, cariño.
—No lo sé, viejo —sacudió
la cabeza—, he oído los gemidos de ___________(tu nombre) en el hotel. Es eso o
ella es demasiado religiosa —solté una carcajada divertida.
—¿Religiosa? ¿Por
qué? —pregunté divertido.
—¡Oh, Dios! ¡Oh,
Dios! —imitó la voz de una muchacha gimiendo. Juro que casi morí de la risa.
—Eres malvado, Lil —él
se encogió de hombros.
—De los 14 días,
habéis follado 10, ¡No es mi culpa, hermano! —él exageraba.
—Y tú oías, ese no
es mi problema —me encogí de hombros.
—Es que cada vez
hacen las paredes más delgadas, ¡como si yo quisiera oírlos disfrutar! —protestó.
—Hacía mucho…
—¡Cállate, Bieber! —dijo
con cara de asco— No quiero oír eso. Pero, al menos dime, ¿ella es buena en la
cama?
—Lil —lo regañé, él
se encogió de hombro alzando las manos en signo de inocencia—. Es mi novia, no
voy a decirte qué hice con ella.
—Pero es buena —dedujo.
Reí sin remedio. Él era un caso perdido
—¡No lo sé, Lil!
Sabes que la única mujer antes en mi vida fue Selena, pero comparándola con
___________(tu nombre), una fue el cielo y la otra el paraíso.
—¿Cielo Selena?
¿Paraíso ___________(tu nombre)? —yo asentí—. Séh, viejo —habló divertido—.
Pude imaginarlo.
—Bueno, ya estuvo,
Lil —le advertí pacíficamente—. No me gusta hablar de esto.
—Me agrada la chica
—soltó—. Es simpática y tiene sentido del humor. Además, de que claro, sabe
cocinar muy bien.
—Lo que tú no —me
burlé.
—Deberías traerla a
vivir aquí, así en días como hoy ella te cocina, sería bueno, ¿no crees? —reí
nuevamente, ese Lil jamás terminaba de decir huevadas.
—Sería bueno que
dejes de hacer volar tu imaginación, Lil. Estás enloqueciéndote —él rió.
Luego de hablar con
Lil otro rato, me decidí a llamar a mi novia para comentarle la nueva y muy
buena noticia.
#Vía telefónica#
—Hola, hermoso —saludó dulcemente.
—Hola, preciosa —respondí—, ¿qué tal estás?
—Bien, bonito. Cansada, ¿tú?
—Bien, muy, muy, muy bien —ella soltó una
pequeña risa ante mi exageración.
—¿Y… a qué se debe eso? —preguntó divertida.
—Bueno, sé que no podrás creerlo pero…
—¿Pero qué? —se desesperó ante mi silencio.
Me reí divertido.
—Hablé con Ryan —solté tranquilamente.
—¿Qué? —prácticamente gritó— ¿Y qué te dijo?
¿Pelearon? ¿Te insultó? —disparó preguntas— ¡Justin! —me regañó ante mi
silencio— Habla o me harás morir.
—Él dijo que…
Hay seguilaaa...!
ResponderEliminar