…En casa de Bieber…
—Hola —abrió
Justin la puerta sonriéndome—, ven pasa.
—¿Quién es Justin? —preguntó Pattie entrando a la sala.
—___________(tu nombre).
—Hola Pattie —saludé.
—Hola linda —saludó
ella.
—Ven, subamos. Ryan está arriba —me indicó Justin.
—¡Tengan cuidado con lo que hacen! —exigió Pattie.
—Descuida —pidió
Justin ceñudo.
Subimos a la
habitación de Justin.
—¡Hola Anna! —bromeó
Ryan.
—¿Cómo sabes? —pregunté.
—Te conozco —respondió
victorioso.
—¿Estabas llorando? —preguntó Justin recostándose en su cama.
—Tu amiguita es una farsante —me referí a Brenda.
—¿Brenda?
—¡Sí! Ahora anda con Adam, él me dejó hoy —resumí mi día de mierda.
—Ahora entiendo todo.
—¿Te dejó? —esta
vez habló Ryan. Yo asentí— Con que…
estás soltera —dijo coquetamente.
—Sí —respondí
extrañada.
—¿Te coqueteo? —preguntó
Ryan, Justin le tiró un almohadón— ¡Oye! —se quejó Butler.
—Madura —le indicó Justin.
—Puedes coquetear, pero será en vano.
—Ves no te quiere —presumió Bieber como si a él sí lo quisiera.
—Tampoco te quiere a ti —sonrió Ryan vengativo.
—¿No? ___________(tu nombre) que mueres por besarme —yo solo reí.
—Claro —le seguí la broma.
Ryan miraba confundido.
—Ven, bésame —me
indicó.
Me levanté y
me acerqué a él, cuando estaba a punto de besarlo, volteé la cara.
—¡Claro que muero por besarte! —dije con sarcasmo— Eres un bobo —volví a sentarme.
Ryan reía.
—Histérica —me
dijo Justin.
—Al menos no soy perra.
—Como Selena —añadió
Ryan.
—¿Es perra? —pregunté,
no parecía.
—No —respondió
Bieber—. Solo que
Ryan dice eso porque no le da la hora.
—Tal vez por mujeriego —supuse.
—¡Oye, ya no! —se
auto-defendió Ryan. Yo reí.
—Nadie lo cree —afirmó
Bieber.
—Gracias —respondió Ryan con
sarcasmo.
—Bieber —hablé
seria—, después de todo no me caes mal —me costaba decirlo.
—Siento mucho lo que hoy dije. No eres tan mala —me sonrió. Ryan sonrió cargándonos.
—¡Butler! —me
quejé.
—¡___________(tu apellido)! —dijo de la misma forma Ryan.
—Chicos —habló
Pattie entrando— ¿Quieren
algo de tomar?
—Yo no, ¿Ustedes? —preguntó Justin.
—No, gracias Pattie —respondimos al unísono.
—Ya. Saldré, cualquier cosa llámame ¡No hagan
locuras! —pidió y se fue.
—¡Ya, estamos solos! —dijo Ryan festejando. Justin volvió a tirarle un almohadón.
—Eso sonó pervertido —le explicó.
—¡Malpensado! —exclamó
Butler.
—Oye… tu eres el que… —intentó decir Justin en “código”.
—Lo sé, lo sé. El mujeriego —asumió anticipado Ryan.
—No, no —Justin
rió—. El que se expresa mal —prosiguió.
—Te delatas solo. Nadie dijo ahora que eres
mujeriego —me divertí yo burlándome.
—¡Tonto! —le
dijo Bieber.
—Ha hablado el inteligente —se burló Ryan—. Cambiando de tema, ¿Michael? —me
preguntó a mí.
—De seguro con… —intenté
no llorar— de seguro
con Adam —fregué mis ojos húmedos.
—No llorarás ¿Verdad? —preguntó entristecido Justin.
—Lo siento, es que duele
—sonreí amargamente.
Narra Ryan:
¿Qué se
sentirá? Digo, tener la persona que amas y que se vaya sin decir nada, debe
doler. Además, nadie merece sufrir por la cosa más maravillosa que es el amor.
No es justo que algo tan hermoso sea tan doloroso a veces. No entiendo como hay
personas que aman con tanta facilidad y tienen el poder de ser amados por la
persona que aman. Yo todo lo contrario. Tal vez sea porque fui un estúpido
mujeriego, tal vez porque jamás valoré a una mujer con el respeto que tenía que
ser.
—No debe de doler, tienes que verle el lado bueno —le propuse a ___________(tu nombre).
—¿Lado bueno? —sonrió
irónicamente ella— ¡No lo
tiene!
—Te has dado cuenta de que tu “amiga” es una perra,
de que él es un idiota y de que las personas que te queremos estamos junto a ti
—vi un lado positivo.
—Tal vez —sonrió.
—¡Ves, no soy tan idiota! —reí y le tiré un almohadón.
—¡Ey! —protestó y me devolvió
el “golpe”.
—Parecen novios —aseguró
Justin sonriendo.
—Es que lo somos —bromeé.
—¡Claro amor! —murmuró
ella sonriéndome. Le devolví el gesto.
—Ya, luego iremos a besarnos, así dejas de desearme —usé mi ego para bromear.
—Son unos idiotas. Oigan me estoy aburriendo —habló Bieber.
—También yo.
—¡Somos tres! —concluyó
ella.
—Bajemos a la cocina —propuso
Bieber.
Bajamos a la
cocina, ___________(tu nombre) y yo nos sentamos en las banquetas. Justin quedó
chismoseando que había para comer.
—Hay cereales, yogurt, galletas, torta, tarta de
coco, fruta.
—Paso, no tengo hambre —habló ella divertida.
—Mañosa —farfulló
Justin bromeando.
—Parecen hermanos —siempre peleando.
—Jamás —dijeron
al unísono mirándome.
—¿Novios? —cambié
de opción.
—¿Te gusta tu cara? —preguntó ella, yo asentí— si no te callas, eso cambiará —me
sonrió.
—Agresiva —murmuré.
Ella rió y sonó su teléfono.
Narra
___________(tu nombre):
#Vía telefónica#
—¿Aló? —hablé ni bien atendí.
—¡Perra! —perra, era ella.
—Hola… —respondí riendo de ella.
—¿No te enteraste? —preguntó simulando dulzura.
—¿Enterarme de? ¡Ah sí! —me respondí yo misma— De que eres una maldita hija de puta, que se come
todas mis sobras, que quería ser famosa a mis esfuerzos, de que no tienes vida,
de que te encanta ser cualquier cosa. Bueno sí me enteré —aseguré
astutamente.
—¡VENGANZA! —exclamó.
—¿Quitarme a Adam? Pfffff, —reí divertida—. Ojalá sean felices.
—¡Lo somos!
—¡Bien por ustedes! Espero no te haga lo mismo que a mí —deseé.
—¿Qué dices? —cuestionó confundida.
—Lo siento, no entiendes —me burlé—. Tienes un coeficiente muy bajo, lo olvidé. Oye si no tienes algo
importante que decir debo irme porque… sabes ¡Yo sí tengo una vida, mi reina! —le recordé
con una dulzura sobre actuada.Ella solo colgó.
#Fin vía
telefónica#
—Luego se hace la superada —murmuré riendo luego de colgar.
—Brenda ¿no? —preguntó
Justin.
—Refregándome su nuevo novio en la cara —como si fuera la gran cosa. Fue mío primero.
—Podrías vengarte de ella —aseguró Ryan.
—¿Cómo?
—Es obvio que te tiene envidia por Bieber. Podrían…
salir —era absurdo.
—¿Salir? No jodas —le pidió Bieber.
—Sería en broma —añadió
Ryan.
—¿En joda? Sé como terminaría esto, además ignorarla
será lo mejor.
—Es verdad —dijo
Justin con la boca llena— Le molestará
más.
—Si sigues comiendo así saldrás rodando —le comenté a Justin.
—Haré ejercicio —aseguró
divertido.
—¿Quieren jugar al basquet? —propuso Ryan.
—Mira como estoy vestida —le propuse yo.
—Si quieres te presto ropa —se ofreció Justin.
—Mejor si me acompañan a casa —les indiqué.
Dejamos todo
así y salimos, sonseamos camino a casa. Llegamos ellos quedaron en la sala, yo
subí y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=31923836&.locale=es,
luego bajé. Regresamos a casa de Justin, tenía una cancha de basquet, así que
allí estábamos jugando un poco.
—No está mal para ser mujer —se refirió a mí Ryan mientras picaba.
—¿Eso dices? —Justin
le quitó la pelota y encesto. Me miraban los dos luego.
—Sí, eso opino —repitió
Ryan siguiendo a Justin.
—Creo… que sí está mal —Justin tomó la pelota otra vez y siguió picando mientras
me miraba se acercaba a mí.
—No soy una niñita idiota, sí sé jugar —le quité la pelota a Justin. Encesté un doble y volví
a pasársela.
—Le llamo suerte —me menos preció divertido, Justin.
—Prosigue, dale. Recuerda, 1 a 0 —le guiñé riendo.
Ryan comenzó
a picar, se la pasó a Justin e intentó correr hasta el aro, pero… fue raro,
Justin quedó parado como si estuviese mareado.
Narra
Justin:
Sentí como
si todo se alejaba y se volvía a acercar, de pronto se me empezó a contraer el
estómago, como si se me acalambrara, luego ya no recuerdo nada más.
Narra
___________(tu nombre):
—¿Qué tiene? —pregunté
desesperada.
—¡No lo sé! Llama la ambulancia —me gritaba Ryan.
Tomé mi
teléfono y llamé a la ambulancia. En unos 10 minutos estuvo allí.
…En el
hospital…
—Llamaré a Pattie —me indicó
Ryan.
—Yo esperaré aquí.
Ryan se
alejó un poco, yo la verdad estaba muy preocupada. Lo notaba bien hasta que se
puso pálido y cayó desmayado, ¿qué podía ser? Tal vez cansancio o algo así pero
no lo sé. La verdad me preocupa, lo conozco demasiado poco sí, pero ya no es
tanto mi odio hacia él. Después de todo no parece ser mala persona, además
nadie se merece nada malo después de todo.
Pasaron unos
15 minutos, Pattie llegó. Intentamos tranquilizarla pero era imposible. Luego el
médico salió y entraron a su oficina con Pattie. Mientras con Ryan fuimos en
busca de café.
—Tal vez sea un ataque de ansiedad —supuso Ryan.
—Cansancio o nervios.
—No lo sé, —me
pasó el café— sentémonos.
Así lo hicimos.
—La verdad… hoy estuvo bien todo el día, ni siquiera
lo noté cansado —hablé de Justin.
—Sí, aparentaba estar bien. Es… raro.
—Lo sé —bebí
un sorbo de café.
—¿Te gusta, no?
—no sabía a qué se refería.
—¿Qué cosa? —pregunté
mirándolo.
—Justin.
—No, no me gusta —respondí.
—¿Segura?
—Sí… segura.
—No parece —reí
levemente.
—Enserio no me gusta.
—¿Entonces? —lo
miré divertida.
—Terminé de romper con Adam ¡No soy tan rápida!
—¿Ah no? —bromeó.
—No, no lo soy.
—Estupendo… me gustan difíciles —afirmó. Yo reí.
—Y a mí fieles. Y, ¿dejas de coquetear? —le pedí.
—Me lo permitiste hoy —frunció el ceño divertido.
—Igual, no tendrás resultado —aseguré entre risas.
—Comentó Chaz ¡Qué besas de maravilla! —que idiota Chaz.
—Pss, no lo sé —reí
apenada y tomé un sorbo de café.
—Tampoco yo —sonrió coquetamente.
—Tampoco lo sabrás —le informé.
—Tú que sabes. Tal vez sí —me contradijo.
—No creo en suposiciones —le guiñé un ojo. Él rió divertido y bebió un sorbo de
café—, ¿primer rechazo, Butler? —me burlé.
—Repito, me gustan las difíciles —su orgullo era grande.
—Soy imposible —me
levanté, boté el vaso vacío y me dirigí a la sala de espera. Pattie estaba
allí.
—¿Cómo está Justin, Pattie? —le pregunté.
—Fue un ataque de ansiedad, es la segunda vez que le da
uno —me explicó—. Le harán unos estudios y esta noche le darán el
alta.
—Mañana tenemos la entrevista en Good Morning
América —no creo que vaya.
—Lo sé, linda. Estará bien —le exigían mucho.
—¿Qué hora tienes? —le pregunté. Ella miró su reloj.
—6:00 p.m.
—Debo irme —era
tarde—. Llámame cualquier cosa —le indiqué—. Los veré mañana.
—Te llamaré —sonrió—
Adiós, linda.
—Adiós.
Me di vuelta
y comencé a caminar, me encontré con Ryan en la entrada estaba sentado allí, en
un escalón de la escalera.
—¿Te vas? —preguntó.
—Sí, se hace tarde y mi casa está lejos —mi padre me mataría.
—¿Vamos? —me
preguntó parándose.
—¿También te vas? —cuestioné yo.
—Sí, te acompaño —me propuso.
Comenzamos a
caminar, sonseamos todo el camino. Al llegar a casa, Ryan se fue, yo entré.
—¿Dónde estabas? —preguntó mi padre alterado— ¡Sabes la hora que es!
—Las 6:30 pero, tengo una buena explicación —me anticipé a decirle.
—A ver —se dispuso a escuchar
sin convencerse.
—Estaba en casa de Justin, nos pusimos a jugar al básquet,
luego se puso blanco y calló desmayado con Ryan llamamos la ambulancia y tuvimos
que llevarlo al hospital —le expliqué. En ese momento Adam entró a la cocina
—¿Entonces está bien? —preguntó mi padre olvidando su enfado.
—Sí, tuvo un ataque de ansiedad.
—Ok, esta vez estás perdonada —me sonrió y se fue.
Adam seguía
en la cocina. No hablaría con él ni que me pagasen, lo detestaba mucho aunque
en el fondo lo amaba. Como cualquier relación reciente, el amor vivirá por un
buen tiempo. Me senté en una banqueta y me puse a mirar mi Black Berry, veía
como Adam me miraba de reojo o buscaba pasar delante de mí para llamar la
atención.
—__________(tu nombre) lo siento muchísimo —rompió el silencio. Alcé mi vista y lo miré. Luego volví a mirar mi BlackBerry—. Sé que no
fue lo correcto, lo siento mucho —añadió.
—¿Eso dices? —pregunté tomándole
cero atención.
—Sí, lo siento. Pero estoy con Brenda —como si fuera a decirle que regresáramos.
—¿Me engañaste no? —dejé mi teléfono sobre la mesa y lo miré.
—Bueno…
—¡Dime la verdad! —lo interrumí— ¿O eres un
cobarde como todos los hombres? —pregunté
desafiándolo—. Sabes, me
decepcionaste demasiado —muchísimo. Creía
que me amaba.
—Pero ___________(tu nombre) —intentó hablar.
—No estás respondiéndome, Adam —lo interrumpí.
—Bueno… sí, lo hice —afirmó apenado.
—Gracias —dije con sarcasmo.
—No fue mi intención, pero tu estuviste mucho con
ese Bieber en el estudio, escribiendo, haciendo cosas y no pasabas tiempo
conmigo —me sacó en cara. Como si fuera
mí culpa.
—¡No me interesa! Yo no tengo nada con Justin.
—¿Ah no?
—No —negué—, pero tu sí con Brenda. Eres un cara dura.
Luego de decir
eso, tomé mi Black Berry y subí a mi habitación. Me tiré en mi cama, la verdad
no sé como sentirme ¡Me engañó! ¡Él! El chico que más amé en el mundo, me
engañó con mi mejor amiga. Quién sabe, quizás hasta se acostaron.
Bueno, no sé
si tanto pero los dos me hicieron algo que jamás podré perdonar. Escuché tocar
la puerta.
—___________(tu nombre) —habló mi padre— Caitlin te está buscando abajo.
—Ya voy.
Sentí los
pasos de cómo mi padre se alejaba, así que me até el cabello y bajé. Me
extrañaba que Cait me buscara, pero… no interesa eso.
—¡Hola Cait! —saludé.
Ella sonrió.
—¡___________(tu nombre)!
—¿Cómo estás?
—Bueno no muy bien, estoy preocupada por Justin —confesó.
—Sí, tuvo un ataque de
ansiedad otra vez —le expliqué.
—Pobre Justin, pero… ¿Está bien?
—Sí, eso creo.
Charlamos un
rato más con Caitlin, luego se fue. Yo subí, me di un baño, me puse mi pijama y
me dormí.
…Al día
siguiente…
Desperté, me
cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=32002980&.locale=es y
me puse la peluca, sí, tenemos la entrevista en Good Morning América, pero…
primero debo asegurarme de que Justin esté bien y vaya.
#Vía telefónica#
—¡Hola! —saludé
cuando atendió.
—Hola ¿___________(tu nombre)? —preguntó.
—Sí, ¿Cómo estás?
—¡Genial! Camino a tu casa —me indicó.
—Ok, te espero entonces y hablamos personalmente.
—Ya, te veo —colgó.
#Fin vía telefónica#
Faltaba una
hora o más tal vez para el programa, bajé, nadie estaba despierto. Desayuné un vaso
de leche, fui al baño, me cepillé los dientes y Justin vino.
—¡Justin! —saludé
sonriendo cuando abrí.
—Es agradable que no me digas Gayber —sonrió al igual que yo.
—¿Cómo estás? —pregunté.
—Vamos, te cuento en el camino —me indicó él.
Tomé mi
Black Berry y salí. Subimos al auto y Kenny comenzó a conducir.
—¿Entonces cómo estás?
—Medicado, pero mejor —me explicó—. Tuve un
ataque de ansiedad
—¿Seguro de que estás bien? —no lo sé, quizás no.
—Sí, sí —sonrió—.
Es raro esto ¿tú preocupada por
mí?
—No —me negué
riendo—, solo
parece.
—¿Tu y Adam? ¿Qué? —me pregunté.
—Lo de ayer —respondí—. Creo que mal, o eso parece. Anoche hablamos.
—¿Y qué pasó? —era curioso.
—Nada, admitió que me engañó con Brenda.
—¡Qué caradura!
—Lo mismo digo —dije
acomodándome la ropa.
—No debes sufrir —aseguró Justin.
—¿No? —pregunté
confundida. No debía, pero lo hacía.
—No —aseguró Justin.
Narra
Justin:
Definitivamente
no, aunque a veces pueda ser pendeja la chica no es mala… no es la clase de
personas que se merecen sufrir.
—Es tarde —me
explicó ella.
—Jamás será tarde para sonreír —nunca es tarde para hacerlo.
—¿No? En mi vida, sí —me contradijo—. Jamás lo
haré.
—Never say never.
—Solo son frases —para mí no era así.
—¿Frases? —pregunté
retóricamente— No lo creo.
Mírame a mí. Era un chico de pueblo, un niño sin dinero, un niño que ama cantar
pero que no podía hacer que el mundo escuche su talento ¿Y ahora? Sí, soy
Justin Bieber. Un chico conocido mundialmente, con millones de fans, con fama,
con dinero, con amigos… ___________(tu nombre) si tu sueñas con él alma, los
sueños si son verdad —y aunque sonara
cursi, era así.
Vi como los
ojos de ___________(tu nombre) se llenaron de lágrimas. Sí, yo sé lo que es
sufrir por eso, si no mírenme con Selena. Sí, me gustaba ella. Pero me
decepcionó, se fue. No me decepcionó que se haya ido, me decepcionó que no me
dijera nada antes, que no me dijera ni siquiera adiós. Que me lo dijera horas
antes sin dejarme ni siquiera decirle chau, eso sí fue lo que me molestó, lo
que realmente me dio un poco de odio.
—¡Justin! —gritó
la vos de ___________(tu nombre).
—¿Qué? —me
sobre-salté.
—Debes bajar, vamos.
—Oh, sí —había
estado distraído.
Abrí la puerta del carro y bajé. Había paparazzi y periodistas afuera,
pero no podían acercarse, 1 porque estábamos en el estacionamiento y 2 porque
había mucha seguridad. ___________(tu nombre) también bajó y Kenny hizo igual.
Entramos al canal y fuimos a maquillaje. Allí nos retocaron y salimos al aire.
AAAAAAAAAAASH BRENDA ES UNA MALDITA ESTÚPIDA, YA
ResponderEliminarLA ODIO :@@@@ MALDITO MANUEL CREI QUE ME AMABAS
T-T Ya see! me casaré con Chris y todos felices,
okno._.
-Cami Beadles