Capítulo 21°: "Tienes suerte de no estar muerta a estas instancias".

Luego de cenar subimos a las habitaciones. El tema de Ronan, había quedado en la nada misma. Casi que fue en vano viajar a Seattle, más bien lo fue. Aunque conocí a la tía Dolly, una grandiosa mujer, para ser exacta. Ojalá viviera con ella y no con la odiosa de mi madre.

No podía mantener la calma, tenía que encontrar a Ronan y honestamente, llegar hasta Seattle no me fue nada de utilidad. Quizás sí, pero en realidad, sentía que estaba estancada otra vez.

…Al día siguiente…

Había dormido poco, el sueño me costó mucho la noche anterior. Me revolví en la cama sin intentar saber qué hora era o porqué motivo me había despertado sin que ninguna alarma sonara o alguien me hablara. Suspiré hundiendo mi cabeza en la almohada y me decidí a levantarme. Tenía cosas que hacer. Sinceramente, quería regresar a New York. Me senté en la cama y abrí los ojos, para encontrarme con Justin sentado en la punta de la cama. Me exalté un poco, pero él sonrió levemente.

—No quería levantarte —confesó, yo le sonreí levemente. Él estaba siendo amable—, pero Dolly me dijo que te despertara. Ella salió y me informó que tendríamos que ir a un lugar hoy cuando ella regrese, por eso me pidió que te levantara.

—No es justo —musité fregando mis ojos—. Estoy cansada aún.

—Dolly aseguró que era importante —afirmó Bieber, suspiré y él sonrió acomodando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

—Bien, iré a darme una ducha —le informé.

Me levanté y ante la mirada de Justin me metí en el baño. Me di una ducha y me cambié así http://www.polyvore.com/rock/set?id=68521895. Até mi cabello en un moño desprolijo y regresé a la habitación. Justin seguía allí igual que antes, esperándome supuse. Me paré frente al tocador para maquillarme, pero honestamente no tenía ganas. Así que me quedé allí en silencio.

—¿No dijo Dolly a dónde iríamos? —le pregunté, quizás había comentado algo.

—No, no dijo nada —afirmó Justin—. Solo dijo que la esperásemos listos.

—Justin —suspiré y me volteé a verlo detenidamente—, si quieres regresarte a New York, no te diré nada.

—No quiero estar en New York al menos hasta que mi madre ya se case con ese gilipollas —afirmó Justin frunciendo el ceño. Yo suspiré.

—Sabes si quieres descargarte tienes…

—No, no voy a llorar por ello —me interrumpió sonriendo amargamente—. Ya lo viví con mi padre casándose con Erin. Estará bien si quiere hacerlo, no lo sé —se encogió de hombros algo confundido—. Mi mamá ya está lo suficientemente madura como para decidir, ¿no?

Bajamos a la cocina y Dolly llegó para darnos la noticia de a dónde iríamos.

—Bien —se sentó a hablar—. Sé que no será fácil lo que descubrirán, pero yo no puedo hacerlo, ¿vale? —arqueé una ceja.

—¿De qué hablas?

—Deberán ir a esta dirección —nos pasó un papel con una dirección en ella—. Estarán a salvo, lo prometo. El señor Jhones es un viejo amigo mío. Él podrá ayudarte —se refirió a mí.

—¿No vienes? —le preguntó Justin. Ella negó con la cabeza.

—Tengo cosas pendientes —aseguró—. Pero estarán bien, lo aseguro.

Tras la indicación de mi tía recién conocida, partimos hacia la casa de ese tal Jhones en un taxy. Llegamos a las afueras de Seattle, donde el taxy se detuvo frente a una gran mansión deteriorada por el paso de los años. Bajé parándome en la vereda quedando atónita. Justin pagó y se paró a mi lado.

Estúpidamente ese lugar se me hacía familiar. La casa era blanca y enorme, sus paredes estaban deterioradas y su pintura también. Las aberturas de madera estaban opacas y ultrajadas, los árboles que la rodeaban le daban un aspecto familiar. Quizás, porque era muy parecida al estilo de mi casa en New York. Suspiré, Justin notó mis nervios y me tomó por la mano apretándola.

Llegamos a la puerta y golpeteé algunas veces, para que alguien atendiera. La puerta se abrió y un hombre de bastante edad, unos 65, salió a atender. Nos miró inspeccionando nuestros aspectos. Era canoso y traía los lentes casi en la punta de su nariz. Los subió con su dedo índice derecho y carraspeó un poco. Mr. Jhones tenía un aspecto un tanto intimidante, al parecer a Justin eso no le intimidó en lo más mínimo.

—Ustedes deben ser las personas que mandaría Dolly —yo asentí fríamente.

—Así es, señor Jhones —él se hizo a un lado.

—Adelante, muchachos —su voz era fría y distante—. Dolly comentó algo de lo que los traía por aquí.

—¿Usted conoce a mi madre? —pregunté, él asintió mientras nos sentábamos en un viejo sillón rojo de terciopelo.

—Todo mundo conoció a Jen aquí en Seattle cuando vivía aquí, claro —¿mamá vivió en Seattle? ¿Y por qué le decía Jen?

—¿Jen? Mi madre se llama ___________(tu mamá) —el viejo sonrió cínicamente.

—Ella cambió su nombre, pero su real nombre es Jen —me dijo con total seguridad—. Y para serte honesto, eres su vivo retrato —yo fruncí el ceño un poco incómoda. No me gustaba que me compararan con ella.

—¿Qué conoce usted de mamá que Dolly me hizo venir hasta aquí con usted? —el hombre inspeccionó a Justin, pero Bieber no dejó de mirarlo potentemente.

—¿Es de confianza?

—Sí —afirmé yo.

—Descuide —le pidió Justin—, no estoy escondiendo un arma —añadió algo desenfadado. Jhones esbozó una pequeña sonrisa, mientras se llevaba un abano a su boca.

—Bien —retomé el rumbo—, ¿qué sabe usted de Jen? —me animé a nombrarla así.

(Escúchenla mientras leen http://www.youtube.com/watch?v=t-KSpIGioOs)

—Jen Step —recordó amargamente—, era la criminal más buscada de Seattle en sus días —lo miré atónita, ¿criminal dijo?—. Era idéntica a ti. Solo creo que vestía un poco más rosa y femenina, por así decirlo —hizo un gesto con su mano—. Nadie se atrevía a siquiera nombrarla. Ella estaba metida en negocios negros o algo así —se encogió de hombros—, jamás me interesé en ello. Pero era una puta —el tipo se cayó unos segundos—. Se acostaba con cualquier tipo que pudiera darle dinero, era una ambiciosa por naturaleza. Pero una vez todo salió mal, y quedó embarazada. No podía seguir sus negocios sucios, no podía seguir matando gente, porque corría peligro ahora. Ella y su criatura, aunque poco le importaba eso ya que bebía como una condenada. Fue cuando ___________(tu papá) se hizo cargo de ella y se la llevó a New York.

—¿El niño del que habla es Ronan? —cuestioné torpemente. Jhones asintió mirándome con algo de lástima. Era notoria mi tristeza.

—Ese mismo —sonrió levemente—, él nació con muerte cerebral en medio lóbulo, ¿no? —yo asentí casi sin ánimos de hacerlo— Pues, Jen retomó su vida al poco tiempo. Solo que siguió siendo una mujer importante de la sociedad en New York —¿a qué se refería?—. Tu madre está metida en algo muy oscuro y negro, como es el mercado oscuro, nena —Justin apretó mi mano al oír eso. Estábamos en peligro, absolutamente—. Tienes suerte de no estar muerta a estas instancias. Si ella se entera que buscas a Ronan, te asesinará.

—¿Por qué esconde así a Ronan? —era lo que no entendía.

—Bebé, Ronan no está en un bonito centro de discapacitados. Ojalá así fuera. No sé dónde Jen tiene a ese inocente, solo sé que nadie puede acercarse a él así como así —no podía procesar todo lo que estaba enterándome. Era casi irreal. Como una película de mafiosos—. Lo que sí puedo decirte, es que Jen no está sola en esto y no te será fácil encontrar a Ronan.

—¿Cómo sabe todo esto, Sr. Jhones? —pues, él debía responderme eso para que yo le creyera o no. Aunque no parecía bromear.

—Mi hijo murió intentando encontrar a tu medio hermano —aseguró fríamente. Justin estaba incrédulo como yo—. Pues, él sospechaba ser el verdadero padre de Ronan. Jamás llegó a encontrarlo.

—Pues, yo lo haré. Cueste lo que cueste —aseguré duramente, Jhones me clavó la mirada.

—Quiero ayudarte, nena —eso me causó algo de confusión.

—¿A qué se refiere, señor Jhones?

—Tu mamá no es de esas que trabajan con documentos y acciones legales —me recordó—. Ellos, los de su grupo, empuñan armas y no le molestará demasiado asesinarte a ti o a quién sea necesario. Su culo está cubierto por el dinero, ningún policía va a detenerlos —me causó escalofríos el solo pensarlo. Pero debía salvar a Ronan.

—¿Entonces, qué?

—Niña, la única forma de que la enfrentes es empuñando un arma, matando, asesinando, como ella lo hace —pues, honestamente, estaba dispuesta a matar por Ronan—. Y si es lo que harás, sé bien como ayudarte. Estuve en la armada mucho tiempo y te ayudaría con gusto por esta causa —creo que a él también lo tocaba de cerca.

…

Estaba recostada en la habitación mirando el techo. Simplemente no podía analizar con claridad nada de lo que me había enterado. Para ser sincera, mi madre había resultado ser una puta barata y asesina, mi padre un tapa culo de ella y todo esto pesaba en los hombros de Ronan, ¡no era justo!

Ponerme a su nivel, no era justo, no era lo correcto, pero era lo único que podía hacer por esa causa. La rabia me cegaba, era capaz de asesinar a mamá en ese mismo momento. Ni siquiera sé por qué sigo recordándola con el apodo de mamá, ya que ni eso se merece esa farsante estafadora. Era una mujer negra, sin corazón. Y sí, estaba dispuesta a volarle la cabeza con tal de encontrar a Ronan otra vez.

La puerta de la habitación se abrió y entró la figura de Justin. Él simplemente se sentó a un lado en mi cama mirándome fijo, como intentando calmarme. Creo que notó mi respiración entre cortada y mis ganas de romper todo lo que veía a mi alrededor.

—Cálmate —me pidió. Lo miré con los ojos fijos, él sonrió de lado, casi por compromiso—. No resolverás nada pensando con ira. Debes pensar fríamente antes de hacerlo. Antes de decir que sí.

—Pareces saber al respecto —comenté curiosamente. Sus ojos miraron hacia otro lado, estaba escondiendo algo, ¿qué sería?

—No soy un delincuente —alcé mi mano y corrí su cara hasta que lograra verme a los ojos—. No estoy escondiendo nada —aseguró.

—¿Tú qué harías? —solté, él me miró algo confundido.

—Yo… —cayó unos segundos y soltó un suspiro largo y profundo—, mira, no puedo decirte qué hacer. Eso lo sabes tú, porque tú estás poniéndote contra tu madre y no sé cómo se siente eso. Pero… yo le haría caso a Jhones —opinó.

—¿Y qué si Ronan está muerto? —no quería pensarlo así, pero… era una opción que se plantó en mi cabeza.

—No lo sabemos —me recordó y sonrió amargamente—. Solo tu madre sabe y si la enfrentas, sabes que sería capaz de matarte. Si vas a hacer lo que Jhones dijo, deberá ser a sus espaldas y lo sabes.

—Odio saber que esto no es un maldito juego —protesté con un nudo en mi garganta—. No sé qué hacer, pero sí sé que Jen merece un castigo y estoy dispuesta a volarle su culo de un tiro para tener a Ronan conmigo. Necesito hablar con Dolly —escupí con algo de rabia.

—Estoy contigo en esto, ¿vale? —me recordó Justin— así que hagas lo que hagas, cuentas conmigo para cubrirte el culo, ¿lo tienes? —yo asentí sonriendo levemente. Justin se portaba tan bien conmigo.

—Gracias, Justin —solté, él acarició mi mejilla.

—También me cambias —arqueé una ceja, recordando lo que yo le había dicho el día anterior. Ahí tenía mi respuesta—. Jamás esperé salirme de casa y viajar a Seattle, tampoco pensé en empuñar un arma, pero si debo hacerlo para ayudarte. Lo haré. Descubrí que vales oro, ___________(tu nombre) y no me interesa mucho qué vaya a pasar cuando regrese a New York, —él suspiró y estancó su mano en mi mejilla—, solo puedo decir que me gustas, como jamás nadie me gustó y amaría hacerte feliz dentro de esta mierda en la cual acabamos de meternos.

—Justin…

—No, nena —pasó su dedo índice por mis labios—, no quiero que me mandes al diablo. No quiero escucharte maldecir hoy, honestamente solo quiero amarte.

—Justin, yo no quiero acostarme contigo —no podía, no era momento. Simplemente no quería. Tenía rabia y si me acostaba con él iba a hacerlo con odio, con rabia. Sin querer hacerlo realmente. Justin acarició mi mejilla con su pulgar perdiéndose en mis ojos.

—No te pido eso, preciosa —mi corazón latía acelerado. Moría por acorralar sus labios en un beso, pero no era justo. No tenía ganas de amar, simplemente quería tener a Ronan entre mis brazos, abrazarlo y protegerlo de todo lo que quisiera llevárselo de mi lado.

—No lo hagas difícil para mí —le pedí con un hilo de voz, estaba nerviosa. Era raro, jamás ningún hombre me había tratado así, jamás ningún hombre me había puesto así—. Yo no me siento apta para amar a nadie, no tengo más lugar. No tengo cabeza, ni corazón como para amar a alguien y no quebrarlo, no romperlo en mil pedazos. No quiero arruinarte.

—Vamos, linda. Sabes que estoy dispuesto a romperme por ti, déjame estar contigo, por favor —suspiré perdiéndome en sus ojos miel.

La respuesta la tenía ante mis ojos, ¿cómo poder decirle que no? Estaba volviéndome loca por él, me gustaba mucho más de lo que admitía y, honestamente, era la única persona que podía tocar mi corazón de lleno, no iba a negarme. No quería negarme. Quería que por una vez, alguien me protegiera y me acompañara en el camino.

—Si yo fuera tu novio no te dejaría estar mal, no serías tan solitaria. No te dejaría llorar, linda —acarició mis labios. Sus ojos brillaban inigualablemente—. No dejaría jamás que alguien te lastimara más, te amaría con locura, preciosa. No sería la clase de mierda a la que estás acostumbrada. Te haría valer y valería por ti.

—¿Y por qué no lo eres? —Justin sonrió ampliamente y yo lo hice, a medias.

—¿Aceptarías ser mi novia? —mi corazón se aceleró.

—…

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Respuestas:

Taylor: ¡Hola, linda! Gracias :) y sí, Hit Me Like A Man, es buenísima. Al igual que Under The Water y Coold Blooded, que vinieron en la edición extendida de Hit Me Like A Man. Amo esas canciones. Besos (:
Yenixhithax: Hola (: Rayis es una picarona que no admite que ama a Bieber jaja. Besitos, linda.

Yamiley: No debes agradecer que responda, es como mi deber jaja. Enserio, gracias por decirme tantas cosas lindas, para mí es una recompensa más que grande. Escribo para que ustedes sean felices, y saber que lo logro y que me admiran, es demasiado, lo juro. Enserio, escribes? :) eso es genial, quizás lea tu novela (: Y gracias, enserio. Mil gracias, sabes que tienes una amiga aquí, por más que no esté cerca y no te conozca en persona, puedes hablar conmigo por Facebook o Messenger y no me molestará escucharte. Enserio, gracias. También te quiero, Tocaya (:

Bueno, como verán la novela no será demasiado romántica como la otra. Esta tendrá un poco más de acción. Espero les guste, ¡me gustaría ver sus opiniones! :D Las amo lindas. Gracias por todo :)

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—Poly—

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