miércoles, 30 de enero de 2013

Capítulo 34°: "¡Debía buscarla y protegerla de lo que sea!".




—Ro… Ron… Ronan —logré decir, él esbozó esa media sonrisa tan costosa que me alegraba la vida.
—¡Siser! —balbuceó, corrí lo más rápido que pude y casi abalanzándome sobre la silla de ruedas lo abracé con fuerzas.
—Ronan, te encontré —enmarqué su cara entre mis manos y besé su frente—. Te extrañé demasiado, precioso. Juro que te sacaré de aquí.
—¿Eso? —tartamudeó entre dientes viendo mi cuello.
—Es lo que menos me interesa ahora —confesé y le sonreí ampliamente—. Juro que saldremos de esto juntos, hermano. Juro que voy a sacarte de aquí, llevarte lejos y serás feliz. Ronan, viviré para ti si es necesario, pero no dejaré que nadie te haga daño.
—Jen —su vocabulario había avanzado un poco, apuesto a que no estaba solo aquí.
—¿Alguien te cuida, verdad?
—Sí —dijo él toscamente—. Dida.
—Mmj, Jen la manda, ¿verdad? —él asintió casi nulamente, pero yo lo entendía a la perfección— ¿No te hace daño, no?
—No —respondió al instante—. Dida buena.
—Ronan, saldremos de aquí y voy a ponerte en libertad otra vez —le aseguré mirándolo con cariño. Lo había echado tanto de menos.
—Te amo, Siser.


Mi corazón se detuvo al oírlo decir eso, suspiré y sonreí, intentando tragarme el nudo en mi garganta, pero era imposible. Jen había ido demasiado lejos, yo no le permitiría que siga haciendo cosas por Ronan, él era inocente de toda su mierda. Debía sacarlo de allí en ese momento, pero no podía actuar. Estaba como una idiota frente a él.


—También te amo, hermano —le sonreí ampliamente—. Lamento no haber llegado antes aquí, sabes, desde que te fuiste nada ha sido fácil para mí.
—¡Ow! —volteé desesperada a ver quién venía ahora a joder—, ¡Qué adorable escena! —masculló con cinismo Alex. Fruncí el ceño poniéndome de pie.
—¡Vete! —le ordené. Él me sonrió divertido.
—Te dije que iba a agradarte venir —estaba haciendo juegos mentales otra vez—. A Ronan le gustaría saber lo que has estado haciendo.
—¡Él no tiene la culpa de nada! —le recordé, Alex frunció el ceño como confundido.
—¿Y no has matado por él? —no miré a mi hermano, porque sabía que no podría negárselo. Con él no podía mentir, ni jugar a nada.
—¡Ya cierra tu puta boca, imbécil! —le dije entre dientes— Si no quieres pagar lo que dices, cállate.
—Ramera, tú cierra la boca —lo oí decir mientras me presionaba las muñecas con fuerzas otra vez.


En una descripción bastante detallada de él, podía decir que su cabello rubio y alborotado se le vería sexy si no estuviera maltratándome o no trabajara para Jen. Tenía unos ojos verdes como el césped en primavera, impresionantes. Sus labios eran gruesos y estaban teñidos de un rosa natural que se veía adorable. Tenía unas lindas mejillas un poco ruborizadas naturalmente. Su cuerpo estaba trabajado y eso podía notarse.

Respecto a su actitud, pareciera ser un chico salido de una película mafiosa, aunque en realidad era en eso lo que se había convertido mi vida. Solo hablaba con insultos y una voz gruesa y penetrante. Sexy, quizás. Su mirada era fría y sensual a la vez, una mezcla rara que intimidaba si te dejabas ver a los ojos. Alex era un prototipo de matón de película, estaba segura de eso.


—A mí no me dices ramera, ¿oíste, imbécil? —él rió irónicamente y soltó mi mano.
—Volveré, perra, volveré —me aseguró. Yo solo ignoré sus palabras. Él dio la vuelta y salió del lugar.



New York
Narra Justin:



Lo poco que había dormido la noche anterior, no alcanzó para saciar mis nervios. Me dolía la cabeza y estaba en un estado nervioso inexplicable. Necesitaba actuar, hacía casi un día no sabía nada de ___________(tu nombre) y aunque estaba profundamente dolido porque me ocultara que atacó la central de Jen, debía salvarla.

Me levanté de la cama y me duché. Me puse un jean negro, una remera blanca, una chaqueta de cuero marrón y mis supras azules. Ni siquiera me preocupé por mi cabello. Bajé a la cocina y tomé un poco de café con una tostada, iría directo hacia casa de Miley. No podía contener la calma como Dolly aconsejaba, simplemente no podía convivir con la idea de que ella estaba corriendo peligro en donde estuviera.

Conduje desesperado hasta casa de Miley, intentando que ningún control policial me diera una multa por exceder el límite de velocidad. Al llegar aparqué y me bajé del automóvil casi sin frenarlo. Golpeé desesperado la puerta de Miley, necesitaba saber que __________(tu nombre) estaba bien. Mi querida amiga atendió segundos después con cara de mal dormida y desarreglada.


—Por favor, dime que sabes dónde está —le pedí, Miley hizo un gesto con la cara haciéndose a un lado para que yo entrara.
—Lamentablemente, no —masculló. Pasé la mano por mi cabello para tirar nerviosamente de las puntas, esto comenzaba a volverme loco.
—¡Diablos! —protesté—, Estoy desesperado Miley, necesito saber de ella —mi amiga suspiró frustrada.
—Descuida, Justin —todos lo decían, pero era difícil dada a conocer la situación que yo sabía de Jen y todo eso—. Ella siempre se va de la casa así y regresa a los dos o tres días, no te hagas tanto lío —suspiré una vez más.
—Gracias, Miley —le sonreí forzadamente y salí de su casa.


No me había servido de nada hablar con ella, en fin de cuentas estaba en la misma situación que antes. Necesitaba saber algo de ella. Monté mi auto otra vez, honestamente no sabía qué hacer. Sabía que las cosas estaban mal, pues ella no respondía su teléfono, lo que quería decir que estaba en problemas. ¿A quién podía recurrir ahora para que me ayudara? Los chicos de la pandilla, me detestan y tienen justas razones. No sabía a quién acudir.

Sin embargo, en ese mismo momento recordé la existencia de Chaz. Él podía ayudarme.



Bristol
Narra ___________(tu nombre):



Sentía que mi corazón explotaría de la felicidad, pero al mismo tiempo me sentía demasiado frustrada y con odio por lo que Jen estaba haciéndonos.

Le avisé a Ronan que iría a darme una ducha, así debiera vestirme luego con esa ropa asquerosamente rosa y femenina, sentía la necesidad de limpiarme, me sentía sucia. Así que luego de bañarme, me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=70596963&.locale=es y me recogí el pelo desprolijamente en un moño, para regresar donde Ronan.


—Ronan —lo hablé, él movió sus ojos hasta mí. Estaba en una silla de ruedas automática que él manejaba con poca movilidad desde su brazo derecho—, ¿tienes hambre?
—Dida —arqueé una ceja ante su comentario. No había nadie más que yo, ¿qué querría decir con eso?
—¿Dida cocina? —él asintió levemente, yo le sonreí sentándome en su cama frente a él—, Ronan, ¿mamá nunca viene a verte? —él negó levemente mirando hacia abajo.
—No.
—Yo creí que te tenía en un centro de rehabilitación —él no se inmutó—, a ver, ¿te siguen gustando las damas? —él alzó los ojos y sonrió de lado.
—Sí.
—¿Tienes un juego aquí? —él asintió levemente—, Va, juguemos entonces.



New York
Narra Justin:



Conduje hasta la guarida de Chaz, estaba desesperado por hacer algo con respecto a la desaparición repentina de mi novia, ¡esto no podía quedarse así!


—Chaz —hablé solamente entrando a la oficina, él junto con Alfredo y Ryan G. voltearon a verme.
—Justin, ¿pasa algo? —creo que se notaba en mí lo exasperado que estaba.
—Sí, pareciera que has visto un fantasma —comentó Alfredo mirándome raro.
—Necesito ayuda —confesé—, ___________(tu nombre) desapareció. Estoy seguro de que Jen la ha secuestrado —Chaz me miró sorprendido.
—¿Qué? —cuestionó alarmado Ryan G.
—¡No puedo creerlo! —confesó Chaz— ¿Enserio?
—Sí, Chaz —afirmé intentando tranquilizarme—, ¡estoy volviéndome loco!
—Bro, hay algo que ___________(tu nombre) no te dijo —volteé a mirar a Chaz detenidamente, él estaba sin expresión, era difícil descifrar qué diría.
—¿De qué carajos hablas? —Alfredo y Ryan G, miraban con cara de no entender nada.
—Bueno, ___________(tu nombre) vino a hablar conmigo antes de ayer, me pidió ayuda para salir del país camino a Bristol para rescatar a Ronan —abrí los ojos asombrados.
—¿Y le diste ayuda para que vaya sola sabiendo que yo no estaba enterado de esto? —si era así, sacaría la pistola que tenía en el bolsillo trasero del jean y juraba que lo haría volar en pedazos.
—¿Estás loco o qué te pasa, Bieber? —me preguntó mirándome raro Somers— Claro que no. Ella no salió de aquí, es más, le dije que no iría sola porque nosotros iríamos con ella.
—Jodida ___________(tu nombre) —maldije.
—¿Quiénes la vieron por última vez? —me preguntó Ryan G.
—Mi madre y Jazzy, en la clase de Ballet —respondí confundido—, luego ya no pude contactarla.
—¿Y luego no supiste nada? —yo negué con la cabeza ante la pregunta de Alfredo.
—Es claro que Jen la secuestro —habló convencido Chaz—, sabemos como es. Es capaz de cualquier cosa por cubrir su culo.
—¿Y dónde debería tenerla? —preguntó Alfredo para sí mismo.
—Quizás en Bristol —deduje, Chaz elevó la mirada y la clavó en mí.
—Es algo lógico —aseguró Ryan G.—. Quizás hasta la tienen con Ronan.
—Debemos viajar —aseguró Alfredo—, hay que salvarla.
—Hay que averiguar dónde están —Chaz era precavido y pensaba las cosas en frío, tenía razón. No podíamos arriesgarnos a morir.
—Hay que tener un buen plan —les corregí las ideas.



Bristol
Narra ___________(tu nombre)



—No puedo creer que me ganes tres partidas seguidas —sonreí al verlo con una expresión de orgullo.
—¡Vaya, vaya! —volteé y una mujer de unos cuarenta y tanto de cabello castaño, ojos grises y enorme sonrisa. Parecía ser buena, pero trabajaba para Jen, ¿qué podía tener de buena?— Tenemos compañía, hola —me saludó. Ronan sonrió al verla.
—Dida —exclamó mi hermano.
—Hola —saludé secamente—, soy ___________(tu nombre y apellido), hermana de Ronan.
—Soy Tita, su enfermera —era simpática después de todo.
—Un gusto —sentencié duramente.
—Me gustaría hablarte luego —me informó.
—Cuando desees hacerlo estaré dispuesta —no iba a ser considerada con ella.
—Bien, Ronan —le habló a mi hermano—, es hora de bañarte.


Luego de que Tita se fuera con Ronan camino al baño me tiré en su cama. No podía creerlo, estaba con él. Pero no todo se basaba en eso, estaba corriendo peligro continuamente en esta casa, no podía solo relajarme y ser feliz con Ronan. Debía encontrar la forma de salir, de vengarme de Jen y ser libre una vez más. Alejarme de toda esta mierda en la que acababa de meterme. Suspiré frustrada mientras me ponía de pie otra vez.

Cerré mis ojos recordando cómo había bailado Don Quijote para Pattie y lo bien que me había salido. Sonreí apenas, jamás dudé por qué no lo hacía profesionalmente, pero esta vez me lo pregunté, ¿por qué no me dedicaba a ser bailarina de alguna compañía? En realidad era lo que amaba hacer, ninguna cosa me llenaba tanto como ponerme en puntas y ser elegante. Adoraba sentir el viento en mi rostro mientras saltaba o hacía un par de giros. Nada se comparaba con el ballet para mí, por mucho que doliera era lo que adoraba hacer. Pensaba arduamente en audicionar para Pitt la siguiente temporada, ¡amaría ser el estelar de algún clásico! Como el Cascanueces, quizás el Lago de los Cisnes o Don Quijote tal vez.



New York
Narra Justin:



Habíamos logrado rastrear una propiedad en Bristol con el nombre de Jennifer Wood, la cual estaba desocupada porque nadie habitaba allí. Dedujimos rápidamente que podía ser de Jen, fue ese mismo día cuando partimos hacia Bristol, juro que estaba totalmente cegado y era capaz de matar a cualquiera que se interpusiera.


—Cálmate, viejo, ¿sí? —Chaz, quien iba sentado a mi lado palmeó mi hombro amistosamente.
—Estoy totalmente ciego de odio, Chaz —confesé, Alfredo y Ryan G. iban hacia delante jugando poker.
—Debes pensar con la cabeza, no con el culo, ¿lo tienes, verdad? —suspiré asintiendo—, no puedes hacer cagada, está en peligro la vida de ___________(tu nombre), ¿lo recuerdas? —Chaz tenía razón.
—No puedo entender cómo diablos Jen, siendo su madre, puede secuestrarla —sacudí la cabeza intentando saber que no era real, pero sí lo era.
—Mi madre fue capaz —la historia de Chaz era muy triste—. Hasta casi me mata —sonrió odiosamente—, ¿qué esperas? Todas las madres no son como Patricia.
—Jen merece tener una bomba atascada en el trasero y morir como un animal peligroso —deseé con odio y rencor fluyendo en mis venas—. Sabes, esto ya es personal.
—¿Y qué harás? —cuestionó irónicamente— Patearle el trasero, sí, parece ser bueno —dedujo—. Pero, quién sabe, ¿no? Puede que a ___________(tu nombre) le moleste que tú la mates de un tiro en su cien, ¿no lo has pensado, Justin? ¿Quieres perder a la única mujer que has querido? —Chaz era como un psicólogo que no conocía demasiado de mí, pero a la vez sí lo hacía. Era raro.
—Sí, es cierto —musité—. Pero, Jen no puede quedar así de impune por secuestrar a su hija y a su hijo también.
—¿Sabes a cuánta gente quiero asesinar? —Chaz negó con la cabeza con una mueca divertida—, pero no puedo hacerlo, no es lo que debo, ¿y tú, debes matar a Jen? —él tenía razón. No podía hacerlo.
—Si hay alguien que debe hacerlo, definitivamente no soy yo —Chaz asintió.
—En todo caso, creo que el derecho más “legítimo” —enfatizó—, es solamente ___________(tu nombre).
—No lo sé —suspiré frustrado—, solo quiero tener la seguridad de que ella está bien.


Por más que sintiera un recelo por el hecho de que me había ocultado que atacó la base de Jen, que sabía dónde estaba Ronan y además de que planeaba rescatar a Ronan sin mí. No podía odiarla, no podía despreocuparme. Solo lograba odiarme a mí mismo por haberla dejado sola, ¿cómo diablos pasó? Quizás yo debería haber ido al ensayo con Jazzy, ¡yo debía haberla llevado a algún maldito lugar después de que saliéramos del estudio! Puta vida, ¿por qué a ella? ¿No era demasiado con lo que había sufrido? Pues, no. Porque seguían pasándole cosas malas.


—Chaz, ¿qué pasa si murió? —aunque sería imposible creerlo para mí, era una opción, ¿no?
—Viejo —suspiró—, no debes pensarlo así, ella está bien, ¿lo tienes? —yo asentí— Jen no sería capaz de matarla sin un poco de tortura primero.
—Sí, quizás tengas razón, pero… ¿y si no es así? —sé que estaba siendo pesimista— si alguien llegó a hacerle daño a ___________(tu nombre) voy a volarle la cabeza y a hacerlo sentir tan miserable que deseará de rodillas que lo mate —sentencié entre dientes.
—Es que no hay otra opción, Justin —sentenció con seguridad—. Sé que está viva y que no va a pasarle nada de lo que no pueda salir. La encontraremos y salvaremos a ella y Ronan, ¿lo tienes claro o deberé hacértelo entender a golpes, Bieber? —reí ante su broma algo agresiva.
—Gracias —susurré ante su actitud. Él me sonrió levemente.
—Para esto estamos hermano, para ayudarnos.


No podía entender por qué estaba tan consternado ante saber que ___________(tu nombre) estaba secuestrada, quizás estén maltratándola ahora mismo, no lo sabía. Sin embargo, cada segundo que pasaba hacía que creciera un odio incomparable dentro de mi pecho. Era desesperante.

Una sensación que jamás había sentido. Una angustia mezclada con desesperación, teñida con un poco de tristeza, ¡debía buscarla y protegerla de lo que sea! Estaba seguro de que podría hacerlo, porque honestamente, ya no permitiría que me ocultara nada, ni siquiera cosas como estas, que podrían llevarla a la muerte. Jen era una psicópata, no podía dejar que llegara a herirla. No dejaría que así pasara.

Podía cerrar los ojos e imaginármela cantando o bailando, era lo que más quería ahora en el mundo y no permitiría que Jen le hiciera daño, esa perra iba a pagarlo, fuera como fuera. Chaz no dejaba de preocuparse para que yo controlara mi ira, Alfredo y Ryan G. solo estaban como dos idiotas jugando poker, ¡necesitaba llegar a Bristol y encontrarla! Necesitaba con todas mis fuerzas abrazar a ___________(tu nombre), besarla y decirle que todo estaría absolutamente bien. 

2 comentarios:

  1. siguela me encanto, siguela pronto!

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  2. Hola Poly como estas??

    Bueno men encanto el cap. estubo buenisimooo me encanta tu novee siguelaa!

    Bueno besitos te quiero mucho yop Pituu! (っ◕‿◕)っ

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