lunes, 14 de enero de 2013

Capítulo 23°: "De ninguna chica fui esta clase de novio, pero tú no eres cualquier chica".





De: Justin.
Bebé, acabo de hablar con Ryan, ¿te apetece ir a una fiesta hoy?

Pensándolo bien, necesitaba un poco de distracción. Necesitaba beber un poco y distender mis nervios, así que no iba a negarme. Además, sería una buena oportunidad para pasar un tiempo con Justin. Con todo esto de Jen, Ronan, Dolly y Jhones, para ser sincera, casi no me había percatado de que ahora, éramos novios.

Vale, ¿pasas por mí a las 10? En realidad, no tengo ganas de llegar sola.

De: Justin.
Claro, nena. Paso por ti a las 10.

Me pasé un buen rato tirada allí, estaba agotada del viaje, pero para ser sincera, no quería estar en casa por mucho más. Oí como golpeteaban la puerta de la habitación, era Cait. Podía saberlo, así que abrí.


—¡Hasta que apareces! —exclamó inspeccionando mi aspecto.
—Hola, sonsa —saludé. Ella sonrió entrando a la habitación.
—¿Dónde estabas metida? —era mi mejor amiga, pero honestamente no podía decirle toda la verdad.
—En Seattle, con Justin —solté sin más que decir, ella me miró atónita, incrédula. Sin entender casi nada.
—¿Qué mierda acabas de decir, ___________(tu nombre)? —exclamó con una voz insoportable, casi igual a la de Samanta.
—Sí, lo que has escuchado, Caitlin —intentaba tragarme mi orgullo, ella había prevenido que me iba a enamorar de Justin y honestamente, era así. Me gustaba Bieber.



Decirle a Cait que era novia de Bieber ahora, fue mi tragada de orgullo más grande. Aún así, no podía confesarle todo lo que había sabido de Jen, hasta de el mismo Justin incluso. Me di una ducha antes de cenar y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=68735807&.locale=es. Me até el cabello en un perfecto moño sobre mi cabeza, me maquillé solo delineando mis ojos por debajo y poniéndome un labial color natural. Inspeccioné mi estilo viéndome conforme con él. Caitlin salió del baño vistiendo un vestido color rosa pálido con detalles en plateado, se le veía bien. Bajamos y nos montamos en mi automóvil para que comenzara a conducir hasta un restaurante. Me había encargado de decirle a Justin que no fuera por mí, porque iría con Caitlin a cenar.


—Enserio, no puedo dejar de decir mentalmente: “Te lo dije” —se burló Caitlin, yo fruncí el ceño sin mirarla. Estaba conduciendo.
—¿Lo harás mucho más? —le pregunté algo cabreada— Estoy empezando una relación con Justin y ya. No es que vaya a casarme con él, Caitlin.
—Es que, ¡me encanta cuando tu orgullo te lo tragas! —podía imaginármelo a Justin de su lado, burlándose de mi cara de frustración.
—Va, Victoria —repetí algo dura otra vez—, te callas o te quedas aquí a mitad de camino y te arreglas caminando —mi orgullo era mucho más grande y fuerte.
—Vale, venga. Tampoco me asesines, ___________(tu nombre) —dijo algo divertida.
—¿Y tú? —cuestioné, pude imaginarme a la perfección su cara de confusión total—, va estuviste tres días sola, algo de diversión habrás tenido, Beadles.
—Para serte honesta, me la pasé con Chris —con todo el alboroto me había olvidado por total de él. Honestamente, no fue mi intención, pero las cosas, sencillamente, se complicaron.


Cenamos con Cait en su restaurante favorito en el centro de la ciudad. La charla se basó en su trabajo, era interesante escuchar con toda la gente que podía cruzarse en tan solo un día. Luego de cenar, conduje hasta la casa de Ryan, aparcando en la entrada. Estaba repleta. La gente abundaba por todos lados. Había grupos de muchachos bebiendo fuera y dentro de la casa. Para ser realista, las fiestas de Ryan solían conocerse por desastrosas y ruideras, pero en realidad, eran muy divertidas. Nos deslizamos ante la mirada de la mayoría de los presentes hasta el interior.


—Perras por doquier —comenté cuando me estanqué frente a Ryan con mis cigarros en mano. Él sonrió algo sorprendido.
—Creí que llegarías con Bieber —aseguró—. Pero es un honor, señorita ___________(tu apellido) —bromeó. Sam me peló los ojos de gato que escondía y Jaden nos sonrió.
—Hola —lo saludé, en especial a él.
—Hola, ___________(tu nombre) —hizo un gesto con la cabeza hacia Cait—, hola Cailtin.
—Hola —musitó mi amiga, intimidándose un poco hacia Ryan. Escondían algo y apuesto a que estaban saliendo.
—¡Llegó el alma de la fiesta! —se anunció Miley, yo reí demasiado divertida ante su acto de chica egocéntrica.
—Mierda, prima —mascullé—, estás que te quemas —tomé un cigarro y lo encendí para darle una calada.
—¡Ya estás con esa mierda! —protestó Caitlin, yo le soplé el humo en la cara, sabía lo que ella lo odiaba.
—Están todos muertos aquí, ¡falta alcohol, gente desenfrenada casi por tener sexo! —exclamó Miley. Sonaba Skrilex casi haciendo vibrar los vidrios y para ser realistas, la gente estaba demasiado tranquila.
—Pongámosle acción —le ofrecí a Miley, pero entonces sentí unos brazos abrazando mi cintura. Pude reconocer ese perfume sin esfuerzo—. Hola, bebé.
—Hola, nena —me saludó, volteé mi rostro y él besó mis labios fugazmente. Todos nos miraban asombrados.
—¿Qué? —cuestioné ante su sorpresa.
—Lo sabía —musitó Ryan en conjunto con Miley y nos sonrieron. Jaden solo miró algo desconcertado, preferí no darle una cadena de insultos por ser tan idiota de creer que por salir una vez con él y luego ir a un concierto los dos juntos con Miley también quedó enganchado. Cabrón pendejo.
—¿Qué querías hacer? —preguntó Justin inquisitivamente, yo solté una carcajada.
—No creas que dejaré de cantar y actuar como lo hago en el escenario por estar contigo —él sonrió divertido.
—Es caliente verte allí —aseguró.
—¿Ah sí? —sonreí cínicamente— Claro que será caliente. Pues, bien. Deléitate —hablé, él me miró algo raro.



Narra Justin:



Ella caminó sensualmente hasta cerca de un micrófono y allí llamó un poco la atención golpeando con su dedo sobre el metal. Todos se acercaron a ver qué sucedía. Incluyéndonos.


—Es un gusto, muchachos —habló ella y sonrió pícaramente en dirección a mí—. Me gustaría ponerle un poco de diversión a esto, espero que les guste —ella le hizo un guiño a Miley, quién era DJ ocasional esa noche al parecer. Una canción bastante rockera y negra—
Tú solo me llamas perra
Y luego quieres mi número
Es una entrega
Al diablo de turno 

Si quieres te daré razones
Para que me llames perra de nuevo
Vamos, te daré razones
Ahora mostraré mi trasero (mi trasero) —diablos, esta mujer no tenía límites. Era demasiado ardiente insinuando mostrar su trasero. Me pregunté cuántas veces antes lo había hecho y cómo sería ella de criminal. Quizás algo ardiente pero reservada. Sería un misterio descubrirlo.

Porque mi tiempo
No es para tocarte, cariño
Mi tiempo
Se convierte en mierda ahora, oh
No agito mi puño
Haciendo justicia
Solo entiende
Que esto no es mi culpa.


Luego de unos segundos de cantar tan sensualmente, simplemente se dirigió a la barra y volvió con un vaso de whisky. La fiesta había tomado forma. Todos estaban bailando, algunos besándose, otros simplemente divirtiéndose.

—Extrañaba esta mierda —confesó ella mientras bebía un sorbo de su bebida.
—Siempre tan perra —masculló Samanta, su hermana rió cínicamente.


Narra ___________(tu nombre):


Sentí las manos de alguien ponerse sobre hombro y girarme violentamente. La figura de una muchacho un poco más alto que yo se interpuso ante mí. Lo escaneé con una mirada fría y severa, él no se inmutó en lo absoluto.


—¿Y a ti qué? —cuestioné despectivamente zafándome de su violento agarre— ¿se te perdió una como yo o quieres clonarme? —el brazo de Justin rodeó mi cintura acomodándose a mi lado para mirar de cerca al tipo.
—Eres una belleza, perra —sentí el cuerpo de Bieber tensarse a mi lado.
—Supongo que jamás tendrás una perra tan importante en tu cama —lo miré desde arriba hacia abajo. No estaba mal, pero era un patán.
—Venga, preciosa —musitó acercándose demasiado a mí, Justin interrumpió el contacto visual poniéndose en mi lugar y dejándome a mi detrás.
—Maldito cabrón —la mandíbula de Justin estaba tensa, no quería que peleara delante de todos. Sería un bochorno—, apártate, ¿vale? Mueve tu culo y busca otra presa, porque ella es mía.
—Oh, amigo —el otro tipo se acercó peligrosamente a Justin, inspeccionándolo a su altura—, ¿crees que puedes contra mí?
—La pregunta aquí es —escupió Justin asquerosamente—, ¿tú puedes contra mí, pendejo? —Justin se quedó rígido y frío allí, el otro tipo en son de burla, solo miró despectivamente a Justin y retrocedió.
—¿Qué fue eso? —cuestionó Ryan mirando raro a Justin.
—Nadie trata así a mi chica —Jaden solo miró a Justin fijamente, Miley le sonrió con ternura.
—¡Qué dulzura! —musitó Cait, yo simplemente la miré. Estaba algo sugestionada, ¿quién diablos era ese?
—¿Estás bien? —me preguntó Justin apretándome desde la cintura hacia su cuerpo. Elevé la mirada y la clavé en sus ojos avellana, asintiendo levemente.
—Quedé un poco desorientada, ¿quién era ese cabrón? —Justin miró hacia la dirección en la que el tipo se fue y luego regresó a verme a mí encogiéndose levemente de hombros.
—No lo sé, nena —musitó y besó la parte superior de mi cabeza—. Pero si vuelve a acercarse, se tendrá que despedir de sus dientes.
—Oh, venga —irrumpió el clima Ryan sonriendo levemente—. No nos pongamos tensos ahora, ¡estamos divirtiéndonos!
—Lo lamento —musité y sonreí un poco fingido—. Ese tipo me causó algo de ira.
—Ven —musitó Justin y jaló de mí. Caminé dificultosamente detrás de él haciéndome paso entre toda la gente que estaba amontonada en el lugar. Justin me dirigió al patio de la casa de Ryan y nos alejamos lo suficiente del ruido como para estar a solas.


La noche estaba estrellada y la brisa era bastante fría, como para hacerme sentir frío. Las estrellas estaban tapadas por una fina y suave capa de nubes casi transparentes que convertían a la noche en algo especial y romántico. Justin se paró frente a mí vistiendo sus jeans negros apretados, su remera blanca con la inscripción de: “Stay Away”, unas supras blancas y una chaqueta de cuero marrón oscura. Se veía extremadamente sexy, su cara estaba perfectamente diseñada como para hacer volver loca a cualquier chica. Él se quedó viéndome y humedeció sus labios pasando la lengua por ellos. Suspiró pasando su mano por el cabello y me miró potentemente.


—¿Estás bien? —me preguntó. Yo asentí levemente— No sé quién es el idiota ese, pero si vuelve a acercarse a ti las pagará caro, ¿vale?
—Justin, no es para tanto —mascullé, estaba casi temblando. En realidad tenía frío.
—Estás temblando, linda —aseguró él envolviéndome con sus brazos—, si quieres entramos —me propuso. Yo negué con mi cabeza.
—En realidad, no necesito tanta diversión hoy —él me miró algo raro, yo sonreí divertida—. Aún no supero lo que pasó en Seattle, Just.
—Oh, mi amor —mi corazón latió más rápido al oír eso. Honestamente, odiaba que los hombres sean así de cursis, pero viniendo de él, de una manera extraña, no me molestaba en lo absoluto—. Sabes que estoy contigo en esta, te ayudaré y encontraremos a Ronan, ¿vale?
—Ya te dije, que no quiero que estés en esto conmigo, Justin —él negó con la cabeza sonriendo algo divertido ante mi terquedad.
—Tú eres la que no entiende, ¿verdad? —yo lo miré detenidamente, sus ojos brillaban distinto hoy— Yo ya pasé por cosas así, yo ya empuñé un arma, no maté, sí es cierto —suspiró levemente—, pero por ti lo haría, linda. No me interesa qué quieras que haga, yo estaré allí, a tu lado, enfrentando a quien sea que deba enfrentarme y no aceptaré que me alejes. Yo ya corrí peligro, mucho más del que crees.
—No quiero que corras peligro por mí —no podía aceptarlo—. Demasiado peligro corres estando conmigo, ya sabes lo peligrosa que dicen y es Jen.
—Jen me vale una mierda —soltó él—, estoy contigo, ¿vale? Soy tú novio y paso por lo que tu pasas, ¿no es así? —yo asentí levemente.
—Solo que pensé que no eras de esa clase de novios…
—Sí, tienes razón —me interrumpió—. De ninguna chica fui esta clase de novio —acarició mi mejilla con su mano—, pero tú no eres cualquier chica, preciosa —sonreí algo apenada, él me intimidaba a veces—. Yo soy tu novio, ¿vale? Soy la persona a la cuál puedes recurrir con cualquier problema, ¿lo tienes, nena? —yo asentí levemente.
—Gracias, Justin —acaricié su mejilla y le sonreí levemente mirando hacia arriba sus preciosos ojos avellana—. Enserio, gracias.
—No hay nada que agradecer, linda —musitó sonriéndome levemente.
—Gracias —repetí, él soltó una risa divertida.


Apretándome por la cintura me acercó más a él, como si eso fuera posible. Estábamos pegados, sentía su respiración, él tomó mi cara desde mi barbilla y me besó dulcemente. Sus labios eran dulces y suaves, era un excelente besador, si debía comentarlo. Él sonrió sobre mis labios, quizás al notar lo tensa que estaba. Su mano recorrió mi brazo hasta llegar a mi cintura, para posarse allí.


—¿Estarás así cada vez que te bese? —cuestionó. Yo lo miré fijamente, algo desconcertada, él rió divertido— estás tensa.
—Lo lamento —musité y agaché mi mirada—. La mierda de Jen me tiene trastornada.
—¿Qué te dijo hoy cuando te vio? —me preguntó Justin. No estaba dispuesta a mirarlo, estaba bastante apenada.
—No lo sé, solo me gritó preguntando donde estuve metida y me dijo que era la última vez que lo hacía. Yo le dije que no sería así a menos que solucione toda la mierda que me causó cuando se llevó a Ronan —resumí la escena cabizbaja.
—Mi madre estuvo demasiado ocupada como para notar que me fui —se encogió de hombros mientras yo subía mis brazos para abrazarlo por el cuello y mirarlo a los ojos.
—Lamento mucho lo que está pasando con tu madre —con todo mi rollo me había olvidado que él también tenía problemas y como novia, me correspondía devolverle todo lo que él me daba. Debía contenerlo también.
—Ella es una idiota —masculló Justin tensando un poco su mandíbula. Pasé mi mano por su cabello en la parte de atrás de su cuello, haciendo que se relajara.
—Just, ella tiene derecho a rehacer su vida y por más que me odie por ser lo que soy —porque es lo que sentía—, todos merecemos ser felices alguna vez, ¿no?
—Estoy seguro de que ese infeliz no va a darle la alegría que mamá necesita —él amaba a su madre, creo que era bastante obvio—. Ella no es tan mala como parece, solo no te conoce. Si pudieras ver lo que en verdad es, entenderías por qué no quiero que se case con cualquier idiota. Ella vale su peso en oro, no es justo que fracase otra vez —simplemente no dije nada y lo abracé con fuerzas, escondiendo mi cabeza en su pecho. Él me apretó también contra su cuerpo.
—Hay veces que la vida pega fuerte —susurré en su pecho—, pero entonces encuentras a quienes podrían ayudarte a ser fuerte —él acarició mi espalda de un modo que me causó una electricidad en todo el cuerpo. Asombroso.
—¿Vas a estar entonces? —sentí mi corazón oprimirse.


Él actuaba como un niño, su voz era acaramelada y miedosa a la vez. Una inocencia particular se apoderaba de él, era raro y malo para mí a la vez. Yo no era alguien fuerte, no podía tener mi propio peso, pero Justin estaba dependiendo poco a poco de mí, ¿cómo soportaría no romperlo si yo estaba quebrada?


—Sí —solté, él se aferró con fuerza.
—Escapemos juntos —alcé mi vista para mirarlo fijamente. Él parecía seguro.
—¿Qué dices? —había escuchado a la perfección, pero necesitaba hacerlo de nuevo.
—Escapemos juntos —repitió—. Nadie puede detenernos, nadie intenta hacerlo, bonita. Escapemos —repitió.
—¿A dónde iríamos? ¿De qué sobreviviríamos? —le pregunté— Además, tengo que encontrar a Ronan, Just no puedo perder tiempo —le recordé. Él me sonrió levemente y besó la punta de mi nariz.
—¿Alguna vez alguien te dijo lo hermosa que eres?
—Justin —protesté avergonzada, él rió divertido. De seguro yo estaba roja.
—Oh, parece que no, primor —acarició mi mejilla—. Pues, yo lo haré. Eres preciosa, la mujer más hermosa que cualquier hombre quisiera tener.
—¿Así me deseas? —le pregunté y solté una risa burlona. Él se sonrojó un poco.
—Oye, no vale tomar venganza, nena —me advirtió, yo reí levemente. Él besó fugazmente mis labios y se me quedó viendo mientras chocaba su frente con la mía—. No voy a fallarte, sé que no es fácil confiar en mí después de saber la clase de mujeriego que fui, pero voy a cambiar, lo aseguro —yo sonreí levemente.
—Justin, yo confío en ti —él me miró atónito—, me has demostrado que conmigo no eres como con las demás, ¿eso no es suficiente?
—Eres increíble —aseguró. Él besó mi frente y me apretujó entre sus brazos otra vez.
—Te quiero, ¿sí? —y sí, estaba siendo distinta. Estaba mostrándome como realmente era, porque con Justin no podía construir muros a través de mi corazón.
—También te quiero, linda —me sonrió levemente.



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Ya, jaja. Es como un mini-maratón. Lo terminé antes de tiempo y quise recompensarlas :) ¡Las amo!






















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—Poly—




P/D: COMENTENN! :)

1 comentario:

  1. La amo, no cambies nada, omg. POLY AGUILAR ESCRIBE UN LIBRO, PERO YAAAA.
    AMO LA TRAMA DE ESTA NOVELA I CAN NOT WAIT TO SEE MOREEE.

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