De:
Justin.
Bebé,
acabo de hablar con Ryan, ¿te apetece ir a una fiesta hoy?
Pensándolo
bien, necesitaba un poco de distracción. Necesitaba beber un poco y distender
mis nervios, así que no iba a negarme. Además, sería una buena oportunidad para
pasar un tiempo con Justin. Con todo esto de Jen, Ronan, Dolly y Jhones, para
ser sincera, casi no me había percatado de que ahora, éramos novios.
Vale,
¿pasas por mí a las 10? En realidad, no tengo ganas de llegar sola.
De:
Justin.
Claro,
nena. Paso por ti a las 10.
Me
pasé un buen rato tirada allí, estaba agotada del viaje, pero para ser sincera,
no quería estar en casa por mucho más. Oí como golpeteaban la puerta de la
habitación, era Cait. Podía saberlo, así que abrí.
—¡Hasta
que apareces! —exclamó inspeccionando mi aspecto.
—Hola,
sonsa —saludé. Ella sonrió entrando a la habitación.
—¿Dónde
estabas metida? —era mi mejor amiga, pero honestamente no podía decirle toda la
verdad.
—En
Seattle, con Justin —solté sin más que decir, ella me miró atónita, incrédula.
Sin entender casi nada.
—¿Qué
mierda acabas de decir, ___________(tu nombre)? —exclamó con una voz
insoportable, casi igual a la de Samanta.
—Sí,
lo que has escuchado, Caitlin —intentaba tragarme mi orgullo, ella había
prevenido que me iba a enamorar de Justin y honestamente, era así. Me gustaba
Bieber.
Decirle
a Cait que era novia de Bieber ahora, fue mi tragada de orgullo más grande. Aún
así, no podía confesarle todo lo que había sabido de Jen, hasta de el mismo
Justin incluso. Me di una ducha antes de cenar y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=68735807&.locale=es. Me até el cabello en un
perfecto moño sobre mi cabeza, me maquillé solo delineando mis ojos por debajo
y poniéndome un labial color natural. Inspeccioné mi estilo viéndome conforme
con él. Caitlin salió del baño vistiendo un vestido color rosa pálido con
detalles en plateado, se le veía bien. Bajamos y nos montamos en mi automóvil
para que comenzara a conducir hasta un restaurante. Me había encargado de
decirle a Justin que no fuera por mí, porque iría con Caitlin a cenar.
—Enserio,
no puedo dejar de decir mentalmente: “Te lo dije” —se burló Caitlin, yo fruncí
el ceño sin mirarla. Estaba conduciendo.
—¿Lo
harás mucho más? —le pregunté algo cabreada— Estoy empezando una relación con
Justin y ya. No es que vaya a casarme con él, Caitlin.
—Es
que, ¡me encanta cuando tu orgullo te lo tragas! —podía imaginármelo a Justin
de su lado, burlándose de mi cara de frustración.
—Va,
Victoria —repetí algo dura otra vez—, te callas o te quedas aquí a mitad de
camino y te arreglas caminando —mi orgullo era mucho más grande y fuerte.
—Vale,
venga. Tampoco me asesines, ___________(tu nombre) —dijo algo divertida.
—¿Y
tú? —cuestioné, pude imaginarme a la perfección su cara de confusión total—, va
estuviste tres días sola, algo de diversión habrás tenido, Beadles.
—Para
serte honesta, me la pasé con Chris —con todo el alboroto me había olvidado por
total de él. Honestamente, no fue mi intención, pero las cosas, sencillamente,
se complicaron.
Cenamos
con Cait en su restaurante favorito en el centro de la ciudad. La charla se
basó en su trabajo, era interesante escuchar con toda la gente que podía
cruzarse en tan solo un día. Luego de cenar, conduje hasta la casa de Ryan,
aparcando en la entrada. Estaba repleta. La gente abundaba por todos lados.
Había grupos de muchachos bebiendo fuera y dentro de la casa. Para ser
realista, las fiestas de Ryan solían conocerse por desastrosas y ruideras, pero
en realidad, eran muy divertidas. Nos deslizamos ante la mirada de la mayoría
de los presentes hasta el interior.
—Perras
por doquier —comenté cuando me estanqué frente a Ryan con mis cigarros en mano.
Él sonrió algo sorprendido.
—Creí
que llegarías con Bieber —aseguró—. Pero es un honor, señorita ___________(tu
apellido) —bromeó. Sam me peló los ojos de gato que escondía y Jaden nos
sonrió.
—Hola
—lo saludé, en especial a él.
—Hola,
___________(tu nombre) —hizo un gesto con la cabeza hacia Cait—, hola Cailtin.
—Hola
—musitó mi amiga, intimidándose un poco hacia Ryan. Escondían algo y apuesto a
que estaban saliendo.
—¡Llegó
el alma de la fiesta! —se anunció Miley, yo reí demasiado divertida ante su
acto de chica egocéntrica.
—Mierda,
prima —mascullé—, estás que te quemas —tomé un cigarro y lo encendí para darle
una calada.
—¡Ya
estás con esa mierda! —protestó Caitlin, yo le soplé el humo en la cara, sabía
lo que ella lo odiaba.
—Están
todos muertos aquí, ¡falta alcohol, gente desenfrenada casi por tener sexo! —exclamó
Miley. Sonaba Skrilex casi haciendo vibrar los vidrios y para ser realistas, la
gente estaba demasiado tranquila.
—Pongámosle
acción —le ofrecí a Miley, pero entonces sentí unos brazos abrazando mi
cintura. Pude reconocer ese perfume sin esfuerzo—. Hola, bebé.
—Hola,
nena —me saludó, volteé mi rostro y él besó mis labios fugazmente. Todos nos
miraban asombrados.
—¿Qué?
—cuestioné ante su sorpresa.
—Lo
sabía —musitó Ryan en conjunto con Miley y nos sonrieron. Jaden solo miró algo
desconcertado, preferí no darle una cadena de insultos por ser tan idiota de
creer que por salir una vez con él y luego ir a un concierto los dos juntos con
Miley también quedó enganchado. Cabrón pendejo.
—¿Qué
querías hacer? —preguntó Justin inquisitivamente, yo solté una carcajada.
—No
creas que dejaré de cantar y actuar como lo hago en el escenario por estar
contigo —él sonrió divertido.
—Es
caliente verte allí —aseguró.
—¿Ah
sí? —sonreí cínicamente— Claro que será caliente. Pues, bien. Deléitate —hablé,
él me miró algo raro.
Narra
Justin:
Ella
caminó sensualmente hasta cerca de un micrófono y allí llamó un poco la
atención golpeando con su dedo sobre el metal. Todos se acercaron a ver qué
sucedía. Incluyéndonos.
—Es
un gusto, muchachos —habló ella y sonrió pícaramente en dirección a mí—. Me
gustaría ponerle un poco de diversión a esto, espero que les guste —ella le
hizo un guiño a Miley, quién era DJ ocasional esa noche al parecer. Una canción
bastante rockera y negra—
Tú
solo me llamas perra
Y
luego quieres mi número
Es
una entrega
Al
diablo de turno
Si
quieres te daré razones
Para
que me llames perra de nuevo
Vamos,
te daré razones
Ahora
mostraré mi trasero (mi trasero) —diablos, esta mujer no tenía límites. Era
demasiado ardiente insinuando mostrar su trasero. Me pregunté cuántas veces
antes lo había hecho y cómo sería ella de criminal. Quizás algo ardiente pero
reservada. Sería un misterio descubrirlo.
Porque
mi tiempo
No
es para tocarte, cariño
Mi
tiempo
Se
convierte en mierda ahora, oh
No
agito mi puño
Haciendo
justicia
Solo
entiende
Que
esto no es mi culpa.
Luego
de unos segundos de cantar tan sensualmente, simplemente se dirigió a la barra
y volvió con un vaso de whisky. La fiesta había tomado forma. Todos estaban
bailando, algunos besándose, otros simplemente divirtiéndose.
—Extrañaba
esta mierda —confesó ella mientras bebía un sorbo de su bebida.
—Siempre
tan perra —masculló Samanta, su hermana rió cínicamente.
Narra
___________(tu nombre):
Sentí
las manos de alguien ponerse sobre hombro y girarme violentamente. La figura de
una muchacho un poco más alto que yo se interpuso ante mí. Lo escaneé con una
mirada fría y severa, él no se inmutó en lo absoluto.
—¿Y
a ti qué? —cuestioné despectivamente zafándome de su violento agarre— ¿se te
perdió una como yo o quieres clonarme? —el brazo de Justin rodeó mi cintura
acomodándose a mi lado para mirar de cerca al tipo.
—Eres
una belleza, perra —sentí el cuerpo de Bieber tensarse a mi lado.
—Supongo
que jamás tendrás una perra tan importante en tu cama —lo miré desde arriba hacia
abajo. No estaba mal, pero era un patán.
—Venga,
preciosa —musitó acercándose demasiado a mí, Justin interrumpió el contacto
visual poniéndose en mi lugar y dejándome a mi detrás.
—Maldito
cabrón —la mandíbula de Justin estaba tensa, no quería que peleara delante de
todos. Sería un bochorno—, apártate, ¿vale? Mueve tu culo y busca otra presa,
porque ella es mía.
—Oh,
amigo —el otro tipo se acercó peligrosamente a Justin, inspeccionándolo a su
altura—, ¿crees que puedes contra mí?
—La
pregunta aquí es —escupió Justin asquerosamente—, ¿tú puedes contra mí,
pendejo? —Justin se quedó rígido y frío allí, el otro tipo en son de burla,
solo miró despectivamente a Justin y retrocedió.
—¿Qué
fue eso? —cuestionó Ryan mirando raro a Justin.
—Nadie
trata así a mi chica —Jaden solo miró a Justin fijamente, Miley le sonrió con
ternura.
—¡Qué
dulzura! —musitó Cait, yo simplemente la miré. Estaba algo sugestionada, ¿quién
diablos era ese?
—¿Estás
bien? —me preguntó Justin apretándome desde la cintura hacia su cuerpo. Elevé
la mirada y la clavé en sus ojos avellana, asintiendo levemente.
—Quedé
un poco desorientada, ¿quién era ese cabrón? —Justin miró hacia la dirección en
la que el tipo se fue y luego regresó a verme a mí encogiéndose levemente de
hombros.
—No
lo sé, nena —musitó y besó la parte superior de mi cabeza—. Pero si vuelve a
acercarse, se tendrá que despedir de sus dientes.
—Oh,
venga —irrumpió el clima Ryan sonriendo levemente—. No nos pongamos tensos
ahora, ¡estamos divirtiéndonos!
—Lo
lamento —musité y sonreí un poco fingido—. Ese tipo me causó algo de ira.
—Ven
—musitó Justin y jaló de mí. Caminé dificultosamente detrás de él haciéndome
paso entre toda la gente que estaba amontonada en el lugar. Justin me dirigió
al patio de la casa de Ryan y nos alejamos lo suficiente del ruido como para
estar a solas.
La
noche estaba estrellada y la brisa era bastante fría, como para hacerme sentir
frío. Las estrellas estaban tapadas por una fina y suave capa de nubes casi
transparentes que convertían a la noche en algo especial y romántico. Justin se
paró frente a mí vistiendo sus jeans negros apretados, su remera blanca con la
inscripción de: “Stay Away”, unas supras blancas y una chaqueta de cuero marrón
oscura. Se veía extremadamente sexy, su cara estaba perfectamente diseñada como
para hacer volver loca a cualquier chica. Él se quedó viéndome y humedeció sus
labios pasando la lengua por ellos. Suspiró pasando su mano por el cabello y me
miró potentemente.
—¿Estás
bien? —me preguntó. Yo asentí levemente— No sé quién es el idiota ese, pero si
vuelve a acercarse a ti las pagará caro, ¿vale?
—Justin,
no es para tanto —mascullé, estaba casi temblando. En realidad tenía frío.
—Estás
temblando, linda —aseguró él envolviéndome con sus brazos—, si quieres entramos
—me propuso. Yo negué con mi cabeza.
—En
realidad, no necesito tanta diversión hoy —él me miró algo raro, yo sonreí
divertida—. Aún no supero lo que pasó en Seattle, Just.
—Oh,
mi amor —mi corazón latió más rápido al oír eso. Honestamente, odiaba que los
hombres sean así de cursis, pero viniendo de él, de una manera extraña, no me
molestaba en lo absoluto—. Sabes que estoy contigo en esta, te ayudaré y
encontraremos a Ronan, ¿vale?
—Ya
te dije, que no quiero que estés en esto conmigo, Justin —él negó con la cabeza
sonriendo algo divertido ante mi terquedad.
—Tú
eres la que no entiende, ¿verdad? —yo lo miré detenidamente, sus ojos brillaban
distinto hoy— Yo ya pasé por cosas así, yo ya empuñé un arma, no maté, sí es
cierto —suspiró levemente—, pero por ti lo haría, linda. No me interesa qué
quieras que haga, yo estaré allí, a tu lado, enfrentando a quien sea que deba
enfrentarme y no aceptaré que me alejes. Yo ya corrí peligro, mucho más del que
crees.
—No
quiero que corras peligro por mí —no podía aceptarlo—. Demasiado peligro corres
estando conmigo, ya sabes lo peligrosa que dicen y es Jen.
—Jen
me vale una mierda —soltó él—, estoy contigo, ¿vale? Soy tú novio y paso por lo
que tu pasas, ¿no es así? —yo asentí levemente.
—Solo
que pensé que no eras de esa clase de novios…
—Sí,
tienes razón —me interrumpió—. De ninguna chica fui esta clase de novio —acarició
mi mejilla con su mano—, pero tú no eres cualquier chica, preciosa —sonreí algo
apenada, él me intimidaba a veces—. Yo soy tu novio, ¿vale? Soy la persona a la
cuál puedes recurrir con cualquier problema, ¿lo tienes, nena? —yo asentí
levemente.
—Gracias,
Justin —acaricié su mejilla y le sonreí levemente mirando hacia arriba sus
preciosos ojos avellana—. Enserio, gracias.
—No
hay nada que agradecer, linda —musitó sonriéndome levemente.
—Gracias
—repetí, él soltó una risa divertida.
Apretándome
por la cintura me acercó más a él, como si eso fuera posible. Estábamos
pegados, sentía su respiración, él tomó mi cara desde mi barbilla y me besó
dulcemente. Sus labios eran dulces y suaves, era un excelente besador, si debía
comentarlo. Él sonrió sobre mis labios, quizás al notar lo tensa que estaba. Su
mano recorrió mi brazo hasta llegar a mi cintura, para posarse allí.
—¿Estarás
así cada vez que te bese? —cuestionó. Yo lo miré fijamente, algo desconcertada,
él rió divertido— estás tensa.
—Lo
lamento —musité y agaché mi mirada—. La mierda de Jen me tiene trastornada.
—¿Qué
te dijo hoy cuando te vio? —me preguntó Justin. No estaba dispuesta a mirarlo,
estaba bastante apenada.
—No
lo sé, solo me gritó preguntando donde estuve metida y me dijo que era la
última vez que lo hacía. Yo le dije que no sería así a menos que solucione toda
la mierda que me causó cuando se llevó a Ronan —resumí la escena cabizbaja.
—Mi
madre estuvo demasiado ocupada como para notar que me fui —se encogió de
hombros mientras yo subía mis brazos para abrazarlo por el cuello y mirarlo a
los ojos.
—Lamento
mucho lo que está pasando con tu madre —con todo mi rollo me había olvidado que
él también tenía problemas y como novia, me correspondía devolverle todo lo que
él me daba. Debía contenerlo también.
—Ella
es una idiota —masculló Justin tensando un poco su mandíbula. Pasé mi mano por
su cabello en la parte de atrás de su cuello, haciendo que se relajara.
—Just,
ella tiene derecho a rehacer su vida y por más que me odie por ser lo que soy —porque
es lo que sentía—, todos merecemos ser felices alguna vez, ¿no?
—Estoy
seguro de que ese infeliz no va a darle la alegría que mamá necesita —él amaba
a su madre, creo que era bastante obvio—. Ella no es tan mala como parece, solo
no te conoce. Si pudieras ver lo que en verdad es, entenderías por qué no
quiero que se case con cualquier idiota. Ella vale su peso en oro, no es justo
que fracase otra vez —simplemente no dije nada y lo abracé con fuerzas,
escondiendo mi cabeza en su pecho. Él me apretó también contra su cuerpo.
—Hay
veces que la vida pega fuerte —susurré en su pecho—, pero entonces encuentras a
quienes podrían ayudarte a ser fuerte —él acarició mi espalda de un modo que me
causó una electricidad en todo el cuerpo. Asombroso.
—¿Vas
a estar entonces? —sentí mi corazón oprimirse.
Él
actuaba como un niño, su voz era acaramelada y miedosa a la vez. Una inocencia
particular se apoderaba de él, era raro y malo para mí a la vez. Yo no era
alguien fuerte, no podía tener mi propio peso, pero Justin estaba dependiendo
poco a poco de mí, ¿cómo soportaría no romperlo si yo estaba quebrada?
—Sí
—solté, él se aferró con fuerza.
—Escapemos
juntos —alcé mi vista para mirarlo fijamente. Él parecía seguro.
—¿Qué
dices? —había escuchado a la perfección, pero necesitaba hacerlo de nuevo.
—Escapemos
juntos —repitió—. Nadie puede detenernos, nadie intenta hacerlo, bonita.
Escapemos —repitió.
—¿A
dónde iríamos? ¿De qué sobreviviríamos? —le pregunté— Además, tengo que
encontrar a Ronan, Just no puedo perder tiempo —le recordé. Él me sonrió
levemente y besó la punta de mi nariz.
—¿Alguna
vez alguien te dijo lo hermosa que eres?
—Justin
—protesté avergonzada, él rió divertido. De seguro yo estaba roja.
—Oh,
parece que no, primor —acarició mi mejilla—. Pues, yo lo haré. Eres preciosa,
la mujer más hermosa que cualquier hombre quisiera tener.
—¿Así
me deseas? —le pregunté y solté una risa burlona. Él se sonrojó un poco.
—Oye,
no vale tomar venganza, nena —me advirtió, yo reí levemente. Él besó fugazmente
mis labios y se me quedó viendo mientras chocaba su frente con la mía—. No voy
a fallarte, sé que no es fácil confiar en mí después de saber la clase de
mujeriego que fui, pero voy a cambiar, lo aseguro —yo sonreí levemente.
—Justin,
yo confío en ti —él me miró atónito—, me has demostrado que conmigo no eres
como con las demás, ¿eso no es suficiente?
—Eres
increíble —aseguró. Él besó mi frente y me apretujó entre sus brazos otra vez.
—Te
quiero, ¿sí? —y sí, estaba siendo distinta. Estaba mostrándome como realmente
era, porque con Justin no podía construir muros a través de mi corazón.
—También
te quiero, linda —me sonrió levemente.
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—Poly—
P/D:
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La amo, no cambies nada, omg. POLY AGUILAR ESCRIBE UN LIBRO, PERO YAAAA.
ResponderEliminarAMO LA TRAMA DE ESTA NOVELA I CAN NOT WAIT TO SEE MOREEE.