—¿Por
qué te tratan como una especie de Dios raro del peligro y las armas? —solté sin
pensarlo dos veces. Él me miró rápidamente.
—Tengo
un poco de fama en el negocio —se encogió de hombros. No solo era eso y lo
sabía.
—Claro
y yo tengo fama en los bares, pero no por eso me tratan como una puta ama y
dueña de la música —le sonreí algo cínica—. Está bien que recién me meto en
esto, pero no puedes ocultármelo todo, ¿venga?
—Vale,
vale —alzó las manos en defensa—. Hasta que estuve en la pandilla nadie salía
porque tenía ganas, solo a prueba de bala salías, literal. Pues, yo salí y
ellos creen que mis huevos para enfrentar a Fred fueron demasiado grandes y ya
—se encogió de hombros.
—Venga
—musité, él me miró detenidamente—, eres el puto amo de sus traseros, de alguna
manera —Justin soltó una risa ante mis palabras.
—A
veces me pregunto dónde aprendiste tal vocabulario —yo me encogí de hombros y
sonreí mientras él me estrechaba contra su pecho desde mis hombro con uno de
sus brazos.
—El
ambiente de la noche no enseña buenas palabras —Justin besó mi cien mientras
acariciaba mi brazo por el otro lado—. Supongo que cuando deba apuntar a algún
engendro con un 38 (arma), no podré decirle palabras distinguidas y dulces
—solté una risa algo cínica. La idea de ser una criminal, no me convencía aún.
—Es
cierto —afirmó Justin mientras yo me dedicaba a mirarlo detenidamente—. No
puedes mostrarte débil.
Llegamos a Seattle
justo a las 09:40 de la mañana. Bajamos del avión y tomamos un taxy hasta la
casa de Dolly, al llegar pagué y entramos.
—Dolly
—hablé, ella tosió desde la cocina.
—Vengan
—musitó—, estoy aquí —Justin caminaba delante de mí.
—Hola
Dolly —saludó él. Mi tía nos sonrió.
—Siempre
es un placer verlos —era atenta y, lo admitía, amaba su look—. Lindos zapatos —sonreí
levemente.
—¿Sabes
algo de Jen? —ella se sentó en una de las sillas, nosotros hicimos lo mismo.
—Salió
hoy de la ciudad —aseguró Dolly seriamente—.
Hablé con Jhones, tenemos que entrar a ese edificio. Jen no puede hacer
volar a Seattle otra vez.
—¿Cuándo
iremos? —habló Justin, parecía estar negociando. Enserio, daba miedo cuando
estaba tan frío.
—Mañana,
atacaremos a mano armada —yo la miré fijamente—, ¿sabes usar un arma? —Justin
asintió por mí.
—Ayer
trabajamos en eso.
—Venga
—sonrió levemente Dolly—. Jhones entrará y nosotros iremos por detrás, por si
acaso y hay alguien. Tenemos que saber qué coño tiene allí.
—¿Y
hoy? —Dolly me sonrió.
—Seattle
tiene lindos lugares, podrían ir juntos —fruncí el ceño, ¡ella había planeado
todo para que pasara tiempo con Justin!
…
Eran
las 05:00 a.m. cuando sonó la alarma. Me levanté y me di una ducha rápida, para
las 06:00 debíamos estar en el edificio. Me vestí así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=69348073&.locale=es.
Dejé mi cabello suelto, me maquillé y metí la pistola en la parte de atrás de
mi short, donde Dolly me había enseñado. Bajé y ella junto con mi novio estaban
desayunando.
—Hola
—saludé con una voz algo ronca. No estaba con un bonito humor.
—Buenos
días —dijeron al unísono. Dolly apuntó un tazón con leche y cereales.
—Tu
desayuno —sentenció. Yo me senté frente a ella a un lado de Justin. Él se
dirigió a mí y besó mis labios.
—Venga,
¿estás lista? —me preguntó Justin, pareciera como si iba a follar por primera
vez en público, ¡no lo sé! Empezaban a hacer un drama enorme.
—Lo
tengo en la sangre, ¿no lo creen? —mascullé— No se hagan tanto lío, si me
matan, debería ser mi destino. No intenten taparme, saben… es a lo que mi propia
madre me expuso.
—¿Tan
mal dormiste? —preguntó Dolly, Justin contuvo la risa.
—No
la hagas insultar, por favor —le pidió mi novio, honestamente no tenía ánimos
de insultarla.
—Déjala
—le pidió, yo solo miré la hora en mi teléfono. Eran las 05:30 recién—, cuando
el mal humor ataca temprano lo mejor es que se descargue, enserio, ¿dormiste
tan mal?
—Vete
al demonio —musité y comí un poco de mi cereal. Dolly me miró pasivamente—,
¿perdiste una igual a mí o qué diablos te pasa que me miras así? —ella se encogió
de hombros.
—No
me pasa nada —dijo ella y sonrió. Estaba sacándome de quicio.
—Basta
linda —habló Justin hacia mí cuando vio mi mirada hacia Dolly.
—¿A
qué hora viene Jhones? —cambié de tema.
—En
quince minutos.
Sin
esperar más entré al baño, me cepillé los dientes y retoqué un poco mi cabello.
Salí nuevamente, pero esta vez entré a la sala y me senté allí. Estaba
nerviosa, sí. Pero sabía que encontrar a Ronan llevaría mi tiempo y mucho de
mí, mi vida quizás.
Jhones
llegó puntual y nos subimos todos a su camioneta, condujo en perfecto silencio
luego de soltar un “Buenos días”. Se detuvo en el centro, frente a un enorme
edificio, tenía varios pisos, quizás tres o cuatro, no logré concentrarme en
ello. Las aberturas eran de madera terciada y sus paredes estaban cubiertas de
un gris oscuro y aburrido. Nadie entraría allí, porque claro que estaba
abandonado.
(Escúchenla
mientras leen http://www.youtube.com/watch?v=XAYhNHhxN0A).
—Por
la parte de atrás, será mejor —aseguró Jhones, dado el lugar. Claro que lo
sería.
—Aquí
hay una entrada —aseguró Dolly apuntando hacia un pasillo que se veía hacia el
lado izquierdo del lugar.
—Vamos
—pidió Jhones, poniéndose al frente.
Caminamos
cautelosamente hasta el pasillo y comenzamos a entrar, yo solo guardaba
silencio mirando detalles de todo el lugar, el pasillo era estrecho y las
paredes del edificio eran tan altas que asfixiaban. Logré divisar un pequeño pasadizo
en el edificio, como una entrada secreta por ese costado, la cual Jhones y
Dolly, que iban delante de mí ignoraron.
—Aquí
hay una entrada —hablé. Ellos voltearon a ver.
—Está
cerrada, nena —habló Justin mirando en dirección a la entrada, pues, sí tenía
una puerta cerrada. Pero quién sabe por qué estaba allí y qué escondían allí.
Podíamos ahorrar tiempo antes de estar entrando y buscando entradas secretas.
—Es
cierto —afirmó Dolly y se dispusieron a seguir caminando.
Mientras
ellos, todos, optaron por seguir, yo me escabullí en el pasillo. Y sí, si iba a
meterme en tanta mierda debía contar con agallas. Caminé los metros de pasadizo
estrecho, casi no pasaba, pero gracias a Dios logré llegar a la puerta. Tomé el
arma entre las manos, tal como Justin me había enseñado. Giré un poco el
picaporte, pero no abrió. No podía tumbar la puerta, porque mi fuerza no era
bruta. Así que me quité un pasador del cabello y me agaché a la altura de la
cerradura, lo desarmé un poco al pasador y haciendo unas pequeñas vueltas, abrí
la puerta victoriosamente. Llegar tarde a casa sin llaves, nunca pudo haberme
servido tanto.
Sonreí
con victoria y entré con el arma ante mi pecho, apuntando hacia delante, ante
cualquier persona que apareciera, estaba dispuesta a disparar. Después de la
puerta, se abría un gran pasillo, mucho más ancho que el pasadizo. Sospeché que
el lugar había sido un hotel antes, pero la idea quedaba descartada ya que era
un pasillo sin puertas que condujeran a habitaciones. Solo paredes. Encontré
una puerta después de tanto caminar, estaba abierta y con claridad. Me paré a
un lado contra la pared, si había alguien dentro, no podía ser el blanco.
Agudicé
mi oído, pero no logré oír nada. Así que entré, para mi suerte no había nadie
allí dentro. Cerré la puerta tras entrar, por si alguien más estaba allí.
Analicé todo a mí alrededor. Había repisas en las paredes, estaban vacías, una
mesa estaba posicionada hacia un lado, caminé hasta allí y había diferentes
dispositivos, cables cortados y tenazas. Nada que pudiera servirme, solo cosas
mecánicas. Salí de esa habitación y caminé un poco más encontrándome con una
escalera.
Comencé
a subir con agilidad, no tenía la más remota idea de dónde podían haber estado
los demás en ese mismo momento. Pero la imagen que llegó a mis retinas, me
asombró por completo. Volteé mirando hacia los lados cuando llegué al otro
piso, no había nadie tampoco.
Me
paré frente a una enorme pared donde reposaban fotos de distintas personas,
todas llevando a una en el centro. Mis ojos se llenaron de lágrimas y mis puños
tomaron con más fuerza el agarre del arma. Era Ronan, las demás personas no sabía
quiénes eran. Pero de seguro tenían que ver con él. Carraspeé aclarando mi
garganta y volteé para ver qué más podría serme útil. Había un par de sillas y
un escritorio.
Me
senté en una de las sillas y abrí los cajones del escritorio. Revolví sacando
los papeles y dejándolos sobre la mesa. Revolví intentando ver algunas palabras
que llamaran mi atención. Eran boletas de cuentas y más boletas. Hasta que di
con el sobre de una carta. Lo abrí sin dudarlo y comencé a leerlo.
El ataque ha sido exitoso,
Jen. Tenemos el lugar controlado y no hay nadie que quiera hacernos más daño,
como si fuera posible que lo lograran. Los demás están regresando a Seattle,
estarán allí hasta septiembre, se irán luego a Los Ángeles, así programan el
próximo ataque. Estaré en Carolina del Norte un poco más de tiempo, para
asegurarme de que estén todos siete metros bajo tierra. Descuida, nadie sabrá
dónde mierda estoy metida.
Respecto a tu hijo, lo
hemos trasladado tal como lo ordenaste. Nadie nos vio, ni mucho menos. Salió
perfecto. Fuera de eso, Delgado sigue su búsqueda. Tenemos que vencerlo.
Eliza.
Con
que habían trasladado a Ronan, a dónde, no lo sé. Pero él estaba vivo aún, ¿no?
Y con un tal Delgado siguiéndolo. Guardé todos los papeles en el cajón, lo
cerré y salí de allí. Mientras bajaba las escaleras mi teléfono comenzó a
vibrar en mi bolsillo. Lo deslicé y atendí.
#Vía telefónica#
—Nena —era la voz de Justin—,
¿dónde diablos te metiste?
—Descuida, estoy bien —hablé—.
De seguro no encontraron nada interesante, porque lo pesado está por el
pasadizo.
—¿Entraste? —cuestionó
confundido— Estaba cerrado.
—Debía abrirlo —lógico—. Lo
hice y encontré una carta donde hablan del traslado de Ronan y un mapa
conceptual donde hay muchas fotos de personas que no tengo idea quienes son.
—Mierda —escupió—. Sal de
allí, linda. Estás en peligro. Es obvio que hay gente allí.
—No hay nadie —escupí yo—.
Además, estoy armada. No hay que temer. Estoy saliendo.
—Bien, iremos por ti ahora.
—Los esperaré afuera —pues,
honestamente estaba casi en la salida.
—Venga, ya vamos. Debemos
salir de este lugar —sentenció y colgó.
#Fin vía telefónica#
…
Jhones
condujo hasta la casa de Dolly, tenía la foto de Ronan atormentando mis
pensamientos. Al llegar a casa de Dolly, todos bajamos. Simplemente no hablé
con nadie, demasiado había dicho en el auto. Sabían todo lo que yo, no
necesitaban más eso. No quería que hurgaran en mi mente más. Mis sentimientos
estaban bien allí. Subí las escaleras y me encerré el mi habitación. Me metí en
el baño y cerré la puerta con seguro.
Sentándome
en el frío del suelo con un Gillette entre mis manos, mi dura y oscura idea de
cortarme estaba en mi mente otra vez. Me importaba poco Ronan, Justin, Dolly o
quien fuera que se metiera en mi mente a intentar detenerme. De seguro mi
hermano estaba sufriendo en ese momento, así que yo también debía sufrir.
Con
ira pasé varias veces la cuchilla a lo largo de mi brazo, sintiendo como el
dolor era una anestesia y dejaba mi brazo casi sin sentir nada. La sangre
estaba esparcida por lo largo del suelo, mis ojos húmedos y mis manos
temblorosas. Estaba en una crisis nerviosa y poco me importaban todos.
—___________(tu
nombre) —era Justin quien hablaba. Yo solo no podía hablar, porque se daría
cuenta de lo que estaba haciendo—, ¿estás bien, cariño?
—Déjame
sola —le rogué. Mi voz no acompañó mucho. Apostaba a que él había descubierto
que estaba haciendo dentro.
—Diablos
—oí como el peso de su cuerpo caía sobre la puerta—, hagas lo que hagas no te
lastimes —me rogó. Mis ojos se llenaron más de lágrimas y sentía ganas de
llorar a gritos. Lo había defraudado.
—Déjame
sola —le pedí otra vez entre lágrimas ahogadas—. No quiero que me veas así.
—Abre
o abriré yo —aseguró él. Suspiré frustrada, me puse de pie temblorosa, estaba
débil. Demasiado débil. Giré la manilla y él abrió la puerta—, ¿qué hiciste? —cuestionó
al verme llena de sangre.
—No
quería que vieras esto —sentencié. Sus ojos se llenaron de lágrimas y vi como
su nuez de Adam bajaba nerviosamente, tragándose sus lágrimas, quizás.
—Ven
aquí —masculló y me apretó entre sus brazos sin importar que pudiera llenarlo
de sangre. Comencé a sollozar desesperada entre sus brazos—. No debías hacerlo,
nena.
—Estoy
desesperada —confesé entre sus brazos.
—Ven
—musitó caminando cautelosamente hacia la ducha—. Date un baño, yo ordenaré
esto —se refirió a limpiar el suelo, y quizás también él—. Relájate, ¿sí? Yo
estoy aquí, nena. Nada pasará, encontraremos a Ronan y todo estará bien —yo
asentí sollozando.
Luego
de que Justin me preparara la bañera, me di un relajante baño mientras
dispersaba mis ideas. Justin dejó en el ante baño unas prendas que tomó de mi
maleta, por lo que salí y me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=69557187&.locale=es.
Me até el cabello en una coleta alta media desprolija. Salí del baño y Justin
estaba recostado en mi cama sin camisa, que era lo que él había manchado con
sangre. Yo solo me senté a su lado.
—Lamento
todo lo que pasó —más bien la escena del baño, él jaló un poco de mí y me
recostó en su pecho.
—Nena
—musitó acariciando mi espalda—, ¿cuándo vas a entender que no es la solución?
—Tengo
que buscar un medio por el cual quitarme todo lo que llevo cargando dentro —hablé
subiendo mi mano por su pecho, levemente elevé mi cabeza. Aún estaba débil.
—Mira
cómo estás —murmuró—, estás débil y apuesto a que tus brazos te duelen mucho —pues,
sí. Así era. Él tenía toda la razón—. Estoy para ti, mi amor. Sabes que te
prometí ayudarte, sacarte de esto, ¿Por qué te escondes?
—Porque
si no lo hago de esta manera —mi voz se quebraba poco a poco—, debería destruir
algo. Sé que lo haría y no quiero eso. No quiero desquitar mi dolor por ti, por
Dolly o por quien fuera.
—___________(tu
nombre), desde el momento que hablé contigo en Malibú, desde que supe quién
eras en verdad, sabía que las cosas no serían fáciles —él tenía razón. Nada referido
a mí, era fácil. Nada—. Pero aún estoy aquí, ¿crees que te dejaría porque me
insultes?
—No
sé lo que haría —le recordé.
—No
combates el dolor con más dolor —él tenía razón—. El amor, es lo que te sanará,
nena. El amor te llevará alto, por mucho que a veces tengas que soltarte y
caer, para saber qué tan alto estás. Por favor —acarició mi mejilla mientras yo
admiraba sus ojos avellana—, deja que te ayude a ser fuerte.
—Eres
todo lo que tengo ahora —le recordé. Él sonrió levemente.
…
Habíamos
llegado a New York por la mañana, y tenía una presentación esa misma noche.
Justin dijo que me acompañaría, no me negué después de todo me gustaba pasar
tiempo con él. Me cambié así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=69576409&.locale=es.
Peiné mi cabello como acostumbraba a hacerlo, dejando mis largas ondas castañas
caer sobre mis hombros, me maquillé con delineador negro, un poco de sombra a
tono y los labios rojos oscuros. Sabía que era miércoles y al día siguiente
debía ir al colegio, pero en realidad, en ese momento no era algo que me importara.
Sabía que si descuidaba mis estudios, perdería la beca, pero para ser honesta,
tampoco me importaba demasiado.
Me
subí a mi auto y conduje hasta casa de Justin, él estaba esperando en el
porche, cuando me vio corrió hasta el auto y subió en el asiento del copiloto.
—Hola,
linda —me saludó por segunda vez en el día mientras yo comenzaba a conducir.
—Hola,
sonso —saludé divertida.
—Oye,
tengo algo que decirte —estaba dispuesta a escuchar, no tenía otra salida, ¿no?
—Venga,
suéltalo —le pedí.
—Hablé
con mi madre —masculló Justin, juro que casi frené el auto de la sorpresa—. Sí,
hice mal en decirle que eras mi amiga, ya que eres mi novia. Y se lo dije, le
dije que eres la chica que quiero.
—¿Ella
qué dijo? —cuestioné incrédula.
—Pues,
que está dispuesta a darte una oportunidad, ya que después de todo estuvo mal
que te juzgara tan a pecho —musitó Justin con algo de alegría. Yo sonreí
ampliamente.
Narra
Justin:
#Flashback#.
—Tengo que hablar contigo —le
solté a mi madre. Ella me miró atentamente con sus ojos celestes.
—Dime, hijo, ¿por qué todo
este estrés? —sonreí amargamente. Mi madre podía ser insoportable, pero era
solo apariencia.
—Mamá, hay cosas que debo
aclarar contigo —ella seguía mirándome con una mirada pasiva y maternal.
—Estoy aquí para
escucharte, dime.
—No me gusta que juzgues a
___________(tu nombre) —para mi sorpresa, solo se quedó viéndome. Esperando que
siguiera—. Sabes, la traje a comer hace unos días porque ella es mi novia, no
mi amiga. Y sí, la quiero. La quiero y mucho. Es la mujer que quiero y no estoy
dispuesto a que la lastimes, ¿vale? —suspiré aliviado—. Ella no tiene una vida
color rosa como Sam aparentaba tener, su casa es un fiasco. Su vida desde que
tiene memoria lo fue, por eso es como es. Me refiero a ser rocker, punk, dark o
como prefieras llamarle —ella agachó su mirada algo culpable—. Pero detrás de
toda esa mierda, hay una persona que sufrió Bullying muchos años, que pasó por
drogas, rehabilitación, sobredosis… ¿a quién te recuerda mamá? —le pregunté
levantándole la cara por su mentón. Ella me miró con los ojos llenos de
lágrimas.
—¿Hablas enserio? —yo
asentí lamiendo mis labios para humectarlos. Ella soltó un suspiro tomando mi
mano—, Justin, quiero hablar con ella —me asombró oír eso de mi madre. Ella
tragándose su orgullo, honestamente era algo sorpresivo.
—¿Qué quieres hablar con
ella ahora? —Mamá tragándose su orgullo, quizás no sea suficiente.
___________(tu nombre), no es muy fácil y llevadera que digamos.
—Quiero disculparme con
ella —dijo con firmeza—. Si es tu novia, debo aceptarla, ¿no? Estuve mal al
juzgarla. Yo a su edad, tampoco era de las mejores. Tú sabes que mi pasado está
repleto de errores. Quizás podría ayudar.
—No intentes hablar de eso
con ella, por favor —me anticipé a pedirle—. ___________(tu nombre) odian que
lo hagan, ¿vale? Yo voy a ayudarla, estoy dispuesto a hacerla feliz, solo
necesito que le pidas disculpas y te mantengas al margen de su pasado, ¿vale?
—Está bien —accedió mamá—.
Se nota que la quieres y no voy a quitarte la felicidad, Justin.
#Fin Fashback#.
me encaantoo poly siguelaa!! no se que escribir jeje me encanta tu nove me encanta como escribes me encanta todo bueno sube pronto besitos Pituu!! :D
ResponderEliminarAwwww Poliiii Siguelaaa lo mas antes posible la amo
ResponderEliminarawww me encanti siguela porfis
ResponderEliminarAwww hola soy tu nueva lectora. Me encanto por favor síguela. Besotes.
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